Traicion: Parte II
•Lunes 1, Octubre del 68, 1 am•
•Territorio Black•
~Alfred~
Silencio.
Ya callate, nada de eso es verdad.
¡Callense!
Despierto de golpe y noto como una penumbra sujeta mis muñecas contra una silla.
Ahora recuerdo...
Fueron ellos quienes nos entregaron.
—Al fin despertaste.— escuche a mamá casi reir.
—¿Qué es lo que quieren de nosotros?— pregunté luchando contra los amarres.
—Relájate Alfred.— escuche a papá susurrar tras mío, ambas manos sobre mi cabeza.
Ignoralo, él no está haciendo nada, solo relájate...¡No! ¡No le pongas atención!
—No luches más, tú sabes que necesitas relajar tu mente, debes de escuchar.
—Callate.
—He dicho que relajes tu mente, déjame entrar, escucha con atención mi voz.
—Sí padre.
No, no eres su marioneta, reacciona, muévete.
—Buen chico. Ya tenemos a los líderes, nos faltan cuatro más.
Tienes que tomar tus propias decisiones, no dejes que ellos tomen el control, no permitas que ellos te controlen.
Una fuga de poder llama su atencion, todo mi cabello volviendose blanco con mechones negros.
—Detente.— ella presiona mi abdomen, justo donde se encuentra la herida interna que aún no ha sanado.
Las penumbras se volvieron de un fuerte color blanco, estas me sueltan y yo puedo mostrar mis colmillos.
Sin importarme sujeto su muñeca y la aparto de mi.
No me interesan sus chillidos, se lo merece.
—Ya basta.
—Tu callate Fredd, esta me la debe.
—Alfred, detente. YA.
Suelto su muñeca, y mi cuerpo se desconecta.
—Discúlpate.
—Perdón mamá.
¡NO TE DISCULPES!
—Es hora de dormir.
Oscuridad absoluta.
Los odio.
•6:04 am•
No sé cuantas horas más tendré que aguantar dentro de este abismo.
Y como si de brujería se tratase despierto en mi habitación.
Me siento extraño, como si...es como si no pudiera pensar en algo más que no sean las palabras de papá.
No puedo siquiera concentrarme en mover mis dedos.
¿Qué me hicieron? ¿Qué le hicieron a mi manada?
—Arriba Alfred, es hora de ir a estudiar.
—Si, ma. — ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué me estoy moviendo?
—Ni una sola palabra sobre lo de ayer. Y si preguntan, nunca sucedió.
—Si.— respondo mientras buscaba mi uniforme.
Todo mi cuerpo arde, y es doloroso.
Algunas cuantas lágrimas logran salir.
Mamá se me acerca y sujeta mi rostro limpiando las lágrimas.
—No llores, ya pasara el dolor. Solo debes relajarte, respira.
Y así sin más el dolor se detuvo.
—¿Mejor?
No dejes que su amabilidad te engañe.
—Mejor.
—Bien, continúa haciendo lo que debas hacer, nos vamos en diez. — me informo retirándose.
Me costará romper el control de papá.
Nos deshacemos de él y seremos libres.
Ya ni sé qué día es hoy, usualmente entrenamos, pero con lo de ayer no lo creo.
•7:30 am•
•E.F.D.E.•
Nadie ha dicho nada, cada quien dentro de su propio mundo.
Siquiera wil se ha volteado a verme, corto todas las comunicaciones otra vez, y duele más que las heridas físicas.
Mi propia penumbra evitando hablarme.
—Ya todos saben que hacer, esperamos que lo cumplan al pie de la letra.— mamá dice sin al menos dirigirnos la mirada.
Nuestras cabezas se mueven lentamente sin decir algo.
—Tengan un buen dia chicos, saluden a sus primos de nuestra parte.— papá sonríe y quita los seguros de las puertas.
Sin responder a lo que dijo tomamos nuestras cosas y bajamos del auto.
—Y Alfred, intenta no hacer un nuevo escándalo, esperemos que tal vez puedes hacer eso bien.
—Sí madre.
Ella sonríe y acaricia mi cabeza.
—Qué buen chico.
No soy tu maldito perro.
—No los atrasamos mas.— su ventanilla sube y las puertas cerradas.
Solo vemos cómo su auto se aleja.
Estamos solos.
