•Jueves 25, Septiembre del 70, 3:47 am•
•Casa Darek Fillet•
~Walfred~
Un solo ruido hizo que mi maravilloso sueño en el reino del chocolate desapareciera en oscuridad y murmullos provenientes de la cocina. Aunque lo que me preocupa es que los bebés debajo de mis alas ya no se encontraban.
—Me abandonaron. —susurro apareciendo sentado en el comedor. — Ya se tardaban. — dije observando como los tres adultos habían destruido las sillas y ataduras.
—¿Alguna vez te hemos dicho que eres una desgracia de persona, Alfred? — Evelyn preguntó frotando sus muñecas.
—Si, de hecho puedo dictar cada fecha exacta de cuando me han llamado así. — sonreí tomando una fruta de la mesa.
—¿En dónde están los demás? — el tío Phantom pregunta tratando de sacarme información que no tengo.
—Ni idea, no los he visto desde que regresé a casa, han de estar por ahí divirtiéndose.
—¿No irás a buscarlos?— Fred entre gruñidos pregunta.
—¿Acaso soy yo el padre? Por que estoy mas que seguro que sigo siendo virgen, y tambien se que no son mi responsabilidad sino que suya, tengan una buena noche, me iré a dormir. — sonreí regresando a la cama.
Piensan que seguiré arreglando todos sus desastres y llevaré el peso de sus cargas. Estoy más que cansado de toda esa mierda, solo quiero dormir ocho horas al día como cualquier otra persona.
•5:31 am•
•Casa Emily •
~Sigfrida~
Me van a matar, está claro, toda la manada se me vendrá encima después de la locura que voy a hacer.
—Que ellos no te harán nada, no mientras siga vivo. — El abuelo sonríe tratando de calmarme.
—Abuelo, ellos odian a Camilo, ellos casi nos matan, ¿tu que crees que le harán a él? — disecaran su cabeza y lo utilizaran como decoración en su alcoba.
—Los dejaran en paz ya que ustedes son adultos con todo el derecho de tener una pareja. Solo hablen con el chico, yo luego hablaré con tus padres. — ¿porque tu no puedes ser nuestro papá?
—Mejor otro día, además está con Tobby, no creo que deba molestar. — No puedo hacerlo.
—Sigfrid, ve y hablale ya que mañana tienen clases, o más bien hoy tienen clases. — La escuela empezó hace meses, de milagro nos aceptaron.
—Bien, le hablaremos...poquito. — murmure apareciendo en la habitación que de inmediato se ilumina.
—Hola sig. — Camilo sonríe colocando un cristal blanco frente a la puerta.
—Hola, ¿cómo vas? — pregunto haciendo aparecer un cristal y reemplazando el que se encuentra bajo la almohada del pequeño con este nuevo.
—¿Puedo preguntar qué haces aquí a tales horas de la madrugada? Se supone que están descansando o algo así, o eso dijo Mike. —no se escucha para nada contento, seré sincera.
—Solo quería saber cómo seguías...con lo que sucedió con Lex debe ser aún difícil. Solo quiero ayudarte.
—¿Cómo puedes ofrecer ayuda si mi familia los ha dañado? No seas tonta y vete por favor, no te lastimes más de lo que ya están.
—TU no me has dañado en ningún momento, más bien trataste de ayudar avisandole a la manada, traicionaste a tu sangre por ayudarnos, yo no te tengo porque temer, creo que debería ser alrevez.
—¿Al revés porque? — si supieras todo lo que dice papá en lo que te haria.
—A veces perdemos el control o la manada es inestable, nosotros somos inestables...y aun asi tu sigues aquí, ¿o me equivoco?
—Me agrada la compañía, eso es todo. — claro, tus mejillas me han dicho más de lo que necesito.
—Y si hubiera más compañia, ¿estarías bien con ello? — susurré acercándome más.
—No me importaría eso. — susurra, sonriendo.
—¿Sigfrid, te vas a quedar? — escuche los susurros de Tobby recién despertando.
—Por supuesto que si frijolito, la tía Sig te acompañará hasta que amanezca. — sonreí cargando al pequeño entre brazos.
—Gracias. — sonríe abrazándome.
—Me ha estado pidiendo que vinieras, pero era imposible... —dañe a su familia al dejarlos solos, pero no es culpa de nadie.
—No es culpa tuya. — susurre notando como el pequeño dormía plácidamente.
—¿Qué tan segura estás? — pregunta tratando de que los cristales empezaran a hacer su trabajo.
—Lo suficiente como para decirte que no se activarán hasta que la energía negativa se acerque. — sonreí dejando al pequeño sobre su cama. —No lo vayas a despertar.
—¿Sigfrid, ustedes están bien? —aww que tierno, se preocupa por nosotros.
—Si, estamos bien, ¿y tu estas bien?
—Mejorando, pero si, voy bien. — Así podremos comenzar.
—Deberíamos dormir, parece que no lo has hecho en días. — sonreí llevándolo hacia la cama.
—Aun no puedo dormir sabiendo que ese par entra y sale de aquí cuando les apetece.
—Deberías descansar, yo tomaré el turno por ti, cuida a Tobby. — susurre y los cristales se iluminan.
—Gracias. —sonríe recostándose junto al pequeño ángel.
Tal vez podamos pasar más tiempo con ellos, aprender mutuamente, después de todo también tienen alas.
—Camilo alguna vez te has preguntado que...— solo hazlo, no te acobardes. —Cómo se sentiría un... cómo se sentiría que alguien te...te besara?
Solo noto cómo él se sonroja por completo, sentándose de inmediato sin quitarme los ojos de encima.
—¿Camilo?
Está dicho, no me volverá a hablar nunca otra vez, esta fue la peor idea en mi vida, solo llevame contigo lucifer.
—Si, creo que mejor me voy.
Solo lo escuche suspirar y sin darme cuenta él me acerco hacia la cama para...me está besando...y se siente como si lo necesitara siempre, tan cálido y, mierda, lo mataran.
—En verdad te quiero, y eres la única que me ha dado una sola oportunidad en conocerme tal y como soy. Y no quiero dejarte ir nunca.
—Yo tampoco quiero dejarte ir. — susurre abrazándolo.
—Pero que hermosa escena, a los demás les encantará el video. — Maight ríe haciendo desaparecer su teléfono.
—Maight te matare si alguien llega a ver ese video. — Gruñía tratando de no atacar.
—Creo que eso ya es un poco tarde, Sigfrida. — oh no, Alfred llegó.
—Tendremos que hablar sobre mucho. — dice de brazos cruzados.
—Papá lo matara. me va a matar. — rei saltando sobre maight. —Dame tu maldito teléfono.
—Antes muerto. —Eso lo puedo arreglar.
—Ambos se detienen, es hora de ir a clases, recuerden, arreglar todo a ver si al menos estamos en el mismo grado que los demás. — Alfred tiene razón.
—¿Ya son pareja? — el abuelo se asoma por el marco de la puerta. Lo odio.
—Creo que sí...— él sonríe algo relajado, tal vez no se ha dado cuenta de que va a morir.
Solo notamos la silueta tras del abuelo y Alfred, observando plaudivamente.
—Nunca creí que algo así sucedería, esto cambia todo. — sonríe alejándose por el pasillo.
—¿William Amery que haz dicho? — El abuelo le persigue.
—No se preocupen por ello, no le ponga mente. — Alfred intenta de tranquilizarnos.
—Y enviado. — Maight maldito desgraciado.
—Yo si fuera tu me escondería, Camilo. —Alfred le aconsejo negando a la inmadurez de este idiota.
—¿Maight, porque me odias? — pregunta él, tratando de no entrar en pánico. —Tu sabes que el señor Fillet me odia. — no, no te odia, te desea muerto.
Papá apareció frente nuestro, sujetando a camilo por el cuello de la camisa, sus colmillos goteando saliva.
—Eres un desgraciado. —murmuró a punto de arrancarle el corazón.
—Papá, no hagas algo con lo que te vayas a arrepentir. —Dije tratando de alejar su mano con garras extendidas.
—Y tu, traidora de linajes. — se voltea a mi tratando de sujetar mi cabello.
Alfred lo detiene alejando su mano de mi y apartando a Camilo.
—Tócala una sola vez y estarás muerto. — advirtió soltando su mano.
Camilo aprovechó a desaparecer, huyendo de papá y creo que debería hacer lo mismo.
~Alfred~
—Deberías hablar con William, dijo algo sobre un plan al verlos juntos. — será mejor distraerlo o se volverá loco, nunca creyó que Sig tuviera novio ya que nunca pensó en ello y la edad no le ayuda. Y aún peor si se trata de Camilo.
—¿Qué fue lo que dijo William? —murmura saliendo de la habitación.
Pobre de toda esta gente.
~Fred~
William, Camilo, Owyn, esos tres Amery lo arruinaron todo, mi vida y mi familia. Ellos están destruyendolo todo.
—¡Dejenme los acompaño! —William grita tratando de abrir la puerta. —¡Solo dejenlos vivir sus vidas juntos! ¡Se ven lindos juntos! —continuó gritando sujetando uno de los pokers de fuego.
Mike abre la puerta, parecía haber regresado corriendo de la escuela.
—Emm, ¿qué sucede aquí? —pregunta, pero al ver como Amery trató de escapar lo sujeta y lanza contra la pared. —¿A dónde crees que vas? Si Fred está aquí y tu armado, me hace pensar que hiciste algo muy mal.
—Mike, eres mi persona favorita. —sonreí desarmando a este desgraciado. —Que tal si ahora me hablas sobre lo que has dicho.
—No hay nada de qué hablar Fred, yo ya lo descubrí. — ¿pero que está haciendo él a tales horas de la mañana?
—¿Papá, qué haces aquí? —pregunte, viendo como toma su taza de café caliente.
—Solo le daba consejos a Sigfrid, algo que por lo que se, tu no haces, deberías ayudarla un poco más, aconsejarla, ustedes la han mantenido demasiado tiempo bajo la ignorancia en su vida sentimental.
—Eso no es cierto.
—Si lo es Fred, ella no sabe nada, ni siquiera de si le gustara, o su sexualidad, ella no esta preparada y necesita a un guía, y porfavor, que no sea Shadow o Evelyn, no necesito más dolores de cabeza, así que decidí ayudarle yo mismo. También hay que hablarle sobre la protección y todo lo que puede suceder. Necesita conocer como es el mundo realmente.
Mi hija no necesita saber nada de eso.
—Tu no eres su padre para hacer eso. — dije intentando no explotar con él.
—Alfred tampoco lo es, y trata de enseñarle. Creo que es injusto, ¿no es así? — ahi si te dare la razon.
—Pero ella era mi última esperanza de que esta familia no se fuera al infierno. —Susurre y Amery escapa.
—Dejalo ir, ya lo revise, no hay nada. Mike, dejaste muchos exámenes de admisión sobre el comedor.
—No se como tus hijos pueden vivir aparte, eres mi salvación. — o te callas o te callo, Mike.
—Vez, Mike si aprecia mi ayuda. — sonrió aun con la taza a mano.
—Pa, eres viejo y nosotros con problemas con los que ya no puedes lidiar.
—Entonces déjenme ayudar con sus hijos y aconsejarlos, algo que ustedes aun no hacen, pero necesitan de la ayuda. —pudrete en el infierno viejo amargado.
—Haz lo que quieras, pero no quiero ver crías por parte de un Amery y una Fillet, eso nunca.
—Se supone que son infértiles, ¿no es así? No creo que haya hijos por parte de ninguno, así que mejor deberían asegurarse de que sus otros cuatro hijos sean fértiles.
—Ellos ni siquiera nos quieren, ni siquiera quieren pasar tiempo con nosotros, son hijos de otros, así que no nos preocuparemos. — respondo desapareciendo.
Ese niño está muerto.
•Ciudad Toledo•
~Narro~
Camilo se encontraba jadeando, escondido en un callejón sin salida, su don agotado de escapar de quien podría ser su futuro asesino.
Fillet aparece tras suyo, golpeándolo contra la pared una y otra vez. La sangre empezó a correr desde la cabeza del chico.
Solo se detuvo al escuchar el pequeño grito que su hija dio al ver el acto de su padre le aterrorizó. Tan solo lo tackleó, para sujetar a su pareja y aparecer en casa.
Evelyn los observa y la taza en su mano se rompe en pedazos.
—¡Sigfrid Bear Fillet! —se escucha el rugido de su padre entrando a la casa.
—Ambos detrás mío, ahora. —Ella habló y yo casi arrastrandolo le obedezco.
Fredd entra, pero al ver a su esposa se detiene.
—Puedes dejarlos ser, no los atacaras, mira como dejaste al chico, cuando Mike se entere hará estragos.
—¡Pero pero él! —no tienes excusas Fillet, tu esposa hablo.
—¿Él qué? ¿Con que vendrás ahora?, tienes suerte que no vinieron a ser como nosotros.
—Tienes tanta suerte, pero a la siguiente te encontrarán muerto en el bosque. Y ustedes dos, mejor vayan a la escuela, llevalo a la enfermería y limpialo, si quedan secuelas llevalo con tu abuelo. Fuera. — dice dirigiéndose a la cocina.
Ambos jóvenes desaparecen aterrados de ese hombre, o bestia.
—¿Amor, qué es lo que te sucede? —ella pregunta acercándose.
—Él beso a mis hijas. — entre gruñidos responde.
—Eso iba a suceder en algún momento, ya son mayores, es un milagro que sigan virgenes, incluso Alfred...raro, tal vez tus genes.
—¿Por qué cada vez que hablamos sobre ellos insultas mis genes? —entre gruñidos pregunta.
Ella ríe abrazando su cuello. —¿Por qué no limpiamos esa sangre de tus manos? — sonríe tomando un trapo húmedo.
—No quiero perderlas en manos de un Amery. — Murmura permitiendo que ella le ayudase.
—Eso no sucederá, porque él es un Emily. —sonríe besándolo, y con su corrosivo deshaciéndose de la evidencia.
—Te amo, pero no me agrada el niño. — admitió.
—Pero él no tiene culpa de nada, es inocente en todo sentido, deja que ella lo corrompa como desee. — le beso dejándolo solo.
—Que lo corrompa. por supuesto. — niega tomando su botella, ahora vacía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro