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¿Ayuda?: Parte I

•Lunes 1, Septiembre del 70, 10 pm•

•Casa Black•

~Evelyn~

Nos mantuvimos toda la noche buscando cada perímetro dentro del territorio conocido. Lo único que hemos logrado es que se empezará la evacuación de media ciudad durante la noche, camiones y autos saliendo del perímetro acordado, y nuestra casa en la ciudad siendo renovada gracias al trato del Senador, quien al parecer habló con los altos mandos y su idea fue aceptada. Estamos ahora atrapados con un contrato de mierda gracias a ellos.

Los Amery regresaron a su vieja casa, buscando cualquier cosa que sea útil, pero la maldita se llevó absolutamente todo. Libros, fórmulas, equipo, se lo ha llevado, así ellos no son de ayuda alguna.

Les diré lo peor, desde que estos idiotas desaparecieron nosotros tenemos que hacernos cargo de todas sus responsabilidades, y por lo que veo ahora, sus hermanos incluidos en el paquete.

Estos niños son inquietos, no quieren dormir, no quieren comer, y mucho menos bañarse, ¡no sé qué es lo que quieren!

No dejan de llorar y tratar de escaparse de la casa a través de la puerta trasera, sin entender que solo hay kilómetros y kilómetros de bosque.

—Por favor, quédense quietos. — suplico, ellos jalando mi cabello.

Fran empieza a gritarme mientras golpea mis cachetes.

—¡Ya mocoso de mierda! ¡¿Qué es lo que quieres?! —grite y lo dejó en su cuna. —Te vas a quedar ahí con los demás hasta que alguien más llegue a cuidarte. —dije y él solo continuó llorando.

Él grita esta vez jalando su cabello como si estuviera loco... No era eso, tan solo sus hermosas orejitas de lobo aparecieron.

Lo vuelvo a cargar, pero él con sus manos me aleja lo más que puede.

—Déjame ver esas orejas de lobo. — susurre tocando esas orejitas peludas, es tan hermoso así.

Siento algo moverse en mi brazo y nota su pequeña colita moverse.

—Un lobo, gracias a dios, esperemos que nada de oso, ya suficiente con esos dos. —sonreí contenta con la noticia.

Él trata de morder mi mano intentando alejarla de sí mismo.

—Tranquilo, tu tío Bear está a punto de terminar su ronda y la mía comenzará. Se van a quedar con él. — sonreí pasándole su biberón.

Lo último que vi fue el mismo biberón disparado hacia mi maldita frente.

—Si no quieres te puedes morir de hambre. — sonreí y él prefiere lanzarme su almohada que tomar de regreso su biberón. —Como quieras. — no lo soporto más.

Al fin llegó.

—Dijimos que no estarían llorando.

—Bear, tú solo cuídalos mientras cubro el turno de la noche. — dije entregándole a Fran en manos.

—Vamos, necesitan comer. — dice mientras me arrebata el biberón.

El niño estira sus bracitos tratando de sujetar el biberón.

—Con él si comes, ¿no es así? — gruñía mientras que come de la leche que yo compré.

—Evelyn ya solo vete, yo me encargo de los pequeños. — Bear susurra notando como el engendro este empieza a dormir.

—Niño del demonio. — susurré saliendo de la habitación.

—Estamos de acuerdo con eso Evelyn, eres un demonio.

—Y tú el hermano de uno. — sonreí lanzándole un pañal a la cara para luego aparecer junto a Shadow en el sótano. —¿La has hecho hablar? —pregunte viendo a la mujer encadenada al suelo.

—No quiere abrir la boca, no importa que tanto la torture, no me da información útil.

—Ya intentaste hablarle a Fred que te ayude, sería mucho más fácil si la controlara. — hable sujetando su cabello. —Despierta.

—No te escuchando, la noqueé como para el resto de la noche. — sonríe orgullosa de su obra.

—Iré a hablar con Freddy. — dije y aparezco a su lado. — ¿Sigues intentando liberar sus mentes del trauma? —que ingenuo.

—Si, aunque no es tan duradero. —responde con lástima, viendo a los tres chicos.

—¿Sabes que si es duradero? Tu poder, ¿sabes lo que podríamos lograr con ellos bajo nuestro control? Ella obedecería, ellos obedecerían. Solo necesito que me des un poco más de tu poder, y luego te regresare esa energía. — susurre en su oído para luego morderlo.

—Por supuesto, haz lo que desees. — murmura y al tomar mi mano siento como energía recorre mi cuerpo.

—Muchas gracias por la oportunidad osito, ¿por qué no me dejas a solas con ellos? — continuó susurrando, y el cómo un oso obediente se retira de la habitación. — Hola chicos. — sonrió y ellos tan solo me observan. —¿Qué tal si hacemos un pequeño acondicionamiento?

Amo cuando se osó no se enoja por nada, y mucho menos con su autorización.

•Martes 2, Septiembre del 70, 6 am•

—Aquí estarán bien, nadie puede entrar, ni ondas ni dones, solo ustedes. — dije viendo como todos dejaban sus cosas en medio de la sala. —Por favor, cuídense. — susurre viendo a los bebés dormidos.

—Nosotros deberíamos decirles eso. — Luz sonríe abrazándonos. —Tengan cuidado por favor. — por eso ella es nuestra sobrina favorita.

— Nada nos sucederá, solo iremos por ellos y regresaremos. — Fredd le asegura tomando algunos cuantos libros.

—Tienen todo lo necesario, estarán bien. — Phantom habló empacando una mochila con lo que creo son un par de sedantes y municiones.

Escucho una bocina a las afueras del domo, ya llegaron.

—Vigilaremos la casa, no deben de qué preocuparse. —Fillet hablo abriendo la puerta y tomando un gran respiro. —Ya están afuera. — sí que le está afectando esto de trabajar con el gobierno.

—Tengan cuidado por favor, ya tratamos una vez con esto...es como si la historia se repitiese... —Y lo se Rebecca, incluso nosotros lo notamos.

—No sucederá tal cosa, estamos hablando de Alfred y compañía, ellos son casi inofensivos a comparación a nosotros, no hay nada que temer. — les asegure saliendo de casa.

Vamos a morir si Camely los encontró antes.

—Crees que ellos, que Camely...

—Freddy, no podemos subestimarlos, ya en sí Sigfrid ha mejorado y Maight puede defenderse. — dije mientras que Phantom suspira.

—Alfred no puede defenderse, él sí es vulnerable, y tú, Evelyn, reconoces que si el cae no será tiempo después que los demás también lo hagan. Él es el pedestal que mantiene un balance entre Sigfrid y Maight. — y tiene razón, pero sé que los demás avanzarían rápido sin el peso muerto.

—Aun hablan como si él no fuera parte de la familia. — La voz de Bear puede ser tan irritante de vez en cuando.

—¿Ya revisaron que la zona estuviese despejada en su totalidad? — pregunte viendo como dos camiones blindados se acercan hacia él. —¿Tus amigos?

—Mi equipo.

— ¿Aún sigues rencoroso con lo que sucedió tu ultimo equipo? —Freddy, cierra la boca o él te hará tragar balas.

—Por supuesto que no, tienen mucha suerte de que no los condenaran a muerte, si no hubiesen sido menores de edad. — gruñe y hace la señal con su mano para que el resto del "nuevo" equipo salga de sus camiones.

—En que de ellos tanto te quejas Bear. — dijo uno de los hombres con una sonrisa irritante.

Creo que mi hermanito está traumado ya que en verdad se parecen a su equipo original, solo una mujer pelirroja, y el resto de tíos.

—Sospecho que no querrán decir nombres, así que, caballeros busquemos a esos niños. — dije con una gran sonrisa.

—A ellos no los engañas Evelyn, saben lo que han hecho, su fachada de buena gente no funciona aquí. —maldito seas Baltazar.

—Bien, mejor, así no fingimos una sola mierda. Hay que movernos rápido, solo tenemos hoy para evitar alguna muerte. — sonreí y una penumbra me cubre de lo que parece ser una bala. —Que gracioso Bear; esos niños están solos sin supervisión alguna, y tú conoces los riesgos de eso.

—Seth, ve con Fillet, nos dividiremos, la última zona es la reserva y el bosque en la escuela. Es el territorio que falta cubrir en totalidad.

—¿Seth? ¿Ese es el nombre Stone segundo? —Phantom no te burles.

—Nombres claves, y te sugiero no mencionarlos a ellos, no quiero más muertes gracias a sus manos. —en verdad está enojado, y lo entiendo, a veces extraño a Meisy. —Liberen a los perros en la reserva, cubran todo lo que puedan. — Bear da la instrucción y su equipo escucha.

—¿Tienen algo para que los perros rastreen? — el tal Seth pregunta, sacando a los perros de los camiones.

—¿Su sangre funciona? —pregunte haciendo aparecer una camisa vieja con manchas oscuras.

—¿No lo habíamos quemado? — Fredd pregunta molesto.

— Siempre guardo un premio. —sonreí entregándole el pedazo de tela.

—Si, eres una completa psicópata. — Bear murmura sujetando la tela y colocándosela a sus canes.

—Cállate y apresúrate. — Night dice entre gruñidos.

—Busquen. — fue lo único que dijo antes de que sus sabuesos se fueran corriendo.

—Genial, nos vamos ahora, yo iré al bosque de la escuela, ahí los espero. — Con solo eso y desaparecí.

Este será un largo y tortuoso día.

•5 pm•

•Bosque Darek Fillet•

Y aquí estamos, como unos tontos buscando a través de este bosque, sin olores, sin latidos, no encuentro nada. Solo vegetación y más vegetación.

—No hay nada en la zona norte. — suspire, pero el viento trae un aroma interesante consigo.

—No es la primera vez que recorro este lugar, pero no lo recuerdo tan cuidado. — Escucho a la mujer pelirroja hablar.

Esto es una tortura joder.

—Es nuestra propiedad, y en si parte de la escuela. Aún queremos expandir, pero es imposible con todo lo que está sucediendo. — respondo siguiendo el olor que trae el aire.

—¿Qué estás siguiendo? ¿Los drones ya revisaron por haya? — esta vez irritada me detiene, sujetando mi hombro.

—Los drones no pueden detectar aromas en el bosque. — gruñí soltándome. — Hay algo por ese lado, conozco el aroma de mis hijos, un hedor que no soportare nunca. — dije continuando mi caminar.

La hierba en este sitio es alta, algo inusual ya que el mantenimiento se hizo hace...cuando ellos desaparecieron.

Su poder se ha desbordado en esta zona en específico, mis pies sintiendo como energía irradia de la tierra.

—Ese don no se puede imitar, es imposible genéticamente, tan solo te auto destruirías, se quemarías desde adentro, tu penumbra moriría sin más. Es por eso que debe ser controlado y contenido. Ellos no entienden que jugar con dones tan solo creará heridas muy grandes.

Están poco a poco extendiendo la ráfaga, como una bomba con un cronómetro y el radio de energía aumentando cada segundo.

—Avísale a los demás que los encontramos. — dije acercándome al capullo de hierba y vainas rodeando la fuente de poder.

Al tratar de acercarme, miles de vainas recubiertas con espinas moradas crean una barrera, restringiendo el paso hacia mis hijos.

—En que así serán las cosas. ¿Tienes algo con que cortar esto?

—¿Crees que somos jardineros? — buen punto.

— Camina hacia la escuela, en la caseta está todo para podar, trae incluso el veneno si es posible. — dije y la hago desaparecer. —Una planta no me detendrá en conseguir lo que quiero.

•6 pm•

Ya está oscureciendo y ellos aún no aparecen, al parecer la copia de Meisy no le importó y se fue al coño.

Encima estas plantas han tomado más espacio. Lo único que me relaja es que el capullo no se mueve o hace algo más que estar ahí inmóvil.

¿Que podremos hacer si esto no funciona como se debe? Finalmente escuchó un aullido y muchos latidos, hasta que por fin llegan.

Finalmente escuchó un aullido y muchos latidos

— Ya se tardaban, ahí dentro deben de estar, la energía es muy similar, deben de estar ahí dentro, pero esta planta no me deja entrar. — dije señalando a las espinas a mi alrededor. —Pódenlo todo, no vayan a abrir fuego o habrá una reacción explosiva.

—¿Una planta viva? Eso es nuevo. —Bear habló sorprendido por lo que la naturaleza está haciendo.

—No te pongas la bata de científico Bear, no tenemos mucho más tiempo, y como esta energía empieza a extenderse, en muy poco llegará a la ciudad. — hable y tomó unas tijeras de podar cortando estas malditas espinas.

—Será mejor empezar. —dice Fredd y con penumbras arrancando parte de la hierba alta desde raíz. —Tratemos de contener la energía en esta zona, si el don de alguno de esos dos llega a conectarse con una fuente de poder masiva, habrá muchos aparatos electrónicos explotando.

—¿Y cómo utilizaremos las podadoras? — Seth pregunta tomando la primera máquina.

—Dije fuente de poder, esa es una batería solar, no pueden tomar la energía. — Fillet responde mientras aparta las enredaderas de capullo.

Una gran enredadera llena de espinas se enreda en su cuello, apretando hasta el punto de perforar su piel.

—Algo me dice que esto no nos permitirá pasar de aquí. — dije a la vez que cortaba parte de la planta. —Débil. — le susurro al oso chillón frente mío. ç —Solo apresuremonos. — No te metas BLACK.

•6:30 pm•

Esto no funciona, no podemos avanzar sin que todo vuelva a crecer y el equipo se está quedando sin energía.

Es como si se alimentase de las máquinas a la vez que la podamos, una lucha sin final.

—Es porque lo están haciendo mal. —Baltazar habló, saliendo de entre los árboles.

—¿En dónde te has metido Baltazar? Ya no soporto a tu de este tiempo, no deja de quejarse.

—Y con toda razón, mejor que se retiren porque al abrir ese capullo, no quieren averiguar lo que su don puede hacerles a las personas comunes. Ustedes son los padres, de alguna forma sobrevivirían. — hablo sonriendo.

—Espéranos a las afueras del bosque. — Night hablo creando penumbras que los guiasen hacia las afueras. —Tú también Bear.

Ellos sin renegar siguen las penumbras, creo que se han cansado.

—Habla ya Baltazar, ¿qué es esta cosa? — pregunte arrancando nuevamente las espinas creciendo.

—A un enemigo que si yo fueran ustedes no arrancaría sus raíces. — habla acariciando el pasto que recién vuelve a crecer.

—No has respondido.

—Ya lo hice, así que dejen de maltratar a la planta y tan solo pídanles dejar pasar a uno de ustedes. — como si fuera así de simple. —Evelyn, te conozco, solo hazlo. — continúa insistiendo mientras me empuja a dirección al capullo verde.

—Si muero juro que regresaré solo a matarte. — murmure tocando el capullo y está abriendo paso sin problema alguno. — ¿Ahora si verdad? — De pronto miles de estas enredaderas me lanzan al interior, donde veo tres pequeños capullos más.

Cada pequeña enredadera sujetando como si se tratase de un tesoro precioso. Aunque una de estas sujeta mi mano obligándome a acariciar cada capullo. Note cómo revelan su interior, los tres dormidos y sanos, aunque noté como la energía crecía, formando pequeñas brazas doradas.

Debería estar asombrada, pero proviniendo de ellos, creo que es más normal de lo que parece, lo único anormal son dos cosas, que las alas de Alfred están como si nada, y los cabellos de sus cabezas se ha dividido en colores, partes eran completamente blancas y otras completamente negras.

Siempre se trataba de mechones sin un orden en específico, pero ahora se encuentra organizado en grandes secciones.

—¿Qué les ha hecho esta planta? — susurre acariciando sus cabezas.

—Mamá. — escucho un susurro, su voz tan baja que no pude identificar quién de ellos lo ha dicho.

—Aquí estoy... ¿Qué es lo que sucede mis niños? — continúe susurrando y siento una lágrima caer en la palma de mi mano.

—La balanza. —Alfred susurra esta vez, intentando mover alguno de sus músculos, o tal vez solo se tensaron por dolor.

—Tranquilos, no los dejaremos solos nunca otra vez. —continuó susurrando, y siento como Maight sujeta mi mano con bastante fuerza.

Sus cabellos empiezan a flotar, las brasas se convierten en llamaradas consumiendo poco a poco la planta. Energía sale disparada hacia el cielo, como si se tratase de un globo lleno de luz y fuego.

—Es hora de despertar, nosotros los protegeremos. — susurro besando sus cabezas y acariciando sus grandes alas.

Apretaron los párpados y sus jadeos empiezan a la vez que sus alas se abren.

—No por favor. —Sigfrid comienza a llorar intentando alcanzar algo...que estarán viendo? —No te vayas.

—No me iré, aquí estamos todos. — dije y el momento que la planta fue consumida ellos se quedan inmóviles.

—Se los ruego, abran los ojos, regresemos a casa. —susurraba en verdad asustada de lo que pueda significar que ellos no despierten, pero sus dones continúen extendiéndose.

Tras una nueva ola de poder siendo retraída ellos despiertan entre gritos de agonía, sus alas empezando a estirarse de una forma extraña...escuche un hueso o dos romperse y se detuvieron.

—¿Mamá? — Alfred pregunta, como si no entendiese porque estamos aquí.

Asentí acariciando el cachete de cada uno.

Ellos saltan sobre mí entre llanto, como si aún fueran niños pequeños.

—¡Perdón! ¡No volveremos a escapar! — Maight lloriqueaba.

—¡Esas luces nos segaron! ¡Las voces no se callaban! ¡Decían que destruyéramos el mundo, otras decían que no! ¡Nos estaban consumiendo! — Al grita en pánico.

—No sabíamos dónde nos encontrábamos, solo queríamos salir, todo cambiaba de blanco a negro y solo queríamos regresar a casa. Ustedes son mejor opción que ese lugar. —Sigfrid bromeó, sujetándome como si alguien la fuese a alejar de nosotros.

— No se olviden de nosotros. —Fredd sonríe acercándose.

—Hola pa. — escucho un susurro a mi lado, es débil, pero lo suficiente para que sea escuchado.

—No tienen energía para materializarse ni en su forma de penumbra, pero si pueden escucharse, descansa Wil. —Alfred continúa hablando como si estuviera contento de escuchar a su hermano.

Y como miles de voces del bosque se escucha resonar una sola oración.

"La balanza se ha roto en dos, podrá ser controlada a voluntad humana."

—Amery tenía razón. — Fillet susurra y hace dormir de inmediato a nuestros hijos.

—¿Qué te dijo William? —este desgraciado ha estado hablando con los Amery tras mis espaldas.

—Será mejor hablar en casa, Phantom ve e infórmale a Bear que revisen la ciudad en búsqueda de problemas graves, esa ola de energía no es buena. — dijo ignorándome por completo.

Phantom desaparece y Night sé queda a nuestro lado.

Al aparecer en casa noto como ambos Amery se encuentran en el sillón...jugando con mis hijos menores.

—¿Qué hacen ustedes con ellos? — gruñí alejándolos con una penumbra.

—Aparecieron de la nada, solo estamos aprovechando a descansar la mente. — William sonríe haciendo aparecer su libro de apuntes.

—Hablen, los tres, ¿qué es lo que sospechaban que ya se volvió realidad? — pregunte cruzándome de brazos.

—Una balanza, ellos, rota, débil, frágil, mundos mezclados, etc. Si su don se separa por demasiado tiempo, y hablo de ambas partes, eso es lo que sucede, sin bien no hay mal, y sin mal no hay bien. — Owyn fue el primero en hablar.

—¿Alguna forma de juntar ambas partes? — Night preguntó observando a su hijo.

—No es juntarlos, necesitan balance, no mezclar la energía. — William corrige.

—La única forma de que una balanza regrese a su estado original es moviendo uno de sus platillos. Llenaremos la oscuridad con miedo y terror hasta que la contraparte reaccione y comience a arreglarse. Lo malo será que, si interfieren, todo hará boom dentro suyo. — el maniaco de Amery sonríe, acercándose hacia los tres quienes...tiemblan de miedo.

—Chicos, dejen de fingir que siguen dormidos. — suspire y ellos se levantan con terror en sus ojos.

—Solo será un poco. — Freddy intenta convencerlos.

—No, no lo será, no intenten convencerlos, es mejor cuando es involuntario, aumenta la preocupación. — mira maldito William, al terminar esto te matare.

—No iremos con ellos... ¡ni siquiera ustedes confían en ellos! — y tienes razón Alfred, pero es lo única salida.

—No tienes opción Fillet, mientras más rápido mejor, además mi suerte no puede empeorar, ya estoy muerto para ustedes. —Sonreía con toda la razón en el jodido mundo.

Y con un solo chasqueo ellos pierden el control.

—Te lo advierto William, les sucede algo fuera de tu plan y te matare y a Owyn. — gruñe entregándole a nuestros hijos.

—Hazlo en la noche, Maight tiene terrores nocturnos. — Night habló antes de desaparecer.

—Esto es peor que venderlos a Lucy. — susurre y noto como los bebés solo observan a sus hermanos.

Fran intenta estirar sus brazos hacia Alfred, pero al ser ignorado empieza a llorar.

—Ya ya, ellos estarán bien. — susurre, pero los demás también se unen al llanto. — Me voy a casa. — dije, pero al llegar ninguno de los bebés se encontraban en mis brazos. No entiendo por qué aman estar con los Relish.

—¿Y los niños? — Bear pregunta, justo a mi lado.

—Con William...es la mejor opción Bear, no hagas preguntas por favor, ha sido un día muy largo. — murmure dirigiéndome hacia la habitación extra, en donde se encontraba la manada o familia de la nueva Antártida.

Ellos me observan y agachan la cabeza en sumisión, escucho los ronroneos gracias a las instrucciones de la noche anterior.

—Son libres de irse, quiero que recuerden todo lo que sucedió en su manada anterior, no me importa si les duele, lo harán y fingirán como si lo que Camely hizo jamás sucedió. El resto de instrucciones se quedan. — mordí mi labio inferior no tan segura de lo que hago. —Regresan en la madrugada. Pueden irse con su líder. — suspire y ellos desaparecen.

No me quedaré sin miembros, eso jamás. 

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