Jungkook.
Todo mi alrededor parece detenerse y deja de importarme cuando la veo desplomada en el suelo inconsciente. Corro hacia ella y me agacho para tomar su cara con cuidado y poder comprobar si reacciona cuando digo su nombre, pero me da un vuelco el corazón cuando esta no contesta. Escucho de fondo a Danielle, perdiendo los nervios y gritando asustada cuando ve a Eileen así. No tarda en llamar a Namjoon para pedirle ayuda.
Todos mis sentidos se concentran en ella. Compruebo si respira y el pulso que va disparado. Mis manos tocan su cara donde limpia una capa fina de sudor, esta tenía una temperatura corporal elevada.
- Eileen, por favor... – la desesperación puede conmigo viendo como no vuelve a la realidad. Sus ojos estan en blanco. Namjoon aparece junto con Danielle que intenta mantener la calma, pero está histérica.
- Estoy llamando a emergencias – me indica Namjoon con el teléfono en la mano.
- No. Tenemos que llevarla nosotros, la ambulancia va a tardar. Tenemos un hospital a 5 minutos, vayamos a ese - espeto rápido sin quitar ojo de ella. - ¡Eileen! - parece que empieza a reaccionar, entreabre los ojos pero los vuelve a cerrar ya que se encontraba muy débil. Tomo su caliente mano que tiembla.
- Voy a por el coche. - dicho eso sale corriendo.
Danielle se agacha a mi lado y toca la cara ardiente de Eileen.
- Por favor, mantenme informada - me ruega Danielle cuando decido levantarme con Eileen en mis brazos. Asiento con la cabeza y me dirijo a la salida. Los ojos de Eileen se abren muy levemente para mirarme, su rostro pálido no expresa nada pero se le ve tan aturdida que vuelve a cerrar los ojos dejándose llevar.
El coche de Namjoon nos espera en la puerta bajo las miradas atónicas de todas las personas que están esa noche por los alrededores. Namjoon me abre la puerta trasera de su coche negro donde tumbo a Eileen y me quedo a su lado, dejando que su cabeza reposara en mis piernas. Intento que el aire que entra por la ventanilla le siente bien pero su consciencia iba y venía constantemente.
- Más rápido, Namjoon. - le pido cuando Eileen empieza a tener náuseas.
Namjoon se concentra en la carretera, en adelantar los coches y llegar lo antes posible al hospital. Detiene el coche delante de la puerta de urgencias y salgo de él con Eileen en mis brazos, corro hacia la entrada de urgencias, quedándome sin aire y captando la atención de las sanitarias que quizás pensaba que iban a tener una noche tranquila.
Estas actúan sin perder un minuto más y me mareo cuando me rodean tantas personas. Tumban a Eileen en una camilla y la rodean tomando sus pulsaciones, analizando sus ojos, su piel, todo, a la vez que se la llevan hacia una sala donde no me permiten la entrada. Una enfermera me ametrallan a preguntas colapsando mi cabeza.
- N-No lo sé.
Intento formular una frase pero la urgencia de todos los enfermeros me bloquean.
Intento seguir a Eileen pero una mujer me lo prohíbe y me ruega que me quede fuera, esperando.
Me quedo petrificado en el sitio con el corazón revolucionado, viendo como se alejan con Eileen y finalmente la doble puerta se cierra en mi cara.
Eileen.
Los parpados me pesan, al igual que todo el cuerpo. Al abrir los ojos veo un techo blanco, uno que no conozco y la poca luz que entra entre las cortinas provoca un dolor agudo en mi cabeza. Me cuesta darme cuenta si estoy despierta o si estoy soñando, siento mi cuerpo muy pesado y cuando intento levantar el brazo derecho siento algo en él. Ahí es cuando reacciono. Mis ojos se abren y miran la aguja clavada en mi antebrazo conectado con un tubo donde el suero pasaba por él.
