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№30

Eileen.

31 de Diciembre

El año ya está llegando a su fin y lo estaba deseando con muchas ganas. En general había sido un año difícil, como casi todos los años de mi vida.  Los últimos años que había pasado la Nochevieja en Seúl junto con Danielle y Namjoon habían sido trabajando toda la noche en el bar y la verdad es que la noche se pasaba rápido y era bastante entretenida. Mucha gente daba la bienvenida al año nuevo en la fiesta que se organizaba en el bar y no puedo esconder que era uno de los mejores eventos que se hacían. A pesar que desde hace muchos años para mi este día era, simplemente, un día más, desde que llegué aquí me di cuenta que poder despedirse del año por todo lo alto me creaba buenas sensaciones.

Y este año, sentía incluso más ilusión que los últimos años. Quizás saber que lo iba a celebrar junto con Jungkook me emocionaba.

Suena el timbre de mi piso y sé que es Jungkook que me espera en el portal. Mi corazón se emociona y me siento algo tonta de sentir estas sensaciones que me revolucionan todo mi sistema. Doy vueltas por mi apartamento como un pato mareado pues aún no estaba del todo lista.  Mientras me cepillo los dientes voy buscando la ropa que me iba a poner esa noche. Voy en brasier por la casa a la vez que me coloco una falda negra dando saltos para no caerme de morros al suelo. Mi móvil empieza a sonar, Jungkook estaba acribillándome a mensajes para que bajase de una vez. Me sale una carcajada al leerlo.

Jungkook: Bajaaaaaaaaaaaaa

Jungkook: No me puedo creer lo lenta que eres.

Jungkook: Te dije hace media hora que salía de casaaaaaaaa

Jungkook: ¿Qué haces?

Jungkook: Sal ya o me voy sin ti.

Termino de cepillarme los dientes mientras sigo leyendo los mensajes de Jungkook que me envía enfadado. Lo dejo en visto sabiendo que eso lo pondría histérico y me pongo rápidamente un top negro de mangas largas, seguidamente me peino dejando mi pelo suelto y me maquillo ligeramente. Me dirijo al cuarto para calzarme con unas botas rojas de tacón y echo un vistazo mi reflejo en el espejo. Quizás iba a pasar algo de frío en las piernas pero dentro del bar la temperatura era alta. Me veía muy atractiva con esa falda y sabía que Jungkook iba a morirse por mí.

Jungkook: Me voy.

Me siguen llegando mensajes de un Jungkook totalmente desesperado. Me abrigo con la bomber, tomo mi pequeño bolso donde llevo lo justo y necesario y decido abandonar el piso. Voy bajando las escaleras de dos en dos, muerta de ganas de verlo de una vez.

Grito internamente cuando lo veo apoyado en una de las columnas, esperando por mí, con calma, no parecía que de verdad iba a irse sin mi como sus mensajes expresaban. Su mirada esta fija en su móvil y yo en pocos segundos lo he analizado de arribabajo. Tiene su lindo largo cabello negro recogido en una coleta, dejando su cara despejada. Viste con sus típicas botas negras, esos pantalones anchos del mismo color y su bomber y yo me derrito viéndolo. Cuando abro la puerta del piso su rostro voltea a mi dirección y estoy tan, tan cautivada por su presencia que no me afecta en absoluto sentir el frio de la calle helar mis mejillas.

Su rostro pasa de calmado a uno de claramente molesto pero antes de escuchar su reprimenda por hacerle esperar, hablo yo.

- Qué guapo estás, Jungkook - le confieso nada más salir por la puerta. Es que se me caía hasta la baba. Aquello lo deja en desconcertado y su expresión de enfado se relaja para terminar riéndose a la vez que negaba con su cabeza.

- ¿Por qué has tardado tanto? - me pregunta cruzándose de brazos.

- Me quedé dormida, perdón. – no mentía, me había quedado dormida en el sofá después de comer. Me disculpo echándole ojitos de perrito mojado, él simplemente asiente con la cabeza, aceptando mis disculpas.

- Bueno... No pasa nada, pero la próxima vez no me tengas esperando en la calle. Hace mucho frío...

- Pobrecito mío, ahora me sabe mal haberte dejado esperando – le digo mirándolo con pucheros. Empezamos andar sin dejar de hablar.

- Eso es ¡Siéntete culpable si me enfermo!

- ¡Qué malvado eres!

- No lo soy...

- Sí, al menos conmigo lo eres.

...

El ambiente de esa noche en el bar es diferente a todas las anteriores noches. La verdad es que se respiraba esa felicidad y emoción de fin de año por toda la calle. Recién habíamos abierto el bar y ya se había llenado de gente. Se encontraba un DJ pinchando las canciones más top del momento, motivando a todas las personas que le daban una oportunidad a nuestro bar. La Nochevieja en The Moon Bar se solía celebrar por todo lo alto ya que era una de las noches donde más dinero se facturaba así que, desde bien pronto por la tarde nos habíamos dedicado a preparar la decoración de toda la sala.

Namjoon ama el fin de año y la verdad es que verlo tan emocionado por esa noche llegaba a trasmitirlo a todo el equipo. Nos organizó poniéndonos a Jungkook y a mí en la barra pues se nos complementábamos muy bien para preparar y servir las bebidas. Como refuerzo teníamos a Danielle pero ella estaría pendiente de otras cosas, como organizarnos y apoyarnos cuando más gente hubiese. Iba a ser una noche muy dura pero estábamos motivados y seguro que nos lo pasaríamos bien. 

Observo a Jungkook que sonríe a la gente que entra por la puerta, va de una lado a otro y adoro como brilla y destaca entre la multitud. Sé que le gusta lo que esta haciendo y no detesta el trabajo que aunque puede llegar a ser estresante, se le ve disfrutándolo. Supongo que la felicidad de la gente, el ambiente y las decoraciones que habíamos puesto nos afectaba positivamente el ánimo.

Faltaba menos de una hora para el Año Nuevo y yo ya empezaba a sentir esos nervios. Namjoon se subía en el escenario para animar a los que estaban en la pista, disfrutando del momento junto con sus amigos y preparados para dar la bienvenida al año nuevo.

Me reía a carcajadas junto con Danielle y Jungkook. Danielle nos había confesado que acababa de conocer el amor de su vida pero tal como lo había servido este había desaparecido del bar. Jungkook y yo nos reíamos con ella y su historia de amor tan efimera. De repente, Jungkook deja de reírse y veo que sus ojos se fija en un grupo de personas que entra por la puerta.

- ¡Chicos! - escucho a Jungkook emocionarse cuando se da cuenta que sus compañeros de piso habían entrado en el bar. Se me forma una sonrisa en la cara, a mí también me hacía mucha ilusión que estuviesen ahí. Taehyung y Yoongi me caían muy bien. Habíamos forjado una amistad y cada uno tenía una personalidad muy única y aquello me encantaba. Sabía que a Jungkook le hacía mucha ilusión que sus amigos estuviesen ahí esa noche pero mi sonrisa se me esfuma de golpe cuando reconozco a Yeoreom entrando detrás de ellos.

- ¡Buenas noches! - saluda un emocionado Taehyung apoyándose en la barra. Me guiña un ojo y se fija en Jungkook, intento devolverle el saludo de la forma más cordial posible pero la presencia de Yeoreom me lo dificulta.

- Qué bien que hayáis venido, no os esperaba - comenta Jungkook. Yeoreom sonríe y toma asiento en uno de los taburetes, apoya su brazo en la barra y su cabeza en su mano. Viste muy formal, con un vestido corto rojo y su pelo se ve perfectamente peinado y brillante. Sus ojos miran a Jungkook, repasando su cuerpo de arribabajo y algo arde en mi interior.

Desde aquel día en el parque de atracciones su "buena" actitud de golpe cambió conmigo. Supongo que se había molestado de que Jungkook y yo fuéramos tan cercanos. No podía imaginarse que alguien como yo pudiera estar con un chico como él.

Se estaba muriendo de envidia.

