№32
Eileen.
Un enorme sentimiento de enfado se apoderó de mi cuando vi a Jungkook saliendo por la puerta junto con Yeoreom. Las duras palabras de Yeoreom no dejaban de rondar por mi cabeza, torturándome y provocándome cada vez más una rabia que si no la sabia gestionar bien iba acabar conmigo. El pecho duele y el nudo en la garganta me dificulta poder hablar con normalidad. Sigo limpiando los vasos luchando para solo enfocarme en la tarea que realizaba.
- ¿Cómo has empezado el año nuevo?
Reconozco esa voz a mis espaldas y la verdad es que me sorprende que este aquí. Volteo mi cabeza y lo veo apoyado en la barra, con su típica sonrisa ladeada y sus ojos comiéndome de arribabajo.
- Younghyun...
Que diga su nombre le provoca una sonrisa socarrona.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto curiosa – Lo último que sabía de ti es que la fama te había vuelto loco. – mi comentario le hizo soltar una carcajada.
- Tonta, solo me he vuelto un poco más popular, nada más.
- Sí, pero aquí ya no vienes a tocar con tu banda.
- Eso es porque Namjoon no quiere apoquinar más dinero. Ya tenemos un caché medio-alto, sabes...
- Así nos agradeces que nosotros te hayamos impulsado la carrera... - digo mostrándome falsamente indignada. Younghyun vuelve a reírse mientras niega con la cabeza, luego suelta un suspiro corto y me mira a los ojos.
- He... He estado pensando mucho en ti durante este tiempo.
Aquello me hace soltar una risa sarcástica con su inesperada confesión.
- No me mientas – me acerco a la barra donde apoyo mi mano – Conmigo no hace falta que utilices esas tácticas.
- No miento, Eileen. He estado casi todas las noches tocando en diferentes lugares donde he podido conocer tantas chicas... Y me he dado cuenta que nadie es como tú.
- Lo sé – me sale una sonrisa egocéntrica – No hay dos como yo.
- Tienes algo que te hace única, además, extraño todas esas veces que hemos estado juntos.
- Venga ¿A dónde quieres llegar, Younghyun?
Su mano roza la mía y con tan solo descifrar su mirada sé lo que quiere de mí.
- Te espero esta noche.
Chasqueo la lengua mientras niego con la cabeza.
- Me parece que va a ser que no.
Frunce el ceño cuando se da cuenta que por primera vez estoy rechazándole.
- ¿Por qué?
- Porque no quiero. Además no estoy de humor, Younghyun. – le digo mientras aparto mi mano de la suya. En su cara puedo ver la confusión que le ha generado mi decisión. Sé que es muy tentador, pues Younghyun lo es, pero sorprendentemente no tengo ganas de pasar la noche con él como en los viejos tiempos. Me siento mal y lo único que quiero hacer es llegar a casa e intentar dormir.
- Yo sé cómo animarte – expresa con una sonrisa. Younghyun no es mal chico y realmente me cae bien. No somos muy cercanos ya que solo nos hemos acostado juntos pero realmente es un buen chico, un poco creído y orgulloso pero conmigo nunca ha tenido malas intenciones. Supongo que ambos hemos sabido llevar nuestra relación de un polvo casual y cada uno por su camino. Aunque esta noche, Younghyun venía más interesado que otras veces. - Venga, te invito a una copa, antes de que cierres.
- Encima me das más trabajo... - digo con un suspiro.
- Si quieres vamos a otro lado cuando salgas...
- No, déjate de tonterías. En cuanto cierre me voy a casa. – digo pero se le forma una sonrisa en la cara cuando ve que empiezo a preparar un par de chupitos de tequila encima de la barra.
Una parte de mí sabía que lo menos que debía hacer en ese momento era beber, más cuando peor emocionalmente me encontraba. La otra parte me incitaba porque sabía que la bebida me provocaba una falsa seguridad y lograba por unos instantes que mi ansiedad desapareciera. Jungkook aparecía en mi mente, yéndose con Yeoreom, la culpable de mi malestar. Estaba tan tan enfadada...
- ¡Brindemos! – dice él tomando su vaso. Mi mirada se había perdido en el mío, sabiendo perfectamente que no estaba haciendo bien. Finalmente tomo el vaso, brindo con él y me bebo todo el contenido de una.
