—Yo me llamo Ron, Ron Wesley — se presenta el pelirrojo el cual está sentado junto a Harry Potter.

Nunca había en mi vida conocí a alguna pelirrojo, tengo que decir que no son muy comunes de encontrar, puede que haya visto a uno algunas vez caminando por la calle, pero nunca hablé con alguno. Me gusta bastante su cabello.

—Yo soy Cara Spinter — le sonrió, veo como su rostro cambia completamente y aparece una expresión entre sorpresa y susto.

—¿Spinter?— pregunta él, asiento con la cabeza—Creímos que los Spinter habían muerto, son algo famosos

Espera ¿que acaba de decir? ¿Famosos? Que sepa yo no somos estrellas de televisión o algo así, la verdad es que ya no me espero nada, tal vez lo hayamos sido y mis padres lo ocultaron. Necesito saber más sobre mi familia y este mundo.

—Yo soy Harry, Harry Potter — le dice , pero la expresión de Ron cambia aún, parece más asustado y sorprendido. Siento que este chico puede sufrir de un infarto en cualquier momento.

—Entonces...— trata de decir, con Harry no entendemos—¿Es cierto? Dime, en serio tienes la....

Señala su frente, todavía no puedo comprender que trata de decir.

—¿Que?— le pregunta Harry tampoco sin entender.

—La...— se acerca un poco y le susurra—La cicatriz.

—Ah si— Harry levanta un lado del cabello que cubre su frente y deja ver una cicatriz en forma de rayo, parece no preocuparle.

—¿Porque tienes una cicatriz en forma de rayo?— pregunto riendo, me causa gracia que tenga esa forma.

—¿No lo sabes?— me pregunta Ron, niego rápidamente—Harry es como toda una celebridad, por estar frente a... no importa.

En la puerta del vagón aparece una señora  que empuja un carro repleto de dulces, nunca había visto esos dulces en mi vida, debo suponer que son de este mundo.

—¿Van a querer algo de carrito?— nos pregunta desde afuera a los tres.

—No gracias, traje algo—Ron saca de su bolsillo una bolsa con algo adentro, debo suponer que es comida.

Tengo que admitir que no se ve muy apetitoso lo que trae, él lo guarda enseguida. Harry m da una mirada.

—Lo quiero todo— le dice Harry, veo como introduce su mano en el bolsillo de su pantalón y saca unas monedas raras.

Tanto Ron como yo estamos sorprendidos por lo que acaba de hacer, es una locura comprar todo el carro de dulces.

—Tenga — él le entrega las monedas.

Com Ron nos ponemos de pie y lo ayudamos a sacar todo los dulces que están en el carro, los dejamos que está vacío de los asientos, no creo alguien más vaya a sentarse. Apenas puedo sostenes los dulces.

—Dios... son muchos — digo sorprendida mientras los observo.

—¿Han probado algo de estos alguna vez?— nos  pregunta Ron, nosotros negamos rápidamente—Vamos, yo se los enseñaré.

Tomamos asiento y veo a Ron tomar uno, estiró un poco mi mano y tomo uno de varios colores, tiene el nombre de " Droobles" es un chicle, lo dejo a un lado  y tomo otro.

—¿Grangeas de todos los sabores?— pregunta Harry mirando el envase.

—Todo los sabores del mundo— le responde Ron antes de llevarse algo a la boca —De chocolate, yerba buena.

Estiro mi mano y tomo lo que parece un regaliz de chocolate, no me arriesgaré a tomar otra cosa porque parecen muy raras, el regaliz de chocolate sabe muy bien.

—También hay espinaca, hígado y tripas—sigue Ron, no puedo evitar hacer una mueca de horror por esos sabores, suenan horribles—Josh dice que una vez comió una de moco.

—No sigas hablando de eso por favor — lo miro, Harry se quita la pastilla de la boca.

—Rana de chocolate— veo que lee Harry el sobre, estiró mi mano y tomo otro dulce, es un regaliz, pero de otro sabor —¿Es de verdad?.

—Es un hechizo simple— le responde Ron—Además la tarjeta es lo que vale. Cada paquete tiene una bruja o un mago famoso, yo tengo unas quinientas.

Harry abre el paquete, de la nada sale  una rana de lo que al parecer es chocolate, está salta hacia la ventana y comienza a escalarla.

—¡Cuidado!.

Esta logra escapar.

—¿Y se supone que eso se comía?— señaló hacia lo dónde se acaba de ir hacia un momento.

—Si— asiente Ron con la cabeza.

—Es Dumbledore — veo como Harry mira la carta, me pongo de pie y me acerco para observarla.

—Así que el es el director — observo su imagen por unos segundo para luego volver a mi asiento.

—Ya no está—Harry nos mira con sorpresa.

—No crean que se va a pasar ahí todo el día ¿o si?— nos dice Ron, veo a una rata con la cabeza metida en una caja de dulces— El es Sabbers, patetico ¿no creen?. Fred me enseñó cómo hacerlo amarillo ¿les enseñó?.

—Claro— le sonrió, junto a Harry nos acercamos. Nunca e visto a nadie practicar magia que no sea a mi papá mover una vez su varita.

Ron toma su varita y está a punto de pronunciarlo cuando aparece una chica con un gran cabello castaño y una túnica negra

—¿Han visto una rana?— nos pregunta miramos el vagón —La perdió un niño llamado Neville.

—No— le responde rápidamente Ron.

—Oh, estas haciendo magia, continua.

Ahora los tres observamos atentamente a Ron, pronuncia una frase y mueve su varita, pero al parecer no ocurre nada, este se ve algo decepcionado.

—¿Seguro que es un hechizo de verdad?—le pregunta ella con una sonrisa—Bueno, no funciona ¿o si?.

Ron nos da una mirada a Harry y a mi, creo que le incomoda bastante la chica, a mi no tanto la verdad solo que es algo distinta, como lo solía ser yo.

—Yo solo e hecho hechizos sencillos, pero me han resultado bastante bien — ella saca de entre su túnica su varita  y toma asiento junto a mi— Por ejemplo...

Ella apunta muy de cerca  a Harry con su varita, espero que sepa lo que está haciendo porque creo que a Harry le gustaría llegar con sus dos ojos a Hogwarts.

—Oculus reparo — pronuncia ella, los lentes de Harry se arreglan al instante.

—Eso es fantástico — le sonrió, ella también lo hace.

Veo a Harry examinar sus lentes, tampoco se lo cree.

—¡Caracoles hervidos, eres Harry Potter!— exclama la chica, ¿como es que todos saben quien es Harry y yo no? —Soy Hermione Granger, ¿ y tu?.

—Soy Cara Spinter— le doy mi mejor sonrisa.

—Un gusto — asiente con la cabeza —¿Y tu?.

—Ah... Ron Wesley — le responde este con la boca llena.

—Un placer — dice ella con una mueca—Tienen que cambiarse ya, pronto llegaremos a la estación.

Ella se pone de pie y camina hacia afuera, pero cuando llega a la puerta se detiene y se voltea hacia nosotros.

—Tienes tierra en la nariz, por cierto. Quítatela — le dice ella a Ron—Ahí.

Ron pasa su mano por la parte de la nariz que ella le acaba de señalar. Hermione se va dejándonos a los tres.

—Creo que me iré a cambiar— me pongo de pie y tomo mi pequeño bolso donde está mi informe —Deberían hacer lo mismo ustedes chicos.

—¿No les pareció  algo rara?— pregunta Ron.