⇁ 013 pt. 1
Era el segundo día en el cual la Yim no podía dormir tranquila asi que decidió pasar de largo nuevamente y entrenar un poco para despegarse.
Sin embargo, en medio de su entrenamiento sintió la fuerte presencia de un despertado, encendiendo todos sus sensores al sentir que aquella persona era fuertemente peligrosa, aunque se calmó un poco al ver que nadie más se alteraba por la repentina visita, por lo que asumió que lo conocen. No se involucraría en ello, no le interesaba y mientras no la metan en medio solo se dedicaría a comer y pasear con sus amigos.
Una vez terminado su leve entrenamiento, se fue hacia su habitación para darse una ducha e ir a ver a su grupo, pero al pasar frente a una de las puertas, sintió nuevamente aquella fuerte presencia dentro de la habitación de Sucheon, sin contar que escuchó algunos golpes.
Sin pensarlo, pateó la puerta tirándola abajo e ingresó con su típica cara desinteresada, pudiendo analizar rápidamente la desagradable situación.
A la mierda eso de no involucrarse, algo que odiaba con todo su ser era que entre familia se maltraten.
- ¡¿Quién demonios te crees que eres?! -ladró uno de los tipos que se estaba ahí.
El hombre quiso agarrar su hombro, pero en un parpadeo Suni torció su muñeca y lo obligó a arrodillarse, ejerciendo fuerza en su agarre al punto de casi quebrarle el brazo.
- Si yo no los he atacado ¿por qué ustedes a mi sí? -habló.
- ¿Quién eres? -preguntó serio el mayor.
- Me disculpo por la repentina visita -soltó al sujeto y se inclinó levemente- Mi nombre es Suni Yim, he venido por el joven Sucheon.
- ¿Suni Yim? -repitió levemente interesado, al fin la conocía- He oído rumores asombrosos sobre la linda y fuerte jovencita ¿Qué hace la famosa Yim aquí?
Suni casi frunce el ceño de manera desagradable, el Kang estaba ignorando a su nieto luego de la paliza que le había dado y le estaba dando toda su atención a una chica que ni siquiera conocía.
- Con el joven Sucheon habíamos pactado un entrenamiento en dúo para hoy -respondió sin dudar- Soy mala en algunos ámbitos y sé que el joven maestro es mucho mejor que yo en eso, por ello le pedí ayuda para que me enseñe a perfeccionar mis errores.
Aquello sorprendió a Sucheon, jamás han entablado una conversación de más de dos oraciones, pero ahí estaba ella salvándolo de terminar peor por las manos de su abuelo, pues lo estaba favoreciendo de sobremanera al decir que él es mucho mejor que ella. Le sorprendía la habilidad de Suni de analizar la situación y apegarse a ella con mentiras sin temblarle la voz.
- No sabía que tal chica necesitara ayuda -habló el viejo rascándose la barbilla- Por lo que he oído, formas parte del quinteto.
- Me alaga, señor Doosik -se inclinó en forma de respeto- Pero todavía soy una novata en el mundo de los despertados, el joven Sucheon está más familiarizado por lo que es mejor consultarlo con él. Después de todo, el joven maestro es miembro de Baekdu y es descendiente de los famosos Kang, es más que obvio que yo no sería nada a su lado... Si bien puedo hablarlo con Shinwha, no hay nadie más capaz de ayudarme con la gravedad que el joven Sucheon.
Suni no era tonta, sabía que el viejo se había dado cuenta de la interrupción que hizo ella, por lo que debía cuidar muy bien sus palabras si quería salir con vida de ahí y llevarse a Sucheon vivo con ella, después de todo, el anciano solo la estaba evaluando.
Es decir, estaba frente a Doosik Kang, el ex presidente de Baekdu, un despertado lo suficientemente poderoso como para estar dentro del puesto cincuenta del ranking mundial. Si cometía algún error era probable que su cabeza termine rodando por el suelo y que Shinwha salga perjudicada. Pero a pesar de los peligros, no se arrepentía de intervenir.
- Me alegra que acudas a mi nieto, se nota que son buenos compañeros -sonrió orgulloso y palmeó su hombro- Antes de irme, quiero hacerte una pregunta ¿qué piensas de la derrota de mi nieto?
Aquello no la sorprendió, se esperaba una pregunta así ya que el mayor buscaba humillar a su descendencia frente a ella.
- Hemos compartido varias clases, así que puedo decir con total seguridad que su nieto es impresionantemente fuerte -habló mirando a Sucheon- Su habilidad, fuerza y control de energía está por encima de muchos de aquí. La derrota si bien nos sorprendió, no fue algo de otro mundo, después de todo el chico Jiwoo pudo haberle ganado a cualquiera con un ataque de tal magnitud, puede preguntarle a cada profesor e incluso al director si me equivoco... Pienso que esta es una buena experiencia para todos y más para el joven Sucheon, con esto puede esforzarse más y demostrar que es más digno que nadie que portar el título de futuro presidente de Baekdu.
Lo dicho por la muchacha satisfago al anciano. Suni Yim era una chica poderosa, hablaba con elegancia y sabía cuándo callar, tenía carácter, era inteligente, hermosa y sincera, se notaba lo digna que era como despertada.
- Es bueno oírlo -habló saliendo de la habitación- Me iré ahora, espero poder tomar el té contigo en un futuro.
- Gracias por sus palabras, estaré esperando la invitación con gusto -se inclinó hasta sentir la presencia de él y sus hombres lejos.
Cuando vio que era seguro, se desplomó en el suelo de rodillas y tomó una gran bocanada de aire, aquellos minutos fueron eternos y sintió como su cuerpo temblaba del miedo. No mentiría, ella no era rival para alguien como Doosik Kang, un hombre que una vez fue uno de los más poderosos del país, si él quería la mataba en ese momento y nadie podría hacer algo al respecto ¿quién defendería a una huérfana? A comparación con los otros despertados, ella no tenía trayectoria familiar o algo por el estilo, lo único que la respaldaba era que estaba asociada a Shinhwa ya que ambas asociaciones están unidas por una alianza.
- Necesito fumar -suspiró cuando se calmó.
- ¡¿Por qué demonios hiciste eso?! -gruño Sucheon mirándola.
Ambos estaban en el suelo cara a cara, Suni dirigió sus orbes grises hasta él y luego se levantó ignorando su queja, buscó por la habitación un botiquín de primeros auxilios y una vez que lo encontró se volvió a sentar frente al chico.
- ¿Qué haces? -habló sintiéndose incómodo por la cercanía.
- Quédate quieto -ordenó.
Sin dejarlo responder, comenzó a limpiar sus heridas para colocarles parches encima. Sucheon, por más raro que parezca, se dejó curar por la chica sintiendo la delicadeza con la que Suni lo tocaba.
- ¿Por qué te enfrentaste al abuelo? -volvió a preguntar más calmado.
- ¿Por qué? No hay porque -se encogió de hombros y se acostó en el sofá- Oye, por lo menos invítame algo de comer, tu abuelo me cansa.
Sucheon se sorprendió y le lanzó una almohada en la cara, no podía creer que hablara como si nada pasara. Pero aún así trajo un plato con aperitivos y unas bebidas para la chica.
- Que buen chico -se burló, pero solo recibió un golpe en su pierna.
- ¡Cállate y come! -gritó irritado metiéndole en la boca un dulce.
Suni bufó y le hizo caso, quedándose en un agradable silencio donde ambos comían y se lanzaban leves miradas. Pero la mente del chico era caótica, la Yim lo había defendido y se había quedado junto a él, no entendía las intenciones de ella pero lo dejaría estar, después de todo no era tan mala compañía.
Fuera de eso, el lindo momento tuvo que acabarse cuando faltaba una hora para el toque de queda, por lo que la chica se despidió de su compañero y camino hacia su habitación, la cual quedaba en otro pasillo.
Cuando estaba por entrar a su cuarto, la presencia del anciano detrás de su espalda la alertó, asi que giró rápidamente y se colocó en guardia en caso de que quiera lastimarla.
- S-señor Kang ¿qué lo trae por aquí?
- Quería hacerte una oferta antes de irme de aquí –habló con una sonrisa de superioridad.
- Lo escucho –tragó saliva imperceptiblemente.
No le gusta para nada la situación, es decir, era de noche y estaban solos, una adolescente con un hombre extremadamente poderoso ¿cómo podría estar bien esto?
- Quiero que formes parte de la familia Kang.
- ¿Q-quiere decir que...?
- Sí, quiero que seas la esposa de mi nieto.
La confesión hizo que su cuerpo se sacuda violentamente y que casi se caiga, no podía creer que Doosik le proponga tal cosa. Sus manos sudaban y su mente no paraba de pensar miles de escenarios diferentes. Otra vez la estaban poniendo en una situación en la que no le daban opciones, pues sabía que si lo rechazaba era probable que Baekdu y Shinwha entre en guerra al desafiar la autoridad del anciano, y ella no quería aquello.
- Piénsalo bien, Suni –habló alejándose del lugar luego de provocar tal reacción en la chica- Tendrás muchos privilegios, después de todo serás la mujer del futuro líder de Baekdu y la madre de los próximos herederos. Si tienes una respuesta te espero mañana en el área de los no afiliados.
Dicho eso, el mayor se fue dejándola sola en la puerta de su habitación.
Suni no era ajena a la existencia de los matrimonios por conveniencia entre despertados, era lo más común ya que se necesitaba de una unión para crear herederos y personas con mejores habilidades despertadas... Pero jamás esperó que le ocurriera a ella.
No sabía qué hacer, si bien debía notificarlo a Shinwha, puede que ellos lo aprueben por el bien de la asociación y Corea. No le quedaba otra que aceptar.
- Demonios... –suspiró cansada.
Otro día en el que no podría dormir.
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