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Intentando Ayudar

~Narro~

Ellos estuvieron practicando durante varias horas. Se divertían tanto. Estaban relajados, experimentando con los instrumentos, hablando de cualquier cosa que se le viniera a la mente.

Realmente se agradaban entre sí, las chicas se sentían felices al reconocer que ahora ellos son sus amigos, su manada. Ellas los protegerán de todo lo que les pueda ocurrir, aunque sea difícil, ellas se juraron protegerlos, a todos.

La banda se comenzaba a cansarse ya al punto de terminar la práctica, así que decidieron terminar antes y descansar, tomándose ese descanso para encontrar melodías y letras para la competencia.

A veces descansar es lo mejor qué se puede hacer.

— Se los dije, solo necesitaban coordinación y listo, solo eso era necesario. —Shalyn suspiro cansada.

Gonzalo asiente — Te la debemos, reuniste a la banda entera otra vez.

— Ustedes son mis amigos, haría cualquier cosa por ustedes, si me decís, salta de un puente lo haría, pero los arrastró junto a mí. —río dejando el micrófono en su lugar.

— Si que lo harías. —Aiden murmuró.

— Aha, todo mundo agarró sus cosas, tenemos clases. —les dijo tomando su mochila.

•9:40 am•

~Evelyn~

Tres horas de pura tensión. Shadow y Fred no se callan, son como si hubieran sido hechos el uno para el otro.

Yo y Freddy hemos estado "conversando" por así llamarlo. En realidad sólo cree un pequeño camuflaje. Pero a pesar de todo mi esfuerzo él no se abría.

Quiero y deseo ayudarlos, pero gracias a su evasión constante se me hace imposible.

Maldigo estos sentimientos tan confusos.

La campana resuena en toda la escuela.

Todos nuestros em...compañeros, si compañeros, murmuraban entre sí. La voz de nuestra "competencia" corrió entre ellos.

Fuimos a los vestidores para evitar correr con esta estorbosa falda.

Nos dirigimos a la cancha, muchos alumnos estaban presentes. Y yo aquí enseñando las vendas como si nada.

Suspiro ya que no puedo hacer nada.

— Hoy perderás tu derecho al pudín. —Aiden dijo con arrogancia.

— Hoy no es el día opuesto, Fox. —Shadow dijo tomando control

— Hemos dicho sin zapatos. —Fox nos recordó y Shadow sonrió.

Esto será rápido.

Ambos se "despojan" como diría Bear, de sus zapatos.

— Ir y regresar, quién llega primero aquí gana. —él explicó.

Shadow le ignora y se estira.

— Deja de tonterías Shadow, luego a mí me dolerá el cuerpo. —le dije deteniéndola.

Tomé de vuelta el control y calculé un poco la distancia. No tardaremos más de unos dos minutos, bueno, Fox.

Todos los presentes comenzaron a gritar en sus marcas, listos, fuera. No entendí hasta que Fox salió corriendo.

Comencé a correr tras él. En que esa es la señal. Entiendo.

Lo rebasé con facilidad y toqué la pared. Esto es fácil, es un juego para niños.

Fox corre rápido para una persona normal. Un término extraño si me lo preguntan.

Él tocó la pared y siguió corriendo. Lástima que yo ya toque mis zapatos.

Es lento a comparación de Caín y él es muy lento.

No se escucha nada, solo latidos y respiraciones, por qué me miran de esa forma? Solo fue una carrera amistosa.

Fox me ve, jadeando.

— ¿Como? —me pregunta recuperando el aliento.

— Te lo dije, eres lento, y no como tú, yo si hago ejercicio. —le dije sonriendo, poniéndome devuelta los tenis.

— Pero si ayer te estabas hasta oliendo a muerte. —murmuró.

Shadow tomó el control Total.

Dios, si me escuchas, ¡liberarme de está loca!

— Yo voy-al-límite, ya te lo dije.

— Algún día te morirás por ir al límite. — le dijo antes de irse.

Lo seguimos y de regreso a los vestidores.

