03
Al recibir aquel mensaje, el rubio rápidamente corrió al baño, necesitaba darse una ducha y verse lindo para el azabache
Aunque él ya sea lindo ante los ojos del mayor
Jimin era una persona bastante quisquillosa cuando del cuidado de él mismo se trataba, su cabello era importante al igual que su piel y cada parte de su cuerpo, se dedicaba mucho a cuidarlo, desde mascarillas para el cabello y rostro, hasta la limpieza absoluta de todas sus uñas
Era todo un perfeccionista
Tal y como a Jungkook le gustaba, porque no había nada mejor que la apariencia de Jimin fuera bastante pulcra, eso sumándole la belleza natural que este tenía, Jimin era un diamante ante sus ojos, uno que le gustaría presumir y poner el título de “suyo” ante el mundo, así nadie pudiera acercarse a su rubio bonito, pero a su pesar eso no podía ser
Por lo tanto, se tenía que conformar con admirarlo en silencio y en secreto
¿Frustrante no?
Jungkook sabia perfectamente el camino como también la clave de seguridad del departamento del menor
Así que cuando por fin llegó a aquella puerta no dudo en desbloquearla, para poder entrar
Cuando entro a dicho departamento lo primero que hizo fue quitar ese suéter que tanto le molestaba, su capucha, gorra y el cubrebocas, no es que usar suéters le molestará, es que sus tatuajes no estaban del todo cicatrizados y el roce de la tela con su piel lo hacía sentir incómodo, se lo había explicado a su Manager, pero este insistió en que lo mantuviera mientras estuviera en la empresa, así se evitarían “problemas”
El azabache escuchó los pasos apresurados del menor y con una sonrisa estiro sus brazos en señal de que lo abrazara
Tal y como Jimin, lo hizo, porque a pesar de tener su cabello un poco húmedo, no pudo evitar las ansias de abrazar a Jungkook
Así que cuando escucho la alarma al cerrar la puerta, dejo el secador de cabello a un lado y camino rápidamente para ver al mayor, lanzándose en sus brazos, para que esté lo alzará y él pudiera envolver sus piernas en la cintura del azabache
— Oh mi bebé te extrañé tanto…— los brazos del mayor envolvieron al rubio en un abrazo cálido y protector, como si acabará de llegar a su hogar y fuera recibido con amor
El rubio escondió su cara en la curvatura del cuello del mayor y aspiro ese olor característico del perfume del joven Idol
— ¿No dirás nada? Oh... ya se— el mayor camino al sofá color crema que adornaba la sala y se sentó con el menor en su regazo, dejo de abrazarlo para tomar su cara en sus manos y poder besar esos abultados labios que tanto le gustaban
El beso fue lento, con pasión y todo aquel sentimiento que guardaba en su corazón por no haber visto a su rubio
El gemido de satisfacción que salió de los labios del menor, lo hicieron entender que él también lo había extrañado
Con la respiración un poco agitada se separó de aquel beso para juntar sus frentes, jadeantes y con ganas de mucho más
— Te extrañé Jungkookie, te necesito tanto…
— ¿Mucho?