Pierdo la cuenta de todos los chupitos que me bebo con Younghyun y me encuentro sentada a su lado, riéndome de sus anécdotas de su banda y las chicas con las que ha estado. El bar ya estaba vacío porque y a habíamos cerrado. Así que solo estábamos los dos en la barra riéndonos y bebiéndonos una botella de tequila.
- Voy a por mis cosas, ahora vuelvo – le indico a Younghyun que asiente con la cabeza mientras se bebe otro vaso. Cuando me levanto empiezo a sentir que todo se mueve levemente de un lado a otro y una risa nerviosa se escapa de mis labios mientras me dirigía al almacén.
- ¿Qué haces, Eileen? – la voz de Danielle me asusta cuando estoy recogiendo mis pertenencias de la taquilla.
- Irme a casa.
- No, me refiero tu estado y Younghyun...
- Pues solo estamos bebiendo y riéndonos, no pasa nada. No estamos haciendo nada malo – respondo pero parece que eso no le convence del todo.
- ¿Esta todo bien? – me pregunta y asiento con la cabeza y una risa me sale.
- Claro que sí ¿Por qué iba a estar algo mal?
- ¿Y Jungkook?
- ¿Qué pasa con Jungkook? – me pongo seria cuando sale su nombre en la conversación.
- Nada, Eileen, nada... Solo no hagas ninguna tontería que te puedas arrepentir luego ¿vale? – coge sus pertenencias y se acerca a mí para darme un abrazo – Ten cuidado volviendo a casa.
Me despido de Namjoon que se encarga de cerrar por completo el bar y cuando salgo Younghyun sigue esperando por mí. Me duele un poco la cabeza y mi vista se ve un poco afectada por el alcohol, aún así, tampoco estoy tan mal.
- ¿Sigues sin querer venir conmigo? – me pregunta con una sonrisa.
- Así es.
- Ya deja de hacerte la difícil – dice dándome un pequeño empujoncito con su hombro. El frio de la calle me ha helado la cara a pesar de que el alcohol haya enrojecido mis mejillas. Sigue habiendo mucho ambiente de fiesta por las calles, hay gente por todos lados y estos pasan por nuestro alrededor.
- Me voy a casa. – le indico ignorándole.
- Bueno... ¿Al menos me dejas acompañarte?
Younghyun no para de hablar y por un lado lo agradezco porque cada paso que dábamos peor me estaba sintiendo, sabiendo que esa noche me encontraría sola y tendría que lidiar con mis pensamientos. Me rio con él y me doy cuenta que es bastante gracioso, supongo que el efecto del alcohol le hacía ser así.
- ¿Has conocido a alguien, verdad? – me pregunta mirándome a la cara mientras yo lo ignoraba. – Es eso – se ríe por lo bajo cuando ve que no contesto. – Por eso no quieres esta noche estar conmigo.
- No es eso. – sigo escondiendo las verdaderas razones - No tengo ganas hoy. - respondo seria y me concentro en caminar lo más recta posible. – Si tanto quieres tener sexo, haber probado con otras.
- Fui especialmente a buscarte. No quiero a otras. Tú me pones mucho – le miro con cara seria y en silencio - ¿Qué? ¿Por qué me miras así? Te he dicho algo bonito.
- Sí, muy bonito – contesto sarcásticamente y ruedo los ojos.
- Aparte de sexo también puedo darte amor.
- ¿Eso desde cuándo? – pregunto con una risa – El Younghyun que conocí follaba y se iba a su casa al terminar.
- Ya no, eso no lo hago con la indicada. – me guiña el ojo. – Creo que deberías darme una oportunidad, seguro que te gusto más.
- Estas muy intenso esta noche. – le digo riéndome porque nunca lo había escuchado decir cosas de este estilo. – Pero me temo que voy a romper tus ilusiones. – le digo cuando reconozco mi portal. Me siento inquieta por dentro. Busco mis llaves en mi bolso – Gracias por acompañarme – le agradezco y me volteo para abrir la puerta pero su mano en mi brazo me lo impide y me hace voltear.
