Vida sin sentido Parte: III Camely
•7 am•
—Ya es momento de regresar. — Ismael le pide a los ángeles, pero ellos tres niegan.
—No. Por favor no nos abandonen. — Walfred suplicando dice, abrazando a su esposa con fuerza.
—En una semana aquí, misma hora. — Cindy sonríe y lo besa. —Te amo y siempre ha sido así.
Y con eso ellos desaparecen.
—Gracias. — Sigfrid susurra viendo a sus padres.
—Solo necesitan descansar, empezando desde hoy, regresen a sus camas y duermen todo lo necesario. —Fredd sonriendo les aconseja. Abrazando a sus dos hijos.
—Es solo cuestión de tiempo...hasta que volvamos a lo mismo de siempre. —Walfred susurra alejándose y abriendo vuelo.
—Yo hablaré con él, solo está...confundido. — Sigfrida lo excusa y va tras su hermano.
—Bueno, ahí van..Va, regresamos a la casa. —Maiton sonríe tratando de ocultar lo que realmente piensa.
Regresan a su hogar y notan que la manada se encontraba buscándolos.
—Nuevas reglas, hagan el trabajo de siempre, pero nada que se encuentre fuera del mundo de las penumbras, problemas terrestres son arreglados por quienes los crearon, solo ayudaremos en casos de terremotos, tsunamis, etc. Ya es momento de descansar. SIN PELEAS. — Él ordena y toda la manada sonríe contentos antes de irse. — Iré a dormir, despertarme para el desayuno, a menos que sean panqueques. Y SI SOLO ES ES ESO, no me despierten. — sonrió antes de encerrarse en su habitación, dejándose caer en una cama redonda, extendiendo sus alas. —Descansa nan. — murmuró cerrando los ojos.
•Bosque norte•
—¿Alfred? ¿Podemos hablar? —Sigfrid pregunta abrazándolo desde atrás.
—¿No lo sientes? Desde que ellos llegaron las energías se vuelven inestables...como..
—Como cuando éramos niños. —ella susurra sin dejar de abrazarlo.
—Si...y sospecho que puede ser gracias a ellos. — suspira alejándose de su hermana y caminando a través del bosque.
—Tratan de ayudarnos, podemos descansar ahora que ellos nos están...ayudando a su manera.
—Yo solo necesito un tiempo, ¿está bien? Regresa a casa, iré en un momento. — sonríe tratando de no preocuparla.
—No tardes por favor. — le devuelve el gesto y empieza a volar, alejándose del bosque.
—Mamá Nature...por favor dime que son solo ellos...no debieron aparecer más portadores que ellos. — suplico al aire, esperando que lo escuchase su destinatario.
Al no obtener señal alguna de ella decide regresar a su hogar, viendo como los portadores hacían un desastre en la cocina.
—Será mejor que dejen limpio antes que regrese Mike. —les recuerda tomando un plato de comida. —Se ven...decentes.
—No juzgues mi comida por como se ve, es deliciosa. — Shadow le regaña y él niega sentándose y abriendo su computador.
—¿Qué haces? — Fredd tras suyo, pregunta.
—Revisando algunas cosas de la pastelería, Mike usualmente me deja todo solo para decidir y él hace el papeleo. Si vamos a descansar será mejor que me ponga al día con las decisiones del negocio.
—Al menos si tienen un pasatiempo que no sea el trabajo. ¿Y que recomiendan hacer durante estos tiempos? —pregunta, emocionado por averiguar todo lo nuevo.
—Es lo mismo de que cuando teníamos 30, no ha cambiado mucho, tal vez en tecnología y esas cosas, pero es lo mismo. Digamos que nosotros los hemos detenido, la última vez se les salió de las manos. — sonríe al recuerdo. —Joder, eso si fue un desastre.
—Bueno, podemos salir. Divertirnos un rato..disfrutar de la vida.
—Ustedes vayan, nosotros ya nos aburrimos de eso. —responde jugando con su comida.
Fredd toma asiento a su lado y lo ve directo a los ojos. —¿Qué tanto piensas? —pregunta.
—Pienso en cómo deshacerme de ustedes lo más rápido posible sin que nos vengan a espantar. — responde sarcásticamente.
—Aww, que tiernos, y dime, ¿como sigue Wil? ¿No se aburre demasiado ahí dentro?
De inmediato la penumbra aparece.
—No, en su mente hay demasiado que organizar también, de importante a no tan importante, pero tal vez ese descanso nos llegue bien a todos. — sonríe y toma la comida de Alfred quien no parece siquiera interesarle.
—Y no hacen nada aparte de eso? —Phantom pregunta tomando asiento con su desayuno.
—No hemos tenido tiempo desde hace unos 248 años, casi todo se fue al coño.
—Por supuesto, pero no mencionas el sótano. — Sigfrid empezó a reír detrás suyo.
—¿Por qué? ¿Qué ocultas? — Evelyn sonríe caminando hacia la puerta del sótano.
—Mi propiedad. — gruñe y ella al intentar abrir la puerta pide una identificación. —Solo yo y quienes tienen autorización pueden entrar.
—En otra palabras solo Mike. —Frida suspiro viendo a Wil. —Enseñen y ya. O al menos digan que tienen ahí abajo.
—Autos, como 100 autos deportivos, clásicos, mencionenlo y ahí estará. —sonríe sin dejar de ver su laptop.
—¿Y qué haces con tantos autos? —Night pregunta pero Sigfrid responde.
—Carreras ilegales, solo él.
—Con algo debemos mantener tanta comida y toda esta casa. La repostería va a caridad de la empresa. —se excusa intentando que no le molestaran con ello.
—Por supuesto. — Fridda entre cierra los ojos.
~Narro~
Esto ya se está atascando un poco, o como lo diría yo, ABURRIDO.
Sus cargas laborales bajaron drásticamente después de la visita del cementerio. Los humanos empezaron a preguntarse en donde se encontraban sus ángeles. En donde se encontraban a quienes mantenían todo en orden.Es momento que hagan las cosas por sí mismos.
Así fue como empezaron varias huelgas. Los ángeles en contra de su voluntad se mantuvieron firmes ante su decisión.
•Sábado 8, Abril del 2428 10 am•
•Casa Emily•
—Está...todo tranquilo. — Alfred murmura revisando los niveles de las penumbras.
—Ustedes solitos estaban sobreprotegiendo al planeta. Solo debían dejarlos solos por un rato y miren, ellos se cuidan por sí mismos. — Fredd sonríe frotando la espalda de Wil.
—Si...iré con los demás, estaremos con Nature si nos necesitan. —dice antes de desaparecer. —¿Cómo vamos aquí? — pregunta viendo como una semiesfera de agua y electricidad rodeaba a su hermana.
—Mejorando, Nature me permitió finalmente utilizar sus dones. Es interesante cómo puede hacer crecer sus hiedras, aunque creeme que es agotador, así que eso nos confirma que ella es todopoderosa y con poder ilimitado. — sonríe pero la enredadera golpea su cabeza. — Perdón, pero es cierto.
—Ten cuidado, una chispa a las ramas y te hará replantear todo el bosque. — Maiton se burla mientras esquiva enredaderas, una sujetando sus pies y lanzandolo contra los árboles. —Ouch.
—Gracias por la ayuda ma, los entrenamientos no son lo mismo sin ti. — Wal agradeció y una corona de flores cae sobre su cabeza, enredaderas acariciando sus alas.
—Tch, favorito. — Sigfrida murmura.
—Continuemos con el entrenamiento por favor. — de repente las enredaderas se retiran, así como el don de Sigfrida.
—Oye, estaba practicando. — Se queja, sentándose en su lugar.
—Hay alguien aquí. — Maight susurra, planeando de regreso con ambos hermanos.
—Tal vez sea Lucy, ya hace días no escucho nada sobre él. —Walfred intentó calmarlo, pero la energía de un portador se volvía cada vez más fuerte. —Regresen a casa. — ordena y ellos de inmediato desaparecen. —Muestra la cara.
Escucha una risa a su alrededor y evita una daga de penumbra.
Walfred se queda en silencio revisando la daga, pequeñas pizcas de energía roja envolviendo a esta.
—¿Cómo regresaste? —pregunta inmediatamente, sus alas protegiéndolo de posibles ataques.
—Aww angelito, ¿no me extrañaste? — empieza a reír a carcajadas.
—Ya no tenemos miedo...Camely. Responde mi pregunta, ¿COMO-ESTAS-AQUI? — esta vez con autoridad en su voz repite.
—Tus nietos son tan hermosos, sin un límite, sin control alguno, sin autoridad que los rija. Les debo agradecer personalmente.
—Malditos sean esos crios. Tranquila Camly, yo te regresare al infierno, perra. — sonríe mostrando sus colmillos, una onda de energía partiendo decenas de árboles, descubriendo el domo, su presa dentro. —Ahi estas.
—Has crecido bastante, me pregunto si tu don igual. — sonrie y antes que él lograse sujetarla, ella se esfuma.
—Esto es malo. — susurra y regresa a casa, abriendo un mapa de donde sus padres regresaron a la vida.
—¿Sucede algo? — Frida pregunta, viendo el mapa y a su hermano marcando lugares.
—Solo es un problema menor, nada de qué preocuparse. — sonríe cerrando el mapa.
—Emm, ¿seguro? ¿Fue por lo del bosque o algo así?
—No no, solo un problema...menor, yo lo arreglo, no te preocupes.
—Estas raro, ¿no es menor cierto? Dime, no le diré a los demás.
—Trajeron a Camely de vuelta, tan loca como la última vez. Don fuerte, soporto una oleada. No te preocupes, you y Lucy la casaremos.
