Metas
•Lunes 18, Mayo del 48, 4 AM•
•Casa Fillet•
~Evelyn~
Calma y paz, nunca creí ver esas dos cosas al mismo momento.
El trabajo ha sido extenuante, no solo por nuestros horarios un poquito apretados, sino por el hecho que...solo olviden que dije esto. No debería quejarme, no después de lo que vivimos.
Ahora entiendo porqué Bear y Caín se quejaban siempre de todos los lunes.
Hablando de Bear, no ha contestado ni una sola de mis llamadas este último mes. Parece que tendrá una pequeña visita mía durante las vacaciones, sino antes.
Hoy tuve que levantar a los demás un poco más temprano de lo usual. Quiero revisar los guiones a la vez que vamos a correr alrededor del muelle.
Aunque solo seamos nosotros seis quienes pueden soportar la rutina; digamos que intente que papá también nos acompañara, pero al verlo tan cansado después de la reunión de anoche y su práctica con Corea, mejor ni lo molesto.
— ¿Por qué tan temprano? —Phantom pregunta tomando su guion.
Ah sí, la relación entre mis sobrinitos y Max. Desde el código T.A.E. ellos han probado métodos algo variados...por así decirlo.
descubrí que Max puede ser algo rencoroso. La primera semana ni siquiera se hablaron entre ellos. Tuve que consolarlos durante un par de noches. Fue incomodo y como ambos gemelos Fillet son demasiado celosos también se encontraban en su habitación, a las tres de la mañana, viendo el "espectáculo".
Como si ellos no han llorado por una simple discusión.
No niego que nosotras no hemos llorado así, pero tampoco nos burlamos de ello.
Va, Shadow sí.
Como decía, las cosas se mantuvieron feas entre ellos, pero tras cada semana la tensión disminuía.
Un día los dejamos a solas y cuando regresamos todo había vuelto a la normalidad.
Aunque Max salió cargado.
Si.
— ¿Qué hora es? —Freddy pregunto, aun medio dormido.
— Despierten que son las cuatro. —Shadow dijo a la vez que se dirige hacia la cocina.
— No más panques. — Fred suplica, tomando un vaso con agua.
Ayer fue una pesadilla de panques. Nadie quiere ver una de esas masas redondas por lo menos en un mes.
— Ya me lo repitieron como cinco veces. —les gruñe abriendo el refrigerador.
— Tuvimos que regalar toda esa comida Shadow. —dije entre risas.
— Malagradecidos, les hice un rico desayuno y luego dicen que están llenos. —continúa gruñendo, esta vez enseñando sus colmillos.
No te rías Evelyn, o te vuelve a matar.
— No todos son barriles sin fondo, no como tú, no sé cómo te entran todos esos panqueques. —Night dijo lo que creo que los demás pensábamos.
— MALAGRADECIDOS.
Nadie le aviso que Fred se encontraba tras su espalda. Tan solo le hace flotar, y comienza a darle vueltas.
— Voy a vomitar idiota. —Ella continúa gruñendo; si dice que va a vomitar es porque no hará.
— Fred, détente, papá se puede enojar si encuentra un agujero en el piso.
— Miren quien habla, la persona que se estaba descojonando hace unos segundos.
— Fillet, mi trasero pertenece en la tierra, así que me vas bajando en este instante o tú te arrepentirás.
Y no está bromeando.
— No eres divertida. —susurra antes de besarla.
Shadow cae al suelo, de cara, creo escuchar un pequeño hueso romperse.
— Mi dedo. —ella lloriqueo, viendo su dedo dislocado.
— Pobre de Fred. — Escuchamos, creo que un mensaje mental no intencional de Freddy.
— Déjenlo, me las pagará durante el entrenamiento. Cambiare las malditas piedras por algún que otro clavo.
— Gracias por arrastrarnos contigo Alfred. —Night comenzó a quejarse.
— Podemos esquivar penumbras, un clavo disparado no es nada.
Eso es lo que tú dices ahorita, luego ni te quejes.
— ¿Y cuál es la meta de hoy? —Freddy cambio el tema por completo.
— Oh si, eh, hoy queríamos entrenar de la manera clásica, ya saben, correr, peleas amistosas, lo que hacíamos en Toledo. — sonreí.
Mejor voy preparando al menos algo que desayunar. Necesitamos una buena dosis de proteína. Veamos, ¿cómo iba la receta que nos enseñaron?
Ya se; leche, tres de granola, una de miel, medio plátano, durazno y hielo. Todo a la licuadora, y, por último, un poquito de canela.
— Sencillo y nutritivo. —Shadow sonríe, tomando su vaso. —Amo esta cosa. —ella ronronea, disfrutando nuestro primer licuado.
— Podemos llevar un poco al entrenamiento. —le sonreía a los demás, al mismo tiempo que sirvo más vasos.
— Se ve decente.
— Alfred Fillet, insulta mi licuado y yo te insultare a ti. —respondí, regalando una de mis más hermosa y cálida sonrisa.
— Solo bromeó. —ríe nervioso.
Solo así puede comportarse.
— ¿Ya nos vamos? — Shadow pregunta, dejando el vaso en el fregadero.
Tuve que negar. — No aun, deja que los demás terminen sus licuados, hoy nuestra rutina será en la naturaleza. —dije, sujetando con delicadeza el vaso.
La última vez exploto en mi mano.
•4:50 AM•
Amo las carreras por el bosque, tantos olores que me hacen recordar casa. Incluso, territorio libre ya que aquí no hay lobos, no es una zona que amen, así que entre nosotros nos la repartimos. Tal vez Nead no se enoje por ello.
Decidimos tomar un pequeño descanso y comenzar a leer los guiones, solo como un pequeño repaso.
— tío, al fin disfruto un buen libro. Sin chistes baratos, finalmente pensaron en algo y no en la misma trama de arena de gato. Lástima que quitasen los besos forzados. —quien creen ustedes que ha dicho eso?
Destripe alert.
Fred Fillet
— A ti solo te gusta follar, comer, trabajar y muy pocas veces, estudiar. —Shadow al fin le dice sus cuantas verdades.
— Tal vez, lo de follar es cierto.
No tiene arreglo alguno.
— Fred ya cállate. Vas a matar a Freddy. —Night ríe y señala al nombrado.
Todos nos volteamos hacia él, su rostro completamente rojo. Después de todo este tiempo su inocencia de alguna forma sigue casi intacta.
Creo que es por eso que es tan fácil someterlo, incluso cuando nosotras hicimos ese pequeño juramento íntimo.
— ¿Qué tienes en mente señorito Frederick? — Fred comienza a reír, una mirada picarona siendo lo primero que freddy ve.
— Vete a tomar por culo, ¿quieres? —Aww, sigue siendo tan educado.
— Yo también te quiero.
Hermanos.
— Esto es tortura. —Shadow comienza a lloriquear, su teléfono a mano.
— ¿Por qué lo dices? —tuve que preguntar o no cerrara la boca.
Dije PAZ Y CALMA, esto no lo es.
— Acaban de avisar que la nueva línea de verano será lanzada muy pronto, Rayito, trajes de baño, no quiero, verán todas las marcas, la espalda. —continúa lloriqueando, una pequeña lagrima cayendo de su ojo derecho.
— Y comenzamos con los trajes de baño.
— Al menos ustedes pueden cubrirse un poco más, +ya vieron como son los trajes de baño aquí? Nosotros estamos casi desnudos. — Phantom comienza a quejarse.
— Cierra el hocico, que nosotras tendremos que usar un puto bikini.
— Eso si lo quiero ver, ustedes siempre nadan con un traje entero, pero nunca las hemos visto en bikini. —Fred ronronea, gateando hacia ella.
— Como me quiero disparar en estos momentos. —admití, frotando mi frente.
Esto es demasiado para mí. ¿Cómo es que Shadow logra soportarlo?
•5:30 AM•
— Ya no puedo. —Freddy comienza a jadear, poniendo sus manos en sus rodillas.
— Solo falta un kilómetro. —dije trotando en el mismo lugar.
— ¿Cómo pueden seguir? Ni siquiera siento las piernas. — Phantom, otro llorón, pregunta.
— Entrenamos a diario, no como ustedes, holgazanes que utilizan el elevador. —Shadow responde por mí.
— Quiero mi camita. —Night cállate.
— Rayito dejemos a estos huevones aquí y nosotras continuemos. —Shadow me ofrece, y yo con mucho gusto acepto.
— Mira ese trasero moverse. —escuche a Fred susurrar.
— ¡¿Y que paso con mi maldito trasero?! —Shadow grita, regresando, corriendo hacia él.
— Y murió. —comencé a reír conmigo misma.
•5:40 AM•
Finalmente regresamos a casa, a pie, porque no quisieron terminar el entrenamiento como se debía.
Fred es el único que regresara golpeado. Nunca creí que las penumbras fueran tan sensibles.
— Bien, tomemos un PEQUEÑO descanso. —dije sentándome junto a uno de los árboles del parque.
De inmediato todos se sientan a mi lado.
— Exagerados. —murmuré, tomando mi botellón el cual se encuentra casi vacío. Lo que me faltaba.
— Bear nos mataría si se diera cuenta que ya no podemos ni caminar. — Shadow comienza a reír casi a carcajadas.
— Hablando de Bear, ¿a alguno de ustedes les ha hablado? — pregunte, preocupada por su bienestar.
— Eso es raro, creí que estaban hablando. —Fred dijo, recostado sobre las piernas de mi hermana.
— Aun quiero visitarlo, pero no sé si deba molestar. —admití, sintiendo un escalofrío.
Raro.
— Es Bear, ese hombre te quiere, aunque este enojado, él te quiere mucho. —Shadow...
— Deberíamos ir a revisar que le pasa. —Night me sugiere, aunque por él ya se hubiera ido.
— ¿Me acompañan?, no quiero ir sola. — sé que es mucho pedir, pero si paso algo no quiero enfrentarme a ello sola.
— Aun no creo que quiera al menos vernos. —Fred ríe preocupado.
— Está bien, solo era para no ir sola, ya saben cómo puede ser Bear. —sonreí antes de observar nuestro alrededor.
Tengo una meta marcada, revisa a Bear y regresas de inmediato.
Desaparecí, pero Freddy y Phantom me siguieron de cola.
— Gracias. —susurre, tocando la puerta de su oficina.
— Puedes entrar Evelyn. — lo escuche, su tono como siempre siendo monótono.
En que te encuentras bien pero no respondes ni mis llamadas.
Los tres entramos y yo me cruzo de brazos.
— ¿Puedes explicar por qué no has respondido mis mensajes? —pregunte un poco irritada.
— ¿Por qué? ¿Algo interesante en mi ausencia? — pregunto, revisando los mismos papees de siempre. — No tengo todo el tiempo del mundo para estar respondiendo Evelyn. —dijo cortante, los papeles desapareciendo.
— Lamento preocuparme tanto por ti. — gruñí; odio este tipo de discusiones. — Y sé que no estabas trabajando, te fui a buscar un par de veces. Así que habla, ¿en dónde te metiste desde diciembre del 47? —pregunte, acercándome un poco más.
— Solo visitaba a un amigo mío. Y si, Evelyn, tengo muchos más amigos de los que tú crees, y no te diré si quiera como se llaman. —me gruño en la cara.
— Te creo, pero al menos a la próxima vez, al menos, responde con un punto a mis mensajes, solo necesito saber que estas bien, ¿sí?
— ¿Por qué te interesa?
... ¿Por qué me interesa?
— Porque sigues siendo mi hermano.
— Como digas loba.
— Y deja el apodo aparte por favor.
— Okay Evelyn. —Freddy ríe un poco.
— Oh no, tu si me sigues llamando con tus apodos. — dije un poco molesta por lo que el acaba de decir.
— Está bien. —él vuelve a reír.
— ¿No es horario de clases haya en estados unidos? —Bear nos acaba de recordar que debemos ir a clases.
— Cierto. —Los dos tras mío desaparecen, pero yo me quede en esta oficina.
— Bear, recuerda que siempre podemos hablar, no importa ni la hora ni el día, siempre estaré libre para hablar contigo.
— Evelyn vas a llegar tarde a clases.
— Ten un buen día. — dije, pero justo antes de irme lo escuché susurrar.
— Tú también Evelyn.
Los seis caímos rendidos completamente en el sofá; y apenas va comenzando el día.
— Estoy. Muy. Cansado. —Fred jadeaba del agotamiento.
Al parecer ellos si regresaron a pie.
— Necesito dormir. —Night susurro, abrazando uno de los cojines.
— ¿Eres mitad robot o qué? —Phantom le pregunta a Shadow, la única que no se queja.
— Solo aguanto bastante. —ella responde, estirándose a un lado de Fred.
— Vayan a bañarse o llegaran tarde. —Papá nos dijo, sin saber todo lo que acabamos de hacer.
Escuelaaaaaa.
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