—Al, ¿crees que algún día podremos lograrlo? — Sigfrid susurra viendo el resto de autos acercarse.
—Si, algún día lograremos salir de aquí, tomar nuestras propias decisiones y dejar el nido para bien.
—Ahí viene maight.— a ver que tanto le hicieron al demonio.
Ambos mejor ni se detienen a hablarnos y se dirigen directo a la clase.
—Creo que no nos quieren hablar.
Si no estuviéramos en la situación que estamos Wil haría un mal chiste de ello.
—Los demás no han de tardar.
—¿Seguros?
—Hola Whale, ¿cómo ha estado la semana?
—La gran depresión. Nos han mantenido encerrados durante toda la semana.
Ya somos dos primos, ya somos dos.
—¿Y ustedes que cuentan?
—No, nada en especial.— sonreí negando.
¿Pero qué cojones?
—Literalmente desaparecieron durante cuatro días, seguro no pasa nada?
—Ni nos acordamos que fue lo que hicimos, el viaje nos cansó.— sig tampoco parece recordar nada.
Esa fue obra de papá, más que seguro.
—Y Maight?
—Hola a ti también Luz.— Frida calmate.
—Ellos no quieren hablarnos.— Murmure.
Todo es un desastre.
—Pues a nosotros no creo que nos evite.— así como tu nombre, eres una Luz de persona.
Este par nos empieza a arrastrar hacia el aula.
Algún susurro o dos, pero nada grande, creo. Entramos a nuestro salón y todos susurran entre sí sobre nuestros queridos primos.
¿Serán ciertos los rumores?
Me volteo hacia él y su nariz tenía una gran venda blanca cubriendole.
Parece que sus heridas no sanaron, pero al tío Phantom no le importó para nada lastimar su rostro.
Aunque Nan parece tener moretones, su ojo incluido.
—Oye que te paso?
—Entrenamiento.
—Seguro.
—¿Es que ahora eres sordo Alfred? He dicho entrenamiento, papá no va tan suave como antes.
—Ya veo....si quieren podemos hablar y
—Ya déjame en paz, ¿quieres? Solo quiero un tiempo a solas, sin ti preguntando qué o cómo entrenamos. Al menos hasta recreo, si? ¿Puedes?
Necesitan su tiempo.
Es comprensible después de lo que sea que nuestros tíos hayan escogido como castigo.
•6 pm•
Odio cuando nos dejan una actividad de último momento, pero cuando se trata de recaudar fondos eso lo contrarresta.
Y ni digamos cuando se trata sobre nuestra familia, hay que hacer lo que sea para quedar bien.
Ahora si nos toca trabajar e improvisar para este evento.
Solo debemos de dar la bienvenida, una "canción de introducción" como nos gusta llamarle, y dejar que las siguientes bandas hagan lo suyo.
Así de fácil, lo difícil es prepararnos en menos de quince minutos, usualmente necesitamos dos horas.
En lo especial Sig, ella con su cabello es toda una locura.
—Venga, tenemos cinco minutos, una practica rapida y estamos, Maight asegurate que todo esté sincronizado.
—Al, mejor ve calentando o te quedas sin voz...o mejor no, ya es irritante.
Dios Maight, ya calmate.
~Evelyn~
•Territorio Black•
—Fredderick Fillet, te apresuras porque yo no llegaré tarde por tu culpa.— maldición, este hombre no se apura.
—No es mi culpa que está corbata me ahorque.— gruñe devuelta arrancando ese pedazo de tela.
Ay dios, si no fuera porque debemos cuidar a los niños te pondría boca abajo contra ese sillón.
—Loba en celo, apresurate.— Phantom dijo sujetando mi cabello y arreglando un par ganchos.
—Max iras?— Night preguntó acercándose.
—Ire, pero por mi cuenta.— sonríe cerrando la puerta de golpe.
—No te perdonara tan facil.— Shadow suspira observando como Baltazar iba tras él.
—No entiendo porque Baltazar está detrás de Max todo el día?— Ay phantom, tú y tus celos.
—Solo dense prisa si.
—No soy Fred, no me apresures.
—Freddy, callate y camina.
—Sí señora.— solo así toma su chaqueta y sale de casa.
—Phantom, tú también.
Entre gruñidos toma su maletín y va tras Fillet.
Esta es una mala noche para todos.
