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№50

Eileen.

No tenía otra opción, Yeoreom era mi única esperanza para salir de ahí antes de que me descubrieran merodeando por la zona.

- ¿Dónde estás?

Su pregunta me hizo soltar el aire de mis pulmones, aliviada, disminuyendo toda la tensión e incomodidad que me resultaba llamarla.

- No... No lo sé. - respondí mirando a mi alrededor inquieta - Parece una zona industrial. No hay nadie. Bueno, sí hay, pero no creo que deba ir con ellos, otra vez - suelto riéndome para no llorar. - Tienes que venir a por mí lo antes posible - digo con nerviosismo.

- ¿Qué ha pasado? ¿Está todo bien?

- No, no esta nada bien. Estoy en peligro.

- Dios mío, Eileen.

- Se ha liado mucho, necesito que me saquen de aquí.

- Vale, mantén la calma, Eileen. - dice con una voz suave aunque también parecía nerviosa - Busca... Busca algún cartel, algo que pueda buscar por Internet - se le escuchaba entrecortado, la cabina telefónica estaba muy deteriorada, suerte he tenido de que aún funcionara.

- Un momento.

Me asomo fuera de la cabina vigilando que no hubiese nadie andando por ahí. Miro de un lado a otro y reconozco el cartel de una de las naves industriales que hay en la zona. Está algo sucio y parece abandonado. Aún así, creo que nos puede servir.

- Prefabricados Son Hyun - logro reconocer achinando los ojos ya estaba algo lejos - No sé dónde estoy de verdad - sigo diciendo nerviosa y escucho algo de silencio por su parte - ¿Hola?

- Eileen - habla - Lo tengo. Estoy ahí en media hora. Llamo a la policía.

- ¡NO! - grito y enseguida bajo la voz - No la llames, por favor, ven a por mí, disimula, finge, trata de no llamar la atención, pero ven a por mí. La policía no puede enterarse, eso solo va a empeorar la situación.

Escucho un suspiro por su parte, resignada.

- De acuerdo. Ya estoy saliendo de casa.

- Gracias. - agradezco, incluso se me llenaron los ojos de lágrimas. Estaba deseando salir de ahí.

- No tardo.

Me escondo en un oscuro callejón, detrás de un contenedor de basura enorme donde apoyo mi espalda en la pared y me dejo caer al suelo completamente exhausta. Me duele todo el cuerpo y mi respiración sigue muy alterada. Miro mis pies descalzos, llenos de mugre y heridas que me había provocado por correr por las calles así. Me paso las manos por la cara, para limpiar un poco mi rostro. El nerviosismo sigue en mi cuerpo haciendo que mis piernas temblaran.

Mi corazón no dejaba de dar un vuelco cada vez que escuchaba coches pasar por la carretera a una alta velocidad, aunque quería fingir que estaba bien, la verdad es que estaba muy asustada. Si volvían a capturarme, era mi fin.

El atardecer pintaba el cielo de colores anaranjados, aunque apenas se podía apreciar ya que nubes negras tapaban parcialmente. En unos minutos sería de noche, ya empezaba a notar la brisa fresca que me ponía los pelos de punta y aunque me abrazara a mi misma, el frio se estaba apoderando de mi cuerpo.

El claxon de un coche me hizo asomarme de mi escondite con mucha prudencia. Y reconocí el gran coche de Yeoreom estacionado, ella miraba de un lado a otro buscándome, con una expresión seria en su rostro. Me alegro de verla ahí, de verdad que no había tardado mucho. Aguanto mis ganas de llorar, esto aún no había terminado.

Me mira completamente espantada cuando salgo de mi escondite y corro hacia su coche. Quizás no se esperaba el aspecto que traería.

- Oh Dios mío, Eileen - susurra tapándose la boca cuando abro la puerta - Pero qué mierda ha pasado...

- Arranca, por favor. - digo con seriedad mientras me pongo el cinturón y veo sus manos temblar ante mi orden. Cambia de sentido en el mismo lugar y acelera para salir lo más rápido de ahí.

- ¿Se puede saber qué ha pasado? - pregunta algo confusa, lo entiendo, yo también lo estaría si no entiendo lo que está ocurriendo.

- Acabo de escapar de unos hombres, me habían secuestrado.

- ¡Pero qué! Dios mío ¿Cómo estas? Ay Dios mío ¿Te han hecho algo? - me mira a la cara aterrorizada.

- Estoy bien...

- Ay dios, Eileen ¿Seguro? ¿Dónde vamos? ¿Vamos al hospital? ¿A la policia?

- Vamos a mi casa, por favor - miro por el retrovisor y me percato de algo - Mierda... - maldigo en alto mirando hacia atrás.

- ¿Qué pasa? - pregunta con nerviosismo.

- Primero... tenemos que perder de vista al coche que tenemos detrás... O a los dos.

Los faros de dos coches nos deslumbra, unos coches oscuros, voluminosos y amenazadores que se acercaban cada vez más a nosotras.

- Corre, Yeoreom.

- ¿Q-Qué?

- ¡Corre! - grito haciendo que reaccione al darse cuenta que el coche negro que teníamos detrás casi nos come. Pisa el pedal a fondo haciendo que aceleremos bruscamente.

- No me jodas, Eileen. - dice nerviosa mirando por el espejo - ¿Quiénes son? ¿Por qué nos siguen? Joder joder.

- Tranquila, Yeoreom, no te pongas nerviosa, ahora no puedes ponerte nerviosa.

- Ah bueno, no sé cómo voy a controlar eso, la verdad.  ¡Porque nunca me han seguido! - ahoga en un grito mirando al frente y yo me quedo en silencio. Entendía su reacción, la estoy poniendo en peligro, como a todo el mundo. 

- Lo siento, Yeoreom. No tenía otra persona a la que contactar.

Toma aire y la suelta poco a poco.

- No, soy yo quién lo siente - expresa más calmada y pone su mano en la palanca de marchas - Tienes razón, no tengo que ponerme nerviosa ahora.

Yeoreom cambia de marcha para pisarle más a fondo al pedal y logramos distanciarnos de los dos coches nos perseguían. La veo coger el volante con más seguridad y su espalda se pone recta.

- Los perderemos pronto - me asegura con una sonrisa que me pilla por sorpresa. Su pelo largo se mueve descontroladamente al tener la ventana abierta y se ve completamente concentrada en la carretera. Logramos salir de aquel polígono industrial pero aquellos coches seguían persiguiéndonos. La luces de los coche seguían brillando en la distancia pero Yeoreom se esforzaba en mantener la ventaja. La carretera es larga, de dos carriles y por suerte se encuentra completamente vacía por lo que Yeoreom no teme en acelerar, solo que, al final de ella nos encontrábamos con la entrada a la autopista.

- Mierda, se están acercando mucho - maldigo cuando uno de los coches logra alcanzarnos. Tanto se acerca que toca la parte trasera de nuestro coche. Yeoreom pega un grito atemorizada.  Entonces saco la pistola que tengo escondida en la cintura de mi falda. Yeoreom vuelve a gritar cuando la ve.

- ¿¡Qué haces con eso!? - grita espantada.

- Se lo he robado a uno de los que tenemos detrás - explico mientras abro la ventana y me asomo para mirarlos.

- ¿Qué piensas hacer? - me pregunta casi gritándome, seguramente los nervios la estaban matando. Vuelvo a colocarme en mi sitio y con el arma en mis manos, la recargo.

- Pisa fondo cuando yo te avise.

- ¿Cómo?

- Cuando te diga, aceleras.

Rápidamente me asomo por la ventana y apunto al coche que tenemos justo detrás. Los dos hombres dentro del coche, al darse cuenta que están siendo apuntados, se asustan y pegan un volantazo. Casi cerrando los ojos disparé, dejándolo a la suerte para que la bala alcanzara una de las ruedas delanteras y, sorprendentemente, lo consigo.

El coche pierde el control al tener una de las ruedas pinchadas y es la oportunidad perfecta para alejarnos de ellos. Aunque hay otro coche que sigue detrás nuestras y que adelanta a sus compañeros.

- ¡Acelera! - le grito a Yeoreom y pisa más a fondo el acelerador, sobrepasando la velocidad máxima de la carretera y dejando atrás el coche. Me vuelvo acomodar en mi asiento y guardo el arma en mi falda, esperaba no volver a utilizarla más.

- Agarrate, Eileen - me advierte Yeoreom pero apenas puedo escucharla por el viento que entra por su ventana.

- ¿Qué?

Con una maniobra arriesgada, tomó la curva de la entrada de la autopista casi derrapando haciéndome que me agarre con fuerza para no salir volando dentro del coche. Gira el volante rápidamente para enderezarlo pero sigue manteniendo una velocidad alta incorporándose en la autopista llena de coches que se ven sorprendidos por nuestra entrada.

- Dios mío - digo después de aquello intentando peinar mis desordenados pelos. Parecía que estábamos montadas en una montaña rusa.

El motor rugía fuerte mientras avanzábamos por la autopista congestionada de coches. Aquello nos hizo disminuir mucho nuestra velocidad. Cuando miro por el retrovisor, me doy cuenta que aún seguían detrás nuestra.

- ¿Aún nos siguen? - pregunta casi gritando por el viento que entra. Había coches por todos lados y si nos despistábamos podríamos causar un accidente.

- Sí.

- Bueno, espero que me pagues la multa - dice ella con una sonrisa divertida y mira por los retrovisores. Después de ello, pego un grito cuando empieza a maniobrar con destreza entre los coches. Se escuchaban pitidos por parte de los demás conductores que se veían sorprendido por el caos que estaba ocurriendo, pero Yeoreom solo le importaba alejarse lo máximo posible de ahí, de buscar el momento perfecto para abandonar la autopista y dejar atrás a los persecutores. Menos mal que cuando la miro veo su sonrisa en la cara, parecía que estaba disfrutando. Sé que la adrenalina está fluyendo por sus venas, yo también la siento. Yo también siento mi corazón latir con fuerza.

- ¡Dios mío, Yeoreom! - ahogo cuando sigue haciendo esas maniobras tan temerarias.

En medio de la velocidad y tensión, ambas sabíamos que nuestra vida dependía de su habilidad de conducción, de encontrar la salida o estrategia para perder de vista a aquellos que nos seguían en la extensión de la autopista. Todo se había convertido en una carrera y Yeoreom estaba dispuesta a darlo todo para conseguir nuestra libertad.

- Cuidado, que se vienen curvas - me advierte con una sonrisa y veo como sus ojos repasan cada espejo de su coche, comprobando que su próximo movimiento no acabe en accidente. Cuando vio el momento perfecto, en el momento en el que nuestro persecutores nos perdieron de vista entre el mar de coches, tomó la salida más cercana y la autopista se quedó atrás nuestra. Dirigió el coche hasta introducirnos en calles secundarias y desérticas donde no disminuyó la velocidad hasta asegurarnos que nadie nos estaba siguiendo.

Estaba altamente sorprendida con las habilidades de conducción de Yeoreom, ya que gracias a ella, estábamos las dos vivas.

- Wow, eso ha sido impresionante, Yeoreom. - expreso una vez hemos pasado lo peor. Se ríe un poco, es una risa nerviosa.

- No sé ni cómo lo he hecho. - suelta el aire.

- Lo has hecho increíble - le digo mirándole a los ojos - Gracias. 

Sonríe un poco pero vuelve enseguida a mirar la carretera.

- ¿Seguro que quieres ir a tu casa? Vamos a denunciar esto... Ha sido muy peligroso.

- No puedo, aún no. Tengo que ir a casa, tengo que encontrarme con mi hermano y Jungkook y... tengo que ir hablar con Hana.

- ¿Con Hana? - pregunta confusa. - Espera ¿Te refieres a la... ex de Jungkook?

- Esa misma, la responsable de todo lo que me han hecho, de todo lo que acabamos de vivir. La misma.

Frena de golpe y casi salgo volando de mi asiento sintiendo el cinturón apretándome en el cuello. Me dolía mucho esa zona de casi morir estrangulada hace apenas un par de horas. 

- Joder, avisa si vas a frenar así... - me quejo mientras ella se queda asimilando lo que le acabo de decir.

- ¿Me lo estas diciendo en serio? - me mira con los ojos abiertos.

- ¿El que? ¿Lo de Hana? Sí, muy en serio.

- Conozco a Hana desde hace muchos años, esto no puede ser real. - me hace escupir su afirmación con una risa sarcástica.

- Me parece que Hana os ha estado mintiendo toda vuestra vida. No es lo que aparenta, parece ser que es una psicópata de manual. De verdad, está completamente loca. Su padre también, otro loco. Nadie se salva en esa familia.

Se queda en silencio, apretando el volante con fuerza. Tensa.

- Encima, me ha amenazado por Jungkook. Que te juro que si ahora mismo la tengo enfrente la dejo calva...

- ¿Cómo? ¿Qué te dijo?

- Si no dejaba a Jungkook en paz, él estaría en peligro.

Yeoreom me mira estupefacta.

- ¿Y Jungkook? - pregunta.

- ¿Jungkook qué? - estoy con la cabeza apoyada en la ventana, estaba mareada después de tanto movimiento.

- ¿Hana ha conseguido hablar con él?

Yeoreom me mira preocupada.

- Yo que sé, he estado no sé cuántas horas secuestrada, a saber que ha estado haciendo la muy... - me muerdo la lengua y cojo aire - Seguro que ya lo ha intentado. Igualmente, tengo que verme con Jungkook ya, tengo que advertirle.

Busca con desesperación su móvil que está guardado y me lo lanza mientras ella sigue conduciendo.

- Llama a Jungkook.

- Oh, buena idea.

Me acuerdo de su código y desbloqueo su teléfono rápidamente, busco en los contactos el nombre de Jungkook.

"El número al que llama no está disponible..."

- Tiene el móvil apagado - y aquello me puso muy nerviosa. 

- Qué raro... - se queda en silencio unos segundos - Jungkook no quería volver a verla. Por nada en el mundo.

- Imagino por qué, si siempre ha sido así de loca, normal que no quiera volver a verla. - digo con retintín y rodando los ojos.

- Cuando Hana me dijo que venía a Seúl, sabía que iba a traer problemas. Espero que Jungkook no caiga en sus mentiras.

- ¿Debería preocuparme?

- Pues sí.

- Joder, Yeoreom.

- Es la verdad. Hana siempre ha conseguido todo lo que ha querido en su vida, no sé cómo pero lo conseguía. Su padre siempre me dio muy mal rollo pero a Hana nunca nadie se ha atrevido a pararle los pies. La verdad es que con lo que me estas contando me está dando mucho miedo. Tengo mucho miedo. 

- Pues ya ves. Bueno - carraspeo la garganta - también nos han estado persiguiendo por robarle a su padre un collar, pero eso es otra historia. - digo riéndome para quitarle hierro al asunto.

- Pero ¿qué? - me mira con la ceja fruncida.

...

Subo las escaleras de dos en dos, siendo seguida por Yeoreom que se ha empeñado en acompañarme. Escucho varias voces dentro de mi casa y rápidamente toco la puerta provocando el silencio de estas. Qué ganas tenía de llegar a mi casa.

Cuando se abre la puerta reconozco el cuerpo de Namjoon y a Danielle que al principio tenían una mirada de muy pocos amigos pero al verme cambió a una de sorpresa.

- ¡ES EILEEN! - grita Danielle que salta hacia a mí y me abraza mientras rompe a llorar desconsoladamente. La abrazo con la misma intensidad, me alegraba mucho verla. Danielle empezó a preguntarme veintemil preguntas tan rapidas que apenas podía contestar, estaba muy preocupada por mí y mi estado físico.

Cuando levanté la mirada vi a mi hermano salir a recibirme aunque va algo dolorido y verlo así, tan malherido me impresionó tanto que no pude evitar romper a llorar. Veo su sonrisa de lado, aquella que siempre es divertida y burlesca cuando me ve ahí. Danielle me suelta y Jimin se acerca a mí para darme un abrazo.

- Hermanita...

- Te hicieron mucho daño - lamento llorando mientras él analiza las heridas de mi cara. Él niega con la cabeza mientras acaricia mis mejillas con mucho cuidado.

- Más daño me han hecho yendo a por ti, no merecias vivir esto - dice con una voz rota. Lloro en su hombro soltando todo lo que había estado guardando todo este tiempo. Estaba tan asustada, tan aterrorizada por todo lo que había tenido que vivir, estaba deseando que esto acabara ya. No podía seguir aguantándolo. Jimin me abraza fuerte y me siento tan pequeña y sentirlo así me lleva cuando era una niña y lloraba asustada por culpa de papá.

- Lo siento mucho, siento mucho que hayas tenido que pasar por esto - escucho su voz triste mientras acaricia mi cabello. - Me siento muy responsable. - niego con la cabeza varias veces - Hoy... hoy termina todo esto - se separa un poco para mirarme a la cara, posa sus manos en mi rostro y limpia mis lágrimas - Tengo el collar.

...

No me siento en ningún momento en el sofá, ni en la cama, no quiero relajarme porque aunque Jimin se empeñaba que yo ya no me iba a participar más en este embrollo, no me podía permitir hacerlo. No iba a estar tranquila. Daba vueltas por el piso, supongo que asimilando la situación actual. Danielle insiste que me siente, que me cambie de ropa pero no puedo. Tenía otras prioridades.

- ¿Tienes el collar? - pregunto quedándome quieta. Jimin que está de pie, asimilando que yo ya estaba de vuelta, asiente con la cabeza.

- Encontré la cajita en mi casa - habla Danielle - a Jimin se le cayó de la mochila la última vez que vino... - de mientras Jimin se tapa la cara, seguramente avergonzado por lo ocurrido. - Lo siento, no sabía yo que era tan importante - se disculpa Danielle que no tiene ninguna culpa. Jimin se sentía muy culpable por lo que me había pasado, pero yo no le di importancia. Lo único que me importaba en estos momento es volver a la calma.

- Perfecto. - digo asintiendo con la cabeza.- ¿Dónde está Jungkook?

- Fue hablar con... ¿Hana?

Yeoreom que estaba apoyada en la pared me miró espantada.

- ¿¡Qué!? ¿¡Por qué ha hecho eso!? - pregunto alterada.

- Dijo que él quizás podría hacer algo. - suelto el aire después de pasarme la mano  por la cara.

- ¿Dónde? ¿Donde ha ido?

- No lo sabemos. Jungkook no coge las llamadas. - responde Namjoon. 

- Ya, tiene el móvil apagado.

- Joder - maldice Jimin dándose la vuelta mientras yo respiro hondo para no perder la calma.

- Yo sé dónde puede estar - interrumpe Yeoreom decidida y todos la miramos - Sé dónde se esta hospedando Hana. Tiene todo un hotel para ella y su padre.

...

Antes de salir me limpio las heridas y toda la sangre que tenía por mi cuerpo. Me miro en el espejo del baño, tengo un aspecto horrible y me fijo en las marcas que rodean todo mi cuello. Aún dolían demasiado.  Salí del baño un poco más aseada, sin restos de sangre de otro individuo, ni heridas sin limpiar. Me encontré con el ambiente tenso en el comedor.

Jimin se puso de pie, dispuesto a salir.

- Quédate - le ordeno - Iré yo.

- Y una mierda. - me responde - He sido yo el causante de todo, tengo que ir yo a devolverlo.

- Mierda es como estás tú - digo acercándome a él seriamente. Danielle puso su mano en mi hombro.

- Vamos nosotros, por favor, ya has sufrido mucho - expresa ella con unos ojos tristes.

- Que no, me niego quedarme aquí.

- Pero tú tampoco te vas a venir Danielle - le dice Jimin con una expresión serios. Danielle le mira apenada, asustada mientras le toma la mano acariciándosela con cuidado - Si te pasa a ti algo, voy a pasarme todo el resto de mi vida torturándome.

- Vale, pues vamos tú y yo - le digo a Jimin - No nos va a pasar nada - digo mirando a Danielle - Esto es algo que a mi hermano y a mi nos involucra. Y nosotros lo vamos a cortar.

- Iremos todos - habla Namjoon dejándonos en silencio - No pienso permitir que vayáis solos a la boca del lobo ¿Crees que va a salir todo bien? Ingenuos. - se pasea por el salón - No va ser fácil entrar ahí, no nos están esperando con las puertas abiertas, ni a ti - señala a mi hermano - ni a ti - me señala - Así que, esto no lo vais hacer solos ¿De acuerdo? - Jimin iba a rechistar pero la mirada fulminante de Namjoon lo dejó en silencio. Finalmente asiente con la cabeza - Bien. Yeoreom - se gira para mirar a Yeoreom que sigue de pie, con los brazos cruzados y con cara de preocupación - ¿Dónde queda ese hotel?

- Os llevo. Voy con vosotros.

- Eh, no, no - interrumpo posicionándome enfrente de Namjoon y dando la espalda a Yeoreom para oponerme completamente - Yeoreom no va a venirse. Ya bastante la he puesto en peligro antes.

- Sí lo haré - habla con seguridad y giro mi cabeza para mirarle - Ya lo ha dicho Namjoon, iremos todos.

Danielle me mira sorprendida por la decisión rotunda de Yeoreom.

- ¿Por qué? ¿Por qué quieres venir, Yeoreom? - pregunto girándome para verla. No lo voy a esconder, desconfio de ella.

- Siento que debo hacerlo - habla con firmeza - La verdad es que llevo... llevo mucho tiempo reflexionando sobre nuestra amistad. Dándome cuenta lo mal que me he portado contigo y nunca mereciste que te tratase así. No supe apreciar la persona que eres, incluso sabiendo, toda la carga que llevas encima. No puedo esconder que me enfadé mucho cuando empezaste a juntarte con Jungkook... Yo estaba enamorada de él - dice aunque parece que le da algo de vergüenza confesarlo - Sé que todo esto no justifica mi actitud, sé que lo hice mal y fui muy dura contigo. Hemos pasado muy buenos momentos juntas, la verdad es que siempre has intentado animarme cuando mis padres me dejaban sola por tantos meses. Siempre estabas tú ahí para sacarme una sonrisa en los días más tristes. Todos esos momentos, siempre los agradeceré. Por eso siento que debo ayudarte ahora.

- No tienes por qué - espeto seria - No necesito que me demuestres lo tan arrepentida que estas. Me hiciste daño en su momento, pero yo ya lo superé dándome cuenta el tipo de persona que no quiero a mi lado.

Asiente con la cabeza, quedándose en completo silencio bajo las miradas atónitas de mi hermano, Danielle y Namjoon. 

- Lo entiendo, Eileen. Y voy a respetar tu decisión, sin embargo - sus ojos me miran fijamente mostrándome una expresión de firmeza que verdaderamente me sorprende - ahora no voy a cambiar de opinión y voy a ir con vosotros para pararle los pies a Hana.

- Es muy arriesgado - niego con la cabeza pasándome la mano por la cara, algo estresada - Joder, ya lo has visto en la carretera. No quiero ponerte más en peligro. No es solo Hana, es su padre y todos los matones que tienen como escoltas.

- Lo sé, pero estoy dispuesta a enfrentarme a ello.

- Yo igual - interviene Danielle que se pone a su lado, apoyándola - No pienso quedarme aquí intranquila, sin saber si os volveré a ver ¡Que no, que me niego! Esto no lo vais hacer solos. - dice mostrando una sonrisa, sintiendo el apoyo de Yeoreom y Namjoon que muestra una sonrisa.

Volteo mi cabeza para encontrarme con los ojos sorprendidos de Jimin y que se encoge de hombros en señal de que no tenemos otra opción que aceptarlo.

- No os preocupéis - espeta Namjoon con una sonrisa que sorprendentemente logra tranquilizarme - Tengo algunos contactos que están dispuestos a ayudarnos.

Guiña un ojo.

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sé que he tardado mucho en actualizar y siento que os merecéis una disculpas

la verdad es que escribir el final está siendo MUY difícil no os voy a mentir, a parte de que me he estado tomando unos días de vacaciones y he aprovechado para viajar, descansar y disfrutar mi tiempo libre para desconectar

espero que os haya gustado esta parte, he intentado hacerlo lo más emocionante posible

dejadme en comentarios qué os ha parecido os estaré leyendo como siempre jeje

un besito muy grande

intentaré no tardar mucho para actualizar :)

byeeee

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