Universidad 2
•Lunes 23, Octubre del 73, 10 pm•
•UCM•
~Alfred~
Este lugar tiene "tradiciones" muy extrañas, ¿han escuchado de una película de cómo los inicios del 2000 que era como solo una escuela de música completamente? Pues tipo así, pero menos musical y más duelos entre bandas durante el almuerzo, es algo estresante pero tratamos de acostumbrarnos a esto.
Una banda en especial nos reta cada momento por el puesto de mejor banda del semestre, nunca lo logran. Aunque la líder del grupo trata de mantener esta "rivalidad" lejos, cada quien por su lado.
Como sea, resumiendo todo hasta ahora ha sido normal, incluso papá parece no molestarle que no nos encontremos ayudando tan constante a la manada, o cuidando a nuestros hermanos. Todo ha sido normal...demasiado para mi gusto.
Es más, no han necesitado de nuestra ayuda en campo abierto, ni como ángeles, nada. Debería ser buena señal ya que los camuflajes funcionan, pudo haber un desliz o dos, pero fueron cubiertos, ya es como si fuéramos una historia inventada por niños o creyentes. Solo un mito, mientras que nuestros padres si son "héroes" reales.
No debería sentirme así, es lo que siempre quise, una vida normal así como el resto.
—Ohh Alfred, mira lo que tenemos aquí. — Maight habla, sin importarle que también tengo un compañero de habitación, ausente, pero debería importarle.
—¿Fiesta en el campus? —Wil, no tan emocionado pregunta.
—Venga, no hemos salido de fiesta nunca, no fuera de la agenda. — sonríe tratando de levantarme. — Además los otros ya aceptaron.
—Maight, es nuestro primer mes aquí, no podemos hacer eso. —Solo un mes, ni el año y ya quieren ir de fiesta.
—Regresaremos a patrullar, necesitamos hacer algo productivo durante la mañana. — informe y él tan solo empieza a gruñir.
—Fiesta, ahora. Levántate. — me ordena jalando mi brazo.
—Eres realmente terco, Maight. — suspiré sentándome. —Iremos porque debemos cuidarlos a ustedes, de manera que sea posible despertar antes de las cuatro mañana.
—Me caes bien mal como líder, ¿sabías?
—Lo necesario para que ustedes no se vuelvan flojos. — dije poniéndome los zapatos.
—Me agradaba más el Alfred que no quería ser líder.
—Ese Alfred se arrepintió y retracto sus palabras, necesitamos un líder, y tú no puedes, sigfrid odia esa idea, alguien tiene que hacerse cargo.
—Y la única persona disponible sería tú. ¿Pero en verdad quieres? —odio cuando me demuestras lastima.
—No, pero tengo que, es un deber, pasa de generación a generación, queramos o no, y ahora es mi turno. —hablé sin pensarlo, lo cual causó que él me abrazara.
—Das lastima, mucha. — no doy lastima. — Mejor apresurate que los otros esperan...y tus llaves.
—No vas a sentarte en mi auto ni siquiera como fantasma, ¿entiendes?— sujete las llaves con fuerza, evitando que las tomara. —Rayaras la pintura aunque seas cuidadoso. Es más, que yo recuerde tu primer auto se encuentra al fondo de un río, mal conductor, sacaste la licencia pagando. — me burlé llenando mi mochila con lo necesario.
—Tal padre soltero. — susurra entre risas.
—Con hijos revoltosos. —sonreí. —Vámonos.
—¡Si! ¡De fiesta con Alfred!
—Tal niño chiquito. — negué apareciendo dentro mi auto.
Él envía la dirección y con eso me dirijo donde ya se ven las luces y se escucha la música.
Varios autos estacionados, incluso los de mi propia manada, todos ellos aquí.
—Al, ¿estás seguro de esto? — Will susurra al ver que muchos estudiantes de nuestro año también están aquí, la música siendo conocida. —Ellos están aquí.
—Lo sé, pero no podemos hacer nada por eso, tienen sus propia vidas. —dije saliendo del auto.
—Pero qué bonito auto. — sigfrid sonríe abrazándome de lado, una bebida a mano.
—Se que no estás borracha, es imposible, solo quiero que seas responsable. —dije y ella niega entre risas.
—Iré a por Camilo. — me susurra al oído, alejándose en dirección a su auto.
Acabo de llegar y ella se va.
Mejor ir a cuidar al resto que sí puede emborracharse.
•Martes 24, Octubre del 73, 1 am•
Es realmente tarde, los demás están ya dirigiéndose al campus, o bueno, una penumbra los está llevando de regreso.
—Oye Al, es tarde. — Nan susurra, mientras que Maight corre a su auto.
Yo viendo a dirección a la calle principal noto a lo lejos el ruido de sirenas y luces rojas y azules.
—¡¡Sálvese quien pueda!! — Maight grita acelerando hacia el lado contrario de donde viene la poli.
—¡Llamaron a la policía! —grite para luego correr a mi auto y arrancar lo más rápido posible.
Todo mundo empieza a volverse loco, corriendo a sus autos o a quienes van a pie corriendo lo más rápido que pueden. Yo por el otro lado ya me encuentro a cinco cuadras.
—Al, mira quien esta por ahi. — Will susurró señalando a la chica caminando sola.
Dejenme chequear, cabello negro, tez blanca, y viendo como esos ojos verdes me miran me confirmo que es Cindy Hernandez, un dolor de muelas al ser la lider de la banda que tanto nos molesta.
No la puedo dejar caminar al campus, estamos como a veinte minutos corriendo en auto.
—¿Seguiras viendome? —ella pregunta y presiono el freno.
—Perdon...aunque no deberías estar caminando por aquí sola a estas horas, es peligroso. — sonreí.
—¿Y qué le voy a hacer? Los demás me dejaron. — murmura tratando de que no la escuchara.
—Si quieres te llevo al campus.
—No gracias, prefiero caminar. — sonríe. Aunque es tonta ya que no no me permitiría poner una rivalidad antes que mi vida.
—Es tarde para que vayas sola. — dije abriendo la puerta del pasajero. —Sube, yo te llevo.
—Caminaré. — dice como si odiara la idea.
—Pues tendré que seguirte hasta llegar. — suspire arrancando.
Ella suspira y asiente entrando al auto y cerrando la puerta.
—Solo no hables, tengo una gran resaca. Dime que no tomaste del ponche.
—Un trago y lo deje. No me gusta tomar.
—Ay si, solo un traguito. — pero si en verdad no me gusta tomar, el sabor me deja agria la boca.
—Si, la verdad si. Aunque no puedo decir lo mismo del resto, los mandó de regreso al campus. De Sigfrid pues ni idea donde esta. Si se mete en problemas papá no creo que esta vez la saque.
—Hijitos de papi. —no la saques del auto.
—No es verdad, nosotros somos bastante independientes. — dije y ella se fue.
—Es una santa mentira, no aguantan ni un día siendo completamente independientes. —Eso me ofende.
—Trabajamos desde los 7 años, podemos mantenernos por nosotros mismos. Nos enseñaron a ser independientes, nos enseñaron disciplina, mucha disciplina. O así es como nos formaron lo suficiente para no pedirles nada.
—Así que los dejaron a su suerte. ¿Puedo hacerte una pregunta sin que después te molestes?
—Muy difícil es que me llegue a enojar, adelante, haz tu pregunta. —respondí deteniendome al semáforo en rojo.
—¿Es cierto lo que sucedió sobre lo que tus padres les hacían? —la curiosidad la carcomía, no le culpo.
—Cometieron...errores mientras nos criaban, no niego ni confirmó sus actos.
—Venga por favor, juro no decirle a nadie.
—Creo que tu si estas algo borracha. —sonrió volteando a verla, lo cual ella tan solo sonríe.
—Responde la pregunta.
—Como se que luego de esto tendrás una gran resaca y olvidarás gran parte es más seguro afirmar que si, ellos lo hicieron, quisiéramos ser "hijos de papi o mami" como tu nos llamas, pero no es y nunca será así. —suspire avanzando.
—Pobrecito. — dice con lastima acariciando mi cabeza.
Actúa realmente rara cuando se encuentra ebria.
—Solo trata de dormir que al parecer tendremos que tomar otra ruta. — Si tan solo no estuvieran arreglando TODAS LAS MALDITAS CALLES DEL CENTRO.
Mi teléfono empieza a resonar y al ver el número respondo de inmediato. Es raro que me llamen a estas horas.
—Me pregunto porque llamas a esta hora. — susurre viendo a la mujer observandome. —Esta bien, ahora voy. — con eso la llamada termina y doy la vuelta bruscamente.