~Narro~
•E.F.D.E.•
Tantas cosas, tantos escenarios, y justo llegamos a este punto, su gran inicio.
Personalmente, este es mi capítulo preferido, tantos eventos dentro de una sola noche, es como si el universo conspirara a su contra.
Incluso ELLOS estuvieron presentes...demasiadas energías en un solo edificio.
Cada uno se preparaba para diferentes objetivos. Ambas manadas se ven durante un momento, pero los padres les ignoran y continúan con su camino.
—Parece que aún hay tensión entre ustedes después de todo.— Luz susurra revisando una última vez su instrumento.
—Siempre la ha habido, solo que esta vez teniendo un poco más de presión sobre nosotros, ya saben como son ellos, les encanta que todo sea como planearon.
—Aún intentamos convencer a nuestros padres sobre alguna semana de descanso.— Whale les tranquiliza pasandoles una botana a cada uno. —Coman algo o terminaron desmayándose a media presentación.
—Te preocupas demasiado, nosotros estamos bien.— Maight sonríe tragándose la saliva en su boca.
Están matándose a sí mismos del hambre, para este paso no tendrán la fuerza suficiente para siquiera hacer flotar un plumón.
O defenderse.
—Su turno.— escuchan a Fredd informar a través de un mensaje mental.
—Venga, es hora del show.— Walfred suspira a la vez que trata de estirar su espalda.
Uno de sus mejores espectáculos, diría yo.
Así el grupo sube al escenario, el telón listo para abrirse.
Wilfred a último momento hace aparecer su violín.
—Un toque personal, hay que jugar con las canciones de todo el último año. Maight, Nan, es toda libertad— sonríe asintiendo.
Maight le sonrió de vuelta, y Alfred se coloca su micrófono.
Poco a poco el telón se aparta, y los reflectores se encienden solamente en quienes se encontraban cantando.
Amo como la tecnología finalmente reconoce a la perfección quienes hablan o de donde proviene el sonido.
Las luces encendiéndose y apagándose al ritmo de la música.
Parecía que esta vez no se lo tomaron en serio, empezando con qué Maight alteró la voz de Sigfrid para que se pareciese un poco a la de su madre.
Ella poco a poco introduciendo a los integrantes de su banda de una forma algo creativa, se ha de admitir.
De golpe las luces se encienden por un pequeño momento, y así los reflectores siguiendo el ritmo de la canción.
Era como si finalmente se divirtieran en verdad, sin dirección alguna por parte de sus padres, su esencia pura.
Jugaban con melodías y distintas letras, en algún punto incluso cantaron una pequeña parte sobre una canción infantil.
La mayoría de niños pequeños cantando y riendo.
Poco a poco los reflectores quedaron sobre solamente el líder, Alfred Fillet.
Sin dejar de sonreír, él cantaba a todo pulmón, reteniendo las lágrimas al sentimiento de libertad expresiva.
Todos y cada uno de los reflectores alumbrando a la banda, así ellos después de cuatro minutos enteros finalizando.
Alfred jadeaba recuperando su aliento y nota cómo sus padres asienten.
Esto se pondrá bueno.
Tan solo fue cuestión de segundos para notar la pintura rosa sobre ellos.
Las cámaras apuntando a la dirección del espectáculo de la noche.
El telón se levanta y ellos bajan casi corriendo del escenario.
~Alfred~
Corrimos directo a las duchas, sin pensarlo abrimos las llaves y toda la pintura se iba por el drenaje.
—Al, no se quita.— Escucho a Luz decir casi aterrorizada.
—Mi cabello.— Sigfrid susurra y yo al verla noto como ese café chocolate se había convertido en un rosa oscuro.
—MI PIEL ESTÁ ROSADA!!!—Maight ruge aún frotando su piel.
—Tal Vez porque eso era un tinte.— escuchamos a un chico reir.
—Treinor...que haces tan lejos de tu manada?— creí que hicieron lo suficiente al tan solo entregarnos.
—Solo un saludo por nuestra parte.— esta vez Tay fue quien habló.
Los únicos integrantes de la manada secundaria, faltantes, eran sus líderes, Soqui y Vlade, y Lex, de ahí, el resto se encuentra frente a nosotros.
—¿Por qué hicieron esto?— pregunte acercándome hacia Treinor.
—No lo sé, matar el aburrimiento tal vez?— sonríe enseñando sus colmillos.
Fridda empieza a gruñir, ella si le saca un pedazo.
—Pareces ser una perra rabiosa, compórtate un poco, ¿ quieres?— Galig casi riendo pide.
—¿Quién te crees para llamarle así a mi hermana?— Wilfred dijo, con su semblante en alto.
—Se me olvidaba que tú existes. Tu eres el chico invisible no es así? Mejor guarda silencio, te vez mucho más bonito así.
—No queremos problemas entre manadas, solo retirense y todo estará bien.— dije sujetando a mi penumbra.
—¡Fuera de aquí ustedes idiotas!— Whale grito mientras sujetaba el extintor y les rociaba con la espuma.
Luz abre una de las mangueras de presión y les rocía.
Se me olvidaba que tenemos buenos primos.
Maight salta sobre ellos y les ruge, así Nan siguiéndole tras suyo.
La manada desaparecen; Luz y Whale salen corriendo de las duchas.
De entre tanta espuma y vapor vimos cómo Maight junto a Nan salen disparados contra una pared.
Ambos jadearon adoloridos.
—¿En verdad creen que pueden burlarse así de nosotros?— Escuchamos a mamá entre gruñidos preguntar.
Ellos hacen la espuma esparcirse hacia las paredes, no se iban a ensuciar ni los zapatos.
—Nosotros no hicimos eso.—Sigfrid, no hables, si no dices nada ellos no irán tan severos con ustedes.
WIl uniendo fuerzas conmigo toma la mitad del control.
Esperemos estar un poco más protegidos de esta forma.
—No nos tomen como tontos, sabemos que ustedes lo planearon todo.— papá, por primera vez, te pido que revisen nuestras memorias.
—Estamos hartos de que ustedes nos reten.— eso es lo único que dijo mamá.
Una penumbra aparece, ya conozco este ataque, irá por el hombro izquierdo. Muévete a la derecha.
Me...equivoque...
Comienzo a escuchar los gritos de mis hermanas.
Wil no responde...
Atacó el hombro derecho...la ...la penumbra traspasó justo el centro de mi corazón.
Voy a morir..no quiero morir...no puedo dejar a mi hermana sola, mi manada entera.
Tengo miedo.
Hace frío...mi vista se está oscureciendo.
Por favor, no quiero morir.
No quiero..tengo miedo.
El sueño empieza a consumirme.
De repente despierto en un lugar oscuro.
No hay nada y nadie aquí, solo oscuridad.
A lo lejos veo una luz aparecer...una silueta frente a esta.
Parecía ser un hombre alto, pero solo es su silueta...estira un par de alas gigantes, su cabello brilla en un resplandor blanco y dorado, puedo ver sus ojos azules, casi igual a los míos.
—Vamos a casa.— esas tres simples palabras hacen que mi corazón late con fuerza.
No se porque estoy llorando...me siento como un niño que se había perdido y ha encontrado a su familia.
Mis alas y aureola aparecen y brillan con ese mismo resplandor, mi cabello volviendose blanco con mechones negros.
Me levante, me siento tan liviano...empecé a correr tras suyo, hacia esa cálida luz.
Siento como si estuviera apunto de ir a casa, a un hogar donde si importo.
Una gran llamarada se interpuso en mi camino.
Escucho un llanto...su llanto.
—No me dejes, por favor, no te vayas, regresa.— Sigfrid.
Retrocedí dos pasos...la luz se vuelve aún más fuerte...no puedo dejar a mi hermana sola...no con ellos presentes.
Las llamaradas me hacen retroceder aún más.
Sin darme cuenta corrí a la dirección contraria, buscando una salida.
Despierto aun en las duchas.
No escucho música, ni a personas hablando, no hay luz alguna parte la de la luna llena alumbrando a través de las ventanas.
Parece ser tarde...aun escucho sus llantos, sigue aquí.
Me levanto del charco de sangre, no hay herida alguna...
Ella se encontraba en posición fetal en una esquina, no dejaba de llorar y suplicar por ayuda.
Camino hacia ella y la abrazo.
—Estoy aquí, no te dejaré sola.
Solo empieza a negar intentando alejarme.
—¡Estás muerto, tú estás muerto!— gritaba aun intentando.
—Sigfrid, yo estoy bien.— susurré sujetando su mano y poniéndola sobre mi pecho.
Su mirada penetra mis ojos, no se hace cuanto ella ha estado aquí, no se donde estan los demás, solo quiero regresar a casa con mi hermana a mi lado...pero ya no se si alguna vez tuvimos un verdadero hogar.
La cargo y ella se sujeta de mi.
Trato de aparecer en mi habitación, pero no puedo lograrlo, en ninguna casa. Lo intento solo con Sig y tampoco.
Parece que así serán las cosas...
Aparecimos a las afueras del domo y con tan solo pensarlo este explota y toda la energía se oculta bajo mis alas.
Ahora puedo ir a mi habitación, pero hagamos esto más emocionante.
Fui directo a la sala, era todo un caos de papelería.
—Muchas gracias por haberme dejado morir en los baños de la escuela.— sonrei notando cómo maight estaba inconsciente en el sofá. —Ellos están vivos no es así? O solo borraran todas las memorias de que nosotros cuatro alguna vez existimos?— preguntó cubriéndonos con un domo.
—Pero tu..la penumbra.— mamá murmuró alejándose.
—Tu memataste...Evelyn..nunca fuiste una madre para nosotros, ustedes jamás fueron nuestra familia...no se preocupen, nos iremos de aquí sin dejarles rastro que seguir...nunca nacimos para ustedes.— me dirigí hacia mi habitación y lo primero que hago es dormir a mi única familia, mi hermana.
Entro al baño y tomo la ducha mas rapida de todas.
Mi ropa, dos maletas con todas nuestras cosas y estamos listos para salir de esta casa.
Pero antes, debo arreglar un último asunto.
Estoy nuevamente, y espero que por última vez en territorio de la manada secundaria.
Un poco de ruido y su líder, Soqui, aparece frente mio.
Vivora.
—Supuse que tú serías quien se levantara de primera.— dije cruzado de brazos y apoyándome en el comedor.
—Hola ,Al. — saluda dudosa.
—¿Por qué lo hiciste?— pregunté, con lástima, hubieran llegado lejos.
—¿Recuerdas que te dije que las cosas que sabía era porque me las contaba un pajarito?
—Eso ya no me importa, solo quiero saber por qué lo hicieron? Tú conocías los riesgos...y aun así traicionaste nuestra lealtad y confianza...lastimaron a mi manada como nunca antes.
—Alfred ,de verdad lo siento ,tú sabes cuánto me importan ustedes y por lo mismo fue que lo hice, nosotros ya no podemos estar más tiempo involucrados en sus vidas,no puedo interferir en lo que ha está escrito y menos en los planes de Baltazar.
—¿En sus planes? ¿Crees que esa mierda me interesa? Lo único que siempre me ha interesado es el bienestar de toda mi manada, eso era lo único que deseaba, y aun así ustedes no quisieron ayudar, sabiendo lo que pasabamos, ustedes nunca en verdad ayudaron.
—Sabes perfectamente que hicimos lo que pudimos ,viajamos aquí solo por ustedes ¿Crees que no me dolió lo que hice?¿Crees que no me arrepiento o siento que lo siguen pasando es por mi culpa? Porque yo siento que es así. Cada maldito segundo que he pasado con ustedes desde que los conocí me preocupe porque estuvieran bien,y ahora no veo resultados así que espero poder verlos en algún futuro,si es que sigo viva.
—No entiendo como pude confiar a ciegas en ustedes...ahora entiendo porque les tienen tanto rencor.
—Eso,has lo mismo que ellos ,juzgarlo todo,después de todo siempre lo han hecho.
—Has perdido aliados, Soqui.
—Tampoco es como si vaya a llegar muy lejos. Ustedes no nos necesitan más en sus vidas.
—Creo que será en lo único que concordamos.
—Como quieras,no importa lo que pase ,yo ya quedé como la mala.
—No eres la única que salió afectada aquí.
—Cuando tu seas el malo de la historia,te acordarás de este momento.
—Y tu crees que yo soy tomado por el malo?
—Si eso es lo que crees ,sin duda aún no has vivido nada.
—Tu no conoces nada sobre mi vida.
—Eso es lo que tú quieres creer.
—Claro...es lo que todos dicen.— susurré antes de retirarme.
Ahora...debo buscar algún lugar seguro para pasar la noche.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro