Rescate: Parte III
•4:12 am•
•Casa Emily•
~Willam~
Me encontraba en uno de los sillones en la sala, escribiendo tranquilamente uno de los reportajes semanales, esperando al amanecer. Camely no debería estar tan lejos, si fuese inteligente aprovecharía a que se encuentran recuperando energía y atacar.
—Paz y silencio finalmente, y me pregunto por qué será. — Mike sonríe mientras prepara su maleta.
—Tal vez por el dolor de espalda que me dejó Fillet. — murmuré y él encendió el televisor. —¿Podrías? Estoy haciendo algo.
—No, las noticias son mis informantes antes del trabajo. —idéntico a tu madre, irritante en las mañanas.
Espera un momento.. —¿Ese no es Henry verdad? —¿sigue vivo? Pense que ya tiene como unos ochenta años o más.
—Sigue vivo y aun sin retirarse. — sonríe subiendo aún más el volumen.
—Y así es damas y caballeros, como el nuevo grupo de operaciones y los "ángeles" han acabado con la pesadilla de la noche.
—¿Qué angeles? son unos idiotas. — la oportunidad perfecta, Camely, y aun no la has tomado.
Aparezco en casa de los Fillet,quienes solo me observan como preguntando el porqué estoy aquí.
—Diganme por favor que no eran ustedes y solo estaba alucinando. —dije dejando el libro sobre la mesa.
—¿Y eso porque te interesa? —¿POR QUÉ?
—Por que pueden ser bombas de energía vivas, o tal vez porque Camely sigue por ahí, y estoy seguro que aprovechará cualquier oportunidad si se hirieron. — sonreí empujando el libro hacia los tres.
—¿Se puede saber qué es esto? — Shadow pregunta abriendo su contenido.
—Mi investigación, eso es lo que es. Sus hijos son más peligrosos de lo que creímos, eso es todo. — sonreí conociendo la verdad tras ellos.
—Tu solo escribes mentiras, ellos no son esto, es mentira, no hubieran nacido si fuese así. Y si lo fuesen ellos ya nos lo hubiesen dicho. —
—No deben porque creerme, con el tiempo lo descubrirán. — sonreí tomando el libro.
—¿Solo a eso llegas o tienes algo más que decir? — Night pregunta sin querer aceptar que su hijo en realidad es un ser creído un mito.
—Deberían hablar con ellos. tengan una buena noche, o día. — suspire regresando a casa.
Jamás los respetaran, no cuando se enteren que nunca fueron realmente sus padres.
•6:01 am•
•Casa Fillet Darek•
~Narro~
—Finalmente son las seis. —Fredd habló tratando de no quedarse dormido.
—Hay que acostumbrarnos, es una de las muchas futuras noches sin dormir. — Shadow entre bostezos dice.
—No me gusta para nada, no pude ver a Max en casi toda la noche. —Phantom entre quejidos dice mientras llenaba su boca con el desayuno.
Ellos escuchan sirenas a través del vecindario, tratando de ignorarlo por completo.
—Que se encargue la policía por favor, no puede haber nada grande durante la mañana. — Evelyn suspira tomando café.
—Tranquilos, solo se escuchó una patrulla, nada más, tal vez algún accidente o reportaron una queja. Pueden enviar una patrulla por muchas razones, o simplemente fue por el incendio a unos kilómetros de aquí. — es lo más coherente, la verdad, pero no lo diría en voz alta si fuera tu.
—Mejor desayunamos o los demás llegaran. — Shadow susurra escuchando como un par de pies bajan las escaleras.
—Buenos días. — Alfred murmura mientras frota sus ojos.
—Deberías dormir más, esas heridas no sanan por sí solas, requieren de energía. —su madre suspira entregando un plato de comida.
—Gracias, y si, necesitan energía, pero tampoco vamos a dormir por siempre, hay cosas que hacer hoy, tal vez salir o algo.
—Ustedes se quedarán en casa descansando, sigue siendo domingo, hagan lo que quieran mientras sea en casa, nosotros tenemos trabajo. Hay comida en la cocina, dinero en los cajones y juegos sobre la mesa, si quieren libros solo llamen y traeremos lo que necesiten. —ella sonríe lo cual si hijo la ve extrañada.
—¿Seguros no inhalaron humo? —él pregunta riendo.
—Alfred FIllet, será mejor que vayas a sentarte. — gruñia mostrando sus colmillos.
—En seguida. — sonríe sentándose junto a su padre.
—Nunca hagas a una mujer enojar hijo, y mucho menos cuando se trata de tu madre. — Fred ríe tomando un sorbo de jugo con olor a alcohol.
—¿No es muy temprano para que estén tomando?
—Cuando madures, y te encuentres trabajando con hijos como ustedes lo entenderán. — Freddy gruñe tomando una botella de vodka la cual se encontraba junto a su silla y rellena su café.
—Eso jamás sucederá, además, el día que me entere que seré padre, que poco creo, me iré lo más lejos de este lugar.
—¿Cómo explicaras los dones? —muy buena pregunta la del padre.
—Así como ustedes lo hicieron, pero sin los entrenamientos de muerte, no haremos lo que ustedes.
—Tienes suerte que tu abuelo los mantenga aquí, o estarían en la calle. — Shadow murmurando sonríe.
—Ustedes amarian eso, ¿no es así? Vernos nuevamente en la calle, muriendo de hambre. Porque no volverá a suceder, es más, creo que ya era hora de sus medicamentos si no me equivoco. — dice haciendo aparecer el frasco.
—¿No se supone que es hasta en dos horas? — Shadow pregunta viendo el frasco.
—Eso fue a las cuatro de la mañana, cuando regresamos, ya son las seis, así que deben de tomarse sus medicamentos o le hablaré a su psiquiatra.
—Solo danos las malditas pastillas. —Evelyn, Evelyn, no deberías ser tan cooperativa.
Todos y cada uno de ellos toma dos pastillas junto a un buen trago de alcohol y tras unos minutos suspiró relajándose poco a poco.
—¿Por qué no dejan esa botella y ustedes van a dormir un rato? — Alfred lentamente le quita la botella a su padre.
—No, no te la lleves. — lloriquea tratando de sujetarla.
—Ya tomaron lo suficiente, tómense un descanso, por favor. — sonríe dejando la botella en uno de los gabinetes más altos.
—Desgraciado. — su padre murmura intentando sujetar una de sus alas.
—Luego me lo agradecerán. — sonríe regresando a la habitación junto a sus hermanos.
—¿Por qué no estabas aquí? — Sigfrid pregunta tratando de levantarse.
—Solo me aseguraba que ellos tomaran sus medicamentos, estarán un rato así, mejor no se acerquen. — dice haciendo aparecer tres platos de comida y tres tazones de avena. —Ya van a despertar. — sonríe viendo a los pequeños despertando.
—Esos demonios han abrazado mis alas toda la noche, y creo que uno piensa que mi cola era su chupete. —Maight entre quejidos aleja a los más pequeños.
—Son bebés, y creo que te odian a la vez que te quieren. —Fridda sonrió cargando a su hermana. —¿No es así Franny?
La bebé empieza a reír pero al ver el plato intenta tomarlo.
—Parece hambrienta. — Alfred aparece una cuchara y la sienta sobre su regazo.
—Mio mio! —ella habla tratando de sujetar la cuchara.
—¿Ha hablado? — Sigfrid pregunta acercándose a la pequeña quien le golpea con la cuchara y ríe a carcajadas.
—¿No sabían? Hace unos meses empezaron a hablar, palabras pequeñas claro. — sonríe pasándole su tazón.
—Ico ico. — sonríe saboreando el desayuno.
—Si, muy rico. — le devuelve la sonrisa.
—Me sorprende, ¿pero cuál fue su primera palabra? — Maight pregunta intentando hacer que hablara.
—Fue hermano, luego mami, aunque ya deberían de suponer a quien se refieren por ese nombre. —Continúa sonriendo viendo como los demás también comen. —Maight, deberías ir a hablar con tu papá, ha de estar preocupado. — sugiere y el chico asiente desapareciendo.
—Sig, ve a revisar a Camilo por favor, ha de estar preocupado.
—¿Por qué tratas de alejarnos? —ella preguntó intentando que su hermano dijera la verdad y nada más que la verdad.
—Están medicados...no quieren estar aquí mientras que están medicados. —suspira haciendo desaparecer a sus hermanitos.
—No creo que sean tan malos, solo están medicados para que bueno, suprimir sus ataques psicóticos. — tienes razón, Sigfrid FILLET, pero no por completo.
—Solo ve a chequear a Camilo, yo me encargare de cuidar a los adultos. — sonríe terminando de desayunar.
—Está bien, pero si necesitas ayuda, pídela. —dijo para luego desaparecer.
—Hora de cuidar a los adultos, que idiotez. — murmuró sarcásticamente para dirigirse a la sala y notar que nadie se encontraba en casa.
—Tenían que irse. Esperemos que solo fueran a trabajar. —su penumbra ruega tomando el teléfono y llamando a su padre.
•4 pm•
~Alfred~
Siento que moriré gracias al dolor, no solo de las heridas, sino por los seis adultos drogados quienes se comportan como niños pequeños. Es más, los otros no llegarán hasta como en una hora.
—Vamos, ya tuvo que haber pasado el efecto, ni que fuese mariguana. — Wil murmura tratando de que su madre no se follara al papá equivocado.
—Por favor, quédense quietos lobos calenturientos. — dije tratando de mantenerlos sentados en el sillón.
—¿No podemos drogarlos hasta que se duerman? — Es una muy buena idea Wil, pero creo que es imposible no asesinarlos en el proceso.
—Deja de hablar tonterías y sujetalos a una silla hasta que el efecto se les pase por completo, a todos excepto al tío Phantom, el parece bastante normal a mi parecer.
—Es por que yo hice muchas cosas de las cuales me arrepiento, pero no con el medicamento. — drogadicto, mínimo a eso si fueron a rehabilitación.
—¿Por qué no nos ayudas con ellos? Parecen querer matarse o mucho peor, y en nuestra casa, háganlo en el bosque, pero no aquí. — dije y él niega entre risas.
—Dejame comer ese ojo de miel blanca. — mamá Shadow lloriquea tratando de acercarse a papá Freddy.
—Ya llegamos gente. — Maight dice entrando con bolsas llenas de comida china.
—Se tardaban. — me queje permitiendo que ellos se le acercasen y tomaron cada quien su plato.
—Mamá se enojó por no acompañarlo anoche, y más después de haber visto las noticias, somos tendencia mundial, querido primo, una pluma caída y será un escándalo. — sonríe entregandome mi plato y luego a Wil.
—¿Noticias? ¿No se suponía que el camuflaje nos cubriese?
—No funciona cuando se trata de fuego, se desmorona con altas temperaturas. — Night se burla de nuestra falta de experiencia, me preguntó de quién será la culpa.
—En otras palabras, hay supuestos ángeles que se arriesgaron a entrar al fuego destruyendo un domo en donde supuestamente, nadie podía entrar. Genial, tendremos que ser el doble de precavidos para que no nos descubran. — tenía que suceder, ahora con el camuflaje medio funcional será mucho más difícil.
—Gracias a Dios utilizamos las máscaras o tendríamos la casa rodeada. — no da risa Nan.
—Vayan a comer junto a los demás animales mejor. — dije sentándome al pie del sillón esperando a que Sig apareciera.
—Ya les deje la comida a ellas, están hablando con Camilo y cuidando a Tobby. — ellos ya sabían que iria a buscarla en aproximadamente diez minutos.
—Solo tratemos de sobrevivir a sus arrebatos infantiles. — si es que no se duermen primero.
•Lunes 29, Septiembre del 70, 6:32 am•
•Entrada principal E.F.D.E.•
~Narro~
Ha comenzado, no puedo creer que así es como la gran era comienza, con tres niños sin conocer sus capacidades verdaderas. Sólo un trío ingenuo de su potencial.
—¿Por qué siempre que regresamos a la escuela nos toca física? — Sigfrid se queja intentando que el camuflaje de sus alas no se detuviera.
—Cosas del universo. — Alfred suspiró acariciando su propia cola.
—Siguen dormidos. — Evelyn se quejó sin que los cuatro más pequeños la soltasen.
—No durmieron casi nada anoche, y tienen que pasar tiempo de calidad con ellos, el abuelo dijo que su agenda está vacía hoy, diviertanse con sus hijos, y nada de bloquear sus dones. — Alfred le advierte revisando su pequeña maleta.
—No haremos nada, tal vez no nos maten en el proceso.
—¿Están seguros de querer ir hoy después del incendio? — Fredd tratando de cambiar el tema, pregunta, apagando el motor en el parqueo de la escuela.
—Pa, fueron solo las alas, el camuflaje es lo suficientemente fuerte para que personas sin dones no se enteren. — Alfred sonríe sujetando la mano de su hermanito.