•6 pm•

Nuestro día ha sido un completo dolor de cabeza. Hoy tuvimos algo llamado "examen sorpresa" pero no fue difícil. Lo difícil fue explicarle al profesor que no hicimos trampa alguna ya que lo entregamos en tres minutos.

Todos aquí son demasiado lentos y tontos. Eran preguntas básicas. Bear y Nightmare nos enseñaron eso hace meses.

Shadow no me ayudó ya que no quería hacer algo tan simple, le gustan los retos. Y esto no lo es.

Después de que me preguntará personalmente cada pregunta me dejó en paz. Aunque anotó algo en su libreta.

Las personas son raras.

Este fue un día muy cansado y aún no terminamos.

Aún queremos hablar con Fillet sobre sus poderes. Enseñarle todo lo que yo conozco.

Nos dirigimos hacia su casa. Hoy parece que no nos quisieron esperar, así que iremos por nuestra cuenta, aunque es tarde y deberíamos irnos.

Hace mucho frío así que hicimos aparecer nuestros abrigos.

Es una buena hora para lo que quiero hacer.

Es tarde y ellos han de estar en casa.

Espero que no estén solos.

Me acerco a la puerta y escuchó a Shadow rebuznar.

— ¿Por qué tan tarde? Tengo frío. —me dijo frotándose los brazos.

— Se que aguantas mucho menos. —le recordé. — Además, solo a esta hora se encuentra su mamá, creo. —le respondí nerviosa.

— ¿Segura? —me preguntó.

— No lo sé, pero necesitamos hablar con ella, tal vez si sepa algo del padre de los chicos. —le respondí viendo el timbre de la casa.

Una mujer de ojos claros, pero no tanto, creo que son café, su cabello negro y rizado la hacían ver tan linda. Su piel era igual a la de Freddy.

Vestía un vestido blanco con girasoles en la falda.

Creo que ella es su mamá.

— Buenas tardes, soy Evelyn, soy compañera de su hijo Freddy y me preguntaba si él se encontraba. —le dije sonriendo.

Siento que ella es agradable, no sé por qué, pero así es.

Olía igual que él, a esa fuerte esencia de canela.

Sus ojos se llenaron de alegría y me sonríe.

— Freddy habla mucho sobre ti, pasa pasa, no te vayas a enfermar hija. —me invitó a entrar con auténtica felicidad en su voz.

Es la persona más agradable que he conocido hasta ahora. Ellos tienen suerte.

— Es un placer finalmente conocerla señora Fillet. —le dije.

Y en verdad lo es, no comprendo como Freddy es tan cerrado y su madre no lo es.

— El placer es mío. —volvió a sonreírle y se acercó a las gradas. — ¡Freddy tienes una visita! —grita.

Me volvió a sonreír — Toma asiento linda, no te quedes ahí parada.

Le sonreí y de inmediato lo hago. Es su casa y debo respetar lo que diga.

Ella se sienta en un sillón más pequeño, se cruza de piernas, veo como uno de sus rizos se sacaba del moño.

— Así que Evelyn, ¿qué haces tan tarde fuera de casa? —su mirada cambió por completo, estaba hablando enserio.

No sé porque pero creo que me da algo de miedo.

— Bueno....Emmm, yo más bien quiero hablar con usted principalmente. —conteste nerviosa.

— ¿Y eso por qué sería? —pregunta inclinándose hacia enfrente.

— Quisiera hablar sobre su hijo Fred.

Nuestra conversación fue consumida por el silencio. Pude ver sus gruesas cejas juntarse.

— Parece que Freddy te lo mencionó. —junta sus manos y entrelaza los dedos.

En verdad estaba preocupada, lo entiendo, ha de ser difícil.

Yo asentí — Si, ya que tenemos el mismo "problema". —dije ya que aún no puedo confirmar que ella tenga algún don como ellos.

— Trato de ayudarlo y por lo que sé es hereditario, y me gustaría saber quién en su familia lo poseía.

— Hija, yo también quisiera ayudar a mis hijos, pero apenas te conozco, y no sé que puedes hacer.

— Creo que ella no sabe nada rayito.

Suspiré y negué.

— Sé lo difícil que es para todos ustedes, yo también pasé por la misma situación. Y aunque mis hermanos me dijeron que mi padre también no poseía, quise saber más. Y le aseguro que sus hijos también quieren saberlo.

Siento un cambio brusco en el ambiente, tal vez serenidad o alivio, o ¿tranquilidad? ¿Quién sabe? Pero es un buen cambio.

—En mi familia nadie que yo conozca padecía de ello. En la familia de mi ex esposo...no podría decir mucho, jamás los conocí. —me dijo sinceramente.

— Y volvemos al mismo punto. —Shadow gruñe y desaparece.

Tiene que haber más, sé que no puede aparecer de la nada, es imposible.

— Ya veo.... Creo que eso es lo que les molesta. No poder descubrir el porqué son así. —Suspire.

Estoy harta de esto.

— Nosotras también estuvimos un tiempo frustradas por ello, fue difícil hasta que nos dijeron. Si tan solo pudiera ayudar.

— Entiendo porque le agradas tanto a mis niños, eres un ángel. —me sonríe y se sienta a mi lado.

— Ellos son los ángeles, siempre tan tranquilos y calmados, quisiera saber cómo lo hacen.... Aunque parecen mejorar. Finalmente están durmiendo. —murmuré recordando lo que sucedió hoy en la práctica.

— Creo que te mintieron, ellos han tenido ataques durante la noche, siempre mencionan algo sobre una habitación negra, con una jaula en medio, les asusta mucho.

Shadow al escuchar eso tomó el control.

—¿Qué más le mencionan? —pregunta frunciendo el ceño.

— Mmm, una vez me mencionaron algo sobre una jaula, hay una camilla llena de no se, dicen que de liquido blanco y rojo. —Eso no es un sueño... Suena como una pesadilla.

Shadow asintió y se rascó el cuello.

Creo tener una pista de lo que sucede aquí.

—¿Freddy toma algún medicamento por casualidad? —Shadow le pregunta.

Le costaba confiar pero sigue relajada, eso es bueno.

— Si, por supuesto que sí. Sin ellos Freddy no podría estar tranquilo.

Acaba de patear mi cerebro para hacerlo funcionar, porque me acaba de decir el porqué están así.

— Shadow ya se lo que le pasa a los chicos. —le susurre en el oído.

— Y expliquen me, como es que lograron hacer a mis hijo confiar en ustedes?

Shadow le sonríe con "ternura".

— Sólo parecía ser algo distante y luego no. Hablamos un par de días, él nos descubrió y luego dijeron la verdad y bueno, nos preocupó, en verdad, a veces es mejor hacer algo antes que ellos intenten algo que luego arrepientan.

— Es muy considerado de su parte, gracias por preocuparse por mis hijos.

— No tiene nada que agradecería señora Fillet. Nosotras conocemos ese sentimiento. —asintió a ese recuerdo.

— Y perdone mi falta de respeto, me llamo Shadow, no hay mucha diferencia entre rayito y yo siendo honesta. Ella es muy callada.

Me sonroje apenada. Odio que hable así de mi.

Tome el control y me sonroje más — Eso no es cierto, tú hablas aún más. —le dije viéndola.

Ella se ríe y desaparece. La amo demasiado pero a veces se pasa.

La señora Fillet río suavemente. Me comentó a verla y me sonrió.

— Son tan parecidas a mis niños, ambos polos opuestos pero se necesitan entre sí.

— Nunca estamos solos, eso siempre ha sido una ventaja de alguna forma, creo.

Estuvimos diez minutos hablando con la señora Fillet. Y los chicos ja.as bajaron.
¿Estarán ya dormidos?

Pero si apenas son las siete. Tal vez no quieren hablar con nosotras. ¿Estarán molestos? Pero no hemos hecho nada malo.

Vale, si lo hemos hecho pero no tan grave. Nosotras no quisimos hacerlos enojar.

La señora Fillet, que de paso se llama Marta, nos ofreció té de Jamaica, sabía raro pero estaba rico.

— Es que donde se han metido, lo más seguro se volvieron a escapar, es que ya verán esos dos. —la escuchaba molesta.

— ¿Escapar? —le pregunté.

— Si, siempre van a ese bosque, les he dicho que no vayan ahí solos, y mucho menos de noche, pero son burros. — me respondió cada vez más molesta.

— Nosotras iremos, vivimos también cerca de un bosque, podemos ir he revisar donde están. Solo buenas guiándonos.

— No hija, es tarde ¿y si te pierdes? Conozco a mis hijos y siempre regresan, pero no quiero que nada les pase.

Suspiré y asentí.

— Si es tarde, creo que deberíamos irnos. Fue un placer hablar con ustedes señora Fillet. —sonreí.

Ambas nos dirigimos a la puerta. Nos despedimos y listo. Es fácil mentirle a la gente.

Aparecemos en el centro ser este bosque y comienzo por caminar.

Hay un fuerte rastro de canela, están cerca, muy cerca.

No puedo creer que ellos se encuentren aquí. En este frío, espero que al menos se abrigue o podría enfermarse.

— Rayito escucha.

Me detuve y también escuché, una guitarra creo, si si, eso es, un instrumento.

¿Qué es lo que ellos hacen?

Me acerqué ocultándome entre los árboles.

Shadow se volvió humana y se oculta en una penumbra, la cual avanza más rápido que yo.

Ambas nos asomamos por detrás de un árbol y observamos que ellos están sentados en las ramas más gruesas de otro árbol.

Estaban tocando la guitarra, por alguna razón la melodía acarició nuestras almas. Era hermoso.

Comenzaron a tararear algunas palabras, melancolía surgiendo en su voz.

Freddy seguía tocando su guitarra sin que la voz de Fred le molestará. Era como si se hubiera perdido en su sinfonía.

Fred cada vez cantaba con más fuerza, no volumen sino que sentimiento. Su voz se volvía algo ronca y profunda. Se escuchaba fuerte y claro pero no demasiado para volverse molesto.

Ninguna de nosotras se atrevió a interrumpir. Como si nos encontráramos en un trance.

Hasta que Freddy comenzó a cantar junto a Fred.

Su voz es tan diferente a la de Fred, es más suave, pero a la vez tan tan. Ay dios es tan perfecta.

Ahora lo entiendo, esa mirada de admiración durante la práctica. Ellos adoran la música, solo no saben cómo expresarse, o tal vez ellos tienen miedo de lo que sucederá cuando lo hagan.

La música terminó. Yo quería escuchar más y estoy segura que Shadow también.

— Ya salgan de su escondite, sabemos que están espiando. —Fred dijo fuerte y claro.

Con razón dejaron de cantar.

De inmediato dejamos de cubrirnos con el árbol y Shadow como siempre, les sonríe.

Fred nos mira molesto mientras que Freddy....sonrojado evita vernos.

— Parece que conocen el lugar. —él murmuró jugando con las cuerdas de la guitarra.

— Estuvimos esperándolos un buen rato. —me crucé de brazos y los "fulmine" ; cómo muchos le llaman; con la mirada.

— Su mamá es tan linda y amable. —Shadow sonrió con maldad.

— Ay no. —Fred se quejó. — Ma ha de estar echando humo.

— Deberían dejar de tomar esos medicamentos. —les dije no queriendo perder más el tiempo, está haciendo cada vez más frío.

— ¿Qué? ¡No! —Freddy levantó la mirada.

Me mantengo calmada y sujeto a Shadow.

— Líquido rojo y blanco, déjenme adivinar, ¿qué color son las cápsulas? Oh si, rojas y blancas, el mismo color. —dije mientras le tapaba la boca a Shadow.

Si no lo hago gritara muchas obscenidades.

— La jaula era nuestra, la camilla y la mesa lo más seguro alguna memoria de lo que les pasó a ustedes.

Shadow lamió mi mano y ruedo los ojos.

Retiró la mano y ella suspira.

— Ya descubrí cuál es su poder especial. —Shadow dijo sonriente como siempre. — Ustedes pueden conectarse a la mente de los demás.

— ¿Qué?— ¡no saben nada!

— Poder especial, un poder único que solo una persona posee. ¡Ustedes pueden conectarse y leer mentes! —grite.

¡Hace demasiado frío!

— Tienes frío. —Fred dijo.

— Obviamente. —gruñí.

— No, lo acabas de pensar, te quejaste del frío.

— Esto es tonto. —escuché una voz en mi mente.

Abrí aún más los ojos al reconocer que era de Freddy.

Los cuatros nos vemos fijamente, creo que todos escuchamos eso.

— Con razón se están volviendo locos, lo más seguro es que nos escucharon de pequeñas y ahora no se lo pueden sacar de la cabeza. —Shadow dijo como si nada.

Esto será muy difícil, para alguien como Bear, para nosotras, será pan comido.

— Necesitaran meditar al levantarse y antes de dormir. Así lo controlarán mejor. —les sugerí.

Fred se ríe y mira a Freddy — ¡No podrás controlarme nunca otra vez! —le grita.

— ¿Controlarte? —Shadow le pregunta igual de confundida.

— Esas pastillas me cansan demasiado y me mandan a, no se un vidrio en medio de la oscuridad. —nos explica contento.

— Tal vez esas pastillas sean la razón por la cual sus poderes sean así de débiles.

— ¿Esas son las jaquecas?

— Es lo más probable. Hay muchas cosas que les habrán hecho y no se dan cuenta. Nosotras podemos ayudarlos a averiguarlo.

— Varios colegios con el mismo chiste. —Fred suspiro mientras colgaba de cabeza.

— Padres pagados, él pagaba para que los hicieran sufrir, él fue el que mandó a crear esas pastillas. ¿Qué tan seguido los inyectan?

— Desde cuarto grado, aunque ya no tan seguido.... No me digas que. —Freddy pasó una de sus manos entre su cabello.

— Era la época dorada de William......fue cuando se emocionó tanto que hacía estupideces, pero no se preocupen, él ya no está, pero habrá dejado un rastro atrás y siguen produciendo esas cosas.

Freddy hace aparecer un frasco blanco y me lo entrega.

— No las quiero. —me dijo antes de hacer desaparecer la guitarra.

Sonreí y miré el frasco. Tenemos más pruebas para aumentar la condena de William, producción de drogas ilegales.

— Bear estar contento. —Shadow me dijo.

— ¿Bear es su hermano cierto? —Fred nos preguntó.

— Si. —respondí no queriendo hablar de ellos.

Aún estoy molesta por lo que hicieron.

— Pueden confiar en nosotros. —Freddy bajó del árbol y se sentó en el tronco.

Ambas nos acercamos y nos sentamos también.

— Es que verán, anoche ambos de nuestros hermanos estaban peleando por lo que pasó en el gimnasio...uno dijo que ya dejáramos de llorar y el otro se enojó.... Solo sentimos que es nuestra culpa.... desde que llegamos ellos dos están más...separados. —les expliqué acercándome a Shadow.

Ella está calientita.

— Los hermanos siempre pelean pero al final van a disculparse. —Fred nos dijo aún colgando del árbol.

Todo su cabello colgando, me recuerda a un mono.

— Yo aún no entiendo porque yo te sigo perdonando.

— Porque me amas Federico.

— ¿Se lo pueden llevar por favor? Ya no lo soporto.

Shadow niega —Es todo tuyo, no quiero yo ese problema.

Fred comienza a hacer un puchero, es tan idéntico a Shadow.

— Venga, ¡sería la leche!

Shadow me ve suplicando.

— ¿Rayito podemos? ¿podemos podemooooos?

— No creo que Nightmare se sienta cómodo con un chico en casa.

— Por favor vamos.

— No hay lugar para uno más.

— Pero si hay dos habitaciones extras.

— No vamos a llevar a nadie a casa.

— En la cabaña no se darían cuenta.

Es que es una.

— ¡No Shadow!

Shadow me gruñe y se cruza de brazos — ¡Entonces me voy!

— No puedes hacerlo.

— ¡Lo haré si no me dejás llevar a Fred!

¡Es insoportable!

— Bravo, tengo a dos pavas peleando por mi.

— Fred eres un idiota. —Freddy al menos está de mi lado.

— ¿Una y una? —le pregunto.

¡Es que ya me estoy hartando!

— Aquí somos amigos, ¿entendiste? No existe nada más allá, y nunca lo habrá. —le dije esperando que le entre en la cabeza, a los tres.

De un momento a otro Shadow se abalanza a Fred mientras ronronea. ¡¿Pero qué le pasa?!

— Te voy a llevar conmigo a casa,

— Llévatelo, yo no lo quiero,

Fred sonríe — Iré a empacar. — Le dijo.

Tomé a Shadow de la camisa y la separé.

— No logrará traspasar la seguridad. —sonreí a mi pequeña victoria.

— Yo Shadow Black invito a Fredderick y Fred Fillet a nuestra propiedad. ¡En tu cara Rayito! —me gritó,

¡Es que la voy a matar! ¡No sabe que no debemos traspasar esa línea!

Ella me enseña la mano — ¿Ves esto? Con esta manita puedo abrir cualquier puerta que se me antoje. Tenemos sombras y no nos detectarán ni las cámaras o sensores infrarrojos.

Le gruñía pero no puedo dañarla, me castigarán por ello.

— ¿Por qué tanta seguridad? —Freddy me pregunta.

— Hay una cámara en nuestra habitación, son sobreprotectores con todo, no se preocupen, solo la encienden durante la noche, pesadillas y eso, ya sabés.

— ¿Cómo son sus pesadillas? —nos preguntó.

— Nada grave, solo el pasado, algún día tal vez les contamos, pero por ahora será un secreto.

— Ahora ustedes nos deben un favor. —Shadow dijo riendo.

— ¿Por qué?— Fred pregunta.

— Porque sino le diremos a Marta que tienen poderes, que han sido manipulados desde muy chiquitos, mmmm ah si, que han faltado a clases.

— Vale vale, solo no le digas, ¿que quieres? —Freddy dijo levantando las manos.

Siempre ha sido buena manipuladora.

— No más guitarra y comencemos un dueto. —les propuso.

— Trato. —Fred de inmediato responde.

— Yo no puedo. —Freddy murmuró negando.

— ¿Por qué no?

—Tiene pánico escénico. —Fred respondió por él.

— Un truco, imagina que estás sólo, en tu lugar feliz, como aquí, ambos son buenos.

— Al carajo que digan los demás, solo tienen 16 sin práctica profesional y nada y son realmente buenos. Ustedes son voces naturales, eso es difícil de encontrar ahora. —Shadow le alienta,

— Venga Freddy, hasta los chicos lo dijeron, somos buenos cantando, además no hay manera que superes a Bonnie, esa liebre parece profesional. —Fred le termina de convencer.

— Lo intentaré, pero no prometo nada.

Ambas sonreímos.

— Nos vemos mañana. Tengan cuidado al regresar. —les dije y arrastre a Shadow de vuelta a casa.

Bear nos abraza pero yo solo le di las pastillas.

— Drogas creadas por él, distribuidas y siendo vendidas como pastillas normales.

Él nos sonríe con orgullo y nos abraza.

— ¿Y cómo los encontraron? —Caín nos pregunta mientras calienta nuestra comida.

Nos perdimos la cena, y valió la pena.

— Se estaba volviendo loco, parecía casi muerto, más nos interesó y su sombra a su lado, fue fácil. —Shadow responde. Su estómago rugiendo.

— Se compruebo que estas son las mismas sustancias que les inyectaron a ustedes puedo hacer que le aumenten al menos unos 10 años. —Bear murmuró viendo una de las pastillas.

— ¿Solo 50 años? Aun es muy poco. —Caín gruño.

— ¿Crees que a mi me gusta también saber que solo estará 50 años y que algún día saldrá a cazarnos? —tiene razón...pero no ahorita. Tal vez ya está muerto.

— Ustedes no se preocupen, él no las podrá tocar, eso está dicho. —Bear nos aseguro.

Por eso lo amamos tanto, es tan amable con nosotras.

— ¿Por qué no vamos a cazar? Todos juntos, hace mucho no lo hacemos. —sugerí aún abrazándolo.

— MIO. —Caín gritó antes de salir corriendo.

— ¡El venado es mío! —todos gritamos.

¡¡Hora de la competencia!!

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