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Enfermera Meisy

•9:10 pm•

•Ciudad de Madrid•

~Meisy~

¿No pudo llamar más tarde Black? Eran las nueve y ya estaba planeando mi noche, pero no, el capitán me llamó y me arruinó todos mis planes. ¡¿Es que nunca podré tener hijos o qué?!

Estuvimos chateando durante unos diez minutos máximo, me pidió que fuera a cuidar a sus hermanas ya que ellos dos no pueden, les sugerí que las dejarán con servicios infantiles, pero no, andaban de paranoicos y quisieron llevarlas a su casa.

Es parte de mi trabajo sí, pero no de niñera, apenas soporto a Nightmare, aunque sus hermanas son tranquilas por así decirlo, para tener el síndrome de Noé se comportan bastante humanas.

Claro, se comportan como lobos salvajes de vez en cuando, pero también actúan como niñas pequeñas. Es difícil tratar con ellas ya que pueden llegar a ser violentas, y con poderes son aún más peligrosas.

No sé cómo es que no me lastiman a mí o a Mackintosh, pero estoy bien con eso.

•Martes 10, Febrero del 43, 4 am•

Son las cuatro de la mañana, mejor voy temprano antes que comience el tráfico, acelere un poco y si estoy en lo correcto llegaré en una hora.

El viaje no es tan largo si te vas de madrugada, cuando las calles están solas.

Bear ha de estar esperándome ya, pero no es mi culpa que viva en medio de la nada. Yo con ese sueldo hubiera buscado una bonita casa en la ciudad, con un gran patio trasero, pero no un bosque entero.

Entiendo que sean parte animal o algo así, pero carajo, conducir todo eso hasta su casa, yo estaría en mi apartamento en Barcelona, pero no, teníamos que seguir al capitán, y ayudar con este caso en específico. ¿Stone, por qué prometiste que todos ayudaríamos?

Mejor no exagero, madrid a barcelona están a casi siete horas, toledo a madrid solo una hora y algo.

Claro que pensaba ayudar, las niñas me agradan bastante, pero tener que mudarnos a Toledo no era parte del plan, y eso que lo decidimos anoche, me toca hacer el doble de trabajo.

•6 am•

Después de algunas cuantas paradas y dos horas de viaje, finalmente me detengo frente a su casa, el auto de Bear está estacionado frente al mío, lo más seguro listo para partir.

Bajo del auto y voy lo más lento que puedo hacia la entrada. Esta es mi venganza por destruir mi noche con mi marido.

Paranoicos, ambos, no puedo creer que ellos hayan puesto un panel de huellas dactilares y un código solo para abrir la puerta, y encima de eso hay un cerrojo diminuto.

Bear nos dio una llave a todos lo que confía con su vida, para él somos como familia, para nosotros él es el hermano mayor, y nos gusta molestarlo de vez en cuando.

Abro la puerta y ahí está, como siempre con un traje formal pero sin el chaleco. Creí que hoy era su día libre.

— Gracias Meisy, por cuidarlas. — dijo levantándose del sofá.

Su cabello estaba peinado hacia atrás, y olía a pino, como siempre.

— Si, ¿y Nightmare?— le pregunté buscándolo solo con la mirada.

— Él se irá en unas horas, hagan lo que quieran, solo evita que se lastimen y tú ya sabes todo eso. — él me lo recuerda, apresurado.

— Va, ¿algo que tenga que saber?— le pregunté dirigiéndome hacia la cocina.

— Si, no las despiertes a más tardar a las nueve. — no se si este seria buen padre.

Él tomó su billetera y oh dios, me está dando su tarjeta de crédito.

— Vayan de compras, necesitan todo, ropa, zapatos, todo, nos vemos, me tengo que ir ya. — dijo antes de abrir la puerta. — Y Meisy, no más comida chatarra, solo cosas naturales. — dijo y subió al auto.

Si si, no chatarra, lo sé, ahora, ¿dónde está el control de la televisión?

— ¿Buscas esto?— escuché a Nightmare mientras me enseñaba el control remoto. Estaba escondido en el sofá, ¿como no lo vi antes?

— No tengo nada que hacer. ¿Y tú no que te ibas en unas horas? — le pregunté curiosa.

— ¿Ahora no me puedo levantar temprano? — me preguntó de vuelta.

Mentiroso.

— Se que tu no te levantas temprano. — y es verdad, nunca lo hace.

— Cierto, se me olvidó que trabajaste con Bear. —murmuró — Él me despertó, dijo que me asegurará que supieras que hacer y eso, no sé para qué si ya sabes que hacer, tal vez piensa que sos tonta. — creo que este hombre no tiene más esperanzas que ser el mantenido de Bear, pobre de ese hombre.

¿Cómo puede ser hermano de Bear? Es más, su gemelo.

Lo escucho bufar, que se largué de una buena vez.

— ¿Te vas ya?— le pregunté. Es demasiado temprano para lidiar con Nightmare.

Él se levanta y se va sin decir nada, no sin antes llevarse el control remoto. ¡Este tarado me las pagarás!

•8:36 am•

Son las ocho treinta, Nightmare se fue a trabajar hace media hora, yo estuve todo este tiempo leyendo los libros sin sentido alguno que Bear tenía en su oficina. Todos diciendo locuras familiares o poder, historia mezclada y no sé qué más.

Hace diez minutos comencé a preparar el desayuno, un clásico, panqueque de banano, huevo revuelto, tocino, y café con leche, un buen desayuno para comenzar el día.

Al menos hoy puedo ponerme lo que quiera, no el uniforme de doctora. Dejé mi cabello suelto pero a los minutos que me estorbo lo sujeté en una coleta alta.

Nightmare me dejó una tableta en la cual está la cámara de las niñas. No puedo creer que no les dejen en paz un segundo, ellas necesitan libertad, no que las sigan vigilando como animales, claro que tienen que cuidarlas y preocuparse, pero no a estos extremos.

Veo la hora y solo han pasado 16 minutos desde que comencé a cocinar.

Ya serví los platos, el de ellas los llene hasta más no poder, si son familia de esos dos, sus estómagos necesitan más comida que un niño de esta edad, o incluso un adulto ya totalmente desarrollado.

Me dirijo al segundo piso y no escucho nada, siguen dormidas. Vale, tomo el control de su habitación y las persianas se abren.

Las escucho quejarse y entró a la habitación.

— Arriba que el sol ya salió. — dije casi susurrando, si lo que Nightmare dijo es real, tienen un súper oído y sigue siendo algo sensible.

Ambas gruñen. Si, si me escuchan.

— Es hora del desayuno chicas. — les informe, actúan como Nightmare de malas, di comida y será el primero en estar en la mesa.

Las escucho olfatear y ambas se sientan en la cama, pero aun con los ojos cerrados. Son las copias de Nightmare y Bear, está claro como el agua.

— Vamos chicas, la comida comienza a helarse. — les digo mientras sonreía. Paciencia, es todo lo que necesitan para mejorar, paciencia.

Ambas me ven y un segundo estaban abrazándome. Aun tengo que acostumbrarme a esto de que pueden usar sus poderes cuando quieran.

— Buenos días para ustedes también, parece que ese par no les consiguió ni una sola camisa para ustedes. — dije ya que estaban literalmente en batas gigantes.

— Meisy. — murmuró una de las dos, son tan iguales, incluso sus voces.

— Parece que hacen un buen progreso, desde hoy en adelante yo las cuidare, y no se preocupen, sus hermanos regresan a las seis. — les sonríe.

Ambas me ven algo tristes, se encariñaron con ellos, eso es bueno, necesitan ese afecto.

— ¿Se fueron?— me preguntó Shadow preocupada.

Son tan tiernas que dan ganas de jalar sus cachetes, pero si lo hago me matan.

— Si, pero tienen que trabajar, y miren el lado positivo, ellos regresaran y les darán un gran abrazo de oso. — dije riendo de mí propia broma, entienden, abrazo de oso porque son parte oso, si, olvidenlo.

— ¿Enserio? — Evelyn preguntó.

— Si, ahora que tal si vamos a desayunar, hice panqueques. — canturre aún siendo esperada por mi amado, mi café.

Ambas me miran confundidas, se me olvida que ellas no saben cómo se llama la comida real.

Las tomó de las manos con cuidado, sin asustarlas -— Vamos. — dije. Si las asustó y sacan esas garras suyas, podría dejar una muy fea cicatriz.

Bajamos y nos sentamos. Ellas ven la comida con hambre pero a la vez desconfianza, tal vez sea el color, no todo lo amarillo que tiene pedazos verdes es comestible en la tierra.

