•Viernes 13, Diciembre del 47, 10 PM•

•Bosque Hoia Baciu•

~Narro~

Los cuatro adultos dialogaban entre sí, excluyendo a sus líderes, buscando alguna respuesta de porque el proceso se detuvo en su punto más alto.

Gracias a la confusión les encerraron dentro de un domo rojo, diferentes inscripciones rodeando su protección.

— Corea, esto nunca ha sucedido, tú eres quien mantuvo los pergaminos más importantes entre los de tu linaje. — Norte le recuerda, intentando no gruñir.

— Norte, he releído cada uno de los pergaminos que se me entregaron esa noche. —responde con una voz autoritaria.

El hombre se mantiene callado, aun teniendo respeto hacia él.

— Tendremos que esperar hasta el amanecer y asegurarnos que es algo no maligno.

— ¡Ni que fuéramos tumores! — Fred grita entre sus carcajadas.

— ¡Solo déjenos salir! ¡Nos sentimos bien! — Shadow ruge golpeando el domo.

— ¿Y si los afecta no en la parte del poder, sino que en la parte psicológica? — Antártida pregunta acercándose al domo.

— Sería ilógico, las penumbras no...pero ellos no son penumbras comunes. —se dijo a sí mismo. — Sus poderes están siendo modificados de una forma química.

— Los químicos afectan a todo el sistema de un portador, ende a su penumbra. — Sur continua, acercándose junto a sus compañeros.

— El más estable ha sido Fillet, a él podemos preguntarle. —Norte dice, sujetando con fuerza su bastón.

— Aun seguimos aquí. —Phantom gruñe, sus colmillos alargándose.

— Al parecer no saben con exactitud que él lo que parlotean. — Corea le informa a los demás.

— Eso ya sabemos, lo que no sabemos es como hacerles reaccionar. — Norte habla tocando el domo.

Una penumbra golpea intentando romper su prisión.

— Déjenos salir. — Fred dijo casi gruñendo.

— No hasta el amanecer, o al menos que logren ser conscientes. — Sur responde marcando un nuevo signo frente al domo.

— Chven unda gaviktset, sanam raime sisuleles etsdebian. (Deberíamos escapar antes de que ellos intenten una estupidez.) — Shadow gruñe, cruzando sus brazos.

— Pazientzia, zure energía ez da infinitua. Noizbait bukatuko da eta aske geratuko gara. (Paciencia, su energía no es infinita. En algún momento se acabará y nos dejaran libres.) — Fred sonríe, observando al líder suplente, Corea.

— Se comunican entre sí. — El líder habla, entendiendo algunas de las palabras antes dichas en los dos distintos idiomas.

— ¿En qué idioma exactamente? —Norte preguntó, observando como el grupo se junta al centro.

— Euskera por parte de España y Georgiano por parte de loba gris. Los dos lenguajes sagrados, y lo hablan a la perfección. — susurra, borrando la tercera inscripción frente al suelo con su pie.

— Perdieron el control de una forma distinta a la que pensábamos. —Antártica piensa, igualmente borrando uno de los símbolos con su pie.

— ¿Alguna idea de cómo ayudar? Porque mi mente se encuentra en blanco en estos momentos. — Norte ríe nervioso, pisando y borrando tres líneas.

— Esta es una muy mala idea, estamos abriendo una puerta a nuestro mundo. — Sur comienza a quejarse, destruyendo una formación de ramas blancas.

Del domo comienzan a aparecer manchas negras, dentro de este se llenaba lentamente de un gas blanco.

Los seis jóvenes adultos rugen y golpean contra la contención uno a la vez.

La manada se mantiene paciente, sus semblantes en alto. Reconocen el precio de esta acción, pero no volverían a arriesgarse.

Los golpes han cesado, el domo se desintegra y ellos comienzan a prepararse para un ataque.

No fueron los rápidos suficientes para ver que sus lideres habían desaparecido a una gran velocidad.

— ¡Les dije que era mala idea! — Sur grita desapareciendo.

— Ese es el punto. —Corea murmuro, imitando su acción.

— Va de mal a peor. —Nead ríe.

— Que la persecución empiece. —Antártica suspira cansado antes de haber movido un solo cabello.

Ambos hombres desaparecen, pero al aparecer en la casa de Fillet, se sorprenden.

Viendo como los seis líderes se encontraban leyendo un libro cada uno.

— No se acerquen. —Corea dice, deteniéndoles con su báculo.

— ¿Por qué no están atacando? — Antártida pregunta, igual de confundido que los demás.

— No somos animales rabiosos, nosotros controlamos nuestros instintos por comida y los suprimimos leyendo lo que sea. — Evelyn responde, cruzando sus piernas sobre el sofá.

— Sorprendente. — Corea murmura, su báculo desapareciendo de su mano. — Encontraron una forma de controlarse, no de una manera convencional, pero si funcional. —admite asintiéndole al resto de integrantes.

La puerta principal se abre, el resto de la banda y adultos entrando.

— Nos dejaron. —Matías dice de una manera molesta.

— Nunca creí que Matías nos regañaría. —Freddy ríe aun leyendo el libro sobre las firmas de su familia.

— Y yo no creía que todo esto sería tan difícil de entender. — Warren susurra, aunque los demás portadores le escuchan a la perfección.

— ¿A cuántos más Christopher? —Corea pregunta después de haber tomado una gran bocanada de aire.

— A todos los necesarios. —él sonríe haciendo aparecer una pelota y golpeando a Fred con esta.

— ¡Oye! —Fred grita molesto.

— Ya no puedes renunciar Warren. —Shadow ríe abriendo un gran mapa.

— Por supuesto que no renunciare. Sería un completo estúpido si renunciara después de ver los primeros resultados de su primera demostración. —él sonríe, tomando su tableta y abriendo todos los archivos ingresados recientemente.

— No sabremos como explicar lo que sucedió con todas esas luces. —Night admite intentando cambiar el tema.

— Perdón por eso. —Evelyn responde sin mucho interés.

— Tampoco podemos mencionar nada de los poderes, tal vez alguna falla de energía. —Shadow sugiere.

— ¿Como explicar una falla de energía en un lugar donde no las ha habido durante una década? —Phantom ríe a la respuesta de Shadow.

— Una falla en las corrientes es posible, no es común, pero si posible. —Nead dice, asintiendo.

— Aun así, las posibilidades son de 1 en 30 AÑOS. —Phantom vuelve a decir.

— Suerte, yo tengo un continente entero en donde esconderme. Me duele la cabeza, ustedes son los lideres, averígüenlo solos. — Antártica sonríe desapareciendo.

— Nunca aprenderá. — Corea negó.

— No se preocupen, yo me encargo. —Nead sonríe estirándose.

— Sera mejor que yo les guie. Tú no tienes demasiada experiencia, cuidando a futuros protectores, encima a nuestros lideres, necesitan a alguien con experiencia.

— Corea, yo puedo hacerlo. —Norte le aseguro.

— Nead, lo hare yo, ve con tu esposa. —Yang le sonríe.

— Bien, cuídalos. — Le pide el favor para luego desaparecer.

— Terco. —sur ríe acercándose a los seis.

— Aún siguen en una etapa de maduración, creo que aun será necesario la vigilancia.

— ¿COMO QUE NOS HAN ESTADO VIGILANDO? — Shadow gruñe.

— ¿O que pasaría si ustedes no nos vigilan? — Fred pregunta cerrando su libro.

— Se volverán aún más animales. —Sur respondió con sencillez.

Ellos escuchan como si alguien comiera palomitas.

Se voltean hacia los demás, Christopher había hecho aparecer varias bolsas llenas de palomitas saladas.

— Esta es la mejor novela que he visto. —Rebeca dice tomando otra palomita.

— Si, ni siquiera se dan cuenta que seguimos aquí. —pine dijo intentando no reír.

— Creo que tendremos que ir a otro lado a conversar. — Shadow se levanta y deja el libro sobre la mesa. — Mañana hablamos, o cuando regresemos. —dijo y la manada entera desaparece.

