Lo han encontrado
•Martes 6, Septiembre del 44, 10 am•
•Emily Montesorri•
~Evelyn~
Era hora de cívica creo que le llaman. Las clases son algo aburridas, es como si Caín nos enseñara pero asisten muchos más alumnos a su clase. Al menos él si nos dejaba comer durante la clase.
He intentado acercarme a Freddy pero él se aleja de mí como si fuera tal peste. Tal vez se ha dado cuenta que lo seguí aquella tarde.
Necesito hablar con él.
Me encontraba tan distraída que no puse mucha atención cuando el profesor dijo.
— Vale chicos, hoy harán un resumen de la bandera, tienen que dibujar y colorear.
Entre en pánico, no va ni un día en la escuela y ya necesito mis lentes.
— Me estás tocando los cojones. —dijo Shadow molesta.
Creo que ha aprendido demasiado de Caín.
Pero si, tiene razón. Aunque tengo que hacer la actividad, o cuando Bear vea esa nota, no me gusta la mirada que nos hace.
Mi mano temblaba mientras buscaba entre mi mochila. Me verán raro, dirán que miento.
Siento su estuche y lo tomó. Al abrirlo los veo por un momento. Bear dijo que los profes ya saben, pero no dejo de sentir su mirada sobre mi.
Mis manos temblaban, y los coloque en su lugar.
Suspiré al ver que nada sucedió. Sujete el lápiz y el profe se aclara la garganta, todos lo vemos pero él me está viendo a mi.
— Señorita Black sin gafas de sol en horas de estudio. —me acaba de regañar sin que hiciera algo mal.
Yo suspiré y ruego en no quedar en ridículo.
— Profesor, estás no son gafas de sol. —le dije quitándome los lentes.
— Y usted me dirá ahora que los vidrios son de colores. —me respondió devuelta, cree que estoy mintiendo.
Tuve que quedarme en casa.
Escuché a Shadow gruñir y eso fue lo que me impulsó a demostrarle al profe que no miento.
Me levanté de mi asiento y le di mis gafas.
— Compruébelo usted mismo por favor. —le dije.
Él tomó las gasas y vio los vidrios. No dijo nada y me las regreso.
— ¿Podría saber qué es esto? —me preguntó aún sospechando.
Lo entiendo, soy algo nueva y cree que soy una alumna problemática. Tal vez alguien vio lo que sucedió con Ollie, o le habrán mencionado que falte a clases mi primer día.
— Son solo para las personas que no logran captar muy bien los colores.
Él asintió y sonrió con algo de falsedad.
— Disculpe, no sabía que era daltónica.
Muchos más alumnos nos ven, ya habían muchos viendo lo que sucedía, siento como si no pudiera respirar.
Todas sus miradas, juzgando....y si ven alguna mancha, puedo perder el control y...yo.
Shadow me abrazó.
— Respira Evelyn, como Bear nos enseñó, respira.
Suspiré y todo se iba calmando poco a poco. No sé qué me hubiera sucedido sin ella.
— Yo creo que se ha confundido, no soy daltónica, yo padezco de acromatopsia.
— Yo no acepto bromas de este tipo, Black. —sigue sin creerme.
— Yo no estoy bromeando, no puedo ver los colores, lo estoy viendo en blanco y negro en estos momentos, no tengo ni idea que color es el uniforme tal vez blanco o gris, y falda negra, no se, y sino me cree la marca de las gafas son enchroma. —le expliqué algo molesta y ansiosa.
Solo quiero que el día termine.
— Vaya a sentarse Black.
Rápidamente regresé a mi asiento, pero escuché como abría su teléfono y tecleaba algo.
El solo levantó la mirada hacia mí y no dijo nada.
— Se ha tragado sus palabras. —Shadow se río.
Solo la ignoré y comencé a trabajar.
— Evelyyyyn. —escuché susurrar a Anne mi nombre, alargando claro.
— ¿Qué? —le susurré de vuelta.
