Dando las doce de la madrugada, Jimin reía fuerte mientras veia a Jeon bailar arriba de la mesa en el centro, dos botellas en cada mano, moviéndose en un intento de ser "sensual".

- Oh, por dios, Jeon Jungkook, no sabes ni moverte bien-.se burló el pelirosa, colocando ambas manos en su cintura, parado frente al borracho pelinegro.

Park miró a su alrededor, dándose cuenta que solo algunos pocos, entres dos o cuatros marineros se encontraban medio despiertos, los demás estaban dormidos por el alcohol.

-Oohhh~, va- jip! vamos a... bailar un rato, Jimin-dijo entre hipidos el alto.

Jimin bufó, decidiendo por esa vez dejarse llevar por sus ocultos sentimientos.

-Bien, Jeon, ya es hora de dormir. -colocó uno de los brazos del hombre sobre su cuello y hombro, recargándolo de sí mismo, caminando a pasos leves hacia la habitación del lugar, la cual a veces solía ocupar para dormir o arreglar unos documentos.

Abrió la puerta como pudo, quejándose un poco cuando Jungkook casi hace que se caigan.

-Por favor, q-quédate quieto, tonto. -masculló.

Jeon se sonrojó por la molestia del chico, avergonzado.

-Lo s-siento... bebé.

Ignorando aquello, acercó al moreno a la cama, separándose para tirarlo a la misma, no esperando que el pelinegro lo agarrara de la cintura e hiciera que cayera encima de él. Sus rostros quedaron a pocos milímetros, Jungkook abriendo sus ojos, todo el sueño y borrachera yéndose de su cuerpo cuando se fijó en eso.

-Y-yo...-Jimin tenía el rostro sonrojado, no pudiéndose mover por los fuertes brazos que envolvían su pequeñacintura-E-este.. Jungkook...

- Jimin... eres hermoso-susurró embobado, Park sentía las típicas mariposas, que había querido asesinar con el tiempo, revolotear en su interior. Jungkook alzó una mano y la posó en la mejilla del pelirosa-si tan solo... te dieras cuentas de mi amor hacia ti, oh, Jimin... haría lo que fuera por eso.

El silencio que dominaba en la habitación los hacía sentir ansiosos.

Necesitaban algo... pero no sabían qué.

-Jungkook... -Jimin admiró un poco más el rostro varonil del varón, pensando en que tal vez y solo... tal vez debería dejar de reprimir sus sentimientos-Yo...- cerró sus ojos, acercando un poco más su rostro al contrario, el aliento de Jeon atascandose cuando sintió sus belfos rozar con los del pelirosa.- Yo también... estoy enamorado de ti.

Los ojos de Jungkook brillaron.

Joder, lo había esperado por tanto tiempo.

Quería llorar de la emoción, pero su cerebro captó lo contrario y con un mar de emociones movió su mano a la nuca de Jimin y terminó colisionando sus labios con los del otro.

Ah, se sentía en el cielo.

Los belfos danzaban con parsimonia. Habían esperado tanto por esto, Park suspiró encantado, colocando sus delgados brazos alrededor del cuello del pelinegro para acercarlo más, las manos de Jeon paseando suavemente por su espalda baja y por sus muslos gruesos, alzándolo un poco para que quedara firmemente sobre él.

Moviendo sus cabezas y profundizando el beso. Las lenguas comenzaron una guerra, en la que Jungkook sumisamente se dejó ganar.

-Jiminnie-la voz roca del moreno hizo estragos en el pelirosa cuando habló jadeante, luego de separarse por aire-hermoso, déjame... hacerte el amor...