- ¡Qué guapa vas, Eileen! – me dice con una sonrisa mientras se llevaba el pelo hacía atrás. No me creo nada de lo que sale de su boca. Le devuelvo la sonrisa.

Yeoreom era tan falsa...

- Tú también Jungkook – le dice atrevida y Jungkook le dedica una sonrisa y le guiña el ojo.

Decido intervenir.

- ¿Qué queréis beber? – pregunto poniendo las manos en la barra captando la atención de aquellos tres.

...

La gente está emocionada pues faltan apenas minutos para que el año nuevo empezara. Namjoon sube al escenario y anima al público señalando el gran contador que un proyector muestra directamente hacia la pared. Danielle, Jungkook y yo estamos hasta arriba de trabajo, no paramos de un lado a otro. A pesar de tener a Yeoreom sin moverse de la barra observando cada acción que hacíamos, Jungkook y yo seguíamos con nuestros juegos como siempre. Él se reía cuando pasaba por su lado y lo provocaba con mis miradas. Que me siga el rollo me hace muy feliz a pesar de que a penas puedo parar para respirar.

- ¿¡Estáis preparados para la cuenta atrás!? – grita Namjoon a través de un micrófono. La gente que esta en la pista lo celebra ruidosamente. Cuando la gente ya se esta preparando para despedirse del año junto con sus amigos, su pareja o familiares, nos encontramos al fin sin nadie que atender. Me doy cuenta que necesitamos reponer algunas bebidas así que llamo a Jungkook para que me ayude a traer varias cajas.

Aprovecho para respirar en el almacén donde solo se puede escuchar las vibraciones de la música sonar de fondo y el bullicio de la gente. Jungkook entra siguiéndome. Lo escucho suspirar, había sido una hora muy estresante. Estiro mis brazos y me miro en el espejo para peinar un poco los pelos desordenados que llevaba por no haber parado de ir de un lado a otro como loca. Observo el reflejo de Jungkook desde el espejo, esa camisa blanca y con sus mangas remangadas dejando a la vista sus tatuajes me vuelve completamente demente. Lo veo acercarse al montón de cajas de bebidas para agacharse y recogerlas pero antes de hacerlo se lo impido.

- Jungkook. – hablo y lo miro por el espejo. Se pone derecho y fijamos nuestras miradas mediante el espejo. Se ve tan jodidamente bien...

- Dime. – me volteo y doy unos pasos hasta llegar a él. No soporto más la tensión que siento cuando estoy a su lado. Ya es una necesidad lo que siento y las ganas de besarlo se me hacen imposible de aguantármelas. Me pongo nerviosa, me tiembla hasta las manos al tenerlo tan cerca. Lo pillo completamente desprevenido cuando lo agarro del cuello de su camisa y lo acerco a mi para besarlo.

Sé que estamos trabajando pero al menos yo ya no lo puedo aguantar más tiempo sin sentirlo cerca de mí. Sin sentir sus suaves labios saboreando los míos. Por la forma en la que me corresponde me da a entender que él tampoco puede soportarlo más. Su mano sube hasta mi cara donde sus dedos acarician suavemente mi mejilla, yo las mantengo fuertemente en su camisa, para evitar que se escapara. Nuestros labios se complementan a la perfección con los míos y cuando su lengua juega con la mía siento mis piernas temblar. Por suerte, su mano se posa en mi cadera con firmeza y me siento segura y cada vez más y más caliente.

Empieza a caminar obligándome a andar hacia atrás, nuestros labios no se separan para nada del mundo y gimo cuando siento el frio de las taquillas chocar con mi cuerpo. Me acorrala entre sus brazos sin dejar de besarme con esas ganas que solo hacia elevarme la temperatura corporal. Jadeo entre sus labios cuando una de sus manos acaricia mi pierna, mi piel reacciona con su tacto y siento que se me van los ojos hacia atrás cuando su atrevida mano se introduce por debajo de la falda. Su gran mano aprieta levemente una de mis nalgas y le encanta escucharme jadear ante su tacto. Su sonrisa contra mis labios me lo hace saber y esos ojos que me miran cuando nos separamos para retomar el aire. Unos ojos brillantes que miran con una profundidad que me seca la boca y hace que todo mi cuerpo se altere.

