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⇁ 049

El cielo finalmente había sido cubierto por la noche, llenándolo con preciosas estrellas y una gigante luna llena. En perspectiva de Suni, parece que la madre naturaleza se había puesto a su favor al decorar tan linda la noche para su plan.

Con una pequeña sonrisa emocionada, la Yim ajustó el velo sobre su cabeza y comenzó a caminar sobre los gigantes muros de aquella residencia, ocultando perfectamente su presencia a los guardias que custodiaban el territorio.

Era consciente de que lo que estaba haciendo estaba mal, pero justamente ese día no quería problemas ni atención exagerada de otros que realmente a ella no le importaban. Solo quiere un momento de paz donde no sea interrumpida por nadie, razón por la cual se escabulló a escondidas en el domicilio de los Lutrein.

Suni sabía que habían muchas cosas por resolver con el próximo líder de esa familia. Ya no era una niña para seguir negando sus sentimientos, debía hacerles frente como siempre ha hecho cuando tuvo algún inconveniente. Puede que todavía sea una novata en temas como el amor, pero está más que dispuesta a intentarlo y aprender de sus sentimientos para no dañar a nadie, porque no solo ella está involucrada en esto, sino también Cain, y se negaba a herirlo con su inexperiencia.

Con ello en mente, y su corazón bombeando a mil, dio un salto hasta caer elegante y silenciosamente sobre el espacioso balcón de la habitación en donde sintió la presencia del chico. Y ni bien sus dos pies tocaron el mármol, fue abordada por una gran pantera negra que la lanzó al suelo hasta quedar con el animal sobre ella, provocando que la bolsa que traía en mano cayera un poco lejos de ella.

Sus ojos negros chocaron contra los dorados de la bestia divina, cualquiera que lo viera desde lejos creería que Suni estaba a punto de ser comida, pero contrario a todo, el felino movio su cola con emoción.

– También es un gusto verte, Lancelot -sonrió recibiendo gustosa sus lamidas.

Al escuchar su nombre y sentir las caricias en su cuello, la pantera refugió su cabeza en el cuello de la chica tal cual un pequeño gatito en busca de afecto, sacándole unas risas a la Yim al ver que no quería moverse de encima de ella.

– ¿Lancelot?

Ambos, tanto la peliazul como la bestia divina, se congelaron al oír la voz masculina desde adentro de la habitación. Con obediencia, la pantera se salió sobre ella, dejando que Suni pueda sentarse sobre el balcón con el felino a su lado.

Como si el tiempo se hubiera detenido, ambos jóvenes despertados se observaron entre sí, cada uno con emociones tan similares como diferentes.

Suni lo escaneó de pies a cabeza, sacándole un diminuto pero visible sonrojo ante la vista que tenía del chico. Cain vestía una túnica árabe de color blanco con algunos bordados dorados, su cabello oscuro desprendía unas cuantas gotas de agua, señal que recien terminaba de bañarse, y parecia más alto y fuerte que la ultima vez que lo vio.

Por otro lado, el Lutrein también la observaba completamente cautivado, teniendo que taparse un poco el rostro para que ella no lo viera en ese tonto estado de nerviosismo. Suni usaba ropas típicas de su país, su cabello azul estaba parcialmente cubierto por un velo, sus ojos negros brillaban incluso en la oscuridad y sus facciones femeninas se acentuaron en todo su cuerpo.

Inconscientemente, ambos soltaron el mismo pensamiento.

Mierda.

Lancelot movía su cabeza de un lado a otro, viendo como ninguno de esos humanos parecía querer hablar o moverse del lugar. Suspiró poniéndose detrás de la Yim para empujar su espalda con su hocico y asi ponerla de pie.

Una vez levantada y agradeciendo la ayuda del animal, Suni se aclaró la garganta y sonrió con valor.— Ha pasado un tiempo, Caín ¿cómo has estado?

– Si, ha pasado un tiempo -suspiró cruzándose de brazos- Estás loca por venir en la noche y a escondidas a la residencia de los Lutrein. No, eso no me preocupa ¿cómo supiste mi dirección? Nunca te la he dicho.

– ¿Estás ocupado? -preguntó evadiendo el tema, si le decía que usó su poder de discípula de un top 10 podría tomarla como una acosadora- Me gustaría dar un paseo contigo ¿qué dices?

Cain prefirió ignorar el hecho de que no le contestó a la pregunta y asintió ante su propuesta.— Supongo que no quieres que te vean aquí, por lo menos no aun, asi que sígueme, conozco un lugar para estar tranquilos.

Suni aprecio como el chico daba un salto sobre la barandilla de cemento del balcón, parándose en esta y haciéndole una seña con la cabeza para comenzar el camino. En un parpadeo, ambos desaparecieron de la habitación del Lutrein, permitiendo que Lancelot finalmente pueda descansar en su gran cama al saber, gracias a su vinculo, que su dueño está feliz.

Por otra parte, no demoraron más de cinco minutos llegar al lugar planteado por el moreno, siendo este una amplia fuente rectangular con una estructura majestuosa en el centro que expulsaba agua. Suni quedó maravillada por el paisaje. El agua de la fuente era bellamente iluminada por la luz de la luna y era decorada con algunas flores que flotaban al azar.

– ¿Te gusta? -preguntó Cain a su lado.

– Si, es hermoso -aceptó con una sonrisa- Este lugar me recuerda al Taj Mahal.

– Según mi abuelo, el primer patriarca de los Lutrein se inspiró en el Taj Mahal para hacer esta casa -informó- Solo que esta es más amplia y abarca más jardines.

Suni asintió a gusto con la información brindada para luego comenzar a caminar al lado del chico. Ambos permanecen en silencio, siendo abrazados por el fresco y reconfortante ambiente que crearon acompañados por la noche.

– ¿Cómo has estado? -decidió preguntar Cain.

Suni sonrió ligeramente, entendiendo el motivo de su pregunta.— ¿Qué decirte? Fue muy difícil, doloroso y molesto, pero ahora estoy bien ¿y tú?

– No tan mal como la pasaste tú, pero también fue duro en su momento -suspiró- Pero también estoy bien, supongo que necesitaba un descanso para recuperarme de todo.

Cain recordó las peleas contra los novatos de Frame y como perdieron en varias formas posibles, solo está agradecido de haber ganado su enfrentamiento y salir casi ileso, aunque su familiar se llevó la peor parte al perder un ojo.

– No la sacamos tan barata ¿eh? -bromeó la chica.

– Lo mío era esperado, desde que fui proclamado como el heredero de los Lutrein y ascendí al top 10 de la Academia Mundial que yo me he preparado para cualquier pelea -se detuvo Cain, colocándose enfrente de ella para verla con seriedad- Pero lo tuyo no, Suni. Lamento si querías hacer una broma o algo asi, pero no puedo reirme si recuerdo como me sentí al escuchar a mi abuelo decirme que fuiste secuestrada.

Las palabras del moreno eran bañadas por la preocupación y tristeza, provocando que el corazón de la Yim bombee más rápido de lo normal, Antes ya había escuchado a personas preocuparse por ella, pero esta vez es muy diferente, y era porque esa preocupación venía del Lutrein.

– ¿...Estás enojado conmigo? -preguntó en voz suave.

– Si, porque siento que no le estás dando a la situación la importancia que se merece. Suni, lo que te pasó fue muy grande, asi que está bien si te molestas, está bien si lloras, está bien si te quejas, incluso si quieres maldecir a los dioses y golpear a alguien. Todo es válido, asi que no intentes hacerte la fuerte.

Suni sintió como, inconscientemente, su pecho se presionaba con dolor, haciendo que suspire al verse acorralada mientras se sentaba al borde de la fuente.— No se te escapa nada ¿heh?

– No necesito activar mis habilidades psíquicas para saberlo -dijo copiando su acción.

– Bueno, ya me enojé, ya lloré, ya me quejé, ya maldije a los dioses y ya golpee a alguien -habló tranquila girando su rostro para ver sus brillantes ojos dorados- Pero aun asi, todavia no me siento del todo bien.

– ¿Qué crees que te falta para estar bien? -le preguntó también viéndola.

– ¿Me creerías si te dijera que, ahora mismo que te veo, ya estoy bien?

Ni lento ni tonto, Cain captó sus palabras sin necesidad de más tiempo para procesarlo, provocando que todo su rostro se tornara de un fuerte color rojo y gire su cabeza con nerviosismo para que ella no lo viera en ese estado.

Por su parte, Suni soltó unas suaves y divertidas carcajadas, con sus mejillas igual o peor a las del moreno. Sin miedo, apoyó su cabeza en el hombre de Cain, cerrando sus ojos con calma.