—¡Más cuidado! — grita mientras que el cinturón le sujeta.
—Perdón, tendrás que esperarme un momento, sucedió algo que debo encargarme.
—Solo un rato. — murmura tratando de dormir.
—Mantén esto en secreto si es que recuerdas en la mañana. —dije lo cual ella solo ríe.
—Tu vida es de pura cámara, dudo mucho que tengas algo en privado. — La verdad no todo es así.
—Esto no, ni siquiera mi hermana tiene conocimiento de esto.
—Si tanto quieres que no me entere de nada solo mandame con tus poderes mágicos. — Un momento....¿por qué diablos no la envíe de regreso al campus?
Puede ser que, es un sentimiento raro, no se que es, solo...yo no sé.
—Me agrada la compañía, y siento que al menos alguien debe saber, y si lo dices te creerán loca. — sonreí diciendo lo primero que se me vino.
—Cómo no. Hablando en serio, puede que te pasaste, este lugar es privado, y estoy segura que no eres dueño de esto.
—No, pero si de una pequeña parte. —sonreí deteniendome frente a la caseta de seguridad.
—Ya no me sorprende. —esta mujer me dará una jaqueca.
—Recuerdame nunca otra vez ofrecerte llevarte al campus si estás borracha.
—Yo no estoy borracha. Lo único que me pasa es que me estoy cansando de que presumas tus cosillas de millonario. —una borrachame acaba de ofender, eso es nuevo, usualmente es solo Evelyn que aun hace eso, y aun sobria.
—Nosotros no decidimos ser millonarios, no nos importaría la verdad tener una vida normal. El problema es que nos gusta seguir nuestras pasiones, y como ves, somos buenos en ello. Además, nuestra culpa no es que por fuerza tengamos que seguir con el legado de nuestro abuelo y nuestros padres han cargado, por lo cual nosotros..—No hables más. Ella no debe saber nada de esto, es un error estar aquí, pero no puedo dejarla sola.
—Das lastima Fillet, y bastante.
—No doy lastima, es lo más normal en ese asunto de las familias con dones. — dije mostrando mi tarjeta de identidad al guardia.
—Parece que te informaron de lo sucedido, no te hubieras molestado en venir Alfred, solo fue una falsa alarma. Es muy tarde, ve a descansar. —David siempre ha sido un muy buen amigo desde que llegué al lugar, de confianza también.
—Las luces están encendidas, además nunca está de más chequear dos veces. — sonreí y él tan solo abre las rejas.
Avance lentamente dándole una ojeada a los almacenes, hasta llegar al 53.
—Voy a confiar en ti, así te cobraré el favor que te hice al ayudarte, como por mala suerte tuve que venir a revisar unas cosas aquí, quiero que no le menciones nada a nadie. — Es lo más fácil del mundo, no abrir la boca y listo.
—Está bien. —asiente saliendo del auto, y sigue mis pasos.
Hago aparecer el control del garaje y abro la puerta.
Ella solo suspira como si no creyera lo que sus ojos ven.
—Ese es un Hennessey. —Dijo boquiabierta, arrastrando sus pies hasta abrazar
—F6 para ser precioso —asenti revisando a que no hubiera algún golpe, si ese mapache cayo aqui dentro pudo haber abollado algo.
—Un corredor. — la escuche susurrar dándose cuenta.
—Es una de mis pasiones más peligrosas, si mis padres se enterasen estoy seguro de que me obligan a retirarme. —suspire acariciando el capo negro y azul.
—¿Estas en las carreras? — pregunta sorprendida o tal vez algo como admiración.
—Nos tardamos casi tres años ahorrando solo para este auto, el mejor en la pista. —Es mi orgullo más grande.
—Quién lo diría, un Fillet dentro de un deporte tan peligroso. — sonríe viendo fijamente el número.
—Hay un cierto cariño por la adrenalina. — sonreí tomando las llaves del auto.
—Número 53...el corredor fantasma. Blue. ¡ERES BLUE! — grita mientras sacude mis hombros.
—Calma, respira, no es la gran cosa.
—¿No es la gran cosa? Eres el mejor de la temporada, estás en ligas mayores. Eres dueño de la empresa más grande de auto repuestos en el país, tu vida ya está hecha y aun así vas a la universidad a estudiar una mierda de carrera que ya estás abandonando. —dice como si yo estuviera loco.
