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№13

Jungkook.

Abandonamos la cafetería y nos quedamos fascinados por los colores anaranjados que el cielo alberga. Hace mucho frío y Eileen se asegura de que los niños estén bien abrigados. A los pocos metros hay un parque y a sus alrededores se pueden ver puestecitos de comida callejera. Jiho sale corriendo hacia la zona cerrada del parque infantil y Eileen se ve arrastrada por Yujin que quiere ser libre pero como aún es muy pequeña, Eileen no la deja ni un segundo suelta.

Acompaño a Eileen hasta los columpios para niños pequeños donde coloca a Yujin en uno y empieza a darle pequeños empujoncitos para balancearla.

- ¡Mira Eileen! - le grita Jiho saltando de un lado a otro dando volteretas. En el rostro de su niñera puedo ver preocupación y algo de estrés.

- ¡Ten cuidado, por favor! - le advierte Eileen con miedo de que se haga daño jugando. Luego se centra en Yujin que parece estar muy feliz de estar en el columpio. Eileen le arregla las dulces y bonitas horquillas que la pequeña llevaba en su pelo. Supongo que no apartar mi mirada de su cuerpo le llama la atención y posa la suya con la mía. Le sale una una sonrisa.

- Trabajas por la noche, eres niñera, estudias... ¿Cómo puedes con todo? - le pregunto realmente curioso y admirando qué fuese capaz de hacer todo eso. Eileen se ríe. Me apoyo en el palo del columpio para estar más comodo.

- No lo sé. Supongo que la necesidad te obliga a aguantar. Puede ser que algún día estalle y me quede más loca de lo que estoy ya.

- El primer paso es aceptarlo. - bromeo y se ríe suave. La pequeña Yujin esta tranquila y casi en trance en el columpio.

- Yo ya era consciente de mi locura - expone y me enseña la lengua burlona.

- ¿Sabes? He estado echando currículums en diferentes sitios - le cuento y me escucha atenta - Seguramente empiece a trabajar en una tienda de conveniencia de turno de noche.

- Noooooo - lamenta - Entonces serás como yo, irás durmiéndote en las clases ¿Ahora a quién le preguntaré cuando me quede dormida?

- Tendremos que hacer turnos - contesto gracioso y ella se ríe.

- Entiendo. Entonces, yo me pido la primera clase y tú en la segunda hora.

- Exacto, vamos alternando entre clase y clase ¿Qué te parece?

- Me parece perfecto. Seguro que así aprobamos todas las asignaturas. 

Nos reímos por la situación que estabamos inventándonos.

- Oye ¿Te lo pasaste bien la otra noche? - Me pregunta. Eileen se ve más calmada y tiene unas expresiones más suaves y bonitas. La luz anaranjada le favorece mucho. 

- Sí, aunque alguno bebió más que otros, me lo pasé muy bien.

- Perdón, me pasé un poquito. - se tapa la cara avergonzada - Algunas cosas no las recuerdo muy bien, pero lo que le hice a tus bonitas botas sí...- suelto una carcajada y ella sigue poniendo esa cara de perrito mojado.

- Que están bien. Las limpié y han quedado como nuevas.

- ¿¡En serio!? Qué valiente.

- Y ¿Recuerdas el karaoke? - le pregunto riéndome al tener las imágenes en mi cabeza.

- Obvio que sí. Fue una de las mejores cosas que hicimos. Inolvidable - opina con una sonrisa en sus labios y unos ojos brillantes - ¿Repetirías?

- Si vuelvo a beber todo lo que bebí ese día, seguramente sí. - le confieso.

- Lo tendré en cuenta. Por cierto, no te agradecí por llevarme a casa. Esa parte de la noche ya no recuerdo nada.

- Empezaste a llorar por vomitarme en las botas.

- ¿En serio? - se ríe negando con la cabeza - Madre mía.

- Sí. Llorabas mucho y me tuve que quedar hasta que te dormiste.

- ¿Hiciste eso? Dios... Lo siento mucho, qué vergüenza. - se la ve verdaderamente avergonzada por ello. Hasta se le había borrado la sonrisa. 

- No pasa nada. Al menos te dormiste rápido - le aseguro mostrándole una sonrisa.

De repente Jiho se tropieza jugando y se cae al suelo de rodillas. Eileen ahoga un grito asustada y baja rápidamente a Yujin del columpio y luego corre hasta Jiho para ayudarlo. Este nos miró asustado y rompió a llorar.

En realidad no se había hecho nada, pero así eran los niños.

- Ay, Jiho, hay que tener más cuidado. - intenta Eileen consolarlo agachada a su altura y analizando a ver si se había hecho algo. Tomo a Yujin en brazos para acercarme a donde ellos se encuentran. Me agacho junto con Eileen y dejo a la pequeña a su lado para dirigirme a Jiho.

- Venga campeón - pongo mi mano en su pequeño hombro y me mira con las lágrimas en su cara. Tenía la carita roja - Seguro que un pancake de chocolate te quita rápido el dolor - le invito con una sonrisa en mi boca y abre los ojos feliz de lo que le estoy proponiendo. Eileen se sorprende de haberlo calmado de su llanto - Ven, sube a mi espalda - le invito poniéndome de espaldas y dejando que se subiera en ella. Eileen sonríe y toma a Yujin en brazos. 

- Nosotras también queremos - manifiesta Eileen con un puchero y Yujin asiente con la cabeza. 

- ¿Cuatro pancakes de chocolate? - pregunto esperando su confirmación. Eileen sonreía muy feliz, daba gusto verla así.

- Mejor tres, Yujin es muy pequeñita, lo compartiré con ella. 

Después de pedir los pancakes decidimos pasear por una de las calles más famosas de la capital. La calle Myeongdong iluminada por los carteles de neón de las cientas de tiendas que se encuentran ahí. A mi lado estaba Jiho disfrutando de su pancake de chocolate, lo estaba devorando.  La verdad es que estaba delicioso y muy esponjoso. Eileen había querido pagarme pero se lo rechacé, tampoco era mucho y yo había tenido la idea, así que, quería invitarlos. 

La música de las tiendas sonaba por toda la calle, habían restaurantes, tiendas de cosméticos, de ropa, todo lo que te pudieras imaginar.

- Quiero dejarme todos mis ahorros en estas tiendas - dice Eileen que iba detrás de mí y a su lado Yujin totalmente fascinada por las luces y todo lo que había a su alrededor. Me fijo en Eileen y en las comisuras de sus labios que están manchados del chocolate del pancake. Me sale una risa y paro de andar sorprendiéndola.- ¿Qué pasa?

Me llevo un dedo a mi boca.

- Tienes chocolate - le informo con una sonrisa. - Serás marrana. 

- ¿Marrana? - se ríe pero aun no se limpia lo poco que tiene. De hecho, pone morros - Dame un beso y límpiamelo - suelta graciosa mientras se va acercando a mí con esos morros manchados. Entro en pánico y lo único que se me ocurre es pararla poniendo mi palma de la mano en toda su cara y noto chocar sus labios en él.  

- Imbécil... - articulo cansado y poniendo los ojos en blanco. Escucho por su parte una carcajada fuerte. Aparto mi mano y se limpia el chocolate que tenía con un pañuelo que llevaba en su pequeña mochila. 

- ¿Ya está? - me pregunta mostrándose y posa con una sonrisa amplia. 

- Sí - asiento con la cabeza.

- Era tú momento Jungkook, pero tu amargura lo ha cagado... - me dice apenada y niego riéndome. 

- La próxima vez no te digo nada y te vas con esa boca sucia. 

- Qué malo eres, Jungkook - lamenta poniéndose la mano en el pecho y seguimos andando por esa zona. 

...

Llevo a Jiho en la espalda, el niño estaba reventado de tanto jugar. Eileen llevaba en brazos a Yujin que ya estaba más dormida que despierta. La estaba acompañando hasta la casa de los niños. Se nos había hecho un poco tarde ya que habíamos parado a cenar en otro puestecito de comida callejera. Eileen parecía que se lo estaba pasando muy bien, sobre todo, comiendo los perritos calientes que nos pedimos. 

Al poco rato llegamos al piso de los niños. Eileen me invitó a subir para dejar a Jiho en su cama. Tomamos el ascensor hasta el número 15. Aquel apartamento era impresionante, al igual que las vistas desde ahí. Una vez que me encuentro dentro, Eileen me indica que me espere ahí, mientras dejaba a Jiho dormido en el sofá. Observo mi alrededor, aquella familia tenía mucho dinero. Veo a Eileen moviéndose de un lado a otro, había acostado a Yujin en su cama y ahora le tocaba a Jiho. Se lo lleva en brazos, quería ayudarla pero ella me indica que sola puede con él. 

De pronto escuché la puerta abrirse y me quedé completamente petrificado en mi sitio. 

- ¡Uy! ¡Hola! - una mujer bien vestida entra por la puerta y se ve muy sorprendida al verme ahí parado. 

- Hola - saludo con inseguridad y muertísimo de la vergüenza. La mujer frunce el ceño y cierra la puerta detrás de ella mientras me analiza de arribabajo. De repente Eileen aparece derrapando por la esquina y con cara de pánico. 

- ¡Yoonah! - habla Eileen igual de nerviosa como estaba yo.

- Hola querida - le saluda con una sonrisa muy calmada. Eileen me mira. - ¿Qué tal la tarde?

- Él es Jungkook - me presenta para que no se molestara por tener a un desconocido en la casa. Eileen no podía con sus nervios - Esta tarde hemos salido con los niños a dar un paseo y acabo de acostarlos en su camas. Estaban muy agotados. 

- Perfecto, Eileen - deja su bolso en la mesa y busca algo en él. - Un placer conocer a tu novio. Espero que hayáis pasado una buena tarde, seguro que los niños se habrán divertido con vosotros. 

Me quedo con cara de tonto y Eileen suelta una risa baja.

- Nono, no es mi nov- Eileen iba a corregirle pero es interrumpida cuando se le acerca y le da un sobre.

- Muchas gracias por venir hoy y siento haberte avisado tarde, seguramente ya tenías otros planes... - la señora me echa un vistazo rápido refiriéndose a mí. Luego mira a Eileen y le da el sobre seguramente con el dinero.

- No se preocupe. Puede llamarme siempre que me necesite - le indica ella amablemente y la señora asiente con la cabeza, segura de que puede confiar en ella. 

- Pasad buena noche, chicos - nos desea y le agradecemos con unas reverencias antes de salir de ahí. Qué momento más tenso había vivido.

Nos metemos de nuevo en el ascensor y Eileen empieza a reírse. La miro confuso. 

- ¿Me cuentas el chiste? - le pregunto mirándola con las cejas fruncidas. 

- Se piensa que eres mi novio... Me encanta - manifiesta poniéndose la mano en la boca para esconderme su sonrisa pillina. 

- A mí no - le indico con una cara de cansado y ella me golpea con el codo y me quejo del dolor que me produce.

- Ahhh, no me pongas triste - vuelve a lamentarse por mis comentarios y me sale una sonrisa ladeada. 

Eileen era muy bonita cuando estaba así de feliz. 

La verdad es que te contagia ese estado.

Cuando salimos del edificio me fijo en la increíble torre de Seúl de fondo. Se veía alta en el monte e iluminada. Se podía ver desde toda la ciudad pero desde ahí, se contemplaba enorme.

- Wow - expreso sin quitar la mirada de la torre. Eileen se da cuenta lo que estoy admirando. 

- Es precioso ¿Has ido alguna vez? - me pregunta curiosa.

- No.

- ¿Y si vamos? - me propone repentinamente poniéndose enfrente de mi haciendo que parase de andar y veo su amplia sonrisa. Tenía unos dientes muy bonitos y brillantes. Al igual que sus ojos mirándome. 

- ¿¡Ahora!? - abro los ojos sorprendido y asiente la cabeza varias veces.

- ¿No es muy tarde? Mañana tenemos clase... - formulo algo indeciso. La verdad es que era muy tentador ir ahora mismo. Tampoco estaba muy lejos y sabía que había un teleférico que te llevaba hasta lo alto del monte. 

Me sorprende cuando las manos de Eileen se posan en mi brazo y lo agarra con suavidad para darme un pequeño tirón. 

- Tenemos que ir. Valdrá la pena, te lo prometo - asegura ella tirándome sin quitar esa sonrisa y me provoca una a mí mientras noto calor en mi pecho.

- Vaaaale. - acepto resignado y Eileen salta de la alegría.

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Cómo se me ha antojado uno de esos pancakes madre mía me voy a llorar

Me encantan estos dos, de verdad, me encanta como Eileen siempre le molesta a Jungkook con sus tonterías. Me río sola imaginándomelo.

Espero que os haya entretenido este capitulo, ha sido muy soft y tranquilo. 

Os leo como siempre <3

Muchas gracias, nos vemos pronto bonitos míos <3 

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