— Muchísimo
El azabache dejó de mirar esos labios para levantar su mirada a aquellos ojos mieles, que iluminaban todo a su paso
Así era Jimin para él, un ser de luz, pacífico, amoroso y puro, incapaz de causar algún daño
Sin más tomo la nuca del menor y lo acercó más a sus labios, para darle un beso está vez demandante y hambriento
Porque no iba a negarlo, extrañaba la intimidad con el menor, porque aquello era como una pequeña adicción que lo hacía sentir mejor, siempre después de tener sexo con Jimin es como si todo lo malo desapareciera a su alrededor, se sentía más ligero y feliz
Como si fuera una droga
Jimin envolvió sus brazos en el cuello del mayor para pegar su cuerpo aún más, las manos del mayor bajaron de la nuca a la cintura del menor, para tomarla y apretarla con fuerza, como si tratara de marcarlo, de grabar su agarre en su piel
El menor gimió al sentir aquel toque, porque su cintura era un punto erógeno para él y el mayor lo sabía
Por supuesto que lo sabía
Por eso no dudo en cambiar con audacia la posición y está vez recostar al menor en el sofá, para empezar a besar su cuello, el perfume de Jimin no era fuerte, sabía que el rubio era sensible a los fuertes olores, por siempre le regalaba perfumes con olores leves, pero al mismo tiempo ricos, siempre antes de comprarle un perfume él lo probaba en su propia piel
Porque conocía tan bien a Jimin que sabía que si y que no podía regalarle, aunque el menor nunca pidiera nada
Sus manos tomaron el dobladillo de la camisa color crema mangas cortas del menor y la retiraron de su cuerpo
Se tomó un momento para apreciar el cuerpo debajo de él, como siempre lo hacía, porque no importaba cuántas veces él pudiera hacerlo, nunca era suficiente porque Jimin era una obra digna de admirar
Sonrió cuando noto el sonrojo en las mejillas del menor y su manito tratando de cubrir su cara, él quitó aquella manito dándole un beso en el trayecto y luego bajo a aquellos pezones sin despegar la mirada de la cara del rubio
Empezó a lamer y mordisquearlos con cuidado de no lastimarlo, mirando como Jimin arqueaba su espalda y abría su boquita para soltar leves gemidos
Se sintió complacido de causar tanta satisfacción y placer al rubio, aún más cuando sus labios empezaron a descender por todo su abdomen levemente marcado, porque Jimin tenía un cuerpo curvilíneo pero al mismo tiempo marcado por leves músculos
Gracias a su vocación
Su mano bajo a la erección del rubio y la apretó por encima de aquel pantalón de pijama de patitos que el menor tenía
~ Jungkookie…
El mayor sonrió y no tardó en bajar aquellos pantalones junto a la ropa interior del menor, le dio leves besos en el vientre y luego bajo a su glande
Jimin tenían un miembro bastante bonito en cuanto al aspecto, no era demasiado grande, pero si era grueso, al igual que su piel era blanquecino y con partes rosadas, además siempre olía maravillosamente bien
Sin más lo metió a su boca, para empezar a mamarlo con ímpetu, de arriba a abajo y jugueteando con su lengua para amortiguar sus dientes, llevándolo profundo a su garganta sin ahogarse, salivando en demasía
El menor arqueaba su espalda apretando el cuero cabelludo del mayor en su mano, sus gemidos eran altos, los mismos que trataba de amortiguar con su otra mano
Lo último que quería era llamar la atención y ser la comidilla de sus vecinos
Pero definitivamente Jungkook no le importaba en lo más mínimo
Por lo que dejó de chupar el miembro del menor para inclinarse y quitar la mano de su boca
— No me prives…de escucharte bebé
El menor asintió con sus pupilas demasiado dilatadas y un delgado hilo de saliva saliendo de su boca, el mayor lamió aquello
No importaba que tanto Jimin se esforzará en cuidar su aspecto y lucir bonito para él, siempre terminaba vuelto un desastre total y eso le gustaba mucho más al mayor
Jungkook sonrió y estiro su mano su bolsillo trasero sacando la cartera llena de dinero con su tarjeta, pero aquello no era lo que buscaba, sino aquel condón de repuesto que siempre tenía
— Hay que protegernos ¿Verdad? No queremos pequeños accidentes con patas ¿No es así bebe?