—No hables y te dejo dentro del auto. — solo cambia de tema y acepta.
—¿En el F6? —susurra viendo el auto como si le mintiera.
—Si, en ese. — asenti abriendo la puerta para ella.
Está borracha, va a aceptar muy rápido, me sorprende cómo es que aún no ha caído dormida.
—Las luces están encendidas, podemos dar una vuelta sin problema alguno. —asentí mientras ella casi corriendo entra al único asiento extra, el del pasajero.
Fácil distraerla, veamos cuando está sobria si también es así.
Me siento frente al volante y conduzco hasta la pista, ninguna otra persona a la vista, pero si un auto rojo.
—Dime que es De Luca. —ella emocionada habló.
—Yo aun le llamó Bones, me agrada mas su apodo. — dice deteniéndome en la entrada de la pista.
—¿Bones? —ella pregunta casi riendo.
—Un pequeño accidente con huesos rotos, mantenemos una amistad sana pero la gente piensa que nuestra rivalidad es un poco exagerada cuando no es verdad.
—Siempre los enfocan cuando se están juntos, es raro ya que nadie sabe qué es lo que hablan en realidad, y como él tiene cara de amargado pues se quedó en la conclusión que pues
No pude contener aún más la risa, y solo explote, ella viéndome como si estuviera loca.
—Si tienes mucha razon, tienes cara de un viejo amargado y aun mas cuando esta bajo el sol. — sonreí y enciendo las luces del auto, lo cual el otro lo nota y lentamente frena hasta estar frente mi auto.
El hombre de cabello oscuro y piel bronceada baja del auto, él sonriendo al ver que tengo compañía.
—Alfredo, ¿cosa ci fate qui a quest'ora?
Baje del auto lo cual Cindy me imita pero tropezando un poco.
—Sucedió algo en los almacenes y por coincidencia estaba con ella. Non ascoltatela, è ubriaca. —le advertí sobre su estado de intoxicación.
—Non sono ubriaca Alfred. —Ella está llena de sorpresas.
Bones sonríe mientras la observa con curiosidad. — Buonanotte signorina. Niccoló De Luca, un placer conocer a una amiga de Alfredo.
—Ya te dije que es Alfred. — este señor nunca me llamara por mi nombre.
—Estoy hablando con la signorina, no con el bambino. — viejo amargado.
—Cindy Hernandez, un placer. — sonríe, y por lo que su mente muestra está emocionada.
—Te dire una cosa de Alfredo, habla solo sobre muchas stupidaggini, pero tranquila es un buen bambino, te lo recomiendo.
—¡Bones! —Solo al haber escuchado eso mis mejillas empiezan a arder.
—No se preocupe señor De Luca, no estoy interesada en nada amoroso por el momento. —y yo mucho menos.
—¿Quien mencionó amor? — siempre encuentra una forma de darle vuelta al asunto. —Alfredo, me puedo preguntar por qué están ambos aquí a tales horas? Usualmente eres solo tu. —sonríe con picardía.
—Estábamos en una fiesta y ella caminaba sola, la iba a llevar al Campus ya que estamos en curso. — dije mientras que ella jugaba con el interior de mi auto.
—Ten cuidado a quienes les mencionas sobre esto Fillet, es riesgoso para tu carrera, y no quiero perder al único bambino que escucha mis consejos y no me cree loco. —sonríe regresando a su auto. —Buona sera, Alfredo. —dijo conduciendo hacia los almacenes.
—Venga Cindy, solo unas vueltas y regresamos al Campus. — suspire ya cansado. Ella sonríe emocionada ya que es la única persona que ha subido a mi auto y la única que verá cómo es que conduzco.
•1:30 am•
Estoy conduciendo casi dormido de regreso al campus, ella no aguanto más y cayó dormida a los cinco minutos de empezar. Y yo tengo guardia a las cuatro, no se si podré aguantar este día, tal vez Will me haga el favor de tomar mi lugar.
La hago aparecer en donde yo se que es su habitación, o donde creo que es ya que una de las integrantes de su banda es su compañera.
Espero no estar mal o tendrá un muy feo momento.
Parqueo mi auto pero en el tejado de uno de los edificios veo como mi hermana se encontraba sentada, viéndome fijamente mientras que sus alas se mueven de un lado al otro.
Ahora toca explicarle a ella.
Será un día bien largo.
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