Los insistentes ruidos en la puerta de su habitación no se detenían y hasta podía jurar que romperían la pared si seguían un poco más.

- ¡Maldición, ya estoy despierta! -gritó pateando sus mantas.

Irritada, abrió la puerta dejando ver la sonrisa emocionada de Jisuk.

- Vámonos -agarró su mano y la arrastró.

Suni protestó todo el camino ya que no se había cambiado de ropa y mantenía su pijama de Stitch, pero se resignó cuando lo vio tan emocionado aún si ella no tenía idea de porqué.

Y sin esperarlo, su amigo abrió la puerta de la oficina de su líder.

- ¡¿Asi que Subin y Wooin se están peleando?! -gritó- ¡Será jodidamente divertido!

La Yim miró el panorama y no pudo evitar que la vergüenza llenara su cuerpo al ver las caras desconcertadas de los presentes.

- En mi defensa -habló rascándose la nuca- Fui traída aquí en contra de mi voluntad.

Jiyoung suspiró y accedió a la pelea entre ambos jóvenes, por lo que todos fueron hasta una sala de entrenamiento para presenciar, pero antes Suni fue en compañía de Jisuk para comprar refrescos y palomitas, como recién había despertado quería comer algo.

En el camino se encontraron con el gato gordo de Jiwoo, por lo que la peliazul se arrodilló y le ofreció la espalda para que se suba y lo acompañen. Kayden suspiró y escaló hasta posicionarse en los hombros de la chica mientras comía un snack que le entregó Suni.

- ¡Bien, aún no ha empezado! -gritó feliz Jisuk ingresando al área.

- ¡Nitrato de caseína! -saludó Jiwoo al gato.

- Buenas buenas -sonrió Suni.

Se posicionó al costado de su presidenta, quien la miro con una gota de sudor bajando por su mejilla, a pesar de haber conseguido amigos la Yim no había cambiado para nada.

- ¡Oye, Jisuk, Suni! ¡¿De verdad trajeron palomitas de maíz!? -gritó Subin- ¡¿Quieren morir?!

- Si, pero te dejo matarme si lo haces con amor y cariño -respondió la ojigris, recibiendo un golpe de Kayden.

- ¿Por qué? -rió Jisuk- Las palomitas de maíz son perfectas para esto.

- ¡Bueno, comencemos ahora! -gruñó la de pelos cortos.

- Uh... si -carraspeó Inhyuk, no podía distraerse con el gato- Como todos saben, la batalla comenzará con el sonido de inicio.

El último pitido resonó en el área siendo acompañado por el bostezo en conjunto de Kayden y Suni, si alguien los viera de lejos podrían ver lo iguales que son, incluso Inhyuk una vez afirmó que el espíritu animal de la peliazul es el gato.

Volviendo a la pelea, cuando por fin pudieron confrontarse, Wooin no perdió tiempo y lanzó un ataque a la cara de Subin, mandándola lejos.

El área quedó en silencio hasta que el peliblanco rompió en carcajadas.

- ¡Lo sabía, siempre da el primer golpe tan pronto como comienza la pelea! -rió fuertemente- ¡Y Subin estaba allí balbuceando así! ¡Entonces le dan una paliza! -gritó acercándose a Wooin- ¡Buen trabajo, nunca cambias! ¡Sabía que lo harías de nuevo!

- Excelente Wooin -alagó Suni sonriendo levemente.

- ¡Eres hombre muerto! -gritó la otra chica levantándose.

- Detente ahí -ordenó Seongha- Esta es la victoria de Wooin.

- ¡Pero, señor! ¡Estuve con la guardia baja por un momento, solo me atrapó una vez!

- ¿Te dio "solo una vez" cuando bajaste la guardia? ¿No te das cuenta de que un momento sin guardia podría haberte costado la vida y no solo la victoria?

Ante lo dicho por el mayor, Suni asintió de acuerdo y bebió su gaseosa mientras le daba un snack de lujo a Kayden, quien lo recibió gustoso, desde aquella charla la peliazul compraba artículos de la mejor calidad para él, no se quejaba, le gustaba ese trato preferencial hacia él.

De pronto, la batalla fue retomada pero antes se escucharon las grandes carcajadas que soltaba Jisuk porque Subin estaba teniendo un derrame nasal.

Que molestos -pensó cansada.

- ¡Ya que ambos están de acuerdo, la batalla se reiniciará! -anunció Inhyuk.

- Esto será interesante -comentó Suni con una pequeña sonrisa- He oído sobre el gran potencial de Subin, pero nunca la he visto en acción.

Sus ojos grises no se apartaban de la pelea, podía ver que compartían similitudes con la de pelo corto ya que ambas materializan su energía, con diferencia de que Suni puede hacer más objetos y estos no se derriten al mínimo toque de calor.

- ¡¿Hielo?! -gritó impresionado Jiwoo- ¡¿Acaba de lanzar hielo?!

- Si -asintió Jisuk- Ataca a su oponente con hielo.

- ¿Es posible hacer hielo con los poderes que se han despertado? -preguntó interesado.

- Es lo mismo que hago yo -suspiró Suni- Pero lo de ella es un poco más difícil ya que debe hacer el hielo y de ahí debe materializarlo a la forma que desea; en cambio yo solo materializo mi energía pero puedo crear más y mejores objetos que ella.

- Ambas habilidades tienen sus pros y contras -concluyó Jisuk.

- Wow... increíble -soltó Jiwoo.

La batalla se desarrollaba bien, ambos atacaban y defendían, estaban parejos hasta que Subin decidió enfrentarlo en una pelea cuerpo a cuerpo, creando dos dagas de hielo y cortando el cuerpo de Wooin hasta dejarlo en el suelo.

- Subin tiene la ventaja -habló la peliazul- Ella puede atacar a larga y corta distancia, pero Wooin solo a larga distancia por lo que es un problema que ella se le acercara.

- Esto es una mierda -gruñó Jisuk- ¡Hey, Wooin! ¿Estás bromeando? Antes saltaste sobre mi como si fueras a matarme ¿qué estás haciendo ahora?

- ¿Pero no te quiso matar porque lastimaste a Jiwoo? -susurró Suni confundida- ¿Eso quiere decir que Subin debe herir a Jiwoo para que Wooin quiera matarla?

- Deja de hablar, Suni -regañó Inhyuk con una sonrisa escalofriante.

- Pensé que vivíamos en democracia -tomó de su bebida- ¿Dónde está la libre expresión?

- Pero estás bajo mi tutela -el mayor palmeó su hombro amigable- Y bajo mi techo vivimos en dictadura, asi que me haces caso o te haré correr por toda Corea sin descansar.

Inmediatamente cerró su boca y prestó atención a la batalla, donde Wooin decidió mostrar todo su poder, sorprendiendo a Subin quien no podía creer que Jisuk tuvo dificultades para acabar con él ¿qué tan fuerte era Wooin?

- Bien, esta vez lo haré de verdad -dijo la chica elevando su poder- Muéstrame esas habilidades tuyas de las que Jisuk presumía tanto.

- ¿¡De qué demonios hablas?! -gritó enojado- ¡¿Cuándo he hablado maravillas de él?!

- Recién -bufó burlona Suni.

- Así es como me sonó a mi también -siguió Jiwoo.

- ¡No, lo entendieron mal! -contradijo mirando a Wooin- ¡Hey! ¡¿Por qué te sonrojas?!

- Awwwww -soltó la peliazul divertida.

- ¡Idiotas! ¡Solo cierren sus malditas bocas y dejen de distraerme! -gruño Subin- ¡Especialmente tú, Jisuk! ¡Realmente necesitas callarte! ¡Igual tú, Suni, tu cansancio me cansa! ¡Y tú también niño, quédate quieto!

- Eres tú la que grita -señaló Suni- Terminen esto de una buena vez, mi gaseosa se está calentando.

Sin imaginarlo, Subin lanzó un ataque hasta el vaso de la peliazul y lo destruyó por completo, esparciendo el líquido por doquier y mojando gran parte de la cara de la Yim.

En silencio e irritada, Suni creó una esfera del tamaño de una pelota de basquetbol y la lanzó a una gran velocidad hasta la chica, impactando fuertemente en el pecho de Subin y enviándola al otro lado de la habitación.

- ¡Sostén a mi gato! -habló Suni entregándole a Jiwoo el felino.

La había molestado que su refresco se desperdiciara, no por el dinero, sino porque anteriormente había peleado con Jisuk para obtenerlo ya que era el último en la tienda.

- ¡Maldita holgazana! -gritó Subin enviándole picos de hielo.

- ¡Uhhhhhhh! ¡Te dijo holgazana! ¡No puedo creerlo! -se unió riendo Jisuk- ¡Ni yo me atreví a tanto!

La Yim, sin ningún esfuerzo, se deshizo del hielo con otros picos azules. Sin perder el tiempo, creo decenas de bolas y las envió hasta el cuerpo de la chica, quien los esquivaba con dificultad por lo rápido que se movían, sin contar que las esferas se destruían cuando estaban cerca de ella y soltaban picos diminutos que se enterraban en su piel, eran como bombas.

- ¡Encima que no duermo, vienes tú y me tiras mi gaseosa! -se quejó Suni.

- ¡Deja de pensar en dormir! -gruñó Subin.

La Yim chasqueó la lengua cuando la de cabellos cortos comenzó una batalla cuerpo a cuerpo, a Suni no le gustaban las batallas a corta distancia por lo que no le quedó de otra que crear dos dagas del mismo tamaño que las de Subin; cuando las cuatro armas impactaron entre si, la peliazul elevó su pierna diestra y la impactó en la mandíbula de su oponente. Suni sabía que ella era mejor en una batalla cuerpo a cuerpo ya que ella había practicado todas las artes marciales.

- ¡Vamos, Suni! -animó emocionado Jisuk cuando vio a Subin escupir sangre por la boca- ¡Dale uno más fuerte, que le saque lo tonta!

- ¡Cierra la boca, Jisuk! -gritaron ambas chicas.

A su vez, Kayden movía la cola emocionado, ya había visto en acción a la peliazul, pero esa patada lo dejó impresionado, no solo por su elasticidad para elevar su pierna en un ángulo recto, sino también por lo fuerte del impacto ¡ella debía batallar contra Jiwoo y enseñarle unos movimientos! Aunque después descartó esa idea, él no pediría ayuda a nadie para enseñarle a su discípulo, él solo era capaz.

- ¿Sabes qué? -la ojigris detuvo la batalla y deshizo sus dagas- Odio que el imbécil me dé ordenes ¿a ti no?

- Pensé que era la única -suspiró Subin apoyando sus manos en su cadera.

Ambas chicas se miraron por unos segundos y luego estrecharon sus manos mientras asentían de acuerdo, no le darían el gusto a Jisuk de verlas pelear.

- ¡Oh, vamos! ¡Se estaba poniendo bueno! -se quejó el peliblanco.

- En fin -dijo Suni estirando su cuerpo- ¿Qué estábamos haciendo antes?

- Ah... -Subin desvió la mirada hacia Wooin y lo señaló- ¡Pasaste! Pasaste mi prueba, permitiré que entres a la Unión. Esa pelea era para comprobar si eras lo suficientemente apto para la oferta del Sr. Park, ya he visto suficiente, has demostrado tu valía.

- Que montón de mierda -soltó Jisuk- Por favor, tienes miedo de perder después de haber gastado energía en Suni, no actúes tan grande y poderosa.

- ¡Cállate, maldita sea! ¡¿Por qué no te callas?!

La peliazul bostezó y se sentó en el suelo mientras escuchaba la pelea de ambos chicos.

-No me voy a unir a la Unión -soltó Wooin sorprendiendo a todos.

- Aquí vamos otra vez -suspiró Suni tirándose boca arriba.

No tenía fuerzas suficientes para escuchar las quejas de Subin, asi que envió energía a sus oídos y creó tapones, impidiendo que todo sonido le llegara a su tímpano.

Pero cuando quiso cerrar sus ojos para dormir, un golpe en su costilla la hizo reaccionar.

- No te salvas de hacer esta escenita -la señaló Inhyuk.

- ¿Me matara? -soltó, pero solo recibió otro golpe en su nuca.

- Peor -la acarró del cuello de su pijama y la obligó a levantarse- Te haré sufrir hasta que de verdad desees morir.

- No, gracias -negó con su cabeza mientras era llevada por Inhyuk como un gato de su pellejo- Prefiero morir directamente.

- Pensé que habíamos dejado de lado los comentarios suicidas.

- Son parte mí, es como decirle que deje de amar a gatos.

- No es lo mismo.

- Si lo es.

- Deja de contradecirme o te meteré en un tornado.

- Ok.

Nota: pregunta del día ¿cuál es su personaje favorito de Eleceed? El mio es Kartein, lo amo