¡ADVERTENCIA! ¡CAPITULO CON CONTENIDO ADULTO! LEER BAJO SU PROPIO JUCIO.

~Shadow~

•Miércoles 8, Noviembre del 45, 6 AM•

No puedo más.

El entrenamiento parece ser tan difícil, pero Night lo puede completar, ¿porque yo no?

No es complicado, más bien es sencillo para nosotros. He estado tomando el medicamento que padre me dio y aun así me siento enferma, pesada.

—Shadow? —Night me llama sujetándome del hombro.

—Suéltame, puedo sola. — dije mientras jadeaba.

Lobito me cargo y me mantiene quieta.

—Cariño, no estas bien, vayamos a que padre te revise, ¿sí?

¿En verdad quiere llevarme hacia él? Me estaría sacrificando solo porque estoy enferma.

Intente hacer que me soltara, pero mi cuerpo no me responde.

—Sabía que intentarías eso. Vamos, esperemos que sea Owyn el que nos ayude. — el susurro besando mi cabeza.

—Yo quiero ir! —Night nos gritó y corrió hacia nosotros. —No pueden dejarme aquí solo en sí. — nos dice como escusa solo para no trabajar.

—Solo no molestes. — Fred dijo y los tres desaparecimos. —¿Oye Owyn, me harías un favor? — él le pregunta.

Owyn solo nos ve y suspira. —Que hicieron? — nos pregunta.

Nos conoce tan bien, pero esta vez se equivocó.

—Shadow no se siente para nada bien desde hace un buen tiempo, otra cosa que ella no habla.

Traidor, no te dejare dormir conmigo.

—No quieres estar aquí por lo que parece. — Owyn me dijo viendo como no puedo moverme.

Estoy rodeada de idiotas.

—Déjala en el sofá, voy a revisarla antes que papa regrese del supermercado.

Bueno, al menos viviré para contar otro día.

Fred me recuesta en el sofá y aprovecha a besarme y morderme los labios. Aprovechado, cuando pueda moverme te arrepentirás de esto.

—Y Shadow, ¿qué es lo que sientes? — Owyn me pregunta, haciendo aparecer un botiquín.

Veo a Fred y frunzo el ceño; ¡no puedo hablar!

El solo me sonríe y chasquea los dedos.

—Escúchame bien pedazo de mierda, vuelve a hacer eso y me desharé de ti en menos de tres milisegundos. — le rugí enseñando los colmillos.

—Tu sabes que me amas demasiado. — se ríe acercándose a mí y sentándose a un lado del sofá.

—Owyn, yo estoy bien. Déjame ir. — le dije sentándome.

Mi estomago me traiciono y vomite mi café y pan.

—Creo saber que es lo que sucede. — dije levantándome la camisa.

Todos vimos que mi estomago estaba algo hinchado.

—Que demonios es eso Owyn? — le pregunte.

—Creo que tienes algo dentro de ti. — se ríe.

—Sácalo! ¡Sácalo rápido! ¡Yo no tendré nada dentro mío excepto por este idiota! — le grite señalando a Fred.

—No lo podemos sacar entonces, porque es de él. — me die señalando a...Fred.

Salte sobre él y comencé a ahorcarlo.

—Que me has metido dentro crio de mierda?! — le pregunte apretando mas su cuello. Se estaba poniendo azul.

—Shadow Shadow! ¡Detente! ¡Es algo bueno! — Owyn intentaba convencerme.

—Como meterme sabe que cosa adentro de mi estomago es bueno?! ¡No puedo si quiera correr sin sentirme mal! — le rugí de vuelta.

—Y que si te digo que podría ser un cachorro?! — grito.

¿Un QUE?

Me detuve y lo solté.

—Un que cosa? — le pregunte.

¿Cachorro? ¿Como un animalito chiquito dentro mío?

....

Oh... OOOOOH SHIIIIT

—Estoy embarazada? — le pregunte confundida.

—Eso creo, ¿hace cuanto no te baja tu periodo? — me pregunto y mierda que no recuerdo haberme puesto toallas el mes pasado.

—Yo no lo se. Padre me matara. — murmure y me volteo a Fred. —Si yo muero te llevare conmigo me oíste? — le advertí.

—Iré a buscar alguna prueba, sino le voy a hablar. — Owyn dijo ante de levantarse.

—Yo te ayudo. — Night dijo sonriendo.

Ambos se fueron al piso de arriba.

Yo puedo estar embarazada. De Fred. ¿Qué significa eso? No mas misiones o me sacrificaran por ello. ¿Qué es lo que hare?

~Night~

Tome a Owyn del cabello, ambos frente al lavábamos. Podía ver su rostro rojo gracias al espejo; saca su lengua jadeando, en verdad ama tentarme.

Nuestra relación a seguido a escondidas desde el primer día que nos conocimos, ni siquiera Shadow lo sabe. Si nos descubren, no se que es lo que haría.

—Night por favor— el gemía entre suplicas.

—Mueve la colita para mí y pensare hacerlo hoy o no. — Susurre en su oído.

Junte mi pantalón con el suyo, el restregándose en mi mientras suplicaba.

—Que sino lo hago? — susurre riendo.

El me tomo la entrepierna, apretándome.

—Recuerda quien tiene realmente el control aquí. — Me advirtió apretando más fuerte.

No pude evitar gemir de dolor; demasiado fuerte.

—Así que se un buen perro y hazlo. — me ordeno.

Asentí rápidamente y comencé a bajarme el pantalón y luego el suyo.

Parece ya estar listo para ello como la ultima vez. Estaba posicionándome en su única entrada cuanto siento una penumbra entre de golpe en mi a la vez yo entrando en él.

Estaba gimiendo del dolor combinado con satisfacción.

Comenzó a moverse en mi interior.

—He dicho que te muevas. — Lo escuche sacándome de mi propio trance.

—Si señor— murmuré y comencé a moverme al mismo ritmo que la penumbra.

Por alguna razón esto me hacía sentir tan vacío, me gusta no lo niego, pero cuando lo hago con él, me siento perdido...

~Shadow~

Ambos esperábamos sentados en el sofá; un olor que reconozco demasiado bien en el aire. Que es lo que están haciendo.

Nos asustamos a escuchar como abren la puerta de golpe. Padre me ve y sonríe. Corriendo hacia nosotros nos abraza y a mi me toma el estómago.

—Tanto tiempo esperando este momento! — grita besándome el abdomen.

Esto es raro.

—Y los demás? — Él nos pregunta.

Esto saldrá muy mal.

—Están en el baño, dijeron que irían por una prueba...eso fue hace mas de 25 minutos. — susurre y luego se escucharon con fuerza varios "aplausos" provenientes del baño.

La mirada de papa se vuelve casi negra.

El se aleja sin decir nada.

—Crees que lo volvamos a ver? — Fred me pregunta abrazándome de la cintura.

Una puerta se escuchó abrirse de una patada.

—Esperemos que sí, Night siempre es un buen cebo. — le dije.

—Shadow ven este instante! — lo escuche gritarme.

—Ten cuidado. — Fred murmuro y me soltó.

Aparecí en el baño y veo como Night se encontraba casi desnudo en el suelo del baño, uno de sus cachetes casi morado y sangriento. En el otro extremo padre estaba sujetando a Owyn de los hombros.

—Por que intentas arruinarlo?! ¡¿No vez lo que hemos logrado hasta ahora?! — le grita furioso.

—¡¿Y yo que es lo que ganare con todo esto?! ¡NADA!

—Que decepción. — dijo antes de soltarlo y voltearse hacia Night.

—¿Por qué lo hiciste? — le pregunta decepcionado.

Night no le responde; hazlo por favor, o terminara matándote.

—Night responde! — le grita jalándole del cabello.

—Porque a mi me gustan los chicos! ¡Nunca me gusto ver a una mujer desnuda! ¡Mucho menos que me tocara!

El silencio en esta casa jamás fue una buena señal, no si padre se encuentra en casa.

—En que tanto te gusta eyacular en el ano de los hombres, amaras tu castigo, el de ambos. — les gruñe por igual. —Shadow, se que en estos momentos no te sientes bien, pero necesito que me hagas un gran favor.

NO LO HAGAS ENOJAR SHADOW, SINO DE PASO TE MATA A TI TAMBIEN.

—Por supuesto padre, que necesitas de mí? — le pregunte.

—Hoy tú serás la que castigue a este par. Primero llévalos al sótano, ahí yo te explicare el proceso. — me dice sonriendo.

Asentí y nos hice aparecer en el sótano.

Evite ver la utilería del resto de torturas, solo viendo la que estaba bajo los reflectores hoy.

Y en verdad parecía ser creada específicamente para hombres.

Estaba casi sujeta a la pared, cuatro cadenas con cerrojos en cada aparato, ¿máquina de tortura?

¿Esto cuenta al menos como tortura?

Veo al lado de cada maquina un contenedor de un galón tapado con un tipo de manguera de...succión.

Es una de esas mangueras con las que ordeñan vacas.

Creo saber para donde va esto.

—Muy bien Shadow, reo que ya sabrás que es lo que debes de hacer, es sencillo, encadenar, meter y meter. Los desconectaras hasta que cada uno llene uno de los contenedores. Las muestras obtenidas se utilizarán para pruebas, así que no se desperdiciara nada.

—Por que tres? — le pregunta.

—Ya sospechaba algo sobre este par, pero también estaba Fred y.

Le interrumpí. — Ya lo traigo, me la debe desde hace un buen rato. — le sonrió.

—Estas segura de ello, con el solo ocuparía una muestra muy pequeña.

Le sonrió y niego. —Ese desperdicia mucho todos los días, llenar esa cosa no será problema alguno para él. — le asegure antes de hacerlo aparecer.

—Yo que hice?! — el me grita intentando irse.

—Ordenes de padre, te les unes. — le dije antes que una penumbra le rompiera toda la ropa.

—Y Shadow, a ellos dos pones las gafas, tercer archivo, con Fred, has lo que quieras. — El tan solo desapareció y me deja a cargo por completa de la situación.

Las penumbras los sujetan y hacen la mayoría del trabajo por mí, colocarles las cerraduras, y sujetar las maquinas.

—Ustedes en verdad son unos gilipollas, hacer lo que padre dijo exactamente lo contrario. Ustedes le fallaron y este es el castigo. — les decía tomando un tipo de gafas de realidad virtual.

—Shadow, no las enciendas— Owyn me suplico.

—Ordenes son ordenes, ustedes se jodieron solos, yo estaré libre durante un par de meses y el resto de mi vida. — dice antes de ponerles las gafas. —Pónganle atención al sonido. — ella ríe al recordar lo que William siempre dice.

Ella se acerca a una pequeña computadora y pone el video a correr.

Esas ondas son realmente potentes. Me acerque y coloque las maquinas, encendiéndolas.

—Ahora tu. — me le acerque a Fred y le pellizque los pezones. —Que debería hacer contigo? — le pregunte.

—Dejarme ir es una opción. — dijo riendo nervioso.

Negue y tome el tercer juego de gafas. Hice aparecer un juguetito que padre me regalo hace un tiempo. Creo que el si quería que tuviéramos un cachorro.

—Esa cosa?! — me grita intentando soltarse.

—Si Fred, te torturare por enfrente y por atrás. — susurre antes de conectar la maquina y penetrar su entrada trasera.

—Eres una! — me grita, pero le tape la boca.

—Ten más respeto Fred, no te gustara verme enojada.

El asiente y se deja poner las gafas. El comenzó a murmurar maldiciones antes que las encendiera.

—Diviértanse. — reí y aparecí en la sala. — Trio de idiotas calenturientos. — suspire y tome el control.

—Shadow, tenemos que hablar sobre tu nueva ratina diaria, al igual tu dieta. — papa dijo sentándose a mi lada.

—Solo porque estoy eh, o creo estar embarazada no significa que tenga que cambiar de rutina. — dije cambiando de canal.

—Si tienes, por tu salud y la del bebe, ¿no queremos que nada malo le pase cierto? — me pregunta tocándome el estómago.

—Bien. Sabes dónde están las frituras de Owyn/, quiero frituras... pero el chocolate...o ¡AMBAS! — Grite antes de levantarme y correr a la cocina.

—Ay, me saldrán muy caros tus antojos.

—Tu calla y dame frituras! — le grite....

—No te preocupes, se que puede ser difícil controlarte durante este tipo de cambios. — él me sonríe.

¡No me castigara!

Tomé las cosas y comencé a preparar mi botana.

Que hermosa es la vida hoy conmigo.

•Sábado 9, Diciembre del 45, 8 PM•

Mis misiones se anularon por completo, padre también decidió que dejara de entrenar tanto y me concentrara en algo mas como la "yoga". Inútil lo sé, pero al menos no me aburro.

Night y Owyn no se volvieron a hablar desde lo del castigo, y Fred digamos que ya no es tan tonto como antes.

Estaba leyendo uno de los libros que padre me ofreció, se trataba de maternidad responsable, algunas de las sugerencias eran algo tontas, pero si padre me dio el libro será para aprender.

Todas estas reglas me estaban preocupando, muchas de estas decían que tenía que tratarlo con cariño y paciencia, que lo cuidara, sí, pero debe de saber a ser fuerte, me preocupa que no lo sea.

Sigo leyendo durante un par de horas hasta que me llaman para cenar. Olfateó pure de papas, espárragos y filete, dios filete, cachorrito mami te dará vitaminas y proteínas para que seas tan fuerte como yo y tu papi. Me acaricio el pequeño bulto de mi estómago. Padre menciono que crece muy rápido y que es probable que nazca unos meses antes.

¡Toda esta emoción me está dando hambre!

Me estaba dirigiendo al comedor, pero un dolor exagerado me golpeó justo en el vientre, y automáticamente me abrazó el estómago, pero no se detiene. Siento mis piernas mojarse por completo, veo al suelo y la alfombra de padre es teñida de sangre, que parecía tan oscura que podría ser negra.

Otro golpe de dolor me hace rugir y caer de rodillas, no puedo más.

Vuelvo a rugir y siento como mis piernas bombean sangre.

Todos llegan corriendo y me ven, veo el pánico, padre está en pánico, es mala señal.

Más dolor hace que mis colmillos salgan, trato de curar, pero no lo logro.

Mi vista se vuelve borrosa gracias a la pérdida de sangre, escucho gritos borrosos, siento que alguien me carga, pero no puedo ver con claridad. Todo se volvía negro muy rápido.

Pero siento un dolor gigante en mi pecho, me despierta, veo a padre con una jeringa en la mano, es una inyección sanadora.

El sangrado se detuvo, mi vista regresa a la normalidad y el dolor cesa, finalmente terminó.

—Fred, trae el ultrasonido! —padre le ordenó histérico.

—Si padre. — el responde antes de salir corriendo,

—Shadow, duerme, perdiste demasiada sangre, debes descansar. —padre me dijo.

Yo asiento y trato de dormir, eso siempre es bueno, dormir.

~Narro~

William estaba preparando a la chica para el ultrasonido, el buscaba al pequeño bebé dentro de ella, busca el pequeño corazón que debió comenzar a formarse hace poco.

Todos estaban ahí, esperando, Shadow no logro dormirse gracias a un raro sentimiento en su adentró, un sentimiento frio y despiadado esperándola.

William ve el monitor y deja de mover el escáner.

—Padre? —Shadow llama su atención.

William se levanta de su asiento y pasa sus manos por su cabello—Shadow que has hecho? —él le pregunto—¿Que has comido?, ¿cómo has ejercitado?, que fue lo que salió mal?!—el grito destrozado.

—Que sucede con el cachorro? —Shadow le pregunta.

—No tiene un latido, estás cargando a una cría sin latidos. —William dijo mientras se le acercaba y le ponía una mano en el hombro. —No sobrevivió—él le susurró.

Shadow queda viendo la pantalla —No habrá cachorro? —ella le pregunta.

—No lo habrá, tú cuerpo no soportará mucho más tiempo con un organismo que te está dañando, lo abortaras, aunque no lo desees. —William le informo alejándose de ella.

Ambos escuchan el gruñido de Fred.

—Ve a cazar. —William le ordeno.

Fred se transforma en su lobo y sale corriendo.

—Cuánto tardará en salir de mí? —Shadow le pregunto.

—Solo dejas control a tu loba y comenzará a salir, ¿estás bien? —él le pregunto casi preocupado.

—Nunca tuve que encariñarme con él, solo fui débil. —ella susurro.

—Al menos reconoces tus errores, tranquila, lo intentarán de nuevo, tienen toda la vida para tener cachorros. —William le dijo antes de salir de la habitación.

Shadow se acaricia el vientre—Intentarlo otra vez.... Claro. —susurró antes de desaparecer.

Ella olfateó y vio a un lobo acercársele con un ciervo entre sus colmillos —Fred... perdóname. —ella le dijo con lastima.

El chico se transforma y se sienta junto a ella —No es tu culpa, no estábamos listos para un cachorro, es todo. —le dijo acariciándole la cabeza.

Shadow deja caer varias lágrimas y se sujeta el vientre.

—Yo estaré a tu lado, siempre, quieras o no, estaré contigo, tú decides linda, yo te esperare. —él le dijo recostándola en sus piernas.

Shadow suspira y se transforma. Ella comenzó a chillar al sentir un gran dolor en su abdomen bajó, ella sabía que significaba.

Él le acariciaba el hocico y el lomo tratando de que el dolor disminuya, pero siente como su alma dolía junto a la de ella.

La loba chilla y trata de atacar a Fred, pero, él le mantiene quieta hasta que todo termina.

—Ya está, solo fue un dolor pasajero. — le besa la cabeza.

La loba se voltea y ve un pequeño cachorro inmóvil, tenía algunas manchitas negras y grises.

Shadow aúlla y Fred abraza a la loba sin ver al cachorro. Ella se levanta y comienza a escarbar un pequeño agujero.

—Shadow, nena, aún estás mal. —Fred intenta acercársele, pero le gruñe y sigue escarbando. Ella se acerca a la cría y la toma con su hocico, solo para dejarlo en el hoyo y rellenarlo con tierra.

Fred se inca junto a ella y crea una plancha de metal negro, cubriendo la pequeña tumba.

Shadow se sienta junto a él y le lame.

Fred solo se levanta —Puedes comerte mi caza, se me quitó el hambre, nos vemos. —le dijo antes de desaparecer.

—Fred—Night le llamó la atención.

—No ahora Night—él le gruñó.

—Solo quiero hablar—el insistió.

—Que ahora no —le grito.

Fred se sentía confundido, eran demasiadas emociones a la vez, y él no sabía manejarlas, no todas a la vez, él seguía siendo un adolescente, el no debería estar sufriendo por la pérdida de un hijo, el debería ser como cualquier otro, con problemas, sintiendo como nadie lo entiende, divirtiéndose con sus amigos. El no debería estar allí.

—Por favor— Night le suplico.

El muchacho siente una mano en su hombro y sin pensarlo dos veces se da vuelta y lo golpea en la cara.

Night da un paso atrás aterrorizado.

Él ve a quien golpeó y todo lo que escucha es 'corre'.

William se tomaba la nariz —Fred será mejor que salgas de esta casa. —le dijo entre dientes.

—No—le respondió—No me iré—le dijo con firmeza mientras le curaba —Prefiero el castigo, a irme corriendo como un cobarde. —le dijo ayudándolo a levantarse.

Night desaparece al ver cómo William cerraba el puño.

Fred se arrodilla ante William —Yo te jure mi lealtad, padre, tú nos enseñaste nuestros dones, me liberaste de mi prisión, me diste una vida, y solo tú puedes quitármela. —le dijo con la cabeza gacha. —Fue mi error atacarte y acepto las consecuencias de tal acto. —le dijo esperando algún golpe.

—Como siempre, sorprendiéndome Alfred, esa debilidad te vuelve fuerte. —William le dijo mientras se arrodilla frente a él. —Se que hubieras sido un gran padre, pero no están listos, sus cuerpos no lo están, es normal en los animales aborten sí siente que no están listos, solo necesitan tiempo. — él le dijo mientras se sentaba —Ven aquí—le dijo tocando el suelo a su lado.

Fred se sienta junto a él.

—Solo déjalo salir niño, sé que estas en dolor, y perder un hijo......a veces yo quisiera seguir teniendo los míos a mi lado. —murmuro mientras le acaricia la espalda.

Fred grita mientras se toma la cabeza y quebraba en llanto. No soportaba el ardor en su pecho y garganta, había perdido a su primer hijo.

—Déjalo salir, todo estará bien.—William le dijo mientras lo acariciaba la espalda.