- Espera, Eileen. – le miro sorprendida por su acción y sus ojos miran los míos. Su agarre es flojo y me tiene cerca de él – Dame esa oportunidad. Lo único que quiero es hacerte reírte como cuando estábamos en el bar. Yo ya te conozco en la cama y lo que siento contigo con nadie más lo he sentido pero no te conozco tan profundamente como persona y sé me pierdo mucho de ti. Estoy seguro que eres tan única como presiento.
- Es que ¿Tener novia es ahora uno de tus propósitos de este año? – pregunto con una expresión facial que indicaba rechazo. Se tiene que aguantar la risa entre los labios.
- Eileen, te lo digo en serio.
- Y yo también. Lo siento Younghyun, estoy muy cansada. Enhorabuena con tu nueva forma de ser, seguro que te facilitará la tarea de completar tu propósito pero conmigo no.
- Bueno, déjame que me despida debidamente y me voy. – dicho eso acorta la distancia y siento sus labios en los míos. Sus manos toman mi rostro para intentar profundizar el beso que no sigo porque estoy en shock. Aquello no me lo esperaba y el alcohol que recorría mi cuerpo no me deja reaccionar rápido. Mis ojos se abren sorprendida y cuando lo escucho a él siento el mundo caerse encima.
- ¿En serio? – la voz de Jungkook me ayuda a reaccionar y empujo violentamente a Younghyun fuera de mí.
La sangre me sube tan rápido a la cabeza que siento que me voy a marear ahí mismo. Su serio rostro nos mira, con una decepción que me rompe el corazón. Younghyun es la viva imagen de la confusión cuando se percata de la presencia de aquel chico que resulta ser una de las personas más importantes de mi vida en ese momento. Un pilar emocional.
Cuando Jungkook se voltea corro tras él.
Jungkook.
Siento su fría mano agarrar mi muñeca con una fuerza que me sorprende. Mi cabeza funciona muy rápido, siento tantas cosas en ese momento que me es difícil gestionarlo. El corazón late contra mi pecho y el nudo en la garganta es cada vez más doloroso.
- Jungkook, espera, no te vayas – me ruega su voz con un tono de desesperación que nunca había escuchado por parte suya. No quiero mirarla a los ojos, no quiero porque me asustaba como iba a reaccionar pero su mano no me deja seguir mi camino. Tengo muchas preguntas en mi cabeza; quién es ese chico, por qué estaban besándose y por qué en su portal. ¿A caso se iba acostar con él?
- Suéltame. – mascullo enfadado. Volteo mi cabeza lentamente y lo primero que veo son sus ojos que expresan toda la angustia que estaba sintiendo.
- No. No lo haré hasta que me escuches – afirma con determinación aunque las palabras se traban en su boca. El olor a alcohol me indica que ha bebido.
- No me lo puedo creer ¿Estas borracha?
- ¡Escúchame, joder! – me grita.
- ¿Qué tengo que escuchar, Eileen? – pregunto mostrándome molesto por lo que acababa de ver. - Que "¿no es lo que parece?" – digo antes de que ella se me adelantara. Esto ya lo había vivido y el dolor que siento en el corazón no me deja respirar bien. Su boca se cierra dándome la razón y yo suelto un suspiro pesado. Maldigo por lo bajo – Joder, Eileen. Solo iba a dejar a Yeoreom a su casa... Y cuando llego te veo con ese tío... Ciego no estoy, Eileen.
Eileen gruñe enfadada cuando no le dejo hablar pero estoy tan nervioso que no puedo callarme. Maldigo por lo bajo antes de hablar.
- ¿Sabes? Acabo de defenderte de ella – hablo con inquietud - Acabo de decirle que confío en ti y que no eres como todo el mundo dice que eres... - se mantiene callada cuando hablo y no expresa ninguna emoción. Su seria expresión me pone nervioso - ¿Eres así, Eileen? ¿De verdad? ¿De verdad voy a tener que darle la razón a todas las personas que me han advertido de ti?
Sus ojos fríos miran los míos y el silencio que nos envuelve es pesado e incomodo. La calle se mantiene en completo silencio y puedo hasta escuchar como le cuesta respirar después de correr detrás de mí.
- Es que... ¿No confías en mí, verdad?
Mi silencio le resultó mi respuesta. Estaba muy impactado con lo que acababa de ver. Mi cabeza no me dejaba responder con claridad.