Empiezo a sentir un sofoco en mi cuerpo al darme cuenta donde estaba y cuando volteo mi cabeza mi corazón se altera al ver a Jungkook durmiendo en el sillón. Estaba sentado y su cabeza yacía hacia atrás, sus ojos estaban cerrados parecía que dormía plácidamente, pero seguramente no era así.
Mi cabeza duele y más cuando no sé que ha ocurrido. Me estoy empezando a encontrarme mal por los nervios y me incorporo de la cama. Iba a levantarme de ahí. Quería salir a tomar el aire.
- ¿Adónde vas?
La voz seria de Jungkook me para los pies.
Volteo mi cabeza y sus ojos se fijan con los míos. Tiene una expresión seria, tan seria que parece que está enfadado. Vuelvo acomodarme en la cama y este se levanta soltando un suspiro pesado.
- ¿Q-Qué ha pasado? - pregunto cuando lo veo caminar hacia a mí. No cambia su expresión.
- Parece ser que mezclar pastillas con alcohol no es lo adecuado, Eileen - dice con un suspiro y abro los ojos sorprendida - Te han tenido que hacer un lavado de estómago.
- ¿Q-Qué? - pregunto atónica.
- ¿Por qué lo hiciste?
- Oh Dios... - no puedo mirarlo a los ojos mientras intento recordar lo que había hecho. Me pongo muy nerviosa, se me había ido de las manos. - No, Jungkook, no es como estas pensando. No lo hice intencionadamente.
- ¿De verdad? - siento su dolor en la pregunta.
Siento mis ojos llenarse de lágrimas y el pecho encogerse provocándome un nudo en la garganta que me iba a asfixiar.
- De verdad - contesto con un hilo de voz - M-me encontraba muy mal e intenté darle una oportunidad a esas malditas pastillas en un momento donde había bebido. Dios mío, te juro que solo me tomé dos seguidas... Sé que no es lo correcto pero no lo hice conscientemente.
Suspira.
- De acuerdo. - se acerca a mi y verlo así de afectado me hace sentirme horrible. No puedo mirarlo a los ojos porque sé que rompería a llorar.
- Eileen, pide ayuda. No tienes que pasarlo sola.
Cuando siento su mano tocar la mía inmediatamente me derrumbo. Entrelazo su mano con la suya mientras siento las lágrimas rodar por mis mejillas. Se apoya en la cama y su mano libre toca mi cara para obligarme a mirar sus ojos. Sus dedos limpian mis lágrimas y sus ojos me miran con una preocupación que me aprieta el corazón. Por mi parte me es imposible dejar de llorar. Estaba muy afectada, había sido muy irresponsable e imprudente cuando decidí tomar un par de esas pastillas mezclándolas con alcohol.
Habían sido unos días donde mi estabilidad emocional se había visto muy afectada, los miedos y las inseguridades volvieron mucho más fuertes que nunca y me vi sola, en esa casa tan silenciosa y a la vez tan ruidosa donde no podía descansar ni gestionar todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Las pastillas en la mesita del cuarto captando mi atención después de beberme una botella de algún alcohol que compré desinteresadamente en el supermercado de 24 horas que hay cerca del piso. No pensé las consecuencias sabiéndolas perfectamente. Simplemente la desesperación de encontrar la paz mental fue suficiente para ignorar las advertencias todo para conseguir dormir unas horas antes de ir a trabajar.
Finalmente sus fuertes brazos rodean mi cuerpo, Jungkook también estaba triste y sentirlo así me rompe el corazón. Lloro en su hombro, como una niña pequeña asustada.
- Lo siento mucho - digo entre sollozos sintiendo su mano acariciar mi espalda. Me arrepiento y mucho. Yo no quería haber terminado así. - No sería capaz de hacerlo, te lo juro. Lo siento. - hablo muy rápido.
- Calma... No pasa nada. No ha pasado nada grave. - escucho su voz suave cerca de mi oreja y sus brazos aprietan mi cuerpo para sentirlo más. Necesitaba sus abrazos, era el lugar donde más segura me sentía. Se separa un poco de mí y toma mi cara con sus manos. Me limpia las lágrimas y veo su sonrisa salir. Por fin la veo. - Por suerte, no fue grave. Te creo cuando dices que no era tu intención, igualmente me lo han dicho los médicos. Te intoxicaste al mezclarlo con alcohol, por eso tu cuerpo no reaccionó bien a la mezcla. Ha sido peligroso pero intervinieron rápido y por suerte se ha quedado en un susto.
Asiento con la cabeza y Jungkook no suelta mi mano mientras fija su mirada en ella. Yo tampoco quiero soltarlo. Analizo su rostro, está cansado, apenas ha dormido y puedo observar sus ojeras debajo de sus ojos.
- ¿Has estado aquí toda la noche? - le pregunto mirando nuestras manos entrelazadas, qué bien se sentía.
- Sí.
- No tenías por qué hacerl- musito y no me deja terminar de hablar.
- Por supuesto que sí - levanto la mirada - No te voy a dejar sola, Eileen.
- Quiero volver a llorar... - digo con un hilo de voz mientras me muerdo el labio inferior. Jungkook suelta una pequeña risa y deja un beso en la coronilla de mi cabeza.
- Voy avisar de que ya despertarte, quizás en unas horas ya podemos irnos a casa.
...
Una doctora me revisa y me informa de que ya estoy bien para volver a casa. Me recomienda descansar y que tenga cuidado de no volver a mezclar lo que no se debe. Jungkook está sentado en el sillón escuchando atentamente lo que me decían. Yo asiento con la cabeza con las palabras de la doctora. Aun me sentía un poco débil pero estaba deseando salir de ese lugar. Odiaba el olor a hospital, me revolvía el estomago y me producía mucha angustia. Cuando la doctora se marcha, Jungkook se acerca a mí.
- Entonces ¿Ya nos podemos ir? - me pregunta y su mano acaricia mi pelo con lentitud. Adoro esos detalles y me quedo mirándole a los ojos tan cautivada. Como respuesta asiento con la cabeza varias veces. Veo su sonrisa posarse en sus labios y sus bellos hoyuelos se forman en cada mejilla. Estoy incorporada en la cama por lo que me es fácil acortar la distancia que nos separa. Quizás no se lo esperaba pero lo que más deseaba en ese momento era poder besarlo. Tal vez de esta manera sería capaz de expresarle todo lo que estaba sintiendo en ese mismo momento.
Jungkook no se aparta y nuestro beso es lento, tan lento que logra calmar mi loco corazón. Sus manos se posan en mi cara y nuestros labios se mueven, bailan entre ellos y nuestras lenguas se reencuentran saboreándose. Tiene algo diferente este beso, no es como todos los últimos que nos hemos dado. Siento su preocupación por mí, el miedo que ha tenido que pasar mientras yo estaba inconsciente. Siento algo que nunca me habían dado. Algo que no creí que fuera alguna vez sentir...
Amor.
Nuestro beso me alivia toda preocupación y ansiedad que siento en ese momento. Teníamos mucho de que hablar y no lo iba a dejar pasar, pero me tranquilizaba saber que Jungkook estaba ahí y que me iba a escuchar.
No quiero separarlo de mí, me gusta sentir sus labios y su lengua jugando con la mía, sus manos tomando mi cara y su pulgar acariciando mi mejilla con esa calma que logra transmitirme.
Me pregunté en ese momento si yo también sería capaz de trasmitirle todos estas buenas emociones que siento con él.
Mi mano tiembla cuando sube a su cuello y acaricio su piel que tanto anhelaba besar. Profundiza un poco más el beso y aquello me hace soltar un pequeño jadeo haciéndole sonreír contra mis labios. La temperatura de mi cuerpo empieza a subir cada vez más y creo que lo único que empecé a pensar en ese momento era que quería que siguiéramos esto pero en mi cuarto.
- ¡Eileen!
La voz de Danielle entrando por la puerta siendo perseguida por unas enfermeras intentando pararle los pies y un Namjoon agotado de correr detrás de ella nos mete un susto que casi nos provoca un ataque al corazón.
- ¡Señora! ¡Usted no puede entrar de esta manera! - le reprende una enfermera muy enfadada. Danielle se gira mirándole indignada.
- ¿Disculpa? ¿Cómo que "señora"?- le cuestiona con los brazos cruzados. Jungkook se tiene que aguantar la risa.- Tengo v e i n t i n u e v e años y tengo mejor cutis que tú ¿Cómo te atreves a dirigirte a mí as-
- Por favor, discúlpanos - interviene Namjoon interrumpiendo a Danielle y completamente muerto de vergüenza - Está un poco preocupada por lo que le ha ocurrido a nuestra amiga. - intenta apaciguar el enfado que tienen esas dos enfermeras. Danielle intenta decir algo más pero Namjoon se pone enfrente de ella y la manda a callar.
Las enfermeras deciden abandonar el cuarto advirtiéndoles que no vuelvan hacer algo así o la próxima vez llamarían a la policía. Danielle ignora completamente la advertencia y cuando se marchan corre hacía a mí.
- ¡AY EILEEN! - me grita tomando mi cara con sus manos e inspecciona cada parte de ella - ¿Cómo estas? ¿Cómo te encuentras? ¿Estas mejor? ¡Ay! Qué susto me diste - exagera su lamento mientras mueve mi cabeza de un lado a otro.
- Estoy bien - intento contestar a pesar de tener la cara aplastada entre sus manos.
- ¿En serio? - para de moverme la cabeza y hace que la mire a los ojos fijamente para comprobar que no estaba mintiendo. Asiento con la cabeza. - ¡Ay! Menos mal. - sus brazos me rodean el cuerpo.
- Ya le han dicho que puede volver a casa - informa Jungkook. Namjoon sonríe contento.
- Por favor, descansa mucho - me desea Namjoon. - Cualquier cosa, no dudes en llamarnos. - Miro a Namjoon mientras Danielle sigue abrazándome. Danielle se separa un poco para mirarme a la cara.
- Eres como mi hermanita pequeña, me muero si te pasa algo. Por favor, confía en nosotros, si te vuelves a encontrar mal, por favor, dínoslo, te cuidaremos - mi corazón da un vuelco con sus palabras.
- G-gracias.
Consigo agradecer, es lo único que podía decir en ese momento. Me sentía muy agradecida por la gente que me estaba acompañando en ese cuarto tan agobiante y del que estaba deseando dejar ya. En ese momento me di cuenta que era muy afortunada de tener esas personas en mi vida.
Decido levantarme de la camilla y ponerme mi ropa en el baño. Escucho como hablan entre ellos mientras me aseo y me peino mirándome en el espejo. Intento no mirar mucho mi reflejo para evitar feos pensamientos. Me lavo la cara con agua y salgo del baño, lista para abandonar el hospital.
Namjoon insiste en llevarme a casa en coche. Danielle ni siquiera me permite contestar, de cabeza iba a ir en el coche. Siento a Jungkook a mi lado acompañándome a la salida. El aire fresco me sienta bien. Tomo una buena bocanada de aire y la suelto poco a poco, sintiendo cada parte de mi cuerpo, intentando soltar todo lo malo para que no me siguiera hasta casa. Abro los ojos y me encuentro a Jungkook mirándome con una sonrisa. Me da vergüenza y miro a otro lado sin poder evitar que mis labios se elevaran.
En el coche me mantengo en silencio, la verdad es que la debilidad también me había quitado el humor. Quizás necesitaba dormir muchas horas para poder volver a ser yo misma. Aunque después de este susto, quizás también tenía que empezar a buscar una ayuda de un profesional para no dejar que algo así pudiese volver a ocurrir.
Volvería a ser yo misma pero sabiendo gestionar mis fuertes emociones.
- Jungkook ¿A ti te dejamos en tu piso? - pregunta Namjoon mirándole a través del retrovisor mientras conducía. Estábamos los dos en los asientos traseros y su mano se mantenía entrelazada con la mía. Nuestras manos reposaban encima de su pierna. Estas pequeñas acciones siempre me pillan por sorpresa y provoca algo en mi corazón que lo vuelve loco.
- Em... - duda pero rápidamente lo miro a los ojos y sabe lo que le estoy expresando. Su gran sonrisa se forma en su rostro, provocándome una a mí que hasta me da vergüenza de que la vea - No, yo me bajo con Eileen.
- Perfecto.
...
Abro la puerta del piso y me muero de vergüenza cuando veo el desastre que había formado en él. Botellas de alcohol esparcidas en cada rincón, colillas rebosando un cenicero, las persianas cerradas evitando que entrara ni un rayo de luz natural.
- Lo siento.
- No pasa nada - habla Jungkook mientras yo intento arreglar un poco aquel desastre pero se acerca a mí y de mis manos me quita las botellas. Las deja a un lado y con lentitud pasa sus manos por mis brazos. - Ve a descansar. Yo arreglaré esto.
- No.
- Sí - dice serio y ahora me arrastra hasta el cuarto. Camina hasta la cama y aparta las sabanas para obligarme meterme en ellas. Me sale una risa y Jungkook me mira confuso.
- De acuerdo... - ando resignada hasta la cama. Me siento en el filo de ella, me deshago de mis botas y con la misma ropa me tumbo en ella - Intentaré dormir un poco...
Pensaba que Jungkook iba a marcharse pero se tumba a mi lado y ambos quedamos mirándonos cara a cara.
- ¿Vas a quedarte? - pregunto ahora en voz baja ya que lo tenía muy cerca.
- Sí - responde tomando mi mano que esta entre nosotros. Su respuesta me forma una sonrisa en mi cara, él también sonríe cuando me tomo la libertad de acortar la poca distancia que nos separaba para poder abrazar su torso y dejar reposar mi cabeza en su pecho. Logro escuchar sus latidos y sus brazos rodean mi cuerpo. Me siento arropada y me parece tan agradable y confortable estar entre sus fuertes brazos que sé que pillar el sueño va ser una tarea muy fácil. Su mano acaricia mi espalda y yo cierro los ojos, aspirando el olor del detergente de su camiseta. Hay mucho ruido de coches fuera del piso pero me da igual, yo solo me concentro en su pecho que sube y baja, en como me abraza para relajarme y su mano que acaricia dulcemente mi rostro con sus dedos.
- Jungkook - hablo rompiendo el silencio y abro los ojos para mirar los suyos - Luego me gustaría hablar sobre lo de la otra noche.
- No te preocupes por eso, hablaremos pero ahora duerme un poco.
Asiento con la cabeza y me incorporo un poco para llegar a sus labios y dejar un pequeño beso en ellos. Luego vuelvo arroparme entre sus brazos. Sé que está sonriendo con mi última acción y yo también pero lo encondo contra su cuerpo ya que me da mucha vergüenza. Vuelvo a concentrarme en el latido de su corazón y finalmente me dejo caer en un sueño profundo.
★゜・。。・゜☆゜・。。・゜★゜
Aquí estoy de vuelta con un capítulo más.
En mi opinión ha sido un poco fuerte este capítulo, pues no quería dar ningún mensaje erróneo según lo sucedido con Eileen. Igualmente me veo obligada (porque yo quiero) a pediros que si estáis en una situación difícil, por favor, pedid ayuda. Amigos, familiar, profesionales o incluso, amigos de Internet. Y recordad que no estáis solos.
Espero que os haya gustado. Jungkook y Eileen cada vez están más cercanos. Jungkook es un amor de persona y la forma en la que quiere cuidarla me hace llorar jaja.
Os leo.
Muchas gracias por leer y nos vemos la próxima semana.
Qué tengáis una buena semana <3 ¡Os adoro!
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