~Narro~

Esas fueron las fiestas más frías de sus vidas. Shadow intentaba avanzar con su vida, pero inconscientemente siempre terminaba de regreso en ese mismo sitio en el bosque. Siempre acompañando a su pequeño.

William pensaba que ella había perdido la cordura cuando se entero que su loba le llevaba pedazos de comida a la tumba durante los tres tiempos.

Fred la acompañaba asegurándose que no hiciera alguna locura.

Night se mantenía cerca de William o vigilado por Fred, pero jamás dejándolo a solas con Owyn.

Mes tras mes ella fue mejorando.

Todo se volvió más normal, ellos estudiaban, entrenaban y descansaban.

Se mantenían tomando las dosis que William les suministraba, esperando el gran día.

Creo que su espera terminará muy pronto.

•Martes 19, Junio del 46•

Las tres penumbras se sentían diferentes, más vivas de lo usual. Demasiado vivas.

Eran inconscientes de los acontecimientos en sus mentes.

Sus portadores se encontraban en el frío suelo, con sus últimas fuerzas golpeando el espejo sin reflejo.

— Ayuda. —susurro Evelyn medio inconsciente.

— Alguien sáqueme de aquí. —Phantom murmuro dejando de golpear el vidrio.

Ellos comenzaron a llorar, pero de repente algo les toma de los pies y los arrastran, alejándolos del vidrio.

Los tres gritaban aterrados al ver la baba negra apretar mas su agarre y avanzar desde sus piernas.

Se detuvieron de golpe y al sentarse viendo a su alrededor, no vieron mas que la infinita oscuridad.

Ellos sin importarles donde estaban, con el resto de sus pocas fuerzas intentaban quitarse esa sustancia pegajosa de los pies.

De repente penumbras aparecen y les toman las manos.

Ellos en pánico vuelven a gritar por ayuda.

Las penumbras les taparon la boca y lentamente se enrollan en tus piernas y abdómenes.

Comenzaron a ser arrastrados nuevamente, se sentían casi livianos, sin dolor alguno. Adrenalina comenzó a recorrer sus seres. Intentaban luchar contra las mismas penumbras sin saber que en realidad era su mismo poder intentando de deshacerse del peso muerto.

Lo viscoso se propaga por todo su cuerpo, cubriendo sus rostros completamente. Las penumbras apretando demasiado su agarre hasta que una se clava en sus espaldas. Esta en especial brillaba y fortalecía el lugar.... Les estaba absorbiendo su parte de los poderes, su energía vital.

Los tres portadores dejaron de luchar. Sus mentes ya no respondían. Sus ojos parecían carentes de vida. Sus vidas arrebatadas por si mismos.

Las penumbras los cubrieron por completo, esta vez todas aprovechando la energía que sus cuerpos producían naturalmente.

Baterías sin vida entregando hasta la última gota de energía existente.

En el mundo externo las penumbras reían a carcajadas. Sus cuerpos cambiando físicamente. Sus cabellos se volvían negros cual la brea, sus ojos rojos como un par de rubís sus manos y antebrazos teniéndose de un negro penetrante y sus uñas alargándose un poco como si se tratara de garras.

Los monstruos que Amery había imaginado han cobrado vida.

Se habían convertido en una sola persona sin sentimientos algunos, empatía o moral.

Ellos aparecieron frente a William y le sonríen.

— Es nuestro. —Shadow sonríe y luego se ríe.

Amery nota sus brazos y manos, se acerca y le toma con cuidado a Shadow.

— Parece que las leyendas son reales. Cuando una penumbra asesina a su portador, su sangre en sus manos siempre estará. —Dijo soltándole la mano.

— ¿Eso que significa? —Fred le pregunta interesado.

— Finalmente podrán salir solos son que los supervise. —el responde asintiendo.

— ¿Es enserio? —Night le pregunta.

— Acaban de ganárselo. Diviértanse con sus amigos. —William les sonríe.

Los tres adolescentes agachan sus cabezas en señal de sumisión.

— Vayan, se lo merecen. Pero con camuflaje, no queremos que sospechen del cambio repentino. — dijo riendo.

En verdad habían conseguido amigos. Nadie sabe como lograron convencer a William, pero el no le tomo importancia y se los permitió.

Claro, esperan que jamás averigüen la verdad tras el camuflaje, no quisieran hacerlos desaparecer. Se habían encariñado demasiado con ellos.

Pine, un chico de ojos verdes, tez blanca y cabellera café. Mas, un chico algo alto, cabello negro y ojos café, su piel era algo pálida así que siempre estaba cubierto. Rebeca, la explosiva del grupo, una pelirroja de ojos azules y su hermano menor Matías, mellizos casi idénticos, si no fuera porque él tiene un par de pecas.

Los cuatro jóvenes siendo los únicos amigos del trio de penumbras destructoras.

Aunque Night miraba a Max, intentaba evitar el tipo de pensamientos que usualmente tendría.

Pero Max tenía un secreto oculto, algo que podría mandarlo tres metros bajo tierra.

•Parque central, 11 AM•

— Se están tardando demasiado. —Shadow murmura sentada en una de las bancas del lugar.

— Lo más seguro es que se volvieron a perder. —Night ríe un poco.

Los tres caen sentados en medio de la oscuridad. De inmediato crean penumbras listas para destruir lo que sea o quien sea quien los haya traído a ese lugar.

— Al fin estaban solos. —escucharon la voz aliviada de un chico.

— ¿Max? —Night pregunto, sus ganas de atacar abandonándolo.

Él sale de entre la oscuridad.

— Hola. —les saluda un poco nervioso. — Lo siento, no pude evitarlo...no después de saber lo que habían hecho a los demás. —él admite asustado.

— Estabas con ellos, se nos olvidó uno. —Fred dijo con molestia.

— Nosotros no dejamos cabos sueltos. —Shadow gruñe.

Night crea un domo alrededor de Max —Habla rápido. No me gusta que traicionen nuestra lealtad Max. —dijo algo decepcionado.

— ¡Ustedes no son así! ¡Éramos amigos! ¡Familia! ¡Night no recuerdas cuando nos conocimos! ¡Pero tú me dijiste que me amabas! ¡Y me dejaste solo! ¡Lo habías prometido! ¡Solo trataban de ayudarlos y ustedes los asesinaron! —Les gritó sintiéndose dañado. Él no podía evitar moquear.

— Max, yo me encargo desde aquí. —se escuchó una voz adulta.

Su primer enemigo, su primer asesinato.

Mike Amery, sigue con vida.

— Chicos vengan conmigo, no les poder regresar la memoria, pero contarles la verdad de sus vidas. La ultima vez no quedamos en buenos términos, pero las cosas han cambiado. —él dijo asintiendo.

— ¿Por que deberíamos confiar en ti? —Shadow le pregunta casi riendo.

— Mike Amery es mi nombre original, el primer hijo. Simple y sencillamente cambié mi apellido a Emily Montessori.

— Está bien, iremos contigo. —Night le confirma.

— ¿Qué haces? —Fred le gruñe.

— Si Max dice que nos conocía desde antes, yo le creeré, no me importa lo que piensen ustedes dos. —dijo alejándose de ellos.

Ambos suspiran y asienten

— Iremos contigo, Mike. —Shadow dijo no muy confiada.

— Genial. —Mike dijo.

Los cinco aparecen en lo que parecía ser una sala normal.

— Pueden dejar el camuflaje, ya lo se casi todo. — Mike admitió tomando tres vasos de agua. — ¡Papa! ¡Tenemos visitas! —él grita.

Un hombre de cabellera dorada y gris baja las gradas y los observa.

— ¿Y ellos? —Le pregunta a Mike.

— ¿Te acuerdas los experimentos que te mencione de William? Ellos son los "éxitos" de tales. —Mike le explica.

— William perdió la canica al experimentar con niños, ya en sí matarlos.

— ¿Y el punto es? —Fred le pregunta.

— Verán, eso es contra la ley, contra todo, el casi los mata......Fred, Freddy, ¿se olvidaron de su verdadero padre? ¿Christofer Fillet?

— No menciones a ese chico.

— Él es tu hermano. —el padre adoptivo de Mike, Henry, le recuerda.

— ¡No lo es! ¡El solo era un estorbo! —le ruge enseñando sus colmillos.

— No lo era, tú eras su estorbo, tú lo llevaste varias veces al suicidio, tu hiciste que toda una escuela le dijera fenómeno. —Mike decía señalándole.

Fred se queda callado mientras lo mira a los ojos, en búsqueda de mentira alguna.

— Shadow, William asesinó a tus verdaderos padres para utilizarte junto a Evelyn.

— El nunca haría eso. —ella dice no muy segura de sus propias palabras.

— Night, tú mismo asesinaste a tu propio padre, Caín Black, tu hermano Shadow, lo mataste, el literalmente fue creado en un laboratorio, tú eras su hijo, y yo de idiota seguía los pasos de William. ¿Y saben que me hizo? ¿Saben que me hicieron sus creaciones? Me mataron y a él no le importo, solo son sus juguetes. —Mike les dice antes de enseñarles las marcas en su cuello.

Las tres penumbras se encontraban asustadas de Mike.

— Padre no sería capaz. — Shadow niega.

— No le llamen así, él no es su padre, él solo les borro la memoria y los utilizo eliminando a todo aquel que los conociera y de paso matando a los viejos enemigos, es un milagro que no hayan matado a Max o a papá Henry. —Él suspira.

— Entonces nuestras familia. —Night ve sus garras y traga en seco.

— Personas inocentes que solo trataron de ayudarlos, ustedes traicionaron su confianza y lealtad. —Mike se sentó a su lado.

— Genial, me estoy dando asco a mi mismo. Yo maté a mi madre y....ella decía la verdad... Él nos encerró en ese hospital, ¿cierto? —Fred pregunta.

— Todo. Mike también estaba siendo controlado, pero ustedes lo ayudaron a escapar, ese golpe le hizo entrar en razón. —Max se ríe un poco.

— Lo matare, los matare a ambos, ya no me importa si me voy al infierno junto a ellos, solo quiero saber quien realmente soy. Evelyn, perdóname, éramos hermanas.....y yo te mate. —susurró viendo sus manos cubiertas en ese tinte negro.

— Saben ustedes tocaban solo para relajarse, lo recuerdo bien. —Mike decía pero los tres se levantaron.

— Nos está llamando, debemos de irnos. — Shadow dice un poco preocupada.

— Vayan al parque mañana a la misma hora, llegarán algunas personas que les quieren conocer. — Henry dijo sonriendo.

Los tres desaparecen.

— ¡Ahora de almorzar! — William grito.

— ¡Vamos! — Night le avisa evitando levantar sospechas.

Esa noche no lograron dormir.
Pensaban en todo lo que hicieron y la pica información que Mike les había dado.

Se sentían culpables por cosas que no recordaban en absoluto.

La culpa por la muerte de sus portadores carcomiéndolos desde su interior.

•Miércoles 20, Junio del 46, 11 AM•
•Casa Emily•

El mismo grupo de ayer se encontraba en los sofás. La única diferencia es que Max y Henry no se encontraban. Querían darles un poco más de privacidad en este asunto.

Todos sintieron una gran pesadez en el aire y Mike suspira.

— Aparezcan de una vez. — el susurra

Seis personas aparecieron. Todas y cada uno de ellos con un aire de autoridad.

Uno de ellos está furioso intentando mantenerse calmado.

— Bear, por favor. — Mike le suplica.

— Ellos los mataron, yo no estaré calmado con ellos sueltos. —le responde gruñendo.

— William los estaba controlando, trataremos de evitar esa guerra, solo no los mates. — Mike le pide asintiendo.

— Mi hermano menor, mi penumbra, fue asesinado por ellos. ¡Nosotros los cuidamos y así nos regresan el favor! —le ruge

— Bear, sal de aquí. —un hombre de características asiáticas le pide.

Un hombre de tez blanca y cabello café da un paso enfrente. Sus ojos azules no se despegaban de Fred.

— ¿En verdad eres tú? ¿Freddy? —le pregunta con su voz gruesa, llena de arrepentimiento.

— Es Fred, ¿y tú eres? —pregunta confundido.

El lo abraza con todas sus fuerzas. — Los dañe tanto. —susurra.

— Lo lamento, ¿pero no sé quién eres? —Fred dice alejándose.

Mike suspira. — Él es Christopher Folleto, Bear Black, y digamos que ellos son la manada de Proyectores. —les explica.

— Yo los llamé. Gracias por ayudarme, Nead. —Christopher le agradece al hombre de cabellera dorada grisácea.

— Por los líderes, lo que sea. —le responde con una gran sonrisa.

— Yo no confío en los asesinos y eso te incluye a ti Mike. — Bear le dijo.

— Bear, estamos hablando de tu familia.

— ¿Qué sucede aquí? — Shadow pregunta cruzándose de brazos.

— Shadow, él es tu hermano, Night, el es tu tío. —Mike les dice.

Night aparta la mirada. — Perdón.

— ¿Seguros no recuerdan ni un poco? — Bear les pregunta un poco irritado.

Fred niega — No, él nos engaño, dijo que todos eran nuestros enemigos y que todos ellos fueron los que nos mandaron a ese lugar. Él dijo que podíamos vengarnos sin consecuencia alguna y le obedecimos.

— Todo en la vida tiene consecuencias. —La única mujer del grupo habló.

Tenía un acento brasileño y parecía ser de esa región, era notorio gracias al tipo de cabello y su tez oscura.

— Si hasta ahora nos damos cuenta. — Shadow le responde honestamente.

— "Sur" tiene razón. Pero por ahora nuestra prioridad es sacarlos de ahí.

— ¿Quién es Sur? —Night pregunta.

— Utilizamos nombres clave entre las mandas para evitar problemas. Yo soy Antártida. Él rubio es Norte, ella Sur, y Corea. — el hombre de cabello blanco habló.

— Ok. —Night fijo aún confundido.

— Él nos conoce de arriba a abajo, anota todo sobre nosotros en sus libretas. — Shadow les informa.

Todos ellos asintieron entre sí.

— Fred, aunque no recuerdes yo te hice cosas malas, por eso William se aprovechó de la situación y experimentó en ti, tu madre nunca lo noto. —Christopher susurra intentando disculparse.

— Perdón por lo de mamá. —él susurra de vuelta.

Christopher sonríe. — Ella siempre los quiso mucho a ambos.

— Cuando logren escapar, entrenarán con nosotros. Tendrán que aprender más porque son solo penumbras naturalmente. Aunque son los líderes por sangre. —Corea les explico.

Los tres asienten confundidos completamente.

Mike niega al ver sus rostros de confusión.

Él hace aparecer los instrumentos originales.

— Estos eran suyos. Los utilizaban cuando practicaban con sus amigos. —les dice antes de entregárselos.

Ellos le sonríen y se voltean hacia una ventana.

— Nos llama. —Shadow susurró y sin pensarlo los tres desaparecen.

William observa directamente los instrumentos.

— ¿Qué tienen ahí? —pregunta molestó. — Se deshacen de eso, ahora. —les ordena.

— No lo haremos. — Shadow responde.

— No es una petición, es una orden. —él les gruñe.

— Esto era nuestro, todas las personas que eliminamos durante las misiones nos lo decían y parece que era cierto. — Night susurra sujetando con fuerza su mesa de remixes.

William impaciente crea varias penumbras, arrebatándoles los instrumentos y destruyéndolos.

— ¿Por qué no nos dejas saber? — Fred le pregunta molesto.

— No, no te obedeceremos más. — Shadow le gruñe.

— ¡Ahora! —él les grita y los tres le rugen de regreso.

— Tu viste florecer cada sueño y pesadilla que hemos tenido, tú los volviste verdaderos. — Fred le gruñe.

— Lo has visto todo, cada movimiento, cada palabra, todo. —Night se le acerca enseñando sus colmillos.

— ¿Entonces por qué seguimos fallándote? ¿Por que nos creaste de esta forma? — Shadow le pregunta casi desesperada.

— Tu nos diste la fuerza y estamos agradecidos pero, ¡no podemos decirte nada! ¡Tu no nos dejas expresarnos! — Fred le grita.

— ¡Porque esa es la debilidad del mundo! ¡Esos sentimientos los vuelven suaves! ¡Débiles! —William intenta tomar nuevamente el control.

— ¿Por que no puedes ver que eso es mentira?—Night le pregunta negando.

— ¡Por favor, dinos quien debemos ser! ¡Nosotros estamos tan confundidos! ¡Ya no sabemos quienes en verdad somos! — Shadow grita jalándose del cabello.

Los ojos de los tres adolescentes vuelven a su estado original de penumbra.

— Nos has dejado ver el paraíso, ¡¿pero eso que vale si no tienes libertad de hacer lo que uno quiera?! —ella le ruge.

— ¡Ustedes pueden hacer lo que quieran!

— No podemos, porque si lo hacemos y a ti no te agrada, tú nos matarás al final. —Night susurra triste.

— Nos has dado todo, pero a veces eso no vale nada. —Fred le sonríe negando.

Tres siluetas pueden ser visibles tras ellos.

— ¡USTEDES DEBEN AGRADECERME! YO LOS LIBERE DE SUS PRISIONES! —él grita furioso.

— No lo haremos, ya no mas. — Shadow se ríe de su ingenuidad.

— Tu nos cegaste con tu red de mentiras, con todo esto, tú nos engañaste. — Night le informa.

— Deben de ver más allá de la verdad. —Él dice retrocediendo.

— ¡¿Y cual es la verdad que tu creaste para nosotros?! ¡Dinos padre! —Ella vuelve a rugirle.

Fred comienza a sentirse mareado y un hilo de sangre negra sale de su nariz. Luego sucediendo lo mismo con los otros dos.

— ¡Miren lo que se están haciendo a sí mismos, se están destruyendo a sí mismos! ¡Los están trayendo de vuelta y perdiendo el control! —él les grita en forma de suplica

— No, TU estas perdiendo el control, ya no nos controlarás. — Shadow le informa.

Los cuatro se mantuvieron en silencio hasta que William habló.

— Ustedes lo descubrieron, pensé que nunca tendría que hacer esto, que serian tan tontos para caer en mi engaño. —dijo riendo y haciendo aparecer un control.

Él presiona el botón y los tres chicos caen al suelo gracias a una descarga eléctrica.

— Ustedes me obedecen, yo soy su creador, ¡yo soy quien decide si viven o no! ¡¡¡Así que irán a eliminar a todos aquellos que los conocen y comenzarán su entrenamiento desde cero!!! — les ruge aumentando la energía.

— Tu nos diste este poder, ahora nosotros lo usaremos para matarte a ti y a Owyn. — Night tartamudea.

Hay una gran explosión de energía y se ven tres siluetas negras tras los chicos.

Sus ojos se vuelven completamente como los de una penumbra, sus cabellos vuelven a su color original y ellos se levantan lentamente.

— Odio destruir mis propios juguetes. —dijo negando.

Múltiples penumbras los atraviesan por completo y ellos de inmediato caen al suelo.

William suspira y hace aparecer una libreta — Sujetos 001,002 y 005 fallidos se dejara el proyecto abierto para futuras investigaciones. —anotó.

Los tres adolescentes se encontraban despertando en un suelo de piedra hirviendo a su tacto.

Ellos estaban gritando al sentir el dolor en todos sus cuerpos.

Y al verse gritan más fuertes, aterrorizados de sí mismos.

Notaron las alas, y cuernos en sus cabezas, sus ojos negros en totalidad.

— Pero qué tenemos aquí. —escucharon una voz grave frente a ellos.

Un hombre de cabello negro al igual que sus ojos, sentado sobre un trono de piedra casi azul oscuro. Cada músculo de su cuerpo detallado. Solo llevaba puesto un pantalón quemado.

Sujetaba un tridente de piedra negra con inscripciones rojas brillantes.

Él se levanta y se les acerca.

— ¿Muerte?—les pregunta acercando su tridente a la barbilla de Fillet.

— Desangramiento. —respondieron sin saber por qué.

Él asiente sin quitar la vista sobre Shadow.

— Tuvieron que haber hecho muchas cosas muy feas si tienen esas formas tan jóvenes. —él ríe y con su tridente levanta las alas.

— No recordamos exactamente cómo llegamos o que sucedió. —Night murmura.

— Eso se arregla rápido. —susurra riendo.

Solo comenzaron a gritar al sentir sus cuerpos arder durante unos minutos y luego detenerse.

— ¡Pero qué exquisito! —ríe lamiéndose los labios. — Pero hay castigo mayor que el infierno, si, si que lo hay. —dije con una mirada llena de locura. —¿Qué tal si los regreso a la tierra? Revivirlos, hacerles recordar toda sus vidas y sabiendo a todos los que han asesinado sin piedad, que tengan una muy y horrible vida. Los traeré de vuelta, los haré recordar lo suficiente para hacerlos suplicar por una muerte lenta y dolorosa, esperemos que en esta oportunidad se arrepientan de todo, porque sus vidas serán un infierno mental.—él decía sin coherencia alguna.

— Preferimos ser torturados toda la eternidad. — Fred dijo asintiendo.

— Aquí ustedes no tienen la palabra. Además, cuando quieren no es divertido, estaremos en contacto. —les dice y los hace desaparecer entre llamas.

— Porque me aseguraré que su futuro sea peor ... perdí la oportunidad de agregar a la colección a un Fillet y a una Darek jovenes, tan pocos que llegan aquí, pero ese futuro me conviene. Siganlos, no permitan que se los alejen de mi reino.