Taehyung terminó de apilar los platos en el fregadero al tiempo en que sus cachorros subían a su habitación para que se alistaran antes de dormir. Había sido un día agitado, después de encontrarse en la cafetería con MunHee y ver su portafolio de sus trabajos, el omega decidió contratarlo para la remodelación la cafetería. Al principio se mostró dudoso de tomar esa decisión, pero una vez que el alfa le siguió hablando para convencerlo, optó por firmar el contrato que los uniría para llevar a cabo el trabajo. 

Había ansiado que el día terminara para contarle a su alfa de la noticia, inclusive intentó comunicarse con él, pero ninguno de sus mensajes fue contestado, ni siquiera visto. Pensando que se trataba porque tenía demasiado trabajo, decidió pasarlo por alto y que le podría decir tan pronto como llegara a su hogar. Por ello, cuando el reloj marcó las nueve de la noche y se encontraba lavando los trastes, escuchó cómo la puerta de entrada fue abierta y el aroma del alfa llegó a su nariz, solo había un detalle en ello. 

El aroma que su alfa desprendía no era el característico de siempre, en cambio, le recordó al aroma que tenía cuando recién se conocieron. ¿Acaso Jungkook había llegado molesto? El picor que le estaba ocasionando su olor le estaba provocando un dolor de cabeza, además de sentir una tensión por medio del lazo que los unía. 

A diferencia de ocasiones anteriores, Jungkook no llegó hasta él y lo abrazó con fuerza, solo sintió sus pasos hasta la cocina y detenerse a un par de metros detrás suyo, haciendo que detuviera su tarea de lavar los trastes y cerrando la llave antes de girarse para verlo. 

La expresión del alfa se mostraba seria, demasiado seria como tanto tiempo tenía sin presenciarla. Secando sus manos con una de las toallas de la cocina, se acercó hasta él para abrazarlo y rodearlo con su propio aroma como una forma de tranquilizarlo, pero cuando se inclinó para tratar de llegar a sus labios y giró su rostro para conectar con su mejilla, supo que algo andaba muy mal en ello. 

¿Desde cuándo su alfa se aleja de su tacto? Su lobo se sintió desconcertado con la acción, dejando que su propio aroma se agriara por el gesto. 

—¿Qué pasa, alfa?—Frunciendo la frente, deseó una respuesta. 

—¿Tenías pensado decirme lo de la remodelación?—La pregunta lo desconcertó más, ¿Cómo se suponía que lo sabía? 

—Planeaba decírtelo hoy mismo en cuanto llegaras, inclusive te mandé mensajes tratando de contarte, pero no contestaste.—Separándose al dar unos pasos hacía atrás, dejó la toalla sobre el mostrador.—¿Qué es lo que te pasa? 

—Pero no es algo que hayas pensado en un solo día, fue algo con antelación. 

Sin saber a dónde se dirigiría la conversación, se cruzó de brazos.—Mira, haremos una cosa. ¿Quieres hablar de esto? Adelante, vamos a hablar, pero primero le desearás las buenas noches a nuestros hijos porque están esperándote y luego bajarás para hablar. Asegurate de quitar tu mal aroma porque no quiero que ellos se vayan a dormir pensando en que estás molesto, además que les puede ocasionar pesadillas. 

Jungkook no murmuró palabra alguna, solo se limitó a girarse y salir de la cocina. Taehyung soltó un suspiro antes de volver al fregadero para terminar de apilar los platos limpios y dirigirse a la sala, en espera que el azabache volviera de la habitación de sus cachorros. El omega se sentía desorientado por la reacción del contrario, ¿Por qué parecía tan molesto y tosco con él? Jamás había reaccionado así, jamás había llegado a casa con esa expresión porque tenían una regla y era dejar sus problemas fuera de casa. 

No creía que su molestia fuera por el simple hecho de la remodelación, pero tampoco encontraba alguna lógica a su comportamiento. Podía sentir que había algo más ahí, y necesitaba saberlo porque la desesperación que comenzaba a tener por el hecho de no saber qué hacer para disminuir el mal temperamento del alfa le estaba carcomiendo por dentro. Se mantuvo sentado en uno de los sillones individuales, recargando sus antebrazos contra sus piernas hasta que escuchó fuertes pasos acercarse, tensando su cuerpo. 

El mal aroma disminuyó en comparación de cuando llegó, pero también el omega comenzaba a notar su propio aroma agrio ante la angustia que comenzaba a tener. Al ver al alfa entrar a la sala, se irguió sobre su lugar mientras lo seguía con la mirada. 

—¿Puedes decirme cómo tuviste un trato con MunHee?—Cuestionó, manteniéndose de pie a la distancia. 