—Por favor, tengan cuidado. — Fred murmura tratando de convencerlos.
—No hagan cosas malas en el armario del conserje. — Shadow sonríe observando a sus hijas.
—¡Mamá! — Wil grita pero al ver a sus hermanos despertar empezó a controlar su temperamento.
—Solo digo, sus padres lo hacían. — Evelyn sonríe jalando el cachete de su esposo.
—Condenado hasta que la muerte nos separe. — Fred suspira tratando de no ver a sus hijos.
— ¿Qué has dicho? — empieza a gruñir sujetando su cabellera.
—No he dicho nada, ni siquiera hable. — susurra evitando sonrojarse frente a su familia.
—Así me gusta, bien calladito. — sonríe acariciando su cuello.
—¿Ya nos podemos ir? Esto es asqueroso. — Fridda habla tratando de abrir alguna de las puertas.
—Recuerden, no se acerquen mucho a las personas, pueden pisar sus alas y cola, y eso será aún peor. — su padre habló quitando los seguros.
—Ok, ¡bye!— ellas dijeron saliendo lo más rápido del auto.
—Alfred, cuidense, por favor, si lastiman aún más sus alas me preocupa que no puedan volver a volar como antes.
—Eso ya lo sabemos pa, nos cuidaremos. — sonríe tratando de demostrar su fuerza cuando en verdad estaba destrozado en su interior. Al igual que su madre durante su juventud. —Nos vemos en casa. — sonríe saliendo del auto junto a su mochila.
—Mi colita duele. — fridda lloriqueo, flotando a la vez que sujeta su cola.
—Eres una penumbra, no deberías quejarte que ni caminas. — su hermana entre gruñidos se quejó.
—Al menos nos dejan regresar a la escuela, no podemos perder más o seremos mucho más viejos que ellos cuando nos graduemos de la escuela.
—Mis alas me están matando. — Maight se quejó igualmente, acercándose hacia sus primos.
—No se atrevan a tocarnos. — Alfred gruñe, volteandose al ver el resto del grupo.
—Oh vamos, no sean malos, hace semanas no hablamos. — Luz sonríe abrazando a Alfred, quien gruñe y acepta su gesto.
—Está bien, tenemos mucho de qué hablar. — Whale habla intentando no enojarse.
—Si, demasiado, después de clases. —Dijo al escuchar la campana. — A clases.
•1 pm•
—Hora de educación física. — Wal sonríe irritado por su falta de movilidad.
—Nos dolerá hasta el alma, pero no podemos perder la materia. — Su hermana tratando de quedarse sentada en las bancas dice.
—Si se sienten mal solo diganle al profesor y lo más seguro entienda. — Whale intenta convencerlos, lo cual ellos tan solo negaron.
—Estaremos bien, no se preocupen, solo es cansancio, lo de siempre. — Alfred sonríe asegurando que todo sería como siempre.
•1:21 pm•
—Ok chavales, siguen la cuerda, hagan una fila hoy subirán la cuerda hasta donde puedan. — dice soplando su silbato rojo.
Los tres ángeles se dirigen hasta el final de la fila, lo cual fue extraño para el resto de compañeros ya que usualmente se encontraban enfrente cuidando sus espaldas en caso de algún accidente.
Uno tras uno completaba el ejercicio y la fila se acortaba hasta llegar a los últimos tres estudiantes.
—Esto va a doler. — una de las penumbras susurra al ver como su portador escala sin querer llegar más allá de la mitad.
—Vamos Maight, te hemos visto llegar creo que hasta el techo.
—Pero no este día. — responde bajando de a poco.
—Muy bien, Alfred, tu turno. — dice lo cual el mencionado lo observa y asiente.
El dolor en sus manos era insoportable gracias a las quemaduras hasta que por poco cae, la cuerda llenándose de sangre al esta hacer contacto con las llagas abiertas.
—Estoy bien. — dijo bajando lentamente.
—Yo no voy a subir. —Sigfrida habló creando una ilusión de sí misma subiendo.
El profesor vuelve a hacer ese ruido irritante con el silbato.
—Tres filas frente a las vallas, primero por encima y luego por debajo. — indica haciendo el ejercicio como demostración. — En sus marcas, listos, fuera.
El silbato resuena en sus tímpanos, tratando de perforar hasta su cerebro.
—Siguientes. — dijo y los tres empiezan a correr, y aun con el camuflaje, se tropezaban y vallas caían gracias a sus alas. Las colas tratando de no romper alguna de valla.
