Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

№44

Eileen.

Los fuertes brazos de mi novio rodean mi cuerpo desnudo debajo de las sábanas de su cama. La cama no era grande, así que, si te confiabas demasiado podrías caerte de ella. Escucho su vecina que no para de hacer ruido moviendo sillas y de gritar a sus gatos. Jungkook ya me había advertido de ella, que al parecer no se encontraba mentalmente bien. No sabía la hora que sería, pero ya me resultaba imposible volver a dormirme. Además de que me gustaba observar al hombre que tenía a mi lado. Su calmada respiración acaricia mi hombro y ahora estando bocarriba su brazo me tiene atrapada bajo él. A pesar de despertarme con una resaca tan terrible, a su lado me sentía muy cómoda.

Aprovecho la luz que entra por su ventana para observar su cuarto de universitario. Simplemente podría destacar su escritorio lleno de libros y la fotografía de su hermana y él encima de su cómoda. Yo no solía pasar mucho tiempo en su cuarto, de hecho, había sido la primera noche en la que dormía en su cama. Traer a Jungkook hasta aquí, fue algo difícil, más que nada porque era imposible que él mismo mantuviese el equilibrio. Me sorprendió verlo tan mal. Y no me refiero mal de borracho, pasado de copas, si no, emocionalmente.

Esos ojos llenos de lágrimas, inquietos, tristes y su voz entrecortada... No creo que pueda dejarlo pasar como si nada.

Los gritos de la vecina a sus gatos logran despertar a Jungkook. Él siempre se queja de ella, ya que su cuarto era el único que daba enfrente de su ruidosa vecina. Sus compañeros de piso afortunadamente apenas la llegaban a escuchar.

- Mmm... - Gruñe molesto en mi hombro mientras se mueve un poco para volver acomodarse abrazándome. Aprovecho para observar lo bello que se encuentra recién despierto y la forma que toma su pelo completamente alborotado.

Me tomo la libertad de acariciarlo, de pasar mi mano por su cabello largo y llevarlo hacia atrás, sé que le encanta que lo haga. Sé que debe sentirse muy mal ahora mismo con la resaca, pero intento que mis caricias lo relajen.

- ¿Cómo estás? – pregunto suave cuando sé que ya está despierto, aunque mantiene sus ojos cerrados. Se queda en silencio, pero a los segundos sus brazos me rodean para poder esconder su cabeza en el hueco de mi cuello. Lo abrazo también y mis manos acarician su espalda desnuda para calmar su malestar.

No responde a mi pregunta, pero lo que siento con este abrazo es suficiente para darme cuenta de que no está bien.

- Jungkook.

- ¿Hmm?

- ¿Me contarás lo que te ocurre?

Silencio.

Al ver que no responde decido separarme un poco para poder mirarlo cara a cara. Su expresión seria me pone muy nerviosa.

- Lo haré – responde con determinación. Asiento con la cabeza, ya un poco inquieta y asustada por lo que le estaba pasando. Sabía yo que no era por el alcohol. Algo pasó anoche y yo no me había enterado.

Aun así, dejo un beso en sus labios y aquello le provoca una pequeña sonrisa. Como veo que aquello lo alegra, empiezo a dejarle varios besos por toda su cara. Escucho su risa y mi corazón se alegra de ese sonido salir de su boca.

- Me gusta despertarme así.

- Eso significa que tenemos que dormir más veces juntos. – indico con una sonrisa y Jungkook me da la razón cuando decide apoderarse de mis labios y posicionarse encima de mí, tratando de no aplastarme. Se apoya con una mano y con la otra acaricia mi mejilla mientras besa mis labios con mucha lentitud y dulzura.

Mi maldito móvil empieza a sonar fuerte, asustándonos y provocando que Jungkook deje de besarme.

- Paso – le digo y no dejo que se aparte de mí, se ríe un poco y vuelve a besarme.

La cosa es que nada más dejar de sonar, alguien vuelve a intentar ponerse en contacto conmigo.

