~Narro~

La familia Fillet ha extendido sus horizontes.

Cada carrera que eligieron alcanzó un nuevo rango económico.

Así la familia Fillet extendiéndose a nuevos horizontes.

Ambas empresas tanto cinematográfica como musicalmente prosperaron con rapidez, así su compañía siendo bautizada como Darek & Fillet's Entertainment.

Su primer gran éxito como directores independientes fue "F.D.B" una película explicando cada hecho sucedido a través de sus vidas.

Aunque continúan trabajando para la primer empresa que los contrató, Models, y así como los padres, los hijos siguen sus pasos.

Ellos fueron sus primeras figuras a admirar, desean algún día convertirse en personas como sus padres.

Si supieran que el futuro les tiene preparado algo aún mucho más grande.

Siendo sincero, por lo que se, esos chicos son excelentes en su trabajo, iniciando con el modelado con tan solo cinco años, cinematografía a sus siete, y por último música con trece años; claro, con la tutela de sus padres.

Sus poderes continúan desarrollándose, así como en cuerpo y mentalidad.

Los padres intentan convivir todo lo posible junto a su familia; una tarea no tan sencilla. Solo necesitaban algo con que distraerse de sus pasados y esos niños fueron la luz que los alejó de la oscuridad.

Y todos están muy agradecidos con Christopher; y él es el hombre más feliz del mundo, ya de padre a abuelo.

Aunque el mundo teniendo una perspectiva muy diferente sobre la familia.

Así es como los problemas empiezan.

La verdad intentando ser ocultada de los más jóvenes.

A veces creo que sus padres son un poco ingenuos.

•Jueves 14, Junio del 68, 11 am•
•Darek & Fillet's Entertainment•

~Evelyn~

El aburrimiento, no puedo creer que me hayan dejado a mi sola con las finanzas, y encima en la oficina principal. No hace falta mencionar el echo que todo el mundo me llama "señora Fillet", joder, ¿es que se van a olvidar de mi apellido así de fácil?

Señora Fillet esto, señora Fillet aquello. ¡¿Cuándo me llamarán por el apellido Darek?! Ha estado por generaciones, incluso los libros explican cómo no tomaban importancia si es padre o madre, el apellido se tiene que quedar.

Pero no, me tuve que casar con el Fillet de las mismas tradiciones.

Mi teléfono personal resuena, eso es raro.

Solo enciendo la pantalla y mi día está arruinado.

— Oye cariño, emmm, ¿podrías repetirme las categorías? ¿Por favor?  — mi amado esposo Freddy Fillet me pide.

— ¿Qué penumbra confundieron? — pregunté cansada de su falta de memoria.

— Nada grande. — volvió a reír nervioso.

Un rugido al fondo de la llamada hace temblar mis tímpanos.

Veamos, de las diez categorías, ¿cuál será la más cercana?

Categoría 1: Penumbras creadas por la típica tristeza pasajera. Son débiles, tampoco creo que ellos sean tan gilipollas para no identificar una.

Categoría 2: El doble de grandes, radiadores de ira y resentimiento. Podría ser, pero Fred no tiene problemas con esa categoría

Categoría 3: Una combinación de las primeras dos categorías, un poco más escurridiza y con tres cabezas. No es posible ya solo escucho un rugido

Categoría 4: Creadas por el miedo, usualmente son inofensivas y buscan ayuda en vez de atacar. Pero si la llevan a un límite el miedo se convierte en adrenalina y eso en problemas de los grandes.

Categoría 5: Penumbras casi naturales que han intentado invadir el mundo humano, odio esas ya que es lo más cercano a nuestras penumbras

Categoría 6: Una penumbra nacida dentro de ese mundo, un animal rabioso dentro de nuestro mundo.

Categoría 7: Diez metros de penumbra pura, con toques de una mentalidad más avanzada, está puede mimetizarse con el ambiente, es como si luchará a ciegas.

Categoría 8: Es literalmente Bear, ese hombre en un mal día tan solo atrae penumbras, es como un ataque organizado, muy grande. O incluso Shadow.

Categoría 9: Amery, así se llama.

Categoría 10: Me duele aceptarlo, pero nuestros hijos son algo nuevo, intente buscar archivos sobre ello pero no hay nada...es casi imparable cuando se encuentra en su punto máximo. Es mejor detenerlos antes de que crezcan.

....

10...

— Freddy, ¿podrías ir a su colegio? Creo que ya muy pronto me llamarán.

Y así como es el diablo una llamada del director aparece en la pantalla.

Aquí vamos de nuevo.

•11:30 am•

— Por supuesto, no se preocupe, hablaré con ellos. En verdad estoy apenada por el comportamiento de mis hijos.  — dije con una voz suave justo antes de cortar.

De inmediato llame a Freddy, pero por si sorpresa aparece en mi oficina.

— ¿Sucedió otra vez? — me pregunta masajeando mi espalda.

— No sé qué es lo que estamos haciendo mal. — murmuré pasando mis manos a través de mi cabello.

— ¿Tal Vez no es el lugar indicado? — Freddy pregunto. Hasta el no está seguro de lo que dice.

Ahora masajea mis hombros y sus dedos mágicos son una delicia para la espalda.

— Amor, es el tercer colegio este año, y no quiero dejarlos estudiando en casa, necesitan socializar más.

— Sé que es difícil para todos, pero es solo una fase. Solo son un poco protectores..

— Sobre protectores Freddy. — tuve que corregirle.  — Son sobreprotectores.

— Cariño, ellos son perfectos tal y como son, tienen sus problemas así como todos nosotros los tuvimos durante la adolescencia.

— No te atrevas a comparar nuestras vidas con la de nuestros hijos Frederick.

— Solo trato de decir que ellos son adolescentes, ya sabíamos que esta fase algún día llegaría.

— No me agrada esta fase.

— ¿Y que tal si regresamos a nuestras raíces?

— ¿A España? ¿No es mucho Papeleo? — demasiado papeleo Fillet. A menos que tú me ayudes con ello tal vez lo consideraría.

— Será divertido, podemos echarle un ojo al colegio, el estudio está en Barcelona, el set pues nos la arreglamos.

— Freddy, no puedo volver, así de sencillo, además, ¿a donde piensas que iríamos?

— ¿No quieres o no puedes Evelyn?

Odio la lógica que utiliza este hombre.

— No quiero volver a España. — respondí observándolo directamente a los ojos.  — Y deja de meterte con mi cerebro, ¿si? No me agrada cuando eres así de intrusivo. — le advertí alejando sus manos de mi.

— Él no se enojara Evelyn, solo necesitan conversar un rato eso es todo.

— Es Bear, quien está resentido conmigo por no mandarle siquiera un mensaje en los últimos ochos años. — tuve que recordarle para cruzar mis brazos y comenzar a girar en mi silla.

— Es tu hermano, él entenderá.

Ya para que pelear contigo. Me rindo, estoy completamente cansada de esta vida, quiero correr en el bosque y ver algo de cielo azul.

— Muy bien, ve ha avisarle a los demás. Yo llamaré a Warren para que comience el traslado.

Él tan solo besa mi cabeza y luego me acaricia el cachete.

Maldito oso controlador.

— Si, ya, vamos muévete, no tenemos todo el día.

— Eres una loba gruñona, ¿no desayunaste cierto?

— Si no comienzas a moverte tendré que cerrar mi puerta, señor Darek.

— Perdón, señora Fillet. — ríe todo lo que quieras, pero en el bosque nadie te escuchará.

Me levanto de mi silla y cierra la puerta.

— Amor, ¿qué haces? — lo escucho preguntar, su ritmo cardíaco es acelerado.

— ¿Por qué no jugamos a que tú te quedas y yo te dejo sobre el escritorio?

— Iré a ver cómo siguen los niños. — me sonríe y desaparece.

— En España tendremos mucho tiempo a solas.

Solo lo hago por los niños, Frida necesita más aire fresco, no me gusta verlos todo el día pegados frente a una pantalla. Les puede hacer daño a la vista.

¿Por qué demonios me casé con él? Ya lo sé, porque me andaba de obsesionada durante el colegio.

Otra cosa por maldecirte Amery.

•Viernes 15, Junio del 68, 7 am•
•Casa Fillet•

~Narro~

Maletas junto a la salida principal, múltiples autos parqueos frente a la puerta. La familia entera se mudó por primera vez.

Regresan a casa.

Aunque por lo que se ve Christopher es el único que se quedará en Estados Unidos.

— ¿Seguro no quieres ir con nosotros? — Fred le pregunta preocupado por dejarlo a solas.

Tan sólo quiere pasar tiempo con su padre, ya con 58 años y el tiempo avanzando....nadie quiere perderlo.

— Iré en un par de meses, aún tengo que arreglar unas cuantas cosas. — él responde antes de abrazar a sus dos hijos.  — Cuídense, y espero que no dejen de llamar. — dijo revolviéndoles el cabello.  — Par de monos.

— Ni soy un mono.

— ¿Podemos quedarnos con el abuelo? — Maight pregunta cruzándose de brazos, sus ojos verdes observando a sus padres.

— Pecas, cállate.  — Alfred le golpea justo en la nuca.

— Oye! Eso duele Al! — Maight gruñe enseñando sus colmillos.

— No me quedaré con un demonio. — Christopher le responde a su nieto.  — Y ya no estoy para cuidar a alguien sonámbulo. Peor con ese cabello tuyo, pareces un loco murmurando cosas mientras te robas la leche.

— Ni que me quisiera quedar contigo. — él murmura haciendo aparecer un bastón.

— No necesito esa cosa.

— Viejo terco.  — Nanton susurra molesto.

— Ataquen. — Shadow ordena.

Wilfred y Sigfrid sonríen y saltan sobre ambos Black.

— Suelta!!!! — Nan vuelve a rugir jalando el cabello de su prima.

— Tu pedazo de mierda deja mi cabello!! — ella maldijo antes de morderle y gruñir.

— Ese lenguaje! — Freddy y su hijo Alfred le gritan.

— Déjenla, Freddy no te hagas santo que has dicho peores. Tu si Alfred, tan santo como tus tíos.

— Yo no. — Phantom y Night responden al mismo tiempo, algo lo cual hace reír a Max.

— Sig, suelta.  — Frida intentando soltar la mandíbula del brazo de su primo.

La chica tan solo gruñe y aprieta aún más su mordida.

— Mami. — Nan lloriquea observando a Max.

— Tu te lo buscaste. — su padre responde.

Sigfrid le suelta y escupe la sangre.

— Tienes suerte que ni uno tiene corrosivo en la boca. — Night ríe levantando a sus dos hijos.  — Vayan al auto y nos esperan. — él pidió empujándolos un poco.

— Adiós abuelo. — los gemelos dicen a la vez que toman sus maletas.

— ¿En serio ustedes son de España? A papá se le nota más un acento británico.

— Porque tu mamá era británica, nos conocimos durante las vacaciones, hay dios, la mierda de paloma nos reunió.

— Valeeee, niños suban al auto, creo que a su abuelo se le olvidó tomar su medicina. — Fred dijo llevando a Chris hacia el sofá.

— Tampoco estoy tan viejo, Fred. — él le regaña intentando levantarse.

— Tienes casi sesenta años, cuarenta más y tú te nos vas. — dijo haciendo aparecer su frasco de pastillas.

— Y tú estás joven y tienes que estar tomando también medicina. — él murmura tomándose la primer dosis del día.

— Algo que no nos dicen para que. — Frida se cruza de brazos.

— No les incumbe.  — Shadow responde acercándose a Cristopher y abrazándolo.  — Llegas lo más rápido posible pa. — ella pide sin querer soltarlo.

— Lo prometo. — susurra bostezando antes de quedarse dormido.

•7:30 am•
•Miami International Airport•

— ¿Está todo el mundo listo? — Pine preguntó sujetando la mano de su hija Luz.

Melissa, una mujer alta, rubia y de ojos azules junto a la chica, sujetando su cabello en un moño.

— Gracias. — Luz susurra sonriéndole.

— Mike ya sabe que llegaremos un poco tarde, nos irá a traer. — Fred avisa sujetando con un poco de fuerza su mochila.

— Es cierto, el tío Mikey vive ahí — Sigfrid dijo con una gran sonrisa, la emoción notando se al ver como algunos de sus mechones flotaban.

— Calma escarabajo, son casi ocho horas de vuelo, y mientras que no puedan controlar bien sus dones no podrán utilizarlos tan lejos. — Freddy le recuerda sujetándole la mano.

— Bien. — los seis adolescentes responden casi refunfuñando.

— Pasajeros del vuelo 4B, aproximarse a abordaje. — el grupo escucha

— Esa es nuestra señal. — Rebeca dice sacudiendo el hombro de su hijo Whale, el cual parecía estar perdido con la música en sus auriculares.

— Alfred, te sientas junto con Frida, Wil, tu con Maight, Sig tu y Nan. Y creo que Whale y Luz pueden ir juntos. — Evelyn organiza los asientos de los más jóvenes.

Así sus padres tendrán un poco de tiempo para sí mismos.

Es un viaje algo largo, pero no demos relleno dentro del inicio.

•10:39 pm•
•Carretera a Toledo•

La mayoría se encontraban dormidos, Mike conducía uno de los buses escolares del colegio.

Aunque lastimosamente Pine, Melissa y Luz se quedaron en la ciudad.

Freddy se ha sentado tras él ya que ambos podrían estar cambiando cuando el otro se sintiera cansado.

— Oye Mike, perdón por la mudanza tan repentina, alguien no busco al menos un hotel. — Nighanton gruñe entre susurros no queriendo despertar a su marido.

— Esta bien chicos, pueden quedarse hasta que encuentren un lugar, y sé que ustedes siempre hacen las cosas rápido. — el hombre responde acelerando un poco más.  — Aunque la serpiente que enviaste fue una sorpresa que no esperaba. — rio nervioso, observando como un auto le rebasa.

— No puedo creer que esa cosa haya durado más que mi perro. — Freddy murmura cruzándose de brazos.

— Serpi es inmortal, perra. — Fred ríe entre susurros con una gran sonrisa.

— Esperemos que siga viva ya que Lizzy está muy interesada de cómo funcionan las serpientes. — Mike comenta desacelerado por una señal de túmulos.

— ¿Qué? ¿Dejaste a ese monstruo con mi serpiente? — Fred pregunta sin creer lo que acaba de escuchar.

— Henry no puede ya que está trabajando, ese par están siendo cuidados por un par de penumbras bobas.

— Mike, si mi serpiente aparece destrozada, yo te destripare.

— No puedes si ya me destriparon una vez, recuerda, medio muerto gracias a William.

— Pues destripo a Henry.

— No metas a Henry en esto.

— Entonces espero que mi serpiente siga viva. — él gruñe como advertencia.

— Fred, algún día esa serpiente morirá y estarás llorando con sus cenizas dentro de un jarrón. — Freddy dije dándole una palmada en el hombro.

— No soy como tú, de remate tienes un jarrón del tamaño de un galón de agua, ese perro era enorme. — él respondió cruzándose de brazos.

— ¿Puedo conseguir otro gato? — Shadow pregunta, ya no soportando a su familia.

— Yo ya tengo a un montón de cachorros y dos ojos viejos que cuidar.  — Evelyn gruñe intentando dormir.

Mike comienza a reír y se voltea hacia Phantom.

— Tú deberías ser estéril. — le informa volviendo a ver la carretera.

—¿Pero y Maight?  — Night pregunto sin creer ni una sola palabra.

— Ya no importa. Otro proceso que fue un "fracaso". Se nota mucho que es tu hijo y de Max, aunque esa nariz no se de quien será, pero es lindo, la tiene bien formada para ser un tipo de quimera entre oso y lobo, A veces sus hocicos pueden ser algo raros, pero este sacó la nariz de lobo. Y con ese carácter se nota que es un Black.

— Si, se parece mucho a él.  — Phantom suspiró con melancolía en su voz.

— ¿Aun siguen con sus terapias cierto? — Mike pregunta

— Si, todas las tardes. — Evelyn dice entre un bostezo.

Ella de golpe se levanta y observa el gran bosque.

— Mike detente. — ella dice caminando hacia la parte trasera del autobús.

— ¿Qué? — él preguntó sin haber escuchado bien su petición.

— Detén el autobús.  — ella gruñe viéndolo directamente a los ojos. — AHORA — vuelve a gruñir esta vez sus colmillos goteando pequeñas gotas de corrosivo las cuales queman un asiento.

Mike frena casi de goteo y el resto de pasajeros se golpean contra los asientos enfrente suyo.

— Tío Mike, a la próxima avisa por favor. — Alfred se queja mientras se cubre la nariz.

Todos escuchan la puerta abrirse y observan a Evelyn salir observando el gran bosque.

— Evelyn, no es buena idea estar parqueados tan tarde. — Freddy le recuerda observando a sus alrededores.

Shadow de golpe desaparece, pero Shalyn avanza hacia el gran y oscuro bosque.

Centenares de robles bailando al son del viento, una espesa niebla cubriendo el suelo. El único sonido que se lograba escuchar era el rugido de un motor a la espera.

— Espérenme en casa, tengo que hacer algo. — ella les avisa adentrándose en el bosque.

Fred de inmediato reconoce el lugar y hace aparecer en uno de los asientos. Él toma su lugar y cerrando la puerta arranca.

— Estamos en la 54. — él informa acelerando.

— Territorio Black. — Night sonríe mientras niega.

— Pero ellas...¿las dejarán solas? — Matías pregunta viendo cómo se alejan del lugar.

— No estamos invitados a este lugar, aún no entienden de las consecuencias si nos topamos con él. — Freddy dice comenzando a curar las pequeñas heridas del repentino frenado.

A lo lejos se escuchan dos simples disparos.

— Mierda mierda mierda. — murmuraba Fred al ver que su hermano había desaparecido.

— Perdón pa. — Walfred susurra sujetando su cabello.

— Alfred, no. — Fred gruñe observando a sus dos hijos por el retrovisor.

Un tercer disparo se escucha y los dos más jóvenes desaparecen.

Un gran campo de fuerza cubre a ambos animales, la familia quedando frente a frente con un solo hombre.

Bear Black, quien sujetaba firmemente su escopeta.

— Niños, no se metan en discusiones entre adultos. — Bear les pide, bajando su arma.

— ¡Le disparate a mamá! — Walfred ruge viendo las pequeñas gotas de sangre en el hombro de la loba.

— No a propósito, estaba de caza y ella se camufló con el resto de animales salvajes del lugar, y encima intenta morder. Creo que mis razones están justificadas. — el responde haciendo desaparecer el arma.

Ambos padres vuelven a su forma humana y Freddy ve la herida del hombro de su esposa.

— Niños, regresen al autobús. — Freddy les pidió intentando calmarles.

— Bear, no estás en el terreno, estás muy lejos de casa. — Shalyn le informa a su hermano.

— ¿Y ustedes qué hacen aquí? — él preguntó viendo como los tres jóvenes gruñían.

— Solo regresando al territorio original. — Shalyn responde escupiendo el exceso de corrosivo en su boca.

— ¿Qué hacen en España Evelyn? Teníamos un acuerdo. — Bear gruñe cruzándose de brazos con impaciencia.

— Nos estamos mudando. — ella responde, frunciendo, el dolor palpitando a través de su brazo.

Él suspira con cansancio  — Iré a empacar, no me quedaré en el mismo país que ustedes.

— Entonces dame las llaves de la casa. — ella sonríe estirando la mano.

— Esa casa no es tuya. — dice entre gruñidos.

— Mi familia tiene todo el derecho de disponer de esa propiedad, y tú lo sabes más que nadie aquí,  Bear.

Él hombre retrocede cinco pasos y sonríe.

— Bien, pueden quedarse si es que al menos logran entrar. — dijo entre risas.

— Tu pedazo de! — ella grita a la vez que salta sobre él, pero una barrera invisible siendo lo que le impide.  — Yo soy tu hermana!! No puedes hacer esto!! — ella ruge arañando la barrera.

— Claro que puedo hacerlo. — Bear responde apoyándose contra uno de los árboles.

La neblina poco a poco se dispersa.

— ¿Una barrera?  — Sigfrida cuestionó el poder de su tío.

— No pueden destruirla, me tarde años en averiguar este pequeño truco. — Bear sonríe con orgullo.

Walfred gruñe y golpea el domo con su puño derecho  — Odiamos estás cosas. — él gruñe apoyándose en este.  — Abre el paso. — pide volviendo a golpear el domo.

— No. — siempre y sencillamente el hombre responde con un tono irritante.

— Abre el domo a la familia ya. Te lo estamos pidiendo a las buenas. — Sigfrida le informa acercándose un poco más.

— No pelearé con unos infantes. — Bear dijo dándose vuelta al mismo tiempo que caminaba.

Lentamente los rusos comenzaban a flotar, pequeñas penumbras de un blanco brillante aparecían.

— Muy bien, será a las malas. — Walfred dice poniendo sobre el domo ambas manos.

Cada una de las penumbras se expande como si se tratarán de sanguijuelas, bebiendo la energía que es contenida en el domo.

Poco a poco miles de grietas aparecen sobre la barrera que Bear había creado.

Finalmente este explotó en una gran bomba de energía, pero las penumbras continuaban absorbiendo hasta que la última gota desaparece.

— Eso es imposible. — Bear murmuró alejándose de sus sobrinos.

— Si dejaras a la familia fuera, creo que las barreras no deberían existir. — Walfred dice haciendo desaparecer las penumbras.

Shalyn se acerca a Bear y sonríe.

— Ellos son todo un milagro, ¿no lo crees Bear? — ella sonríe regresando con su familia.

— Tío Bear, tu poder es algo débil, utilizas energía negativa cuando no la tienes, utiliza la positiva y será una carga mucho más fuerte. — Walfred le aconseja apoyándose a un lado de Freddy.

— Las penumbras no son energía positiva. — Bear responde molesto por haber destruido su trabajo de por vida.

— Pueden serlo, solo requiere práctica. — Sigfrida sonríe antes de abrazarlo.  — Te extrañamos mucho. — ella susurra sin querer soltarle.

— Pueden entrar cuando quieran, pero la barrera aún sigue. — él susurró creando un nuevo domo.

•Sábado 16, Junio del 68, 10 am•
•Territorio Black•

La gran familia se encuentra caminando por la antigua carretera de piedra. Estaban ansiosos por conocer el hogar de los Black.

— ¿Cuanto falta? — Maight se queja arrastrando los pies.

— Muy poco. — Shalyn responde acelerando el paso.

— ¿Bear al menos está? — Pine pregunto preocupado por los aullidos.

— Si. — Ella vuelve a responder .

— ¿Seguras es por aquí? — Fredd pregunta no reconociendo el camino.

— Conocimos el lugar de arriba a abajo. Esto no se olvida. — respondió entre risas.

Múltiples lobos salen del bosque y la líder de acerca a ellos.

— Mami regresó a casa. — ella susurra acariciando a uno de los lobos.

— Casada. — Fredd canturrear acercándose hacia su esposa.

— No atacarán. — ella les aseguro al resto antes de escuchar las rejas de tal único detallado.  — Vamos antes que Bear cambie de opinión.

La manada de lobos regresa a su hábitat mientras que el grupo se acerca hacia la entrada principal.

— ¿Nos tendrá aún en el sistema? — se pregunta a sí misma.

Shalyn coloca su mano contra el escáner y este se ilumina en verde.

— Parece que sí. — Night dijo abriendo la puerta.  — ¡¿Bear?! ¡¿Estás en casa?! — el grita observando la gran sala.

— Todo parece seguir estando en su lugar. — Max murmura observando los sillones de cuero.

— Ustedes acomódense, nosotras iremos a buscarlo. — ella informó subiendo las escaleras de madera.  — Te extrañe. — susurra acariciando el barandal.

Shalyn camina hacia uno de los cuadros originales, pero al intentar tocarlo su hermano le sujeta.

— ¿Qué haces? — Bear pregunta sin confianza.

— Se en donde están. — ella responde arrebatando su mano y quitando el cuadro de su lugar.

Una pared de madera algo alejada era lo que vino a la vista.

— Parece que no ves que solo hay una pared ahí. — su hermano gruñe tomando el cuadro con intención de colgarlo.

— No, aquí es. — ella murmura presionando los botones ocultos dentro de la pared.  — Si Fillet tiene una biblioteca tan extensa sin contar con los libros que tu entregaste, ¿en donde está el resto? — ella preguntó.

La pared lentamente comenzó a abrirse.

— Una penumbra permanente que no se activa hasta que es requerido. En estos últimos años mi memoria ha estado volviendo. No sabes cómo abrazo la calidez de esos recuerdos. — ella murmura entrando al gran salón.

— ¿Una biblioteca? Pero concuerda con los planes. — Bear susurró viendo los libreros extenderse por cada pared.

— No estamos en casa, nos llevó al otro lado de la montaña. — ella informa antes que la pared volviese a cerrarse.

Muebles antiguos se encontraban frente a lo que parecía ser una chimenea en mal estado así como la cabaña en si.

La mujer acercándose a los libreros y pasando su mano sobre el lomo de cada polvoriento libro.

Se detuvo al ver los libros infantiles.

— Papá siempre leía uno antes que fuera a dormir. Decía que era una de las cosas más valiosas en nuestra pequeña familia.

Comenzando a tirar cada libro ella encuentra hasta el fondo el libro de la sopa de piedras. Al abrir el pequeño libro encuentra tres papeles amarillos doblados a la mitad.

— Las escrituras están divididas en tres, ahora en dos ya que bueno...ya sabes.. puedes hacer lo que quieras con tu mitad, pero el resto es mío y de mi familia. — ella le deja la situación muy en claro a Bear antes de entregarle una de las escrituras.

— ¿Cómo lo sabías? — le preguntó leyendo el papel.

— También es mi hogar. — ella susurra desapareciendo con sus escrituras.

— Gracias. — Bear susurró intentando no llorar.