"caperucito rojo."

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Segunda parte.

-Primavera y hermosos rizos.-

Frío. Frío, eso era lo que sentía. Se percataba de las ventiscas continúas, húmedas y frígidas que asechaban a su pueblo originario, el pueblo que reservaba cada uno y todos sus recuerdos de su niñez, su pre-adolescencia, memorias que quisiera grabar por siempre y para siempre en su mente, Holmes Chapel. Dónde abundaban los lugares, sitios y escondites que frecuentaba de niño, aunque no es como si no lo fuera. O al menos, no actuara como tal. El clima en sí, podía parecer muy abrumador y molesto, igualmente no se ve algo malo en sentir frío. Peor sería morir de calor todos los días del año, al levantarse, al dormir, al comer, etc. Era una zona en la que te acostumbraras a las frecuentes lluvias, en diversos casos lloviznas, que habituaban dar presencia a fines de meses, durante algunos días, ligeras y  fugaces. Y, algún que otro chubasco en alguna variada noche.
Hay días en los que si se disfrutan en la aldea, esos días en que al parecer, los pájaros y sus melodías mañaneras tienden a alegrar y levantar el día de los habitantes, y las nubes despejan totalmente el cielo para dar luz. Ejemplos de cuando sale con su mejor amigo, Niall a recoger flores de las cabañas para luego darse la corrida de sus vidas, creyendo que la anciana vecina que tienen, los atrapó cortando sus adorables coronas de novia florecidas, obviamente la mayor aún dormida. Y esas hermosas, delicadas y blanquecinas flores decoran y son admiradas por los pobladores por todo el día en las cabezas de los amigos, en forma de corona.

Holmes Chapel cuenta con una zona comercial, de supermercados, centros comerciales, tienda de fish and chips y sectores gastronómicos. Cabe agregar que los corredores de apuestas, y los agentes inmobiliarios, no faltan. Bibliotecas públicas y escasas privadas, tiendas de tecnología, hospitales públicos, privados y los especializados, y piscinas pueblerinas son los más urbanizados y siempre se encuentra vida en ellos.

Los bares nocturnos o pubs, fueron clausurados luego de la ley impuesta por el gobierno, pero los diurnos siguen vigentes y siempre con algún o algunos pasados de copas desenfrenados. Obviamente, una escuela secundaria, Comprehensive School, dos escuelas primarias y varias universidades, cada una con distintas especialidades (que son de paga) y una de enseñanza básica, la gratis. No hay muchos ciudadanos aquí, ya que es pequeño, pero muy acogedor. No olvidemos las diversas iglesias que hay, de diferentes religiones. Todo esto, es como la zona principal de aquí. Ubicada en el centro del pueblucho, a su derecha, están las casas de los ciudadanos -algunas rodantes- y a la izquierda, la zona turística, invadida por algunos hoteles con pisos gigantes, pero de altura media y nivel. Junto con la región histórica, paga para los de afuera, pero gratis para los de aquí, presentando tu credencial de pueblerino.

Niall, Niall, Niall. Su mejor amigo, el primero y el único. Su compinche y la persona con quién se comparten todo desde que se conocieron en su primer día en la escuela primaria. El cual, no fue una situación afortunada para el de ojos verdes, pero si una comprometedora e inocente para el rubio no natural. Porque, a la vista de cualquiera el hacerse mejor amigo de alguien que robó tu almuerzo, sin conocerte no sería, ni bueno ni malo, pero quizás, algo ¿aprovechador? A partir de ese incidente, Niall dejó de robarle comida a escondidas, ni menos se lo negaba, sino que simplemente era como su naturaleza y su alimento, lo tomaba como el suyo. O propiedad del estómago y del hambre de Niall Horan. Ahora, ya no ponía excusas de porque le tomó su almuerzo, como él «me confundí de mochila, porque la mía es roja, igual.» de su primer "encuentro". Simplemente, son ellos dos contra el mundo. Sin importar los demás, o sus pensamientos. Como ahora.

-Claro que no Nini, Damon es más guapo que Stefan. -al decir eso, Niall solo me miró asombrado y se colocó una mano en su pecho, en una forma de la más dramática para parecer indignado, aunque, es él el que no quiere aceptar la realidad. Los ojos azules de Ian Somerhalder son los más atrapadores, significantes, suaves pero a la vez pícaros y sensuales al momento de poner su típica sonrisita de galán para matar a todas -yo entre ellas-. Pero claro, eso no es lo único apuesto del actor, también cuando se deja la barba que lo hace más adulto, más maduro, pero nunca dejando de ser llamativo.

-¡Claro que no, Edward! ¿Acaso no lo ves? ¡Míralo! Oh, Stefan, con esos ojos marrones claros, su cabello tan sedoso y castaño. Sus facciones marcadas y su mandíbula puntiaguda. Con su barba creciente que se asoma. ¡¿Por qué tiene que ser heterosexual?! ¡Yo puedo darle más amor, que Hayley y Elena juntas! Con esos labios rosados y finos, uhm... hasta dejaría que me d... -y le tapé la boca con mi mano, porque enserio no quiero seguir escuchando los fetiches sexuales del teñido. Le puse stop al capítulo 10 de la primera temporada de The Vampire Diaries que llevamos viendo juntos, juntos porque solo la vemos los dos o ninguno.

-¡¿POR QUÉ LE PONES PAUSA?!  ¡Stefan se está por follar a Elena y quiero imaginar que soy yo!

-Pirqui li pinis piusi, porque no quiero ver como te masturbas al lado mío, gritando ¡Oh Stefan! ¡Más papi! -hice una pausa y me mató con la mirada láser que tiene. -Y, aparte porque odio a Matt y quiero que se muera, es un pinche idiota que no sirve para nada, ni para hacer de sirviente o abanicar.

-¡Igualmente! A parte, no te hagas el gatito bebe leche en biberón inocente, que esos ricitos de oro y los ojitos de gato con botas que haces, son solo puro espectáculo. Hoy cuando llegué, iba camino a tu habitación y... -de repente sentía el calor abundar mis mejillas, creo que de estar tan sonrojado mis cachetes deben de estar prendidos fuegos en este instante y el humo saldrá por mis orejas en cualquier momento. -...Mmm, parece que sabes algo ¿no? Por qué no le cuentas a la abuela Niall la razón de tus gemidos. ¡OH DAMON! ¡OH SI, SI! ¡MÁS DURO IAN! ¡SÍ, SÍ, DADDY! -empezó a hacer gemidos chillones tratando de imitarme, fallidamente y a mover su pelvis hacia adelante y atrás, para luego estallar en estruendosas carcajadas, comunes de él.

Siguió molestando con el tema de Damon por un rato, al ritmo que el capítulo siguiente avanzaba junto con la trama de la crónica, hasta el momento en que un teléfono en el piso de abajo sonó, Ny le dio pausa mientras yo corría y bajaba, hacia la sala de estar para coger la llamada entrante, subí con el teléfono en mi mano y la llamada sin contestar -aún timbrando- hasta la habitación de antes. El identificador parecía estar loco o algo así, ya que el Anne solo daba existencia de vida una vez cada dos meses, para preguntar si necesitaba más dinero. Su excusa siempre era, que hay mucho trabajo en las oficinas, estoy de viaje de negocios en Wolwerhampton o cualquier otro lugar en el mundo que te pudieras imaginar. A veces me cuesta creerle, a veces le creo, otras simplemente no. Se encarga de darle una buena paga a Dorián, la ama de llaves y mi nana desde niño, por su trabajo de 24 horas sin contar los fines de semana y saldar las cuotas de la escuela -realmente cara y de alto nivel- a la que me  manda, no hace falta nombrar las cuentas de la casa, como la del gas, la luz, la electricidad, y demás.

Niall me hizo señas de que atendiera, porque si llamaba antes de tiempo algo relevante debía ser. Deslice el dedo y la acepté. La melodía que irradiaba mi móvil, estruendosa y llamativa paró.

-¿Harry?

-Anne, qué tal. -dije sin mucho entusiasmo en mi voz, con la mirada interrogativa del rubio, puse la llamada en altavoz, pero le señalé que haga silencio y luego con mímicas, hice como si le cortara el pescuezo. El asintió frenéticamente, pero con sus típicos aires relajados.

-Oh, mi querido Haroldo. ¡Estoy intentando contactarte hace más de una hora! Y ni te dignas a atender ni una de cien, ten por arreglado que estarás castigado cuando esté allí. -y realmente rodé los ojos, puro palabrerío eso, si se digna a venir como mucho sería en las fiestas, o en mi cumpleaños. -Bueno, llamaba para decirte que en unos días llegará un paquete a la casa, que contiene medicamentos, aperitivos, y algunos bocadillos horneados para la abuela Delillah que deberás entregarle en persona, irás entre mañana y pasado por la tarde, necesita urgente esos remedios. Y por favor, no te juntes tanto con el rubio teñido ese, consigue amigos que transmitan conocimientos, sabiduría y paz. Que no se la pasen chillando. Te llamo luego. -otra vez, ese hablamos luego es como "te llamare en dos meses" o "no me llames si yo no lo hago" incluso, un "no vayas a mi oficina para hablar que no te voy a tender." Para el Harry Styles del pasado, sería hiriente y desesperanzador, ver a tu madre una o máximo dos veces al año, ni siquiera video-llamadas o textos diarios. Solo llamadas, cada largos y solitarios tiempo -a pesar de la compañía de Niall y Dorián- que duran menos de tres minutos anuales. Pero claro que no, eso solo es cosa del pretérito. Harry Styles es un nuevo hombre, con dieciséis años es completamente independiente y un chico responsable, sin quitar la amabilidad y lo adorable que siempre tendrá. Trabaja en una panadería que queda solo a dos cuadras de su hogar, en donde convive y trabaja con señoras que toma como segundas mamás. Sus notas no dejan que desear, sino que envidiar, tiene un mejor amigo en el cual confía hasta sus secretos más oscuros. A Des Styles, un padre ejemplificar, aunque no esté presente en físico siempre lo estará en lo emocional para el rizado. 

Anne ya había cortado la comunicación, no sabía de su paradero pero le importaba menos al pasar del tiempo. Se quedó pensando en que seguramente en dos días iría a lo de su abuela materna, Delillah Cox, una mujer amable, centrada, derecha y firme. Con un esposo en el cielo cuidando de ella, el honorable Frederick Styles, fallecido por la edad, un pico de estrés y pánico, específicamente. Delillah continuó su vida, se mudó de casa a una casi al final del sendero que rodeaba Holmes Chapel, al costado del Lago Town (Town Lake). Veces que se cuentan con los dedos de una sola mano, había visitado la nueva casa. Ella es una trabajadora nata, sin importar su edad. Pero, al cabo de todo ella esta enferma de una Pulmonitis grave, que la tiene en cama hace tres semanas. Por eso, los medicamentos y lo demás, ya que no puede dejar de hacer el reposo estricto que le recetó el especialista. Seguramente le pida a Niall mañana que lo acompañe para no ir solo. Tenía en mente que su madre le dijo que valla por la tarde, quería decir que debía ir y volver rápido para llegar antes de las nueve a su casa, era una hora de camino, por lo cual iría en taxi y otra más de vuelta. Con salir de aquí a las cinco de la tarde, llegaría a las seis y como mucho, se quedaría unos ¿45 minutos?, luego una hora más de vuelta. Estará de vuelto en casa, arropado y con la chimenea prendida, comiendo nachos con queso derretido, -mhmm- a las ocho menos cuarto. Cosa que estaba bien y dentro del horario permitido. Así sí. Todo saldría bien. El estará bien. Solo será ir hasta la otra punta del pueblo, y sin mucha suerte solo. Pero ¿todo por la sangre? Como dice el lema. Bah, tiene todo un día para planear la visita.

-NIALL ¿DÓNDE ESTAS? -pegué un grito, ya que estaba tan metido en mis pensamientos que no sabía cuanto tiempo estuve así. Seguramente en la cocina, comiendo como siempre. Pensé. Y estaba en lo correcto. Ahí, sentado en una banqueta de cuero negro detrás de la isla que está en el medio de la cocina. Con Dorián preparando algún bocadillo al fondo, de espaldas. Al parecer, platicaban de algo. Ni se inmutaron de que bajé y estaba ahí.

-Así qué... ¿Cómo te llaman? Digo, de cariño o como sobrenombre.

-Suelen decirme Doris, o Dora. La verdad es que me agradan y no tengo ningún problema con ellos, si no son de manera despectiva. -habló mi nana. Ella debe tener alrededor de unos cincuenta años, aunque no lo parezca. Tiene una cabellera ondulada y corta hasta los hombros castaña oscura. Unos ojos mieles que pueden transmitir dulzura, amabilidad, solidaridad, disponibilidad hacia o con los demás, depende su estado de ánimo o con quién se encuentre. La mujer, no es esas de las que resaltan en la multitud por sus voluptuosos pechos o trasero, o su figura pequeña, o incluso llaman la atención con prendas de ropas como cinco talla menores. Honorablemente, es mayor pero sabia. Sabe escuchar y hablar. Puede detectar las mentiras y también los engaños, no se deja influenciar por los demás o sus pensamientos. Le debo todo a ella,  fue la que me enseñó lo hermoso de la vida, lo bueno y lo malo. Lo importante y lo irrelevante.

-¿¡Dora!? Como Dora la exploradora, la del dibujito ese. ¡Incluso tiene el mismo cabello que la niña! ¡Y ojos también! ¡O Doris! ¡Como la de Buscando a Nemo que dieron ayer por la noche! ¿Sabe que se estrenará pronto en cines la parte dos! ¡ Y será basada en Doris! ¡Qué genial, debe ir! Por ahí consiga descuento. -la mujer solo lo miró con ternura luego de que terminé con su discurso y se rió bajito, sin  la atención.

-La verdad que no estaba enterada. Deberías ir a verla. El Joven Harry puede acompañarte. ¿Verdad Joven? -la miré fulminante con mala cara pero ella hizo un gesto para que mire a Niall, quien tenía los ojos brillosos y no daba más de la emoción por ir al estreno de la obra de Pixar.

-Mhmm, si. En cuatro días, el domingo iremos. ¿No, Nialler?

-Sí, sí, ¡SÍ! Debo ir a reservar las entradas, ¡De seguro ya deben estar agotadas! ¡Es que será tan buena! Adios Hazzita, adiós Dori. -se despidió y se fue corriendo. Cabe agregar que tomó el emparedado primero. No pude omitir el ver como tapaba su boca para que no salga un chillido de la  emoción, como una adolescente hormonada.
Cuando se retiró de casa, solté una risa y Doris me señaló acusadora. Abrí mi boca y me señalé, inocente. Con la mejor cara y expresión fingida que puedo tener. Simple.
Agarré el emparedado que quedaba en el plato de plástico blanco y me tiré en el sofá de la sala de estar. Esto si es vida. Subí los pies a la mesa ratona.

-¡No comas en el sofá nuevo, Harold!

Rayos.

Trituré todo el alimento con mi boca, literalmente y lo tragué. Prendí la televisión. Empecé a pasar todos los canales y paré en uno cuando una noticia del informativo, llamó mi atención.