- Quizás deberías... ya sabes... contestar. – me indica Jungkook con una sonrisa y ve mi cara de fastidio. Se aparta de mí y se acomoda a mi lado, apoyando su cabeza en la almohada y arropándose entre las sábanas. Mientras yo me levanto de su cama y me acerco al móvil que lo había dejado encima de su cómoda veo que él cierra los ojos.

En la pantalla me percato que quién me llama es Jimin.

- No quiero cogerlo – lamento en alto soltando pucheros y Jungkook se ríe en la cama. Finalmente acepto la llamada.

- Hermanita – ruedo los ojos al escucharlo - ¿Qué haces?

- Estoy con Jungkook.

- Ah... Ya veo. ¿Os he interrumpido? – pregunta con picardía.

- Pues s-  me interrumpe pasando de mí.

- Bueno, te llamo porque tenemos mucho que hacer hoy. – sé que está sonriendo mientras Jimin me dice eso. Se escucha mucho ruido de ambiente, parece que está en la calle.

- ¿El qué?

- He encontrado un posible comprador y en una hora he quedado con él ¿Me acompañas?

- Pff... Con la resaca que tengo...

- Vengaaaaa. Tomate una pastilla para el dolor de cabeza y listo.

- Lo raro es que tú no estés muriéndote con lo doblado que ibas anoche.

- Porque yo ya estoy acostumbrado a estas fiestas... Ay, parece mentira que vosotros seáis la juventud.

- Suenas como un viejo y solo nos llevamos cuatro años, no te flipes. En fin... Vale – digo resignada - Voy contigo. Pero ¿Tiene que ser ahora? – me giro y veo a Jungkook bocarriba, con su brazo detrás de su cabeza. Este sonríe cuando lo miro.

- Estaría bien si no llegamos tarde, la verdad.

Miro a Jungkook y como este me mira. Sonríe cuando yo solo estoy dedicándole pucheros. Quería estar a su lado todo el día.

- Vale... Ahora iré a casa. Por cierto ¿Dónde estás tú?

- Yendo a casa también.

- ¿Cómo? Es que ¿No has pasado la noche ahí?

- Eh no... - empieza a ponerse nervioso.

- ¿Cómo? ¿Dónde fuiste? – de repente aguanto mi aire sorprendida al darme cuenta de algo - ¿¡Con quien te fuiste!?

- ¿Qué? ¿Qué dices? No te he escuchado bien – ruedo los ojos - ¿Eileen? No te escucho bien, no hay mucha cobertura por donde estoy. – se pone la boca en el micro y – fffff No ffffff te fffff escucho.

- Jimin ¿Estas tonto?

Me cuelga.

Me paso las manos por la cara.

- ¿Te vas? – me pregunta Jungkook. Asiento con la cabeza varias veces mientras me acerco a él y me siento en el filo de la cama. Ahí puedo acariciar su lindo rostro y dejarle un beso en los labios. Sé que le duele la cabeza y que tiene mucho sueño.

- Sí, mi hermano quiere que vaya con él hacer unas cosas. Ya te contaré. – Jungkook me miró confuso pero asintió con la cabeza. – Nos vemos esta noche.

- Sí – se incorpora de la cama para ponerse a mi altura, su mano se posiciona en mi cabeza y me acerca a él para besarme de nuevo. Lo adoro.

– Mantén la calma con tu hermano – dice divertido cuando se separa de mí y me deja completamente atontada. – Respira hondo y no vayas a matarlo. No quisiera tener que visitarte a la cárcel.

Me levanto con un suspiro y tomo mi ropa de su silla para ponérmela, ya que iba en ropa interior.

- Lo intentaré.

...

Llego a casa y veo a Jimin tumbado en el sofá. Parece ser que está durmiendo así que cierro la puerta de un portazo y este se sobresalta. Veo su cara de espanto y sus ojos abiertos que me miran.

- ¡Dios! ¡Qué susto, Eileen!

- Buenos días, ya he llegado. – saludo con una sonrisa sarcástica.

- Vaya, no me había dado cuenta. Bienvenida. - Jimin me mira cansado y vuelve a tumbarse.

- Me tomo una ducha y vamos a deshacernos ya de ese maldito collar.

- De "maldito" nada. – vuelve a incorporarse del sofá y me mira.

- Sí, tengo muchas ganas de que se te quite ya la tontería – digo caminando hacia mi cuarto.

- Vete a la ducha ya, que apestas.

- Voooy.

- Y no tardes.

...

Salimos a la calle, Jimin lleva su mochila con el collar bajo candado. Lleva unas gafas negras y antes de salir de casa me obligó a llevar otras. Según él, así podríamos ocultar nuestros ojos y mostrarnos más serios. Me vestí con una chupa negra y algo que me impresionó fue cuando Jimin me pasó una navaja que debería llevar ahí guardada. Según él, es por si acaso. ¿Por si acaso qué? Por si acaso alguien quiere atacarnos o robarnos poder defendernos.

La verdad es que iba a decirle de todo, pero inconscientemente sonreí cuando cogí la navaja en mis manos. Empecé a sentir algo dentro de mí, supongo que hacía mucho tiempo donde no me metía en problemas y rozar la línea de lo peligroso me gustaba.

- ¿Me lo vas a contar o qué? – hablo indignada cuando vamos caminando por las calles. Yo solo me limito a seguirlo. No tenía ni idea de donde íbamos.

- ¿El qué?

- ¿Dónde has estado esta noche?

- Con vosotros, de fiesta, celebrando tu cumple. – sigue esquivando el tema. Lo miro mal y veo que no puede aguantarse la sonrisa.

- ¿En serio?

- Eh... ¿Qué es lo que quieres saber, maldita chismosa? Me fui con una chica.

- Uuuuh. Entonces ¿Triunfaste anoche?

- Sí, sí triunfé. – dice con orgullo y me carcajeo fuerte. - ¿Cómo no va a triunfar este hombre tan carismático y atractivo? Mis habilidades sociales me permiten llevarme a cualquier chica a la cama.

- Pfff... Qué creído te lo tienes. No te recomiendo ir diciendo eso.

- Pues empecé diciendo eso y ha funcionado. Supongo que le gusté lo suficiente como para llevarme a su casa.

- ¿Y vas a volver a verla?

- Claro que sí ¿Por quién me tomas? Yo soy todo un romántico y no puedo olvidarme de alguien de la noche a la mañana.

- No me lo puedo creer – digo riéndome. - ¿Cómo se llama? Si se puede saber.

- No recuerdo. – dejó de mirarme a los ojos. Jimin a veces mentía muy mal.

- ¿Cómo? ¡Qué mentiroso! Venga, dímelo. Tengo curiosidad. – Jimin negaba con la cabeza mientras yo le daba codazos. Seguí insistiendo.

- Danielle.

- Venga dim- me quedé con la boca abierta después de que él lo soltara. - ¿Qué... has dicho?

- Danielle.

- Te he escuchado.

- ¿Entonces por qué me haces repetirlo?

- NO ME LO PUEDO CREER.

- YA, YO TAMPOCO. – eleva la voz tanto como yo.

- PERO PERO – lo miro confusa y Jimin se ríe. – PERO SI DANIELLE NO TE SOPORTABA.

- Parece ser que me soporta y mucho. – dice con una sonrisa pícara y siento nauseas.

- Nomelopuedocreer.

- ¿No querías saberlo? Pues Danielle es increíble. De verdad, me muero por volver a verla.

- Cállate por favor. – digo evitando su mirada, alzando mi mano para que deje de hablar y andando cada vez más rápido.

- ¿No querías detalles? Me llevó a su casa y-

- BASTAAAAAA – le grito completamente torturada. No quería tener esos pensamientos en mi cabeza. Jimin se ríe a carcajadas, tan fuerte que parece el villano de una película.

De repente choco hombro con hombro con alguien por no estar mirando al frente. Rápidamente me giro para pedirle disculpas y me encuentro con una chica un poco más alta que yo. Me impresiona su pelo largo y rubio, bien cuidado y peinado. Viste con una gabardina y unos tacones que la hacen verla muy elegante. Parecía una modelo de lo guapa que era.

- ¡Lo siento! – me disculpo rápidamente, pero me parece extraño la forma en la que me mira, observándome detenidamente. Sus ojos repasan mi cuerpo y yo cuanto más la miro, más aumenta la sensación de que anteriormente ya la he visto. Lo que me es imposible recordar.

- No pasa nada. – contesta con una sonrisa que sorprendentemente me resulta falsa. Imaginé que fue por cordialidad y finalmente gira su cuerpo moviendo su cabello para seguir su camino.

Jimin que estaba a mi lado la sigue con la mirada y termina llevándose un golpe de mi parte.

- No la mires así o te pego más fuerte.

- Pero.

- Ni peros ni peras, acabas de acostarte con mi mejor amiga, no voy a permitir que en mi cara mires a otras mujeres.

- Vale vale – dice elevando sus manos – solo es que me ha resultado muy extraña ¿no?

- Un poco. Creo que le he gustado. Me ha mirado mucho.

- No creo, eres feísima. Seguro que se asustó con tu cara de dormir 2 horas.

- De verdad, como te odio. - digo con un suspiro.

A los pocos minutos llegamos al punto de encuentro. Me sorprendió que fuera en una cafetería, pensaba que iba a ser en algún sitio más escondido, más resguardado donde no llamáramos la atención a nadie que podía estar por ahí.

- Llegamos tarde ¿Lo sabes, no? – me susurra entrediente Jimin cuando estamos entrando en esa cafetería. Observo rápidamente la gente que hay. Hay literalmente 4 personas que toman tranquilamente un café en diferentes mesas, algunos están trabajando con el ordenador y otros solo están disfrutando de su bebida. Nadie se gira con nuestra llegada. También me impresiona lo pequeña que es la cafetería.

Sigo a Jimin hasta una mesa, al parecer reconocía al señor que estaba ahí.

- ¿Señor Choi? – interrumpe Jimin acercándose a la mesa de aquel señor que tomaba tranquilamente un café. Este se sorprendió cuando nos vio llegar y rápidamente se puso de pie para recibirnos con unas pequeñas inclinaciones por educación. El hombre se veía algo nervioso por nuestra presencia, sobretodo por Jimin que había optado por ponerse la mascara de la seriedad.

Tomamos asiento enfrente suyo, por mi parte me mantendría en silencio, observando.

- ₩1.500.000.000. – rompe el hielo Jimin con la expresión más seria posible (*1 millón de dólares)

El hombre casi se atraganta con el café. Incluso yo miré a mi hermano sorprendida de lo que estaba pidiendo por el collar.

- E-Entiendo que sea valioso – habla nervioso – pero no puedo pagar esa cantidad.

- Sí y es imposible bajarle el precio por lo valioso que son cada una de sus piezas. Me dijo por mensaje que lo quería sí o sí ¿Por qué ahora se va a echar atrás? Usted tiene ese dinero y este collar esta buscando un nuevo propietario ¿Es el que va a regalar a su esposa? Será la única que lleve una pieza como esta, se sentirá la esposa más afortunada del mundo.

Jimin intenta manipularlo, pero el señor parece que no va a cambiar de idea.

- Déjeme verlo, por favor. - Jimin parece desconfiar con su petición. - Me gustaría poder verlo. Quizás cambio de idea si puedo verlo con mis ojos.

Busca en su mochila y saca un pequeño estuche negro que lo coloca encima de la mesa. Veo que el señor va a abrirlo, pero rápidamente aparto el estuche para que no llegara a tocarlo.

- Lo abriré yo – digo seria. Jimin sonríe al verme reaccionar rápido.

Lo abro y dejo a la vista aquel collar.

- Única y exclusiva, adornado con un diamante de quilates, con una pureza excepcional y mire, este brillo tan deslumbrante – describe Jimin mientras los ojos encantados del señor Choi admira cada pieza del collar. Incluso a mi me parece precioso – Conjunto de esmeraldas verdes y piedras preciosas. Oro blanco de 18 quilates, una autentica obra maestra de la joyería. – Jimin le guiña el ojo.

- Espectacular. – vuelve a intentar tocarlo, pero cierro el estuche en su cara dejándolo con las ganas y procedo a guardarlo. – Quería observarlo un poco más...

- Cómpralo y podrás verlo todo el tiempo que quieras, mira qué fácil– intervengo con una sonrisa falsa.

- Me puede la curiosidad de dónde habéis sacado esta pieza.

- Herencia – dice Jimin rápidamente, aunque suena tranquilo.

- ¿Herencia? ¿Cuántos años tiene este collar?

- Muchos.

- Eso le baja un poco el precio que tiene...

- Está en perfecto estado. Su precio se mantiene.

- ¿Y por qué lo queréis vender?

Jimin pone ambas manos encima de la mesa. Se esta cansando de tantas preguntas y yo también.

- Podría bajártelo a ₩900.000.000 ($700.000).

- Mmm... ¿No decías que era imposible rebajarle el precio? Empiezo a dudar si realmente ese es su precio... Y también si es vuestro...

- No me toques los cojones – intervengo empezando a cabrearme – Claro que es nuestro.

- ¿En serio? Discúlpame, he juzgado sin saber. Supongo que no puedo juzgar a la gente por su forma de vestir. Me resulta sorprendente que unos chicos como vosotros tengan esto en sus manos. – me muerdo la lengua para no volver a soltar algo indebido. También empiezo a sentir a Jimin algo inquieto y mirar su alrededor rápidamente.

- Le voy a hacer una última pregunta ¿Le interesa el collar o no?

- Si me permitís, me gustaría pensármelo unos días. No hay problema, ¿verdad?

- Perfecto. – dice Jimin rápidamente y se pone de pie dejándome sorprendida por su acción. Recoge su mochila y me mira a los ojos indicándome que nos íbamos a ir ya. No entiendo la urgencia. – Gracias por reunirte con nosotros, pero debemos irnos.

- Oh, bueno, gracias por venir. Adiós, chicos.

Jimin sonríe falsamente y yo lo sigo a la salida confusa.

- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué nos hemos ido así? – pregunto caminando rápido a su lado. Ni siquiera sé a donde nos estamos dirigiendo, supongo que la cosa es alejarnos de aquella zona lo máximo posible.

- No iba a comprar nada. Además, nos estaban observando. Todos los que estaban ahí dentro, los que estaban en otras mesas, nos vigilaban.

- ¿En serio? ¿Quiénes son?

- Supongo que sus guardaespaldas, ese hombre tiene mucha pasta.

- ¿Y ahora qué?

- Nada, lo más seguro es que este hombre no va a comprarnos nada.

- Por Dios Jimin, necesito que te deshagas de esto ya. Creo que nos puede traer muchos problemas.

- Lo sé. No te preocupes, buscaré alguien pronto.

- Aunque sea bájale el precio, no sé, lo que sea, pero quítatelo ya de encima.

- Sí. – asiente con la cabeza.

- Bueno ¿Qué vas a hacer ahora?

- Voy a ir a ver a Danielle.

- ¿En serio? Madre mía, de verdad cuando vea a Danielle esta noche va a tener que explicarme muchas cosas...

- A lo mejor le da vergüenza entrar en detalle.

- No pienso profundizar tanto, por mi bien mental.

Me despido de Jimin y decido ir a comprarme comida a una tienda de conveniencia. Ando por las calles disfrutando de un corndog patata. Estaba muy metida en mis pensamientos hasta que empecé a sentirme algo rara. Paro en seco y observo todo mi alrededor, sentía que alguien me estaba siguiendo.

No vi nada extraño, así que sigo mi camino pensando que yo solo me estaba emparanoiando.

O tal vez no. 

_______________________

uuuuuh, ya empieza las movidas raras jajajaja

DANIELLE X JIMIN

me muero de verdad

Espero que os haya gustado este capítulo y que os haya dejado con ganas de más

Os leo como siempre

Muchas gracias una semana más por estar aquí y apoyar, me dais mucha fuerza ❤️‍🩹.

Aprovecho para fangirlear con SEVEN. O sea, vaya fantasía de canción, de mv y de hombre. JK me tienes a tus pies jajajajaja

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro