La verdad pronto revelada
Samantha y yo llegamos muy cansados junto a Betsy, su hermana, que nos acompaña a donde vayamos. Creo que Sam tiene razon en algo; que a esta altura Betsy nos acompañe no tiene sentido.
En el gran comedor de su casa sus padres nos esperan para la cena.
-¿Y como les fue con los últimos detalles Samantha?-le pregunta su madre.
-Muy bien madre. Ya concluimos con todo, solo nos falta dar el sí, y felices para siempre-dice ella muy feliz, y yo nada convencido.
-Oh es bueno saberlo ¡vaya William se te ve muy cansado!-se dirige su madre a mi.
-No es nada, solo ha sido un día muy largo-respondo con poco ánimo.
-Basta de tanta pregunta y vamos a cenar-dice el padre de ella,a quien recientemente le deje de agradar.
Nos sentamos a la mesa y comenzamos a cenar.
-¿La viste?-me pregunta insistente Sam. Me ha hecho la misma pregunta todo el dia y yo la esquive, ahora sentada al lado mio no creo que pueda.
-¿Te parece un buen lugar para hablar sobre eso?-le respondo con disimulo en voz baja.
-Pues si, aqui no podras seguir evitando contestarme-me dice algo enojada.
La miro ya cansado y le contesto lo que tanto quiere saber.
-Si, Sam...la vi. No podia simplemente dejarla y nada mas.
Ella me mira y veo que se enoja cada vez mas.
-¿La besaste?-me murmura.
-¿Realmente quieres que te lo responda aqui?-digo levantando un poco la voz.
Y todas las miradas se fijan en nosotros dos.
-Si-dice sin importarle lo que su familia piensa.
La miro sin poder creer lo impulsiva ya arrebatada que tiende a ser.
-Sabes algo Samantha...si, lo hice-le respondo con enojo y sin reparar en las consecuencias.
Ella se levanta de golpe y me mira con ira y con los ojos llenos de lágrimas.
Yo me reprendo a mi mismo, he olvidado que no puede alterarse porque esta embarazada.
-Eres...¡Te odio!-me grita, y por supuesto todos me miran con enfado.
Se va de la mesa llorando y muy rapido. Yo las sigo atras, se que tiene razon para estar enojada.
Al verme entra en la cocina y cierra la puerta, yo sin muchas ganas le hablo desde afuera.
-Vamos Samantha, sal ya y hablemos.
-Vete de aqui...ya te dije que te odio-dice y luego rompe en llanto.
Yo respiro hondo, esta clase de escenas entre nosotros son muy comunes, y por lo general son por sus celos, aunque esta vez tiene razón en tenerlos.
-Sam...por favor, estoy cansado de esto-le digo apoyando mi cabeza en al puerta.
-Y yo de que seas un insensible que no cuida mis sentimientos-me responde entre sollozos.
Yo muevo la cabeza sin poder creer que pasaremos asi el resto de nuestras vidas.
-Muy bien, entonces me voy-digo la unica frase que siempre me resulta.
-Pues hazlo...¿Quien te detiene?-me contesta como casi simpre.
Me disculpo con su familia, tomo mi chaqueta y salgo, casi puedo cronometrar el tiempo para lo que pasara.
Cuando salgo hacia afuera la escucho.
-William...no te vayas-Por supuesto aún llorando-Sabes que te amo.
Dice esto y me abraza y me da un beso en los labios.
-¿Porqué lo hiciste?¿Porqué la besaste?-me pregunta abrazandome con posesion.
Yo pienso en que si se entera en que hice algo mas que besarla,se volveria loca.
-No mporta porque...solo sucedió,y ya terminamos asi que...ya no llores más digo, esperando conformarla.
-Esta bien...pero ¿se acabo, no es verdad?-me dice y yo asiento-Esta bien...te amo...mañana nos vemos.
Luego de decir eso vuelve a darme un beso y entra.
Me dispongo a marcharme cuando Susana, una de las empleadas, abre la puerta y me llama.
-Señor Nicholls¿Puedo hablarle por un segundo?
-Si claro, Susana¿que sucede?-le cuestiono con una sonrisa. La joven pelirroja siempre me ha caido bien.
Ella cierra la puerta y sale afuera. cuando esta frente a mi me contesta.
-Es algo muy delicado lo que tengo que decirle Señor...por eso preparese.
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