Desenfundando Arma
•Sábado 4, Enero del 70, 7:30 am•
•Territorio Black•
~Alfred~
Solo ha pasado media hora desde que dejamos a nuestros nuevos hermanos bajo los cuidados de la manada de Soqui,fue toda una aventura rescatarlos y ayudar a que mejore.
Aunque Sigfrid casi se mete en problemas...
—No es mi culpa que solo porque papá no pueda hacerlo bien, no significa que yo no pueda hacerlo.
—Sigfrid, no interrumpas, estoy narrandole a los niños.
—Tú quitas que yo soy el narrador oficial.
~Narro~
Si, Alfred se encontraba ansioso, creyendo que sus hermanos estaban a la merced de la manada, cuando en realidad esa manada se encuentra a la merced de sus hermanos.
El chico no lograba concentrar su don para la práctica experimental del fin de semana.
—¡Vamos Alfred! ¡No te estás moviendo!— Sigfrida se quejó cerrando sus alas.
—¿Creen que estén bien? La primera vez...
—Deja de ser tan paranoico, que sus hermanos están mejor que nosotros a sus edades, mínimo ellos no hacen nada de nada comercial. —Maiton con un tono celoso dice.
—Con lo que papá me explicó, es un tema sensible de tocar ya que como todos sabíamos, estaban muertos desde hace mucho.— el mayor de los mellizos habla.
—Ya dejen de hablar.— Sigfrida ruge saltando sobre ellos.
—Como quieras. —Black susurra formando círculos con un solo dedo, un pequeño tornado abre las alas de su enemiga en combate y le hace surcar por el aire.
Walfred niega sonriendo, una de sus penumbras es envuelta en gotas de agua, una gran tormenta empezando en la zona.
La neblina se crea gracias al don de la única chica.
—¡Tampoco te pases con el frío!— Maiton ruge así la temperatura elevándose.
—¡Maight! ¡Quemaras el bosque! — Walfred gritó sujetando el brazo del nombrado.
—No puedo.— murmuró sus alas iluminando aún más.
—Alfred, no puedo detener la neblina.— Sigfrida murmuró forzando un aterrizaje.
El líder de la manada ansioso se acerca, cada uno de ellos creando un domo conteniendo sus propias energías.
—¿Al, que está sucediendo?— su hermana preguntó llorando.
—No lo sé...yo no lo sé.— murmura el dolor empezando desde la raíz de sus alas.
En cada uno las marcas pertenecientes a sus linajes se manifiestan brillando en luz blanca y negra; aunque en Black un destello rojo y naranja.
Rugiendo a la vez que sujetan sus abdómenes; los padres al escuchar todo el ruido dentro del bosque apareciendo en la localización.
Cada domo se desintegra de a poco, cayendo al suelo entre jadeos.
—Felicidades, finalmente se están desarrollando como debe ser.— Shalyn dijo sujetando la barbilla de su hijo.
—No queremos sus horrendas marcas.— el líder casi escupiendo al hablar.
—Lo lamento, Alfred, pero las marcas son permanentes.— sonríe acariciando su cachete.
—No se parecen a las nuestras ya que nosotros las obtuvimos de otro método, pero veamos sus marcas principales. — Phantom informa levantando la camisa de su hijo. —Fillet revisa sus marcas, esto es algo interesante.
Fredd sin preguntarle primero a su hija, levanta su camiseta notando que en vez de un oso o lobo, sino que una pluma blanca se encuentra en su lugar.
—Una pluma negra justo en entre sus alas, aunque te dire que pareciese que al final es ceniza. — él dice, ella incómoda arreglando su camiseta.
—Lo mismo con Maight, aunque apunta hacia arriba y es roja.
Shalyn entre gruñidos arranca la camisa de su hijo mayor, notando como la raíz de sus alas era rodeada por marcas blancas.
—Sin marca.— susurra alejándose. —Él no posee marca alguna.
—¿Eso es posible? —Phantom pregunta acercándose al chico perdiendo poco a poco su conciencia.
—Fredd, dejalos recordar esto, son sus marcas, algo que nadie nunca tendrán que olvidar, sean buenas o no.— la líder detuvo a su esposo el cual suspira.
—Como quieras, pero no me gustaría dejarlos vivir con el peso de reconocer que sus marcas no parecen tener algún significado.
—Ellos le buscarán significado...y sobre Alfred...tal vez encuentre la razón de..eso.
—No queremos —la chica murmuró levantándose.
—Nosotros no tenemos el poder para cambiar marcas, es algo entre linajes.— su madre con lástima dice. —Pero podemos ayudarlos a superar todo lo que viene, como averiguar cuales son sus armas.
—¿Tendremos armas?— Maight pregunta emocionandose con el tema.
—Ya las tienen, deben averiguar cuáles.—Phantom le sonrió sentándose a su lado.
El chico apoya su cabeza en el hombro de su padre. —¿Duele tanto? —preguntó frotando su brazo.
—Solo al inicio, luego se desvanecerán pero cada vez que entren al mundo de las penumbras, si se encuentran juntos estas aparecerán nuevamente.
—Esto es solo una maldición heredada por ustedes. — Alfred gruñe observando a sus padres.
—No es una maldición, ahí es donde te equivocas.— Fredd niega haciendo aparecer su báculo. —Esto es más útil de lo que ustedes piensan, no solo lanzas rayos y chispitas como ustedes les llaman, este amigo aqui ayuda a multiplicar la fuerza de sus dones.
—¿Y nosotros para que quisiéramos aumentar nuestros dones?— el líder intenta razonar con su padre.
—Ya que la desventaja, aunque no para ustedes, sería que pueden acumular energía dentro de estos, es cansado pero con el tiempo la recuperarán.
—¿Así que podemos deshacernos del exceso de energía?— Sigfrida pregunta igual de emocionada que su primo.
—Si, pueden liberar energía de una manera mucho más sana y segura.
—¿Qué pasa si eso sale mal?— Alfred pregunta dándole una oportunidad al tema.
—No puede salir mal, es imposible que salga mal. Imposible que se rompan bajo presión. —Su mamá acariciando su cachete le sonríe. —Han crecido tanto, aun recuerdo la primera vez que demostraron sus dones, tanta energía pura.
—Ustedes solo nos utilizaran como sus armas personales.— el chico gruñe apartando su mano.
—Eso es lo que tu piensas sobre nosotros, pero no es verdad.
—Eso es lo que me has repetido todos los días de mi vida y siempre mientes, ¿que me asegura que no lo estas haciendo otra vez?
—Puedo demostrarlo.
—Hazlo.
—Todos sentados en círculo, vamos a concentrarnos en su nuevo objetivo. —Ella aun sonriendo pide amablemente.
—Ya sentados Eve.— su esposo dice al lado de su hija.
—Ustedes tres, respiren, cierren los ojos y concéntrese en una forma para defenderse.
—¿Solo eso?
—No tan fácil como se escucha.— Night río incómodo.
—Solo haganlo, es muy rápido y sencillo.— dijo entre dientes, observando quien acababa de hablar.
—¿Dolerá?
—No.
El trío confiando en la líder superior le obedecen, un cosquilleo presente en sus manos.
—Ya está, abran sus ojos.
Apretando sus agarres ellos abren los ojos, notando armas muy distintas a las de sus padres.
—No son báculos.— Sigfrid murmuró acariciando su arco dorado.
—Al menos el tuyo es sencillo, ¿como rayos se dispara esta cosa?—Maight pregunto dejando de lado lo que parecia ser una ballesta de color negro. —Hasta Alfred parece tener algo sencillo.
—¿Me estás diciendo que será sencillo? Deberé estudiar esgrima para manejar esta cosa, ¡¿a quien le dan una espada como arma?!
—Tranquilos, no es usual el cambio de armas...casi nunca sucede, pero si...no resultó muy bien pero ha habido registros.
—¿Qué sucedió con el portador con un arma diferente?
—Ehh no quieren saberlo.— ella sonríe. —Parece que la energía fluye a través de la hoja, eso es bueno.
—No sé cómo utilizar esto.
—Yo te puedo enseñar.— Fredd se ofrece.
—¿Tu sabes sobre esto?— su hijo pregunta sin confiar en las habilidades de su padre.
—No estoy tan viejo, han pasado unos cuantos años, pero si, es fácil, es un arma blanca.
—Yo les puedo enseñar a ustedes, tengo muy buena puntería, y las flechas no son tan difíciles de manejar como..el báculo.— la mujer dijo ayudando a su hija a levantarse.
Norash aparece frente al grupo, Nighanton adentrándose en el bosque rápidamente.
—¿Qué es lo que se te ofrece, Norahs?— Shadow habla, alejando a su hijo.
—Gran parte del equilibrio se está restaurando gracias a ellos. — dice flotando al hombro de la chica.
—Eres tan lindo.— susurra acariciando su cabeza.
—Están listos para empezar a madurar, mantener el equilibrio, el deber de toda balanza.
—Ellos no están, para nada listos, no se arriesgaran a ser lo que sea que es una balanza.
—Recuerden, si una balanza se rompe igual lo harán ambos mundos.— Sonríe desapareciendo.
—Maldito gato volador.— ella gruñe desapareciendo igualmente.
—¡Ya se fue Phantom!— grita fillet haciendo aparecer a su compañero.
Black reaparece junto a su hijo.
—Pasemos la práctica para mañana, por ahora vamos a investigar un par de cosas.— Fredd sonríe acariciando sus cabezas.
—¿Cómo las hacemos desaparecer?—Maiton pregunta.
—Solo concéntrese en ello y desaparecerán por su cuenta.
—Adiós espada.— Alfred susurra haciendo está desaparecer.
Los demás imitando su acción, las marcas de sus cuerpos igualmente desvaneciendo.
—Vayan a casa, nosotros ya vamos a llegar.— Fillet les informa lo cual ellos no dudaron de su palabra.
—¿Saben que están mandando una señal de alerta no es así?— Black pregunta cruzándose de brazos.
—So, las chicas ya han de estar con ellos.
—¿Qué crees que haya sucedido esta vez? Crees que ella..
—Solo esperemos que sea una reunión más.
Ambos aparecen en el centro de reuniones y lo primero que ven es a su manada entera discutiendo.
—¡Todo el mundo silencio!— Fillet rugió, todos obedeciendo su comando.
—Gracias, parece que aun te obedecen más a ti como líder que a mi.— Shalyn suspira tomando asiento.
—Ahora, ¿por qué esta reunión y quien la empezó?— él pregunta sentándose junto a su esposa.
—El porcentaje de penumbras ha caído a su punto máximo, cero, no hay explicación alguna.—Corea habla manteniendo la furia contra algunos de los integrantes.
—No es posible.— Antártida gruñe poniéndose en pie.
—Explicame tu, Antártida, como un 56 ha bajado hasta 0, incluso en las grandes ciudades.
—España,ilumina a la manada con tu gran sabiduría. — con un tono burlón Norte hace su petición.
—Parece que Norahs tenía razón, la balanza mantiene el equilibrio entre ambos mundos.— habla haciendo aparecer uno de los libros de la biblioteca de los portadores, así proyectando su contenido con una ilusión.
—Una balanza, seres de ambos mundos que mantendrán equilibrio entre penumbras y humanos.— Sur leyendo asiente. —Es por eso que no permiten que entren al mundo de las penumbras, peligrosos incluso para nosotros.
—Ellos ya consiguieron sus armas, tienen más fuerzas. Esa energía liberada durante el proceso limpio el mundo durante un par de horas.— Black dice entrelazando sus dedos.
—Demasiada fuerza dentro de los cuerpos de unos adolescentes.
Norahs entre risas observa a toda la manada.
—Que incompetentes los ha vuelto la edad. — dice flotando entre ellos. —Habéis descubierto parte de sus habilidades, ahora solo les queda entrenarlos. Encontraron un nuevo rol dentro del universo, aunque sea mucho más grande que sus puestos.
—¿Mayores que los nuestros?— Shalyn gruñe manteniendo sus colmillos ocultos.
—Hace más de 1 millón de años no se ve un ser de este tipo, deben de cuidarlos. El futuro está bajo sus cuidados. — sonríe tocando el báculo de fillet y luego desapareciendo con un poco de su energía.
—Ahí sus respuestas, pueden retirarse y mientras los niveles regresan a la normalidad pueden tomarse un descanso.
—Sí loba gris.— dijeron para así todos regresar con sus familias.
•Domingo 5, Enero del 70, 7 am•
•Territorio Black Sur•
—Primera lección, cómo sujetarlo. —la líder habla dándoles un ejemplo de cómo sostener sus armas.
—¿Está bien esta posición? — Sigfrida preguntó apuntando su arco hacia la diana.
—Excelente, coloca la flecha y dispara.
Su hija asiente y haciendo aparecer una de sus flechas dispara.
—Aprendes rápido, eres una arquera nata, pero te falta mucho camino por reccorer.— sonríe acercándose a maight.
—Vengan chicos.
—Eso intentamos.— Maiton se queja.
—Solo es un pajaro.— ella gruñe ayudando a apuntar.
—Pero está vivo.
—¡Es una ilusión!— Shadow le ruge perdiendo la paciencia.
—¿Comenzaste tan rápido con el movimiento?— Evelyn pregunta acercándose.
—Mientras más rápido mejor.
—Mejor hazlo con Sigfrid, ella si está al nivel. — dice observando como su penumbra se aleja refunfuñando. —Ahora, parece que tienes problemas.
—El pajarito.
—Si, Shadow siempre practicaba con ello, yo por el otro lado utilizaba mi método personal. —Ella crea una ilusión de maderas moviéndose. —Ahí tus objetivos, mientras más le atines más rápido irán.
•Territorio Black Norte•
—Muy bien niños, este es el arte del esgrima.— Fred sonríe sujetando una barra de metal.
—Yo ire a revisar a los demas.— Freddy desaparece dándoles privacidad.
—La espada se toma con ambas manos, un agarre firme, piernas un poco separadas.
El chico asiente.
—La espada de doble filo puede llegar a ser tu amigo y enemiga al mismo tiempo, pueden utilizarla a tu contra con el peso suficiente.— explica colocando la varilla contra la espada.
Walfred traga saliva y asiente nervioso.
—Tranquilo, yo no muerdo, pero durante el entrenamiento siempre se debe estaratento.— dice golpeando su cabeza. —¿Entendido?
—Sí señor.
—Asi me gusta. Imagina que esta es mi espada, si te toco yo gano,si me tocas tú ganas, posiciones,y ¡ataque!
El chico empieza a la defensiva, ambos metales resonando en sus tímpanos.
Una penumbra sujetando al padre pero este con sencillez liberándose. La barrilla terminando junto en el cuello del más joven.
—Brusco,me gusta pero debes analizar los movimientos de tu oponente, es como un juego de ajedrez, puedes comenzar a la defensiva o bajar la guardia mientras analizas, en este caso serían ambos ni tan a la defensiva pero analizando sin bajar la guardia demasiado.— se repite a sí mismo inflando su propio ego por esa victoria.
•9 am•
Freddy regresa con su penumbra y nota como este se encuentra contra el suelo, su hijo sujetando sus manos contra su espalda.
—Mi propio hijo me venció en esgrima.— sonríe con orgullo.
—Llegarán muy lejos en esta vida.— Freddy sonríe asintiendo.
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