El alfa se detuvo frente a la puerta de la casa, viendo la pantalla del celular mientras tocaba la madera con sus nudillos. La gran sonrisa que surcaba en sus labios delataba su emoción, y podría haber sido paciente y esperar a que contestaran su llamada, pero decidió dirigirse a la casa tan pronto como no recibió respuesta alguna. 

Namjoon jamás dejaba un trabajo inconcluso, y después de no haber dormido por tantos días en busca de terminar el caso que los envolvía, había encontrado la respuesta. Si bien se trataba de las ocho de la mañana, sabía que tanto Jungkook como Taehyung solían estar despiertos temprano. 

Estaba por marcar el número del alfa cuando escuchó como el seguro de la puerta fue quitado, justo cuando apartó la mirada de la pantalla pudo observar unos ojos pequeños que reconoció con facilidad. 

—Buen día, Daehyun.—Sonrió al verlo asomarse.—¿Están tus padres despiertos? 

Negó.—Aún están dormidos. 

Apretando los labios en una fina línea, asintió.—Bien, entonces regresaré más tarde para darles la noticia. 

Antes de que pudiera apartarse de la entrada, la puerta fue completamente abierta y la apariencia desaliñada del azabache lo recibió. La luz del sol molestó su visión, gruñendo mientras trataba de adaptar su vista a quién se atrevía a visitarlo tan temprano. 

—¿Namjoon?—Susurró en un tono ronco, aclarando su garganta. 

—Oh, buenos días Jungkook.—Guardando su celular, sacó del bolsillo trasero un sobre blanco.—Tengo buenas noticias el día de hoy. 

—¿Buenas noticias? 

—Sí, ¿Crees que pueda pasar y contárselo a ti y a Taehyung? Apuesto que querrán escuchar esto. 

Dudando, rascó la parte trasera de su cuello.—No creo que sea una buena idea, Taehyung recién se está recuperando y prefiero que esté descansando, han sido días difíciles. 

—Lo entiendo, pero esto lo va a animar en definitiva, se trata sobre la cafetería. 

Sus palabras lo sorprendieron, aún con cierta duda lo dejó entrar a la casa y aguardó para escoltarlo a la sala antes de dirigirse de vuelta a la habitación. ¿Qué noticia buena podría traer? Debía de ser lo suficientemente bueno para que fuera a visitarlo y no notificarle por medio de un mensaje, pero no negaba que aquello lo inquietaba más. 

Empujando la puerta, sonrió al ver la imagen del omega abrazando la almohada que había estado utilizando al dormir, aún impregnada con su aroma mientras frotaba su rostro contra la funda. Se acercó con paso sigiloso hasta quedar a un costado suyo, tomando asiento en la orilla antes de inclinarse para rozar su nariz contra la mejilla contraria, provocando una pequeña sonrisa por el repentino cosquilleo. 

—Omega, ¿Podrías acompañarme un momento abajo? 

Taehyung apretó su agarre en la almohada, sintiéndose demasiado perezoso.—Quiero seguir durmiendo. 

Soltando una carcajada, depositó un beso sobre la comisura de sus labios.—Por favor, Namjoon quiere vernos para decirnos algo. 

—¿Namjoon?—Levantó la mirada con curiosidad, sin comprender qué hacía el alfa en su casa. 

—Sí, ¿Crees que podamos bajar para escuchar lo que nos tiene que decir? 

Tardando un minuto en reaccionar, se levantó con pereza de la cama con ayuda del alfa, quien le tendió una bata y ayudó acomodar su cabello a petición del omega, sabía que no estaba en su mejor imagen pero pretendía no recibir visitas en mal estado. Tuvo que retener un bostezo cuando salieron de la habitación y se regañó mentalmente de no aparentar más su cansancio, bajando con ayuda del alfa que envolvía un brazo sobre su cintura. 

—Buenos días.—Saludó tan pronto como entraron a la sala, tomando asiento en el sillón de enfrente. 

—Buenos días, ¿Cómo has estado, Taehyung?—La sonrisa amable del alfa le contagió un poco de su alegría. 

—He tenido mejores días, pero voy mejorando. 

—¿Cuál es la razón de tu visita, Nam? Viendo que aún es muy temprano y no lo dijiste por mensaje, supongo que es algo importante.—El alfa mencionó, sintiendo a su propio lobo inquieto. 

—Oh, sobre eso... Tengo nuevas noticias sobre Munhee y la cafetería.—Colocando el sobre en la superficie de la mesa, no pudo evitar hacer una imitación de redoble de tambores sobre sus muslos antes de hablar.—¡Buenas noticias! El señor Lee nos notificó que Munhee estaría recibiendo una sentencia en el transcurso de estos días, al parecer lograron capturarlo y han conseguido no solo el testimonio de la cafetería, sino también otras personas declararon en su contra. 

Taehyung se quedó en blanco con la noticia, dejando de escuchar tan pronto como su mente captaron las palabras "sentencia", "captura", todo ello parecía imposible. Inclusive Jungkook se quedó estático en su lugar, tratando de comprender el significado detrás de las palabras del contrario, porque sabía que todo ello tiene un gran impacto detrás. 

—Y con respecto a la cafetería, actualmente ya se encuentra limpia de los escombros y el señor Lee decidió reunir todo el equipo necesario para comenzar a trabajar en una remodelación, pero para ello necesita el consentimiento de Taehyung. En otras palabras, la cafetería sigue siendo parte suya y no de Munhee, asimismo a todos los afectados de sus engaños se les dará su respectiva remuneración con toda la fortuna que él posee, porque así como pudieron comprobar las autoridades, todos sus ingresos fueron por medio de actos engañosos. 

—¿Mi cafetería... no la perdí?—Cuestionó en un tono bajo, frunciendo el ceño. 

Negó.—Sigue perteneciéndote, además de que todos los futuros gastos para que vuelva a funcionar correrán por parte de la alcaldía, todo ello lo mencionó el señor Lee cuando fui a visitarlo. 

—¿Fuiste a visitarlo?—Ahora fue el turno del azabache de cuestionar. 

—Creo que me estás subestimando, Jungkook.—Sonrió, poniendo una mano sobre su pecho.—Ya deberías de saber cuán dedicado soy en mi trabajo, y este fue un reto que acepté desde un inicio no solo porque los considero como una familia, sino porque mi parte razonable creía que no podía permitir más injusticias. Sé que tuvieron días difíciles, por lo que me comprometí a encontrar una solución a todo esto, y por fortuna la encontré. Ya no tienen de qué preocuparse, lo más difícil ya pasó y es cuestión de arreglar unos detalles para que todo vuelva a la normalidad, pero pueden volver a sus rutinas una vez que esté concluido. 

Sin creerlo aún, la primera reacción del omega fue levantarse y abrazar al alfa tan pronto como terminó de hablar, sintiéndose agradecido por su dedicación. Sus ojos se llenaron de lágrimas para cuando se apartó, buscando al azabache con la visión borrosa necesitándolo a su lado o de lo contrario creía que se desmayaría en cualquier momento. Jungkook comprendió su gesto por medio del lazo, acercándose para envolverlo entre sus brazos mientras besaba todo su rostro con emoción, sintiéndose abrumado entre sus propios sentimientos y los del omega. 

—Esto es demasiado, Namjoon. Creo que jamás podré agradecerte lo suficiente por todo lo que has hecho, hemos tenido días difíciles pero con tu noticia ya no parece que los volveremos a tener. 

—Siempre será un gusto poder ayudarlos cuándo lo necesiten, realmente no tienes porqué agradecer si este es mi trabajo, lo hice por el hecho de que estaba preocupado por ustedes y todos salimos ganando mientras Munhee reciba una sentencia por sus actos. Mi mayor recompensa es eso, y verlos felices, así que no pienses que debes saldar cuentas conmigo porque no es así.—Sintiendo que era su momento de retirarse, prosiguió.—Creo que son noticias que deben de hablar en privado, así que me iré y les notificaré cualquier cosa que sepa en el transcurso del día sobre la resolución. También necesito que revisen sus celulares o el señor Lee estará preocupado si no le responden a su petición para remodelar la cafetería, el hombre solo quiere ayudarlos y todo correrá de su parte. 

—Comprendo, estaremos contestándole tan pronto como veamos el correo.—Asintió el alfa, aún con el omega entre sus brazos. 

Con una última mirada, la pareja se quedó sola en la sala cuando el alfa salió de su hogar, dejando una alegría a su paso. Taehyung se mantuvo ocultando su rostro en el pecho de Jungkook, temblando ligeramente por la emoción que su cuerpo contenía mientras su mente se hacía a la idea de las noticias recibidas. 

—¿Estoy soñando?—Susurró con su voz amortiguada por la posición, apretando su agarre. 

—No, esto realmente está sucediendo.—Contestó con una sonrisa, besando la cima de su cabellera. 

—Siento que podría desmayarme. 

—¿Qué te parece desayunar algo mientras lo hablamos? Creo que necesitas algo de comida para poder hablar.—Sugirió, recibiendo un asentimiento.—Entonces vayamos a la cocina, luego despertaremos a los niños para darles de igual manera la noticia. Y debo de hablar con Daehyun, no me gusta que abra la puerta mientras no estemos presentes, es demasiado peligroso para él. 

—Nuestro cachorro es un gran alfa, solo está tratando de ayudarnos a su manera, no lo regañes.—Pidió con una sonrisa, haciendo debilitar la postura del alfa. 

—No es ningún regaño, solo quiero que piense en sus acciones antes de hacerlas.—Besando su frente, soltó una carcajada cuando intentó alejarse pero los brazos del omega no se lo permitieron.—Tengo que preparar el desayuno, omega. 

—Solo un minuto más, necesito estar así un minuto más.—Pidió, sin soltar el agarre de la prenda. 

Con un suspiro, permanecieron en la misma posición por un largo rato, simplemente sosteniéndose mientras los buenos sentimientos los volvían a albergar en su interior. Los malos días se habían terminado, solo podían esperar que los buenos momentos volvieran a llegar a sus vidas.