La temperatura sube cada vez más al igual que la tensión sexual entre nosotros. Sus manos aprietan mi trasero y de un movimiento me alza y rodeo mis piernas en su cadera. Siento las taquillas en mi espalda y Jungkook me besa con tanta intensidad que olvido que estamos en el almacén y joder, que estamos trabajando. Jadeo contra sus labios y sus calientes labios toman mi cuello donde pierdo la pizca de cordura que podía yo llegar a tener. El corazón me va a mil y muerdo mi labio inferior por no gritarle que me hiciera suya ahí mismo.

Ambos nos separamos confusos cuando escuchamos la gente celebrar ruidosamente fuera y compartimos una sonrisa sabiendo el motivo. No podía creerme la forma en la que había empezado el año. Jungkook suelta una pequeña risa al darse cuenta de lo que estábamos haciendo. De golpe abre sus ojos al escuchar varios fuertes estallidos que provenían del exterior. Me baja al suelo con cuidado y menos mal porque me sentía hasta mareada del momento tan caliente que acabábamos de compartir.

- ¡Vamos a verlos! - me toma de la mano para llevarme a la puerta de atrás del bar, donde daba a un callejón vacío y oscuro. La abre y nuestra atención se dirige a los fuegos artificiales que explotan en el oscuro cielo. Estoy sin palabras, sintiendo su mano entrelazada con la mía, escuchando la gente feliz recibiendo el año y yo, junto con el chico que me tiene completamente loca. El chico que no sale de mi cabeza, el chico que me hace sentirme como una adolescente viviendo su primer amor.

Su cabeza se voltea y sus preciosos ojos me observan. Me siento hasta avergonzada cuando me mira así.

- Feliz año, Eileen.

Me desea suavemente y cuando veo su bonita sonrisa el corazón se me altera más. Sus palabras salen con una calidez de su boca que hasta me dan ganas de llorar.

- Jungkook. - lo llamo y vuelve a mirarme ya que había concentrado su atención en los colores de los fuegos artificiales.

- ¿Hmm?

- ¿Me acompañarás esta noche a casa?

Siempre lo hace, pero sabe perfectamente a lo que me refiero. Quiero que sigamos lo que hemos dejado a medias, quiero volver a sentirlo como aquella vez, quiero verlo descansar a mi lado y que sus fuertes brazos me arropen.

Yo esta noche no iba a volver a casa sola.

- Sí.

Me sale una sonrisa de la que termino riéndome como una completa tonta y es que hasta se me suben los colores a las mejillas pues estoy tan emocionada que no puedo evitarlo.

- ¿Qué te pasa? - me pregunta aguantándose la risa al verme reaccionar así.

- Nada. Que estoy feliz. - respondo apoyando mi cabeza en su hombro. Su mano aprieta levemente la mía, él también estaba feliz.

La calidez que siente mi corazón en este momento mientras contemplamos los fuegos artificiales. Todas esas sensaciones que yo estaba experimentando, mi cerebro intentando gestionar toda la dopamina que estaba produciendo. Todo aquello que sentía era felicidad.

Jungkook me hace tan bien.

- Vaya par de tortolitos... - escucho la voz de Danielle detrás de nosotros. Ambos nos sobresaltamos con su presencia y por su parte emite una carcajada. Se cruza de brazos observándonos - ¿Qué? ¿Así es como trabajáis? - suelta un suspiro pesado - Ya estoy harta de que me restrieguen en la cara lo sola que estoy...

Jungkook ya se iba a disculpar pero Danielle estaba bromeando.

- ¡Danielle! Siempre interrumpiendo mis mejores momentos. - le recrimino, Jungkook se aguanta la risa.

- ¡Venga a trabajar! – dice riéndose y ambos asentimos con la cabeza haciéndola caso – Por cierto, feliz año chicos.