-...ha escapado de su celda y se encuentra libre en el pueblo de Holmes Chapel. Por favor, no abrir las puertas sin revisar quien esté detras. En caso de tener o tener información concreta, llamar al 911 o al programa, 44672301 o contactarnos por medio de las redes sociales. ¡Nos vemos en l... -cambié de canal y lo dejé en Discovery Channel, en dónde desafortunadamente no pasaban el safari por Asia con el guía sexy de binoculares, sino que transmitían el apareamiento del bicho bolita. Repugnante y muy traumante.

La imagen del preso suelto se repetía en mi mente. Parecía un sujeto joven, con no más de veinte años. Tenía la barba castaña crecida y una mandíbula marcada. El pelo castaño, con un flequillo cayendo en su frente y tapando un poco sus ojos, los cuales no mostraban en la fotografía, porque estaban pixeleados. No era de un tamaño gigante, más bien normal. Espalda ancha y brazos formidables. Parecía un tipo rudo. Pero se había quedado con la duda de porque había estado encarcelado, por su fuga.

-¡DORIÁN! -di un grito fuerte y uno segundos después apareció en el marco de la puerta, caminando rápida con un repasador y secándose las manos. Amaba hacerla enojar. Le encantaba saber que alguien lo regañaba si hacia algo malo, además de su amigo. Pero, además le gustaba ver su cara. Era graciosa, pera daba miedo al mismo tiempo.

-Harold, ¿Dime cuántas veces te he hablado sobre asustarme de está manera? Sabes que me preocupo mucho por ti y odiaría que algo desafortunado te suceda. Eres como un hijo del corazón para mí. Por favor Harry, estamos grandes ¿eh?

-Lo siento mucho nana, no lo volveré a hacer. También eres como una madre conmigo y lo sabes. Cuanto apreció y honor te tengo.

-Ya, ya. No nos pongamos sentimentales que siempre soy la primera en llorar, comprendes que soy muy sensible pero luego me toman de vieja loca y chiflada, contando llorona. -los dos reímos bajito,  acariciaba mis rizos masajeándolos, despacio y placentero.

-Hace un rato, pasaron una noticia. De un asesino que anda rondeando, prófugo. Con barba y no era muy alto, pero grandes brazos ¿T-tu sabes porque está condenado? Digo, no escuche la razón. -ella me mira pensativa. No dijo nada por unos minutos, razonando con la mano en su pera, rozándola suavemente.

-Mm, creo haber eschuchado algo acerca de que Tomlinson, estaba ahí por secuestro y maltrato a menores de edad. Va, eso recuerdo y no muy bien, estas enterado del estado de mi memoria, mi niño. -da una pausa, para luego volver a platicar- Iré a revisar si el pollo ya está listo. Pon la mesa y cenamos. -dijo y se retiró caminando tranquilamente hacia la cocina. Unos largos segundos después, se escucha un ¡Pollo maldito! ¡Seguro que te sacaron prematuro del huevo! -¡Harry, marcale al telepizza de aquí cerca!

-Ya, ya. -largué una carcajada para luego tomar el móvil y realizar el pedido, una de pepperoni grande y una hawaiana individual, por si es mucho, para que no sobre luego.

Y así pasó la noche del dúo. Entre pizzas y risas de por medio, y de fondo la película El gran pequeño. Con un final abundado en pequeñas lagrimas traicioneras por las mejillas de los dos.

Harry durmió esa noche pensando y rogando porque Niall aceptará acompañarlo y no aburrirse mucho con su abuela. Pero más que nada, que ella esté bien.

*señales errores ortográficos. luego el contenido será editado.

*holmes chapel es asi, como en la foto de multimedia.

*tardaré unos días en actualizar, mañana empiezo las clases. espero que les guste, no olviden dejar su voto y comentar. Todo el amor, D.

12/03/2017.