•Sábado 30, Agosto del 70, 10 am•

•Casa Emily•

~Evelyn~

Aquí vamos, hay que superarlos, solo es una memoria más, parte del pasado...y ahora presente. No poseen dones, no seas una marica como FIllet y enfréntalo con la frente en alto. Maldición, esta es una de mis pesadillas volviéndose realidad.

Tocó una sola vez el timbre, listo, nada te costaba hacer eso.

No puedo creer que la casa que construimos para Mike y su familia estén hospedados dos de las personas que arruinaron nuestras vidas.

Siquiera está terminada, y ellos se quedan a dormir aquí como ratas, invasores. Remodelare yo misma este lugar cuando ellos mueran.

William abre la puerta y me observa sin decir palabra alguna. Mejor, no quiero escuchar su voz.

—En que Lucy no mintió. — escucho a Shadow; otra cobarde por cierto; hablar a través de la conexión.

—¿Qué es lo que quieres? —él pregunta haciéndose a un lado, permitiéndome entrar.

—Tu nieta en verdad nos está jodiendo. —dije, y al entrar veo como solo las bases de la casa se encuentran levantadas. —Estoy más que segura de que ella nos obligó. —dije y veo a Owyn anotando algo en lo que parece la copia del libro. —Que mal, no te quedó la marca en la frente.

—Que graciosa, ya me preguntaba cuando me lo ibas a recordar. — dice sin dejar de escribir.

—Si, tu hija en verdad toca los cojones no lo crees? Como que estuvo literalmente controlandonos desde hace meses. Quien sabe si eso afectó nuestra decisión.

—Yo solo hago esto porque estoy fuera de ese lugar. — William sonríe cerrando la puerta de golpe.

—No te preocupes, yo seré quien los mande de regreso. —sonreí tomando el libro que Owyn tenía a mano. —¿Qué es esto? —pregunte leyendo cada uno de los capítulos. —¿Por qué estás escribiendo sobre las habilidades de mis hijos?

—Ustedes nos pidieron encontrar una solución para esas fugas de poder, o ahora, la falta de energía.

—No busquen nada sobre la falta de energía, eso ya tiene respuesta, quiero saber qué es lo que ellos son y qué es lo que Camely busca en ellos.

—Por supuesto, todo y más con la condición de que nos mantengan vivos. —Maldito Amery.

—Bien, que tienen que decir, Y NO TOQUES LAS VIGAS, WILLIAM. Te lo advierto. —dije regresandole el libro.

—Si tuviera mis dones, serían brocheta nuevamente. ¿Cómo o porqué Luciferum los liberó del infierno? —él pregunta tomando un segundo libro.

—Dice que es una tortura mental, y parece que funciona. — murmuré sentándome en lo que parece el inicio de las escaleras de la segunda planta inexistente.

—No es tortura, son consecuencias.

—Y aquí vamos. —gruñí y noto como ambos tenían sus cabezas agachadas. —Enséñame tus trucos de adiestramiento. —dije acercándome.

—Necesito a tus hijos completos, y con sus mentes no tan destrozadas, de eso yo me encargare de terminar. —sonríe y llamaradas me rodean. —Muestrales sus peores pesadillas, con eso empiezas.

—Oh por favor, dime más, para que hayas adiestrado a dos Amery.

—En verdad soy un gran fan de tu método de tortura, incluso te daría el puesto de torturar un par de almas, pero de ahora en adelante yo me encargare de la tortura de esos niños.

— Lástima hubiera sido divertido.

— Ahora, porque no hablan ustedes dos. — dijo mientras señalaba a ambos Amery.

— ¿Cuándo fue la última vez que perdieron el control Evelyn? — William pregunta revisando su libro.

— Hace poco diría yo. —respondo observando como anota.

— ¿Es común para ellos perder el control tan seguido y de esa forma tan grave? —hace una segunda pregunta.

— No.

— No es el estilo de camelia atacar de esta forma, pero tengo una leve sospecha de que su luna llena se puede estar acercando. — él dijo cerrando su libro un poco más tranquilo.

— Son luna qué cosa es mami es que piensas que ellos mis hijos están tan atrasados como para que su luna aparezca a esta edad.

— Sí, eso es lo que pienso Evelyn, porque me dirás tú, que tuviste una luna llena a una corta edad, ¿o no fue así linda?

— Si no cierras la boca en este mismo momento perderás todos y cada uno de tus dientes. Tienes suerte con tu necesito con vida.

— Por supuesto la gran Evelyn Derek necesita a Williams Amery a su servicio o eso se años lo que sé decir.

— Eso no es algo que se escucha todos los días. — Dijo luciferum mientras reía a carcajadas.

— Porque no te vas de una sola vez a molestar a Alfredo o a alguien más por favor, no te necesito. — Dije mientras que él desaparece entre sus tan amadas llamas.

— Aún recuerdo el día en el que te hizo leer la propia cola de Caín Black creo que incluso tengo un video probando que sí sucedió. ¿Por qué no repetimos eso, esta vez con Bear? — Williams sonríe haciendo aparecer lo que parece.... en los maldito collar.

— Creí haber destruido eso hace años. ¿Por qué lo tienes?

— Tranquila solo es una copia. — Dice haciendo aparecer a Fillet, saben, hasta hoy me entero que si a Fillet le quitan la t significaría chica en francés.

Con razon es tan marica.

—Pero que carajos? —murmura viendo a William —¡¡¡SE SUPONE QUE NO TIENES DONES!!! ¡¡EVELYN MATALO!! —gritaba alejándose.

— ¿Por qué no utilizaste los dones antes? pregunté mientras me acercaba hacia él.

— La única razón por la que no los utilice fue que no quiero regresar al infierno. Creo que esa es una muy buena explicación para esto y no verlos asesinados el momento que los vi nuevamente.

— Ay, Dios Santo, vamos a soportar ahora a William con dones, ¿tú también tienes dones y nos lo ocultaste o eres un don nadie? — Le preguntó a Owyn señalándole.

— No solo él tiene sus dones, por desgracia.

— Excelente, ahora, ¿Freddy encontraste a Antártida? — Preguntó sonriendo.

— Si, lo encontramos en una casa de retiros, oculto entre un montón de señores en pañales. — Qué tan bajo puede caer Oris, no lo sé

— Muy bien, iremos por él. — dije mientras tomaba mis cosas y me retiraba de esta casa de locos.

Freddy aparece a mi lado observándome con cautela. — ¿Estás bien? — pregunta con interés a mi respuesta.

— Si todo está bien.

— ¿Algo interesante que te han dicho? vuelve a preguntar acercándose más.

— Mucho menos, leí sus apuntes, pero lo que me extrañó fue que solo hablaban sobre ellos. Tienen una extraña obsesión con esas alas, incluso Lucy. Me pregunto porque Norahs nos dijo que debíamos tener cuidado cuando ellos fueran adultos.....

— No te preocupes no ha de ser nada, el siempre habla locuras igual a Baltazar.

— No estoy tan segura de eso esta vez Freddy. Creo que algo nos quiso decir ese día. — Dije mientras jugaba con mis manos.

— Solo vamos a buscar Antártida, ha sido un día largo y necesitamos descansar antes de mañana. — dice desapareciendo.

¿Por qué tengo ese sentimiento de vacío en mi interior?

No debe ser nada, tal vez solo... no ha de ser nada.

•11 am•

Aquí estamos, frente a frente al integrante más revoltoso e irritante de toda la manada. Antártida, o más conocido como Oris, un traidor de nuestra especie.

Alguien que no merece ningún título, es más, no merece ser recordado.

Debemos aprovechar la oportunidad que ellos están enfermos y fuera de servicio, el momento perfecto para asesinar a alguien sin que se enteren.

—¿Qué haremos con él? —Phantom pregunta observando al lobo gruñendo.

—Ahaztua. —Fillet responde haciendo aparecer un muy viejo pergamino.

—España, necesitamos a un Antártida, él no tiene más descendencia en su linaje. —Sur habla sin querer que eso suceda.

—HE DICHO AHUZTUA. —gruñe y tacha con una penumbra el nombre de Oris. —No perteneces aquí. —le informa acercándose a él. —Pero, antes que te pierdas en locura, quiero que me hables sobre tu hija. —ya no está jugando, poco a poco él me arrebata más poder como líder.

Él toma su forma humana y le gruñe a Fredd. —No diré una sola mierda sobre esa chica. Ella no es mi hija. —le escupe en el rostro, sonriendo.

—Habla, Oris, o terminarás igual a los Amery. —le advierto, apunto de anotar un nuevo nombre en el pergamino. —¿De dónde proviene la pava? —vuelvo a preguntar, anotando su nombre, reemplazando al del padre.

—Tacha su nombre de ese pergamino, ella no trabajara con ustedes. Siquiera sus hijos desean hacerlo. — escupió en el zapato de Fillet.

—Si continuas asi, no tendre problema en asesinarte aquí y frente a todos. No degradarias así a tu familia, ¿o sí? ¿Qué hubiese dicho tu tío? —Black pregunta sonriendo.

—Ustedes lo asesinaron...lo abandonaron como un lobo en un bosque, bloqueado y sin forma de regresar. Perdió su mente por algo que yo hice, no fue su culpa. —decía negando.

—Queremos la historia de esa niña, no lo que tu tío decidió por sí solo. Decidió salvar a una escoria como tú. Todos perdimos a un amigo por tu culpa, así que será mejor que hables, a menos que desees manchar aún más su nombre. —Amo cuando no tengo que hacer nada y él ya conoce su rol.

—No sabrán nada más de que ella es mi hija, nada más.

—QUE HABLES. —Fillet gruñe sujetando su cabello.

—Es parte de tu familia. —sonríe mostrando sus colmillos.

—Eso ya lo sé, quiero que me digas como fue que la ocultaste durante años, o con quien. —dije cerrando el pergamino.

—El plan se trataba de que un amigo de la familia la cuidase. —habla monótonamente.

—Fillet, quiero que lo diga él, no que lo obligues, quiero saborear ese sentimiento de ira. —sonreí y él lo liberó de su control. —Así que un amigo, ¿cuál amigo?

—No se preocupen, su amiga Amery lo asesinó al enterarse. —responde negando.

—¿Cuál era tu plan? —Sur pregunta, apretando las penumbras.

—Dejarla con él, que la criara en mi lugar...su madre no me lo permitió, me iba a acusar con la manada, no tuve más opción que permitírselo...lo que yo y mi amigo hicimos...

—¿Qué hicieron Oris?

—Él tratando de ayudar...o por bien propio...perdón.

—No te disculpes, hacías lo que pensaste correcto para tu hija, pero te has equivocado. Dinos qué sucedió y podría reflexionar sobre tu castigo.

—Él se casó con ella...eran felices...todos excepto mi hija. Yo tan solo me aleje, eso era mejor a que vivir como ustedes, personas que se quedaran solas.

—Retracta esas palabras Oris. — Fillet gruñe sujetando su cabello.

—Nunca, es la verdad, sus hijos abandonaran este legado, por mierdas como ustedes.

—Mi decisión no cambia, pero antes, por que confiaste en ese amigo tuyo?

—Hay muchos más portadores de los que conocen, le ofrecí la mitad de mi don, se suponía que la entrenara, que la protegeria...murió sin hacer mierda. —Esas fueron sus últimas palabras, antes que Fredd le obligará a tomar su forma humana y bloquearlo por el resto de su vida.

— Llévenlo a la reserva y creen el domo, será el único que no pueda salir. —ordena y el resto de la manada desaparece.

—¿No crees que fue algo drástico? —Phantom pregunta observando a Freddy.

—Se lo busco desde muy temprana edad, solo era cuestión de tiempo que volviese a hacer algo así. Aunque no puedo permitir perder a una gran parte de los protectores. —responde y aparecemos en casa.

La casa en donde parece que sucedió un armagedon. Tanto muebles y luces rotas, así como muchas plumas alrededor de la cocina.

—¿Qué coño ha sucedido? —Fred pregunta notando uno de los muebles partidos a la mitad.

—Sus hijos enfermos y unos bebés enojados. —Chris responde cargando a los cuatro pequeños llenos de polvo y plumas.

—Ellos hicieron esto? —Pregunte observando a los cuatro bebés apunto de llorar.

—Con la colaboración de una fuga de poder de sus hermanos, como pueden ver, hicieron desastres. —sonríe entregándome a mis hijos, quienes empiezan a llorar.

—Si, mejor lloren por que se han quedado sin galletas. —gruñí y ellos lloraron aún más fuerte.

De golpe desaparecen de mis brazos, escucho aun sus llantos en la plata alta. Tuve que ir a buscarlos, pero Alfred me recibió mostrando sus colmillos, sus alas cubriendo a sus hermanos.

—¿Por qué están llorando así? —me pregunta, una de su pluma justo en mi frente.

—Destruyeron la casa, se quedan sin galletas. — respondo, así sus llantos aumentando.

—No lloren, yo conseguiré galletas. — le sonríe y los cuatro pendejitos se acurrucan en su pecho, comenzando a dormirse.

—Serás un terrible padre. —dije observando como él los cubre aún más.

—Ustedes son terribles padres, creo que podemos llegar a ser mejores. —responde acurrucándose con sus hermanos.

—Siempre sabía que eras débil, mírate, en una cama al borde de la muerte...me das lastima...nunca tuve que haberlos tenido, estábamos bien sin hijos. Ahora solo tenemos problemas gracias a ustedes, en verdad me arrepiento.

—Solo vete. —lo escucho murmurar; ¿es eso lo que creo?

—¿Estás llorando? —preguntó cruzándome de brazos.

—¿Y eso qué? ¿Qué tiene que llore de vez en cuando? ¿Qué tiene de malo llorar? —preguntaba abrazando a sus hermanos.

—Que cuando seas un líder, no se te permite llorar, no tú, no puedes ser débil, no puedes tomarte días libres sólo porque estás jodidamente enfermo, deberías estar ayudando con el asunto de Amery. No aquí, durmiendo todo el día.

—Ustedes están locos. — gruñe y crea un domo a su alrededor.

—Igual ustedes. —responde y cierra los ojos.

—Idiota. —murmure y aparezco en la cocina, solo para ver a ambos Amery en casa. —¿Que descubrieron para venir aquí? —pregunte tomando una taza de café.

—Tenemos una teoría de lo que posiblemente ella puede estar haciendo en este momento, con la manada y posiblemente las embarazadas. —William responde mostrando sus apuntes. —Tiene mi libro, está siguiendo mi plan con éxito.

—No le está importando los riesgos, solo hace y hace, sin importar el método. —Owyn continúa mostrando los patrones que ha llevado hasta ahora. —El quiebre entre dos realidades parece ser una forma de quebrantar su manada, dudando de su lealtad hacia el otro. Algo tonto diria yo.

—Entonces ella es idiota. — sonreí dando un sorbo a mi café

—Algo, ya que la fórmula necesita un ingrediente algo complejo, un momento de suerte en su vida, podría ser en un evento importante o uno como no tener un sacapuntas en un examen. Difícil de extraer. —maldita mocosa.

—Controla a tu maldito gremlin, Owyn, está fuera de control. —dije entre risas.

—Lo más seguro es un demonio poseyéndola, no era tan mala de pequeña. —murmura repasando sus apuntes.

—Claro que no, es idéntica de maniática que ustedes, psicópatas.

—¿Y tú? O me dirás que eres santa después de haberle dicho eso a tu propio hijo, estas paredes en verdad tienen eco. — William sonríe y yo lanzo el café directo a su rostro.

—¡Maldita perra! —grita adolorido.

—No me digas como educar a mis hijos, ellos se merecen este trato. Así que mejor hablen de los trucos y procedimientos de su gremlin y lo que planea hacer.

—Ella quiere crear una manada mucho más fuerte que ustedes, y sus hijos son la clave. Si consigue que esos tres se le unan y compartan la energía dentro suyo, sería el fin de sus vidas. Si se niegan, como lo hemos visto, el plan B sería, obligarlos, y en el peor de los casos extraer el resto de su energía hasta ya no haber nada. —sí, tan psicópata como ellos.

—No se cual energía ella extraerá, porque por lo que yo sé, con lo que hicimos muy pronto dejará de existir. —Eso sería lo mejor.