Salgo feliz del almacén, con las energías renovadas y motivada para sobrellevar el resto de la noche. Jungkook me guiña un ojo cuando estamos de nuevo en la barra y ambos nos dedicamos a servir. Cuando reconozco que Yeoreom sigue sentada en la barra intento que no me afecte pero su mirada en mí me incomodaba. Habla mucho con Jungkook, incluso hay momentos que parece que se le insinúa. Le pide bebidas a Jungkook y las comparte con él. No se marcha ningún momento de ahí. No soporto más viéndola ahí petrificada, bebiendo sola.

En un momento de la noche, Jungkook se encuentra ocupado sirviendo a otras personas así que Yeoreom, algo pasada de bebidas, intenta captar mi atención.

- ¡Eileen, ven! – me grita y la miro completamente extrañada. Me acerco insegura a ella que me mira juzgándome. Su dedo me señala cuando llego poniéndome enfrente suya. Se la ve muy ebria, parece ser había bebido mucho. Sus parpados parecían que le pesaba por eso no podía abrir bien los ojos, también parecía que se encontraba algo mareada ya que se tambaleaba un poco. Durante la noche había estado fijándome que Jungkook tampoco le había servido mucho, así que supuse que ya había bebido antes de llegar aquí. Me siento incomoda por la forma en la que me señala y la forma en la que me mira. Algo bueno no iba a salir de esa boca.

- Ay Eileen... Con lo buenas amigas que éramos... - empieza diciendo mirando el vaso medio vacío que tenía en la barra. Cojo aire y decido ser directa respecto nuestra relación.

- Nunca fuimos "buenas" amigas, pensaba que sí pero últimamente me estoy dando cuenta que no – le corrijo. Me mira mal mientras le da un sorbo a su bebida.

- Efectivamente. Nunca lo fuimos por eso estoy tan... tan enfadada contigo.

- Mira, Yeoreom. No tengo tiempo de escucharte – voy a ignorarla pero cuando estoy por irme toma mi brazo impidiéndomelo. La miro muy enfadada.

- Eres tan rastrera...

- Yeoreom... - digo su nombre de forma de advertencia. Estaba ebria pero no tenía por qué aguantarla.

- Escúchame, Eileen, maldigo cada día el día que decidí dejarte entrar en mi vida. - lo dice con un odio que me impresiona. Habla con algo de dificultad por culpa del alcohol - Y quiero que sepas que Jungkook no te merece, en absoluto – aquello me deja pillada - Sabes que tarde o temprano te vas a cansar de él, seguramente en el primer momento que otro hombre aparezca en tu vida. En cuanto te aburras de él, en cuanto te veas incapaz de cuidar una relación. Porque tú no sabes querer, eso nunca te lo han enseñado. – sus palabras son tan duras que me dejan paralizada - Vas a romperle el corazón y huiras, como siempre has hecho.

- Cállate, Yeoreom – mascullo con rabia y me zafo de su agarre. Siento mi pecho comprimirse ante sus dolorosas palabras.

- Es la verdad. Alguien como tú no merece una persona tan buena como él en su vida. Has hecho mucho daño a todas las personas que han estado a tu alrededor. Has utilizado y jugado con cada persona que ha pasado por tu vida solo por tu conveniencia. Así que, no me creo que ahora, de la noche a la mañana hayas cambiado. - quiero interrumpirla, quiero callarla y echarla de ahí pero no puedo así que ella sigue hablando, colapsando mi mente - Yo era feliz antes de conocerte, pero cuando llegaste, te di la mano y me agarraste el brazo. Ya que estoy, te voy a recordar que por tu culpa, por tu capricho alejaste a todas mis amistades, dejándome sola, solo para ti, como si fuera tu esclava. ¿Y todo por qué? Porque eres una mala persona y no puedes ver a otras personas siendo felices que no sea estando alrededor tuya y prestándote atención. - me cuesta tragar ante sus declaraciones - ¿Por qué hiciste que se alejaran de mi? ¡Ah! Porque eres egoísta y la envidia recorre tu sangre cuando ves a personas felices - niega con la cabeza con una sonrisa amarga en su cara - Allá donde vas, allá donde provocas lo peor. Y yo jamás perdonaré lo que me hiciste. Pienso firmemente que no te mereces nada bueno, Eileen. - me vuelve a señalar con su dedo - Y Jungkook es muy bueno para ti.

