⇁ 007
Suni dormía plácidamente, sin preocupaciones. Ya no le interesaba el asunto del gato diabólico, si bien le impresionó el hecho de que un animal tuviera poderes y no fuese el familiar de un despertado, ahora solo estaba agradecida por haberla salvado, no tenía nada en contra de él, pero si estaría atenta a no hacerlo enojar por miedo a que la asesine dolorosamente.
Mientras, el trio de varones la veían pasmados, ya habían pasado dos días y ella no había querido levantarse a menos que sea para comer. Pero lo que más le molestaba a Jisuk era que ella ya estaba completamente recuperada, por lo que no dudó en levantarla de una patada.
- ¡Levántate! -le gritó- ¡Ya estás bien, vamos con mi hermana!
- Púdrete, Jisuk -gruñó con la cara en el suelo.
La peliazul se levantó ignorando a los varones y fue a cambiarse con ropa deportiva negra con azul. Una curiosidad que se dieron cuenta los que la rodean es que era una costumbre de ella vestirse con colores de la gama del azul, negro y blanco.
Cuando terminó siguió al peliblanco hasta la oficina de los líderes de Shinhwa, pudiendo ingresar luego de un toque de puerta.
- ¿Por qué se van del hospital? -preguntó burlón Inhyuk- No se han recuperado del todo.
- Jisuk me tiró de la cama -acusó ella bostezando- Yo quería seguir las ordenes de mis líderes, pero me obligaron a desobedecer.
- ¡Deja de mentir, ya estás sana! -gruñó Jisuk- De todos modos, yo estoy bien y los otros han sido dados de alta ¿qué se supone que haga?
- Si, supongo -asintió el mayor- Ambos fueron los menos heridos después de todo.
- No me metas en la misma bolsa que a él -señaló Suni a su amigo, aquello dicho por su superior la ofendió- Yo me enfrenté a ambos hermanos Klein, herí de gravedad al menor y al otro también le hice heridas considerables. Soy la más fuerte, por eso soy la menos lastimada, no como el trio de tontos.
- ¡¿A quién le dices tonto, floja?! -siguió Jisuk- ¡Yo hubiese hecho un mejor trabajo que tú!
- Chicos -interrumpió la presidenta.
- ¿Qué? -respondieron juntos.
- ¿Alguna vez han conocido a Kayden?
- ¿Quien no lo conoce? -tomó la palabra la peliazul- Kayden Break, un despertado sumamente poderoso conocido por su afán de pelear contra cualquier persona despertada fuerte, se ha ganado una gran fama, es imposible no saber su nombre.
- Eso mismo -asintió seguro Jisuk.
Mientras, ambos adultos los analizaban, confirmando que ninguno de los adolescentes ha tenido contacto con el portador de la habilidad eléctrica.
- Es infamemente poderoso, digo, la mayoría de los despertados lo evitan, además he oído que es un patán -dijo el peliblanco temblando- Hombre, si alguna vez me lo encuentro me iré de ahí.
- Si, si -asintió la chica.
- Jisuk Yoo, Suni Yim -pronunció Jiyoung llamando la atención de ambos- Saben lo peligroso que fue eso ¿verdad?
- Si...
- Jisuk, tomaste la mejor elección en contactarnos primero e hiciste un gran trabajo cuidando las espaldas de tus amigos -dijo mirando a su hermano y luego siguió con la ojigris- Y por tu parte, Suni, esos oponentes eran más de lo que podías manejar.
- Lo sé -asintió ella apenada- Pero no me arrepiento.
Al oír aquello, Jiyoung sonrió levemente, más al ver como su hermano menor asentía de acuerdo con la Yim.
- Aun así, sus razones están más justificadas que en operaciones anteriores.
· • —– ٠ ✤ ٠ —– • ·
Suni había tenido una pequeña discusión con Inhyuk debido a sus pésimas excusas con respecto a la ausencia de los chicos en la escuela, por lo que esa vez ella se encargaría de dar los motivos de sus faltas.
Caminó hasta la salida para dirigirse a la secundaria del trio, en el transcurso había ideado más de cien excusas diferentes que coincidían con la situación de los varones, pero su mente dejó de pesar al llegar a su destino.
No entraría al edificio, era probable que ningún adulto le crea debido a que ella es una adolescente desinteresada de pelo azul, la tomarían como rebelde. Por lo que se quedó en la salida y desde su teléfono llamó a la sala de profesores y comenzó a hablar tranquilamente siendo escuchada con seriedad por el profesor de ellos.
Fácil, dijo que Jiwoo se ausentó debido a que uno de sus gatos fue herido de gravedad y tuvo que quedarse a cuidarlo obligatoriamente, afirmando su mentira con un certificado de la veterinaria falsificado por ella; Wooin porque su uniforme y útiles escolares fueron dañados en un intento de robo; y Jisuk porque se metió en una pelea defendiendo a una chica y resultó herido, Suni debía aprovechar su fama de matón pero no dejarlo mal parado.
Una vez que el profesor la dejó en paz, cortó la llamada con un largo suspiro de cansancio y se dedicó a esperar a sus nuevos amigos, quienes no tardaron en aparecer unos minutos después.
- ¿Acaso no tienes otra cosa que hacer? -se quejó Jisuk al verla- ¿Qué haces aquí?
- Esta rama es muy grande -señaló hacia arriba- Estoy esperando a que me caiga encima.
- No digas eso Suni -sonrió Jiwoo con gotitas de sudor.
- Si, si -movió su mano desinteresada- ¿Hacia dónde se dirigen? ¿Quieren que los lleve?
- ¡Vamos a mi casa! -sonrió alegre el Seo- ¿Quieres venir?
- No me queda de otra -suspiró divertida- Vamos, mi auto está a una calle de aquí, no pude encontrar estacionamiento más cerca.
- ¿Desde cuando tienes auto? -preguntó extrañado Jisuk.
Suni lo ignoró y continuó caminando a la par del trio, no podía decirle a nadie que dejó de lado su motocicleta y compró un auto grande y cómodo para poder llevar a todas partes a sus amigos, eso destruiría su orgullo.
- ¿Podemos alimentar a los gatos callejeros en el camino? -habló Jiwoo esperanzado.
- Claro -asintió Jisuk.
- ¿Por qué no? -siguió la chica.
En el camino Suni se quedó atrás con Wooin mientras ella le decía que el clima era bonito y que los dos chicos adelante suya eran molestos e irritantes, recibiendo una pequeña afirmación por parte del pelinegro, quien estaba feliz de hablar con su amiga.
Pero de repente, se chocó con la espalda del joven Yoo.
- Oye, imbécil -gruñó pateando la parte trasera de su rodilla- La próxima avisa.
- Cállate, eres molesta -devolvió.
Suni quiso responder pero su vista se distrajo con una nueva presencia, delante de ellos había una chica de pelo corto y en el suelo estaba el grupo de imbéciles que se juntaban con Jisuk, la de cabellos azules pudo saber su género al ver su pecho y sus rasgos faciales.
- Oh ¿son sus amigos? -preguntó.
- ¿Tú los golpeaste? -la peliazul ignoró su pregunta con otra.
- Si ¿algún problema? -gruñó.
- No, no -negó con su cabeza, desinteresada- Te doy las gracias, le has hecho un favor a la naturaleza.
- Vámonos -interrumpió Jisuk.
Sin cuestionar, todos los siguieron, pero no duraron mucho cuando él mismo se volteó por donde vino.
- ¡Hey! -llamó a la desconocida- Quita tu pie de él, perra.
Suni suspiró aburrida y se cruzó de brazos, esperando el momento de intervenir en caso de que la situación llegue a los golpes.
- ¿Qué acabas de decir? -gruñó la azabache.
- ¿Estás sorda o necesitas oírlo de nuevo?
- ¿Por qué no te callas? A menos que quieras terminar como tus amigos de aquí.
- ¿Realmente necesitas insultos para todo en estos días? Ni siquiera puedes llamar pezuña a una pezuña.
- ¡Mocoso! -gritó dispuesta a golpearlo.
Pero su acción se vio interrumpida cuando una mano detuvo su patada.
- Me gustaría que lo golpees -habló la ojigris monótona- Pero no puedo permitir que dañen el medio ambiente ¿por qué no descargan su ira en una alcantarilla?
- ¡Tú...! -soltó enojada.
- ¡No te metas, Suni! -habló el peliblanco irritado- ¡Siempre arruinas todo, eres una aguafiestas!
- ¡Entonces la próxima dejaré que te asesinen! -devolvió pateándolo- Me caes tan mal, Jisuk.
- ¿Qué...? ¿Suni, Jisuk? -preguntó la desconocida mientras bajaba su pie- ¿Suni Yim y Jisuk Yoo?
- Depende de quién pregunte -contestó la peliazul.
- ¿Cómo sabes nuestros nombres?
La desconocida suspiró calmando su ira y se dispuso a responder.
- Por supuesto, no hay forma de que haya una persona tan molesta como tú y otra tan desinteresada.
- ¿Por qué actúas como si nos conocieras? -atacó el peliblanco.
- No estoy actuando, los conozco, son Jisuk Yoo y Suni Yim de Shinhwa.
Tras decir aquello, el cuarteto se sorprendió ¿eso quiere decir que ella es una despertada?
- ¿Señorita Subin? -soltó la ojigris con una ceja elevada.
- No me jodas que eres Subin Lee...
- Ha pasado un tiempo, chicos.
Suni quiso reír ante tal encuentro, agradecía haber detenido la pelea o hubieran hecho un desastre.
- ¿Se conocen? -decidió preguntar Jiwoo.
- Si -suspiró el Yoo.
- La señorita Subin es la nieta del líder de la Unión -comentó la peliazul- Por mi parte, me encontré con ella una vez el año pasado cuando tuve que dejar unos documentos, hablamos muy poco ya que yo tenía sueño y me fui.
- Yo tuve la desgracia de habérmela cruzado algunas veces cuando éramos niños -siguió el peliblanco- Subin Lee ¿por qué haces una escena aquí? ¿No sabes que este es territorio Shinhwa?
Suni bostezó y escuchó la conversación sin ganas, pero se alertó un poco cuando la de cabellos cortos nombró al pelinegro.
- ¿Por qué lo está buscando? -decidió intervenir.
- No es asunto tuyo ¿lo conocen o no? -gruñó Subin.
- No -respondió cortante Jisuk dándole la espalda- Vámonos de aquí.
- Hasta la próxima, señorita Subin... si es que estoy viva -se despidió la chica.
El cuarteto retomó su camino hasta el auto y una vez dentro la Yim comenzó a conducir, escuchando como Jiwoo preguntaba el motivo de mentir sobre la relación que tenían con Wooin.
- Si la Unión buscaba oficialmente a Wooin, entonces el señor Park lo habría contactado -respondió Jisuk.
- Es increíble... pensar en eso -elogió Jiwoo, provocando un sonrojo de vergüenza en su amigo.
Suni suspiró por décima vez en el día y estacionó el auto en la puerta de la residencia del Seo. E instintivamente se puso nerviosa al no ver al gordo gato anaranjado dentro de la casa.
Pero su cuerpo se algo rígido al cruzar miradas con Kayden quien estaba sentado en el sofá, atento a sus movimientos.
No puedo creer que me de miedo un gato -pensó.
- ¡Siéntense, traeré bebidas! -dijo Jiwoo emocionado.
La Yim tragó saliva y no le quedó de otra que sentarse al lado de Kayden ya que sus otros amigos ya habían ocupado el otro sofá, ella cruzó sus piernas y evitó todo contacto visual con el felino.
- Que raro -comentó Jisuk mirándola con una sonrisa burlona- Te ves ¿cómo decirlo? ¿nerviosa? ¿por qué no acaricias al gordo? Siempre estás con él ¿o acaso te da miedo?
- No gracias, tengo las manos resecas y me lastimaré -respondió y le extendió al gato unos snacks sin mirarlo.
Estos tontos no saben con quien se enfrentan –pensó irritada- Este maldito gato es capaz de asesinarlos si se lo propone.
Intentando ignorarlo, comenzó a crear figuras de energía para que el resto de los gatos jueguen con ellas, pero eso no quitaba lo tensa que se encontraba a cada movimiento de Kayden, sintiéndose incómoda por la manera en la que come las comida ¡un gato no debería agarrar las cosas con sus dos patas delanteras!
Debo mantenerme serena para no caer en la locura -pensó suspirando, pero todo su esfuerzo se fue por la borda cuando el felino se dirigió hacia ella- ¡Ya es tarde!
- Oye, niña -le habló despacio- Sígueme un minuto.
- Si, señor -murmuró poniéndose de pie.
En el pequeño trayecto hasta el patio la chica jugó con su collar debido a lo nerviosa que se encontraba ¿la mataría? Ella estaba dispuesta a rogarle que la mate sin dolor, pero primero debería hacerle jurar que no toque a sus amigos. Su vida por la de ellos.
- ¿Qué estás haciendo? -preguntó Kayden cuando estuvieron solos.
- Nada ¿qué hace usted? -contraatacó mirando a otro lado.
- ¿Por qué actúas de forma extraña delante de mí?
- No me culpe -suspiró tocándose la nuca- Quiero decir, un gato derrotó a un fuerte despertado y para colmo habla ¿cómo debería actuar?
- Actúa normal -cortó.
Suni no sabía donde se había metido, esto era más raro de lo que podía manejar.
- Si lo que le preocupa es que diga algo, puede quedarse tranquilo que no diré nada -intentó calmarlo- Lo juro por mi patética vida.
- ¿Ni aunque te lo pida Jiyoung Yoo?
- Ni aunque ella me lo pida -aseguró arrodillándose delante de él- También le quería dar las gracias
- ¿Heh? -se sorprendió- ¿Por qué?
- Me salvó y también a mis amigos -sonrió levemente- Le debo mi vida por eso.
Aquello conmovió a Kayden, además de Jiwoo, nadie le dio las gracias antes. Pero sus ojos volvieron a abrirse más asombrado cuando sintió un toque en su frente.
- No indagaré más en su vida, señor michi -sonrió sin sacar su dedo de la frente de él- Pero debo suponer que gastó energía por nuestra culpa, espero que esto le sirva.
Al terminar de decir aquello, Suni no dudó en transferirle una gran parte de energía para suplantar la energía que Kayden perdió en la anterior batalla.
- ¿Con esto hacemos las paces?
- Te estaré vigilando -suspiró desviando la mirada.
- Sí, señor.
Su conversación se vio interrumpida gracias al sonido de la puerta de entrada abriéndose, dando paso al trio de varones quienes le dijeron que alimentarían a los gatos callejeros ya que anteriormente no lo hicieron.
Suni asintió de acuerdo y los siguió mientras fumaba unos pasos más lejos de ellos, no quería que el humo los molestara.
- ¡Jisuk Yoo, Suni Yim! –gritaron a sus espaldas.
- ¿Señorita Subin? –soltó confundida- ¿Qué la trae por aquí?
- ¡Cállate, no me trates como una vieja, somos de la misma edad! –la señaló- ¡Además! ¡¿Cómo se atreven a jugar por un tonto como ese?!
- ¿De qué hablas? –habló Jisuk.
- ¡Ese tipo es Wooin! –gritó señalando al pelinegro.
- Chocolate por la noticia –bromeó Suni recibiendo una risa de Jisuk.
- ¡Dijeron que no sabían cuando se lo pregunté!
- Cierto, pero ahora los sabes –suspiró el peliblanco- Ahora vete.
Suni miró la confrontación tranquila y no intervino cuando Wooin dio la cara por sus amigos, siendo Subin quien afirmó que ambos chicos de Shinhwa habían cambiado porque ahora tenían amigos que los defendieran.
- Ahora que lo pienso, mintieron y dijeron que no lo conocían por su bien ¿no?
- ¡¿Qué?! –gritaron sonrojados.
La peliazul desvió su mirada mientras escuchaba el griterío de Jisuk, jamás admitiría que ahora su mundo giraba en torno a esos varones.
Aunque su mirada se volvió neutral al oír las quejas de Subin ya que el pelinegro no se había afiliado a la Unión.
- ¿Hay algo malo en eso? –habló Jiwoo por primera vez- Es natural querer pensar en una oferta repentina.
- ¿Quién diablos eres tú? –gruñó la de pelo corto.
- ¿Yo? Soy amigo de Wooin, Suni y Jisuk...
Suni bostezó, prendió un cigarro y se alejó de ellos unos metros, pero aún seguía escuchando la pelea sin sentido, hasta que Jisuk decidió llamar al ejecutivo de la Unión.
- ¿Sr. Park? Subin Lee está intimidando a Wooin... Si, y hace un tiempo vino a la escuela e hizo una gran escena... Está haciendo lo mismo con Wooin ahora mismo...
- ¡Oye, Jisuk Yoo! ¡¿Qué crees que estás haciendo?! –gritó alterada.
- Tuve que quedarme en casa con el señor michi, pudimos haber dormido calentitos –suspiró intentando ignorar los gritos de pelea de fondo.
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