— Y se fueron. —Christopher suspira negando. — Warren, hablemos sobre negocios mientras ellos se van a descansar. —le informa al único hombre a su lado.

— Pero si nosotros. —Rebeca decía, pero recuerda que ellos siguen siendo menores. — Okay, iremos a descansar. —ella responde.

El resto de la banda renegando sube las escaleras. Ellos buscando las habitaciones, es la primera vez que salían de su país natal. Por supuesto, Warren y Christopher ayudando con el papeleo legal.

•Sábado 14, Diciembre del 47, 9 AM•

•Casa Fillet•

Un grupo de jóvenes adultos se encontraba frente a los dos adultos.

— ¿Qué es lo que nos perdimos anoche? — Fredd pregunta con una bolsa de hielo sobre la cabeza.

— No sé a quién cobrarle un diente roto. —Shalyn gruñe, cubriendo la herida de su boca.

— A Fredd tal vez. —Nighantom responde entre gruñidos, sus fosas nasales llenas de papel rojo.

— Ustedes parecen haberse metido en una pelea de la WWW. —Christopher admite un tanto preocupado.

— Oh créeme, así se siente. — Shalyn gruño sintiendo el hueso crecer con lentitud. — Odio el dolor. —ella lloriquea.

— Juro que vengaré mi nariz. — Nighantom gruñe con aun más fuerza.

— Aún deben explicaciones. —Christopher dijo pasándoles aún más hielo y papel.

— Sur tenía razón, los animales en cuerpos humanos no son muy buena combinación. — Fredd responde, sintiendo el gran chichote.

— No nos pongan atención, esto lo más seguro que en media hora ha desaparecido sin rastros, pero lo del colmillo roto, no sé a quién de este par debo sacarle los dientes. —ella decía con una gran sonrisa, en su voz escuchándose pequeños gruñidos.

— Así que ustedes hablen, ¿Qué sucedió después que nos hayamos desaparecido después del evento? — Fredd vuelve a preguntar.

— Tenemos muy buenas noticias, logramos conseguir un 30% de las ganancias gracias a ustedes. Y ya que la mayoría son mayores, ustedes son quienes deciden qué hacer con ello.

— Cuatro cosas, dividir, ahorrar, invertir y regresar. — Shalyn hablo primero.

— ¿Regresar? —Warren pregunta confundido.

— Bueno, entre nosotros pensábamos dar una parte al gobierno español...causamos terror durante años y quisiéramos dar algo a cambio por perdonarnos la vida. Porque sabemos que, aunque Yang sea un gran abogado, el caso aun hubiera estado perdido. —Fredd susurra haciendo desaparecer la bolsa de hielo.

— Si ustedes hacen eso nosotros también ayudaremos. — Pine les informa.

— ¿Ustedes quieren ayudarnos? — Shalyn pregunto, confundida a sus palabras.

— Si, haremos esto como banda, y las bandas unidas son más fuertes. —Pine tuvo que recordarles.

— Tenemos muchos planes a sus espaldas, sabemos que les encanta excluirnos en estos asuntos personales, pero nosotros decidimos meternos a la fuerza o se enterraran bajo sus propios problemas como siempre. — Matías se cruza de brazos.

— Ustedes nunca nos dejan solos, gracias por eso. —Nighantom asiente.

— Continuando con el tema musical, el público los ama, no tanto el público, la mejor decisión seria que crearan su propia empresa musical, puedo guiarles. Pero lo que quisiera decir es que no es solo la empresa musical la que demostró interés.

— ¿Podrías explicarnos un poco más? —Rebeca le pide.

— Las empresas en cinematografía, y modelaje se encuentran interesados. En específico, DNA Modelos. Ellos se han enfocado en encontrar personas con peculiaridades únicas. Así como ustedes, en estos tiempos es complicado trabajar con extranjeros, por eso ahora son únicos, y ustedes seis.

Shadow le interrumpe — Y nosotros por estas marcas. —suspira molesto.

— Si, vean el lado positivo, atrajeron la atención de una muy buena manera, de esas mismas cicatrices pudieron obtener un beneficio.

— Si si, cicatrices bonitas para el mundo, feas para nosotros, así se quedará. —Fred decía frotándose los ojos.

— Algún día aprenderán a como valorar sus cuerpos. —Christopher dijo pasándole a cada una carpeta blanca. — Trabaje unos años con ellos, esas empresas son muy exigentes, pido que lean todo con mucho cuidado. DNA es una de las más grandes en el mundo después de todo. —dijo, emocionado y a la vez preocupado, entregándoles su primer contrato.

— Esperen un momento. ¿Nos están diciendo que las empresas con más peso en el mundo artístico nos quieren a nosotros? —Fred pregunta frunciendo el ceño. — ¿Por qué? Después de todo lo que hicimos. —decía aun confundido.

— A las empresas jamás les intereso eso, a ellos solo les importa el potencial extremo, si encuentran ese potencial no tardaran ni un solo segundo en conseguirlo y añadirlo a su gran colección de personas únicas.

— Confirmado, créanme a mí, y que me aceptaron en muchos trabajos. —Christopher sonríe.

— ¿Seguros que es a toda la banda? — Matías pregunta frunciendo su frente no muy seguro.

— Fue lo primero que especifique. Las empresas aceptaron tal condición y algunas otras para que no afectará demasiado su día a día.

— Solo nos falta como un año de bachillerato, y ya tenemos contratos. —Fred piensa para que las demás penumbras escuchen.

— Esto es de locos. —Shadow piensa leyendo el contrato.

— Muy de locos. — Night pensó.

— ¿Chicos ustedes que piensan? —Rebecca les pregunta a los seis.

— ¿Nosotros? — Phantom pregunta devuelta.

— Si ustedes. —Ella dice.

— No sabemos, ustedes decidan. —Night dijo justo después de que las tres penumbras volvieran a ser humanos.

— ¿En verdad? Ustedes son los cantantes principales, los creadores de la banda, ¿y aun así no saben qué hacer?

— Quién lo diría, ¿verdad? — Freddy ríe un poco nervioso.

— Además, seguimos estudiando, y esto puede afectarnos a todos. —Phantom intenta darles un poco de razón.

— ¿No era esta una de sus metas? — Pine pregunta dejando el papel a un lado.

— Aún tienen tiempo, si no quieren firmar está bien, tómense su tiempo. —Warren sonríe, intentando calmar un poco la situación.

— ¿Podrían dejarnos solos? — Evelyn les pide a ambos hombres.

— Por supuesto. —Christopher respondió.

Ambos de ellos saliendo al patio trasero, igualmente arreglando futuros negocios.

Las tres penumbras desaparecen de inmediato.

Freddy suspira a la vez que se restriega los ojos.

— ¿Vamos piensa que harían los demás? —susurra estresado.

— Al coño, ellos siempre sabían que hacer en este tipo de situaciones. —Evelyn se rinde.

— ¿Por qué no sabemos qué hacer? — Phantom se pregunta a sí mismo.

Un fuerte aplauso los distrae.

— No se pregunten eso, pregúntense, "¿qué es lo que yo haría?", no otra persona. Sabemos que ellos eran muy importantes para ustedes, pero ellos ya no están, ahora les toca a ustedes seguir avanzando. — Matías dice, a la vez que pone ambas manos sobre la mesa.

— Pero ustedes saldrán más afectados. —Phantom susurra

— Yo vivo solo con Rebecca. —Pine responde.

— Papá me quiere echar. —Matías responde sonriendo.

— Nosotros solo esperamos su decisión para también poner cartas en el asunto. —Pine sonríe.

Todos queriendo ayudarle, apoyar en todo lo que puedan, sus sueños no quedarían en la basura nunca otra vez.

— ¿Están seguros de esto? Porque si lo están, no los dejaremos solos ni un segundo —Phantom dice decidido por última vez.

El resto asienten y firman los contratos. Las tres penumbras apareciendo y al igual que los demás, firmando.

Shadow hace aparecer a ambos adultos, Warren observando a un Cristopher sonriente.

— ¿Cuándo empezamos? — Fred pregunta con bastante ánimo.