Empiezo a sentirme mareada y parece que la voz de mi cabeza, esa que por las noches no me dejaba pegar ojo, había poseído a Yeoreom. Sus palabras parecen cuchillos afilados clavándose en mi pecho y me provocan un nudo en la garganta que hace tanto daño que toda mi atención se dirige en como puedo dejar de sentirme así. Mi mente se nubla y me siento incapaz de contestarle, de rebatirle que yo no quiero hacerle daño a nadie. Había hecho cosas deleznables y de los que no me siento nada orgullosa y reconozco mis errores. Ahora me encontraba luchando cada maldito día en ser una mejor persona.

- Y-yo ya no hago eso.

Se ríe irónicamente con mi débil respuesta.

- Da igual la respuesta que me des, algún día se dará cuenta de lo ruin que eres porque las personas como tú NUNCA cambian. Ojalá sea pronto, no me gustaría que le hicieras daño.

Dicho eso, se toma el contenido de su vaso de una, se levanta del taburete y se marcha hacia la pista.

...

Siento mi cabeza apunto de explotar. Me duele el pecho y me falta el aire, la ansiedad iba a acabar conmigo. El nudo en la garganta no se va de ninguna manera y siento que voy a colapsar en cualquier momento. Ya no me siento feliz, ya no me trasmiten esa motivación que mis compañeros sentían. Lo único que quería hacer era coger una botella de alcohol y bebérmela entera hasta caer en coma. No podía dejar de darle vueltas a lo que Yeoreom me había dicho y las voces de mi cabeza me estaban torturando. Joder, le estaba dando la maldita razón. Sentía mis ojos enjuagarse y el dolor en el pecho se estaba intensificando cada vez más. Esto iba acabar conmigo.

- Eileen – escucho una voz de fondo pero estoy tan ida que no reacciono a ella. – Eileen. – me sobresalto en mi sitio cuando siento su mano en mi brazo. Me giro y lo miro con una mirada de asustada. Jungkook parece confuso con mi reacción.

- ¿Te encuentras bien? – me pregunta analizando cada detalle de mi rostro. Empiezo a balbucear con mi respuesta.

- Eh sí...

- ¿Seguro? Llevas horas así ¿Ha pasado algo? - siento sus manos en cada brazo, sus ojos miran los míos y lo veo preocupado. Apenas puedo formular una frase medianamente coherente y convincente para que se creyera que estaba bien.

- No. - respondo sin más.

- ¿Necesitas descansar? Metete dentro, si necesito ayuda puedo pedirle a Danielle.

- Eh... Estoy bien, Jungkook – intento sonar convincente. Jungkook me mira dudoso, no parecía creérselo del todo.

- ¡Jungkookie! – la voz de Yeoreom me pone los pelos de punta. Ella aún seguía ahí. Jungkook fija su mirada en ella rápidamente. - ¿Me sirves otra copa? – le pide pero Jungkook niega con la cabeza.

- No. Has bebido mucho ya. - le dice serio.

Ella lloriquea haciendo un pequeño berrinche y Jungkook se acerca a ella. Decido alejarme, no quiero escucharla más, no quiero ni verla. Me meto en el almacén a sacar más bebidas y a intentar mantener la mente ocupada con otras cosas.

Danielle me pilla por banda cuando ya faltaba media hora por cerrar.

- ¿Qué mierda le pasa a Yeoreom? – me pregunta en susurro. Se veía muy molesta por como Yeoreom se estaba comportando. Lo que estaba pasando es que había bebido tanto que ahora no se mantenía sola de pie. Me encojo de hombros, no quería dedicarle nada de mí pero veo a Jungkook preocupado por el estado de su amiga. Esta parecía que se encontraba muy mal.

Empiezo a limpiar algunos vasos intentando ignorar el espectáculo que Yeoreom estaba montando. De repente siento la presencia de Jungkook a mi lado y sé que es lo que me va a decir, lo presiento.