El menor asintió, aún recuerda el susto que se llevó después de la primera vez, Jimin era un doncel, por lo que los accidentes con patas si podían crecer en su vientre; sin embargo, sin que lo dijera Jungkook ya sabía aquel detalle
Por algo los donceles eran diferentes al resto de los hombres, sus apariencias delicadas, sus cuerpos curvilíneos y esas facciones como si fueran muñecos de Mattel, eso los hacía diferentes
Por lo que siempre en cada encuentro se ha cuidado
Saco su miembro palpitante de sus pantalones masajeándolo un poco para luego envolverlo en el forro de látex aceitoso
Hizo ademán de ingresar sus dedos en el interior del menor pero este lo detuvo
— Me preparé para ti en la ducha... solo hazlo
El mayor sonrió tomando la mano del menor para entrelazarla con la suya a la altura de la cabeza del rubio, luego puso la punta de su miembro en aquella entrada que conocía perfectamente, empujándolo un poco para finalmente tomar la otra mano del menor y entrelazarla también antes de empezar con los empujes, que cada vez lo ingresaban un poco más a su interior
~ Oh dios mío…
El menor apretó sus piernas alrededor de la cintura del mayor, el mismo que se movía con fuerza y precisión en el interior del rubio
Los gemidos de Jimin eran una melodía que Jungkook amaba escuchar, aún más que aquellos Beats en los que plantaba las letras de sus canciones
Siempre ponía su oído cerca de aquella boca que soltaba gemidos y jadeos mientras él lo follaba, así guardaba aquellos sonidos en su mente
Las uñas del menor se enterraron en la piel de sus manos y su entrada empezaba a apretar con demasía su miembro
Un fuerte gruñido salió de su garganta
~Mierda como aprietas…
Soltó las manos de Jimin para tomar su cintura y poder joderlo con fuerza tanta que pudiera escucharse en todo el departamento como estaba follando a su rubio bonito
~Eres mío joder, mío y solo mío
El menor se sentía demasiado perdido en el placer pero aun así logró pronunciar
~ Soy tuyo, to..todo tuyo…
Fueron aquellas palabras las que hicieron a Jungkook explotar dentro del condón, con un fuerte grito se lanzó encima del menor sintiendo la humedad en su abdomen
Jimin se había venido
El cuerpo del menor temblaba, en especial sus piernas, por lo tanto, lo abrazo con fuerza, como si tratara de protegerlo de cualquier cosa en el mundo
— Te quiero Jimin…— su voz jadeante lleno los oídos del menor, lo envolvió en una calidez como si lo sumergiera en una burbuja
— Yo te quiero a ti Jungkookie…
Una burbuja que fue reventada por el sonido del celular de Jungkook
— No puede ser…
A pesar de la decepción del menor y lo que le entristecía que aquello sucediera, decidió ser positivo
— Contesta Jungkookie, quizás sea algo importante
— Sé que no lo es, sé que me pedirán que vuelva y me regañarán por haber salido sin seguridad…
— Jungkookie…
El mayor suspiro y salió del menor retirando el condón lleno, para hacerle un nudo y botarlo en el bote de la basura mientras Jimin subía su pantalón y su ropa interior para abrazar sus piernas sentado en el sofá
— Discúlpame Jimin…
— No te preocupes, ya estoy acostumbrado a que me dejes solo…
— Jimin yo…
El teléfono empezó a sonar otra vez, el menor sonrió con tristeza bajando su rostro a sus rodillas
— Es mejor que te vayas Jungkookie, evitemos un regaño…
Jungkook sabia, él sabía que Jimin estaba triste
— ¿Sin un beso? No me iré de aquí sin mi beso…
El menor sonrió y levantó su cara para hacer un piquito con sus labios y que el mayor lo besara
Luego vio aquella sonrisa que tanto le gustaba, y como se ponía el suéter, la gorra, su capucha y el cubrebocas
Saliendo de su departamento no sin antes decir
"Adiós mi bebé, te juro que voy a recompensarte esto”
Con un suspiro Jimin se dejó caer en el sofá pensando
¿Podría alguna vez ser feliz sin limitaciones?
La historia es M-preg, si no te gusta este tipo de contenido podrías pasar de el💖
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