—Eso estuvo bien. — su profesor dijo tratando de no tener un ataque al ver todo en el suelo.
—Perdón. —Alfred susurra apenado.
—Al, siento literalmente que muero. — Wilfred gruñe dejando de flotar y sujetándose del hombro de su portador.
—Un rato más y ya estaría. —susurro hasta sentir una mano en su antebrazo que lo guía hasta las bancas.
—No dejaré que ustedes se mueran durante clases. — su profesor habla sentando a los tres. — Se quedarán aquí hasta que se sientan mejor y regresaran a sus casas.
—Usted no es ni el director para mandarnos a casa. —Maight gruñe tratando de regresar con los demás.
—Soy su profesor guía, puedo mandarlos de regreso a sus casas, parecen que se desmayaran, y yo no me voy a meter con sus papás. Punto, se van a quedar aquí sentados hasta que la clase termine, iré a avisarle al director Emily y eso será todo. — que señor tan intenso joder, pero lo entiendo, sus padres son de temperamento corto cuando algo les hace ver mal. Algo que muchos en esa institución tienen bien informados.
—La cola está palpitando. — Sigfrida hablo tratando de calmar el dolor.
—¿Podrían dejar el camuflaje? — Whale pide sentándose a sus lados.
—No estamos haciendo camuflaje alguno. — Alfred susurra tratando de no agrandar la mentira.
—Todos notamos como caiste de esa cuerda, enseña las manos. — Luz habló sujetando con cuidado sus manos. —Camuflaje.
—No hay camuflaje. — Esta vez empezó a gruñir.
—Entonces no importará que toque las palmas. — ella dice acercando lentamente un dedo.
—Está bien, pero no lo toquen. —susurro deshaciendo parte de su camuflaje, algunas vendas siendo visibles, las heridas de sus manos volviéndose visibles.
Escucharon un grito por parte de una compañera, al ver a su dirección notan como el camuflaje de la soga ensangrentada termina, una gota de sangre cayendo sobre ella y los demás corriendo espantados hacia la salida.
—Supongo que eso tiene que ver con ustedes. — el hombre habló señalando la cuerda en el suelo.
—No queríamos molestar. — Sigfrid admite.
—¿Ya se vieron? No se como es que sus papás los dejaron venir. — dijo algo molesto por ello. —Llamaré a sus padres. —murmuró tomando su teléfono.
No puedo esperar al momento en que los padres esten molestos por no protegerlos más, si tan solo ellos se preocuparan así siempre, aunque estoy seguro que podrían ser sus medicamentos apunto de terminar.
•F&D Entertainment.•
~Fredd~
Esta mujer quiere matarme, me quiere devorar, literalmente. No se puede controlar ni diez minutos que nos encontramos a solas, y quiere meterme lo que sea que tenga a mano dentro del culo.
—Ven aquí amor mío. — ella sonríe sujetando mi cintura. — Necesito amor, muuuucho amor, hace meses no lo hacemos. — susurra tratando de no llorar.
—¿Has tomado o algo así? — pregunte y ella muerde mi cuello, tratando de manipular mi miembro.
—Estoy ebria de lujuria. — sonríe recostandome sobre el escritorio, dejando caer todo lo que había.
—Y yo estoy sobrio y lo seguiré por el resto de la semana. —murmuré intentando quitarla de encima mio.
—¿Por qué no quieres estar conmigo? — empieza a llorar abrazandome.
—No creas que no sospecho de lo que haces durante la noche. —susurra y me observa como una perra rabiosa.
Mi teléfono empezó a sonar y sonreí tomando la llamada.
—Aqui Fillet. — solo quitate de ensima Evelyn.
—Eres odioso. — susurra alejándose finalmente.
Tienen que estar bromeando. Corte la llamada sin querer escuchar el resto.
—¿Ahora porque estás molesto? — mi esposa gruñe levantando los papeles del suelo.
—Llamaron como pudiste ver, hay un atentado contra uno de los bancos centrales, rehenes involucrados, quieren terminar con esto lo más rápido antes que se vuelva noticia mundial. — dije intentando arreglar mi cabello.
—¿No hay manera que ellos hagan el trabajo? — Shadow entre gruñidos pregunta como si fuese mi culpa.
—Solo vamos a prepararnos, tenemos dos minions. — dije apareciendo en casa en donde Phantom se encuentra preparando todo.
—Bear me habló. — dijo así explicando cómo se enteró. — Se dirigen al lugar, pero necesitan refuerzos que traen "milagros" consigo.
—Esos milagros no quieren ir. — Evelyn por dios.
—Solo apresurense. — dije y los demás asienten.
Esta mujer está molesta.
•E.F.D.E.•
~Alfred~
¿Qué es esta sensación tan opresiva? Como si nos arrastrara a lo más profundo del subconsciente, como cuando estábamos...
—Ya llegaron. — sig murmura con su teléfono a mano.
—Mamá no está contenta, por su caminar se nota. Pareciera que trota hacia la acción. — susurré como si ellos nos pudieran escuchar.
—Chicos.
—¿Qué pasa Whale? — pregunte u el tan solo toma una fotografía nuestra, enseñando como nuestro cabello flota en un color banco el cual parecía brillar.
Como por arte de magia los vendajes en nuestros brazos se queman como si nuestra sangre fuera una llama imparable.
—Deben de irse. — susurré sintiendo como el camuflaje estaba apunto de terminar.
Ellos y nuestro profe salen del gimnasio casi corriendo a la primera ola de energía.
—Están en peligro. — Sigfrid habló dejando su teléfono caer al suelo, la pantalla seguramente rompiéndose.
—Están en peligro. — esta vez maight susurra, su tono igual de monótono al que mi hermana.
Ese sentimiento regresa, como si me consumiera, como si me empujara hacia un barranco de oscuridad...pero al final siento como agua templada me abrazara. Fue cuando sentí su energía conectarse a la mía, apagándose poco a poco, tal vez una señal de..
—Están en peligro. — dije y mis alas se estiran, rompiendo sus vendas, las heridas aun siendo notorias pero las plumas le cubren.
—Tenemos que ir o morirán. — Sigfrida habló, sus alas igualmente tratando de elevarla. Sus ojos parecían querer dominar la energía en su interior, la negativa y positiva luchando por el control de un ángel, ambas encontrándose en un vals perfectamente sincronizado.
La sensación de estar flotando bajo el agua, sintiendo cada energía unirse a la nuestra, palpitando vida como las venas hacia un corazón.
Energía de cada linaje.
~Fredd~
La situación se complicó un poquito, tengo que admitir que Shadow enojada no piensa con la cabeza.
Nos estaban amenazando en volarnos en pedazos, y lo podrían hacer con todos los explosivos sujetos a los rehenes.
Cinco hombres armados salen de la bóveda, apuntandonos con lo que podría tal vez matarnos, o no.
—¿Qué tantas balas soportan? — uno de ellos pregunta sonriendo.
—Listos, escudos. — hable y ellos asienten.
—Un solo truco y todos volarán en pedazos. — dijo el que tenía presionado el control.
¿Qué demonios ha sido eso?
El techo se desmorona y los humanos por reflejo presionan el gatillo, pero lo que parecía una pared de plumas templadas cubre a todos.
—Sacalos a todos Evelyn. — dije y en vez de hacer eso puso los explosivos dentro de una burbuja.
—Parecen enojados. — Phantom ríe escuchando el aleteo acercarse más y más.
Los voy a matar cuando regresemos a casa. Aterrizaron frente nuestro, sus cabellos blancos y ojos cambiando entre colores, los colmillos goteando, tal como perros rabiosos.
—Así que estos son los mentados angeles. —uno de ellos susurra tratando de no demostrar miedo, cuando es todo lo contrario apuntando y disparando.
—Mi turno. — el líder sonríe y una de sus alas va directo hacia su abdomen. — ¿Quien sigue?
—La auto destrucción no funciona aquí. — Maight sonríe y con una de sus plumas en llamas abre lo que parece un portal de fuego blanco. —Todos fuera.
Que se encarguen ellos mejor.
—Hay heridos se encargan de ellos. — dije saliendo con el resto de personas, y al esto suceder los rugidos se escuchan. algunas plumas rompiendo las ventanas y regresando adentro.
—Será mejor ayudarlos o harán más daño que ayudar. —susurre entrando por las puertas principales viendo como los culpables se encuentran sujetos con penumbras, el detonador dentro con los explosivos y ellos sobre algunos heridos.
—Son suyos, nos vemos en el bosque. — dijeron para luego desaparecer como si nada.
Ahora si hay tantas preguntas por hacer.
•2 pm•
•Casa Fillet Darek•
~Walfred~
—¡¿Pero qué demonios le pasó a las alas?! —Sigfrid grita viendo como las heridas sangraban después que las plumas regresaran a su lugar.
—Es lo que pasa cuando los vendajes y el movimiento brusco hace. — murmure tratando de no llorar.
Al menos ya no sentimos su energía disminuir, sino que regresar a la normalidad.
—Tenemos de qué hablar. — papá suspira apareciendo a nuestro lado viendo como las alas se volvían negras.
—Traje algo de morfina. — tenía que ser mamá quien la trajera.
—¿Puedes ser tú quien la aplique? — preguntó viendo a mamá con las tres jeringas. — ¿Papá?
—Oh claro, no confíen en mí, la mujer que les dio vida. —ofendete lo que quieras, es la verdad.
—No te preocupes cariño, sólo lo dice por hacerte molestar. — papá deja de defenderla. —No habrá movimiento alguno para ustedes durante algunos meses. — eso ya lo sabemos.
Sentí el pinchazo y el dolor poco a poco disminuyó en una parte.
—Gracias. — suspiré y él se acerca hacia los demás.
—No son para nada cuidadosos. — el tío Phantom niega limpiando las heridas.
Ya me estoy arrepintiendo de salvarlos.
•4 pm•
Nos dejaron en los sillones recostados para que no nos lastimemos sin sentir dolor por la morfina. Este será el peor año de todos. Escuchamos el timbre y creamos un camuflaje para las alas.
—¿Quién la va a abrir? —Sigfrid pregunta sin mover ni un pelo.
—¡Tia Eve, buscan! —Maight grita mientras come algunas cuantas golosinas.
Ella gruñe y deja los sandwiches a un metro de nosotros, lo cual es una tortura ya que no podemos movernos y pues no tenemos brazos tan largos.
—Hola chicos. —ay no.
—Ahora si se ven muertos.
—Hola a ti también tía Rebeca. — dijimos y ella empujó los sandwiches hacia nosotros.
—Eres un ángel. — Sigfrid habla empezando a comer. — Lo único bueno de mamá, sus sándwiches y refrigerios.
—Con algo los alimente durante mi embarazo. Agradezcan. — ella dice orgullosa.
—Si ma, como digas. — dije comiendo uno de los sandwiches. Delicioso.
•11 pm•
•Casa Darek•
~Freddy~
—Hoy ha sido un día largo. — dije tratando de llamar su atención. No hay bebés cerca. Gracias papá.
—Si lo fue. — dice preparandose para dormir.
Abrace su espalda tratando de que bueno...hacerlo.
—Fillet será mejor que me sueltes. — dice tratando de alejarme.
—Perdon. — murmure alejándome y ella tan solo sale de la cama.
—Iré a ver a la científica. — siempre se va, siempre tiene que irse durante la noche y quiere jugar en el día cuando sabe que tenemos vidas que mantener.
—¿Deberíamos seguirlas? — Es una buena idea Fred.
Salgo de la cama y me dirijo al sótano en donde solamente se encuentra la científica maltrecha.
—Mintio. — ¿por que ella nos mentiria?
—¿Escuchas eso?
—¿El que Fred? — No escucho nada.
Nos dirigimos hacia los cuartos de contención tratando de que no nos vieran o escucharan.
Escucho...estoy escuchando múltiples gemidos, ¿que están haciendo?
Cree un camuflaje y ahí están ellas, jugando con tres diferentes miembros, el doble de jóvenes que nosotros. Ellos se movían al ritmo de los aparatos, mientras que dos se las comían luego de que se les fuese ordenado.
Jamás creí que ellas utilizaran mi don de esta forma, para que se placentieran a sí mismas. Note como el portador se monta sobre la penumbra, apartando el aparato y entrando al mismo tiempo.
Los gemidos eran cada vez más fuertes y ellas gritaban orden tras orden.
Por esto no son activas en la noche con nosotros, por forzar su relación abierta sobre nosotros.
Yo lo llamaría más una infidelidad, pero eso es lo que quieren, entonces nosotros también podemos hacerlo.
—Vamonos. — dije tratando de tranquilizar el llanto de Fred. — Tenemos toda la noche para nosotros. — sonreí apareciendo en frente a uno de los bares más grandes de la ciudad.
Quieren una relacion abierta, la tendrán.
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