Sorprendiéndose por el detalle del nombre, contestó.—Se convirtió en un cliente habitual no hace mucho, suele llegar a la cafetería casi en cuanto la abro. Entre conversaciones surgió el tema de los diseños que ha realizado, y me dijo que podría enseñarme su portafolio de trabajos cuando comenté que quería remodelar la cafetería. Sabes que siempre me he encargado de ello, pero eran por cuestiones monetarias de las cuales no podía financiar, pero pensé que podría ser una buena idea contratar a un profesional que pudiera orientarme a mejorar el diseño de lo que ya es el negocio. 

Al no recibir ninguna palabra del alfa, le hizo lloriquear por sentir aún la molestia de su parte, como si la culpa recayera en él. No le gustaba estar en malos términos con su alfa, solo quería acercarse a él y que lo envolviera con su aroma, saber que todo estaría bien. 

—Jungkook, dime qué es lo que sucede, ¿Hice algo malo? ¿Esto es porque no te conté antes? Porque si es eso, realmente quería decírtelo, pero como son cuestiones de la cafetería y tú llegabas en ocasiones tarde y estresado por el trabajo, lo último que quería era que también pensaras en mi trabajo. Cuando pasábamos tiempo juntos, con nuestros cachorros, lo último que me pasaba por la mente era la remodelación, solo fue algo que se me iba pasando decirte, pero déjame saber qué es lo que te está molestando. 

—No me molesta que estés planeando una remodelación, es tu cafetería y tú eres el único que puede encargarse de ello, Taehyung.—Su voz era un bajo susurro, poniendo en alerta al contrario.—La cosa en esto es quién está implicado, ¿Sabes quién es en realidad? 

Negando, observó como Jungkook tomaba asiento en el sillón contiguo al suyo, nivelando sus miradas.—¿Lo conoces? 

—Desgraciadamente, sí.—Con un suspiro, apretó el puente de su nariz con su mano.—¿Te acuerdas que te dije de ese socio, en el cual confiaba mucho, que estafaba a las personas y se apropiaba de sus negocios? Su nombre es Kim MunHee, y hasta hace unos días aún me ocasionó problemas en la empresa porque usó dinero de la cuenta de la empresa, mandándolo a una segunda cuenta para usarlo a su favor. No sé cómo es que logra operar aún dentro de la empresa cuando corté toda clase de relación con él y su negocio, pero está logrando meterse en mis asuntos más de lo que me gustaría. 

Taehyung dejó de escuchar tan pronto como recordó las palabras del alfa, quedando con la mirada en blanco mientras a sus oídos comenzaba a sentir el pálpito de su corazón, acelerándose cada vez más. La realidad de la situación le fue golpeando en el rostro, pasando sus manos sobre su rostro conforme más iba asimilando. 

—Me enteré del trato que había hecho contigo porque una inversión venía con el concepto del nombre de la cafetería, estoy seguro que lo está haciendo con la intención de molestarme, no creo que esto sea una coincidencia. No he logrado contactarlo aún, pero Taehyung, necesito que confíes en mí y arreglaré esto antes de que pueda hacer algo en contra de la cafetería o intente hacer algo contra ti, estaré hablando con el abogado de la empresa para tratar de detener su contrato, ¿Firmaron un acuerdo? 

—Lo acabamos de celebrar hoy por la mañana.—Confesó. 

Cuando Jungkook pudo notar como el aroma del omega comenzaba a salir de una manera que lo estaba mareando por lo abrumador que se sentía, estiró sus brazos para tomarle las manos y guiarlo hasta donde se encontraba, Taehyung se dejó caer en su regazo sin siquiera dudarlo y se aferró a su camisa mientras leves temblores comenzaban a sacudirlo. 

—¿Perderé mi cafetería?—Cuando lanzó la pregunta en un tono quebradizo, el alfa se apresuró en negar. 

—No, por supuesto que no. Haré todo lo posible para detenerlo, conozco su forma de operar y hablaré con un abogado, obtendré toda la ayuda posible para que no pueda llegar hasta ese punto. Solo necesito que guardes la calma y confíes en mí, mañana mismo comenzaremos a solucionar esto, ahora llamaré a Namjoon para contactar con el asesor legal y ver qué necesitamos. 

Creyendo en sus palabras, asintió contra su cuello, apretando su agarre contra la prenda mientras sentía el ardor en su garganta por aguantar el llanto. La molestia y la decepción lo estaban abrumando, cayendo en la desesperación sin encontrar la salida de la realidad que estaba con él. Se sentía extrañamente desconcertado, enojado por creer en sus palabras y creer que confió tan fácilmente en el alfa. 

Solo deseaba que se tratara de una pesadilla, porque de lo contrario sentiría que todos los esfuerzos por los que había trabajado duramente por tantos años, habían acabado en la basura si alguien más se lo quitará.