–¿Familiares del sr. White?

–Soy su esposa ¿Como esta?

–El sr. White, esta todavía inconsciente pero fuera de peligro, se le hizo una tomografía y placas para descartar cualquier complicación, pero está en perfecto estado, aunque tiene varias contusiones en la cara en su lado derecho, una vez que despierte repetiremos los estudios para confirmarlo.

–Gracias doctor.

–Es mi trabajo, ahora le informo que este hecho tiene que ser registrado y hacer la denuncia, quiero decir que tengo que dar aviso a la policía.

–No hace falta, somos agentes del FBI, nosotros nos encargamos.

Le enseño al doctor mi placa y Feller le enseña la suya, con esto por lo menos lo dejamos tranquilo.

–¿Puedo pasar a ver a mi marido?

–Eso no va a ser posible, recién en media hora va a poder pasar, está en terapia solo por precaución y ahora están tratando a otro paciente como le dije en media hora lo pasamos a una habitación y usted va a poder estar con él.

Mientras el doctor hablaba en mi cabeza aparecía la imagen del desgraciado de McRae, justo el tiempo para hacerle una pequeña visita.

–Me parece bien, tengo un asunto que tratar mi compañero se va a quedar aquí por si pasa algo, cualquier asunto relacionado con mi marido se lo comunica a él.

–Claro, con mucho gusto.

El doctor dio media vuelta y se metió al box, yo gire sobre mis talones dispuesta a marcharme, cuando siento que me toman del brazo.

–Karen, no es buena idea.

–Esto es personal, iré y...

–No, dije que no, vas a terminar con un tiro en la frente, no puedo cuidarte si te metes a la boca del lobo...

–¿Cuidarme? Feller, no necesito que nadie me cuídate maldita sea, escúchame bien, te quedas acá, sin moverte y lo cuidas, mientras tanto voy hacerle una visita de cortesía.– La forma en que lo mire, le indico que no era un buen momento para contradecirme.

Cuando por fin me soltó, seguí mi camino, pero antes de desaparecer de su vista me di vuelta y le dije:

–¡Feller!

–¿Qué?

–La próxima vez que me agarres y me hables así, te pateare en las pelotas.

Se que sabe muy bien lo capaz que soy de hacerlo, por algo lo vi tragar pesado.

Salí de la clínica totalmente enfurecida, pero cualquiera que me viera jamás lo hubiese adivinado, llamo a Susan para averiguar a donde está mi querido jefe, no puedo evitar el sarcasmo, y para mi sorpresa todavía está en la oficina así que me dirijo a toda prisa hacia allí.

Cuando llego en un tiempo récord me dirijo a toda velocidad a su despacho, cuando llego su secretaria intenta detenerme, solo un empujón me basta para sentarla de vuelta en su sillón.

Cuando de un golpe se abre la puerta McRae se levanta asustado de su escritorio rápidamente me dirijo hacia él, y cuando levanta su mirada se dibuja una sonrisa socarrona en su cara, primer error, jamás me provoques.

Sin pensar siquiera saco mi arma de la cintura y lo apoyo en su frente, lo miro directo a los ojos.

–Roach, piensa bien lo que vas hacer, sería una pena que algo más le pasara al fiscal–error número 2–. Se inteligente.

Muy lentamente le saco el seguro al arma, el ruido hace eco dentro de su oficina, sus ojos se abren cómicamente, esta empezando a sudar, y solo puedo pensar en matarlo, se atrevió a tocar a una de las personas que más amo, entonces en limpio lo único que ronda en mi cabeza es ¿lo mato o no lo mato? "Decisiones, decisiones..."

–Si algo más le pasa a mi marido o a cualquier persona que conozca si quiera, vendré por usted... Señor–pronuncio las palabras con todo el odio que siento–. Y lo matare y después iré por su familia, no juegue conmigo, no tiene idea de lo que soy capaz.

–Creo que entendí el mensaje–dice seriamente y mirándome a los ojos–. Es un trato, pero recuerde lo que tiene que hacer.

Lentamente le saco mi arma de la frente vuelvo a colocarle el seguro y le digo:

–Créame, se exactamente lo que tengo que hacer.

Salgo de ahi sin mirar atrás, sé que posiblemente me haiga puesto la soga al cuello sola, pero esto tendrá que acelerarlo todo, tengo que llegar hasta al fondo, y no importa si yo sobrevivo, pero a esta escoria la tengo que sacar a la luz, y destruirla.

Al poco tiempo llego al hospital, cuando veo a Feller a punto de hacer una zanja en el suelo de tanto ir y venir me acerco hacia él.

–Walter.

–¿Tengo que pedir que se encarguen de una escena de crimen?–dice inclinando su cabeza hacia un costado–. ¿Organizar una huida tal vez?

Si fuera otra la situación, creo que estaría riéndome a mas no poder, pero de cómico esto no tiene nada.

–Por ahora no–digo levantando una ceja–. Quizá más adelante, gracias por el ofrecimiento.

–¿Como esta Bruce, algún cambio?

–Nada, por lo menos, no me han avisado a mí.

Cuando sentimos que se abre una puerta los dos giramos y vemos salir al doctor que lo atendió al vernos no dice:

–Señora White, ya se despertó su esposo, le repetiremos los estudios y en cuanto acabemos, podrá pasar, hasta ahora no ha dado ninguna señal de alguna posible consecuencia, pero descartaremos cualquier problema.

–Gracias doctor.

Con un hasta luego se retira miro a Feller y le digo:

–Tenemos que acelerar todo, usa todos tus contactos para juntar la mayor cantidad de información...

–Pero me dijiste que no confiara en nadie.

–Lo sé pero acabo de acelerar el proceso, amenace a McRae, vendrán por nosotros, así que muévete y cuídate–digo rogándole con la mirada–. Hablo en serio Walter cuídate la espalda.

–Sé cuidarme compañera, apenas tenga algo vendré aquí, y mandare a alguien de mi total confianza para ayudar con la seguridad. 

Quiero agradecer a todos los que leen, votan y comentan, si ya sé que no son miles pero sinceramente no me importa, así sea uno le quiero agradecer, porque es el objetivo, que alguien lo lea y le guste y sé que me falta mucho por mejorar, pero no quiero dejar pasar la oportunidad, así que ¡MUCHAS GRACIAS! y sobre todo al concurso que inspiro esta historia, también gracias a "Escribe la melodía del personaje de The Icarus Wing", gane o no me encantó este desafío.