5.
—¿Listo? —pregunto con calma fingida, sujetando fuertemente entre mi mano la mano de Taehyung.
—Sí —responde nervioso—. ¡Nooo! —exclama bajo, tomando débilmente mi antebrazo—. ¿Qué pasa si sale positivo? —indaga mientras intenta regular su propia respiración.
—Si es que eso llegara a pasar, significa que estás embarazado y que tendremos un bebé —bromeo y río inevitablemente.
—Me encanta tu risa, Jin. —Me halaga, volviendo el momento de nuestro experimento algo tierno, o más bien, romántico.
—A mí me encantas tú. —Devuelvo el cumplido y noto cuán rápido sus mejillas toman un lindo color rosa.
Sin darme el tiempo suficiente, siento cómo sus manos rodean mi rostro y acto seguido, sus labios se estampan con los míos.
—Bien, ahora estoy listo —comenta con mucha seguridad enseguida de haberme robado un beso—. Es justo lo que necesitaba para darme valor —añade posando su vista al frente.
—Si la prueba sale negativa, vamos a hacer justo lo que mi doctor recomendó —alardeo jugando con sus nervios.
—¿Y qué sería eso? —pregunta bajo.
Acercándome cuidadosamente hasta el oído de Taehyung, intento que la mayor cantidad de aire que sale de mis labios entre por su oreja, porque sé bien que es algo que lo excita.
—Ya lo averiguarás —aseguro, pues sé bien el futuro resultado de nuestro loco experimento.
—De acuerdo. Hagámoslo.
Con pasos lentos ambos comenzamos a subir las escaleras hacia la habitación de Taehyung. Su respiración es entrecortada, mientras que la mía es constante.
Al terminar de subir todos los escalones, sé por la expresión en el rostro de Taehyung que los ha contado todos y cada uno.
—¿Cuántos son? —Intento investigar.
—Veinte —responde al mismo tiempo que suelta mi mano—. Llegó la hora —menciona dejándome atrás.
Riendo por la gran actuación de Taehyung, me adentro a su habitación y puedo notar que él ya se encuentra dentro del baño, por lo que sin más tomo asiento sobre su cama.
Han pasado dos semanas desde nuestro primer encuentro sexual, dos semanas en las cuales hemos salido día tras día, en los cuales hemos tenido tanto citas como encuentros íntimos. He podido recorrer cada espacio de su tan perfecto cuerpo, tanto vestido como desnudo y es que aunque parezca algo demasiado cursi creo que nadie podría cansarse del verdadero Kim Taehyung.
Si bien es cierto que aún quiere a Jeon, también es cierto que comienza a quererme a mí, lo sé, lo siento. Cada que me mira a los ojos estos mismos brillan y me lo revelan, cada que estamos en nuestro momento más íntimo, cada que nos quedamos total y completamente dormidos con nuestros brazos y piernas entrelazados el uno con el otro, lo sé.
Aunque también es cierto que Jungkook no planea darse por vencido con Taehyung, pues en cada oportunidad que tiene lo visita entre clases y le deja una carta y un ramo de flores. No se necesita ser genio para darse cuenta que él espera que Taehyung perdone su traición y por instantes creo que va a lograrlo, pues su mirada al verlo es aún más especial que la que me da a mí. Y es que no es para menos, si compartió tantos años de su vida con él.
Pero creo que, llegado aquél momento, no lucharía. La razón: Taehyung lo quiere más a él, del mismo modo en que yo quiero más ver feliz a Taehyung...
—¿Jin? —Oigo sus hermosos y abultados labios susurrar mi nombre y salgo velozmente de mis pensamientos.
—¿Y bien? —pregunto con una sonrisa fingida.
—¿Qué pensabas? —Las excusas en mi mente comienzan a aparecer una tras otra.
—¿Nada? —respondo inseguro y totalmente nervioso.
—Eres malo mintiendo —menciona, toma asiento a un lado de mí—. Te he dicho el resultado y no recibí una respuesta tuya.
