⇁ 014
La Academia había concluido sus clases de verano debido a los grandes destrozos del gimnasio, un hecho agradable para la Yim que deseaba con fuerzas irse de ese lugar.
Nadie de su grupo, a excepción de Jiwoo, sabe el motivo de sus heridas en el cuello, prefirió decirles que se lastimó practicando una nueva técnica con hilos de energía, no le gusta que le hagan preguntas con respecto a sus heridas, la hacían sentir indefensa e insegura de si misma.
Fuera de eso, ya no tenía nada que hacer más que ser el chofer del grupo de sus amigos, asi que ahora se dirigía hacia la segundaria de los varones para esperar a que salgan.
Una vez llegó, bajó de su auto color blanco y se apoyó en la puerta del mismo, encendió un cigarro y esperó pacientemente mientras cerraba sus ojos para no mirar a nadie molesto.
Por otra parte, los estudiantes que pasaban ahí se sonrojaban ante tan fuerte presencia femenina, Suni era una chica que irradiaba elegancia y seriedad y verla fumando le daba un toque rebelde y prohibido para los ojos de la gente, sin contar que su manera de vestir le daba puntos, pues llevaba un pantalón de jean suelto con unas cuantas rasgaduras, zapatillas blancas, top negro de mangas largas y su cabello iba amarrado en una coleta alta con dos mechones a los costados dejando lucir su preciado collar y sus aretes en forma del planeta Saturno.
- Dios... hasta aquí oigo sus gritos -gruño abriendo los ojos, provocando que la gente deje de mirarla- ¿Nunca se les acaba la energía?
Con una mueca irritada se alejó de su vehículo y caminó hasta el grupo de revoltosos a la vez que apagaba su cigarro y lo lanzaba a un basurero.
Pero su camino se vio interrumpido por la espalda de un chico que tapaba su vista, se puso de puntitas y le tocó el hombro, ocasionando que el varón se diera vuelta.
- Disculpa ¿podrías moverte? Necesito pasar.
- Oh... si -asintió sumiso, los ojos grises de la chica lo habían hipnotizado.
Suni suspiró y pasó de largo, haciendo que sus amigos se detuvieran a verla.
- ¡Suni! -saludó Jiwoo feliz.
- Buenas -bostezó- ¿Qué hace Subin aquí? ¿No se supone que vas a la secundaria femenina de no se qué?
- ¡Si, pero me transferí! -sonrió orgullosa.
- ¡Yoo Jisuk! -gritaron a sus espaldas, llamando la atención del grupo- Soy Seonkchul, conoces mi nombre ¿verdad? Te he buscado durante todo el verano, pero no pude encontrarte ¿me tienes miedo? ¿es por eso que te estabas escondiendo? ¡Vamos a pelear, Jisuk! -habló sacándose la capucha, quería lucirse frente a la peliazul ¿y qué mejor que destrozar a Jisuk Yoo?
La Yim suspiró cansada y se apartó del camino de Jisuk, dándole un permiso indirecto de que puede hacer lo que quiera. Y sin dudarlo un segundo, el chico Yoo agarro al desconocido y pateó su estómago con su rodilla, dejándolo en el suelo inconsciente.
- ¿Quién demonios eres? Ya piérdete.
- Fue un golpe limpio, pensé que le romperías la costillas -comento Suni siguiendo su camino hacia el auto, pasando por encima del golpeado.
- Jisuk ¿lo conocías? -preguntó Jiwoo.
- ¿Te parece que lo conozco?
- Vamos a preparar un poco de ramen a la casa de Jiwoo -propuso Subin jugando con unos lentes.
- Ok, compremos algunos bocadillos también.
Suni sonrió levemente y se subió al vehículo esperando a que el dúo problemático dejara de pelear por quien se sentaría en el asiento del copiloto, siendo el ganador de ese día Subin, quien fue la encargada de colocar música en el estéreo mientras se burlaba de Jisuk por haber ganado.
Y como todas las tardes en la que ese grupo se juntaba, compartieron una linda reunión mientras bromeaban y comían hasta no dar más, tampoco podía faltar la pelea entre el dúo, pero esta vez fue porque Subin se reencontró con el tipo de la mañana y dijo que era novia de Jisuk, llevando a que se golpeen un rato antes de amigarse nuevamente al saber que la de cabellos cortos golpeo al tipo.
- Em... ¿pero están saliendo ustedes dos? -preguntó Wooin levantando la mano.
- ¿Quieres morir? -hablaron ambos en tono enojado.
Suni negó divertida con la cabeza y se acomodó en el sofá mientras acariciaba las orejas de Kayden, quien recibía gustoso las muestras de cariño, pues había descubierto que aquella zona era sensible para los gatos y provocaba que quieran dormir, asi que esta vez le hizo caso a sus instintos felinos y se dejó estar.
De pronto, el sonido del timbre resonó en la sala, siendo la causante Jiyoung.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó Jisuk.
- Solo pasaba...
- ¿Todo esto es para nosotros? -habló Jiwoo tomando en sus manos la gran bolsa que contenía aperitivos y bebidas- ¡Gracias, podremos comer esto por días!
- Si no es suficiente, compraré más la próxima vez -sonrió- Bueno, yo me voy.
Por su parte, mientras la presidenta y Jiwoo hablaban en el patio, las dos adolescentes le quitaron la bolsa y comenzaron a ver qué era lo que traía dentro, donde Suni sacó una paleta con sabor a uva y Subin un snack; y mientras que la peliazul le mostraba a Wooin como su lengua había quedado de color morado, el dúo robó el teléfono de Jiwoo y le mandaron un mensaje a Iseul.
- No me involucren en sus travesuras -habló Suni apuntándolos con su paleta- Me gusta ver el mundo arder, pero no arder en él.
- Si, si -respondieron sin prestarle atención.
Una vez más, el quinteto se quedó a dormir en la casa del Seo para al otro día alimentar a los gatos callejeros e ir a la secundaria, se había vuelto una rutina. Pero a diferencia de otros días, esa vez se encontraron con la chica de cabellos bicolor, quien había ido a ver a Jiwoo luego del mensaje que recibió ayer, lástima que solo fue una broma por parte del dúo que terminó con una cascada de insultos por parte de Iseul hacia Subin.
- Oigan, desde ayer que Iseul no me responde los mensajes -suspiró echándose sobre el asiento trasero del auto, ese día le había tocado a Wooin ir delante- Ni siquiera los lee...
- Por supuesto -bufó Jisuk- Si fueras tú ¿lo harías?
- No -respondió segura.
Suni suspiró divertida y continuó manejando hasta detenerse en un semáforo; y de vez en cuando le daba leves miradas a su amigo pelinegro, desde hace rato que lo sentía distraído y con una mirada decaída.
- Tengo que ir a otro lado, ya me voy -soltó Wooin abriendo la puerta del auto.
- ¿Qué? ¿Tan pronto? -preguntó Subin- Quédate un rato, yo también me iré pronto.
- Yo igual, quédate un rato más -siguió Jisuk.
- ¿No quieres que te acerque? -ofreció Suni- Puedo dejarte a ti primero y luego a los tontos.
- Nos vemos mañana -se despidió saliendo del vehículo y cerrando la puerta.
- Oye ¿ustedes también se irán temprano? -dijo Subin mirando a los dos de Shinhwa.
- Si -suspiro la peliazul volviendo a conducir, sintiéndose un poco preocupada por la respuesta de Wooin- Además, el señor Goo me dijo que lleve a Jisuk temprano a su casa.
- Eso es cierto -asintió el peliblanco.
La Yim se encargó de dejar a cada uno de sus amigos en sus destinos para luego conducir sola hasta su departamento, si bien tenía una habitación en las instalaciones de Shinwha, hace unos meses había decidido irse a vivir en su propio espacio.
Pero, por otro lado, en el camino pudo sentir la leve presencia de agentes de Shinwha y como la seguían aún estando dentro de su departamento. Suni no tenía idea de porque estaban esos hombres a su alrededor, incluso al otro día cuando fue a buscar a sus amigos también sintió otras presencias cerca de las residencias de ellos ¿por qué los estaban custodiando?
- No responde -comentó Subin cuando tocó la puerta de la casa de Wooin- Ha estado raro desde ayer, me lo encontré en la Unión, parece como si le hubiera pasado algo, también lo llamé anoche pero no contestó mi llamada.
- Tampoco leyó mis mensajes -habló la ojigris mirándolos seriamente- Eso quiere decir que no sabemos nada de él desde ayer cuando se despidió de nosotros.
Los cuatro se miraron entre si y no dudaron en ingresar en la casa de él, buscando algún rastro de su amigo azabache.
- ¿Wooin vivía solo en este lugar? -preguntó sorprendida Subin- Esto no es una habitación, es solo un sótano.
- Me ofrecí en comprarle un departamento, pero se negó -dijo la otra chica encogiéndose de hombros.
- Vale la pena vivir aquí.
- ¡Wooin! -soltaron juntos, alegres de verlos.
Pero la emoción se esfumó al ver el estado triste en el que se veía su amigo.
- ¿Por qué no fuiste hoy? -preguntó preocupado Jiwoo- Tampoco respondías a las llamadas o mensajes.
- Lo siento, tenía algo que hacer...
- ¿Quieres contarnos lo que ocurre? -habló Suni en tono maternal, dándole una sonrisa cálida y acariciando su brazo- Has estado extraño desde que fuiste a ver a tu maestro.
Su silencio solo empeoró el estado de los presentes, no debían ser tontos para darse cuenta de que algo malo ocurría, y solo su mirada afligida les hizo preocuparse aún más.
- Es solo... que no estoy acostumbrado a contarle mis problemas a nadie -murmuró.
Nadie dijo nada, permitiéndole a Wooin que hable cuando se sienta más cómodo y dándole a entender que ellos lo esperarían todo el tiempo necesario.
- El doctor Delein es mi maestro -confesó.
- ¿Qué? -soltaron ambas chicas sorprendidas.
- ¿Quién es ese? -pregunto confundido Jisuk.
- Es un despertado buscado por realizar experimentos prohibidos -contestó Subin.
- ¿De verdad? ¿Tú sabias eso Jiwoo? -cuestionó el peliblanco.
- Si... pero ¿qué le pasó al doctor Delein? -habló preocupado Jiwoo mientras Suni se mantenía en silencio.
-... Escapó, la Unión está buscándolo -respondió triste.
- ¿Y qué esperamos? -habló aburrida la Yim saliendo de la habitación- ¿Tienes alguna idea de dónde puede estar? Somos cinco tontos, supongo que encontraremos algo entre todos.
Rápidamente, el grupo la siguió hasta la terraza para ver disimuladamente hacia abajo, descubriendo a los agentes de la Unión que los cuidaban.
- Oigan... ¿qué tal si los perdemos? -canturreó Subin juguetona.
- Mi maestro es un hombre buscado y huyó de la Unión -murmuró Wooin indeciso- ¿Están seguros de querer ayudar?
- ¿Y qué? Estas buscando a tu padre -siguió Jisuk con una sonrisa.
- Si –habló Subin y Suni solo asintió.
Wooin se sintió conmovido al ver las miradas determinadas de sus amigos, ellos estaban dispuesto a ayudarlo a buscar a su maestro.
- Comencemos -soltó el Yoo activando su habilidad despertada, dirigiéndola hacia sus amigos para cubrirlos con viento- Podremos llegar más lejos con esto, así es como nos desharemos de los agentes.
- Yo los até con una red -comentó Suni, era verdad, la chica había creado hilos microscópicos para atar los pies de los hombres y que se caigan cuando intenten moverse- Eso los retendrá más tiempo.
- ¡Bien, vamos!
La Yim suspiró rendida, otra vez se estaba metiendo en asuntos problemáticos, pero si involucraban a sus amigos ya no le molestaban tanto.
Nota: soy la persona mas ansiosa que existe en la tierra y quiero subir capitulo todo el tiempo ya que tengo escrito hasta el 25, pero si subo los caps me quedare sin nada jajsaj asi que aguanten como yo
ahora preguntita de hoy ¿de qué país son? yo soy de Argentina <3
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