⇁ 016
Si bien era la menos herida de su grupo, también necesitaba reposo. Pero le era imposible siquiera estar cinco minutos en aquella habitación junto a sus amigos debido a lo ruidoso que era el dúo, no paraban de quejarse de sus heridas o cualquier cosa que vean. Asi que Suni no dudó en salir rápidamente de ahí para dirigirse hacia alguna tienda de comidas rápidas, les compraría algo para que se llenen la boca y no la molesten más con sus gritos por lo menos un rato.
Una hora luego, con sus compras en mano, la chica ingresaba al hospital mientras caminaba perezosamente. Una vez en el pasillo que daba a las habitaciones, pudo apreciar a lo lejos a su presidenta y amigo amante de los gatos, por lo que aceleró sus pasos para saludarlo.
- Jiwoo, presidenta -los llamó, pero sus ojos captaron la manga de la sudadera del chico- ¿Qué te ocurrió?
- Pues... digamos que y-yo me enfrenté a alguien hace... unos minutos -contestó nervioso desviando su mirada, no quería que la peliazul se enoje con él.
- Me estás diciendo que en estos... -miró el reloj en su muñeca rápidamente- Cincuenta y seis minutos en el que yo bajé y compré la comida ¿tú tuviste una batalla?
Suni suspiró al verlo asentir y lo dejó pasar, no ganaba nada regañándolo.
- ¿Le gustaría unirse a nosotros, presidenta? -ofreció con una leve sonrisa mostrando las bolsas.
- Claro -aceptó serena.
Cuando Jiwoo abrió la puerta de la habitación, nuevamente los oídos de la ojigris se inundaron con gritos pero esta vez eran acompañados de una guerra de almohadas.
- ¡Tú, deja de quejarte! -gruñó Jisuk.
- ¡No te atrevas a decirme que conoces mi dolor! -dijo Subin.
- ¡Maldición, solo acuéstate y cállate!
- Que fastidio -suspiró Suni dejando las bolsas sobre la cama de Wooin.
- ¿Hermana? ¿Qué paso? ¿no decías que estabas ocupada?
- Tengo tiempo suficiente para hacer una visita -se excusó Jiyoung.
- Dejen de molestarla y vengan a comer -habló Suni tirándoles una bolsa a cada uno.
- Entonces ¿qué hay del jajangmyeon? -preguntó Wooin al no ver su dulce favorito.
- ¡Hey! ¡¿Aún estás pensando en eso?! -gruñó Subin comiendo una papita.
- También traje para ti, Wooin -lo tranquilizó.
La Yim obligó a todos, menos a su líder, a tomar asiento y empezar a comer, viendo como el pelinegro se alimentaba con su habilidad despertada ya que sus brazos estaban lastimados.
- Podrías haber dicho que no podías comer bien y yo te ayudaba -suspiró la peliazul mientras le daba unos aperitivos a Kayden.
- Así es más fácil -respondió gustoso por la comida.
Nadie dijo nada ante eso, asi que solo se dedicaron a terminar cada rastro de alimento que había hasta que fue el momento de irse, yéndose por un lado Jiyoung y Suni mientras que los demás reposaban en sus camillas.
- Suni -la llamó una vez estaban en su oficina- ¿Sabes lo peligroso que fue enfrentarse sola a un hermano Klein?
- Si, pero sabía que ganaría -respondió sin signos de arrogancia- Aunque lo admito, puede que mi victoria se viera influida en que él era más débil que su hermano y que estaba bajo control mental, pero eso no quita el hecho que yo gané.
Jiyoung la miró sin decirle nada y suspiró rendida, ella confiaba en la fortaleza de la menor.
Puede que Suni sea una novata a comparación de ella u otro despertado del ranking mundial, pero también es la más fuerte del quinteto de Corea y sus poderes son superiores al de muchos adultos, después de todo, poder materializar tu energía es una habilidad sumamente extraña y poderosa, y si no sabes controlarla puede jugarte en contra, sin contar que su poder despertado sirve para cualquier tipo de batalla; además de que la peliazul es estratégica e inteligente, cualidades que sirven muchísimo cuando peleas contra otro despertado.
Pero había un hecho que no muchos conocen y es lo que la hace muchísimos más fuerte que varios despertados del mundo.
Suni Yim jamás tuvo un maestro.
Todo lo que sabe lo aprendió por si misma sin necesidad de alguien, es por eso que es tiene más talento y fuerza que nadie, porque a comparación de otros que fueron entrenados por alguien, ella siempre estuvo sola.
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¿Y si me mudo de país? Tal vez tenga menos problemas que aquí en Corea.
La chica se masajeó el puente de la nariz y prendió un cigarro sentada en la ventana de la habitación hospitalaria, si Inhyuk sentía olor a humo dentro era seguro que la mataría.
- Aunque eso no sería tan malo -susurró respondiéndose a si misma.
- ¿Pelearás con Kang Sucheon de nuevo? -preguntó Jisuk mirando acusatoriamente a Jiwoo.
- ¿Por qué no respondías a nuestras llamadas? -siguió Subin mientras que Wooin se mantenía en silencio.
- Déjenlo responder -habló Suni expulsando el humo hacia afuera.
- Lo siento, dejé mi celular en casa -respondió nervioso- Pero ¿cómo es que lo saben?
- Baekdu contactó con Shinwha y preguntaron si Sucheon podría usar nuestras instalaciones para entrenar -bufó el peliblanco.
- ¿Por qué quieres pelear de nuevo con él? -preguntó la de piercings- ¿Y qué es esa condición de "hasta que uno de los dos pueda continuar"?
- Es probable que con su derrota haya perdido prestigio en Baekdu -se unió Suni apagando su cigarro en el marco de la ventana- Es por eso que debe estar buscando como recompensar su derrota, después de todo Sucheon es el heredero de Baekdu y es inaceptable que él pierda, más teniendo una familia de mierda como la suya. Pero fuera de eso ¿por qué aceptaste, Jiwoo?
- No podía negarme, y solo es un combate de práctica asi que no creo que sea peligroso -respondió rascándose la nuca- Además, para ese entonces, mi cuerpo ya deberá estar totalmente recuperado.
- Esto será diferente, deberás ser muy cuidadoso -aconsejó Subin- Él vendrá preparado asi que tú deberías prepararte también.
- Jiwoo ¿por qué no nos dijiste sobre esto de inmediato? -preguntó Jisuk- ¿Te buscó para retarte? Tan solo relájate, recuerda que tú derrotaste a uno de los hermanos Klein.
Suni suspiró y se acostó en una de las camillas, invitando silenciosamente a Kayden para que se recueste a su lado, y una vez que el felino colocó su cabeza junto a la suya, la peliazul le mostró la pantalla de su teléfono.
- ¿Cuál le gusta? -susurró mientras le enseñaba las diferentes camas para gatos que estaban en la tienda online- Le compraré la que sea, asi que elija sin problema.
- ¿Por qué me comprarías una cama? -devolvió en el mismo tono, tan despacio que solo ellos se escuchaban.
- ¿No le es incómodo dormir en cualquier parte? -suspiró- Además, también les compraré una a los demás gatitos, solo que a usted le doy a elegir ya que es el único que habla.
Kayden bufó y con su regordeta pata señaló una enorme cama, lo suficiente como para soportar su peso y poder dormir cómodo.
- En dos días llegarán, asi que hasta entonces debe esperar –sonrió levemente- Espero le guste mi soborno, no quiero morir por un gato.
- ¡Ya te dije que no te mataré! –murmuró enojado, golpeando el brazo de la chica.
- ¿Y si le piso la cola y por esas casualidades me electrocuta? –bromeó, recibiendo nuevamente un golpe, pero esta vez más fuerte- ¿Lo ve? Se enoja fácilmente, debe ir a terapia.
Dicho esto, se levantó rápidamente y esquivó el tercer golpe, sacándole levemente la legua en forma de una burla. Por alguna razón, Suni le divertía pasar tiempo con ese gato, a pesar de no saber su nombre.
Se despidió de sus amigos y salió de la habitación, pensando detenidamente en que la voz y poder despertado del felino son muy parecidos a la del maestro de Jiwoo, solo rogaba a todos los dioses existentes que no sean la misma persona o ella misma se tiraría a un río. Suni quería pensar por única vez que su inteligencia estaba fallando, porque si no ¿ha estado molestando todo este tiempo al gran Kayden Break? Le daban escalofríos de solo imaginarlo.
Nota: un capitulo cortito, ahora preguntaaaa ¿qué les parece la relacion de Kayden y Suni?
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