Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Una amiga

Historia: Trilogía Tontamente y bilogía Aromas

Personajes: Emma Dupont - Tontas Promesas
                         Lucas del Solar - Aroma a felicidad 

Estado: Dentro de trama, cuatro años antes de Tontas Promesas 

________

LUCAS

Enojo, ese es claramente el sentimiento que predomina en mí. Todo lo que hago nunca es suficiente. Me va bien en mis clases, soy capitán del equipo de básquet teniendo solo catorce, cuido de mi hermana, incluso cuido de mi mamá más de lo que ella cuida de mí y aún así no alcanza.

Ahora resulta que soy un mal hijo por querer irme de vacaciones con mi padre, como si no me lo mereciera. ¡Si hasta le dije que podía llevar a Valeria conmigo! Estoy molesto, o en realidad eso es poco, estoy furioso. Ella dice que soy un desagradecido si me voy de viaje con el hombre que nos abandonó, pero es que ella no entiende que a mí no me abandonó nadie, ellos se separaron y por buenos motivos.

Mi padre siempre ha estado, para mí y para mi hermana, aunque no sea su hija.

No estoy dominando mis emociones, solo quiero patear cosas y murmurar groserías mientras camino al parque que está cerca de casa, mi hermana Valeria y mi primo Félix me esperan allí.

Apenas en la entrada del parque donde se cierra el acceso a los autos escucho algunos gritos que vienen de una zona arbolada un poco más cubierta que las demás, mis ojos van allí de inmediato, intentando identificar cual es el origen del drama.

Hay cuatro chicas como de mi edad, tres de ellas están intimidando a una un poco más pequeña, que aunque no parece acobardarse está en clara desventaja.

Llama mi atención de inmediato, no por algo físico, aunque es muy hermosa; lo que resalta de inmediato es su carácter explosivo.

Una de las tres chicas es la que le habla, las otras dos solo la acompañan para intimidar, así que puedo ver claro que el problema es entre la pequeña rubia, y la castaña que le saca casi una cabeza.

—¡Te dije que no lo sabía! Y además no es a mí a quién debes reclamarme, él también me besó.

Oh, pelean por un chico, qué poco interesante.

Creo que la chica más grande va a mi colegio, aunque no puedo recordar su nombre.

—¿Sabes qué pasa con las zorras como tú? Hay que enseñarles sobre códigos... no lo tomes como una agresión, es solo que tienes que aprender la lección.

La ironía con la que habla da asco, ¿en serio se siente bien golpeando a una niña más pequeña porque su novio la engañó?

—¿Y la lección de tener dignidad y terminar con tu novio en lugar de golpearme a mí? ¿quién te la enseña? —desafía la rubia sin mostrar temor y sujetando muy fuerte su mochila.

Me agrada mucho su temperamento, pero me preocupa que la lastimen, no está midiendo los riesgos.

Ninguna de ellas se ha fijado en mí, ni siquiera en cuanto me acerqué un poco.

—¿Qué tienes ahí? —le dice la chica reparando en la mochila—. A ver, echémosle un vistazo.

Las otras dos chicas se acercan para quitársela, ella se resiste, tienen un forcejeo y la arrojan al suelo con violencia, aún sin poder quitarle la mochila.

Decido que es tiempo de intervenir, por lo que me acerco más y me aclaro la garganta.

—Déjenla en paz —desafío poniéndome en medio.

—No te metas, Lucas, no es tu asunto —gruñe una de ellas.

No tengo idea de quién es o por qué sabe mi nombre, pero no voy a detenerme en eso ahora.

—¿Te sientes fuerte así? ¿Golpeando entre tres a una chica más pequeña que ni siquiera tuvo intención de dañarte?

—Mira... qué hipócrita —les comenta a las otras para luego dirigirse directamente a mí—: No solo cubres a tu amigo para que me engañe, sino que también defiendes a la zorra que lo persigue.

—Tú... ¿eres la novia de alguno de mis amigos? No recuerdo que ninguno te mencionara —mi respuesta es sincera, no fue una burla, pero la risa de la rubia a mis espaldas hace parecer que esas fueron las intenciones.

Decido ignorar a las demás y me volteo para ayudarla a levantarse del suelo, estiro mi mano hacia ella, duda por un momento pero finalmente la toma y se impulsa para ponerse de pie.

Mejor la saco de aquí, ya luego investigaré cuál de los idiotas que tengo por amigos fue el que generó esta situación.

—Te veré de nuevo, Emma, y no siempre tendrás quién te salve —vuelve a amenazar la chica de en medio.

—Pues golpéame, anda, todo lo que quieras, pero eso no te quita lo cornuda.

La chica vuelve a abalanzarse sobre ella, y necesito ponerme en medio para que no llegue.

—Nos vamos... —digo arrastrando conmigo a la pequeña rubia, que ahora sé que se llama Emma.

Nos alejamos bastante de allí, adentrándonos un poco en el parque hasta que ella decide sentarse en un banco sobre el sendero.

—¿Estás bien? —pregunto sentándome a su lado.

Trae césped en el cabello y una de sus rodillas está lastimada, el forcejeo estuvo intenso. A ella no le importa eso, solo quiere asegurarse de que eso que se esforzaba por proteger esté a salvo en la mochila, pero en cuanto la abre sus ojos se llenan de lágrimas.

Es un libro, alcanzo a leer el título en la cubierta que se ha desprendido del resto del mismo, "El amor en tiempos de cólera", al parecer ya estaba viejito, y con el forcejeo terminó por romperse.

No responde a mi pregunta, supongo que no quiere hablar, pero de todas formas siento que tengo que quedarme aquí porque me da pena dejarla sola cuando se siente así, sin mencionar que las otras chicas podrían regresar.

No me lleva mucho tiempo comprender que ella no está llorando de tristeza, ella está llorando de furia e impotencia.

Vuelvo a poner mis ojos en el libro, en la primera página hay una dedicatoria escrita a mano, ladeo mi cabeza para leer lo que dice mientras ella pasa sus dedos por encima.

"Algún día, nuestra historia de amor estará en un libro como este. Te quiero"

Un poco más abajo se puede leer el nombre de quien lo escribió: Noah.

Tengo curiosidad, sin embargo no haré preguntas, es evidente que es algo muy personal y que la pone sensible.

—Hay un sitio en el centro donde se restauran libros, podemos ir allí y...

—No lo puedo pagar —me interrumpe de forma seca limpiando las lágrimas de su mejilla.

No tengo idea de qué estoy haciendo aquí o de por qué me estoy preocupando por ella, solo sé que quiero ayudarla.

—Yo lo pago —afirmo sin pensar.

Eso significa que tendré que pedirle el dinero a mi papá, y que si mi madre se entera de eso mis problemas se multiplicarán rápidamente.

—¿Por qué lo harías? —me interroga con desconfianza—. No me acostaré contigo, no tengo el más mínimo interés en...

—No tengo dobles intenciones, Emma.

Nunca se me hubiera ocurrido algo así, primero porque no soy de los que piensan que a las mujeres se las conquista con regalos, segundo, porque aún no he tenido sexo con nadie y me puso incómodo la simple mención, y tercero, porque a pesar de que ella es hermosa, no me gusta de ese modo.

—Permíteme desconfiar... —Entrecierra los ojos esperando otra respuesta, pero la verdad es que no tengo una, así que opto por buscarla mientras lo digo.

—Me dio asco cómo te trataron y...

—¿Sientes lástima por mí? —se anticipa, nuevamente de forma desconfiada.

Desbloqueo mi teléfono y le enseño la pantalla con la cámara frontal encendida. Ella de inmediato suelta una carcajada al verse.

—Sí, definitivamente das pena, si pasara por aquí de casualidad te daría una moneda.

Se quita las hojas y el césped del cabello aún viéndose en mi teléfono, limpia sus lágrimas una vez más e intenta acomodar su peinado un poco.

—Me doy lástima a mí misma, estoy llorando con un desconocido, sí que he caído bajo.

—Soy Lucas —me presento estirando mi mano.

Ella no la toma, es bastante arrogante y por algún motivo eso me agrada. Tal vez suene poco humilde por mi parte, pero lo único que obtengo cuando me acerco a hablar con una chica son mejillas sonrojadas y risitas nerviosas, al menos sé que ella no va a fijarse en mí de ese modo porque está enamorada de ese tal Noah que le regaló el libro.

—Lo sé, estoy en tu colegio.

—No te había visto...

—Acabo de entrar.

—Y ya tienes problemas... —murmuro en tono de burla.

—La gente no aguanta que no entres en su norma, así que prefiero estar sola. —Mete el libro en la mochila y se pone de pie, al parecer la conversación ha terminado—. Gracias, Lucas, te veo por ahí.

Y así, sin esperar respuesta, simplemente se fue.

_______

Pasaron varios días en los que no volvimos a hablar, una vez la crucé en el colegio pero solo me dedico una media sonrisa al pasar por mi lado, ni siquiera dijo "hola", y no sé si es que le caigo mal o le vale mierda el mundo, tampoco sé por qué me interesa cuando no debería.

Me siento un niñito en preescolar queriendo que ella sea mi amiga.

Es que la observas un poco y rápido lo notas, ella es genial. Es segura, piensa por sí misma, le vale mierda el modo en que los demás la ven y hace siempre lo que quiere. Y lo más importante que tiene que tener una chica para ser mi amiga: no me ve como si yo fuera un personaje salido de su libro favorito.

—¿Qué tanto la ves? —me pregunta Leo de forma un poco agresiva en cuanto la cruzamos en el pasillo.

—Fuiste tú... —murmuro yo ignorando por completo su desplante.

—¿El qué?

—Tú la besaste y estabas de novio con otra, estaba a punto de golpearla en el parque el otro día, llegué justo para impedirlo.

—Hay que saber cuándo poner celosa a tu chica, siempre da resultado y terminan dándote lo que quieres —sonríe con suficiencia, como si sus acciones fueran las de un ganador.

—Eres un imbécil —le digo muy bajito pero viéndolo de frente, con la intención de que se le grabe el mensaje

—Y tú morirás virgen si sigues dándole tanta importancia a los sentimientos, ya pareces chica.

A veces siento que nunca voy a entender a las mujeres, ¿cómo es que él se besó con otra y ella terminó por acostarse con él igual? ¿tanto miedo le da perder a alguien que evidentemente no la valora?

Incomprensible, y definitivamente no estoy dispuesto a herir y manipular personas solo por conseguir sexo, así que por ahora seguiré sin experimentarlo.

Podría defenderme del idiota que dice ser mi amigo, pero ya no tengo interés por la conversación así que voy por el mismo camino por el que Emma acaba de ir, simplemente con la intención de ver si puedo hablar con ella finalmente.

El timbre para entrar a clases suena justo cuando la veo entrar al vestuario de chicas, su actitud era sospechosa, se fijó varias veces que nadie la estuviera viendo así que dudo que vaya a clases de gimnasia. La gente comienza a desaparecer y soy el único en el pasillo, así que tengo que medio esconderme en uno de los pasillos salientes para esperar a ver qué está tramando.

Unos minutos después, cuando ya no queda nadie, vuelve a salir con una bolsa negra en sus manos, y entonces decido que es momento de interceptarla. En cuanto me ve da un pequeño salto llevando una mano a su pecho, pero luego al notar quién soy parece tranquila otra vez.

—Ah, eres tú —susurra muy bajito.

—¿Qué haces?

—Me vengo...

—¿Te... vienes? —pregunto confundido y un poco incómodo.

—No, idiota —se ríe mientras explica—: me vengo, de vengarse.

—Ohhhh —exclamo cuando lo comprendo, sintiéndome un poco tonto también—. ¿Qué traes ahí?

Abre la bolsa y me lo enseña, son muchos trocitos de tela brillante de distintos colores. Sigo sin comprender, así que vuelvo a poner mis ojos en ella.

—Hoy es la ronda final de la competencia de gimnasia artística para decidir quién va a representar al colegio, las chicas que rompieron mi libro son un equipo, esta es la ropa que iban a usar.

—Iban... —comprendo de inmediato.

No solo se las robó, sino que también las cortó en trocitos, no sé ustedes, pero yo no me metería con esta chica.

—Ahora la voy a arrojar en la piscina, te veo luego —murmura antes de desaparecer otra vez.

Bien, soy cómplice de una maldad, pero como es una maldad merecida creo que estoy bien con eso.

____

En la siguiente hora todo es un escándalo, las chicas descubrieron que su ropa no estaba y no tardaron mucho en encontrar sus restos en la piscina, la cual costará mucho limpiar por los brillitos que ahora flotan por toda la superficie. La principal afectada es la chica que quería golpear a Emma, sus gritos y reclamos llegan a los oídos de todos, mientras la directora intenta hacer que se calme sin obtener resultados.

—¡Fue ella! Estoy segura, me amenazó ayer... —obviamente está acusando a Emma, y con razón.

Ella no se muestra nada nerviosa, más bien complacida aunque es obvio que van a expulsarla porque acaba de entrar al colegio y ya tiene problemas, igual no se me hace justo porque la otra chica la agredió primero.

La directora se va con las dos a la dirección, que queda justo detrás de donde estamos parados.

Evalúo las posibilidades de entrometerme que tengo, no debería hacerlo por una chica que ni conozco, pero de algún modo sé que terminaré haciéndolo. Tal vez si digo que ella estaba conmigo en la hora anterior...

No van a expulsarme, mi padre pone mucho dinero aquí, he hecho cosas más graves que lo que hizo ella y nunca tuve consecuencias reales.

Dejo de pensar y simplemente entro, ni siquiera golpeé la puerta, fue un arranque de valor desmedido.

—Yo no lo hice... —escucho que dice Emma, muy segura y tranquila.

—Es verdad, dice la verdad —digo cerrando la puerta detrás de mí.

—¿Y usted cómo lo sabe, señor Del Solar? —pregunta la directora con tono descreído.

—Porque ella no lo hizo, fui yo.

"Fui yo", dos palabras que me hicieron ganar muchas cosas. Problemas con esas chicas, problemas con Leo por meterme con su novia, una suspensión de tres días, una pelea con mi padre y quedarme sin vacaciones.

Todo eso a cambio de una sola cosa: una amiga incondicional para el resto de mi vida.

Si me lo preguntan, obvio que valió la pena.

__________ 

Hola Pollitos🐣

Primer extra de este apartado, espero que les haya gustado♥ Siéntanse libres de pedir alguno, tengo una bonita lista pero siempre voy a tener en cuenta los pedidos♥

Los quiero♥

Besos, mil besitos 💋

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro