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Ella solo quería fumar un cigarro mientras se recostaba en su gran cama, jamás esperó que su líder le ordenara buscar a su hermano menor a la secundaria.
- Ojalá me atropelle un auto –murmuró pateando una piedra- ¿Por qué debo buscarlo? Es lo suficiente grande como para cuidarse solo.
Suspiró cansada y miró al cielo mientras se apoyaba en un pequeño muro fuera de la secundaria de Jisuk. Ocultó sus manos dentro de su gran sudadera negra y esperó pacientemente a que el peliblanco llegara.
Mientras, observaba desinteresada a los estudiantes que salían del edificio, frustrándose al localizarlo con el grupo de idiotas que siempre lo acompañan. Pero por más que quiso irse y dejarlo a su suerte, debía seguir ordenes de arriba, por lo que caminó hasta posicionarse frente a él.
- ¿Qué demonios haces aquí? –soltó al verla.
- Buscando una manera para morirme –contestó aburrida- ¿Nos vamos?
- Vete tú, debo arreglar asuntos con alguien.
- Que molesto.
Suni suspiró y se quedó a su lado, esperando a que él complete su tarea. Para suerte no esperó mucho ya que en unos segundos apareció el objetivo de Jisuk.
- ¡Jiwoo! –llamó al chico.
Suni lo detalló detenidamente, su cabello era color crema y sus ojos eran de diferentes tonos de marrón. Asintió en un leve saludo cuando la miró y siguieron su camino hasta quien sabe dónde, ella no prestó atención, solo quería dormir.
- ¿De verdad tenemos que pelear? –preguntó Jiwoo nervioso.
- Bueno, golpeaste a mis amigos –respondió.
- Lo hice porque tus amigos lastimaron a mi amigo.
La peliazul bostezó mientras los oía, no se metería en esa pelea, no era de su incumbencia y no tenía ganas de moverse, suficiente fue levantarse de su cama y caminar hasta la secundaria.
Tomó un cigarro de su sudadera y lo encendió llevándoselo a la boca mientras observaba la absurda batalla que se desataba, aunque no duró mucho ya que Jisuk detuvo su golpe.
- Oye, Jiwoo ¿tu pierna está bien? ¿te la lastimaste?
- Uhm, si...
- Mierda –se alejó frotándose la nuca- No puedo creer que pelee con alguien herido.
Suni elevó una ceja y apagó el cigarro con sus dedos, ignorando al triste chico y siguiendo a Jisuk hasta su motocicleta, dispuesta a llevarlo a la asociación.
- No le digas nada a nadie –gruñó el chico- Mi hermana me matará.
- Tampoco tenía pensado hacerlo, gastaré saliva en vano.
No dejó que respondiera y comenzó a manejar, solo deseaba acostarse a dormir, desperdició mucha energía en menos de una hora.
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¿Acaso no podía tener paz? Ni bien entró al edificio su superior la tomó del cuello de su sudadera y la arrastró hasta una sala junto a Jisuk.
- ¡Maldita sea, Jisuk! ¡¿En qué estabas pensando?! ¡Te dije que dejaras de hacer eso! –regañó Inhyuk golpeando el sofá- ¡Y tú, Suni "perezosa" Yim! ¡¿Por qué no interviniste?!
La chica se vio tentada a responder, pero si lo hacía probablemente el señor Goo la haría entrenar hasta que su energía se acabara.
- ¡¿Acaso pensaron que no sabría de su pelea?! ¡Y no jovencito, antes de que digas algo, Suni no me dijo nada! –suspiró cansado y miró a ambos- Jiwoo es diferente a ustedes, creció sin saber nada de los despertados y creyendo que su habilidad única era una maldición. En comparación de sus vidas, donde fueron reconocidos y alabados como despertados desde una edad temprana, Jiwoo estaba dispuesto a renunciar a su oportunidad de vivir normal evitando a la gente a su alrededor.
- ¿Era tan malo? –preguntó Jisuk apenado.
- Si –asintió el mayor- Me sorprendió mucho después de comprobar sus antecedes. Su familia se mudaba todos los años, incluso si sus poderes no fueron descubiertos por otros. Básicamente vivió toda su vida siendo extremadamente cuidadoso con su entorno, lo que también explicaría cómo no fuimos capaces de descubrirlo antes.
- Y tenías que mostrar tus poderes a un chico como ese –soltó Suni, recibiendo una miranda asesina por parte de Inhyuk.
- Eres la menos indicada para hablar, se supone que debías detenerlos ¿dónde está tu inteligencia? –la señaló.
La peli azul desvió la mirada, no podía decir que fue por floja.
- ¿Qué creen que hubiera pasado si la presidenta se enteraba? –soltó el pelinegro- ¿No dijo ella que no dejaría las cosas ir la próxima vez?
- Yo solo quería descansar –se quejó la ojigris- La presidenta solo me ordenó buscarlo ¿por qué debería cuidar su espalda? Es mucho esfuerzo para alguien tan problemático como él.
- ¿¡A quien le dices problemático?! –gruñó Jisuk- Y no es como si noona se fuera a enterar, nunca terminamos la pelea de todos modos, ni fue al hospital.
- Verdad -asintió Suni.
- Mientras hyung no diga nada, todo estará bien –sonrió Jisuk- Además, es demasiado sensible, quiero decir, meterse en peleas es algo que los usuarios despertados hacen ¿por qué es tan estricta al respecto de todos modos? Siempre trabaja en el interior, lo que tampoco ayuda... Y ni siquiera tiene un novio a esa edad y trabaja todo el día en la oficina ¿qué clase de vida es esa?
La piel de Yim se crispó al sentir un aura asesina a sus espaldas, por lo que lentamente empezó a ponerse de pie queriendo huir. Su muerte debía ser tranquila, no con dolor.
- Y-yo me iré, debo hacer cosas importantes -mintió con voz nerviosa.
Pero no pudo ponerse recta debido a la mano en su hombro que la obligó a sentarse, a la vez que la frente de Jisuk sudaba al sentir lo mismo que la chica.
- Jisuk Yoo, ha pasado un tiempo desde la última vez que entrenamos juntos ¿no? -soltó Jiyoung detrás de ellos.
- Noo-na... -la llamó temeroso.
- Sígueme -la presidenta se dio vuelta y caminó hasta la puerta, pero antes miró a la peliazul- Suni Yim, tu vicepresidente está agotado, supongo que no te gustaría que se desmaye mientras está haciendo su trabajo.
La chica tragó saliva al comprender su mensaje, ella quería que hiciera el trabajo de Inhyuk durante quien sabe cuánto, y no podía negarse por más que quiera.
- ¡Hyung, sálvame! -gritó el otro adolescente.
- ¡Que la pasen bien! -sonrió el mayor al saber que tendrá unas lindas vacaciones.
- Esto me pasa por nacer –se quejó Suni poniéndose de pie.
No sabía que prefería más, si estar rodeada de papeles o entrenar, aunque de igual manera no podría descansar apropiadamente. Lo único que le quedaba era seguir las órdenes de su presidenta y complacerla si quería que redujeran su castigo.
¡Pero por más que cumplió con todo, su castigo no terminaba más!
Cinco, cinco malditos días han pasado –pensó cansada mientras le entregaba un documento a la azabache.
- Según la investigación, Jiwoo Seo no ha ido a la escuela durante estos últimos cinco días -informó Suni poniéndose recta frente al escritorio- Tampoco puedo ponerme en contacto con él
- Bien -suspiró Jiyoung- Irás a disculparte con él personalmente.
- ¿...qué? -soltó incrédula.
- Jiwoo no ha ido desde el día en que Jisuk causó problemas -dijo cruzándose de piernas- Él se ha enterado que es un despertado no menos de un mes, debe haber sido fuerte enfrentarse a otro despertado en una pelea real.
Suni ya sabía por donde iba la conversación.
- Anteriormente Inhyuk habló con él en nombre de Shinhwa y le prometimos protección -la miró seriamente- Y como él está descansando, es tu turno ofrecer disculpas por causar problemas.
-... Bien –suspiró.
La de cabellos azules se reverenció ante su líder y fue directamente hasta su habitación para cambiarse de ropa. Bostezó cuando terminó y emprendió camino hasta la residencia del Seo en su motocicleta, quería terminar rápidamente para irse a descansar.
Al llegar bajó de su vehículo y caminó directo hasta la puerta mientras observaba la casa tamaño familiar. Tocó el timbre y esperó pacientemente a que le abrieran.
Por otro lado, Jiwoo miraba la pequeña pantalla preguntándose por qué tal chica estaba ahí.
- ¿Quién es ella? –preguntó Kayden en su forma de gato.
- No conozco su nombre, pero la vi en la pelea que tuve con Jisuk –respondió- No sé por qué está aquí.
- No me gusta la idea, pero deberías hablar con ella para saber que busca.
Jiwoo asintió a las palabras de su maestro y abrió la puerta, mostrando la anatomía de la chica, quien lo observó y cruzó sus manos delicadamente frente a su estómago, dispuesta a hablar.
- Buenos días –saludó en una leve reverencia- Mi nombre es Suni Yim, soy parte de la misma asociación que el joven Jisuk y el señor Goo, y sé que debes tener muchas dudas ¿podría pasar para hablar con más comodidad?
Jiwoo asintió un poco nervioso y la dejó ingresar mientras observaba como se sacaba sus zapatillas. Suni ignoró la miraba amenazante del gato naranja y se sentó frente al chico.
- Como dije antes, mi nombre es Suni Yim y pertenezco a Shinhwa –comenzó a hablar- Debido al incidente, la presidenta me pidió tomar el lugar del señor Goo por estos días ya que él se encuentra descansando, por lo que estoy aquí en representación de él.
Ambos varones la miraban atentamente, más Jiwoo al escuchar como una chica de su edad se encargaba de un puesto tan importante como el del vice presidente de una asociación de despertados.
- Como podrás ver, también soy una despertada –confesó para su sorpresa.
- ¡¿Eres una despertada?!
- Si –asintió.
Para hacer una pequeña demostración, abrió la palma de su mano y de ella emergió una pequeña esfera azul oscuro, casi negra.
- Conozco tu habilidad, por lo que creo que deberías conocer la mía –lo miró y cerró su mano, desapareciendo la esfera- Tú tienes habilidades de velocidad y yo puedo hacer formas con mi energía.
- ¡Wow! –soltó Jiwoo maravillado.
- Siguiendo el tema –habló con un sonrojo, no esperaba esa reacción- Sé que me viste el día de la pelea y por ello pido disculpas personalmente por no haber intervenido y causar que Jisuk te lastime –dijo sinceramente inclinando su cabeza.
Cuando elevó la mirada, pudo apreciar la mirada de Jiwoo, se veía cansado y agotado, como si no hubiera dormido desde hace días, causando que la culpa dentro del cuerpo de la chica creciera.
- Entiendo cómo te sientes –siguió apenada- Shinwha prometió protegerte, y en cambio, uno de nuestros miembros se enfrenta a ti y te obliga a una batalla de despertados, sin contar que otro miembro no la detuvo... Estoy segura de que debes sentirte traicionado.
Suni se sentía presionada y culpable, la mirada de los cinco gatos la juzgaban y provocaban que se sintiera el peor ser humano del mundo, más la mirada asesina del gato anaranjado de rallas.
- Jisuk Yoo es el hermano menor de la presidenta -continuó hablando- Nuestra líder es Jiyoung Yoo, es muy conocida en el mundo de los despertados. Jisuk tal vez sea su hermano menor, pero también fue muy talentoso de joven e incluso ha sido reconocido por su habilidad... tanta fama provocó que cause problemas sin autorización de la presidenta, este es uno de esos casos, asi que de verdad esperamos que aceptes nuestras disculpas. Incluso la líder estaba descontenta y por ello nos castigó personalmente, más a mí por no intervenir y romper las reglas. Espero que te sientas tranquilo al saber que no te molestaremos más.
El silencio de Jiwoo hizo que su ánimo decayera, era obvio que con una disculpa no se resolvería los problemas que tuvo que pasar.
- Entonces ¿eso significa que no puedo volver a pelar con él? -soltó Jiwoo, sorprendiéndola.
- ¿Qué...?
- Dijo que tendríamos otra batalla después de que mi pierna se curara -explicó mirando su extremidad.
- Espera... ¿me estás diciendo que quieres desafiarlo de nuevo? -preguntó incrédula.
- Si, señorita.
Suni estaba sorprendida ¿acaso Jiwoo quería probarse a si mismo? Ella quiso negarse, pero al ver esa mirada brillante llena de determinación borró esa idea y sonrió levemente.
- Lo entiendo, arreglaré una hora y lugar para que tengas una revancha con Jisuk.
- ¿En serio? -preguntó sonriendo.
- Claro, este es mi número -le entregó una tarjeta de presentación improvisada- Contáctame cuando estés completamente recuperado.
- ¡Muchas gracias!
Suni no comprendía, había creído que él estaría asustado y huiría del mundo violento de los despertados, pero ahora se comportaba tal y como una persona despertada.
Sonrió al verlo tan feliz, desde que ingresó a su casa pudo darse cuenta de que la vibra de ese chico era diferente a la de los demás despertados adolescentes. E increíblemente hizo que ella sonriera y dejara de lado su expresión cansina ¿quién era Jiwoo Seo?
Aunque sus pensamientos se vieron interrumpido al darse cuenta que su cuerpo estaba siendo apresado por los cuatro gatos del chico. Uno de ellos estaba en sus pies, otros dos en sus laterales, y uno gris de cicatriz en su hombro.
- Pareces que les agradas –comentó feliz Jiwoo.
- Supongo –suspiró risueña acariciando la cabeza del gato gris- Me gustaría pasar más tiempo conversando pero es momento de que me retire, fue un gusto poder conocerte, Jiwoo –habló levantándose delicadamente para no dañar a los felinos.
- ¡Oh si! –reaccionó y la acompañó hasta la puerta- Hasta luego, señorita Suni.
- Puedes hablarme informalmente, somos de la misma edad, y presiento que nos veremos más seguido.
- De acuerdo, muchas gracias por la visita –le sonrió.
Suni suspiró satisfecha y se alejó de aquella casa, sintiendo que su pecho se llenó de una calidez que no sentía desde hace dos años.
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Nota: ¡Estoy emocionada por empezar esta historia! Siempre quise leer fanfics sobre Eleceed pero nunca encontraba, asi que dije ¿por qué yo no? Espero les guste y la disfruten!
Por si no sabían, "Hyung" es un honorífico para decir "hermano mayor"; y "Noona" es para referirse a una "hermana mayor"
¡Si votan y comentan me alegrá muchisimo! <3
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