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Nuevo Hogar

~Narro~

Muchos quisieron ponerles precio a sus cabezas, pero la ley a los menores de edad los protegía; el mundo conoce los delitos y ahora los desean muertos.

Monstruos los han nombrado. Crearon una cicatriz que no puede ser vista al simple ojo humano; una guerra dentro de ellos destruyendo sus juicios.

Mike intentaba ayudarlos junto a Henry, mientras que Christopher les daba su espacio mientras hacía llamadas sobre su trabajo.

Las tres penumbras intentaban mantenerse bajo control; sentían algo crecer y carcomerlos desde el interior. Su poder desatándose sin control alguno.

Los portadores intentan volver a creer esa profunda conexión que compartían desde su nacimiento.

Intentaban lo imposible.

•Viernes 2, Noviembre del 46, 10 AM•

• Edificio de Servicios de Protección de Menores•

El proceso de adopción estaba casi finalizando. Ellos intentaron todo para evitarlo, pero el proceso ya había acabado. Solo necesitaban sus huellas y podrían irse en paz.

Christopher rogaba para que ellos bajaran del auto, ya que se encontraban renuentes a salir. Ninguno deseaba irse de su país natal y mucho menos con Christopher.

— Por favor, tendrán mejor educación, mejores futuros, todo, podrán avanzar como personas, olvidar todo lo que sucedió aquí. —él intentaba convencerlos para que bajaran del auto.

— Nosotros crecimos aquí, no nos iremos solo porque a ti te pega la regalada gana. —Fredd le gruñe.

— Solo intento ayudarlos. Quiero ayudarlos, por favor, déjenme ayudarlos. Hay tantas cosas que quiero enseñarles, tantas personas que quiero presentarles. Pero necesitamos salir de aquí. —Cristopher suplica apagando su auto.

— ¿No nos dañarás? —Fredd le pregunta sin confiar en sus palabras.

— Ya hice el suficiente daño años atrás, no lo volveré a hacer. — susurra antes de bajar del auto.

— ¿Lo hacemos? — Shalyn les pregunta.

— No tenemos ningún otro lugar adónde ir. — Nighantom suspira antes de bajar.

— ¿Creen que haya cambiado? — Shalyn le pregunta a Fredd.

— No lo sé, pero hay que intentarlo. —él responde bajando del auto.

Shalyn suspira y baja del auto, notando el estacionamiento vacío.

— ¿Lo intentamos? —Christopher les pregunta tomando su maletín.

— ¿Será rápido? — Evelyn le pregunta tomando el control total.

— Son solo unos veinte minutos, firmamos, y en dos semanas toda la papelería estaría lista para irnos.

— ¿Cómo hiciste todo esto tan rápido? Hay personas que esperan años para recibir sus visas. —Phantom le pregunta.

— Chicos, tienen que aprender que el dinero mueve el mundo. Vamos, no queremos llegar tarde a la cita. — Dijo sonriendo.

Los tres en silencio asienten.

— Les aseguro que todo mejorará, hay varias sorpresas en casa que creo que les gustaran.

•Sábado 3, Noviembre del 46, 12 PM•

•Parque Central•

Finalmente lo harían. Les explicarían a sus amigos qué fue lo que sucedió, en persona, no importa lo que tengan que sacrificar, ellos no permitirán perder a sus amigos.

Si no es posible volver a su amistad, tan solo querían dejar las cosas en claro y partir sin más.

— Vamos respondan. —Max suplicaba esperando que alguien contestara la llamada.

Él también quería ayudar, siempre fue una de sus metas cuando conoció a Phantom.

Ha dejado esta vez sus sentimientos a un lado para ayudar a dos desconocidos más. Sus acciones podrían decidir su futuro y él aún no lo sabía.

No sabe que tantas cosas podrían cambiar su vida por completo, para bien o para mal.

— No vendrán. —dijo desanimado el chico de ojos verdes, Pine.

— Háganme caso, ellos lo harán. —Max intenta calmarlos.

— ¿Y si no llegan? ¿Qué harás entonces Max? —Matías pregunta molesto.

— Que si van a venir. —él susurra casi desesperado. — Vamos Phantom, sé que no me dejarías así. —él pensó viendo su teléfono.

— Max, ya acéptalo, se fueron. —Rebeca le dijo poniendo su mano en su hombro.

De golpe los cuatro aparecen en medio del bosque.

Max sonríe — Les dije que no se irían sin al menos hablarles. —les dice acercándose a Phantom y abrazándolo.

— ¡Eso sí que es la leche! —Rebeca grita casi riendo.

— ¿No se asustaron? —Evelyn les pregunta.

— Actuaban raro toda la vida, esto sería otro nivel, pero en esta ciudad pasan cosas muy raras. —Pine les dice sonriendo.

— ¿Cómo los encontramos? ¿Se acuerdan? — Night les pregunta a las otras dos preguntas.

— No tengo ni idea. —Shadow murmuró.

Las tres penumbras toman sus formas humanas y les sonríen.

— Fue con nosotros con quienes pasaron el tiempo, estos tres no los conocen más allá de lo que Max les explicó. —Fred dice viendo a Fredy.

— Si, estos tres parece que no pueden quedarse solos por más de una hora. —Evelyn le gruñe.

— ¿Qué es lo que pueden hacer exactamente? —Matías les pregunta.

Nadie quería tocar ese tema de conversación, deseaban distraerse, y lo que pregunto Matías es un comienzo.

Fred se convierte en lobo y se sienta.

— ¡Perrito! — Rebeca y Pine dicen acercándose y acariciándolo.

— Manos fuera del perro. —Shadow gruñe celosa.

Rebeca la mira a los ojos y sonríe con malicia.

— No te atrevas loca. —ella le advierte.

Rebeca le besa la nariz al lobo y este comienza a mover la cola.

Shadow salta sobre él y le ruge.

— ¿En que te gusto eso? En verdad eres un lobo malo. —ella le gruñe jalándole las orejas.

El lobo comienza a chillar y se recuesta sobre sus pies.

— Si, chilla. —ella dice alejándose de él. — Muévete de ahí y le haré un gran favor a freddy. —ella le advierte.

— Creo que ya sabemos quién es la de los pantalones en la relación. —Pine dice viendo el lado positivo.

— Si, ¿se los quieren quedar? — Phantom les pregunta.

— Yo me quedo sin problema. —Night le informa sujetando a Max de la cintura.

— Tú no te quedas. —Phantom le dijo jalándole de la oreja.

— Entonces ustedes se van...¿tienen que?

— Tampoco queremos irnos, pero estamos de correr por todas las personas que hicimos enojar. —Night les dije sobándose la oreja.

— Bueno, creo que será mejor aprovechar estas dos semanas. —Shadow les dice sonriendo.

Y así fue, es tiempo realmente vuela cuando se trata de diversión.

El tiempo se les acababa y ellos aun no querían irse.

Evelyn en especial. No quería dejar a su hermano solo. Fue por eso por lo que decidió visitarlo con la excusa de que iría a traer sus pertenencias. No sabía cómo él reaccionaría a su pequeña visita, estaba asustada y algo ansiosa al mismo tiempo.

Solo quería hablar con él, aunque fuera una última vez.

•Martes 13, Noviembre del 46, 7 PM•

•Propiedad Black•

Evelyn aparece dentro de la casa y suspira con pesadez. Todo parecía tan limpio y nada fuera de lugar.

Ella comenzó a caminar y noto como varias paredes parecían sido arregladas, desinstalando varias de las puertas y cubriendo los agujeros con madera. Noto como varias de las cosas de Caín ya no estaban en sus lugares usuales.

Subió las gradas y se dirigió directamente a la oficina de Bear y con miedo abrió la puerta.

Al entrar vio que Bear tenía la mirada sobre ella, sin iterar una sola palabra.

— Hace tiempo no hablamos. —ella le dice casi en susurros.

— ¿Qué es lo que quieres? —él le pregunta cortante.

Ella sentía su pecho doler al igual que su garganta. — Solo venía a traer mis cosas. —Ella murmura intentando no llorar.

Él se levanta de su asiento y la lleva a su habitación. Cajas y maletas esparcidas en todo el lugar.

— Ahí están tus pertenencias, tómalas y vete. —él dice con un tono frío.

— ¿No has comido cierto? —ella le pregunta intentando acercarse. — Por supuesto que no, estas demasiado delgado, te estas descuidando Bear.

— He dicho que te vayas. —él comienza a gruñir mientras se alejaba de ella.

— No me iré sin antes hablar. Solo eso quiero.

— Cierto, se me olvidaba que siempre lo quieres todo. ¿Sabes que quiero yo? Quiero a mi maldito hermanos devuelta Evelyn. Y no puedo tenerlo. ¡Así que TÚ y TU PENUMBRA se pueden podrir en el infierno! —él le ruge.

Ella retrocede y se tropieza con una caja, pero eso no evita que retroceda arrastrándose. Ella comenzó a chillar asustada.

— ¡Vete! ¡No te quiero ver nunca otra vez! ¡Tú lo único que me trajiste fueron problemas!

— Yo solo quería despedirme. —ella susurro y desapareció junto a sus cosas.

— ¿Evelyn? —Mike trata de llamar su atención.

Ella no puede contenerlo más y grita sujetándose la cabeza y quebrando en llanto.

Mike se le acerca y la abraza, intentando calmarla.

Shadow escuchó sus gritos y se alejó del lugar; no quería causarle más dolor.

•Jueves 15, Noviembre del 46, 5:30 AM•

•Cementerio Nuestra Señora del Sagrario•

El día ha llegado. Finalmente ellos partirán con su nueva aventura. Conocerán y experimentarán en nuevos alrededores. Dejaran ese frio invierno por el caliente verano eterno de Miami Beach.

Se encontraban extremadamente ansiosos por el gran cambio. Su inglés no era el mejor, pero lo suficiente para entrar a una escuela.

Christopher se encontraba algo contento ya que él podría ayudarlos a su manera. También podrían divertirse durante las fiestas, obtener ayuda de mejores doctores y psicólogos.

Pero antes de todo eso, tenían un último mandado pendiente.

Los tres portador y penumbra se encontraban en el cementerio, ellos dejaron los ramos de flores en cada tumba. Ellos se sentaron entre todas las tumbas casi llorando.

— No esperamos que nos perdonen, porque ya sabemos que no nos merecemos su perdón. —Shalyn dijo sonriendo, las lágrimas corriendo por sus cachetes.

— Solo queríamos despedirnos. Aún no sabemos cuándo podremos regresar a este lugar. —Fredd decía poniendo su mano sobre la tumba de su madre.

— Papa lo sentimos, nosotros fuimos unos idiotas descerebrados... sé que no es excusa para cubrir lo que hicimos, lo siento. Como nos hubiera gustado estar junto a ti; no pasamos demasiado tiempo juntos, nunca podremos recuperar todos esos años perdidos, pero estamos seguros de que hubieras sido el mejor padre de todos. —Nighantom murmuraba entre su llanto.

— Oye ma, nos iremos a vivir con papa un rato, el de verdad cambio, nos está ayudando mucho. —Fredd decía llorando.

— Anne perdón por haberte separado de Fox, sabes él siempre me decía que tú le gustabas, pero él nunca tuvo el valor de decírtelo...espero que donde sea que estén algún día él te diga lo que sentía. —Evelyn decía intentando hablar entre su llanto.

— Saben, no iremos solos, Max se ofreció como estudiante de intercambio en una de las escuelas de la ciudad donde viviremos. Él fue el único que no nos dio como casos perdidos; todo el miedo que le provocamos a una nación entera, él no se rindió. —Phantom dice sonriendo.

Christopher se les acerca — Es hora de irnos. —les dice ayudándoles a levantarse.

— Bueno, nos vemos, prometemos algún día regresar. —Shalyn sonríe viendo cada tumba.

— Y prometemos no dejar lo que siempre hacíamos juntos, juramos traer de vuelta a la banda.

Nighantom deja las flores sobre la tumba de Caín. — Nos vemos papa.

Ellos comenzaron a seguir a Cristopher a la salida del cementerio, pero un sentimiento cálido los envolvió. No podían avanzar y las lágrimas caían sin detenerse.

No podían observarlos y mucho menos escucharlos, no en ese plano.

Todos se hallaban ahí, abrazándolos.

— Están perdonados. —Anne dice sonriendo, abrazando a Evelyn.

— Se los dije, no eran capaces de hacerlo. —Fox les dice riendo.

— Tengan cuidado, no podemos cuidarlos las 24 horas del día, o tal vez sí. —Bonnie ríe suavemente.

Marta se acercó a Christopher y con cuidado le acaricia el cachete. Él se mantuvo quieto, sintiendo un escalofrío correr por su espalda.

— Te estaré vigilante Chris, espero que seas un buen padre. —ella se dijo a sí misma antes de alejarse.

— ¡Sino yo lo hago pagar! —Caín grita cruzado de brazos.

— Está vivo, no lo puedes ni tocar. —Marta le recuerda.

— Hallare la forma. —le sonríe. Él se acerca a su hijo y lo abraza. — Sean fuertes. Sino Eve y Shadow los pondrán en sus lugares.

Todos ellos se alejan y estiran sus alas.

— Aun no me acostumbraré a esto. — Gonzalo suspira moviendo sus alas blancas.

— Solo vámonos, no me hagan sufrir su despedida. —Anne pidió limpiándose el ojo.

El resto de los ángeles se ríe y todos desaparecen entre la luz del día.

— Raro. —Fredd susurro para sí mismo.

Christopher suspira. — Vámonos, o no nos dará tiempo para despedirnos.

Los tres asienten limpiándose sus rostros.

Los cuatro salen del lugar y evitando a todos los reporteros entran a la camioneta.

— Deberían dormir un rato, aun es temprano, y son unas nueve horas para llegar a Madrid. Debajo de uno de los asientos está una bolsa verde de esas de supermercado de tela, ahí tienen todo lo que necesitan para sobrevivir un viaje de nueve horas.

— En verdad te preparaste. —Evelyn le dice tomando una almohada y una barra de granola.

— Tres adolescentes en un solo auto, eso es mala combinación para muchos, cada uno sus cosas y no habrá problema alguno.

— Buena idea, porque estos dos tienen gustos muy raros. —Phantom admite tomando una bolsa de pretzels.

Christopher se ríe y acelera un poco. — Se divertirán mucho en Miami. —él les dice sonriendo

— ¿Y cómo es? —Freddy le pregunta tomando una manta.

— Esa será una sorpresa. — Les dice, por ahora duerman, o hagan lo que quieran, solo habrá dos paradas para el baño, aprovéchenla.

•1 PM•

•Aeropuerto de Madrid-Barajas•

El viaje no había sido difícil, aparte que tuvieron que detenerse ya que Phantom se sentía mal.

Mike trajo a los demás al vacío aeropuerto. No había demasiadas personas entrando al edificio por el simple hecho de la presencia de esos adolescentes.

La despedida tendría que ser rápida ya que por el pequeño atraso podrían perder su vuelo.

— ¿Nos vemos luego? — Mike les pregunta.

Ellos lo abrazaron con fuerza.

— Gracias por ayudarnos. —Fred le dice.

— No fue problema.

— Se mantienen en contacto, cuando lleguen quiero que nos llamen. —Henry les pide arreglando alguno de los cabellos sueltos.

Los tres asienten sonriendo.

— Vuelo 4b rumbo a Miami abordando. —escuchan los altavoces informar.

Todos sus amigos los abrazan sin soltarlos.

— Pine, Rebeca, Matías no se vayan a perder del mapa como siempre. — Night les pide tomando el control.

— ¿Nosotros? Nos estas insultando al decir eso. —Pine dice riendo.

— Ustedes no se pierdan del mapa más bien. —Rebeca les dice.

— Nos vemos críos. — Matías dijo soltándolos.

— A la primera vacación nos venimos a practicar. — Fredd les asegura.

— Último aviso para el vuelo 4b.

— Creo que es hora. — Christopher dice tomando su mochila.

Todos vuelven a abrazarlos y despidiéndose.

Ellos toman sus mochilas y se apresuran a revisión. No se les fue muy difícil ya que parecía que ellos eran los únicos abordando el avión.

— ¿Tanto miedo causamos? — Phantom pregunta.

— No se preocupen, acuérdense lo que dijo la doctora, no se estresen por algo del pasado, solo sigan adelante. —Cristopher dice desde el asiento a un lado de Freddy.

— Eso dices ahora, pero hasta tu nos tienes miedo cuando nos enojamos. — Fredd le recuerda.

— No lo hago, ustedes son mis hijos y a ustedes yo los cuidare como tales. —les asegura abrazándolo de lado.

— Papa, tengo que contarte algo. — Él le dice jugando con sus dedos. — Digamos que ya no soy virgen. — Él le informa no queriendo terminar su oración.

— ¿Tú qué? —Chris le pregunta confundido.

— Si... lo hice con ella. —continúa diciendo, señalando a Evelyn.

Ella se ríe — ¿Tú lo hiciste? Que yo recuerde alguien estaba suplicando por más. —Shalyn le sonríe mordiéndose el labio.

Chris le revuelve el cabello a su hijo. — Está bien, no todos son alfas en la vida, tú eres un mono. —le dice riendo.

— Pa, deja de hacer eso. —él le pide.

— Muy bien mono—le responde desarreglándole el cabello. — Tenemos tanto que hablar.

Todos se ponen los cinturones y sienten como el avión comienza el despegue.

— A prueba de sonido. — Phantom dijo viendo el motor.

— Se ha avanzado mucho desde el 2020. — Christopher sonríe.

— Aun tienes que explicar que son todas estas marcas. —Freddy le dice siguiendo uno de los espirales.

— No soy un experto, pero les puedo contar como aparecieron nuestras familias. ¿Quieren que se las cuente?

Ellos asintieron rápidamente.

— Comencemos con una antigua entre los protectores, Loba Gris.

— ¿Una loba? — Phantom le pregunta.

— ¿Me dejan explicar? —les pregunta.

Phantom se calla de inmediato.

— En los antiguos relatos, que se heredaban de generación en generación, había una persona, una mujer quien se podía transformar en una loba, pero era peculiar ya que su pelaje era de un hermoso gris platinado. Una de las mujeres más poderosas alguna vez vistas. Nadie se pudo acercar a realizar sus hazañas, ella era una líder nata. Y cuando falleció su hijo tomo su lugar en nuestro mundo, realizando obras aún más grandes. Generación tras generación el gen de poder se fortalecía, pero hace más de una década no se escucha nada sobre la familia de lobos grises.

— Lobos grises...—Shalyn dijo pensativa.

— Tú eres la última con vida. —Christopher le sonríe. — Los Darek eran lobos muy fuertes, ayudaban a través del mundo.

— Papa, es por eso por lo que él siempre discutía con mamá. —ella dijo dándose cuenta porque sus padres discutían constantemente.

— Así es, ellos te lo hubieran dicho cuando Shadow despertara.

— ¿Qué más sabes? —ella le pregunta.

— Sobre los Fillet no es mucho ya que yo no tengo una penumbra y todo eso casi no me decían nada. Solo sé que a veces se saltaba unas generaciones. Mi abuelo fue un gran líder, esperaba que mi padre le enseñara algo a Freddy, pero resulto que él no tenía poder al igual que yo. Vivió hasta que cumpliste seis años, la esperanza era casi nula cuando tu poder no aparecía, ni a los doce.

— Y mira, me abandonaron a la suerte.

— Perdón por eso. Continuando la historia, los Fillet y los Darek éramos amigos desde hace mucho antes que alguno de nuestros tátara abuelos naciera. Crearon una manada con manadas alrededor del mundo. Hicieron cosas grandes, lastima jamás me las contaron.

— ¿Entonces esto es completamente natural? —Fredd le pregunta.

— Tan natural como la sangre corriendo por tus venas. Ahora les tocara a ustedes liderar cuando estén listos claro. —Dijo sonriendo.

— Ellos no confiaran en nosotros para eso. —Fredd dijo preocupado.

— Chicos, literalmente Yang les defendió en la corte marcial porque él quiere que ustedes lideren. Solo no piensen en ello por ahora, mejor descansen de toda esta locura que tuvieron que pasar.

— Buena idea, me muero del sueño. —Evelyn susurra acurrucándose en su asiento.

— Descansen, yo los levanto al llegar. —Cristopher les asegura.

•4 Pm•

•Miami International Airport•

El viaje se mantuvo silencioso, Freddy y Night entraron en pánico durante los momentos de turbulencia, pero Shadow solo comenzó a sentirse mal. Christopher intentaba manteneros tranquilos, pero ellos solo se desmayaron, aunque en realidad se escondieron en lo más profundo de sus mentes.

Al aterrizar Cristopher se mantuvo diez minutos intentando despertarlos. Evelyn se cansó y les jalo del cabello. De inmediato se despertaron y se disculparon.

— Aun no me acostumbro al cambio de horario. —Evelyn dice jalando sus maletas.

Ellos comienzan a escuchar a los reporteros y suspiran cansados.

— Cerca mío por favor. —Chris les pide mientras les ayudaba con varias maletas.

Ellos evitan a toda costa mirar tan siquiera a una de esas personas.

Los cuatro se acercan a una gran Van azul y miran a Christopher.

— Que esperan, suban, yo meto las maletas. —Él dice abriendo la cajuela.

Ellos confundidos entraron al auto, la parte superior parecía poder abrirse, había tres filas de asientos así que cada uno se quedó con una.

Escucharon como la cajuela se cerraba y luego Cristopher entra al auto.

— Durante el camino les explico. —dice queriendo salir del parquímetro.

El arranca y rápidamente salen del aeropuerto.

— No solo del país, sino que del mundo entero. La escuela será una pesadilla. —Evelyn suspira.

— ¿Saben algo de inglés? —Christopher les pregunta.

— No lo hemos estudiado desde hace dos años. —Freddy le informa.

— Conseguiré un tutor, eso es fácil. —él dijo suspirando y deteniéndose por el tráfico.

— Papa, ¿seguro puedes con nosotros? —Freddy le pregunta.

Él se ríe en voz baja. — Ay Freddy. Solo te diré que este es un Pacífica Pinnacle, más de 50k, en dólares.

— ¿Pero qué haces? ¿Vendes droga o qué? —Fred le pregunta tomando el control.

— No, solo tengo un trabajo bien currado. Otra cosa que no pude ayudar a tu madre porque bueno, se escondió y perdí contacto. Gracias a Mike y a Henry me di cuenta de lo que pasaba y volé directamente a Madrid y renté un auto dirigiéndome a Toledo.

— ¿Y de qué trabajas? —Shalyn le pregunta.

— Soy miembro de juntas administrativas y me pagan 250k dólares al año, tengo una serie de apartamentos de lujo a través de todo el país, los cuales mensualmente cobro solo 2k o más en dólares, con eso es suficiente, digamos que sería como una pequeña empresa.

— Y a ti como diablos te dieron ese puesto? ¿O como mierda puedes tener negocios? —Fredd le pregunta confundido.

— Estudié y me esforcé mucho. Mírenme, casa propia cerca del mar, auto propio, negocio propio, una buena vida y 0 alcohol o cigarrillos. Ustedes no se preocupen por nada, yo tengo los gastos ya cubiertos. Ustedes hagan lo que quieran, les hace bien. Y si Freddy, también la música.

— ¡Al fin lo admites!

— El alcohol se me subió a la cabeza y no miraba con claridad que les dañaba o que les hacía bien.

— Gracias. —él le responde sonriendo.

— Se que a tu madre le hubiera encantado que volviéramos a hablar y creo que es el momento de hacerlo.

Todos ellos suspiran y se recuestan en los asientos.

— Creo que es hora de sus medicamentos. —él les dice pasándoles su mochila.

— Odiamos esas cosas, nos hacen sentir vacíos. —Nighantom gruñe.

— Chicos, ese medicamento es para evitar que les de algún ataque de pánico, y los antidepresivos creo que deben de saber para qué son.

Ellos renegando se toman sus pastillas.

— Solo es por un tiempo no serán para siempre.

•4:30 PM•

•Miami Beach•

— Aquí estamos, hogar dulce hogar. —Christopher dice abriendo los grandes portones.

Los tres vieron la mansión. Era casi tres a cuatro pisos de alta. Sus paredes de piedra al igual parte de su entrada. Las luces iluminando desde el interior.

Todos ellos se encontraban sin palabra alguna. No podían creer lo que estaban viendo en ese instante.

— Es una monstruosidad. —Evelyn murmura.

— Cinco largos años para construirla y finalmente conseguí a esta belleza.

— Pues si trabajas duro. —Freddy dice no creyendo lo que miraba.

Chris se parquea y se voltea hacia los chicos.

— Ya verán que esto será muy divertido, solo tengan cuidado en la playa, a veces hay tiburones o solo un hermoso atardecer.

Los cuatro bajan del auto y Chris abre la puerta de la casa.

Dos granes escaleras y pisos de mármol blanco los reciben. Los barandales hechos de vidrio, los escalones de madera oscura.

— ¿Quieren que les enseñe primero el lugar o quieren ir a descansar? —Chris les pregunta dejando su mochila a un lado de la entrada.

— Demasiado dormir, más caminar. — Shalyn dice mientras se estira.

— Va, solo estamos en el lobby de la casa, es mucho más grande, construí hacia debajo de la colina. Síganme, tienen mucho que ver.

Ellos caminan hacia la sala.

Una gran pared de vidrio viendo hacia las luces de la ciudad; muebles azules y un minibar; pueden verse.

— Aquí es la sala principal, hay un minibar donde están todas las golosinas y bebidas. Aunque utilizo esta más para reuniones, entrevistas y todo lo que tiene que ver con el trabajo.

— ¿Golosinas? — Fredd le pregunta casi riendo.

— No juzguen, son mucho mejores a las que teníamos en mis años. Aunque no niego que las gomitas siempre han sido buenas. —dijo caminando hacia la terraza.

Todos se acercaron y al ver hacia abajo, notaron más pisos.

— Es una casa grande. —Freddy dijo viendo la gran ciudad.

— Recién remodelada; los amaneceres son hermosos desde aquí. Venga, solo estamos en la parte delantera y un costado de la casa. —él dice volviendo adentro.

— Eso parece. —Nighantom murmura.

Ellos sin decir nada los siguen.

— Chicos, yo no les diré nada, también fui adolescente, yo a esa edad se me hubiera ido la cubeta. —él dice mientras se acerca a la cocina.

— Solo no sabemos qué decir, todo es tan diferente, incluso para mí. —Evelyn admite sentándose en uno de los bancos.

La temática de la cocina era blanco y gris. Una gran isla en medio con estofa empotrada. Estaba equipada por completo; ni una mancha de sucio a la vista.

— Se irán acostumbrando, podemos aventurarnos en la ciudad, hacer lo que quieran. Hay un Disney por aquí cerca.

— Eso si suena divertido. —Phantom dijo sonriendo.

— ¡Yo quiero ir! — Shadow dice, aunque él no puede escucharla.

Evelyn se ríe un poco. — Esperemos mejor que más cosas se calmen. —ella le dice.

— Aunque comida como la mía no van a probar.

— Pa, la última vez que te vimos tomar un sartén casi quemas la casa. —Freddy le recuerda.

— Tome clases de cocina, y fui el mejor en mi generación, ya verán en la cena. —Cris dice con orgullo.

Fred toma el control por completo y sonríe sin decir nada.

— ¿En que piensas amigo? —Christopher le pregunta apoyándose en la isla.

— Nada, solo algo. —Le responde.

Él se ríe — Piensas en nada, pero a la vez algo.

El chico sonríe de lado, sintiendo simpatía por su padre.

— ¿Qué dicen si seguimos con el recorrido? —les pregunta con una gran sonrisa.

Todos ellos asienten rápidamente.

— Para llegar a la parte inferior hay que pasar por el patio trasero.

— ¿Qué? — Phantom le pregunta

— Lo sé, pero los soportes no soportarían demasiado, no importa que tan grandes sean.

— La arena y sal de mar se lo comerá. —Freddy dijo.

Cris asiente y los cuatro salen de la cocina por la puerta corrediza.

Vieron una gran piscina rectangular, la plata a lo lejos, palmeras cerca suyo.

— Esta es la piscina secundaria de la casa superior.

— ¿Piscina? ¿Frente a la playa? —Fred le pregunta.

—Ve y arriésgate tú con los tiburones, valiente. —le dice molestando.

Freddy comienza a reír a carcajadas. — ¡De ahí salió la frase!

Christopher niega acercándose a una de las paredes y empujándola.

Esta se hunde y abre una puerta escondida.

— Esta es la puerta de la casa inferior. Estuvo en renta durante un tiempo, pero la desocuparon unos meses atrás.

— ¿En serio, por qué esta casa es gigante? —Shadow le pregunta tomando el control.

— Síganme, les explicaré mientras bajamos. —dice sonriendo.

Todos comienzan a bajar las gradas negras.

— Verán. Yo al ver que todo estaba saliendo bien pensaba regresar a Toledo, por ustedes y su madre, pero al darme cuenta de que me bloqueo en todo y se cambió de lugar, pues aquí me ven, en una gran casa solo sin familia. Había construido esta casa con ese mismo propósito para mantener a mi familia feliz, a todos.

— ¿Pensabas regresar? — Freddy pregunta, tomando así el control.

— Por supuesto que sí, nunca abandonaría a mi familia; me fui porque me di cuenta de que les dañaba y porque alguien me ha hecho a batazos. —Dice sonriendo de lado y observándolo.

Fred toma el control y le saca la lengua. — Te ganaste esos batazos. —le recuerda sonriendo.

Él lo abraza de lado — Ahora le vas a dar batazos a una pelota, no a mí. Mono. —susurro en su oído antes de revolverle el cabello.

— ¡Que no hagas eso! —le grita intentando arreglarse el cabello.

— Uy, pero que delicado. —él se ríe.

— Genial, otra monstruosidad de casa. —Shalyn dije sin quitar la vista sobre la casa.

Las luces estaban encendidas. Esta era muy parecida a la parte superior, solo que la piscina se encontraba frente a la casa. Estaba algo elevada de la playa, casi unos seis metros.

En la piscina había una parte sentar llena de cojines y una larga mesa.

— Comedor al aire libre. Los muebles pueden mojarse sin problema alguno. La playa es privada y no tendrán nada de qué preocuparse.

— Papa, ya deja de hacerte el tonto. Dinos la verdad; ¿cuánto ganas al año? Porque esto no es normal para lo que te están pagando.

— ¿Qué tanto te pagan Chris? ¿O tienes otro trabajo que no nos hayas dicho? — Shalyn le pregunta.

— No les dije ya que no me gusta alardear de mi trabajo. —se dijo a sí mismo.

— Nosotros no tenemos derecho de juzgar, así que solo dilo. — Nighantom le informa.

— Yo soy dueño de múltiples empresas alrededor del mundo que se dedican a la compra y venta de edificios, casas, apartamentos, etc. Mensualmente ingresan casi 21.5 millones. Lo que anualmente sería 258 millones.

Los tres adolescentes quedan boca abierta a esa información.

— ¿Dólares cierto? — Shalyn pregunta, riendo nerviosamente.

— Euros.

— Mis respetos. — Fredd dijo asintiendo.

Christopher niega. — Algún día se los dejaré a ustedes. —él les dice.

— Sí claro. — Nighantom ríe de lo ingenuo que eso se escuchó.

— Yo los adopte, los traje aquí, no los dejaré en la nada. Además, en mi testamento ya está todo escrito. Y esa fortuna no solo era mía, es de generaciones atrás, todos dejando algo para la próxima generación, yo, solo agrande las cosas.

— Lo agrandaste mucho. —Freddy murmura.

— Vamos, falta que vean la casa inferior. —les dijo sonriendo.

Los tres lo abrazan y lo siguen.

— Tienen su propio elevador, pero también las escaleras. Ni yo quisiera estar subiendo casi seis pisos hasta la cocina. —dijo negando.

— Finalmente no más escaleras. —Phantom lloró exagerando.

— El entrenamiento sigue en pie. —Shalyn les informa.

Los cuatro adolescentes se quejan, pero de inmediato se callan al escuchar sus gruñidos.

Todos suben al elevador y Chris presiona el último piso.

— Iremos por orden, solo para que vean que les espera, aquí está la mía.

Las puertas se abren y ven casi el espacio de un apartamento como si fuera una habitación.

La cama algo desarreglada. Las paredes exteriores eran de vidrio completamente, dando a una terraza exterior. Varios muebles con cosas sobre estos también se encontraban. El atardecer podía notarse y cada luz de la ciudad se encendía en su totalidad.

— Perdón por el desorden; oh vaya, ya está oscureciendo, será mejor apresurarnos para comenzar a hacer la cena. —dijo cerrando el ascensor.

— En que tú también te tomas tus lujos. —Fredd dice sonriendo.

— Si, pero a ustedes también les tengo sus sorpresas. Mike me dijo que podían estar separados si quisieran y pensé que, ¿por qué no también darles su propia privacidad?

Las tres penumbras de inmediato al escuchar eso, toman sus formas humanas y lo abrazan.

— ¿Ahora me crees? Si es real. — Freddy le pregunta tomándole un cabello a Fred.

— ¿Cómo iba a creerte sin poder? Sólo un "amigo imaginario". Perdón por eso. —le dijo riendo apenado.

— Está bien, ya en si más de tres colegios nos creían locos. — Freddy dice sonriendo

— Aquí ya no más, ya verán por qué. —le sonríe no queriendo decirles. — Y por último sus habitaciones, todas las habitaciones se encuentran en el cuarto y quinto piso, el tercero es un área recreativa, y el primero es cocina, sala y todo eso.

— Necesitaremos un mapa. —Night murmura un poco perdido.

— Hay un lugar que los puede ayudar a guiarlos, una terraza para los dos pisos de habitaciones.

El elevador se abre y todos caminan entre los pasillos.

— Es completamente suya chicos.

Ellos notaron que era enorme. Cojines alrededor de una fogata artificial. Al lado un área te muy familiar a esa.

— Los atardeceres deben ser hermosos aquí. —Fred murmura apoyándose en el barandal.

— Todos los días son hermosos aquí. Aunque no podemos quedarnos contemplando, les voy a enseñar sus habitaciones.

Todos ellos ya emocionados lo siguen.

— A ver. Si, Phantom, aquí está la tuya. —dijo dándole la llave. — Aun no entres, quiero que la sorpresa sea para todos.

Phantom emocionado asiente.

Así uno a la vez recibiendo sus llaves.

— ¡Pueden entrar! —escucharon a Christopher gritar desde la terraza.

Y ellos entraron.

Los gritos de emoción se escucharon y Chris sonrió.

Cada habitación estaba personalizada gracias a la poca información que él recibió por parte de sus conocidos.

Todos ellos aparecieron y saltaron sobre él.

— ¿Les gusta?

— Oh joder a mí me encanta! ¡Yo me quedo! — Shadow grito feliz.

— Deberían revisar bien las habitaciones, los dejaré desempacar. ¿Yo iré a hacer la cena, que quieren comer?

— Lo que sea. —todos dijeron y luego se ríen.

— ¿Papas con chili? —les pregunta.

— ¡Si! —ambos Fillet gritan con hambre.

— ¿Vale vale, y ustedes?

— Yo digo lo mismo. —Evelyn le dice.

Los demás asintieron.

— Ok, en sus habitaciones junto a las puertas hay unos tubos, destápenlos cuando quieran que el ruido entre o salga, por ahora mantengan abiertos porque por ahí les voy a llamar para la cena.

Todos ellos asienten no queriendo soltarlo.

— Chicos, tengo que ir a cocinar. —les dice riendo.

Los seis desaparecen y él suspira.

•7 PM•

Todos ellos corrían hacia la cocina. Sus estómagos los estaba matando. Ellos aparecieron directamente en la cocina.

— ¡Dame comida hombre! — Shadow grita exagerando.

— Tranquila loba. —él dice sirviendo la comida.

— ¿No qué no? —le pregunta a Fred pasándole su plato.

— En estos momentos comería piedras si es necesario, tu comida puede que no se vea mal, pero el sabor es otra cosa.

— Todo el mundo tomó queda uno su plato, vamos afuera, es una linda noche, y desde aquí hay una gran vista.

Ellos asintieron, pero la impaciencia de Evelyn los hizo aparecer en el comedor exterior.

— ¿Quién fue? — Chris les pregunta.

Ellos no respondieron y lentamente comenzaron a comer.

— Ustedes si siguen así sufrirán bastante con Corra y Antártida. —dijo sentándose.

— Dime tus secretos. —Shadow dice casi con la boca llena.

— Mm tal vez mañana, por ahora disfruten la comida.

— ¿Y cuáles son tus horarios? — Freddy le pregunta.

— Yo trabajo en casa con las presentaciones y en fin de mes voy a la empresa, los apartamentos son usualmente por llamadas y citas programadas. —él explica antes de comer más.

— En otras palabras trabajas desde casa. —Phantom dice.

Él asiente mientras comía

— ¿Y qué pasará con la escuela? —Freddy le pregunta.

— Nos encontramos en noviembre, la escuela comienza en enero, al igual que los colegios. Pero ni piensen que se salvan de las tutorías, se pondrán al nivel de los demás tanto académicamente y en habla.

— No tenemos problemas. — Fred le responde.

— Pa, como estabas tan seguro de que vendríamos contigo? Porque la casa esta literalmente equipada para nosotros. — Freddy le pregunta.

— Fácil; Mike me habló como unos 4 o 6 meses antes, por eso mandé a remodelarla y me fui a Toledo por mientras.

— Entonces sabías que no teníamos donde ir.

— Tengo mis abogados que ayudaron con la papelería, ¿quien creen que pagó la fianza y todo eso? —les dice riendo.

— Gracias, por todo. — Evelyn le agradece.

— Se los diré otra vez, aquí todo mejorará. Es una promesa.

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