•6 am•

•E.F.D.E.•

~Alfred~

No puedo creer el estado en el que papás dejó a Camilo, pensé que lo terminaría de matar.

—No entiendo por qué lo odian tanto. —Sig entre gruñidos se queja limpiando la herida de su cabeza.

—Es papá de quien hablamos, si nos lastimó a nosotros no tiene problemas en asesinar a alguien a quien considera un peligro. — hable sinceramente.

—Son monstruos. — murmura sanando por completo la herida.

—Que linda sonrisa. — Camilo sonríe bobamente.

—Tal vez él debería regresar a casa. — dije tratando de convencerla.

—No quiero dejarlo solo, si papá lo encuentra solo...lo terminara matando. — y tienes razón, pero no puedo permitir a un chico con dones y una posible contusión en la escuela.

—Deberias llevarlo con el abuelo, o un hospital. — aconsejo tratando de que entrase en razón.

—Aunque habla cosas bonitas. — sonríe aun sanando su cabeza.

—Y tu dices incoherencias y necesito tu atención, Sig, no a la chica enamorada. Necesita ayuda de un profesional y nosotros solo tenemos el entrenamiento básico.

—Tienes razón, pero ya está bien, lo revise de pies a cabeza, todo en su lugar. — sonríe sin dejar de tomar su mano.

—No puedes estar toda la vida protegiéndolo, en algún momento no estarás ahí para él. Tu debes ir a estudiar, lo mandaré con el abuelo. — dije y lo hago desaparecer. — Ve y ponte el uniforme, tienes diez minutos para presentar todo al director. — sonreí haciendo aparecer su uniforme. — Y limpia esa sangre.

—Al, ni que alguien fuera a notarlo con un camuflaje. — sonríe dirigiéndose a las duchas de la escuela.

Enredaderas aparecen sujetando suavemente.

—Hola terra. — sonreí y la planta me entregó una flor blanca.

—¿Tu no estas preocupada o aceptas lo que ellos hacen? —pregunte suplicando que me respondiese.

Más flores blancas aparecen frente a mi, ella empieza a decorar mi cabeza con estas, hasta que una roja florece.

—Creo que es un si. —sonreí tratando de quitar las flores, pero sus espinas lo evitan. —Tengo que ir a clases, no puedo ir con flores en la cabeza. — no es que no sean hermosas, pero no creo que los profesores lo acepten.

Ella poco a retira las flores dejando la roja solamente.

—Adiós terra. — murmure saliendo de la enfermería.

•4:32 pm•

•Casa Black•

Ahorrémonos la tarde y dirijamonos directo a casa, donde la familia se encuentra tratando de aceptar por completo a Camilo.

O más bien, papá tratando de aceptarlo en la manada oficialmente.

—Entonces...— Si yo fuera tu, Sig, no diría nada.

—Solo una oportunidad. — finalmente ha tomado la decisión.

—¡¡¡GRACIAS!!! — gritaron saltando sobre él.

—Solo una, o media, o una semana. — empieza a gruñir tratando de no alejarla.

—Dile que quiero nietos. —mamá Shadow sonríe aun con su taza.

—No, no dirás nada de nietos o hijos ni adoptados. — Fredd gruñe observando a la mujer risueña.

—No nietos. —Sig asiente de acuerdo con papá.

—¿Y yo? —pregunto solo para molestar.

—Vete a tomar por culo, no mantendremos ningún hijo tuyo, además, estoy muy seguro de que eres gay o algo así, nunca trajiste a ni una sola chica a casa, ni una cita, nada. O solamente moriras virgen al igual que Bear. —Este hombre está apunto de morir y no gracias a mi mano.

—¿Quién dijo que moriría virgen? — el tío Bear pregunta tomándolo del cabello.

—Tienes casi la misma edad que Chris, y eres virgen, moriras virgen. — sonríe zafando su agarre.

—Yo no tengo problema en hacer desaparecer el apellido. — dije haciendo aparecer el libro del abuelo.

—Tenemos otros cuatro hijos, no habrá ni un solo problema. — Evelyn entre risas habló.

—¿Lobita, podemos tomar control ya?

—Ustedes no harán eso, solo pueden háblanos si quieren, de ahí nada más. — Están locos si creen que les permitiré tomar control.

—No haremos eso, tranquilos. Mejor vayan a descansar creo que ayer no durmieron tanto, y esas alas deben mejorar, no quieren lastimar aún más. — si tan solo conocieran a nuestra nueva entrenadora.

—Si...vamos a salir un rato. — dije y ambos aparecemos en la entrada del bosque.

~Fredd~

—Por favor, por favor. —se que con cada dia me degrino mas, pero vale la pena.

—No harás tal cosa. — ella sonríe acariciando mi cabeza.

—No quiero que las lastime. —susurro admitiendo finalmente.

—Yo se que él no lastimara a nadie. —¿Cómo estás tan segura?

—Confío en Sigfrid, tu tambien deberias, ambos tienen 18 años, son adultos que se harán cargo de sus propias vidas. —A veces siento que debería decirte, Eve, pero me matarías.

—Te amo. — sonreí sujetando su mano.

—Yo también te amo, y aparte de eso tal vez deberíamos decirles que nunca podrán tener hijos. — y vamos con este tema.

—Ellos mismos lo averiguaran, pero si no lo hacen y si tienen preguntas las responderemos.

—Como tú quieras, pero si nos demandan por esconder información, la responsabilidad será tuya.

Siempre será mi culpa Eve, en eso estamos de acuerdo.

•Domingo 28, Septiembre del 70, 1 am•

•Casa Darek Fillet•

~Narro~

Todo iba tan bien hasta que los tres recayeron al llegar a casa, el sangrado nasal siendo una de las primeras señales y luego sus alas en un estado tan frágil que al moverlas unos cuantos huesos empezaban a romperse.

El descanso fue obligatorio, y aunque ellos tratan de esforzarse sus alas los torturaban, hasta el punto de inmovilizarlos. Se mantuvieron dos días seguidos en casa, tratando de mejorar, pero nada funcionó.

—Recibimos una alerta de incendio, el escuadrón perdió comunicación y los refuerzos no llegaran hasta dentro de una hora. — Fredd habla preparando un mensaje de emergencia hacia todo el equipo de emergencia.

—¿Hace cuanto enviaron el mensaje? — Shalyn preguntó revisando uno de los monitores.

—Hace menos de un minuto. — responde Nighanton viendo los trajes que el gobierno les otorgó.

—Se que no les gusta que nos monitoreen, y mucho menos cuando se trata de los dones, pero legalmente debemos utilizarlos ya que sino seriamos civiles en medio de un incendio, además, si alguien nos ve no nos reconoceran fácilmente, pensaron en todo, ya que no somos los únicos portadores. —Shalyn habla colocando la capucha sobre su rostro. — Además, esta pantalla de reconocimiento sí que es muy útil. — sonríe apagando la visión térmica.

—De delincuentes a superhéroes, me agrada. —Phantom bromeó empezando a vestir su "traje".

—Ya saben que hacer, primero encontrar a los héroes del fuego y luego encargarnos de alguna manera de las llamas. —Fredd suspiro enviando un nuevo mensaje.

"La ayuda va en camino."

—¿Por qué no podemos acompañarlos? —Alfred pregunta detrás suyo.

—¿Te has dado cuenta en el estado en el que ustedes cuatro se encuentran? — su madre preguntó preparando tanques de oxígeno y una mochila de primeros auxilios.

—Podemos hacerlo. —Maight gruñe sujetando uno de los tanques.

—Las alas pueden doler, pero hay personas en ese fuego, y no podrán contener tal cosa como eso, creo que ni Maight podría detenerlo. —Sigfrid niega encendiendo la pantalla del incendio forestal, está siendo contenido por un domo gigantesco. —No podrán mantener el domo para siempre, no son aprueba de fuego.

—Y ustedes tampoco lo son, no irán, quédense en casa. —Fredd dijo su palabra final.

—Haremos todo lo posible para ayudarlos. — Wilfred suspira encendiendo los monitores. — Seremos su centro de comando.

—Gracias. — Fredd sonríe colocando su capucha.

Los padres aparecen frente al domo, observando las llamaradas de oro consumir todo dentro del domo.

—¿Lisos para morir? — él dice a través del radio de la capucha.

—Siempre. — Su esposa habló abriendo una pequeña entrada y con penumbras aparando los troncos quemados.

Adentrandose entre las llamas ellos intentaron encontrar algún rastro fantasma.

—Avancen con cautela, los árboles se encuentran por colapsar. — escuchan la voz de Alfred a través de su radio.

—Gracias por la información. — Black responde moviendo uno de los troncos. —Tengo un casco. — dijo notando el casco negro casi derretido.— Tienen que estar cerca. — dijo y los demás lo siguen.

—No los encontrarán a tiempo. — Alfred murmura apagando su radio antes de hablar.

—Tenemos que hacer algo, el oxígeno no es para siempre, y con el domo el humo empieza a acumularse, se axfisiaran hasta morir. — la única mujer en el grupo habló. —Necesitan un rango de visión aún más alto.

—Entonces vayan. — escuchan una cuarta voz hablar.

Al voltearse Baltazar los observa, ofreciéndoles lo que parece una de las capuchas de sus padres.

—Tio Bal, no podríamos hacer eso. — Maight niega sin querer tomar la máscara.

—Es su decisión, pueden quedarse aquí a ser los espectadores, o ir y ayudar a salvar vidas. — gruñe entregándoles las capuchas y luego irse.

—Vayan vístanse, tenemos que ir. —Wal dice y su cabello y ojos se vuelven blancos. —Utilicen el camuflaje por favor, tratemos que nadie se entere sobre ángeles en la tierra. — sonríe colocándose la capucha.

•1:03 am•

El trío se encuentra sobrevolando el domo, tratando de encontrar algo a través del humo.

—¡Los tengo en la mira! —Sigfrid grita y los demás empiezan a gruñir.

—No tienes que gritar con estos Sig. — Wal suspira buscando un claro para entrar.

—Veo el claro, pero hay que destruir el domo.

—¿Estás seguro de que podrás contener el fuego lo suficiente para sacarlos? — su líder habló empezando a tomar altura. —Vamos, entre los tres lo haremos.

Lo siguiente que hicieron fue volar justo hacia la protección, esta explotando en una bola masiva de humo y llamas, empezando poco a poco a extenderse hacia el resto del bosque.

—Conten. — el líder ordenó y Maight concentrando crea una pared de fuego blanco evitando que se expanda más allá de lo consumido.

El equipo de bomberos se encontraba en el único claro, troncos en llamas rodeando cada salida como si de un aro de fuego se tratase.

—Siguen conscientes, pero los tanques de gas parecen casi vacíos, hay tres civiles más junto a ellos. Extinguidores vacíos. — su hermana informa a los demás.

—No se preocupen, ya llegó la ayuda. —Hablo Alfred creando un camuflaje para que no vieran sus alas.

Una de las ramas incineradas cae sobre ellos, Maight al darse cuenta de ello grita —¡Cubranlos!

Y sin pensarlo los tres estiran sus alas cubriendo a los civiles y cuerpo de bomberos.

—Arde. — uno de ellos trata de no llorar al sentir como cada quemadura se crea en sus extremidades.

—¡¿Pero qué carajo hacen aquí?! —escuchan el grito femenino y luego como les quita las capuchas de encima, sus cabellos blancos al igual que ojos. —¡Se supone que no saldrían de su escondite! — continúa rugiendo, notando los rostros estoicos observando las majestuosas alas cubriendoles.

—¡SOLO QUERIAMOS AYUDAR! —uno de ellos grita.

—Muy linda su obra, pero se supone que descansen sus alas. — Fredd suspira entrando con más tanques de oxigeno. —¿Cuántos? — pregunto conectando máscaras.

—Son cinco bomberos, tres civiles, apresurense, no tienen toda la noche. Contuvieron el humo como en una burbuja. —Maight empieza a gruñir, apunto de desmayarse gracias al dolor.

—Trata de apagarlo. — el tercer adulto habla y con penumbras eleva el tronco.

—¿Heidos? — la mujer pregunta acercándose con la mochila abierta.

—Quemaduras de segundo grado, inhalación de humo, posibles infecciones. —Alfred respirando profundamente.

—Irán a la estación de bomberos, nosotros continuaremos con nuestro trabajo, ¿al menos saben que parte del bosque es? La zona de campamentos, hay más civiles de los que piensan. — Su madre furiosa hace desaparecer al grupo.

—¡¡Mis alas!! —Maiton ruge intentando mover sus alas.

—Duele. — La chica entre jadeos empieza a llorar gracias al dolor.

—No hagan preguntas, por favor, no hablen nunca sobre lo que vieron. Ya tenemos demasiados problemas. — Alfred suspira, pero al ver como el hueso de su ala era visible empieza a entrar en pánico.

—¿Ellos son sus padres?, porque parecen enojados. — uno de los bomberos preguntó.

—No, solo amigos, llegamos aquí hace unos días, un pequeño incidente...—Wal mintió tratando de no levantar sospechas en su familia.

—Esas...alas...no se ven muy bien.

—Soy veterinaria, tal vez pueda ayudar. —una de las civiles dice, aunque sospecho que desea ver las alas más de cerca.

—Por favor. — el líder súplica, acercándose hacia los otros. — Pero primero hay que revisarlos y sanar sus heridas, eso es primero, — dice tratando de acercarse, pero cae al instante.

—No, parecen tener múltiples huesos rotos, y eso para un ave puede llegar a ser fatal..no se nada de su biología, pero se de alas y si se infectan no será bueno.

~Walfred~

No entiendo como las personas pueden llegar a poner a otros sobre sí mismos, nosotros lo hacemos ya que podemos sanar en un tiempo que médicamente debería ser posible, ¿pero ellos? Deberían valorar más sus vidas.

—Aquí tengo el botiquín. — el bombero habla entregándolo a la veterinaria.

—Sólo sabemos dos cosas, que todos tenemos algún que otro hueso roto y muchas quemaduras. Deberían ir a un hospital, necesitan ayuda profesional. — sigfrid entre quejidos dice tratando de levantarse.

—Sus amigos ya enviaron ambulancias, muy pronto todos iremos al hospital. — gracias a dios, pero...

—Nosotros no iremos con ustedes, son los primeros, aparte de esos tres que descubren que nos encontramos en este lugar. — Ella sonríe tragándose sus lágrimas.

—Podrían darse la vuelta, voy a desinfectar. —la mujer sonríe con una gasa llena de alcohol.

—Esto dolerá mucho. — Maight sonríe dándose la vuelta.

—Son majestuosas. — ella susurra sin querer tocarlas.

—Necesito mas manos antes que los demás lleguen. — ella dice y los demás se unen.

—¿Cómo es esto posible?

—Larga historia, son de nacimiento, la familia es muy especial, solo nosotros pues nos perdimos un poco. — Y la mentira continúa, sé que es muy malo, pero no quiero que, bueno, llamemos la atención del gobierno. —Además, no son así, solo son algo débiles yyyy!! — oh joder odio cuando limpian las heridas grandes.

—Perdón, dolerá, pero no se desinfectara.

—¿Por qué no desinfectan también sus heridas? —Maight gruñe intentando mantenerse quieto.

—Y aun así decidieron llegar. —al menos ayudamos.

—Es nuestra primera vez con personas...no salió como planeamos. — siquiera pudimos ocultarnos de nuestros padres.

Escuchamos las sirenas acercarse, esa es la señal a la que deberíamos irnos.

—No se irán hasta que yo me asegure que ya no tengan ningún organismo infectando las heridas. — okay, mejor no hacer enojar a nuestra doctora improvisada.

—Tengo un par de astillas, necesito pinzas o algo filoso.

—Arranca una pluma, deben ser lo suficiente como para partir la piel. — Eso debe ser suficiente.

—Respira profundo por favor. — ella susurra arrancando mi pluma y poco a poco insertando y sacando el trozo de madera.

—Debemos irnos. — Sig hablo levantándose a duras penas.

—Solo asegúrense de que cierren la arteria.

—Muchas gracias. — sonreí y aparecemos en casa.

—Perdimos demasiada sangre. — Maight admite terminando con el camuflaje.

—Les dijimos que se quedaran en casa. — el tío Night gruñe tirando la capucha hacia la mesa.

—¿Están rotas? —mamá sí que se va a enojar.

—Si, y quemadas casi hasta el hueso, perdón, pero se estaban tardando y no hubiéramos podido quedarnos viendo.

—Nos tardamos porque habían muchas más personas en ese bosque, los teníamos a todos localizados, por eso llegamos casi al mismo tiempo. — papá con su tono de decepción habla, haciendo aparecer vendajes, alcohol, y aguja e hilo.

—Saben muy bien que un accidente así de grande podría mantenerlos con los pies en la tierra durante mucho tiempo. — mamá habló, limpiando las heridas de Sigfrid.

—¿Ustedes están bien? —Maight pregunta notando las quemaduras en sus manos.

—Son quemaduras mínimas, sanarán en unos minutos, no traspasaron tanto los guantes, pero ustedes solo fueron con oxigeno y nada más, están quemados desde los hombros hacia abajo.

—Por favor ya dejen de reprochar nuestras acciones, si ustedes no hubiesen llegado esa rama podría aplastarlos y quemarlos hasta la muerte.

