—¿Sabias que tu padre jugaba?— me pregunta Hermione mientras subimos las escaleras en dirección a nuestra sala común.

—No— respondo mirándola —No se nada dela pasado de mis padres en la magia, pero me alegra saber que papá jugó quidditch.

Harry y Ron van un escalones más adelante que nosotras, están charlando sobre algunas cosas.

—¿Y tu crees que podrías jugarlo?— me pregunta.

—No lo sé, no creo que sea lo mío realmente.

De repente la escalera comienza a moverse a pesar de que vayamos a la mitad de esta, con Hermione nos sostenemos de los lados para no caer, creo que no debería estar pasando, es algo aterrador.

—¿Que pasa?— pregunta a Harry que está sostenido del otro extremo junto a Ron, tan bien parece algo asustado.

—Que ya no recuerdan ...— nos dice Hermione mientras la escalera sigue moviéndose— Las escaleras cambian de lugar.

La escalera llega hacia el otro extremo del lugar, hacia una puerta que nunca habíamos notado, parece que estuviera cerrada.

—Vamos hacia allá — dice Harry, subimos rápidamente los peldaños restantes que nos quedan.

—Antes de que cambien de lugar.

Observamos la gran puerta de madera, Harry estira su mano y mueve la manilla para abrirla, la verdad no sabemos lo qué hay detrás de esta. Al entrar lo primero que ves es solo oscuridad ya que no hay nada que alumbre, definitivamente no nos dormitorios. Da una vibra bastante mala.

—No tienen la sensación de que ni deberíamos estar aquí — dice Ron mientras caminando por el cuarto a paso lento.

—Yo creo que no deberíamos estarlo —digo volteándose hacia, la verdad es que no logro verlo, tengo que admitir que me asusta un poco este lugar.

—Este es el tercer piso, está prohibido — Hermione nos da la información que necesitamos.

De de la misma nada comienzan a encender algunas antorchas qué hay a través del cuarto que cada vez parece más grande. Oímos un ruido que proviene de detrás de nosotros, nos volteamos.

—Retirada— nos dice Harry,es el gato de Flinch.

—Este gato es extraño— digo mientras observo al horrendo gato, no tengo nada en contra de ellos, pero si este luce tenebroso.

—¡Corran!—nos grita Harry.

A medidas que vamos corriendo a lo largo del  cuarto se van encendiendo las restantes antorchas. Llegamos al final de cuarto donde hay otra puerta, está prevé cerrada con llave.

—Ay no, este es el fin— Ron mira hacia atrás para ver si viene alguien.

—Háganse a un lado— Hermione nos da un pequeño empujón apartándonos— Fuera de mi camino.

Ella saca su varita de su bolsillo  y pronuncia el hechizo "alohomora" que se supone que es para abrir puertas, Hermione logra abrirla así que entramos al cuarto.

—¿Alohomora?— pregunta Ron mientras cierra la puerta.

—Libro de hechizos capítulo siete — ella lo mira, yo le doy una sonrisa.

Me apoyo en  la puerta y bajo hasta la altura de la cerradura para ver si está Flinch o su gata malvada. Este se queda unos minutos ahí, pero luego se marcha junto a la gata.

—Ya se a ido — Les informó a los chicos mientras me alejo de la puerta.

—Pensó que estaba cerrada — dice Ron, caminamos más al interior de@ cuarto.

—Estaba cerrada— lo corrige Hermione.

—Miren la razón.

Al voltearme  puedo verlo, diablos, es un perro gigante, yo solo conozco a los típicos perros. Mi vecina tenía uno y ella me dejaba sacarlo a pesar todos las mañanas, pero definitivamente no se parece en nada a ese, este mundo cada día me sorprende, esperen ¿además tiene tres cabezas? No podría ser peor.

Vemos cómo de repente el perro abre sus tremendos ojos,  soltamos un gran grito por el susto.  Salemos corriendo de ahí lo más rápido que podemos, cerramos la puerta y huimos hacia las escaleras .

—¿Que creen que hacen?— pregunta Ron molesto —¿Como pueden tener encerrado algo asi en la escuela ?.

—Pregúntaselo a Dumbledore—digo mirando a Ron la respiración agitada—Esto cada vez se pone mas loco.

—No vieron lo que había abajo— dice Hermione mientras caminamos de vuelta a nuestros cuartos.

—No estaba viendo sus patas, sus cabezas me preocupaban más — dice Ron todavía algo exaltado —O no te diste cuenta ¡eran tres! .

—O sea que el perro está cuidando algo importante— dice Hermione, finalmente luego de darle la clave a la dama gorda y subir las escaleras llegamos a nuestra habitación.

—¿Algo importante?— pregunta Harry mirándola.

—Si, así es— responde firmemente —Ahora si no les importa me iré a la cama, antes de que se les ocurra otra idea para que nos maten a todos, o peor, que nos expulsen.

Ella enseguida entra y cierra la puerta, con los chicos nos miramos algo sorprendidos.

—Creo que tiene que tiene que ordenar sus prioridades — dice Ron.

—No, creo que para ella esa es la prioridad — digo, nos largamos a reír—Pero hay que evitar los problemas. Nos vemos chicos, buenas noches.

—Buenas noches — dicen los dos al mismo tiempo.

Abro la puerta y enseguida la cierro, Hermione está sentada en su cama preparándose para ir a dormir.

—¿Crees que nos meterán en problemas?— pregunta.

—No— me quito la capa—Solo tranquilízate, nunca te expulsarán de este lugar, ¿quieres galleta? traje algunos paquetes de casa.

—Claro— ella me sonríe, saco los paquetes de mi baúl y tomo asiento junto a ella en su cama.

—Eres muy buena estudiante — hablo antes de llevarme una a la boca—Deberías enseñarme algunas cosas, soy muy mala.

—Claro, cuando quieras — ríe, ella se lleva una a la boca—La mayoría aquí cree que soy rara, pero me alegra hablar contigo.

—Y a mi también— estiró mi galleta—Tienes que chocarlas.

Ella me mira unos segundos para luego hacerlo, las dos reímos.

—Pero tu se ve que eres muy buena con lo de la escoba, podrías ayudarme.

—Claro.

Hermione no es como todos creen que realmente es.