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26 - {I}


Canción de multimedia:  Send It - Austin Mahone Ft. Rich Homie Quan 🎵🎶




Su estadía en Suwon no fue exactamente una experiencia llena de adrenalina y diversión.

Además de disfrutar del sol frente al lago de la cabaña que los padres de Hoseok habían alquilado, escuchar hasta tarde historias alrededor de una fogata, y cocinar como nunca lo haría en su casa, Taehyung podía decir que esos cuatro días habían sido muy largos, por no decir eternos.

La familia de Hoseok no era el problema. Ni siquiera lo era Hoseok. Solo... Taehyung había crecido, así como su amigo, y las mismas cosas todos los años ya no le eran tan divertidas. En el pasado, los Jung no visitaban la cabaña en Suwon; en realidad, a la madre de Hoseok le pareció una buena idea cuando se dio cuenta de que Taehyung estaba solo. Sin su padre y su madre siempre en el trabajo, el chiquillo de doce años que jugaba con su hijo pasaba sus días de verano encerrado en casa, con un impresionante artefacto de aire acondicionado y una aberrante soledad.

Eso es. Caridad.

En algún punto de la historia, Taehyung empezó a verlo así. Por eso no podía estar más agradecido cuando la noche cayó. Por fin. Al día siguiente viajarían de regreso a Seúl, así que sus cosas ya estaban empacadas y su maleta reposaba lista a los pies de la cama que le habían asignado.

Taehyung cerró los ojos con un suspiro mientras se reclinaba contra el barandal del pequeño balcón. Las puertas estaban abiertas de par en par, una cálida ventisca de verano acariciaba su rostro. No pudo evitar preguntarse qué estaría haciendo Jungkook en esos momentos. Había mencionado que viajaría a Busan; quizá caminaba por las playas o quizá estaba cenando con su familia. No es como si él le hubiera prestado atención a su conversación con Eunha, de todas formas.

Y es que hablando de cenar y familia, los Jung debían estar ahora en el comedor de la cabaña, disfrutando entre ellos. Taehyung había dicho que no tenía hambre, pero era una horrible mentira: su estómago no dejaba de hacer sonidos extraños. Solo que él no quería ser un estorbo allá abajo.

—¿Sigues despierto? —La puerta se abrió unos minutos más tarde y el olor a carne asada hizo que su boca se volviera agua. La pregunta fue una formalidad por parte de Hoseok, pues apenas y darían las siete, pero de todas formas Taehyung asintió—. Traje esto para ti. Si quieres.

—Uhm... No tenías que hacerlo —Por supuesto que sí tenía que hacerlo. Ni más faltaba. Se estaba muriendo de hambre y él y su bocota orgullosa no podían decir una miserable verdad—. Pero gracias.

Taehyung recibió el plato y se sentó en la cama, empezando a devorar la carne al igual que un muerto de hambre que nunca ha probado algo más delicioso que eso, mientras Hoseok reparaba en la maleta ya lista y las cosas del peligris, como si el chico estuviera desesperado por largarse de allí cuanto antes. Hoseok bufó y se echó sobre la cama restante en la habitación. No podía decir que las cosas entre ellos habían mejorado, pero ninguno parecía estar haciendo un verdadero esfuerzo más allá de la cortesía y la excusa de que «habían sido amigos por un largo tiempo».

—Intenté decirles que no viniéramos, pero no hicieron caso. Yo sé que no te gusta venir —dijo el mayor con su mirada fija en el techo—. No vine aquí por ellos, de todas formas. Vine aquí por ti.

Taehyung masticó con lentitud mientras pensaba en algo que decir. Sí, Hoseok tenía toda la razón. Tal vez por eso había aceptado ir a Suwon, aunque no era su deseo. Tal vez ese era su último esfuerzo para retomar una amistad abandonada y lo cierto era que no se había esmerado tanto, más allá de obligarse a sonreír toda la noche en la fogata el día anterior.

—Sé que quieres hablar del tema —farfulló engullendo un par de vegetales—. Pero yo no. Y si no puedo mantener mi vida privada de esa manera, privada, entonces no me interesa ser tu amigo.

—¿Es que acaso te gusta Jungkook? —preguntó Hoseok incorporándose un poco, pero su tono hizo que Taehyung se crispara con rabia.

—¿Y qué si me gusta? —replicó con cierta agresividad.