—Y-yo, lo siento. Creo que me perdí en alguna parte en mis pensamientos —confieso mirándolo directamente a los ojos.
—Lo noté. —Coloca su mano sobre la mía, siento el calor de esta invadir mi sistema—. ¿Qué pensabas?
—Pensaba que tengo que conseguir un trabajo para mantenerte a ti y a nuestro bebé, en dado caso de que la prueba de embarazo salga positiva. —Juego.
Hace un par de días se me había ocurrido la fantástica idea de que Taehyung se hiciera una prueba de embarazo, la morbosidad tanto por mi parte como por la suya era mucha, y el claro ejemplo es que Taehyung trae la prueba en sus manos.
—¿Y bien? —indago—. ¿Qué salió? —me intereso.
—Positiva —contesta con una expresión sumamente seria sobre su rostro.
—¡¿Qué?! —salto de la cama.
Pronto la habitación estalla en risas provenientes de TaeHyung.
—¡Dios! —exclamo fuertemente—. Qué susto me diste. —Coloco mi mano derecha sobre mi pecho y siento los latidos de mi corazón acelerarse.
—Lo siento —se disculpa entre risas—. No pude evitar hacerlo —confiesa.
—Te voy a matar —digo tan rápido, lo sujeto por los hombros y lo recuesto sobre la cama. Cada una de mis manos sujetando débilmente las suyas.
—¿Puedo tener un último deseo antes de que me mates? —pregunta.
Asiento y espero a que sigua con su último deseo.
—Un beso —pide—. Quiero un beso.
Sinto mis orejas arder, suelto sus manos de entre mi agarre y me quedo quieto en la espera de algún movimiento por su parte.
Toma mi rostro entre sus manos, nos acerca lo suficiente para que nuestras narices se rocen, para que jueguen lentamente.
—Te quiero —susurra antes de juntar nuestros labios, en un beso cálido, tierno y lento, uno que hacía mucho tiempo no me habían dado.
—Y-yo...
Mis palabras quedan a mitad de mi garganta en cuanto la madre de Taehyung toca la puerta de su habitación y se adentra a la misma, viéndome sobre su pequeño, como suele decirle.
—¿Qué pasa? —pregunta sonriente—. ¿Por qué están tan cariñosos?
—Porque no vas a ser abuela —ríe Taehyung, dejando a su mamá en blanco.
—Oh, genial. Creo —responde algo confusa y con una media sonrisa—. Traje pizza, bajen a comer una rebanada. —Nos invita, saliendo enseguida.
—También te quiero —respondo finalmente al notar la no presencia de su mamá dentro de la habitación—. Pero…
Me quito de encima y me siento lentamente en la orilla de su cama, con los pensamientos en mi mente aún más revueltos.
—¿Pero?
—Me asusta lo que siento.
—¿Por qué? —Quiere saber.
Tomando el valor suficiente me animo a responder.
—Porque también lo quieres a él... —pausa—. Y creo que si tuvieras que escoger entre lo que hubo entre él y tú, y lo que ha pasado entre nosotros, lo escogerías a él —comento, levantándome de la cama.
—Tienes razón —responde—. Pero lo haría porque así fue como te conocí, así fue como hemos vividos estos días tan especiales —añade, devolviéndome un poco el aire—. No te puedo prometer algo más que unas buenas cogidas, porque también tu fama no es una de las mejores, pero sí te puedo prometer que en este momento tú me gustas.
—Técnicamente quien te da unas buenas cogidas soy yo —comento con una pequeña sonrisa, desviándome un poco del tema—. Pero entiendo tu posición.
—Disfrutemos el ahora. Seamos sólo nosotros.
—Bien.
Asiento con un poco de desgano, si bien no había ganado algo más que unas cuantas salidas más, había ganado un "me gustas" y un "te quiero" de Taehyung, que supongo yo, ya es algo de ganancia ¿o no?
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