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Señora Fillet & Señor Darek

•Viernes 10, Enero del 53, 6:40 PM•

•Casa Fillet•

~Fredd~

Ay dios ay dios ay dios.

No puedo ni respirar, es la noche, después de un año de espera, finalmente es la noche.

Nos estamos casando.

¡NOS ESTAMOS CASANDO!

Después de todo lo que sucedió el año pasado, ellas accedieron a la ide de casarnos al comienzo de año.

Mantuvimos todo en pausa, necesitábamos un tiempo para mejorar, perder otro hijo las destroza aún más a ellas que a nosotros.

Shalyn, Rebecca y Max se fueron temprano al hotel, las que se suponen estar emocionadas por el mejor día de sus vidas parecen querer quedarse en cama por el resto de sus vidas.

Warren nos ayudó mucho organizando toda la boda.

No quiero ni siquiera pensar en todas las cosas que nosotros tuvimos que hacer para que este día sea perfecto.

— No se me dan los trajes. —Matías comienza a quejarse al mismo tiempo que sujeta su corbata.

— No eres quien se casa. —murmuramos aun dentro del baño. Estamos intentando no pasar nuestra mano a través de nuestro cabello.

— Venga chicos, sal ya de ahí. — escuchamos a pine decir, forzando la perilla.

— Es que nos vemos raro. —dije viendo nuestro cabello suelto, rizos escapando por todos lados.

— ¡Salen o los sacamos! —Phantom grita golpeando la puerta.

— ¡Esta bien! ¡Solo danos unos segundos! —grite devuelta.

Chasqueo mis dedos; espero que les agrade la sorpresa.

— ¿Listo? —veo a Fred en mi reflejo.

— Si, ¿y tú?

— Mas que listo, salgamos de este lugar.

Él volvió a tomar el control y una penumbra abre la puerta.

Todo el mundo nos ve de pies a cabeza.

— ¿Y qué piensan?

— Te vez bien. — Night asiente arreglando mi corbatín.

— Debemos irnos. —Pine canturrea. — Porque sé que las demás están en camino.

Si es cierto, no estoy listo, no, no se.

Phantom me da una cachetada y me sujeta del chaleco.

— Todos aquí estamos escuchando lo que ustedes dos piensan. Traten de escapar y Bear personalmente comenzaría a cazar sus cabezas.

— No escaparemos, prometido. —asiento a la vez que arreglo mi chaleco.

Escuchamos cada uno de los teléfonos resonar.

— Esa es nuestra señal. Si no nos vamos ya Warren querrá cada una de nuestras cabezas sobre el escritorio.

Dios, esto será todo un caos.

•6:50•

Llegamos al resort, hay tantas personas entrando; parece ser una alfombra roja improvisada. Tantos compañeros y amigos llegando, tan poca familia...

No, mucha familia, todos ellos, aunque no sea por sangre, son familia.

La limosina se dirige a la entrada trasera, donde todos los trabajadores y nosotros ingresaremos al local.

Mis nervios están disparándose, me voy a casar, nos vamos a casar.

Casi corriendo nos dirigimos a la recepción, nuestra organizadora Marly esperándonos.

— El prometido y compañía ha llegado. —la escuche decir a través de su radio.

— ¿Eh, donde? —Matías pregunto.

Y decían que estaba nervioso, en estos momentos estamos literalmente cagados de miedo.

— Compañía, ustedes irán junto al prometido. ¿Quién de todos ustedes llevara los anillos? ¿O la pareja tiene alguna petición especial? — Me pregunta con una gran sonrisa.

Empuje a Phantom y a Night hacia delante. — Ellos lo harán. —dije devolviendo la sonrisa.

— ¿Nos estas dando el honor, Fillet? —Phantom me pregunta casi aturdido por la noticia.

— Lo estuvimos pensando un rato y creemos que ustedes dos son los indicados.

— ¿Seguros que Shadow está de acuerdo con ello? — Night pregunta.

No se engañan fácilmente, pero apenas hemos hablado en meses, fue un milagro que nos preguntaran cuando empezaríamos la boda.

— Si todo está dicho, no perdamos ni un segundo más. —ella dice señalándonos nuestros lugares cerca del altar.

Aunque los demás se quedan en la entrada, esperando que sus acompañantes lleguen.

~Shalyn~

Ya no quiero hacer esto, juro no tener ganas ni de ponerme las zapatillas.

Diciembre saco las pocas energías que guardamos durante el año entero, pero ellos parecían estar tristes ya que retrasamos la boda unas cuantas veces.

Los conocemos muy bien, se están haciendo los fuertes cuando ellos están peor que nosotras.

Lo más seguro incluso piensan que somos nosotras quienes necesitan tiempo cuando en realidad son ellos.

Pine invito a su esposa y como nos quedamos sin damas de honor pues le ofrecimos el puesto y la verdad no es mala persona. Su acento a veces nos hace gracia y lo mismo con nosotros.

No es que seamos las mejores amigas, pero es agradable.

También la sorpresa que todos ellos serán muy pronto padres...todos menos nosotras...incluso los Black con Max parece que al final si tendrán lo que nosotros creemos un hijo.

El estrés parece palpitar en el aire.

— No se preocupen, tenemos diez minutos de sobra. —Max sonríe ayudándonos con nuestro cabello revisando que nada estuviera fuera de lugar.

Me volteo hacia el espejo tras mío, es perfeto...nosotras lo escogimos, la gran cola del vestido junto al velo, el corte es de estilo princesa, la tela abrazando nuestra cintura con fuerza.

Es perfecto...demasiado perfecto.

Warren entra a la habitación.

— Todo preparado para su entrada señoritas. —nos informa con una gran y orgullosa sonrisa.

Esto es todo, ¿perderemos nuestro apellido de esta manera?

No lo sabemos, y como muchos dirían, "solo hay una forma de averiguarlo".

Todas nos dirigimos directo a la puerta donde los invitados y ellos se encuentran.

Cada una de ellas se acercó a ellos, aunque Phantom se quedó solo.

Escucho la música al otro lado de la puerta, cada uno de ellos entrando.

Tobby y Eliza tenían pequeñas canastas llenas de pétalos de rosas blancas.

Nunca creí sentirme tan muerta el día de mi propia boda.

Estamos aquí solas, tras la puerta, esperando a que se escuche la música correcta.

Alguien toma mi brazo y lo entrelaza con el de él.

— No creyeron que me perdería de su boda o ¿sí? — Bear pregunto besando nuestra frente.

— Pensé que habías rechazado la invitación.

— Bueno sí, pero decidí hablarle a Christopher y él me hizo el favor de darme un espacio en su boda, espero que no les moleste.

Bear.

Me abalance sobre él abrazándolo con todas mis fuerzas.

Esto era lo que necesitábamos, su apoyo, solo eso queríamos, al menos a alguien de nuestra familia.

— ¿Seguras ellos son los indicados? —nos pregunta.

Ya extrañábamos como se preocupa tanto por nosotras y a veces por nuestras decisiones.

— Si, muy seguras. Tú sabes que hace un tiempo se me propuso y....ya no podía retrasar este día. Se que tú sabias que este día alguna vez llegaría, tú tenías esperanza...no se si Caín también y....y él estaría aquí y—no puedo evitar llorar un poco, no puedo encontrar siquiera las palabras.

Existen tantas cosas que nos hacen sentir mal, pero cuando se trata de lazos familiares eso es un golpe directo no a mi corazón, sino a mi alma.

— No lloren, ustedes saben cómo me molesta cada vez que lloran y haría todo lo que sea posible para detener esas lágrimas. —susurra abrazándome.

La música inicio, esa es nuestra señal.

Ambas puertas se abren, y mi voz tan solo desapareció.

Todo el lugar se encuentra decorado con telas blancas y azules, flores blancas, rosadas, y tal vez un poco de azul; Fillet y su obsesión con el azul; candelas recién encendidas, y lo que yo creo que sobre un balcón está el coro que Phantom menciono; al parecer los habían conocido durante su luna de miel con Max.

Veo a tantas personas, entre ellos está la manada, también algún que otro profesor de la universidad, compañeros, amigos del trabajo.

Es literalmente la boda del año.

Yo comienzo a caminar al lado de Bear, a través de mi velo el rostro de Fredd se hace presente. Está sonriendo, limpiando algunas cuantas lágrimas de felicidad.

Se ven tan guapos cuando visten su traje, y cuando su cabello se encuentra suelto, joder, me recuerda a la aventura de diciembre.

Ellos suplicando y gimiendo y... ¡y no pienses en eso que te vas a casar en unos cuantos segundos!

Cuando llegamos al altar, Bear se acerca y le susurra algo a él.

Juro que solo escuchamos a Fredd susurrar. — No te preocupes.

Bear asiente y nos deja ir.

Aquí estamos, frente a ellos.

Me volteo hacia la multitud de invitados y no me esperaba ver algo tan especial...mi teddy se encuentra a un lado de Bear, colocado en la banca.

Es el día de nuestra boda, y nada puede ser más perfecto.

•Segundos antes•

~Fredd~

La música comienza, el momento ha llegado, las puertas abriéndose.

Todo el mundo se levanta y dirigen sus miradas hacia ella y su acompañante; me sorprende que Bear haya llegado.

Pero lo que me importa es ella.

Se que tienen muy buen gusto cuando se trata de moda y cuando las vimos en ese vestido, sabíamos que ellas son las personas indicadas.

Ellos se acercan al altar, y Bear se acerca a mi oído.

— Dejemos esto corto, me entero que ustedes le lastimen un solo cabello y te haré desaparecer en segundos. —susurra y se aleja.

No sé si esto es su aceptación y debería sentirme feliz, o perturbado porque sé que este hombre podría matarme.

Él se dirige hacia la banca izquierda; están viendo su sorpresa y creemos que lo aman.

Ambos vemos al juez que contratamos para que llevara a cabo la ceremonia.

Está a punto de empezar, no más noviazgo o amistad, solo matrimonio.

— Buenas noches, estamos aquí para unir en matrimonio a Evelyn Shadow y Frederick Alfred. Antes de comenzar con la ceremonia, me gustaría daros la enhorabuena por haber tomado una de las decisiones más importantes de vuestras vidas. Hoy vais a constatar ante vuestros seres queridos que os habéis encontrado el uno al otro y que os comprometéis a pasar el resto de vuestros días juntos, y construir una vida y un proyecto comunes.

Comienza para vosotros un apasionante viaje lleno de sorpresas y emociones. Tolerancia, cariño, respeto y amor son algunos de los ingredientes que os garantizarán la felicidad. En nombre de todos los presentes, me gustaría desearos que lo que hoy vemos en vosotros perdure para siempre.

Antes de pasar a dar lectura al acta matrimonial, Christopher Fillet, padre del novio, quiere dedicar unas palabras en vuestro honor.

Papá se levanta de su lugar y le pasan un micrófono.

— Saben, el día que ustedes nacieron tan solo pensé que algún día yo estaré en su boda, y lo primero que pensé era que yo estaría aquí, diciendo exactamente lo mismo. Así que si, nunca creí que estas dos familias se unirían en matrimonio, son muy afortunados.

Todo el mundo está nervioso, es un hecho.

— Muchas gracias por esas bonitas palabras. A continuación, Bear Black, hermano de la novia quiere compartir un momento muy especial con todos vosotros

Oh...Por favor no digas nada que les haga dudar.

— Siempre has dejado que me creyera el hermano protector. Porque soy el chico, porque tengo más años... Sin embargo, desde niño he sentido tus cuidados y, ahora que te marchas, me siento un poco huérfano. Que seas muy feliz hermanita y recuerda que un nuevo capítulo está por iniciar, y comienza con este matrimonio. Felicidades.

— Muchas gracias. —Mande ese pequeño mensaje mental.

Siendo las 19 horas del día 10 de enero del año 2053, comparecen quienes acreditan ser Evelyn Shadow Darek Rogers y Frederick Alfred Fillet Alfonso al objeto de contraer matrimonio civil. Quiero hacer constatar que se han cumplido todas las prescripciones legales para la celebración de este matrimonio, sin que en la audiencia sustitutoria de edictos se haya presentado ni denunciado impedimento ni obstáculo para esta celebración. A continuación, voy a dejar que tome la palabra Evelyn para que nos diga unas palabras en honor a su pareja.

Ellas algo nerviosas toman el micrófono.

— Frederick Alfred Fillet, no puedo prometerte amor eterno, puedo encargarme que cada día que nos levantemos juntos sientas que siempre querré una vida a tu lado. Tampoco es casual la forma en que nos conocimos, no es casual lo rápido que nos llegamos a amar. Así mismo, no es casual que tú estés aquí frente a mí escuchando la forma en que me comprometo a ser tu compañera fiel.

Es por eso que las amamos tanto, ellas hacen nuestra vida de la mejor.

Es nuestro turno.

— ¡Mi turno! —escuché a Fred gritar dentro de mi mente.

— Evelyn Shadow Darek, prometo tocar tu trasero todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe. Prometo amarte igual, y hasta más, así subas de peso o adelgaces o te pongas más fuerte y más buena.

Muchos comenzaron a reír. ¡Ya detente!

Y tengo en control de vuelta.

Suspire y continuo con los votos que YO tenía pensados.

— Tu eres la persona a la cual quiero caminar toda mi vida. Bajo el sol y bajo la lluvia, entre las sombras y la luz, por siempre y para siempre. Yo te amare, no importa las locuras que diga o las tonterías que haga, lo cual será algo difícil porque soy un tonto enamorado que habla mucho.

Esto es todo, ya no hay vuelta atrás, bueno, jamás existió la vuelta atrás.

Hemos llegado al momento clave de este gran día. Así pues, os pregunto: Frederick Alfred ¿quieres contraer matrimonio con Evelyn Shadow y efectivamente lo contraes en este acto? —El juez me pregunto.

Solo di que si solo di que sí.

— Yo acepto. —respondí asintiendo.

Evelyn Shadow, ¿quieres contraer matrimonio con Frederick Alfred y efectivamente lo contraes en este acto?

— Yo acepto.

Ya está, ya casi terminamos.

Oh dios, los anillos.

~Shalyn~

Nos estamos a punto de contraer matrimonio.

Este en verdad es uno de los días más felices de toda nuestra vida.

— En este momento, podéis proceder al intercambio de anillos.

— Yo, Frederick Alfred Fillet Alfonso, te tomo a ti, Evelyn Shadow Darek Rogers, como esposa y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

— Yo, Evelyn Shadow Darek Rogers, te tomo a ti, Frederick Alfred Fillet Alfonso, como esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

Venga, anillos, beso y firmar, ¡diga rápido que me lo quiero comer ya ya ya!

— Los anillos. —dijo viendo a ¿Phantom y Night?

¿Enserio Freddy? ¿Te encargue ese favor y los escogen a ello?

¡¡¡LAS PERSONAS QUE NOS DEJARON A MORIR ESTÁN SUJETANDO LOS JÓDIDOS ANILLOS!!!

Y tiene la osadía de sonreír. Los quiero matar.

Ambos tomamos los anillos indicados y continuamos con esta locura.

— En virtud de los poderes que me confiere la legislación del Estado Estados y Español, yo os declaro unidos en matrimonio. Podéis sellar vuestro amor con un beso.

A la mierda.

Salto sobre él, sujetando su cabello y besándole. Ahora es mío para siempre, solo mío, ¡¡mío mío mío mío MÍO!!

Escuche como el juez se aclara la garganta; FALTA LA MALDITA FIRMA.

— A continuación, vamos a proceder a la firma del acta matrimonial. Enhorabuena, ya sois marido y mujer, y ha llegado el momento de celebrarlo con vuestros seres queridos.

Lo más rápido que pude, sin importarme como se vea, yo firme l ye sujeto su mano.

— Firma por favor. —puedo escucharme desesperada, pero siento mi cuerpo arder

Él sonríe y firma.

¡Al fin es oficial!

Todos se levantan de sus asientos y comienzan a aplaudir.

— Señora Fillet. —lo escucho susurrar en mi oído.

Oh, en que así va el juego.

— Hola para usted también señor Darek. —susurre devuelta.

Que ni piensen que el apellido de mi familia se va a perder.

No dijeron nada y Fillet me carga sobre su hombro derecho.

— Cama, ahora. —escuche un pequeño susurro mental.

— Recuerda, yo no soy tuya, tú eres mío. —le recuerdo entre susurros.

Ambos salimos del gran resort y como siempre la prensa invade nuestras vidas.

Una limosina nos espera en la salida de este lugar.

— Recuerden que falta la recepción. —lo escuchamos reír.

Entramos al gran auto y el chofer conduce al lugar de la recepción, casa.

— Tu perra. —gruñí en voz baja. — Ya sé que es lo que quiero para la luna de miel. —susurre casi entre risas.

— ¿Qué es lo que quieren? — Preguntaron.

Que inocentes pueden llegar a ser.

Comencé a gatear hacia él, quedando centímetros de su rostro.

— Te hare sufrir Fillet, te hare sufrir. —tuve que asegurarle, pellizcando las partes sensibles en su cuello. — Más bien, mi perra. —ronronee al mismo tiempo que continúo mordiendo y su cuello.

Su rostro comienza a cambiar de color; lo adoro tanto; uno de esos amados sonidos sale de sus cuerdas vocales.

Me alejo repentinamente, viendo el portón de la casa se acercándose cada vez más.

— ¿Eso es algo malo? —susurra ¿confundido?

— En verdad les gusta ser nuestras perras, ¿no es as Fillet?

Sonrojado ve a través de la ventana.

•9 PM•

•Casa Fillet•

~Phantom~

La recepción es de locos, tremenda fiesta la que la parejita se ha tirado.

La música comienza a ser una serenata lenta.

Un vals clásico es el que es llevado a cabo, la pareja bailando en el centro.

Max se encontraba por ahí tomando fotografías; todos le dijimos que podía tomarse el día libre, pero quiere trabajar todo el tiempo.

El pastel fue uno de los momentos memorables en toda la celebración.

Ahora si tenemos excusa para llamarlos tíos...

— ¿Estás pensando lo mismo que yo? — Night susurra acercándose hacia la pareja.

Asiento y también le seguí.

Ambos nos abalanzamos sobre Fredd.

— Hola tío Fillet. —dijimos al unísono.

— ¿No podemos deshacernos de este par? —Shadow pregunta.

— También te queremos tía Shadow. —Night rio enseñando la punta de sus colmillos.

— ¿Por qué no mejor van a molestar a su TÍO Bear? — Evelyn eres un genio, pero para las cosas malas.

— Bien. — Tuvimos que aparecer en la mesa de padres y hermanos antisociales.

— Así que, ¿por qué aquí tan solos? —Pregunte tomando una de las copas.

— No tengo nada mejor que hacer. —Bear responde viendo como la pareja continúa bailando.

— ¿Y cómo van con lo del bebé? — Mike pregunto, revisando la cámara en la habitación de los niños pequeños.

— Qué raro, creí que para cuando las viera ellas tendrían ya saben un bebé. —Bear suspiro desalentado.

— Alguien parece seguir intentando tragarse las noticias.

— Iré a revisarlos, no me puedo estar tranquilo. —Mike el desesperado y sobreprotector dijo antes de levantarse y perderse entre la multitud.

— Max se perdió hace un buen rato.

— No, no se perdió. —respondí levantándome, ¿en dónde se ha metido este niño?

Night comienzo a seguirme.

Max intentando escapar otra vez.

Va, duplicare el precio.

~Narro~

Bear se acerca a Nead y ambos comienzan a hablar de cualquier otra cosa que les distrajera.

Sin saber que tras él había un diminuto rastro de su penumbra.

Caín intentaba jalarle del cabello, no soportando como su hermana menos se había casado con Fillet.

— ¡Escúchame! — Grito o diría yo, ruge. — Detenlo Bear!! ¡Deja de lado tu moral y dale una ostia! ¡Si pudiera te mato! —grita señalando a Fredd.

Una luz comienza a parpadear y Caín se asusta reconociendo el grave error que acaba de hacer.

De golpe desaparece y sonríe viendo el suelo blanco.

— Si... ¿oops?

Regresando con nuestras parejas.

No hay mucho que decir siendo sincero.

•Viernes 17, Enero del 53, 11 AM•

•Toscana, Italia•

~Freddy~

Nuestra luna de miel ha sido algo especial, pensamos en un pequeño viaje y pues aquí estamos.

Aunque hay un problema, ellas en verdad se vengarán.

Digamos que nos han mantenido viendo la esquina de la pared durante la última media hora. Salieron hace más de media hora y dejaron una penumbra para que nos mantenga en nuestro lugar.

Incluso alquilamos una casa para no estar pagando hotel, y aun así ellas siguen molestas.

Escuchamos la puerta abrirse, la penumbra nos sujeta con aun más fuerza.

— Ya llegamos. —la risa de Shadow resuena en nuestros oídos.

Ellas aparecen junto a nosotros.

— ¿No les gusta? —Evelyn besa mi cuello entre risas. — Les trajimos unos cuantos regalos. —sonrió enseñando las bolsas negras.

Las penumbras nos sueltan y tío, mis piernas duelen.

— ¿Qué es lo que ustedes par de locas planean? — Fred pregunto entre gruñidos.

Ellas abrieron las bolsas y podemos ver mucha ropa algo...obscena.

Entre toda esa ropa hay, dos uniformes de criada; sexy encima de todo; dos sostenes, tangas, pantys, corsés negros, dos pelucas rubias y mucha cera.

— ¿Esto es para ustedes no es así? —pregunto temblando del miedo.

— ¿Eso creen ustedes? —Evelyn...

— Todo menos esto. —suplique alejándome.

— Dos días enteros cariños, nosotras los soportamos durante muchos muchos años.

•Sábado 18, Enero del 53, 12 PM•

Ellas están fuera otra vez.

Nos dejaron unas cuantas reglas ayer, más bien nos metieron a la fuerza esas cantas reglas.

Tenemos que hacer todo lo que ellas quieran, debemos dejarlas hacer lo que quieran con nosotros, y nosotros dejarnos, y todo durante todo el fin de semana; dos malditos días.

Nos obligaron a utilizar los vestidos de criada, tanga, un puto corse y el panti.

En estos momentos nos encontramos a un lado de la puerta principal, esperándolas como dos perros.

Nunca creí que llegaríamos a tales límites.

— ¡Abran! —escuchamos a nuestra "ama" Shadow gritar.

El corsé nos dificulta movernos rápido, y el dolor de la depilada total de ayer es aún notorio.

Hasta nos hace usar peluca.

Estoy nervioso y un poco asustado...pero de alguna extraña manera también terriblemente excitado ante la perspectiva de pasar un fin de semana completo de "servidumbre".

Abrimos la puerta y ellas al entras se acercan y nos jalan del cabello.

Yo miro al suelo porque según nuestro trato no tengo derecho a mirarla a los ojos.; lo más seguro Fred intente de desafiar a Shadow.

Chasquea los dedos para que yo sepa que he de besar sus botas, y así lo hago. Cierra la puerta de un portazo. Mi "Ama" lleva unas bolsas de compras y una mochila, aparte de su bolso. Me lo da todo para que lo deje encima de la mesa. Se quita el abrigo y también me lo da. Está hermosa y sonríe disfrutando por pensar en el día que va a tener.

Mi esposa está completamente loca.

— Mira lo que te he comprado –me dice— Para que veas lo buena que soy contigo. —susurro tomando su bolso.

Saca de sus bolsas varias cosas: una cazadora negra que parece de piel con remaches metálicos, unos leggins blancos con rayas azules, un traje de mujer con chaqueta y pantalón de color plateado y un camisón rosa, largo y con encaje.

— No te quejarás, tienes mucho vestuario para que lo vayamos probando. Y tienes también varios complementos. — Shadow comienza a reír.

Parece que Fred está gruñendo.

Esto es tortura definitivamente.

Saca de otra bolsa una gorra negra de plato y un sombrero de terciopelo, junto a collares de perro.

— Gracias, "Ama". —tuve que decir, porque ellas molestas y en celo jamás es buena idea.

— Bueno, ya llegará todo eso. Vamos, perrita, que tenemos mucho que hacer.

— Sí, "Ama".

— Prepárame un café. Ya. Y saca el ordenador de la mochila y conéctalo.

— Sí, "Ama".

— Primero el café. — y me suelta la primera nalgada del día, es suave, al menos eso es bueno.

— Perdón, "Ama".

Mi "Ama" se dirige a la habitación donde guardaron todos los materiales de "castigo y humillación", que yo he situado cuidadosamente sobre la cama. Coge la pala de azotar y mientras preparo el café escucho el ruido de la pala sobre la palma de su mano, una muy buena amenaza si me preguntan.

Mientras se hace el café, Fred encendió el computador como creo que ella desea, sobre la mesa de centro.

— Freddy, estás muy lenta hoy. Si trabajas mal, me voy a enojar. Eres perrita, y lo sabes, ¿verdad?

No sé qué les ha picado, pero espero que se les pase rápido.

— Sí, "Ama". Perdón.

— Bien, te voy a explicar lo que vamos a hacer hoy para que te vayas preparando. No quiero errores ni repetir las cosas, ¿está claro? Primero voy a trabajar un poco en mis cosas y tú vas a estar de pie, pendiente de todo lo que necesite.

— Sí, "Ama".

— Después saldremos a comer y los dejaremos encadenados en el armario para que estén bien cómodos. Volveremos cuando me salga del coño y dormiré la siesta. Cuando me despierte, te daré algo de comida y te volveré a dejar encerrado un buen rato mientras yo sigo haciendo lo que quiera. Luego te probarás la ropa que te he comprado y pediremos una pizza que recogerás vestida como yo quiera. Yo comeré la pizza y tú las sobras, o lo que yo quiera. ¿Te gusta el plan?

Muy bien, ya perdieron la cordura total, pero estamos bloqueados.

Creo que les bajo la regla, siempre se ponen así de desquiciadas cuando les baja.

— Sí, "Ama". Gracias, "Ama".

— Si no necesito nada más, podrás ser mi perro durante unas cuantas horas. Veremos una película tranquilitos, tú como perrito a mis pies. Te he traído muchas cosas para que juguemos y mejoremos tu adiestramiento canino.... Cuando llegue la medianoche, sesión de castigo. Haremos un repaso de todas las cosas que has hecho mal y recibirás tu castigo. Y cuando ya haya menos gente en la calle, saldrás a bajar la basura con tu vestido de criada. ¿Qué te parece? ¿Un día completo, ¿no?

Confieso que sentí miedo ante la perspectiva de un día tan intenso y peligroso, pero al mismo tiempo no pude evitar la erección intensa que intenté que no se notara para que Mi "Ama" no se enojara.

Creo que nos drogaron con algún afrodisiaco, o tal vez hicieron algo que no sabemos. Estamos aterrados de lo que ellas tienen planeado.

Ella ya sabe que la mejor manera de controlar a un perro es retrasarle el placer, y espero que pronto me ponga el cinturón de castidad cuya llave solo ella podrá tener.

MUY BIEN ¡¿QUE ES LO QUE NOS HICIERON CUANDO DORMÍAMOS?!

— Luego ya veremos cuándo duermes y en qué condiciones. Depende de mí humor. Y mañana... pues más de lo mismo. ¿Te gusta tu fin de semana de perra?

— Mucho, "Ama".

— Ya veremos si eso es verdad...Bien, de momento vamos a empezar. Ponte de cara a la pared. Cuando te necesite, daré una palmada.

Me señala una pared y yo me dirijo a ella para ponerme en la posición indicada. Escucho cómo empieza a teclear el ordenador; me ignora absolutamente. Solo de vez en cuando suspira o se queja de algo. A la media hora da una palmada y me pide un vaso de agua.

— Ve pensando para el futuro en hacer reverencias, ¿eh? Tendrás que practicar y hacerlas siempre.

— Sí, "Ama".

Le doy su vaso de agua y los cuatro volvemos a lo nuestro. Me ignora absolutamente, y su desprecio me llena de no sé qué; en estos momentos somos unos simples objetos para ellas.

Por fin, después de otra media hora, escucho su voz con el dominante acento un poco ¿británico? Tal vez de ahí era su familia.

— Estoy cansada de esta mesa. No puedo escribir cómodamente. Ven.

Obedezco, y Mi "Ama" me indica que ponga los brazos con las palmas abiertas hacia ella. Sitúa el portátil sobre mis manos y me ordena que me agache un poco, lo que me deja en una posición incómoda, casi de cuclillas.

— Así estamos mejor. ¿verdad?

— Sí, "Ama".

Sigue tecleando y navegando por internet, mientras a mí empieza a dolerme todo. No me atrevo a mirarla a los ojos, pero ella sabe que no aguantaré mucho en esa posición. Entonces suena el móvil; hay mensajes de audio, y ella responde varias veces. Me encanta escuchar su voz hablando de frivolidades mientras yo, esclavizado y humillado; noten el sarcasmo por favor. Entre audio y audio, me suelta una bofetada:

— Para que no te duermas.

•3 PM•

Por fin, Mi "Ama" se cansa del ordenador, y cierra la tapa del portátil. ¡Pero no me dice nada, o sea que debo seguir aguantándolo! Ella vuelve a sus audios con sus amigas:

Alguna vez, sin embargo, se acerca a mí después de hablar con el móvil y me acaricia la peluca:

— Todo lo hago por tu bien... Tienes que aprender a ser una esclava obediente. Con el tiempo trabajarás para mí, viviremos juntos y tú siempre la otra perrita de la casa. Iremos a una tienda de lencería y compraremos toda la ropa que necesites.

— Sí, "Ama".

— Deja el ordenador ahí. Ya es hora de comer, y no quiero preocuparme más por ti, o sea que te voy a dejar en el sitio que te mereces. Desnúdate.

Me quito la ropa con cuidado y Mi "Ama" supervisa la ropa interior.

— Muy bien, perrita. Veo que te has vestido como te dije. Te compraré un vestido rosa de criada que es más lindo, y en vez de cofia te pondré un lazo enorme con forma de moñito de regalo. Así estarás mejor.

— Bueno, pero eso será más adelante. Ahora vas a experimentar unas horas de prisionero, para que vayas aprendiendo. Más adelante la prisión será de días y semanas, cuando tengamos una jaula o un cobertizo donde puedas estar encerrado durante días. —Escucho a Shadow decirle a Fred.

Me ordena que me ponga un mono de vinilo negro muy ceñido y muy incómodo, una máscara con cremallera para la boca y venda en los ojos que deja respirar poco y mal. Como cree que me quejo, me azota con la pala diez veces, cosa que debo agradecer con la frase que a ella le gusta: "gracias, Ama".

Lo mismo pasando con Fred.

Odiamos esto.

Después de agradecer el castigo, me pone las pesadas esposas en los pies y unas esposas con cadena unida al cuello para las manos en la espalda. Mi movilidad es muy complicada. Ella me agarra de un brazo, porque yo apenas veo, y me ordena meterme en el armario empotrado, que es pequeño y en el que apenas puedo sentarme. Además, la máscara me agobia porque no puedo respirar bien.

Mi "Ama" cierra la puerta corredera dejando un hueco para que pase el aire y mueve una mesa de escritorio para tapar cualquier posibilidad de salida del armario.

— Dios, qué cansada estoy... Me haces trabajar mucho, tonto. Ahora voy a comer y después dormiré una siesta. Mientras tanto, no quiero preocuparme de ti, o sea que vas a estar toda la tarde, encerrado. Te vas a aburrir un poco, pero así es la vida de una perra. Te sacaré cinco minutos para a comer y beber algo, y volverás a tu encierro. ¿Está claro?

Asentí como pude.

— Muy bien, Pues hasta luego. Pásatelo bien. Si puedes.

Escucho cómo recoge sus cosas y suenan los tacones antes de que abra la puerta y salgan de la casa. Y yo me quedo solo con mi penumbra, atrapados y con nada que hacer, porque ni siquiera me puedo tocar.

Y así pasan las horas. A veces me pongo nervioso porque pienso que me falta el aire, aunque por suerte no es así, aunque la máscara da calor y es muy estresante. Me muevo como puedo, me pongo de pie, me siento, y la vida se vuelve cansada y dura.

No sé cuánto tiempo pasa cuando escucho de nuevo el ruido de la puerta. Mi "Ama" ha regresado, pero todavía tarda un buen rato en prestarme atención. Se dedica a ver la tele antes de acordarse de mí y abrir la puerta del armario:

— Bueno a ver cómo está este prisionero. Es incómodo, ¿verdad? —intento decir algo—shh calladito. No tengo ganas de escuchar nada de ti, o te dejo encerrado. Mira que estoy siendo buena contigo.

Me pongo de pie como puedo y ella me saca del armario.

— Tienes cinco minutos de descanso.

Coge una cadena de perro y la engancha a mi collar.

— Vamos, camina un poco y desentumécete antes de seguir.

Doy como puedo un paseo por la casa; para ir más deprisa, Mi "Ama" me nalguea de vez en cuando. Me quita la venda de los ojos para que la vea.

Se ha desnudado de cintura para arriba. Tantea con mis sentimientos y excitación.

— Ahora me vas a comer un poco, porque no sabes las ganas que tengo desde la jodida boda.

Yo tengo la cremallera de la máscara cerrada, y apenas se me entiende si hablo. Decide quitármela para ponerme otra sin cremallera, que permite sacar la lengua. Ella se sienta en el sillón y se baja las bragas.

Nunca he sido bueno lamiendo y no es lo que más me gusta, se va a enojar si le lastimo.

Meto mi cabeza entre sus piernas y saco la lengua para comprobar que efectivamente está excitada. Trabajo como puedo mientras me acaricia la cabeza y gime. Así estoy hasta que me queda la lengua seca.

Me pone otra vez la máscara con cremallera y regreso a mi celda.

— Te vas a quedar aquí otro rato. Cuando salgas, serás un perro, y nada más.

Paso otras dos horas, o no sé cuánto tiempo encerrado, mientras Mi "Ama" sigue con la tele, los audios, e incluso creo que se toma una copa, hasta que siento sus tacones acercarse a mi celda improvisada.

— Me estoy aburriendo y quiero jugar con mi perro.

Abre la celda y me saca con la correa, dejando a Fred solo. Me desencadena mientras sigue hablándome.

— Ahora te toca ser mi perrito. Probaremos con tres horas de adiestramiento canino. Evidentemente, no está permitido hablar, solo ladrar. Vamos a hacer todos los ejercicios una y otra vez hasta que aprendas.

Me deja el mono de vinilo, y me añade unas rodilleras, porque el suelo es duro y Mi "Ama" sabe cuidar sus propiedades. Me añade también unas manoplas negras para que me quede sin poder usar los dedos de las manos. Veo también que ha traído una máscara de perro con hocico y orejas, un bozal, un hueso de juguete, un collar grande y pesado negro, con pinchos de metal.

¿En qué momento me case con la loca en celo? No lo sé, ¿me arrepiento? Eso tampoco lo se.

— Cuando te ponga el nombre de perrita, irás con este collar a que lo graben en él. Y así lo tendrás para cuando necesites llevarlo puesto. Te he comprado hasta colonia para perros, para que te sientas una perrita guapa.

— Gracias, "Ama".

Me suelta una bofetada.

— ¿Te he dado permiso para que hables? Solo puedes ladrar y gemir, tontito. Y ponte a cuatro patas hasta que yo te dé otra orden.

Ladro melancólicamente para dar las gracias.

— Así me gusta. Muy bien, perrita. Y ahora, ¿quieres comer? Tendrás hambre de todo el día que llevas.

Ladro y saco la lengua en señal de agradecimiento.

— Muy bien, perrita, muy bien. Sígueme.

La sigo a cuatro patas hasta el comedor, donde ha dejado un comedero para perros, con agua en un hueco.

— Mira, te he comprado esta comida en tu propio tazón. Te lo vas a comer todo. Y luego unas galletitas a modo de postre.

El bloque termino por unos momentos.

Ahí fue cuando aproveché y rompí todas estas cosas.

— ¿En que en verdad quieres un perro? —pregunte acercándome a ella, gruñendo como si fuera un animal

Varias penumbras me sujetan con fuerza.

— Parece que se te ha escapado. —escuche a Shadow decir entre risas.

— Freddy cariño, teníamos un trato. —Evelyn se acerca y sujeta mis bolas con demasiada fuerza.

Duele.

— Están locas de remate. —susurre sintiendo mi miembro crecer.

— Mira eso. —ella ríe desprendiendo toda su ropa y lamiendo un poco.

— ¿Qué nos hicieron? —murmure entre gemidos.

— Su poder es un arma de solo filo, lo descubrimos, pueden controlar o ser controlados. Electricidad y listo, perritas durante dos días. Un toque y una palabra y entraran en celo.

Encorve mi espalda al sentir múltiples penumbras penetrarme. Una más pequeña parecía incluso vibrar.

— No puedes correrte hasta que yo lo diga. —Evelyn susurra en mi oído y se sube encima.

— Yo no puedo. —murmuraba entre gemidos.

Las penumbras apartan mis piernas y Evelyn poco a poco entra.

Mierda santa de

Shadow crea una penumbra gruesa y la hace ingresar por mi boca.

— Te dije que eras mi perra. —Evelyn susurra lamiendo mis pezones.

— Iré por Fred, le gustara ser un lindo perrito.

La luna de miel fue una locura total. Un mes entero con esa locura y al fin termino.

Estamos de regreso a casa.

Aunque ella están un poco enfermas si o si querían viajar el día que era.

Son tercas, pero las amamos.

Este será el matrimonio más loco de todos.

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