—No pierdas el control, o romperás tu racha de dos años. Dejaselo a Lucy, los problemas de demonios se deben quedar entre demonios. Y si se sale de sus manos, que poco creo, ya no somos niños, tenemos más de 300 años Al, podremos contenerla hasta que de alguna forma u otra regrese al infierno.
—Confiare en tu palabra. No le digas a los demás, pero pienso que no fue la única en regresar del infierno. — admite, empezando a escribir una carta con su propia sangre, luego lanzándola a la chimenea.
—Lucy se encargará de sus asuntos, nosotros continuemos con lo nuestro.
—Presiento que esto no terminará bien. — suspira intentando calmar sus nervios.
—Mejor vamos a comer algo, Eve hizo demasiados panqueques otra vez.
—Como siempre, no es de extrañarnos que eso iremos a comer durante unos meses. Deberíamos alejarla de la cocina y que salgan de esta casa, necesitan hacer algo que no sea quedarse viendo televisión. — dice acercándose al refrigerador y viendo los tuppers llenos de panqueques.
Ella de inmediato desaparece lo cual extraña al líder.
Maiton aparece entre jadeos, sus alas cubiertas de sangre. —Al. — sonríe antes de caer al suelo inconsciente.
—¡Maight! —grito corriendo a su lado, viendo como grandes heridas sangraban desde sus alas y espalda. —¡Mike ven y ayúdame! —vuelve a gritar pero nadie responde a su llamado.
Su teléfono empieza a sonar, de inmediato tomando la llamada.
—Alfred, tienes que venir. — Fredd murmura y se escuchan gritos al fondo
—No puedo, Maight no está bien y — es interrumpido
—Sigfrid está en el quirófano...Alfred es malo, muy muy malo. Ven rápido por favor, no sé cuánto tiempo lleva así.
Al escuchar tal cosa solo pudo pensar en lo peor; carga a Maight y aparece en la locación de su padre.
—Él también. — murmura, pero nota el hospital vacío, dejando de lado a la enfermera.
—Evacuaron al hospital, tuvimos que decirles, en verdad perdón, pero ella..— la enfermera trae de inmediato la camilla y se lleva a Maight.
—¿Qué sucedió? —pregunta sin importarle el hecho de que un par de médicos atendieran a los ángeles.
—Nature la trajo, es como si la hubiesen atacado por la espalda con penumbras...una traspasó su pecho Alfred y...y sus alas, oh dios, como si...si hubieran arrancado la energía de ella.
—Camely está de vuelta...hoy ella me atacó después de que los mandara a casa. —admite viendo el rastro de sangre en el pasillo.
—Eso explica mucho...¿ya tienen un plan de deshacerse de ella?
Fred llega con lo que parece ser una bolsa de comida rápida —Fue directo por los tres, en mi opinión digo que la maten. — dice y le entrega una de las comidas.
—¿Y dónde están los demás? — pregunta sin tener algo de hambre.
—En casa, crearon un domo alrededor, por cualquier cosa.
—Bien, que no salgan de ahí, Sigfrid y Maight son fuertes, pueden con golpes de tal magnitud, lo que me preocupa es psicológicamente. Necesito hablar con ellos...ya se como. — Alfred desaparece y Nature lo abraza. —Mamá, necesito hablar con ellos, inconscientes pero...ayúdame. —se sienta en medio del bosque, enredaderas protegiéndolo dentro un capullo de enredaderas.
—Veamos si quieren hablar. —murmura pero de inmediato ellos permiten que entre a su mente.
—Dime que no es cierto. — su hermana súplica entre llantos.
—Tendremos que ser precavidos de ahora en adelante pero.
—¡¿PERO QUE ALFRED?! ¡¿QUÉ MÁS DE NUESTRA VIDA TENDREMOS QUE SACRIFICAR POR TUS DECISIONES?! "Tenemos que dejar todo atrás" "Hay que desaparecer de la sociedad, dejar a todos por su cuenta" ¡¡¡JODETE!!! —Maiton ruge intentando atacar, pero sintiéndose mareado.
—Sus cuerpos están un poco débiles, deben sanar...sé que es difícil, pero Camely no sabe nada de lo que hemos aprendido, hemos avanzado lo suficiente.
—Sentí que arrebataba la vida de mi Al, mi don, mi energía, no es como cuando éramos niños. — Sigfrida murmuró, negando lo que su hermano dijo.
—Arreglaremos esto cuando despierten, mientras...intentan procesar lo que sucedió, cualquier detalle es importante, y recuerden, juntos es imposible que nos atrape.
—Pero sin descanso es más fácil...entendemos. Mejor regresa, no dejes tu cuerpo solo. — Maight sugiere para desvanecer.
—Al, prometeme que pase lo que pase podremos arreglarlo, que nadie más salga herido aparte de nosotros.
—Yo...ve a descansar Sig. —dice regresando a su cuerpo, pero sintiéndose un poco raro. —¿Ningún problema Nature? —pregunta pero la enredadera cae sobre él, llena de cortes. —Gracias mamá, ve a descansar, yo me encargo de aquí en adelante.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro