•Martes 17, Junio del 53
•Casa Fillet•

~Evelyn~

El dolor, mi estomago duele a cada momento, nos da unos antojos horribles y estamos ganando peso. A la cámara no le importo; tal vez porque Max es; y las chicas dicen que es normal, pero para bajar esto será una pesadilla.

Mes tras mes y se me notaba la panza cada vez más. Todo el mundo se emocionó para saber si será niño o niña, lo que a nosotros nos emociono es que han sobrevivido todo este tiempo.

Lo más seguro porque sus papis han tomado cargo de las compañías, no podemos estar más que recostadas TODO EL MALDITO DÍA.

Queremos estar afuera, pero los paparazzi son un dolor de cabeza, no nos dejan ir ni a la esquina. La manada no nos deja ayudar porque dice que es peligroso, Bear está jodiendo en que nos mantengamos bien comidas y relajadas.

¡Estamos hartas de esto, no nos dejan ir al bosque porque TAMBIÉN ES PELIGROSO! ¡AAAAAH NECESITO SALIR DE ESTA CASA!

¡Para más a Rebeca si la dejaron! ¡Y que ella estaba atrasada!

Lo único bueno entre todo lo que sucede es que Max nos acompaña. Él y mis sobrinitos ya tuvieron a su bebé, mejor dicho, bebés; su penumbra se desarrolló a una edad fetal.

Aunque les diré una sola cosa, los nombres que escogieron son caca.

"Nosotros tenemos nombres jodidos y ellos los tendrán, ahora es tradición", Phantom vete a tomar por culo con esa idea.

Incluso Max les suplico por cambiar sus nombres, pero no, Maight Nanton Black Martínez fue el primero en nacer.

Rebeca y Matías también tuvieron un hijo, Whale, un nombre no tan común; sus ojitos cafés y cabello azabache; tan tierno,

Y de ultimo Pine tuvo una hija junto a Melissa; una bebé de ojos azules, cabello dorado y pecas. Ella se parece bastante a su madre.

Lástima que se mudó junto a su esposa, me hubiera gustado pasar un poco más de tiempo con ella.

Regresando al temita de Black; hay algunas cuantas cosas que a toda la manada le preocupo.

Él nació con poderes, lo que todos creímos que aparecerían en su sexto cumpleaños...aparecieron al sexto día.

Al igual que los padres, es un hibrido entre oso y lobo con poderes explosivos; ruego por favor que no nazcan con poderes prematuros.

Y aquí estamos, recostada en el sofá y Max cargando a las dos bolitas entre sus brazos.

Nosotras literalmente en batas, comiendo pastel y helado.

Aun así, el aburrimiento me está matando.

— ¿Y ahora qué hacemos? —tuve que preguntarle a Max; nunca noté que el techo tenía un diseño en específico.

— La piscina sigue vacía, Golden está dormido así que no las molestará.

— Max, eres un ángel encarnado, pero ya no quiero usar la piscina.

— ¿Algo de comer? ¿Qué no sea dulce?

— Llenas.

— ¿Entonces? —pregunto dándole de comer a ambos recién nacidos.

— Queremos salir de esta casa. — lloriqueamos haciendo desaparecer el pedazo de pastel.

Delicioso y amargo pastel...ya me dio otra vez hambre... ¿por qué lastiman tanto a su mami?

— ¿Quieren ayudarme con uno? Así van practicando. —inteligente estrategia, para alguien normal.

— No gracias, ese bebé no me quiere para nada —Shadow responde tomando el control.

— Es el niño de papi. —me responde entre risas.

— Los consienten demasiado. —Shadow gruño.

— Oye, dame también control que no es solo tu cuerpo. —susurre tomando el medio control que me pertenece.

— Solo tienen un mes, están chiquitos. Cuando tengan a sus frijolitos entre brazos verán que se siente...ni siquiera tengo una explicación para ello.

Parece que el lazo entre un padre y un hijo es bastante fuerte...si tan solo no los hubiéramos perdido a los primeros...tal vez hubiéramos sentido ese lazo.

— ¿Entonces ya tienen los nombres pensados? —Max vuelve a pregunta.

Todo el mundo quiere saber los nombres, pero queremos que sea una sorpresa.

— Si, creo que sí. —respondo con una gran sonrisa. Lleve otra cucharada de helado a mi boca y es delicioso, pero me gusta mucho mas su leche y me vuelvo a excitar.

Siento el dolor y gimo; eso es raro, nunca tenemos un orgasmo sin al menos pensar en ellos.

— Creo que el aburrimiento está a punto de morir. —Max susurra tomando su teléfono.

El dolor regresa con tanta fuerza que mis garras rasguñan el cojín.

Veo el sofá embebido al igual que mi ropa, pequeñas manchas de sangre cubriendo la tela blanca.

Janet tenía razón...sí daríamos a luz en junio.

Creo que Max está llamando a emergencias.

El dolor es soportable, pero esos pinchazos internos son una pesadilla que jamás hemos sentido.

— Llama a Fredd. —susurre entre jadeos, oh joder, duele.

— En eso estoy, su teléfono parece estar apagado.

¡¡¡MALDITA SEA FILLET!!!

Tuve que rugir, solo así podrán escucharnos, solo así se darán cuenta.

En segundos aparecen a nuestro lado, sujeta mi mano y comienza a acariciarme, eso siempre nos relaja.

— Max, agarra a tus hijos y espera la ambulancia nosotros las mantendremos bajo control.

¡¿Bajo control?! ¡¡SIENTO QUE SE ME SALEN LOS ÓRGANOS!! ¡¡LLEVAME AL HOSPITAL AHORA!!

Apreté su mano con tanta fuerza que algún hueso o tres se rompieron.

Estoy llorando...este dolor me está haciendo llorar. Hace muchos años no lloro gracias al dolor físico, quiero que se detenga.

~Narro~

La mujer lentamente cierra los ojos, no tena las fuerzas suficientes para continuar. Su esposo al darse cuenta con su poder la mantiene despierta mentalmente; mientras que su cerebro funcione igual lo hará el cuerpo, o al menos ganar tiempo.

Su corazón parecía latir exageradamente rápido, su sistema sanguíneo tan rápido como la electricidad en su adentro.

Fredd estaba a punto de ir al hospital, pero los enfermeros llegan junto a una camilla.

Ellos se dirigen al hospital, la llama de las Darek parecía ser consumida y nuevamente encendida por los Fillet.

No permitirían perderlas nunca otra vez.

Al llegar al hospital uno de los médicos inyecto lo que parecía ser adrenalina.

Shalyn despierta y ruge gracias al dolor recorriendo su cuerpo.

Fillet le controla por un momento así serenando su mente. Él asiente y los médicos continúan con su trabajo.

Darek comienza a gritar sintiendo como se desgarra desde el interior.

Creo que ustedes ya están cansados de su dolor, de este sufrimiento constante el cual fue decidido por el universo.

Ustedes quieren las partes jugosas, importantes dentro de sus vidas.

Saltemos en el tiempo, ellas se encuentran pujando después de 48 horas internadas. Deseaban tener un parto algo natural y evitar la sección C.

Fillet no pudo evitar traer la cámara y grabar el parto de sus hijos.

Shalyn gritaba obscenidades, los doctores habían pedido que intentara relajar sus músculos; el único método que conoce y es funcional fue el de gritarle a su esposo las mil y un formas en como someterlo.

Esa ala del hospital se encontraba desolada gracias a dios.

— ¡Venga amor! ¡Tú puedes! —Fredd da ánimos al mismo tiempo que graba.

Shalyn vuelve a pujar, el sudor y corrosivo empapándola.

Christopher entra a la habitación y sonríe.

— Perdonen mi tardanza, las medidas de bioseguridad son exigentes. — se excusa a sí mismo.

Shalyn estira su mano y la abre y cierra.

— Mano mano. —ella lloriquea como una niña pequeña.

Su papá se acerca y tomo su mano con delicadeza.

— Fredd, deja esa cámara y apóyala. —Christopher comienza a gruñir.

— Ella fue la que me pidió gravar.

Shalyn ruge una vez más y el llanto de un bebé se escucha.

— Es un hermoso varón. —Su doctora dijo entregando el pequeño a una de las enfermeras. — La cabeza está a la vista. —ella le informa preparándose para el segundo bebé.

— Ya no puedo. — Shalyn llora negando.

— Se que puedes hacerlo, son las mujeres más fuertes que hemos conocido, ustedes pueden. —Fredd dijo acercándose y besándola. — Puja. —susurro acariciando su frente.

Ella sin pensarlo dos veces continua, sus gritos escuchándose hasta la entrada de emergencias.

Janeth sujeta con cuidado la pequeña cabeza y por último su cuerpecito. El bebé no llora, parecía seguir dormido, unas pequeñas palmaditas en sus nalguitas y el truco para hacerlo llorar no fallara.

La doctora sonríe. — Es una muy linda nena. Felicidades. —dijo con una sonrisa oculta tras su mascarilla.

Fredd deja de grabar y corriendo besa a su esposa la cual exhausta pierde la noción.

Christopher abraza a su único hijo.

Ambos Fillet lloraban por el milagro; hoy jueves 19, junio del 2053, 11 AM, nacieron los primeros Darek Fillet.

— Yo no le diré a Bear. — Fred declara cruzándose de brazos.

Los tres comienzan a reír y Shalyn comienza a despertar. Ella se frota el rostro como si estuviera haciendo su rutina vespertina.

— Es tarde. —murmura entre bostezos.

— Amor, acabas de dar a luz. —Freddy sonríe acariciando su cabeza.

— ¿Enserio? — ella pregunto casi confundida.

— Si, a dos bebés idénticos a ti.

Shalyn sonríe y vuelve a recostarse.

— ¿Dónde están? —susurra queriendo cargar a sus hijos.

— Están revisándolos, ya los van a traer. —Christopher dice y nota como su cuerpo vuelve a su estado original. — Sorprendente. —murmuro.

La enfermera entra con dos carriolas o camas portátiles.

— Aquí están sus retoños. —ella dijo dejándolos a un lado de la camilla. — ¿Ya tienen los nombres en mente? — pregunta tomando su libreta.

— Ella es Sigfrid...Sigfrid Bear. —Shalyn susurra tomando a la pequeña envuelta en una manta rosa.

Fredd carga al pequeño y le sonríe intentando no llorar, algo que se le hace imposible.

— Alfred Walfred. —dice acariciándole la nariz.

— Igual a su papi. Alfred jr. —Shalyn sonrió con ternura sabiendo que no era Walfred, sino que Walter.

— Mi pequeña Sigfrid, es tan linda. — él suspira intentando calmarse.

Ambos padres intercambian de bebés los cuales despiertan y abren sus ojitos, tan azules como los de su padre y abuelo; aunque los de Sigfrid tenían dos tonos diferentes, uno parecía ser casi grisáceo mientras que el otro era de un azul cielo; ellos tenían grandes melenas rizadas y café. El tono de su piel un poco más clara que la de su padre.

Los pequeños ven a sus padres y empiezan a llorar.

Christopher comienza a reír y se acerca un poco a Alfred.

— Eres idéntico que tu papi. —susurra limpiando sus diminutas lágrimas.

Él lo mira deteniéndose por un momento, pero vuelve a llorar aún más fuerte.

— Shh shh, aquí esta mami. —Shalyn dijo acercándolo más a su pecho.

Alfred deja de llorar y la observa directo a los ojos. Él intenta sonreír lo cual la hace reír.

— Es tan tierno. —ella susurra regresándole la sonrisa.

Ambas penumbras les dan el control completo y se acercan a los bebes.

— ¿Nos estarán viendo? —Shadow pregunto acercándose un poco más hacia su hijo.

— Creo que no. —Fred susurra alejándose de su pequeña.

Sigfrid comienza a llorar y Fred se acerca lo cual hace que se detenga.

— Ay no, no no...nos pueden ver. — Shadow lloriquear acercándose al bebé y notando como su penumbra tomaba control lentamente.

— Salió como el de Max. — Evelyn ríe intentando no llorar.

— Al menos sabrán que estamos aquí. — Fred sonrió con orgullo. — Nosotros creamos estos pequeños. —dice casi entre risas.

— Son cuatro bebés. — Christopher murmura.

— Fredd, te amo. — Shalyn dijo acariciando la frente del bebé.

Él son intención de ignorarla lo hace mientras le sonríe a la pequeña.

— Es mejor que les dejé dolor. — Christopher dice sabiendo lo sensibles que se encuentran.

Él corre a la salida.

— Respóndeme. —ella le gruñe haciendo reír a los bebés. — Ternuritas. —murmuró jugando con su nariz. — ¿Me respondes? —vuelve a gruñir enseñando sus colmillos.

Fredd sonrió y le besa. — También te amo. —susurra volviendo a besarla.

Ambos bebés ríen a carcajadas al ver a sus padres.

— Mis cachorritos. — Shalyn susurra besándole a cada uno sus regordetes cachetes.