Sus instintos han de estar confundidos por el buen golpe pero ese extraño color, el cual es normal.

— Un plato cada uno, yo les ayudo.

Ambas asientan temerosamente, ¿cómo alguien pudo dañar a dos cositas tan tiernas?

— Esto es un tenedor y esté un cuchillo para comer, lo toman de esta forma. — les enseñe, tomando el cubierto y luego partiendo el panqueque con el cuchillo. — Cuidadosamente lo llevan a su boca y listo, dejan el pedazo y pueden comer, esto es miel y esta es crema, y esto es café con leche, es un buen desayuno para empezar el día. — continuó explicándoles mientras le daba un gran sorbo a mi néctar con cafeína. — Toman la taza así soplan y dan un sorbo, cuidado que es muy caliente. — termine de explicar y ellas comienzan a comer.

Aprenden bastante rápido al parecer.

— Dulce. — una de ellas murmuró.

Les sonrió y asiento.

— Me alegro que les guste, y díganme, eh, ¿cómo ha sido su llegada aquí?

Si o si tengo que hacer mi trabajo.

— Es silencioso, nos dejaron dormir muuuuucho tiempo. — Evelyn me respondió con una gran sonrisa y alargando la penúltima palabra.

Ese par las hizo sonreír en la primera noche, son buenos hermanos, aún no puedo creer que ambos sigan solteros.

— Lo necesitan, no me imagino cuántas horas dormirán. — dije sintiéndome mal por ellas.

Ambas piensan que es normal, que esa masacre en la que estaban era normal, pero esto es uno de los peores casos que he visto, el síndrome de Noé es cosechado desde temprana edad, si el paciente interactúa toda su vida con animales, ¿pero ellas?

Las obligaban a ser animales, solo entre ellas, las trataron como perros con rabia.

— Eran dos horas, a veces más, pero nunca se sentía bien, dolía dormir, aquí se siente bien. — Shadow dijo mientras sonreía.

Aquí sienten felicidad, está claro, es un ambiente que jamás tuvieron, pero que necesitan.

— No sabía que se podía apagar la luz, pensé que esas luces jamás se apagaban. — Evelyn admitió confundida.

¿La luz? Pero si esas cosas con solo tocarlas se queman.

— ¿No les apagaban la luz? — les pregunté.

Ambas niegan. Bear encuentra rápido a ese hombre que yo si le voy a meter plomo.

— Era una jaula en medio de un cuarto con mucha luz, era frío, había un gran vidrio negro, el siempre nos miraba desde ahí. — ella siguió contándome.

— Eso parece un mal sueño. — contesté tomando un trago de café.

— ¿Sueño? — ambas me vieron interesadas.

Tienen que estar bromeando— Ya saben, lo que imaginan cuando duermen. — dije tomando otro sorbo de café — A veces hay cosas bonitas o cosas feas, nunca se sabe, — les expliqué.

Ambas siguen comiendo sin verme, algo las incómoda.

— ¿Y tú? ¿Cómo es tu vida? — Evelyn me preguntó.

— Tengo a una pareja, él es realmente lindo y cariñoso conmigo, mi trabajo, mis pasatiempos, todo es normal, y divertido, aunque cambie de puesto, la acción del campo es algo agotadora así que estoy con la rama médica y con protección de testigos, las cuales serian ustedes. — expliqué tratando de no dar muchos detalles de mi vida.

No me juzguen, ellas pueden ser las hermanas de mis amigos, pero siguen siendo mis pacientes, y es prohibido dar información personal a los testigos y pacientes, es por seguridad propia.

— ¿Tú te irías?— Shadow me preguntó asustada y triste.

Tienen varios problemas con el abandono, es claro, pero la pregunta es, ¿por qué? Siendo criadas solas no deberían sentir eso, a menos que se acostumbraron a nuestras presencias en sus vidas, personas que las tratan como niñas y no como ratas de laboratorio.

Ellas no quieren perder ese sentimiento que les hemos otorgado, ese afecto y cariño que ellas sienten. Han estado rodeadas por el frío durante muchos años, y la calidez se siente bien después de pasar frío.

— Chicas todo el mundo con el tiempo se tiene que ir, algún día ustedes también lo harán y habrán muchas personas que las quieran, ustedes son especiales, realmente especiales, su vida será muy emocionante, lo juro, pero mientras todos sigamos aquí, las apoyaremos pase lo que pase, estaremos todo el tiempo que podamos con ustedes. — Es la verdad. No hay razón alguna para ocultar lo que algún día sucederá, lo hice de la forma más suave que pude.

Ellas sonrieron un poco y continuaron comiendo. Entienden que es morir, ellas saben cosas que otros nunca sabrán.

•9:45 am•

El desayuno fue algo interesante, ellas en verdad comen bastante, y sus temas de conversación son... extraños. No sabía que las ratas...mejor ni lo menciono.

Una de sus preguntas me preocupó; ellas me preguntaron cómo se hacían los "cachorros" ya que al parecer Bear y Nightmare les dijeron que no.

Les pregunté porque querían saber y no respondieron.

Bueno, seguimos en silencio, viéndonos entre sí, no sabíamos cómo comenzar, así que volveré a preguntar

— ¿Chicas, por que quieren saber cómo se hacen los bebés?— les pregunté, insistiendo más.

— Solo queremos saber. — Shadow me contestó evitando gruñir, hace el mismo gesto que Bear cuando se molesta.

— Pero ¿por qué? Eso no es curiosidad, ustedes no sabrían ni que es un bebé sin que..— oh dios mío— ¿Chicas, quién les dijo que tenían que tener bebés? — pregunte preocupada por su propio bienestar.

— Él dijo que no nos dañaría más si teníamos al menos una, pero no sabemos cómo conseguirlo, y él no nos explicó cómo se crean. —Evelyn dijo con tristeza en su tono.

— ¿William Amery? ¿De él hablan? ¿El quería que tuvieran bebés? Pero no pueden, son niñas, arriesgaría sus vidas solo por un bebé, y además, ¿con quién pensaba que tendrían uno?— preguntó enojada.

No puedo creer que alguien pueda decirle a unas niñas que deben tener hijos a esta edad, no, aún más jóvenes porque hace unas semanas las rescatamos.

— ¿Chicas, con quién?— les pregunté esta vez más seria.

— Él dijo que había un macho, dijo que él llegaría algún día y íbamos a tener un cachorro entre la cola, pero jamás nos explicó cómo se crean, nadie quiere hacerlo. — dijo Shadow cruzándose de brazos, inflando sus cachetes.

— ¿Ustedes quieren un cachorro? ¿A una personita que cuidar, amar, entrenar, alimentar, dar todo lo que puedan para él?— pregunté, esta es la pregunta que decide muchas cosas.

Ellas me quedan viendo y niegan, gracias a dios negaron.

— Él no nos dio ninguna opción, así que aceptamos su propuesta, nos inyectó algo y se sintió raro, olía raro, pero no dolió. — Evelyn me informa sobre algo que a Bear le pueda interesar.

— ¿Cómo se sentía?— les pregunte empujandolas un poco hacia el borde mental.

— Era como un sentimiento raro en la patas traseras, siempre que ponía esa inyección sentíamos eso, hacía mucho calor, pero él dijo que eso debía pasar. — Evelyn siguió.

— ¿Hace cuánto fue eso?

— Un año después de que yo apareciera. — Shadow respondió no muy segura de hacerlo.

Los libros de la mañana, hablaba algo sobre penumbras, aparecían a una edad en específico, seis años, más uno.

— Siete años. — murmure— El sociópata quería embarazar a unas niñas de siete años con quién sabe. — seguí murmurando.

Eso está mal, demasiado mal, es enfermiso, sus sistemas reproductores no hubieran aguantado, ellas no hubieran aguantado. Ellas hubieran muerto.

— ¿Chicas, alguna vez alguien las ha tocado en medio de sus piernas?— pregunté preocupada, necesito tomar notas.

— Mmmmm, el amo William una vez lo hizo, dijo que había eh, una infección, el mismo hacia los chequeos, decía que quería saber que algún día los cachorros podrían nacer, él quería que los cachorros nos obedeciera, dijo que él no iba a poder dañarlos o entrenarlos, pero nosotras sí. — ella me respondió.

Ese hombre es una desgracia que tuvo que ser abortado, abortado y luego tirado a un volcán activo.

Ella está pensando en tener hijos a esta edad, y eso está mal, solo tienen trece por el amor de Dios, ni siquiera dieciséis, una edad en la que muchas se embarazan sin querer, pero ellas lo desean....

Si no le dan la condena a muerte cuando lo atrapen, me aseguraré que lo maten en prisión.

— Niñas, ustedes no quieren tener bebés, no a esta edad, son jóvenes, vivan sus vidas, miren a su alrededor y dense cuenta de todo lo que tienen ahora, a las personas que las acompañan y las cuidan, un bebé haría que no puedan estar con ellos, solo con él, todo eso se iría lentamente. — dije tratando de hacerlas entrar en razón.

Yo quiero hijos porque ya es tiempo, estoy en mis últimos veinte, y no quiero tener hijos tan tarde, pero ellas son niñas, entrando en la adolescencia, no les ha bajado su ciclo aún y querían que se reproducirán con sabe que vagabundo que hayan encontrado por ahí.

— Él no les dijo nada de eso ¿Macho?— les pregunté no entendiendo mucho ese termino que utilizan, se que es un hombre pero, ¿animal o humano?

— Si, él siempre hablaba sobre él, dijo que él era casi tan fuerte como nosotras, pero dijo que no estaba entrenado, por eso le preocupo que no funcionará la vacuna. — Shadow me dijo mientras jugaba con sus garras.

Se están enojando, debo de tener cuidado con lo que digo, o podrían deshacerse de mí en este bosque.

— Él sigue llamándonos, y regresará, no le importa si ahora somos libres, regresará. — Shadow gruño enojada.

— Él no las dañará, ustedes no tendrán cachorros hasta al menos tener dieciocho, y nosotros no nos iremos, ¿va?— les dije algo asustada, si se enojan y pierden el control me podrían empalar tal paleta humana.

Pero sus garras se fueron retrayendo lentamente, calmandose, esquive una bala.

— ¿No se irán?— Evelyn me preguntó.

— No si no tienen cachorros siendo menores de edad. — le respondí— ¿Trato?— les pregunté esperando a que acepten esta pequeña manipulación de mi parte.

Ambas sonríen y asienten.

Son difíciles de tratar sabiendo que son más fuertes que Bear y Nightmare juntos, pero si ellas confían en uno no atacarán. Es ganar su confianza y estarás bien.

Necesitan mucho tiempo para que mejoren y explicarles que las cosas que les dijeron y hacían estaban mal.

No sólo necesitan tiempo — Ya se que hacer, ¿qué tal si salimos un rato? — les pregunté sonriendo.

— ¿Salir? ¿Dónde?— Shadow me preguntó cruzándose de brazos.

Puedo ver qué ella es la que protege a Evelyn, es menor a ella pero tiene una mentalidad algo más desarrollada.

Esos libros no decían tonterías completas, las penumbras son protectores de sus portadores, podrán hacer cosas horrendas, pero solo lo harían si eso protege a su portador.

Shadow cuida a Evelyn, es por eso que ella jugaba más con sus garras, era una advertencia, ella haría lo que fuera para protegerla, y Evelyn por lo que veo, no es tan violenta, pero regresaría el favor.

Ambas se cuidan las espaldas, como las hermanas que son.

— Iremos al centro comercial, sus hermanos dijeron que necesitaban algunas cosas, así que, busquemos su ropa y vámonos, les encantará salir de este lugar, ¿que dicen?

— ¿Ellos te dijeron eso? — Evelyn me preguntó desconfiada.

No parece gustarles arriesgarse en la palabra de alguien más. Ya entiendo lo que hizo Amery, se aseguró que ellas sólo recibieron órdenes directas de él. Quería más poder y lo conseguiría haciendo que ellas tuvieran hijos, con alguien como ellas, si es así él debería ser un niño, o dos, pero no he escuchado que otra familia hubiera desaparecido por completo.

O tal vez algún otro experimento de el que fue lo exitoso suficiente para querer juntarlo, pero ellas dicen que él no está entrenado, ¿entonces quién? ¿Quién en todo este mundo podría hacer algo así?

— ¿Meisy? — Evelyn me sacó de mis pensamientos.

Tendré que decirle a Bear.

— Vamos, cambiemos esas vendas. — les dije y el silencio cayó en casa.

Fuimos al baño y prepare todo para cambiar las vendas lo más rápido posible. Les di una pastilla para el dolor y media hora después comencé a bañarlas, es extraño lo sé, pero son como bebés, aprenderán si se les enseña a cómo hacerlo.

Ellas ya están limpias, varias heridas se cerraron, eso es bueno, no perdieron tanta sangre esta vez, al menos ahora están limpias y secas. Sus cabellos perfectos, aún quiero saber cómo lo hacen, esos rizos perfectos, ese brillo y suavidad, el volumen, ahora me siento celosa de unas niñas de trece años, que tan bajo he caído.

A diferencia de ese par, ellas nacieron naturalmente, todo en ellas es natural, o eso decían los exámenes del laboratorio, todo lo contrario a sus hermanos, que fueron creados a partir de su sangre.

Ellos son tan diferentes a ellas, pero con rasgos familiares, como la altura o sus actitudes. He visto varias fotos de una pareja, Nightmare se parece bastante al hombre y Bear se parece a la mujer, solo que los ojos son todo lo contrario.

Pero las chicas se parecen a ambos, con las pecas, los ojos y el cabello, hasta el tono de piel, ellas son la perfección encarnada. Tal vez esa sea otra razón por la cual ese hombre se las llevó, los genes fuertes.

O tal vez el simple hecho que si intentan atraer a su presa, no sería un problema muy grande.

No lo sabremos hasta que lo atrapen e interroguen.

— Muy bien chicas veamos que tenemos aquí. — dije mientras abría las puertas del armario y para mí maravillosa vista, estaba VACÍO.

— ¿Chicas, y su ropa? — preguntó cerrando las puertas.

— ¿El que? — Evelyn me pregunto de vuelta.

¡Dios quiero asesinar a ese par con mis propias manos! ¡¿Cómo pueden dejar a las pobres sin ropa alguna?! ¡Es que voy a hacer que tus bolsillos te duelan Bear!

— Denme un segundo, tengo que llamar a alguien, no espíen. — dije mientras salía de la habitación.

Ambas se ríen y es adorable.

Cierro la puerta y tomo mi teléfono marcando su número personal.

— Que se dé por muerto. — murmure esperando que levantara el teléfono.

Y lo hizo.

— ¿Qué pasó? — me pregunto, se escucha preocupado.

— ¿Bear, dónde rayos está su ropa? — le pregunté entre dientes.

Él comienza a reír como si fuera una broma la que le he dicho — Por eso te di mi tarjeta de crédito, Meisy. — dijo irónicamente.

Lo quiero matar. Quiero matar a muchas personas hoy día.

— ¿Y cómo se supone que las voy a sacar de aquí si no tienen ropa? — pregunté entre dientes, estoy enojada y él ahora lo sabe.

La llamada termina, ¡me ha cortado la llamada!

— Ya se porque no te hago favores. — le susurre a la nada. Suspiro y regreso a la habitación solo para ver a ambas chicas riendo, me escucharon.

—Muy bien traviesas, buscaré algo en la vieja ropa de sus hermanos, necesito que no salgan de aquí, ¿va?— les explique juntando mis manos.

Ambas sonríen y asienten, ¿por qué ninguno de ese par puede ser tan adorable como ellas?

Me estuve cinco minutos buscando y encontré algo de ropa vieja, seguía en buen estado, así que funcionara, lo malo, tendré que darles una de mis toallas sanitarias porque no hay ropa interior

Les llevo la ropa, les explico todo y listo.

— Me merezco un premio por esto, dios gracias por dejar un par de zapatos viejos en el ático, muy bien chicas, ahora vamos a conseguirles ropa. — dije mientras las miraba de arriba a abajo..

No sabía que ellos tenían leggins, son útiles la verdad, con una camisa y un cinturón y ahí vamos, habían un par de zapatos que estaban en una caja de donar, y les quedan algo grandes pero con eso basta hasta que consigamos algo más decente.

Ambas asienten y me abrazan. No entiendo porque siguen sin hablar. Solo asientan o niegan.

Son hermosas, toda esta maldita familia es hermosa, los celos en los genes son fuertes aquí.

— Hey pueden hablar, no tengan miedo, yo no muerdo. — les dije riéndome.

— ¿No? — Evelyn me pregunta.

¿Pero qué carajo?

— ¿Las han mordido?— les pregunte sin creermelo yo.

Ellas asienten.

— ¿Dónde?— les volví a preguntar, no vi marcas por mordedura.

Evelyn se da vuelta y se toca en medio de la espalda — Aquí.

Le levanté la camisa y vi una pequeña marca casi no notoria, por eso no la vi; ya me van a despedir. — ¿Quién las mordió?— les pregunté tocando la marca.

— Lobos. — Shadow me contestó.

