Espécimen Perfecto: Parte II
~Narro~
Esa fue una noche algo dura, el frío había alcanzado niveles críticos, en los que el metal comenzaba a lastimarla. Hasta su loba necesitaba calor para sobrevivir, pero lo que no sabía era que su cumpleaños número seis era esa noche, y en las condiciones que se encuentra, no es probable que sobreviva hasta el amanecer.
William entró a la habitación para realizar el chequeo diario, pero vio que su loba estaba respirando demasiado rápido.
Él se le acercó y le tocó el lomo a través de las barras y sintió el calor que ella estaba radicando.
—¡Sáquenla de aquí! ¡Déjenos en el terrario! — gritó William —Hoy es la noche en la que la fase dos estará completa.
Varios hombres entran a la habitación y sujetan a la loba.
—Rápido, sino sobrevive todo se habrá perdido. — dijo William algo ansioso.
Los cuatro hombres se dirigieron entre los pasillos hasta llegar a una puerta de metal negro, ellos abrieron la puerta y estaban en un mini terrario del bosque. Ellos dejaron a la loba enfrente de un gran vidrio y salieron rápidamente de ese lugar.
La loba se retorcía del dolor, ella comenzó a aullar y a gruñir. Mientras que William la miraba desde el otro lado del cristal. Estaba anotando todo lo que sucedía, hasta que vio que ella dejó de moverse.
—Mierda! — gritó William —Dos años desperdiciados! ¡Bajen las dosis! Cambien a todos por la Ef! — gritó William.
•En la mente de Evelyn•
La pequeña estaba viendo a su alrededor, era oscuro e infinito.
—Hola? — escucho una pequeña voz a lo lejos.
Evelyn se voltea y ve un espejo flotando en el medio de la nada. Ella se acercó, pero era tan solo un vidrio negro, no había reflejo, nada.
Ella estaba confundida, tenía tantas preguntas, pero algo evitaba que hiciera un ruido, que reaccionara, era como si tuviera que tocar el espejo, ella sentía que debía hacerlo si quería salir de ahí, y lo hizo.
Al comienzo ella no sintió nada, pero cuando lo toco con toda la palma de la mano ella lo sintió, el poder correr en sus venas, era cálido, se sentía como si alguien le sujetará la mano.
De golpe ella la vio, su sombra.
Era casi idéntica a Evelyn, en excepción que parecía como si todos los colores se hubieran drenado. Su cabello era platinado con algunas mechas negras, su piel era de un tono grisáceo a casi blanco, el iris de sus ojos era de un gris platinado, pero el resto de su ojo era de un negro que te hacía sentir miedo, inseguridad.
Ella pudo ver un par de orejas negras, colmillos, vio garras, pero nada le hizo tener, ella no le tenía miedo, ella sentía que era familia, alguien quién la protegerá y la ayudará.
—Shadow — Evelyn mencionó ese nombre. Muy en el fondo la conocía, de alguna manera sabía su nombre y ella solo lo había dicho.
—Evelyn — le contestó con una gran sonrisa.
De pronto ambas niñas vieron como el espejo de quebró y energía negra era expulsada de las rajaduras.
—Regresa — ambas escucharon como un pequeño susurro y automáticamente cerraron los ojos.
La loba abrió sus ojos, pero solo sentía como una leve corriente eléctrica se iba.
—Si — dijo William casi sin aliento. —Tu, tú me preciosa loba. — dijo William mientras le tomaba el hocico. —Eres la criatura más perfecta que he conocido, con el gen de un Darek, y el poder que se transmitió hacia ustedes el día que él dejó de respirar, las volvió algo que el mundo jamás ha visto. — dijo sonriendo —001 humana — le ordenó.
Lentamente una neblina negra envolvió a la loba y cuando está se esfumó las dos niñas aparecieron, pero Shadow, ella era como un fantasma, era semitransparente, como si no tuviera una forma física, se sentía fría, no sentía su pulso, como si estuviera muerta.
Ella se estaba asustando, y William lo notó.
—Nombre. — le dijo William.
—Shadow. — ella tartamudeo mientras se alejaba.
—Incorrecto. — William le dijo.
—Pero ese es mi nombre — ella le dijo algo irritada.
—No lo es, ahora es tu nombre clave, tu y ella se llaman. —sujeto 001 — él la corrigió. —Y ustedes me obedecen a mí. — les gruño.
—Si, Amo William. — dijo Evelyn dice de una forma monótona.
—Humana, ya. — William le ordenó a Shadow.
—No sé cómo — ella le dijo algo molesta por como trata a Evelyn.
—Piensa en ser como Evelyn, concéntrate y listo. — le explico con simpleza.
Shadow desconfiada le obedece, ella desaparece, pero al siguiente instante aparece junto a Evelyn. Ella era como la gemela de Evelyn, su piel era muy pálida y su cabello era azabache como el de su padre, el cual, ella no lo recordaba o conocía.
—Obediente, es fácil trabajar con los sujetos obedientes. — murmuró William. —Tu, Shadow. — dijo con un poco de disgusto hacia el nombre. —Tú me obedeces y perteneces, no importa si te digo que mates o te comas a alguien, tómalo como si fuera un honor, porque yo, yo seré el único que las cuide en este lugar, porque si quisiera, las dejaría en la calle pudriéndose junto a la basura. — él le explico mientras sonreía.
Shadow lo mira confundida.
—Te dirijas a mí como. —Amo William. — contestarás con un sí o un no, no pido nada más que tu obediencia, ¿sí? — él le dice con una falsa sensación de cariño.
—Si, amo William. — ella le contestó tratando de no gruñir.
—Bien, ahora podemos continuar, fase dos completada, comencemos con la fase tres.
Ambas lo quedaron viendo confundidas, pero no lo cuestionan.
Ha transcurrido un año de tormento, ellas estaban en su límite, el hambre, la sed, la falta de sol, las estaba matando. Cada día una nueva inyección, un nuevo castigo, una nueva orden.
A veces consistía en asesinar un conejo o luchar entre ambas, pero a veces las cosas se volvían más oscuras.
Un entrenamiento exterior.
Ambas lobas estaban olfateando a su alrededor, el bosque para ellas era el paraíso, espacioso, oloroso, una forma de liberación; pero sabían que no estaban ahí para divertirse, algo malo tenía que ocurrir, lo sabían.
—Muy bien 001, dentro de ese bosque hay un hombre, él está herido, quiero que lo traigan de vuelta. — les explicó su misión. El hizo aparecer un pequeño pedazo de tela con sangre y se los acerca al hocico. —Olfatea bien Evelyn, Shadow atacado si es necesario, lo quiero vivo o muerto, como ustedes gusten. — les dijo con un tono seco.
Ambas lobas olfatean el trozo de tela y gruñen. Ellas comienzan a estornudar, sus ojos se vuelven negros y ambas aúllan.
—Es solo una nueva fórmula que decidí probar en el exterior, ahora, rastrea, caza, regresa, obedezcan a su amo, ya. — dijo con una voz fuerte y firme.
Las lobas gruñen y salen corriendo a dirección del bosque. Ambas se gruñían entre sí, olfateando el suelo y lo vieron, no tan lejos se encontraba un hombre herido. El trataba de buscar una salida, pero cuando las vio él comenzó a correr.
Ambas lo están siguiendo, el olor a sangre se volvía más fuerte, les daba más fuerzas para correr, y así, se abalanzaron sobre él.
Ellas no vieron el rostro del hombre, solo vieron la herida a un costado. Él luchaba y gritaba para tratar de salir de esa situación, hasta que vio una rama y golpeó a Evelyn justo en el hocico.
Ella se aleja chillando del hombre.
Shadow se abalanza sobre él y le muerde el brazo con todas sus fuerzas. Él la golpeaba con el palo mientras gritaba, pero ella solo seguía mordiendo, manchando su hocico con sangre.
Evelyn regresa y le muerde el otro brazo.
Ambas lobas comenzaban a arrastrarlo, el hombre comenzó a perder la conciencia gracias al dolor y la pérdida de sangre.
Pasaron diez minutos hasta que los tres salieron del bosque y William sonríe.
Las lobas lo sueltan y se sientan frente a William.
—Buenas chicas. — les dijo, él estiró su mano y tenía dos croquetas para perro. —Luego hacemos algo más entretenido para su lobo; se ganaron estas croquetas por traerlo con vida y completo. — les dijo.
Ambas lobas se le acercaron y se comieron las croquetas.
—Ahora, niñas, esto es lo que le pasa a los que no obedecen mis órdenes. — les dijo mientras se acercaba al hombre.
—Púdrete en el infierno Amery! — le gritó el hombre. —Espero que mueras de la forma más horrible de todas! — le volvió a gritar sintiendo la adrenalina en su cuerpo.
—Terminaste con tu discurso? — William le preguntó aburrido. — Sí? — le volvió a preguntar.
—Tuve que llamar a la policía el día que esas niñas llegaron, pensé que solo buscabas una nueva droga, pero nunca creí que harías daño a tantas personas. — le escupió en la cara.
William toma un pañuelo de su pantalón y se limpia la cara. —Ahora míralas, son perfectas, sólo necesitan más disciplina y entrenamiento, solo mira hacia el futuro, el mundo hubiera sido de todos aquí, pero tú decidiste no querer nada de eso. — le dijo tomando del cuello.
El hombre trata de quitarse las manos de encima. —Tu nunca hubieras compartido. — le dijo casi asfixiándose.
William le sonríe y le quiebra el cuello. Él lo suelta y voltea hacia las lobas. —¿Yo no quiero que eso les pase niñas, entendieron? No me gusta cuando me traicionan. — les dijo acercándose.
Ambas agachan la cabeza y William las acaricia.
—Yo jamás iré fácil con ustedes, cometan un error y habrá un castigo, una misión perfecta y habrá un premio. — les dijo.
Ambas lobas asienten.
—Bien, porque ahora, por ese error tuyo, Evelyn, ambas tendrán que pagar las consecuencias. — les dijo —Síganme — les ordenó.
Ellos tres regresaban al edificio, a su jaula. William sonó asintió y salió de la habitación sin encerrarlas en su jaula.
Ellas estaban esperando y esperando, hasta que lo escucharon, gruñidos, pero no de cualquier animal, lobos, ellas escucharon cuatro corazones latir, dos animales y dos humanos.
Olfatearon y pudieron distinguir la escénica a pino fresco y a la vacuna azul, la que deja salir los instintos más peligrosos de un animal.
La puerta se abrió y ambas vieron a dos lobos salvajes entrar. Ellas se agacharon y enseñaron sus colmillos mientras gruñían, pero eso no evitó que ambos lobos las atacaran.
Los animales estaban luchando, los dos lobos les podrían las patas y los lomos, ellas chillaban, pero devolvían las mordidas.
El lobo se abalanza sobre Evelyn y le muerde el lomo sin soltarla. Evelyn aúlla y chilla. Ella trataba de quitárselo de encima, lo mordió en el costado y él la soltó.
Evelyn se abalanzó sobre él y le mordió el cuello. El lobo comenzó a chillar, pero ahora ella no lo soltaba. Ella dejó de morderlo y se alejó sabiendo lo que pasaría, ella conocía cuál era ese poder especial, una mordida y el ácido que sus colmillos inyectan destruirán el tejido. El lobo estaba chillando, su cuello comenzó a deshacerse y cayó al suelo, sin vida. Evelyn había ganado esa batalla.
Luego se escuchó un hueso romperse, ella volteo y vio que Shadow tenía el cuerpo del lobo en su hocico, el murió desnucado, gracias a la fuerza de la mandíbula de la loba.
Ambas escucharon varios aplausos lentos y vieron a William entrar a la habitación.
—Muy buen trabajo, 001, acaban de terminar con los recién llegados, dos lobos adultos que encontramos escapando en el bosque, Evangelina y Anderson Darek, ni uno de ellos tenía control de su lobo así que terminarían matando lo que vieran, como lobos salvajes, las matarían a ustedes, felicidades, pasaron la prueba. — les dijo —Ahora, a jaula, mañana será un largo día. — les dijo bostezando.
Ambas lobas caminan tratando de no chillar, ellas entran a la jaula y se recuestan.
William cierra la jaula y toma el cuerpo de ambos lobos, el los ve entre sí y sonríe. —Los más idiotas fueron los que sobrevivieron más tiempo que el líder, la idiotez siempre los salvaba, pero esta vez, se metieron con la persona equivocada. — susurró y salió de la habitación con ambos lobos a mano.
Ambas lobas se sentaron y chillaron al primer movimiento.
Shadow se le acercó a Evelyn y comenzó a lamerle las heridas del lomo, ella trataba de hacer parar el sangrado, pero le era realmente difícil. Cuando ella terminó se recostó y Evelyn hizo lo mismo que su hermana, le ayudó a evitar más sangrado.
Ambas se revisaron juntas para repartir calor y se durmieron.
La mañana siguiente.
—Arriba chicas, hora del entrenamiento. — dijo William entrando a la habitación y bajando la palanca.
Ambas se despiertan y se golpean la cabeza con la jaula, ellas se transforman y se tapan las bocas.
—Buenos días! — les gritó William bajando la palanca.
Ambas lo ven y dejan de temblar.
—Hoy haremos algo nuevo, ya que ambas comenzaron a usar sus poderes, veamos qué tan fuerte está creciendo su cuerpo, sin fuerza ese poder es inútil — les dijo sonriendo. Él se acercó y abrió la jaula. —Afuera — les ordenó.
Ambas salen de la jaula y estiran sus colas.
—Sígname. — les ordenó.
Los tres salieron de la habitación, era la primera vez que ellas salían de ese lugar y podían ver realmente dónde estaban, ellas recordaran cada puerta que había en ese largo corredor para cuando sea necesario utilizar esa memoria.
—No se molesten, ustedes no se irán de este lugar, no lograrían poner una pata afuera sin que yo se los ordene. — él les advirtió.
Ambas agachan las cabezas y siguen caminando tras él.
Los tres llegan a una gran habitación donde había una pantalla frente a dos máquinas de correr y sobre estas había varios cables sueltos.
—Cada una suba a una cinta, viendo a la pantalla. — William les dijo.
Ambas suben a la caminadora y ven la pantalla.
—Buenas niñas. — dijo William. Él se acercó y comenzó a conectar los cables en sus frentes y pechos.
Ambas niñas sienten una pequeña corriente, pero se mantienen quietas. William se acerca a la pantalla y la enciende. Ellas ven a un hombre correr junto a otros, pero este los sobrepasaba a todos.
—El, 001, es Usain Bolt, Campeón olímpico, en este momento está corriendo 42 k/h, esa es la velocidad que él puede correr. La velocidad máxima que un humano puede correr físicamente es de 64 k/h, pero ahí es donde ustedes lo desmentirán. — les explico mientras encendía las máquinas. —Comenzaremos lento, 20 k/h, eso será suficiente para ustedes. — les dijo.
Ambas comienzan a correr y tratan de no tropezar.
—Maravilloso, tan sólo siete años y corren tan rápido como un adulto, pero aún no es suficiente. — él murmuró para sí mismo. —Más rápido — les dijo.
Ambas lo quedan viendo en forma de súplica.
—Que les he dicho de ser débiles? ¡Si lo son ustedes no me servirán de nada! — él les grito y aumentó la velocidad. —He dicho, MÁS RÁPIDO. — les dijo entre dientes.
Ambas niñas comienzan a llorar al sentir todo su cuerpo ser golpeado por olas eléctricas.
William se aleja un poco y ve como pequeñas chispas salen de los pies de las niñas. —Más rápido! — les gritó.
Ellas correrían aún más rápido, sus ojos se volvieron negros, pequeños rayos de energía se formaban alrededor de sus cuerpos. La pantalla mostraba que tan rápido corrían, estaban en el límite, hasta que el número cambió a 68 km/h, hubo una explosión eléctrica, todas las cosas se habían apagado y ellas salieron expulsadas, golpeándose las caras directamente en la pared.
—Ismael no es nada comparado a ellas. — pensó William. —Arriba, ambas, volveremos a hacerlo hasta que puedan controlarlo, y esta vez, bloqueadas. — les dijo.
Ambas se levantaron y la electricidad regresó.
—Comencemos. — les dijo.
Medio año ha transcurrido, William comenzó a entrenarlas a ambas por igual, primero sus poderes, ellas estaban desarrollándose a una velocidad dañina para su edad y él lo sabía. Él sabía que podrían perder sus mentes si utilizaban mal sus poderes, pero ese era el objetivo principal. Cada día, con cada sombra que ellas utilizaban, una memoria se perdía en el tiempo.
Sus poderes fueron creciendo junto a ellas, cada vez se volvían más fuertes, a veces hasta inestables, pero William las presionaba más y más.
Luego él les enseñó a utilizar armas de fuego, y su motivación principal era la vida de la otra, ellas mismas eran sus propios objetivos, no podían apuntar mal o podrían matar a la otra.
Pero a William le encanta cuando se lastiman entre sí, él las premiaba cuando hacían sus pequeñas competencias, así que ellas comenzaron a crecer distanciadas, así su empatía lentamente cayó a los suelos.
Aunque ellas tenían un plan, la idea propuesta por Shadow, esa era su única esperanza. A la primera oportunidad, ellas correrían lejos de ese lugar.
Ellas rogaban que no terminará siendo un suicidio.
—001 ven aquí en este momento! — gritó William furioso mientras caminaba en el pasillo.
Evelyn y Shadow comienzan a temblar del miedo.
William entra a la habitación y baja la palanca de la electricidad.
Ambas niñas comienzan a gritar.
—Silenció!! — les gritó furioso.
Ambas juntas sus labios temblorosos y se tapan las bocas con sus manos.
—¿Por qué la inyección no funcionó en ustedes?! — les gritó.
El por eso que él estaba furioso. La noche anterior les habían puesto una nueva inyección a ambas niñas, pero milagrosamente no sintieron nada más que un cosquilleo. El científico solo las vio y salió corriendo de la habitación.
Ahora ellas saben porque William está furioso, y no les queda nada más que seguir el juego de la tortura y castigo.
—No lo sabemos, amo William. — dijo a casi susurros, Evelyn.
—Las diseñe durante este último año solo para que esa prueba saliera positiva! ¡Les dije que tenían que prepararse para ello! ¡Tenían que ser perfectas para ello! — él les gritó y pateó la jaula.
—Perdón amo William. — ellas tartamudean al unísono.
—Dejen de tartamudear! — les gritó aún más enojado que antes.
—Perdón, amo William. — dijeron ellas sin emoción alguna.
—Ahora cómo podrás reproducirte, 001, ¿si no tienes un macho? Yo no quiero una cruza de la misma especie, no quisiera tener una cría defectuosa, y ustedes saben que yo odio los defectos en mis mascotas. — les dijo con lástima en su voz.
Ambas lo quedan viendo aterrorizadas.
William apaga la electricidad y se les acerca. —Ahora qué haremos? — les preguntó mientras se agachaba frente la jaula.
Ellas lo ven a los ojos y sienten un gran escalofrío en sus columnas.
William suspiró rendido. —Esa inyección era lo que atraería a un macho muy especial para ustedes. Juntos hubieran tenido crías, tener una vida sin jaula, con comida, sin pruebas y entrenamiento, y ustedes echaron a perder todos esos bienes. — les dijo con la mirada más triste que alguna vez ellas hayan visto.
Evelyn estaba pensando y sin querer ella le menciono algo que ni ella misma podía creer que le dijo. —Podríamos intentar nuevamente, si usted lo desea, amo William. — ella se quedó sin aliento.
Shadow solo sentía la preocupación crecer cada vez más y más.
William sonrió —Qué excelente idea Evelyn, así en un par de años habrá un pequeño cachorro bajo su cola, ¿no suena lindo? — les preguntó sonriendo.
—Si, amo William. — le contestaron monótonamente.
—Son muy inteligentes — dijo William antes de hacer aparecer dos jeringas. El abre la jaula y las invita a salir. —Vengan aquí, no quieren que me enoje otra vez. — les dijo con una sonrisa, pero para ellas era una advertencia.
Ambas salen de la jaula.
—Si su humano no soporto la dosis, tal vez su lobo lo haga, loba ya. — les ordenó.
Ambas se transforman en sus lobos y se sientan.
—En dos patas, está irá directamente en su aparato reproductor. — él les ordenó.
Ambas gruñen.
—Chicas — les advirtió mientras su ira comenzaba a resurgir.
Ambas se ven entre sí y luego lo ven a él.
—En dos patas ya!! — William les ordenó.
Shadow ataca a William arañándole el brazo.
Ambas lobas salen corriendo de la habitación, y se dirigen hacia la salida que las llevaría al bosque.
—¡Enciendan las alarmas!!! ¡¡Cierren las puertas!! ¡¡Y atrapen a los sujetos 001!! — escucharon a William gritar.
Las alarmas se encienden, las lobas son rodeadas por guardias, pero varios tentáculos los golpean y noquean. Ellas salen corriendo hacia el gran bosque.
Más alarmas resuenan a lo lejos, se escuchan disparos y pisadas siguiéndoles de cerca. Ellas llegan a una gran reja y escuchan armas cargarse a sus espaldas. Ambas se voltean y ven a varios guardias apunto de disparar, pero ellas con todas las fuerzas que le quedan logran aparecer al otro lado de la reja y comenzar a correr. Los guardias disparan, pero ellas esquivan todos los dardos y logran perderse entre los árboles.
Ellas corrían y corrían hasta que llegaron a un callejón y se transformaron, estaban exhaustas de todo lo que tuvieron que hacer, pero ahora son libres, ya no sufrirían más, son libres...libres de Amery.
Ambas estaban juntas, abrazándose gracias al miedo que les causó hacer eso y al frío de la noche, pero no importaba que el sueño las atrapó, y ellas cayeron en un sueño profundo, el cual se podía comprobar gracias a que alguien, una mujer, las subió a un auto.
Ella prendió la calefacción y condujo durante algunos minutos, las baja de su auto y las dejó en el sofá. Las reviso y limpio sus heridas, las cubrió para que no perdieran calor, pero al momento que ella iba a tocar sus orejas ambas despiertan y le gruñen.
Shadow enseña sus colmillos. —Quién eres?! — le gritó Shadow.
—Hey, tranquilas, no les haré nada, solo las encontré y quería ayudarlas. — les dijo la mujer azabache de ojos café, tratando de calmarlas.
—Ayudar? —preguntó Evelyn.
—Si, ayudar — ella le respondió.
—¡Quién- eres?! — volvió a preguntar Shadow.
—¿Soy jane, y ustedes? — ella le preguntó.
Shadow deja de enseñar sus colmillos.
—No tienen que decirme si no quieren, pero ¿por qué estaban ahí? ¿O qué son? — les pregunto algo incómoda, pero a la vez curiosa.
Shadow mira a Evelyn y niega. —No debes saber. — ella le contestó.
Ambas esconden sus partes de animal.
—Dónde estamos? — le preguntó Evelyn mirando a su alrededor.
—Están en mi casa, aunque podemos compartir. — jane le respondió con una risa nerviosa.
—Hora? — Shadow le preguntó con un tono seco.
—Que? — jane le preguntó confundida.
Shadow olfatea —Noche, lluvia. — le dijo a Evelyn.
—No es seguro aquí, debemos irnos. — ella le informa.
—Porque no es seguro? — jane les pregunta.
—Tenemos — Shadow no pudo terminar gracias a lo que vio.
Ambas se quedan paralizadas al momento que la sangre de Jane les salpico, y la mujer cae al suelo sin vida.
William patea la puerta principal y entra a la casa con un arma a mano. —Que lastima, murió sin saber. — él dijo viendo a la mujer.
Ambas se aterrorizan al verlo.
—Ahora ustedes dos. — les dijo apuntando las con su arma. —Han causado muchos problemas esta noche. — les dijo. Él carga su arma y les dispara dos dardos verdes en las piernas. —No tan difícil no es así? — les preguntó enojado.
Ellas dejan ver sus orejas, colas y colmillos de lobo.
—Al parecer solo necesitaban adrenalina para que funcionara. — se dijo a sí mismo.
Ambas se recuestan en el sofá.
William tuerce los labios llenos de disgusto. —Ustedes en verdad tienen problemas. — les dijo. Él se les acerca y les pone dos collares eléctricos —Miren lo que me hicieron hacer, matar a una pobre e inocente mujer, y todo solo por su egoísmo, ¿ahora quieren que más personas mueran por su culpa o regresarán conmigo? — les preguntó dándoles la espalda.
Ambas se transforman y bajan del sofá, ellas caminan hacia William con la cola entre patas y la cabeza gacha.
Los tres se acercan a un pequeño auto negro y William abre la puerta. —Tienen mucha suerte que las quiero tanto, adentro. — les dijo entre dientes.
Ambas suben al auto, William cierra la puerta con fuerza y él se sube al asiento del conductor.
—No hagan ni un ruido. — él les advirtió. Hizo aparecer un botón y lo presiono, así comenzando una descarga eléctrica en los collares de las lobas.
Ambas se retuercen en el asiento trasero.
—Vamos a casa. — dijo William, enojado.
Ellos regresaron al edificio. Ellas a una nueva jaula, con barras las barras, dos guardias en la puerta, una cámara viéndolas 24 hrs y un collar eléctrico con un rastreador encima.
William perdió toda confianza en ellas, tuvo que volver a comenzar la fase dos, esta vez, concentrándose en la lealtad y sentimientos. Él las rompió pedazo a pedazo, cada vez más perdidas bajo el control de William.
Ellas no luchan, no reaccionan, era como si su alma se hubiera roto en pedazos.
Sujeto 001 exitoso
Ellas no hablaban, no hacían ni un movimiento sino se los pedía, ellas no tuvieron la infancia que merecían, la vida que les tocaba.
Un año después en su octavo cumpleaños, las cambiaron a una jaula más grande, parecía ser para cuatro adultos, pero solo estaban ellas.
Hasta que llegaron, dos niños pequeños, uno era pelirroja con ojos morado suave, y el otro era azabache con ojos azul oscuro. Ambos tenían una piel pálida, pecosa, ambos eran altos, pero se veían tan jóvenes, como unos pequeños de cuatro años.
—001, ellos son, sujeto 003, alias, Bear. — William dijo empujando un poco al pelirrojo. —Y el sujeto 004 aka Caín, sus nuevos compañeros de jaula. — dijo William sonriendo.
Ambas niñas los ven y gruñen.
—Ah ah ah, ellos son aliados y siguen aprendiendo, no los salen. — les dijo entre dientes.
Shadow desaparece y Evelyn cierra los ojos. Ella abre los ojos y son azules pero el resto del ojo es negro.
—Miren eso, ustedes podrán hacer eso algún día, cuando se juntan una nueva persona se forma, Shalyn, Evelyn y Shadow juntas. — les susurra a los dos pequeños.
Ambos la quedan viendo asustados.
—Ahora adentro. — les dijo empujando los a la jaula y cerrando con llave
William se va de la habitación y cierra la puerta.
—Hola — tartamudeo Bear.
Shalyn lo queda viendo. —silencio — le dice antes de bostezar y recostarse.
—Tonta — murmuró Caín.
Shalyn lo ve y le gruñe.
Caín le saca la lengua y se ríe.
Ella lo queda viendo confundida. —Que es ese ruido? ¿Ese ruido que haces? — ella le preguntó.
—Mmmm creo que le llaman risa, eres graciosa — él le contesto.
—Tú puedes reír? — Bear le preguntó.
—Eso está prohibido, el amo William me castigaría por ello. — ella les explicó.
—Quién? — preguntaron al unísono.
—El amo William, el hombre que los trajo aquí, él nos entrena y cuida, nosotros obedecemos.
—Que aburrido — dijo Caín poniendo sus manitas en sus cachetes.
—Nightmare! — le regaño Bear.
—Nightmare? — se preguntó Shalyn.
—Mhm, un señor me llamo así porque dijo que era una pesadilla para él — dijo sonriendo.
—Nightmare, mhm. — se dijo a sí mismas asintiendo.
—Esto es aburrido. — dijo Bear suspirando.
—Dormid, lo necesitaran — ella les aconsejó y les dio la espalda.
Unos minutos después ellos escucharon ronquidos.
—Pero qué bonito. — dijo Bear acercándose le a su cabello.
—Es como el tuyo y el mío. — dijo 'nightmare' tratando de no hacer ruido.
Ambos niños le tocan el cabello y ella comienza a gruñir.
—Woooow — dijo Bear al ver la cola de shalyn moverse.
—Perrito — dijo nightmare abrazándola.
Shalyn se transforma y con su hocico toma a cada niño de la bata y los pone en una esquila.
Ambos niños se ríen y se le acercan
La loba les ruge y ambos niños le abrazan las patas delanteras. Ella trata de quitárse los de encima sin dañarlos, pero comienza a chillar porque no puede hacerlo.
William entra a la habitación sonriendo. —no puedo esperar cuando tengan sus propios cachorros, ellos son demasiado amorosos, no puedo cambiar eso, pero ustedes pueden moldear los a su voluntad, hagan que obedezcan, después de todo, son las mayores. — les dijo y volvió a irse.
—El da miedo. — murmuró Bear.
Ellos estaban llenos de vida, y trataban de animarlas, pero cada vez que lo hacían William les daba un electroshock.
Ellos dos lo odiaban, los estaban matando al igual como lo hicieron con las chicas. Los dejarían vacíos, pero ellos luchaban. Eran fuertes, y eso las chicas lo notaron y por primera vez en años sintieron algo, esperanza.
Tres años juntos pasaron y ellos ayudaron a las chicas, ellas sonreían un poco, a veces hablaban, a veces ellas los calmaba, y cuando William se enteró, mató esa hermandad y los separó.
Él las castigó por sentir eso, su chispa se estaba apagando lentamente, su poder se estaba debilitando, sus ojos perdían ese hermoso azul y con el paso del tiempo se volvía de un tono grisáceo, su vida se escapaba entre sus manos y no la podían
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