—Es nuestra segunda misión, así como ustedes también estamos empezando con esto de ayudar a las personas en su mundo. —

—¿Cómo fue su primera vez?

—Rehenes comprometidos, fue en uno de los hoteles de la capital, vidas por dinero, paredes de cristal, acceso a todas las cámaras y puertas del lugar, él no iba a salir por nada en el mundo. Bear nos habló, creanos, fue un desastre, las penumbras no son muy fáciles de manejar cuando hay cristal por todas partes. Uno que otro herido, nadie muerto..o eso creo. —oh vamos, y nos regañan a nosotros quienes no lastimamos a nadie aparte de nosotros mismos.

—Somos más responsables que ustedes. —sonreí y papá colocó un trapo empapado en alcohol sobre mi herida. —Eso fue a propósito.

—Listo, no moverán sus alas al menos durante un mes.

—¿Un mes? —Tiene que estar bromeando, no debería tardar ese tiempo.

—Si, colas fuera. —No. —Chicos, enseñen las colas, ha sido una noche larga y queremos ir a dormir.

Los tres bufamos y dejamos que vean las colas completamente heridas.

—Las íbamos a revisar cuando ustedes durmieran. — Lo admito, no es nuestra parte favorita, pero estamos hablando de las colas, algo muy sensible que no nos agrada para nada que ellos toquen.

—¿Por qué nos ocultan cosas importantes?

—Porque ustedes son los peores padres que alguien pueda tener. — Sig, no creo que sea el momento.

—Una quemadura infectada puede causar muchos problemas. — y como siempre, ignoran lo que todos dicen.

—Perdón, pero los demás son los más importante, no nosotros. Eso es lo que ustedes siempre decían, mantener a los demás contentos. Nos lo hicieron saber a las malas.

—Maight, respira, sé que no te gusta el dolor, pero no es momento de pelear, no sabiendo quienes tienen las agujas aquí. — sonreí y él tan solo asiente. —Lucy está hablando, ¿no es así?

—Pregunta cómo lo hice.

—¿Hacer que? —¿Qué es lo que quieres Lucifer?

—Como levante tantas llamas infernales a la vez.

—Ese era el fuego blanco entonces. —Este sí será un problema.

—No respondas a lo que dice, ignoralo por favor. —aconseje y uno de los hilos huela asi mi cabeza. —Deja de molestarlo y yo decidiré cuando sea seguro hablarte, demonio loco.

—Necesito una siesta.

—Todos la necesitamos. — ambos dijeron desapareciendo.

—Buenas noches. — dije y aparezco junto a ellos, quienes abrazaban a los cuatro pequeños dormidos. —Todo estará bien. — sonreí acariciando sus cabezas.

Todo estará bien.

•4 am•

~Fredd~

—¿Todos en el hospital están bien? — pregunte a través de la línea.

—Heridas menores, estarán bien. — el médico a cargo responde.

—Muchas gracias. — suspire cortando y dirigiéndome a la cocina. —Tampoco pueden dormir al parecer.

—Perderán el semestre si continúan faltando a clases. —Eve suspira con una taza de lo que no creo que sea café.

—No ha cambiado nada desde el año pasado. —phantom se queja.

—No faltarán, los vigilaremos durante el día. — hable preparándome un café y encendiendo el televisor de la sala.

—Incendio creado por explosion talvez. — ¿ahora de qué hablas Night? —Fue a propósito. — habla revisando el reporte.

—Esa niña no nos deja en paz. —dije viendo como en las noticias ... .estos niños. —Los grabaron en televisión nacional.

—¿A nosotros?

—A ellos, con alas, y uno de los bomberos está apunto de hablar. — dije bajando un poco el volumen.

—¿Cómo salieron del incendio? —la reportera pregunta al jefe de bomberos.

—Los refuerzos llegaron aunque algo nos tomó por sorpresa.

—¿Ese no es Henry? ¿No se había junto a Chris? —a la mierda este señor.

—¿Qué tipo de sorpresa? —preguntó curiosamente.

—Diríamos que fueron literalmente ángeles. — uno de sus compañeros bromeó.

—Es que lo matare. Está dicho, los voy a matar, ya en sí iré al infierno. — Shadow ríe gracias a los nervios.

—Nadie va a morir, eso es todo. — dije tomando el control.

—¿Angeles? — pregunta riendo.

—Suena loco, pero nada más explica el video que tienen. — Henry, Mike será el que te mate.

—Tres ángeles salvadores, quien lo diría. — y con eso apague el televisor.