— ¿De verás no puedes ver? —sabía que me preguntaría en algún momento, pero no creí que sería tan pronto.
— Luego hablamos. —le volví a susurrar. Tome los colores y así terminar lo más rápido posible.
No quiero que me sigan viendo como si fuera una débil, yo no soy débil, NO LO SOY.
Ya es hora de recreo, después de todo lo que pasó, finalmente es hora de comer, muero de hambre, pero como siempre, tengo que ir por mi lonchera.
Fui sola ya que no quería responder preguntas tan rápido, necesito mi tiempo, Shadow me lo ha dado.
Estaba a punto de sacar mi lonchera pero alguien cerró de golpe mi casillero y yo di un pequeño grito asustada.
Veo quién fue, y Dexter frente a mi, se ve muy molestó. Nunca he hablado con él más allá de un hola o adiós.
— Los rumores son ciertos, la hermana menor de Nightmare está en la escuela. —dijo sonriendo.
No se ve amigable, ni contento, al contrario, está molesto.
— ¿Qué quieres? —le pregunté asustada.
Nunca antes he conocido a Dexter, Ollie y Ozzie son tontos, pero Dexter es el líder aparte de Caín. Él me da miedo.
— Solo quiero hacerte saber quienes serán los vencedores este año. —me dijo aún sonriendo.
Nightmare les dijo de mi territorio, no me molestarán por ello, eso es un alivio.
— Yo no quiero problemas Dexter. — le dije dando un paso atrás.
Shadow tomó el control.
— Más bien, ya verás que te voy a.
Alguien logró interrumpirla, ella nunca permite eso, pero sabiendo quién fue, creo que solo a él se lo permite.
Freddy se acercó con los brazos cruzados, parecía molestó, pero algo es distinto en sus ojos, es tan único.
— Yo no creo que sean los mejores. —le dijo.
Su voz, es tan encantadora, se escucha gruesa pero no tanto para que suene raro. Tiene un pequeño acento español que Dios, mi corazón está latiendo tan rápido como si estuviera corriendo una maratón.
— Yo creo que ella sería muy buena competencia, no vaya a ser que los humille en ese escenario.
Ambas nos sonrojamos por alguna razón. Shadow hasta le sonríe.
Tiene un tono burlón, como si estuviera jugando, pero ayer cuando lo observé se miraba tan triste y deprimido, ahora es como si fuera alguien más.
¿Quién es él en realidad?
— Me está comenzando a gustar este chico—escuché a Shadow decir mentalmente
— A ti te gusta todo lo que es lindo. —le respondí con los brazos cruzados.
— En que Fillet es lindo para ti. —canturreo nuevamente en la mente.
Me sonroje a un límite que pensé que comenzaría a sangrar, Es lindo pero no me gusta, no, Bear lo mataría. Ay dios Nightmare lo cazará en el bosque.
— Como sea, gilipollas. —Dex se rindió y se fue.
Ambas nos volteamos a dirección de Freddy pero él también había desaparecido.
Mala suerte, quería en verdad agradecerle.
Tomó el control y regresó a la cafetería, a la misma mesa de ayer.
Todos los demás sólo me quedaron mirando.... con lástima.
— No nos mencionaste nada de eso. —Fox dijo preocupado.
Todos están preocupados, pero yo estoy bien. No hay nada de qué preocuparse si uno está bien.
— ¿Al menos sabes cuál color es cuál sin usar tus lentes? —Bonnie me preguntó.
— Es fácil distinguir el color de los objetos, no nací de esta forma, sé cuál es cuál, algo. —les expliqué no queriendo tocar el tema.
Hubo silencio durante unos minutos.
— No se preocupen, estoy bien, solo es un pequeño problema, no estoy ciega. —dije tratando de animar el ambiente.
Gonzalo asintió — Si, es mejor que nada de vista.
— Exacto, ahora, ¿por qué mejor no pensamos en un nombre para la banda? —les sonreí.
— ¿Los cinco mosqueteros? —Annie preguntó.
— Va una, ¿quién más? —les pregunté.
— Los vengadores del pudin. —Aiden Fox, no tomaré eso muy a cuenta.
— ¿Lobos en llamas? — sugerí — Se escuchaba mejor en mi mente.... ¿Fire Wolf?
— Me gusta como suena, Fire Wolf. —dijo Gonzalo asintiendo
— Si, eres buena en estas cosas. —Anne me dijo haciéndome sonrojar....
¿Por qué me sonrojo con tanta facilidad?
— ¿Seguros seguros les gusta? —les pregunté.
— Es mejor que el año pasado. —Bonnie dijo con su voz suave.
Es tan mona.
— Si ustedes dicen. ¿Y qué es lo que hacen? —volví a preguntar.
— Guitarra. — Anne me respondió con una gran sonrisa.
— Ya somos dos guitarras. —le respondí.
— Yo tocó el piano. —Bonnie susurró pero yo sí logré escucharla.
— Yo puedo manejar muy bien el bajo. —Gonzalo dijo con la boca medio llena.
— Batería. —Fox dijo casi ignorando la pregunta.
— ¿Pero y Freddy? ¿O no participará? —Bonnie me has preguntado algo que ni yo sé responder.
— Sigo trabajando en ello, ¿pero qué era lo que hacía?
— Él tocaba la guitarra, pero a veces era un buen cantante, bueno solo una vez lo encontramos solo cantando, y es muy bueno en ello. —Anne respondió asintiendo y abriendo su lonchera.
— Hoy es martes Aiden. —Gonzalo dijo de la nada.
Bonnie y Fox salen corriendo por alguna razón.
— Hoy es martes, vienen los camiones y traen la carga mensual de golosinas, incluyendo los dulces. —Gonzalo me explicó.
Ohh pudín o como sea que se llamaba, a ellos les ha de gustar mucho.
Los tres vemos cómo ambos estaban peleando por quién iba primero en la fila. Shadow comenzó a reírse.
— Están peleando por una cosa tan trivial como la fila de cafetería. —decía riendo.
— Solo por un pudín. —Anne dijo decepcionada.
Shadow se calla y me señala a alguien ignorando la pelea como si nada. Freddy Fillet.
Él compró tres pudientes y dos se los regaló a los chicos, solo para después salir de la cafetería.
Los cuatro estaban perplejos por lo que acaba de suceder.
— Parece que no puede alejarse. —Anne dijo con un tono alegre. Está feliz de que al menos haga contacto con ellos.
•4 pm•
El día se ha ido volando, ya estábamos terminando clases, estoy dispuesta a hablar con ese chico, necesito hablarle aunque sea una vez en mi vida.
Pero mi mala costumbre me obliga a tan sólo seguirlo de lejos. Está nervioso otra vez, creo que sabe que lo estoy siguiendo.
Shadow no ha dejado de quejarse de ello. Tiene razón pero no sé por qué no lo puedo ver y hablarle con normalidad.
Escuchó el claxon de un auto que me seguía. El auto de Bear.
Suspiré, será mañana espero. Abrí la puerta y entré al auto.
— ¿Por qué parecían cachorros perdidos tras ese chico? —nos preguntó mientras conducía.
— Yo tampoco lo sé, pregúntale a Evelyn. — ¡Shadow eres una traidora!
— Solo quiero conocerlo, pero él no deja de alejarse, dicen que antes era diferente, me pregunto qué habrá sucedido. — le expliqué y él asintió lentamente.
— Además es parte de la banda pero esta no tiene los cojones de hablarle. —Shadow le dijo antes de tomar la forma humana y sentarse en el asiento del pasajero.
¡Es que la voy a matar! ¡No puede quedarse callada por cinco minutos!
— Tengan cuidado, ¿si? Aunque sea un compañero de clases, no lo conocen, no saben qué tipo de persona es.
Ambas asentimos.
Tiene razón, no lo conocemos, pero es que él, tan solo mencionar su nombre. ¡¡¡Ahh!!! ¡Esta otra vez ese sentimiento! ¡Se siente tan bien!
— ¿Evelyn me escuchaste? —Bear me preguntó, mirándome por el retrovisor.
Yo me sonroje y me transformé en mi loba, qué pena.
Él suspira.
— Mañana reciben educación física, usen su sudadera y calcetas altas. Eviten recibir algún daño, un golpe y más abiertas estarán las heridas y sangrarán mucho, y juro que les dolerá hasta querer regresar a casa.
— Lo sabemos. —Shadow le respondió por mi.
El sentimiento no se va, solo crece y crece más, no puedo evitar ronronear. Veo como Shadow sujeta el asiento rasgándole con sus garras.
Bear nos ve preocupado y pregunta algo, que Shadow ni yo escuchamos.
Su olor se apoderó de nuestras narices, su voz, su todo se apodera de nuestras mentes. Y se siente muy bien.
~Bear~
Shadow está sudando, trata de hacerse la fuerte, pero algo está mal. Evelyn parece estar casi en el mismo estado. Trato de hablarles, pero no me responden. Le tocó a frente a Shadow, tiene fiebre, aproximadamente 40 grados.....
Acelere y cuando vi un callejón vacío nos hice aparecer en la entrada de la casa.
— ¡Caín! —grité mientras abría las puertas y cargaba a Shadow. — ¡Caín! ¡Rápido ayúdame! —le grite al ver como Shadow babea y su vista no se enfoca en nada.
Él salió corriendo de la casa.
— ¡¿Qué les pasó?! —me gritó mientras iba a cargar a Evelyn.
— ¡Si supiera no te estaría hablando! —le grité.
Ambos entramos a la casa y las dejamos con cuidado en el sofá.
Evelyn comenzó a chillar como si estuviera en dolor.
Shadow desaparece, pero estoy seguro que está en control también. Su loba está chillando de dolor, olfateando, buscando algo.
Caín les ha ofrecido carne, yo les he tratado de dar sus animales de felpa, pero solo lo mordía.
No sé qué hacer, esto nunca nos sucedió a nosotros.
— Iré a sacarle información. — escuché a Nightmare decir.
— No te meteras en una prisión, Caín. —le advertí.
— Hay que encontrar una forma de detener lo que les pasa, ¿a quien más acudir que a la persona que las vigiló durante años? —le dijo antes de desaparecer.
— Maldito terco. — murmuré.
La loba volvió a chillar.
~Caín~
Estoy dentro de su celda. No puedo hacer nada más que hablarle.
— Amery. —hablé lo suficientemente fuerte solo para que él me escuchara.
Él levantó la vista de su libro y me sonrió.
— Caín, cuánto tiempo. —te mataré yo mismo.
— ¿Qué le has hecho a mis hermanas? —le pregunté, tratando de calmarme.
— Eso ya lo sabes, es cierto, naciste sin un C.I. muy alto.
— Ellas están jadeando y con calentura, no sabemos por qué.
Él solo comenzó a reír, ese maldito sonido tan irritante cuando proviene de gente como él.
— Callate y responde mi pregunta. —le gruñí.
Él sabe que no puede hacer nada, está demasiado débil para ello.
— No les contestan. —dijo aún riendo.
— Responde la jodida pregunta William. —esta vez enseñé mis colmillos, solo así se ha callado.
— Lo han encontrado, la vacuna si funciona. —me dijo levantándose de su cama y acercándose a mi, centímetros de mi rostro. — Están en celo. —dijo lentamente sonriendo. — La idea de los cachorros sigue en pie.
Esa fue la gota. Solo le tomé del cuello y comencé a golpearlo.
Tantos años, tanto dolor, por su culpa estamos aquí y ellas sufriendo.
Bear me detuvo, no sé en qué momento perdí el control, o cuando apareció, pero me detuvo.
Todo es su culpa.
— Caín, basta.
— Vámonos de aquí, ya me dijo lo que sucede.
— ¿Nadie te vio? ¿Las cámaras?
— Camuflaje, nadie nos ve, y él sigue dormido.
Ambos regresamos a casa.
— Están en celo....él inyectó algo para cuando encontrarán a no sé quién, eso les sucediera.
— Pero no debería, no es posible, a esta edad, no se detectó nada que pudiera causar eso.
— Yo que sé, pero es obvio que lo están, ¡lo que no sabemos es porque!
— Iré a preparar la tina, necesitaremos mucho hielo. —me dijo antes de acercarse a ellas. — Mantenla quieta, nunca hemos tratado con esto, no sabemos de qué son capaces de hacer en este estado. —y se fue.
No hay nada que podamos hacer contra el celo, solo esperar a que termine.
Están sufriendo y no podemos ayudar, estos son los momentos en donde nos sentimos inútiles.
Tenemos el poder y no podemos ayudar a nuestras propias hermanas.
Odio sentirme inútil, odio saber que no puedo ayudar, cada vez siento más ira.
Bear regresa y se la lleva, está aún jadeando. Intentando escapar, será una de las noches más largas de mi vida, y ya he tenido muchas.
Escuchó chillidos provenientes del baño, están en dolor, y siendo ellas las líderes, eso nos lástima.
•Miércoles 7, Septiembre del 44, 3 am•
•Casa Black•
La casa es un desastre, intentaron salir corriendo, nos atacaron. Intentaron todo para salir de aquí, pero no lo lograron. Están dormidas, finalmente dormidas. Aunque no tardan en despertar, llevan un buen rato así.
Me toca arreglar muchas cosas hoy, pero tengo que trabajar.....¿y si renunció? No, Bear me mataría.
El crédito de este hombre ha de estar por las nubes.
— ¿Seguro puedes con ellas solo? —me pregunto tomando su segunda tarea de café.
— Ve a trabajar, yo me encargó, además, si tengo problemas le hablo a la pelirroja. —le respondí mientras veía las cámaras.
— Caín..... ¿Si necesitas ayuda solo pídela, de acuerdo?
— Ya no soy un niño, puedo cuidarme solo y puedo cuidarlas a ellas.
El solo se fue, tomó sus cosas y se fue. Nunca está contento con lo que hago, y yo ya no me esfuerzo, lo aprendí hace muchos años atrás, él nunca está satisfecho con nada, ni con lo que él mismo hace.
Una de las cámaras detecta movimiento en la habitación de las chicas. Están despertando, parecen aún agotadas, su loba bajo de la cama y se dirige hacia el baño. Esa es mi señal de apagar su cámara.
No puedo creer que vayan a estudiar, cuando yo tenía su edad prefería quedarme en casa haciendo todo menos ir a la escuela.
A quien engaño, haría todos menos ir a la escuela, y aún así logré enseñarle muy bien a ese par. Tengo un buen trabajo, el cual me gusta, mi título en anatomía, jamás tuve las mejores notas, y véanme, estable, en una linda casa y libre.
Ambas bajaron y tomaron sus cosas, como si no hubieran hecho nada.
— Ni una sola palabra Caín. —Shadow me amenazó.
Esta vez pude verlas mejor, su cabello algo desarreglado y ojeras que nunca creí ver en ellas.
Son un desastre y no creo que sobrevivan la primera jornada.
— ¿Podemos irnos? —Evelyn me preguntó bostezando.
— No han comido nada desde ayer, ni tomado su medicina. —les recordé.
Ambas me gruñen y van a la cocina, tomaron las sobras de no sé hace cuantos días y se las comieron....heladas.
No diré nada, porque si lo hago, quién sabe si vuelva a ver otro día.
Espere que ellas terminarán y murmurando no sé qué cosas fueron hacia el garaje.
Pobres alumnos, pero gracias a Dios yo no tendré que lidiar con ellas hasta la noche.
Literalmente cuando fui al auto vi que ambas estaban dormidas, están agotadas, drenadas de energía, y aún siguen empujándose hasta sus límites solo para ir a la escuela.
Creo encontrar otra razón por la que Amery las nombró líderes.
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