- Voy a llevarla a casa – me indica y dejo de limpiar el vaso que tenía en mi mano para mirarlo fijamente a los ojos. Yo ya sabía que iba hacer eso. - No puedo acompañarte a casa.

Me sale una risa irónica, ahora estaba enfadada, de verdad que lo estaba. Yeoreom estaba jodiéndome la noche y lo que más había anhelado me lo estropea también.

- Puedes llamar un taxi y que se la lleven. – iba a dar la opción de que se fuera con Taehyung o Yoongi pero estos habían desaparecido hace bastante tiempo. 

- No, no puedo dejarla sola, se encuentra muy mal.

- Pues espera que se recupere, yo qué sé. – dejo el trapo con rabia en la barra - No tienes por qué cargar con ella, ha sido su decisión beberse hasta el agua de los floreros– estoy muy muy molesta. Jungkook frunce su ceño, no muy contento con mi respuesta con tan poca empatía pero no podía evitarlo, no después de todo lo que ella me había soltado. Mi cabeza estaba trabajando muy duro, no sabía como gestionar todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Solo sentía que iba a explotar en cualquier momento y de la peor manera posible. Me muerdo el labio con fuerza para evitar soltar todo lo que estaba pensando, para no cagarla con quien no debía.

- Claro que tengo que cargar con ella, es mi amiga, Eileen. Debo cuidarla. No puedo irme de aquí sabiendo su estado.

No lo puedo evitar y me sale una risa irónica. Me grito internamente, quería calmarme, que esto no me afectara pero no puedo, no puedo evitarlo.

- Amiga... – digo irónica. Estoy muy nerviosa y ya no sé ni lo que estoy diciendo. Jungkook nota que no estoy bien – H-haz lo que quieras, no sé ni para que me lo dices. Si no vas a venir conmigo, no te preocupes, mejor.

- ¿Cómo que "mejor"?

Su ceño se frunce con mi desafortunado comentario.

- Mejor, Jungkook, mejor - me volteo intentando alejarme de él. Mejor porque terminaré jodiéndolo todo. Estoy mentalmente agotada e incapaz de controlar lo que sale de mi. - Vete, vete con tu amiga. A mí déjame en paz.

- ¿Eh? - lo pilla por sorpresa mi respuesta, se acerca un poco más a mí tocando mi brazo. Sus ojos profundos miran los míos y me habla suave - ¿Estas bien, Eileen? ¿Qué te pasa?

- No me pasa nada. - contesto seria y doy un paso hacia atrás evitando que me tocara. Me mira sin ninguna expresión en su rostro y siento mi corazón encogerse. Jungkook se ve completamente confuso y yo no estoy dando de mi parte, me da vergüenza expresarle como me estoy sintiendo en ese momento.

- En fin – dice Jungkook con un suspiro cuando le doy la espalda. Se va molesto y finalmente se dirige a Yeoreom para ayudarla. Le doy la espalda para seguir mi trabajo de secar los vasos. Siento que voy a romper a llorar ahí mismo y de fondo escucho como le dice a Danielle que iba a salir antes de turno para acompañar a su amiga. Danielle le dice que no hay problema. Volteo un poco mi cabeza y observo como Jungkook se va con ella, pasando su brazo por su cadera y luchando de que esta no se cayera mientras camina tambaleándose.

Antes de salir por esa puerta, Yeoreom se gira y me dedica una sonrisa.

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Uffff... más de 4000 palabras, me excedí un poquito jajajaja.

Siento mucho haber tardado tanto en actualizar, he estado liadísima con el trabajo :( Pero bueno, al menos ya salí de este capitulo que tanto me había costado escribir.

Ha sido un capitulo como una montaña rusa de emociones, al menos, para Eileen. Aquí habréis podido conocer por qué Yeoreom le tiene tanto rencor a nuestra Eileen :(

Eileen enfadada y Jungkook confundido por el repentino cambio de actitud de Eileen. Aquella charla de Yeoreom le ha afectado mucho.

Esperad a ver cómo se desarrolla el siguiente capitulo.

Os leo como siempre <3

Espero que os haya gustado este capitulo, un poquito de drama siempre viene bien jiji.

Un besito.

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