Le bajó la camisa — ¿A ti también?— le pregunté acercándome hacia ella.

Bear tiene que saber esto, o tal vez ya lo hace.

— Yo lo mordí a él, me dolió pero está bien, ya curó, aunque ellos no sobrevivieron.— ¿lo mató?

— No chicas, eso no está bien, un lobo salvaje puede ser peligroso. — les expliqué mientras me les acercaba un poco más.

— No eran fuertes, ellos le temen a algo. — Evelyn murmuró mientras miraba a Shadow asentir. ERAN DOS.

— ¿Y ustedes? ¿Por qué le hacen caso a un hombre que las maltrató durante años?, ¿por que le temen?, ustedes le temen a William Amery, ese es su miedo. — les dije la verdad, aunque no lo acepten.

Ambas se quedan calladas.

— Ven, le temen, y no lo pueden negar, ¿y qué es lo que hacen con sus miedos?

— Los superamos y los olvidamos. — Evelyn me respondió entre gruñidos.

— Entonces olviden a Amery, olvídense de su existencia, él ya no las puede dañar, él ya no puede tocarlas, no tiene ni un solo derecho. — les dije sonriendo y acariciando sus cachetes.

— ¿Y qué pasa si el miedo en verdad regresa? — Shadow me preguntó, gruñendo, y apartando mi mano.

— Lo tendrán que superar para poder enfrentarlo con la frente en alto. — les dije sonriendo. Aunque lo más seguro es que Bear se encargue.

Evelyn me ve preocupada — Y si...— ella está asustada.

— ¿Y si ganan? ¿Y si lo vencen? Ustedes serán libres, para siempre. — les dije abrazándolas con muchísimo cuidado.

— Queremos ser libres. — Shadow susurro.

— Entonces poco a poco irán superando, ya han hecho un gran paso y eso es muy bueno. — me separe y les sujete el cabello con unas coletas.

Ambas me sonríen abrazándome una vez más.

— Ahora vamos de compras. — les dije.

Nos dirigimos a mi auto y cierro las puertas, activando el sistema de seguridad completo.

— ¿Cinturones de seguridad listos? — les pregunté buscando mis llaves.

— Sip. — ambas dijeron al unísono.

— Pues partimos. — dije mientras comenzábamos el viaje. — Chicas, si quieren pueden dormir, son al menos dos horas de aquí a la ciudad. — dije mientras miraba el portón cerrarse.

Y todo se torna negro, escuchó a ambas chicas reír, ¡¿que es lo que están haciendo?!

Siento como el auto cae unos centímetros y esa oscuridad se va, solo para revelar que estábamos en un callejón.

Me vuelvo hacia ambas acostadas en el asiento. — ¿Ustedes hicieron eso?— pregunté sin aliento.

Ambas asienten, están sudando. Me acerco y las tocó, no tienen fiebre, es cansancio.

— ¿Se cansaron no es así?— les pregunté apartándome un poco.

— Los autos son pesados. — Shadow murmuró — Es difícil cuando están en movimiento. — ella me dijo y sonrió. — Pero tu auto apesta y ya no queremos estar aquí. — Una niña me está regañando por el olor de mi auto, genial.

Tal como Nightmare y Bear, siempre dicen que apesta pero yo no huelo nada.

— Vale vale, por lo que el GPS me dice estamos a unas cuadras del centro comercial, y no hay tráfico, llegaremos en unos minutos. — les informo mientras salíamos de ese callejón.

Tres minutos después me estaba estacionando en el parqueo del centro comercial.

Ambas salieron lo más rápido que pudieron, pero sino apesta.

Apagó el motor y bajó del auto.

— Ustedes son malas conmigo, mi auto no apesta. — dije mientras cerraba las puertas.

— Si apesta, solo que tu nariz no lo percibe. — Shadow me responde sonriendo con maldad, Nightmare 2.0

— Aja, vale, ¿que quieren hacer primero?— les pregunté mientras ambas observaban a todas las personas, coches y el gran edificio de cristal.

Es un muy buen día para salir.

— ¿Qué podemos hacer? — Evelyn me preguntó.

Cierto, no saben o no recuerdan qué es esto.

— Bueno, podemos ir por ropa y zapatos, o por cualquier cosa que vayan a querer. — les expliqué, sabiendo que tengo la tarjeta de un millonario de herencias y trabajos.

Ellas se quedaron en silencio y se quedaron viendo a su alrededor.

— ¿Ropa?— Evelyn le preguntó a Shadow.

— Ropa. — ella asintió aceptando su propuesta.

— Pues ropa será. — dije mientras les tomaba las manos.

— ¿Meisy? ¿Qué tipo de ropa hay?— Evelyn me preguntó.

Esto será difícil.

— Hay pantalones, camisas, vestidos, faldas, hay de todo tipo. Aunque con los zapatos, por ahora iremos por lo simple, para no dañar las heridas de sus pies, ¿si?— sugerí.

— Va. — ambas me respondieron.

— Chicas, ¿qué tal si jugamos? La última que gruñía o deje ver algo de su don, escogerá lo que tendremos que comer. — propuse el pequeño juego con la comida y dones. Evitemos accidentes, o nos arrepentiremos, y "Caín" será el que venga por mi cabeza.

Ambas asienten y seguimos caminando a través del lugar, no muchos nos observan, lo que esperaba.

Hay un simple problemita, diminuto, tengo mi arma tras mi chaqueta. Si señores, aunque sea en compras aún es mi trabajo cuidarlas, a toda costa. Bear me dijo que no sabría si él está cerca o no, pero si alguien trata de tocarlas, estoy autorizada a disparar.

Estamos en la primera boutique y aquí vamos. La alarma de los cojones se activa y el guardia se acerca hacia nosotras.

— Revise mi mochila, bolsillo trasero a la derecha, 10-86, autorizada. — le informé mientras le entregaba mi mochila.

El la abre, notando mi placa e identificación.

— Localizada a mis espaldas. — le informe sin quitar la mirada de este par. No ataquen, por favor.

— ¿Por qué no está patrullando? — me pregunto

La informalidad es mi fruta divina.

— Agente Mackintosh, código 10-86, oficial. — esta vez dije sujetando las manos de ambas.

Él observa a las chicas y ellas se acercan a mí, asustadas de este hombre.

— No pasa nada chicas, los adultos solo charlamos. — les dije.

— Da miedo. — Shadow me apretando mi mano, están actuando a ser las víctimas; las cuales lo son; para evitar atacarlo.

— ¿Si, pero qué le vamos a hacer? Él solo hace su trabajo. — les expliqué intentando que se calmen..

Lo último que quiero es que te haya un ataque de pánico o de ira aquí de todos los lados.

Él me regresó mi mochila y desactiva la alarma, nadie está viendo, eso es bueno, espero.

— Vamos niñas, luego de esto iremos por helado. — les susurré y sonreí.

Ambas asienten y me toman de las manos, aún parecen niñas pequeñas, se lo merecen, toda una vida en una jaula ha de ser horrible.

Y creo que les está gustando esto, porque veo que ambas están viendo un vestido azul celeste, tela con patrón de pantalón, manga larga y con listones en la falda.

Para personas que jamás han estado en una tienda, tienen buenos gustos.

— Vayan a probarlos, yo iré buscando más cosas para que se prueben. — les dije mientras señalaba los vestidores y yo miraba la sección de ropa interior, necesitan eso, pero ya.

Ambas se alejan y ven los vestidos, cada día mejoran más y más.

Una de las muchachas se les acerca y ellas no se asustan, se sienten seguras por alguna razón, pero eso está bien, sé que si alguien trata de lastimarla, ellas podrían causar caos.

Y van al vestidor, va, es hora de tomar una cada prenda, y llevárselas, aún pienso que deberían ganar un poco más de peso, están demasiado delgadas.

Y no lo digo por celos, créanme, sino fue por la balanza, decía que solo tenían la mitad del peso necesario, podrían morir de desnutrición si no interferimos.

Tengo una pila de ropa y me dirijo a donde ellas están.

— ¿Chicas, todo bien? — les pregunté desde el otro lado de los vestidores.

— ¿Meisy, podes entrar? — Evelyn me preguntó entre susurros.

La puerta se abre y Dios, es la niña más tierna que he visto, aún quiero una explicación como ellas son hermanas de esos ogros.

Shadow abre su puerta y sale, me dará un ataque al corazón.

— Definitivamente los llevamos. — les dije.

Ambas sonríen pero sus labios tiemblan al ver el resto de la ropa.

— Así es, estaremos un largo rato en este lugar. — les dije ayudándoles un poco.

Ambas se ven entre sí asustadas, esto será divertido.

