Jugos Y Dulces
Espero que les guste~
Nota: No duden en dejarme ideas si tienen alguna ^_^
Nota-2: Recuerden que no escribo +18
Ramón acuno celosamente la botella de vidrio llena de cerveza que había logrado robarse. Estaba un poco caliente, aunque no le importaba, y tuvo que golpear el borde de la tapa contra un borde cercano, así que estaba también algo sacudida, pero al diablo, era cerveza y eso era todo lo que importaba.
-Oh, como te extrañe- no había bebido nada desde que había matado al concejo y aunque se había acostumbrado a los jugos que la rana siempre le invitaba, encontrando agradable el dulce sabor a frutas, no podía evitar extrañar el fuerte sabor a alcohol.
Aunque su compañero no estaba de acuerdo. Cualquier bebida que tuviera siquiera una pizca de alcohol y estuviera cerca de su presencia era básicamente arrebatada, tirada o destruida. Una vez, la rana había tirado las pocas botellas que había conseguido, y casi lloro al escucharlas romperse contra el fondo del basurero, devastado por la perdida.
Incluso sus cigarrillos empezaron a sufrir el mismo destino. Tenía que aferrare a la caja si no quería que esta desapareciera y aun así perdía. Había encontrado sus cigarrillos cortados y destruidos, aplastados, hasta los había visto hundidos en un charco poco profundo.
La rana no tenía piedad con ninguna de sus cosas.
Intentar luchar contra Bullfrog era inútil, lo sabía, y es por eso mismo que ahora estaba escondido, aferrándose a la única botella que había logrado esconder de la vista ajena, dispuesto a disfrutar de un placer culpable.
Su error fue distraerse.
Desvío la mirada solo un segundo, queriendo asegurarse de no estar siendo observado por ojos dorados muy atentos, pero cuando volvió a centrarse en lo que tenía entre sus manos, se llevó una gran sorpresa. La botella de vidrio había sido reemplazada por una de plástico, de tapa verde y con una etiqueta colorida que decía "Jugo de naranja".
-¡¿Cómo?!- lo había estado sujetando todo el tiempo y aún así, su bebida le había sido arrebatada y reemplazada, como antes. -¡Bullfrog!- se levanto, entre sorprendido y molesto, mirando a su alrededor pero sin poder encontrar a su compañero.
-¿Si, Mon ami?- y cuando se volteo, ahí se encontró con la rana de sonrisa inocente y ojos brillantes que le devolvían la mirada con total tranquilidad, luciendo orgulloso si tenía en cuenta su postura.
-Tu...- gruñó con molestia, levantando la botella, agitándola ligeramente. -...devuélvemela- ordenó con el ceño fruncido.
-No- el maldito lo mira a los ojos, divertido. -La cerveza es mala para tu salud- tarareo, sus sonrisa agrandándose pero el rubio podía ver las comisuras de sus labios temblar y sabía que se estaba conteniendo para no reír. Además, sabía que todo era en vano, su cerveza ya era historia, junto a todas las anteriores.
-¡Ladrón!- deja el jugo a un lado y alza sus manos flotantes, acunando el rostro ajeno, apretando las mejillas verdosas, pellizcando y aplastando su rostro. -Déjame tomar en paz, soy un adulto- y a pesar del ataque, la rana se está riendo, sin hacer amague de luchar a pesar de que podría liberarse con facilidad. Parece disfrutarlo por alguna razón.
-Pero Ramón...- alza las manos para colocarlas sobre las ajenas, deteniendo por un segundo el ataque. El rubio se siente nervioso ante la mirada fija, una sensación que solo crece cuando el híbrido tiene el descaro de apoyarse notablemente en su toque. Luce cariñoso y dulce. -...solo estoy cuidando de tu salud- es sincero y el ser de otra dimensión lo sabe, puede sentirlo.
-Eres un...maldito...- y la peor parte de todas es que sus palabras llegan a su corazón, haciéndolo blando y dejando una sensación cálida que se extiende por todo su ser rápidamente. Hay algo simplemente dulce y lindo tener a alguien que se preocupara por su salud, no porque fuera necesario, sino porque querían cuidarlo específicamente a él. -...tienes tanta suerte de que me agrades...- le da un suave apretón a las mejillas verdosas y lo suelta. -Lo que sea- bufo, resignado, sabiendo que no podría contra el híbrido. Era ágil y estaba bien entrenado, decidido a mantenerlo sobrio y limpio, así que resistirse era en vano aunque eso no iba a detenerlo. -¿Puedo fumar uno cigarrillo al menos?- enarco una ceja.
-Puedes intentar~- su sonrisa hace que el rubio sospeche y es rápido en meter la mano en el bolsillo de su saco, suspirando internamente de alivio al poder sentir la forma rectangular de cartón y lo saco, sonriendo ante su caja de cigarrillos. Lo abrió, ya buscando con su otra mano su encendedor, solo para congelarse. Sus cigarrillos ya no estaban, reemplazados por una pequeña bolsa de gomitas con forma de osos y sabor a frutas, coloridas.
-¡Bullfrog!- levanta la vista, frunciendo el ceño al verlo reírse a carcajadas, una de esas que viene desde el interior y esta llena de diversión sincera, una que hace que cualquier pizca de enojo desapareciera rápidamente. Adora escucharlo reír, adora verlo feliz, incluso si es a costa suya. -Al menos dame otra cosa, no me gustan las gomitas- puede notar como la sonrisa ajena se agranda, luciendo demasiado contento con su resignación cansada para su gusto.
-Lo tendré en cuenta- asintió, porque ambos sabían que esta escena se repetiría en algún momento. -¿Paleta?- saca una paleta de alguno de sus escondites misteriosos, pequeña y redondeado.
-Mejor- la acepta y empuja la caja llena de gomitas a las manos del híbrido, quien luce satisfecho y orgulloso. Le quita la envoltura, un poco más animado ante el rojo brillante del caramelo, y se lo lleva a la boca, saboreando la cereza. Empuja al híbrido, apenas haciéndolo tropezar, sonriendo ante la risa ajena que pronto empieza a sonar.
Aun extraña el fuerte sabor a alcohol y cigarrillo pero puede olvidarlo rápidamente con el dulce sabor de los jugos y caramelos.
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