Si, esto.... no, él era lo que me faltaba.

El Lutrein suspiró para apaciguar las rápidas aceleraciones de su corazón y se acomodó para que ella estuviera más cómoda. Se mantuvieron en esa posición un largo rato, escuchando de fondo los grillos y chicharras y sintiendo el calor del otro.

Luego de un poco de pensarlo debidamente, Suni se separó de él, causando que este la observe con duda y algo de molestia, pues él se sentía muy agusto con la calidez que desprendía ella y no quería que se alejara de él.

Aunque su molestia se esfumó en un abrir y cerrar de ojos ante el gesto de la despertada.

Sin siquiera esperarlo, sus labios fueron atrapados por los de Suni en un suave y lento beso.

Su cuerpo se tensó y el rojo de sus mejillas que creyó desaparecido regresó con mucha más fuerza que antes. No iba a negar que una que otra vez se había imaginado este mismo escenario, pero ahora que llegó, no tenía idea de cómo proceder.

Por otro lado, al ver como Cain no reaccionaba, la chica se separó decepcionada, avergonzada y triste, pensando en que fue una tonta al pensar en que él sentía lo mismo que ella.

Estuvo a punto de levantarse y huir de ahí tras sentirse tan mal, sin embargo, su nuca fue capturada por la mano del chico para posteriormente ser acercada nuevamente. Ahora era el Lutrein quien apegó su boca a la de ella, borrando todos esos pensamientos negativos que tuvo por un momento.

Ambos jóvenes cerraron los ojos, centrándose únicamente en los labios del otro y demostrando los sentimientos que no confesaron en palabras pero que eran más que claros.

– No te vuelvas a separar asi de mi -dijo él contra su boca una vez se separaron, acariciando con lentitud los cabellos azules de su nuca- Si empiezas algo, terminalo bien.

– ¿Qué querías que hiciera si te quedaste quieto? -devolvió completamente cautivada con el dorado de sus ojos.

– Decirme que soy un imbécil por no regresar el beso.

Suni rie ante sus palabras para luego esconder su cabeza en el hombro del moreno. Cain la abraza con un brazo en su cintura y la otra en su cuello, aspirando el ligero aroma a uvas que desprendía ella.

– Es tarde, vamos a dormir -dijo él.

– Llévame -bromeó divertida sin querer levantarse.

No pensó que se tomaría sus palabras en serio, pero el pelinegro no dudó en ponerse de pie y alzarla al estilo nupcial. No dijo nada y se dejó llevar hasta la habitación del chico en silencio.

Al llegar, Cain le entregó un pijama de él para que asi pudiera estar cómoda. Cuando ambos estaban cambiados, la Yim se lanzó a la gran cama repleta de almohadas, esperando a que el moreno se recueste con ella.

Al verla casi escondida por las almohadas, el Lutrein no pudo retener la sonrisa divertida mientras se acomodaba en su cama, la cual fue usurpada por la despertada. Y ni bien terminó por acostarse, tomó por la cintura a Suni para acercarla y esconderla en su pecho.

Suni no puso objeciones y se dejó refugiar por los fuertes brazos de Cain, pensando en lo mucho que le encantaba ese instinto protector y dominante que irradiaba el muchacho que lo llevaba a cuidarla como una niña pequeña.

Una vida asi no está nada mal.






.BONUS.

Al otro día, completamente congelado, el antiguo patriarca de los Lutrein observaba a lo lejos como su precioso nieto desayunaba en el patio, bajo la sombra de un gigante árbol, junto a la discípula de un top 10 mundial.

Ambos conversaban amistosamente en la mesa repleta de bocadillos y bebidas, dando una refrescante vista a quienes los miraran del exterior, pues nadie negaría que parecían una pareja casada con la mejor de las relaciones por lo bien que parecian comunicarse.

– ¡Oh, no sabía que la señorita Suni vendría! -comentó a su lado su esposa- Si nuestro Cain hubiera avisado, le hubiéramos preparado una digna bienvenida, tampoco sabia que se llevaban tan bien.

– Prepara la boda, querida. Tenemos a la próxima matriarca de los Lutrein.

– ¿Qué?










Nota: UN APLAUSO PARA ESTA PAREJA QUE ESTÁ ENAMORADAAAAAA

Espero les haya gustado pequeñines, la proxima actualizacion es el epilogo!



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