•4 pm•

Estuvimos un par de horas viendo de tienda en tienda, tuvimos que ir al auto a dejar todas estas bolsas, las cuales son demasiadas.

Fuimos a comer y regresamos a las andadas, esta vez, fuimos a el lugar donde todo niño sueña, una juguetería.

Lo primero que ellas vieron y lo único que quisieron fueron los animales de felpa, aman esas cosas, y también fuimos a una tienda de mascotas, a ellas les interesó los juguetes para morder, dijeron que eran más suaves que más barras, y solo escuchar eso tuve que llevarlos. Después de todo, son lobas, ellas necesitan también jugar como lobas. Por favor que no empeore el síndrome de Noe.

Ellas radiaban felicidad, pura felicidad.

Pero hasta ahora son las cuatro, aún tenemos tiempo. Y la tarjeta de Bear sigue llena, ¿este hace cuánto está ahorrando?

Tiene hasta el dinero para la universidad de las chicas.

¿Bear cómo mantienes todo en tu vida tan organizado? Yo hasta ahorita termino de pagar la universidad.

— ¿Azul o cafés?— Shadow me preguntó.

— Mmmmm cafés. — respondí.

Han estado así todo el día, por lo que veo ellas comenzaron a sentirse cómodas con tantas personas a su alrededor. No ha pasado ni un accidente, todo es normal, lo que necesitan lo tienen ahora.

Sus mentes irán creciendo cada día, ellas mejoran con cada segundo que pasen fuera, lejos de ese hombre, ellas solo necesitaban ser libres para poder florecer.

Aprenderán lo que les enseñemos, por eso es tan delicado, si ellas aprenden o ven cosas malas ellas querrán imitarlo, por eso por ahora hay que hacer, es cuidarlas, amarlas, soportarlas en todo lo que se propongan, y tal vez algún día ellas hagan lo mismo con alguien que también lo necesite.

Las estoy vigilando porque al parecer ya no necesitan mi ayuda, mientras no salgan de esta tienda están bien, o que alguien no las vaya a tocar. Pero no ha pasado, ellas solo caminan por ahí, ven zapatos escogen un par y se los prueban, así hemos estado la última media hora.

Ellas tienen mucha energía, igual a Bear, nunca logramos verlo cansado, como una jodida máquina en el campo de entrenamiento. Hasta el general tuvo que ponerle el doble de peso porque caminaba como si nada.

Ellas se sentaron junto a mí y recostaron sus cabezas en mis hombros

— ¿Qué pasó?— les pregunté.

— Fueron a buscar zapatos de nuestra talla, dicen que se acabaron aquí. — Shadow murmuró.

— ¿Okay, algo más que vayan a querer?

— Mhm, hay algo que recordé, no sé si aún existe o ya no está. — Evelyn murmuró jugando con su nuevo vestido.

— Dilo y veamos si aún existe.— Sonreí acariciando su cabeza.

— Eran de colores, creo que jugaba con ellos, eran suaves si los apretaba, recuerdo escuchar a alguien que mencionó que podía crear gusanos de ellos. — ella me explicó no muy segura de sí misma.

— Ohh ya se que es, ¿creo que la plastilina, que parecía como una masa suave? —pregunto sin ser muy certera en ello.

Ella asiente.

— Si, es bueno para desarrollar la creatividad. —sonreí; esto puede ayudar en el trabajo.

Ambas me abrazan aún sonriendo.

— Gracias Meisy. — Shadow murmuró, su voz es sincera.

Es fácil hacerlas felices, una simple cosa, un simple abrazo les hace felices.

Les sonrió y acepté los abrazos.

Debo de admitir, que este ha sido uno de los mejores casos que me ha tocado, ellas no son tan difíciles de cuidar si las conoces bien.

•8 pm•

Así pasamos nuestras últimas horas juntas.

Mi auto está lleno de bolsas, las chicas están viendo por la ventana, estamos a unos minutos de la casa. Es tarde y estoy cansada, pero ellas parecen estar aún llenas de energía.

Ambas sonríen y me observan.

— ¿Algo en mente? — les pregunté aun acelerando.

— Ellos regresaron a casa. — Evelyn me contestó con una gran sonrisa.

¿Tan temprano? Pero el turno de Bear termina a las diez, entiendo a Nightmare, ¿pero Bear? Soy carne muerta, pero al menos las hice felices a ellas, así si vale morir.

Pero no tuve hijos, y nooo, yo quería ir al menos una vez a Disney.

El portón se abre, siento mis nervios volverse locos, mi cuerpo sabe que uno de ese par querrá mi cuerpo bajo tierra.

Me parqueé y tomó varias bolsas. Ambas salen del auto riendo mientras me ayudan con dos pequeñas bolsas, al menos no están haciendo fuerzas, eso sí les dañaría gracias a las heridas.

Entramos y ahí están, con los brazos cruzados y viéndonos.

Ya matenme.

Ambas los ven, dejan caer las bolsas y corren a abrazarlos, los extrañaron está claro, tal vez no muera hoy.

— Gracias a dios, ¿están bien?— Bear, el hermano sobreprotector les preguntó.

— Bear solo fue una salida, autorizada por ti. — le recordé.

— Pero no hasta las ocho de la noche. — me responde gruñendo.

— Vamos niñas, es hora del baño. — dije, tratando de safarme de la conversación.

— ¿No les pasó nada? — esta vez Nightmare les preguntó.

Ambas niegan.

— Ella es-¿divertida? — les dijo Evelyn no muy segura de la palabra. Ella me ve y sonríe.

Asiento. Así es, convencelo de que me deje vivir.

— Muy divertida. — Shadow les dijo sonriendo.

— Y ustedes son dos pedacitos de cielo. — les dije. Siempre funciona para mantenerlas calmadas . — Vamos a enseñarles como se usa el baño.— les dije mientras me acercaba. — Y ustedes dos. — les di las bolsas a ambos gemelos. — ¿Por qué no dejan esto en algún closet? En el auto está el resto.

Ambas chicas me toman de las manos y nos dirigimos al baño.

~Narro~

Ambos hermanos se encuentran perplejos, sus hermanas no estaban asustadas de ir afuera sin ellos, ellas estaban contentas con su loca y extrovertida amiga. ¿Cómo era posible? Ni ellos lo sabían.

— Bear creo que mejor nosotros las cuidemos. — Caín le sugirió a su hermano.

— No, que socialicen, tenemos toda una vida con ellas ahora. — informo mientras toma las bolsas y las deja en la mesa.

— ¿Al menos ya terminaste el caso? — Nightmare le preguntó aún esperando una respuesta sólida.

— Seguimos buscando. — dijo no queriendo mencionar los detalles.

— Encuéntralo rápido. —Caín le dijo entre colmillos.

— ¡¡¡Bear!!!! — escucharon a su compañera gritar desde la habitación de las chicas.

Ambos desaparecen y la ven poniendo todas sus fuerzas en la puerta del baño.

~Meisy~

— Las heridas se abrieron. — les informó, había tanta sangre, ellas querían atacarme, se comportan como animales completamente.

— ¿Qué tanto? — Bear me preguntó con seriedad.

— Lo suficiente para teñir el agua en rojo. — le respondí.

Bear hace aparecer un botiquín — ¿Puedo?— me preguntó y me aparto de su camino, así él entró.

Nightmare y yo sólo vemos cómo él se acercaba y ambas lobas le gruñían.

— ¿Chicas?— él les preguntó al ver que se lamían las heridas.

Por lo que se, los perros lamen sus propias heridas gracias a que su saliva ayuda a mantenerlas desinfectadas y que curen un poco más rápido. Tal vez con los lobos también sea así.

Ambas gruñen aún más, iban realmente bien, pero esto sucedió

— Tranquilas, soy yo, Bear, vengan les curo esas heridas. — dijo tratando de calmarlas.

Él observa la bañera llena de agua roja, creí que las heridas ya habían cerrado, pero solo se abrieron aún más de estas, no sabía que eso sucedería.

— Vengan aquí. — dijo mientras tomaba dos batas y las cubría.

Ambas se transforman y Bear ve las heridas en sus brazos abrirse. Sus cuerpos están llenos de heridas que no se encontraban ahí antes, y están sangrando, demasiado.

Me estoy asustando, a este paso morirán en menos de diez minutos.

— Chicas, ¿de qué forma exactamente las curaban en la jaula? ¿Qué color era la jeringa?— él les preguntó mientras se acercaba lentamente

— Morada. — Evelyn murmuró mientras gruñía gracias al dolor.

— ¿Eso es importante?— les preguntó acercándome.

— No curaban naturalmente, el efecto ha terminado, las cicatrices se abren y curan cómo deben. — Nightmare me responde mientras se dirige hacia la puerta.

— ¿Se abrirán?— Shadow le preguntó, aterrorizada, están con mucho dolor, yo también estaría asustada de recibir aún más.

— Hey todo estará bien, se curaran en un par de horas. — Bear respondió mientras les colocaba vendas y evitaba aún más sangrando.

El siempre fue un hermano mayor para todos, aunque sea joven, es más maduro de lo que uno cree, a veces puede ser hasta un padre, ¿pero cómo es que no está casado el tío este?

Unos chillidos me sacan de mis pensamientos. Veo que Nightmare las sujeta mientras que Bear les pone las vendas. Ambos están en una situación algo incómoda.

Ambas chicas chillan, a veces tratan de morder a Bear pero él las sujetaba y seguía poniendo las vendas. Ellas dejaron de luchar al sentirse débiles, gracias a la pérdida de sangre.

El les pone unas batas nuevas y las carga. Le doy pasó y veo como las deja en la cama.

— Ya está, todo estará bien. — él les dijo mientras les acariciaba la cabeza.

Él es la mejor persona que las puede cuidar, un buen hermano mayor.

Ellas se ven pálidas, veo que sus párpados tratan de cerrarse, esa es mala señal.

— Perdieron demasiada sangre. —murmure — Necesitan una transfusión de sangre y rápido, Bear pueden morir. —le dije mientras me acercaba y les tomaba el pulso. — Es lento. —murmuró, es demasiado lento.

— Entonces pidan las transfusiones. — Nightmare me gruñó, como si fuera así de fácil.

— Estamos a tres horas dentro el bosque, las transfusiones se obtienen en el hospital.

Bear estuvo pensativo un momento y me vio de frente.

— Meisy, si ellas mueren será un problema para todos, seguridad nacional está presionandome para resolver rápido el caso, y ellas son las únicas personas vivas que conocen lo suficiente a ese hombre para localizarlo, ellas saben cosas que no nos han dicho, las necesito vivas. — me dijo preocupado y ansioso — Así que llama al hospital y diles que necesitamos dos transfusiones para AB-, te sugiero que sea O- , que transporten eso en un jodido helicóptero y que lo traigan ya. — él ordenó mientras me entrega su teléfono,

Me quedó en silencio , pero tomó el teléfono y llamó al hospital.

— Buenas noches, ¿en que puedo ayudarle? — me contestó uno de los enfermeros del turno nocturno.

— Buenas noches, habla la doctora Winters, de fuerzas especiales, necesito dos litros de O-, vía área, coordenadas, bosque sur, cinco kilómetros fuera la ciudad— le explique mientras miraba a las chicas cerrar los ojos. — ¿Bear tienes algo de adrenalina?— le pregunté— ¿No? Y de paso mil miligramos de adrenalina, es urgente.

— Necesito una confirmación de su supervisor. — me respondió.

Oh por favor.

Bear me arrebata el teléfono. — Aquí el capitán Black, equipo 28, en servicio, autorizó el despegue y los materiales que la doctora Winters solicitó. — él le dijo con una voz calmada, mientras que buscaba por toda la habitación algo. — Gracias— él colgó y se acercó a Nightmare — Enciende las farolas, y las bengalas, llegarán en unos minutos, abre solo un poco el domo, lo suficiente te para que entren— él le pide.

Nightmare desaparece y Bear se me acerca.

— ¿Meisy, puedes mantenerlas vivas hasta que el helicóptero llegue? — me pregunto.

— Si, si, lo intentaré. — le respondo mientras las cubría con sábanas, mientras más calientes mejor.

Él se fue a esperar el helicóptero, o eso creo.

Sus pulsos se mantenían lentos, pero algo estables, la sangre les hará bien, solo necesito que llegue rápido.

Unos diez minutos después escuché el helicóptero. Al fin, dos minutos después que no escuchará un helicóptero una nevera blanca hospitalaria apareció a mi lado. La abro y ahí está todo. Tomo lo necesario y comienzo a ponerles las transfusiones.

Dos cosas largas y negras aparecieron a los lados de la cama

Bear aparece a mi lado, de entre una neblina negra que desaparecía.

— Ahí está, puedes colgar las bolsas. — confirmo que no es peligroso, gracias.

Y lo hice, sin miedo y nada coloque las bolsas y las deje fluir. Inyecte un poco de adrenalina y eso les ayudará a mantenerse en un estado despierto pero a la vez no.

— Eso bastará, solo tenemos que esperar que despierten un poco y podré chequearlas. — dije mientras me alejaba.

— Gracias Meisy. — él me abrazó.

El está preocupado por sus hermanas, y conociendo a Nightmare, también lo está, él simplemente se aleja, porque si explota alguien saldría herido.

— Es mi trabajo, además, ellas son bastante especiales, me agradan y yo les agrado, y a mi me gusta eso. — le dije sonriendo.

Y es la verdad, ellas me agradan mucho, son como niñas pequeñas que necesitan ayuda, además, necesitan a una figura femenina que las guíe.

— Perdona las horas extra, no creí que esto sucedería. — él dice apenado.

— ¿Y tú no deberías seguir trabajando?— le pregunté riendo.

—Terminé temprano así que pude regresar temprano.

Escuché quejidos, eso fue rápido. Luego escuchamos chillidos, están despertando.

— Tranquilas chicas, no se muevan o les dolerán las heridas. — les supliqué mientras tomaba su presión, están estables. Sanan rápido, si es cierto, pero no creí que así de rápido.

Ambas gruñen y se quitan las sábanas.

Calor, estarán bien.

— Hora. — murmuró Shadow.

— Noche, sin lluvia, a las 8:43 pm, martes. — Bear le contestó.

¿Para que le dijo todo eso?

— Mhm. — asiente Shadow mientras miraba a Evelyn — ¿Estará bien?— ella nos preguntó.

— Ambas lo estarán, solo necesitan descansar. — le respondí.

Ella bosteza y asiente una vez más,

— ¿Meisy, necesitas estar aquí? Es tarde y el viaje a la ciudad es largo, creo que puedo encargarme. — Bear me pregunta revisando a su hermana.

— Solo evita que la vía extraiga de su sangre. — le dije tomando mis cosas, lo cual hace a ambas chillar.

— Ya es hora de decirle adiós Meisy.

Ambas hacen ojitos de cachorro, ay dios.

— ¿De donde aprendieron eso? — él murmuró sin ... .Nightmare.

— No, que no se vaya. — suplico Evelyn medio dormida.

Bear me queda viendo con sospecha, idiota.

— Yo no fui, pregúntale a tu hermano el santo. — le dije con sarcasmo.

El me sigue viendo.

— ¿Me crees capaz de eso? — pregunte ofendida a sus acusaciones.

El me responde con un simple sí.

— No, yo no, no se de donde lo vieron pero parece que quieren algo.

— No quieren que te vayas. — me dijo el señor obvio.

— Yo lidio con esto, toma un par de pijamas y pásamelos, luego fuera.

El solo lo hizo y salió de la habitación.

— Chicas tienen que descansar, es muy tarde para que me quedé más tiempo. — les expliqué mientras me arrodillaba frente a la cama.

— Pero nos vas a dejar. — Evelyn dijo mientras dormía.

— Mañana regresaré, lo prometí, estaré aquí muy temprano en la mañana. — les dije en susurros ya que ambas se estaban durmiendo.

Ambas asienten mientras bostezan.

— No deben de tener que las abandonen nunca otra vez, siempre habrán personas que las busquen, que las amén, no importa si sea solo una, siempre estará ahí para ustedes, a veces nos sentimos solos cuando en verdad no lo estamos. — les explico antes de salir de la habitación.

Y escuchó una charla algo interesante por parte de los gemelos.

— ¿Crees que sobreviva? — Nightmare le preguntó a Caín.

¿De qué estarán hablando?

— Si. — escuché a Bear responderle con un suspiro, cansado, creo que ya han tenido esta conversación antes.

— ¿Por? — le pregunto la razón.

— Necesitan a una figura femenina en este momento, y nosotros no somos eso, ellas necesitan a una amiga que las ayude, y Meisy es la indicada, su carácter las mantendrá relajadas al saber que ella las puede proteger hasta cuando ya no la necesiten, pero conociéndola, siempre estará chequeando el ella, es la indicada Caín, ella puede ayudarlas más que nosotros. — él le explicó.

— Si, ella no estaba en pánico cuando muchos lo estarían gracias a esas heridas. — Nightmare le dijo.

He visto muchos tipos de heridas, Caín, he, ya sé cómo molestarlo.

— Porque ella sabe tratar esas heridas, entrenamos juntos, trabajamos juntos, ella se retiró del squad porque quería estar segura y comenzar una vida menos peligrosa, por eso ella está más que calificada para ayudar física y mentalmente. — Bear le explicó.

No se te olvide que soy tu única amiga mujer.

— No lo parece. — oh vamos Nightmare, soy buena en mi trabajo.

— Caín, ponte en esta situación, tu no sabes nada de poderes y Amery, sos un enfermero y te llega un paciente que lentamente se le abren heridas en el fino aire,¿ que harías? Ahora imagínate que estás en medio del bosque, ¿dime qué harías? — él le preguntó seriamente.

Él se quedó en silencio y suspiró. — Salir espantado, llamar a algún laboratorio y que me lo quiten de encima.

— Exacto, ella está lidiando con dos chicas con poderes, eso no se les enseña en la academia, Caín. — él le dijo molesto.

Bear tú no dejas pasar nada.

— Bien, pero los fines de semana nosotros nos encargamos de ellas. — Nightmare.

— Bien, solo le iré a avisar.

— No tienes que, ella ya nos escuchó, sal de tu escondite Meisy, sé que estás ahí. — horrible osos negro.

Bajo las escaleras y me cruzo de brazos, oso jodidamente feo.

— ¿Y las chicas?. — Bear me preguntó.

— Se están durmiendo; ¿entonces los fines de semana ustedes las cuidarán? — les pregunté no muy segura de que lo logren.

— Si, lo intentaremos, sería bueno pasar tiempo con ellas. — Bear me explicó mientras asentía.

Si, es una buena idea.

— Creo que debería irme antes que ellas cambien de opinión, nos vemos mañana, buenas noches. — dije y me dirigí hacia mi auto..

Mañana será más relajado, si, mucho más relajado que hoy. Reviso la parte de atrás y todo está limpio, ni una bolsa, ahora sí, a casa se ha dicho.

~Narro~

Ambos hermanos estaban viendo por la cámara a ambas chicas dormidas.

— Están agotadas. — dijo Bear preocupado.

— Para ser su primer día en la sociedad no está nada mal. — Caín le dijo tratando que se relajara.

— Pero están agotadas y heridas. — Bear le contestó enojado.

— Pero son libres, finamente libres, Bear. — él le dijo mientras sonreía.

Era raro ver a Caín sonreír solo para calmar a alguien, solo con las chicas, pero es raro que le sonría a Bear.

— No-aun. — le dijo entre dientes. — Primero tengo que atrapar a William y a todos sus seguidores. — dijo mientras se acercaba a la mesa donde estaban todas las bolsas.

Nightmare lo sigue — Pero por ahora somos libres, y yo les quiero enseñar muchas cosas, y sé que tú también. — él dice a la vez que toma una bolsa y saca una caja de plastilina.

— Quiero que se concentren más en su poder y habilidades para poder defenderse, pero eso será más adelante, por ahora deben recuperarse emocionalmente. ¿Mañana tu tienes libre cierto?— le pregunto mientras sacaba varias camisas.

— Yo les enseñaré la otra mitad de la propiedad. — Caín le contestó rápidamente.

— Bien, llamame si tienes problemas, ¿cazamos algo o? — Bear le preguntó mientras hacía desaparecer toda la ropa y zapatos.

— ¿Y si despiertan?

— Ellas duermen del cansancio de años, no creo que despierten así de fácil, y esa bolsa de sangre termina en una hora. — él le sonrió y se volteó hacia la puerta de vidrio.

— Carrera al bosque. — Nightmare sale corriendo mientras se volvía lobo.

Bear va tras él y se transforma en un lobo café pero con mechas anaranjadas. El salta sobre el lobo negro y le mordisquea el hocico. El lobo negro lo tira al suelo y le muerde el cuello.

Ambos se arañan entre sí y chillán.

Bear le gruñe pero para Nightmare es una palabra, era el idioma en el que los animales se comunican. El único idioma que la humanidad jamás entenderá.

— Caín, Caín, venado, a unos metros de aquí, en nuestro territorio, ¡vamos! — Bear grita mientras le mordía la cola

— ¡Deja mi maldita cola! — le gruñó mientras le enseñaba los colmillos.

— ¡Vamos! ¡O se alejara y otros lobos se lo vendrán a comer! —vuelve a gritar mientras seguía jalando su cola.

Nightmare se da la vuelta y camina silenciosamente.

— Venado venado. — dijo Bear casi dando brinquitos.

— Nunca aprendiste a controlar a tu lobo, sigues comportándote como un cachorro. — Nightmare le dijo mientras lo miraba acelerar el paso y en unos pocos segundos después él se abalanzaba sobre un venado. — Al menos sabes cazar solo. — dijo mientras se acercaba.

Bear le gruñe y no deja que se le acerque.

— ¡Dame mi parte! — le gruñó mientras trataba de morder el venado ya muerto.

Bear le gruñe y comienza a jalar el cadáver en dirección a la casa.

— Ellas no necesitan un venado muerto Bear, y no son tus crías, son la de nuestros padres. — le dijo mientras le ayudaba a jalar.

— Cachorros heridos, necesitan alimento — él gruñó mientras que sus ojos se volvían de un morado mucho más oscuro.

— No sabes qué diablos estás haciendo cuando tú lobo se mete a esa pequeña caja llamada instinto. — dijo hasta que vieron que llegaron a la casa.

Bear suelta el venado y regresa al bosque.

— Dios, ayúdame. — dijo mientras lo seguía.

•Lunes 16, Febrero del 43, 8 am•

Ambas chicas están en el sofá, comiendo carne cruda de venado, ellas estaban escuchando a Nightmare, el cual les enseñaba el alfabeto.

Bear estaba esperando a Meisy, la cual aún no llegaba. Él estaba respondiendo llamada tras llamada de su trabajo. Está estresado, pero a la vez muy en el fondo estaba orgulloso de sí mismo, o más bien, su lobo estaba orgulloso de saber que los cachorros de la manada están bien y están comiendo más carne que él cazó para ellas.

Él cortó la llamada y vio a sus hermanos.

— ¿Qué letra es esta? — Nightmare les preguntó mientras señalaba el pizarrón de investigación que Bear utiliza para sus casos, aunque esta vez los dejó utilizarlo para sus estudios.

— ¡S! — le dijo Shadow emocionada.

— Muy bien Shadow. — le sonrió. Él escribió otra letra y la señaló. — ¿Y esta? — les pregunto.

— ¡N! — Evelyn le contestó mientras tomaba una gran mordida a la carne.

— Así es, ahora el abecedario. — le dijo mientras tomaba su teléfono y reproducía la canción del ABC.

Ambas cantan el abecedario junto a su hermano.

Nightmare sonríe en grande — Aprenden rápido. — dijo mientras escribía en el pizarrón.

— Tú ya sabes por qué. — él le dijo entre dientes. Recordando porque todos ellos son de esa manera.

— Hey, al menos somos todos genios, aunque hayan alterado algo la genética aprendemos rápido. —el dijo sin quitar la mirada del pizarrón.

— Yo aprendo rápido, tu tenés cerebro de cacahuete. — Bear bromeó mientras sonreía.

— Eres mi gemelo. — dijo mientras sonreía de lado.

— El gemelo listo. — le corrijo.

— Tú lobo no es tan listo. — le dijo mientras se volteaba a verlo.

— A ellas les gustó el regalo. — dijo mientras miraba a sus hermanas.

Ambas asienten mientras siguen comiendo.

— Mejor vete con tu papeleo, y yo espero a Meisy. — él le dijo mientras señalaba la puerta.

Bear se acerca a la mesa — Ella está llegando, nos vemos, cuídense chicas, háganle caso a Meisy, no dejen que Nightmare haga solo carne todo el día. — les dijo mientras tomaba su maletín y se acercaba a ellas.

— Bye — ambas dicen al unísono.

Bear las abraza a su hermano. El se le acerca al oído y le susurra. — Sé que me amas hermanito. — le dijo mientras reía.

Nightmare niega — Si si— dijo se acercaba a la puerta y la abría. — ¿Cuál es tu excusa? — Nightmare le pregunto a una Meisy despeinada y vestida informal.

— Tráfico. — le respondió mientras se tomaba el cabello en una coleta alta.

— ¡Niñas Meisy ya llegó! — grito.

Ambas dejan la carne en la mesa y corren a abrazarla — Buenos días Meisy. — le dijeron.

— Nos vemos. — Bear dijo mientras entraba a su auto y salía conduciendo.

Nightmare niega y regresa a la sala.

— Al parecer se sienten mejor, ¿y como durmieron? — ella les preguntó.

— La oscuridad se fue. — Shadow le dijo sin soltarla.

— ¿Y qué soñaron? — ella le preguntó.

— Yo soñé con mucho pasto verde. — Evelyn le dijo con una gran sonrisa.

— Era un gran bosque con árboles. — Shadow le dijo también con una gran sonrisa.

— Eso es bueno, ¿y que hacían?. — ella les preguntó al par de gemelos.

— Les enseñaba el abecedario, escribir, y eso, ya sabes. — Nightmare le dijo mientras escribía en el pizarrón.

— ¿Al menos sabes leer? — ella le preguntó con una sonrisa ladeada.

— Ha ha — dijo sarcásticamente.

— ¿No crees que es muy temprano para eso? Demasiado estrés podría causarles una migraña. — ella dijo mientras miraba el pizarrón y un par de cuadernos.

— No para ellas, hay cosas que Bear no cuenta y. — él explicaba.

Ella frunce el señor y lo interrumpe — ¿Como que? No puedo hacer mi trabajo bien sino se toda la verdad. — ella dijo molesta, ya que pensaba que sabía toda la verdad.

— Fácil, como que alteraron nuestros genes para recopilar información en segundos, hace una hora comenzamos el abecedario y ya están leyendo y escribiendo, mañana comenzaremos matemáticas, una hora un nuevo tema, un día una nueva materia. — él explicó su plan de estudios.

— ¿Tu también? — ella le preguntó no muy segura sobre él.

— No, yo me salvé de ese proceso por minutos, bueno, de casi todo el proceso, así es como escapamos, Bear analizo y yo puse la fuerza, ellas por otra parte, ya sabes, fueron con todo, ellas si quisieran y podrían estar en un campeonato internacional y ganar. — dijo sonriendo.

— ¿Y ellas por qué no hicieron lo mismo? Si a ustedes los criaron ahí literalmente, ¿por qué ellas no escaparon cuando tuvieron la oportunidad? — ella le preguntó.

— Si, nos criaron ahí pero ellos cometieron un error en su cálculo, ellos nos criaron bien hasta cumplir 4 años, desde esa edad comenzamos como ratas de laboratorio, pero ya estábamos acostumbrados, ellos lo hacían todo el día y no nos importaba, pero con ellas.....ellas tenían una familia, eran niñas normales, William llegó y les arrebató todo, ellas eran como una gran llama arrasando con todo...con el tiempo William fue extinguiendo esa llama dejando solo las cenizas de memorias pasadas, las alteró a su antojó, hasta que las cenizas se apagaron y solo dejó nada, es difícil prender una llama desde las cenizas, a veces se necesita más que solo ceniza, un mechero que les de usa chispa, de ahí crecerán, hazlas sentir confianza y afecto, eso ayuda que se aventuren por la casa, que hagan lo que quieran, mientras que no sea malo.

— Si intentamos escapar. — Shadow murmuró.

— ¿Qué? ¿Cuándo? — Nightmare les preguntó.

— Mmm teníamos unos mmm ocho años, él nos encontró durante la noche, fue cuando dejaron entrar a dos lobos, dijo que eran lobos tontos y salvajes. — Evelyn murmuró.

— Tuvieron que matarlos, si, lo sé, pero no mencionaron nada de su escape, si hubiéramos sabido, si Bear hubiera sabido. — Nightmare suspiro y dejó el marcador en la mesa. — Chicas pueden decir todo lo que quieren, no nos importará lo que sea. — él les dijo.

— Nightmare tonto. — Evelyn dijo tratando de cambiar el tema.

— Esa si fuiste tú. — Nightmare señaló a Meisy.

Shadow entendió el mensaje — Comelón. — rio.

— Auch, mis sentimientos me dicen que no me importa lo que digan, ahora para que no molesten tengo una sorpresa, síganme. — él les dijo mientras se dirigía a una puerta de madera oscura.

— ¿A dónde vamos?. — Meisy le preguntó mientras cerraba la puerta y las tres lo seguían.

— Solo síganme. — dice entre suspiros.

Nightmare abre la puerta y ellos.

Las 3 ven un pasillo llevo de plantas, no era demasiado largo.

— Esto es nuevo. — Meisy murmuró.

— Porque hace solo una semana terminamos. — Nightmare le explicó.

— ¿El que? — Meisy le preguntó interesada.

— De restaurarla. — él responde..

Los cuatro salen afuera y ven el gran bosque verde.

— Solo son cinco minutos en el bosque y listo, vamos.

No era cierto lo que les dijo, no eran tan solo cinco minutos, fueron treinta minutos colina arriba, Melody era la única que se sentía cansada, Nightmare sabía eso y le encantaba.

— Cinco minutos dijiste, ¡mentiras! — Meisy le gritó.

— Aquí estamos, la vieja cabaña, toda suya para pasar el día. — les dijo.

Las tres vieron una gran cabaña de madera pura, la parte de enfrente era de vidrio. Ellas vieron que adentro había una cocina, una escalera, muebles negros, una chimenea y una gran alfombra.

— Código 2145, adiós, llamen si necesitan algo. — él les dijo y desaparece en una sombra.

— Wow, esto si que es nuevo. — Meisy dijo admirando la cabaña.

Ambas chicas se transforman y corren alrededor de la casa.

Meisy se ríe — Parece que les gusto la sorpresa. — ella dijo para sí misma.

Ambas lobas orinan en un árbol.

— Y así es como los lobos reclaman un lugar como suyo, vamos adentro chicas. — les dijo mientras se acercaba a la puerta y ponía el código.

Ambas lobas entran y se acercan a la chimenea.

— Si que es lindo este lugar. —Meisy dijo acercándose a ellas.

Las lobas se acuestan en la alfombra y juguetean entre sí.

— Parece que hoy quieren jugar, bien, juguemos un rato. — ella dijo mientras se les acercaba.

Se escucha un aullido y ambas lobas dejan de juguetear entre sí. Ellas aúllan y salen a la parte de enfrente, solo para ver a un lobo negro y grande, esta junto al árbol que ellas orinaron. Ambas lobas se le acercan con las colas entre patas.

Los 3 se transforman y ellas evitan verlo.

— Marcaron territorio, ¿por que? — él preguntó mientras se cruzaba de brazos.

— Pensamos que sería divertido. — Shadow susurro inocentemente.

— Los lobos salvajes querrán acercarse a investigar, y cuando se enteren que ustedes son un par de hembras, con territorio sólo, las querrán a ustedes, y los lobos salvajes no juguetean. — le dijo gruñendo.

— Son fáciles de derribar. — Evelyn le dijo molesta.

— Y peligroso, no vuelvan a hacerlo. — les abrazo preocupado por lo que puede pasar.

Ambas agachan sus orejas.

— No deben de temerme, pero deben de aprender que no todo es muy seguro para ustedes, no aun, algún día si lo será, pero no hoy. — el dijo aún con un tono preocupado.

Ambas asienten.

— Mejor vamos por un chocolate caliente, ¿va? — les pregunto mientras se dirigen adentro.

— ¿Entonces marcar territorio es malo?. — Meisy le preguntó.

— Deja de espiar, Meisy.

— ¿Qué? Es interesante. — ella le contestó.

— Y si es malo. — me dijo mientras iba a la cocina y ponía la leche a calentar. — Son niñas, pero sus lobos ya parecen adultos, y ahora, marcaron su propio territorio, los lobos machos las querrán "domar", solo por el territorio, ellas no saben mantener las reglas. — le explicó mientras mezclaba cacao con leche.

— Así que, los lobos vendrán por ellas. — Meisy suspiro.

— Y ahora yo y Bear tenemos que tapar sus aromas hasta que las dejen, son solo lobos, los podemos alejar, pero lleva tiempo. — le dijo.

Nightmare toma varias tazas y las llena de chocolate caliente. — Serán solo un par de años aguantando la peste de lobos, hasta que bueno, aunque YO y BEAR no queramos, algún día encontrarán a una una. — él comenzó a gruñir.

— ¿A una pareja, macho, hombre, chicos? — ella le preguntó.

— SI, una pareja. — dijo molesto.

— Acéptalo, crecerán, se cazaran, tendrán hijos, vivirán sus vidas, no lo pueden evitar. — ella le dijo.

Nightmare suspira y les da las tazas— lo sé— él respondió. — Está caliente, tenga cuidado. — les dijo a ambas chicas.

Ambas asienten y soplan mientras Nightmare sonríe.

— Algún día, ellas serán mujeres, y se que muy en el fondo, que ayudarán a muchos. — Meisy le dijo mientras se paraba a su lado.

— Si, espero que así sea. — él dijo sonriendo.

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