Y es que ya suficiente tenía con lo que había pasado después del beso en la enfermería. ¿Ahora qué seguía, la marginación social?

—Pero es un chico —señaló Hoseok entre dientes, sin poder creerlo—. Todos creían que él y Eunha iban a terminar, qué sé yo, casados. ¿Por qué?

Taehyung miró su plato de comida y lo alejó, solo para evitar la tentación de lanzarlo contra la pared o, de plano, contra la cara del castaño. Un remolino de emociones estaba creciendo en su pecho y entre todas ellas solo podía decir que sentía frustración. Sí, estaba frustrado. ¿Por qué? De verdad, ¿por qué? Qué mierda iba a saber él. Si tuviera la respuesta a esa pregunta, en primer lugar, él no estaría allí, en esa situación.

—Me gusta porque es un idiota —farfulló con reticencia, mirando a otro lado mientras llevaba las rodillas hacia su pecho—. No puedo pelear contra él porque siempre tiene algo estúpido para responder. Siempre quiere pasarse de listo. Además, es tan... directo. Él dice todo lo que yo nunca podría decir; demasiado honesto, no podría mentir ni siquiera para salvar su vida —Se rio bajo su aliento, de repente recordando el episodio del banco de semen y las pajas—. Es comprensivo. No sé cómo, pero me entiende; no importa si soy una mierda y después actúo como si nada hubiera pasado. O si me siento mal y luego actúo como si pudiera vencer al mundo yo solo. Él... simplemente lo entiende.

Y era tan malditamente tierno. Jungkook era todo lo que él no. Se sentía como un complemento, como dos piezas que encajaban de forma aterradoramente perfecta.

—¿Y qué si me gusta un chico? —preguntó Taehyung con una risa nasal—. ¿Eso me hace un pecador?

Nadie dijo nada por largos minutos y Taehyung acabó con la comida para sobrellevar la vergüenza que sentía después de haber dicho algo como eso. Hoseok era su mejor amigo. Si no podía entender algo como aquello, ¿entonces qué más daba? No valía la pena.

Sus mejillas estaban sonrojadas y agradeció que la luz fuera opaca. No sabía de dónde había sacado el valor para decir algo así, pero lo dicho, dicho estaba, y aunque se sentía miserable mientras esperaba la respuesta de Hoseok, no podía hacer mucho al respecto.

—No creo que seas un pecador —murmuró Hoseok—. Solo... es raro. Hombre, no me mires así; es raro. ¿Qué quieres que haga al respecto?

—Cerrar la boca sería bueno.

—No puedo —El pelirrojo se sentó, un poco a la defensiva también—. Siempre eras el de la idea de escurrirse al vestuario de chicas para espiar. Estuviste con Sun Li. Jungkook está con Eunha. Quiero decir, ¿lo está? Seguro no soy el único que piensa en eso.

—No lo sé. Bueno, un día yo solo tenía curiosidad y al otro estaba muy hundido en todo este lío.

—¿Y... ustedes... han follado?

—¿Es en serio?

—¿Qué? Siento curiosidad.

No importa lo que digan. Muy en el fondo, todos sienten curiosidad.

—No —mintió Taehyung, volviendo a su plato de comida. Hoseok no tenía que saber eso. Era su secreto y el de Jungkook.



[♥]



—¡Regresé!

El fresco aire al interior de su apartamento lo hizo suspirar de alivio con dramatismo y exageración. El calor no era su mejor amigo en absoluto y tampoco el de su madre; al menos algo en común tenía con esa fría mujer.

—Te llegó un paquete de Amazon —La aludida, desde la mesa del comedor con fotocopias y libros abarcando todo el espacio, señaló la caja junto a la zapatera sin dejar de mover sus dedos sobre el teclado de la computadora portátil—. Quisiera preguntar por qué has ordenado una motosierra, pero me abstendré de hacerlo.

Uh, mierda. Olvidó cancelar el envío.

—Uhm... Halloween — Se deshizo de sus zapatos—. Tengo hambre. ¿Hay algo para comer?

Han Woo miró el reloj en su muñeca con una mueca de confusión y abrió los ojos de forma brusca, como si no pudiera creer que el tiempo hubiera pasado tan rápido. Entre archivos, libros y café, ni siquiera podía creer que faltara media hora para las dos.

—¿Luzco como una cocinera para ti, hijo? Estoy... un poco ocupada —Ella exhaló—. La cocina no se ha ido a ningún lado.

Taehyung rodó los ojos al cielo y fue hasta la cocina, dispuesto a preparar su especialidad: exótico jugo de tubo, exquisito caviar de ave y semillas orientales al vapor. Pero en la lacena solo había cereal integral, algunos vegetales, yogurt sin azúcar y mantequilla.

—Voy a pedir pizza —declaró haciendo una mueca.

Su madre le restó importancia con un ademán de desdén.

—Sí. Pide comida italiana para mí.

Taehyung se movió a su habitación. Ni siquiera un «¿cómo estuvo Suwon?» de su parte. No importaba. De todas formas, ya estaba acostumbrado.

Con un suspiro, se lanzó a la silla del escritorio y giró sobre ella un par de veces. Pues ahora que estaba de vuelta en casa, su verano prometía ser largo y aburrido... Pero al menos tenía internet.

«✉️ Tienes un nuevo mensaje.»

Su celular vibró.

» Hey. ✌️

Taehyung miró sus notificaciones y el nombre de contacto lo desconcertó. ¿A quién había agendado con tan vergonzoso sobrenombre?

Oh. Ese era Jungkook.

Un momento, ¿Jungkook le había escrito?

Rápidamente tecleó una respuesta:

Debes estar malditamente desesperado. «

Unos segundos después, su celular volvió a vibrar.

» En realidad no. Todo en orden por aquí  😎

» Un poco de arena hasta en los huevos, pero estoy bien 😎

Bastante sutil.

» Solo quería saber si harías algo el lunes? Es decir, creo que regresaré el domingo...

» Y me debes un helado.

Taehyung sonrió hacia la pantalla y se levantó de la silla, para luego lanzarse a la cama mientras pensaba en una respuesta. Claro que no tenía nada que hacer.

Pero... él no estaba considerando ir en serio, ¿o sí?

» Quiero decir

Jungkook siguió escribiendo.

» Esto es un cobro

» No es que yo quiera ir

» Así que sé hombrecito y paga tus deudas.

» 🙂

Oh, sí, claro, por supuesto. Deudas.

Seguro. El lunes 🖕 «

Ups 👌* «

Taehyung bloqueó su celular con una sonrisa y el reloj en la pantalla de bloqueo le hizo saber que era jueves. Aish. Faltaba aún mucho para el lunes y sentía que ya había visto todas las series en Netflix. ¿Qué iba a hacer hasta entonces?

Se deshizo de su camiseta con un segundo suspiro. Tomar un baño era buena idea, de hecho, pero mientras desataba el lazo de su sudadera de chándal, un pensamiento perverso cruzó por su mente. Su vista se clavó en el celular y la sola idea hizo que su sangre corriera un poco más rápido. No lo iba a hacer, ¿verdad que no? Además de irresponsable, eso era... gay.

En un arrebato, abrió la cámara de su celular y bajó sus pantalones un poco más debajo de la cintilla de su bóxer, asegurándose que la "V" de sus caderas fuera visible mientras con la otra mano agarraba sin pudor alguno su entrepierna. El obturador sonó y un segundo después, la foto había sido enviada.

«📷 Has enviado una foto.»

«✔️ Visto a las 13:45 pm.»

Jungkook empezó a escribir, y luego dejó de hacerlo. Taehyung mordió su labio y se sintió un poco demasiado terriblemente nervioso. 

«💬 El bagre musculoso está escribiendo...»

«En línea.»

«💬 El bagre musculoso está escribiendo...»

«En línea.»

«💬 El bagre musculoso está escribiendo...»

«En línea.»

«💬 El bagre musculoso está escribiendo...»

» Estoy aprendiendo a tejer con la abuela. No me hagas esto ahora. 😩

Taehyung sonrió para sí mismo y escribió su respuesta.

Pues ahora tú me debes una. «

Así que sé hombrecito y paga tus deudas. «

Bloqueó el celular casi de inmediato y lo lanzó lejos mientras hacía sonidos inhumanos dentro de su garganta. ¡Él había escrito eso! ¡De verdad!

La vergüenza iba a tragárselo vivo. Pero hey, al menos la espera no sería tan aburrida.






Ya que la guía de contenidos (a.k.a reglas) de Wattpad no permiten que se cuelguen las fotos coshinas de las que ellos hablan, tuve que censurar jsjs

Sonrían 🤗❤️


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