En mitad de un solitario y tenebroso bosque se escucharon los pasos de unos cazadores los cuales corrían aterrorizados, y el ruido que estos provocan con su huida rompía la calma que solía inundar el bosque. Se encontraban huyendo de lo que hace unos momentos, no era más que una bestia más para ellos, una presa más a la que cazar por diversión. Pero antes de que pudieran llegar a percatarse de cómo la situación dio un giro completo haciendo que ellos terminaran convirtiéndose en la presa que se caza por diversión. Algunos intentaban dejar atrás aquella cosa, mientras maldecía su suerte y otros sólo corrían sin entender como habían acabado en aquella situación. Aunque bien vista esta situación se podía considerar un golpe kármico, ya que después de tantos años cazando todo tipo de cosas por diversión dieron con una que les estaba cazando a ellos ahora. Perdidos en sus pensamientos ninguna de ellos se percató cuando uno de sus compañeros cayó al suelo lastimándose el tobillo en la caída, pero sus compañeros no tenían pensado parase a ayudarle sabiendo de lo que huían. Esto provocó que los cazadores que iban detrás de él le pasaran por encima llegando pisotearlo, provocando que el cazador caído quedase tan lastimado que apenas podía ponerse de píe, este solo pudo mirar como sus compañeros se perdían en la oscuridad del bosque dejándole en el suelo herido. Pero no tuvo tiempo de maldecir a aquellos que alguna vez consideró sus amigos ya que algo se encontraba detrás de él echándole el aliento encima, lo que provocó que un terror frío le recorriera todo el cuerpo, cuando se giró solo pudo gritar al ver unos enormes dientes lanzarse hacia él.

– NOOOOOOOOOOOO. – Gritó al darse cuenta de que su muerte era inevitable.

El grito de su compañero caído resonó por todo el silencioso bosque hasta llegar a los oídos de sus cuatro compañeros a los que aquel aterrador grito les hizo correr más rápido ya que sabían lo que les pasaría si eran atrapados. Cuando el grito de su compañero cesó no se volvió a escuchar nada en el bosque solo el ruido que ellos provocan en su huida. Era como si su perseguidor hubiera cesado en su cacería, pero los cazadores sabían que eso no era verdad y que si se detenían un solo segundo sería lo último que harían.

Cuando la bestia acabó con el cazador caído, todo lo que quedaba era un amasijo de carne, huesos y sesos en lo que antes era su cabeza. Al finalizar con el cazador se lanzó a por el resto del grupo, dando primero con el más rezagado el cual solo vio a la bestia cuando era demasiado tarde, ni tan siquiera tuvo tiempo articular grito alguno ya fue cogido por garganta destrozándose al instante. Con el cazador aún en sus fauces la bestia solo tuvo que ejercer fuerza para decapitarlo con su poderosa mandíbula. Y antes de que la cabeza tocara el suelo ya había vuelto a lanzarse en su cacería, sus movimientos eran silenciosos sin provocar ningún ruido, a diferencia de sus presas a las cuales podría haber localizado únicamente por el escándalo que armaban.

Esta vez atacó al más rezagado de los tres que quedaban, sino que decidió adelantarse e ir a por dos que lideran la huida, con su velocidad solo le costó unos segundos darles alcance. Una vez estuvo lo suficientemente cerca se lanzó sobre ellos y con su enorme boca atrapó la cabeza de uno de ellos, y antes de que el otro tuviera tiempo a reaccionar se lanzó contra él tirándolo al suelo por la fuerza del impactó, y antes de que pudiera levantarse le puso una pata encima para evitar que se escapara. El que estaba sometido en suelo empezó pudo contemplar el cuerpo inerte sin vida de su compañero entre las fauces de la enorme bestia, y pudo ver con todo lujo de detalles como esta terminaba de aplastarle la cabeza y quedaba bañado en una mezcla de sangre y sesos que caían sobre él. Al ver aquella horrible escena todo lo que hizo fue sacar su pistola y empezar a vaciar el cargador en su en aquel enorme monstruo.

– MALDICIÓN, ¿QUÉ DEMONIOS ERES? – Empezó a gritar al ver como las balas rebotaban en la piel de aquella cosa.

Aun con el arma vacía y sin munición este siguió apretando el gatillo como si mágicamente esta se fuera a recargar por sí sola. Mientras todo lo que podía hacer era contemplar cómo el rostro de la bestia se aproximaba a él mientras empezaba a abrir las fauces, solo para terminar arrancándole la cabeza.

El último de los cazadores que seguía con vida él acababa de presenciar cómo dos de sus compañeros eran brutalmente asesinados frente a sus ojos. Este quedó paralizado por el miedo, al contemplar aquella horrible escena, se había vuelto incapaz de seguir huyendo. Todo lo que podía hacer era observar como esa enorme bestia se aproximaba hacia él mientras le observaba con esos enormes ojos rojos.

Cuando las piernas del cazador dejaron de estar paralizadas por el miedo, este intento volver a echar a correr, pero antes de dar tan siquiera diez pasos noto como algo lo embestía por la espalda lanzándolo varios metros, provocando que al caer al suelo se golpeara la cabeza perdiendo el conocimiento. Cuando logró recuperar el conocimiento pudo notar intenso dolor que provenía de sus extremidades, para cuando logró mirar para estas para ver qué era lo que le provocaba ese dolor quedó horrorizado con la imagen, sus piernas y sus brazos habían sido arrancados y tratados lo suficiente como para que no muriese desangrado. El cazador no lograba entender ni cómo ni porque su captor le había mantenido con vida. Mientras estas preguntas le pasaban por la cabeza puedo ver como un ser encapuchado se le acercaba hacia él, al ver esto sintió alivio ya que pensaba que alguien había llegado en su ayuda.

– AYUDA. Por favor necesito tu ayuda. – Gritaba con desesperación aquella silueta humana – Una bestia nos ha atacado a mí y a mis compañeros. Soy el único sobreviviente –

Mientras aquella silueta se acercaba al cuerpo mutilado del cazador este pudo ver algo que le dejó el cuerpo helado. Y eso eran los ojos de aquella silueta, tenía unos ojos rojos como la sangre y detrás de aquella silueta humana con capucha se encontraba la bestia que les había dado caza a él y sus compañeros. Aquel hombre mutilado no entendía qué ocurría esa bestia que había terminado con la vida de sus compañeros estaba detrás de aquella silueta, como un perro de caza que espera la orden de su amo para actuar.

–¿QUIÉN ERES? – Preguntó lleno de terror. –

Aquella silueta no contesto a la pregunta solo se limitó a sacar un cuchillo dejando ver una mano femenina arrugada, dando a entender que aquella silueta tenía bastantes años. Con el cuchillo en la mano se agachó cerca del mutilado cazador y le propinó un corte en el rostro, esto dejó confundido al cazador el cual pensaba que iban a terminar con su vida. Y se quedó más atónito aún cuando vio que al no poderse levantar, aquel encapuchado, con facilidad la bestia le ayudará haciendo que se apoyará en su hocico.