Eileen suelta mi mano y todo su rostro se vuelve más oscuro. Su aura me provoca un malestar y un escalofrío que recorre mi cuerpo.
- Genial ¿Sabes qué? – eleva su voz ahora mostrándose muy molesta - Paso – la miro confuso. Ella se da la vuelta y comienza a caminar a la vez que habla gritando – Que te den, Jungkook.
- ¿Qué? – suelto incrédulo y doy unas zancadas hasta llegar a ella y detenerla tomándola del brazo. Su rostro se gira rápido.
- ¡Vete la mierda! Vete con Yeoreom, que esta loquita por ti, vete a que te coma la cabeza y aléjate de mí – me grita y puedo ver como sus ojos se llenan de lágrimas. Aquello me hace abrir los ojos, sorprendido por su actitud – Estoy harta de todo. ¡Suéltame!
Eileen esta completamente fuera de sí, intento detenerla pero está demasiado alterada.
- Ve y dale la razón a Yeoreom. Dale la puta razón. – se zafa de mi agarre de mala manera y me quedo paralizado cuando veo lagrimas caer por su rostro. Intento acercarme a ella pero su mano en mi pecho evita que me acerque. Aquello me rompe el corazón y lo único que quiero hacer es abrazarla. Mis palabras la habían herido y ahora me sentía una completísima mierda. Su mano en mi pecho me lo impide y a pesar de no poder evitar que sus lágrimas salgan de sus ojos, su mirada me intimida, está muy enfadada y no voy a ser capaz de calmarla. Se limpia con rabia los ojos con la manga de su chaqueta. Sé que odiaba que la viesen llorando – ¿Quieres saber que iba a pasar? – pregunta con una sonrisa de lado de la que me produce escalofríos - Me iba a follar a ese chico – afirma con una sonrisa - ¿Te molesta? ¿Por qué debería molestarte? Si tú y yo no somos nada. – cada palabra que suelta son balas que atraviesan mi corazón. - Quizás Yeoreom tenga razón. Quizás todas y cada una de las personas que te han advertido tengan razón.
- Ya basta, Eileen. – mi voz sale seria y hace que su boca se cierre.
- Sí, ya basta.
Mantengo mi mano en su brazo, no quiero que se vaya y menos cuando esta así. Nunca la había visto tan emocionalmente afectada. Sus ojos son tan expresivos aunque ella intente ocultarlo. Nos quedamos unos segundos mirándonos en silencio. Sigo teniendo muchas preguntas al respecto pero algo me dice que debería escucharla y que no me puedo ir a casa viéndola así.
- No me mientas, Eileen.
- No te miento, de hecho, siempre soy muy sincera. – habla pero no puedo creerla. La sorprendo cuando mi mano toma la suya y la acaricio lentamente. Chasquea con la lengua y mira a otro lado para evitar que la vea llorando. No es cierto todo lo que ha dicho, lo sé.
- Eileen, vamos a descansar – digo suavemente. Había sido una noche muy larga y dura. Ya tendríamos tiempo para hablar de esto. Yo también estaba cansado y no había reaccionado de la mejor manera.
- Lo siento Jungkook – expresa con un hilo de voz y sin mirarme a la cara, ocultando sus ojos tristes. Aparta su mano de la mía lentamente y me siento vacío con un corazón que late rápido porque no quiero que se vaya. Pero se da la vuelta y camina rápido hasta su portal. Intento volver a detenerla pero ya no lo consigo. El chico que esta ahí nos mira confuso e intenta decirle algo cuando Eileen pasa por su lado pero lo único que se escucha es el sonido rebotando por toda la calle de la puerta cerrándose.
_______________________________________
Quiero abrazar a Eileen :(
No os enfadéis con nadie, aquí nadie es perfecto. Malas decisiones, malos entendidos, a todos nos pasa. Ojalá no y que todo fuera tan fácil pero así es la realidad. Cada persona es un mundo y cada uno lidia con sus problemas como puede.
Tenemos mucho que aprender, vivir y experimentar.
Los errores son fastidiosos y pueden amargarnos mucho la existencia, sin embargo hay que saber aprender la lección de ellos. Así es la forma más verdadera de evolucionar como persona.
Espero que os haya gustado este capítulo.
Os leo como siempre <3
¡Qué tengáis una buena semana!
Este es Younghyun 💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro