Capítulo II: Juegos inesperados, con un toque un poco más pícaro.
Capítulo II: Juegos inesperados, con un toque un poco más pícaro.
Keith.
La puerta del cuarto de juegos se abre y mi mirada recae en la preciosa chica que entra a la habitación junto a las que supongo son sus amigas. Alisha levanta la cabeza, su mirada encuentra la mía y la mantiene con el ceño fruncido.
Veo advertencia y reto en su mirada, pero lo que ella no sabe es que a mi me encantan los retos. Por lo que le sonrio y llevo la cerveza a mis labios, doy el ultimo trago y la dejo a un lado. No aparto la mirada y sé que a ella eso le molesta así que le añado una dosis mas a mí juego, arriesgándome le guiño un ojo.
Sus labios gruesos y apetecibles se convierten en una línea recta, levanta su dedo corazón en mi dirección antes de quitar la mirada y seguir a sus amigas hasta la barra improvisada que hizo Landon, precisamente para este tipo de fiestas.
—Eso fue intenso —comenta Drew, sinceramente había olvidado su presencia.
—Sí que lo fue —admito rascándome la nuca antes de mirar nuevamente en su dirección.
Desde mi posición puedo ver su vestido corto, unas piernas largas de morirse y ni hablar de su trasero redondo que me hace babear mentalmente. Sin duda si tuviese que elegir el trasero del año el de Alisha Hester se llevaría el primer lugar.
—¿Es alguna ex o algo? —Drew vuelve a interrumpir mis pensamientos y frunzo el ceño, porque sé lo que hay detrás de esa pregunta y ni loco voy a dejar que él se acerque.
—No, no es una ex, pero no hay vía libre amigo.
—Entiendo —dice, luego cambia de tema y se lo agradezco, porque sinceramente no tengo ganas de una conversación como esa, las chicas no son un objeto y menos deberíamos pelearnos.
—El entrenador nos mataría si se entera que estamos haciendo una fiesta—añade a la conversación y suelto una risa incrédula.
—Phill no solo nos mataría, conservaría nuestros cuerpos para amenazar a los que nos sustituyan—digo, porque sinceramente nuestro entrenador es el hombre más estricto sobre las bebidas y las fiestas que he conocido jamás.
—Recuerdo la vez que Carter llegó borracho a un entrenamiento y lo obligó a correr el campus más de cincuenta veces...
Aún a mi pesar, termino siguiéndole la corriente a mi amigo, pero no le pongo verdadera atención a sus palabras. Cuando se queda en silencio esperando alguna respuesta solo me limito a asentir y tomar un sorbo de la nueva cerveza que en algún punto termino en mis manos. En otras circunstancias no la habría tomado, sin embargo, estoy tan enfocado en Alisha y de cómo luce está noche que verdaderamente me da igual si está envenenada o no.
Conozco a Alisha, hemos compartido una que otra asignatura porque ambos estudiamos derecho, la he visto algunas veces en el campus, pero nunca me había llamado tanta la atención como esta noche.
De reojo observo como sus amigas se van con Max y Hunter, mis compañeros de equipo y veo esto como una señal divina. Se queda sola en una esquina, desde aquí puedo notar que se encuentra tensa y mucho más cuando camina nuevamente a la barra y esta vez si que no puedo seguir conteniendo mis impulsos.
—Voy por una cerveza —interrumpo a un motivado Drew. —¿Quieres algo?
Él niega con la cabeza, así que me separo y camino a paso firme hasta la barra, llego justo en el momento que le entregan su cerveza y le pido al chico una también para mi.
—¿Me estas acosando Johnson? —inquiere Alisha tomando un sorbo de su cerveza.
—No, la ultima vez que revisé esta era mí casa y podía ir a donde quisiera —respondo con una sonrisa amable y me encojo de hombros. —Mis habilidades son mejores que eso.
Ella abre la boca como si estuviese apunto de decir algo, como no sale nada me observa, me analiza y luego con rabia vuelve a cerrar los labios y puedo vislumbrar un leve rubor en sus mejillas.
Al parecer la he dejado sin palabras, eso parece ser algo bueno, pero si no quiero que me deteste más lo mejor sería no arriesgarme. Debo ser meticuloso con lo que voy hacer, porque sinceramente lo de la cocina fue un fracaso y si quiero intentar algo bien debo planear una mejor jugada.
Ella parece ser una chica que sabe lo que quiere y tengo que hacerle creer que lo que quiere es a alguien como yo.
—No te acoso más, disfruta de la fiesta—digo divertido, mientras me doy la vuelta. Puedo sentir su mirada penetrante en mi espalda, embozo una sonrisa satisfactoria en mis labios dando pasos lejos de ella.
—¡Keith! —volteo ante el grito femenino y puedo divisar la figura femenina que se acerca a paso rápido en dirección a mí.
—Rachele—le dedico una sonrisa en cuanto llega a mi lado la envuelvo en un fuerte abrazo.
Rachele es italiana y lleva dos años estudiando medicina, es inteligente y definitivamente es una chica bastante caliente y buena en la cama. Debo admitir que nos hemos acostado un par de veces, bueno, más que solo un par de veces, sin embargo, igual somos muy buenos amigos así que me emociona verla en la fiesta.
Disfrutamos del buen sexo sin ataduras y es genial, porque tanto ella como yo estamos consiente que solo es sexo y si alguien es soltero y no busca una pareja es normal que tenga sexo con quién quiera. Tanto las mujeres como nosotros los hombres podemos hacer con nuestra vida sexual lo que nos plazca sin temor a ser juzgados. Por lo que desde que ella me dio la idea de estar juntos de manera sexual no dude en aceptar. ¿Quién en su sano juicio no lo haría?
—Pensé que no vendrías esta noche, me dijiste que estabas muy ocupada con tú trabajo y la universidad—comenté con tranquilidad.
Lo bueno de estar en el cuarto de juegos es que no teníamos que gritar para poder escucharnos. El bullicio se concentraba en el piso de abajo y aquí arriba es un área mas relajado.
—Pues, no es por ofender, pero lo tuyo no es precisamente pensar.
Bufo y ruedo los ojos, el comentario no me molesta en lo absoluto. Había aprendido a las malas a entender los malos chistes de la italiana, solía enojarme bastante las primeras veces, me sacaba de mis casillas su humor negro y ofensivo y desde que logre comprender que era algo normal en ella lo mejor que hice fue que simplemente decidí que lo mejor era ignorarlos.
Yo era uno de los mejores en mis clases, principalmente porque si quería pertenecer al equipo debía mantener mi promedio bastante alto.
Nuestra universidad es lo bastante exigente como para pedirnos tener un buen promedio, porque de no ser así podíamos decirle adiós al fútbol americano. Por más buenos que fuéramos en el campo, aquello no importaba si tus calificaciones no eran perfectas.
Muchos piensan que nos regalan las notas por el simple hecho de ser deportistas, pero están completamente equivocados, todo lo que mi equipo tiene se debe a nuestro diario esfuerzo y horas de estudio, por mas trillado que aquello sonara.
—No sabes cuanto extrañe esos chistes tuyos—contestó finalmente con sarcasmo a lo que ella se ríe con gracia y me da un beso en la mejilla.
—Si estamos en eso de decir lo que extrañamos, yo extraño un par de cosas—confiesa deslizando su mano por mi pecho.
Le dedico una sonrisa pícara, porque sé a qué se esta refiriendo, sé que en sus palabras hay un deje malicioso y lo que extraña es a nosotros dos intimando, desnudos y dándonos placer.
Sin embargo, no provoca en mi lo que debería.
En otro momento ya estaría llevándola a mi habitación, pero en mi mente lo único que hay es la imagen de una pequeña castaña que al parecer le estresa el simple hecho de respirar el mismo aire que yo, tampoco es que caí rendido a sus encantos, pero me da más curiosidad descifrar a Alisha que irme a por un poco de placer.
—Creo, que esta noche paso—revelo y estoy un poco nervioso por lo que tengo que frotarme la barba con la mano, nunca antes la había rechazado, aunque sé que no va armar un escándalo, resulta un poco incómodo tener que negar cuando se supone que ambos deberíamos quererlo.
—Esta bien—se encoje de hombros. —De todos modos, debo volver a casa un poco más temprano que de costumbre.
Noto un deje de resentimiento en su voz, pero no comento nada para no hacer más incómoda la situación.
—¿Quieres algo de beber? —pregunto para aligerar el ambiente, Rachele niega con la cabeza y se aclara la garganta.
—No puedo beber está noche, tengo que trabajar mañana.
—Pero miren nada más—grita Carter unos de mis mejores amigos, mientras abraza a Rachele. —Mi italiana favorita está aquí.
—Que Laurel no te escuché decir eso—bromea Rachele.
Suelto una carcajada, en realidad ella es la única italiana que conoce, pero uno no debe decirle eso a Carter al menos que quiere ganarse una patada en el culo, así que me quedo callado observando el espectáculo andante que es mi amigo.
Simplemente es el chico más desastroso que he conocido, no tiene limites y su conocimiento del espacio personal es totalmente nulo. Ya deberán imaginarse lo difícil que es vivir en la misma casa con el desastre andante que es mi amigo, sin embargo ya me he acostumbrado hace años a sus escándalos y ahora me parecen graciosos más que nada. Siempre sabe qué hacer para aligerar un momento incómodo y seguramente ha escuchado la conversación y decidió venir al rescate.
—Ven aquí, no te sientas mal, tú eres mi rubio favorito—anuncia y jala de mi para fundirme también en ese extraño abrazo conformado por los tres.
Rachele sonríe divertida y tomo eso como señal de que nuestra conversación está olvidada.
Permanecemos hablando por un rato, Carter empieza a contarnos sobre una cita que tuvo el día de ayer con su prometida y a medida que pasa el tiempo otros se van uniendo a la conversación hasta que terminamos rodeados de chicas riendo encantadas por todo lo que dice Carter y uno que otro chico que lo escucha con admiración. Yo simplemente me limito a escuchar y a beber de mí cerveza.
Cuando ya ha pasado una hora y he perdido la cuenta de cuantas cervezas he tomado aparece Landon en el cuarto de juegos.
Él es mi mejor amigo desde que tengo memoria, capitán de nuestro equipo y a pesar de no tenerla fácil él siempre a salido adelante, así que siempre lo he admirado. Ambos decidimos venir a estudiar juntos la carrera de derecho y somos prácticamente inseparables a lo que a mi refiere.
Mi grupo de amigos es un poco cerrado, si bien hablaba con todos los de el equipo y conocía a muchas personas no todos eran considerados mis amigos.
Landon llega hasta el pequeño circulo dónde me encuentro y nos damos un abrazo fraternal antes de que con una sonrisa radiante enseñe las botellas de tequila que trae consigo y todos sabemos lo que eso significa.
El juego va empezar.
Todos se dispersaron dejando un espacio vacío en medio de la habitación y camino hasta el centro con una sonrisa de superioridad.
Desde nuestra primera fiesta habíamos convertido este juego en nuestra tradición. Consistía en que uno de nosotros se enfrentaba con alguien de la fiesta y demostraba quién era el mejor en la facultad de derecho, ya que tres de nosotros estudiábamos la misma carrera y decidimos que era lo mejor. Con los cuatros me refiero a Landon, Drew y yo mis compañeros de hogar y mejores amigos. Carter había cursado unos semestres con nosotros antes de decidir qué prefería estudiar arquitectura así que de vez en cuando él también se sumaba.
El juego es simple, se colocan dos sillas, una frente a la otra mientras que se hacen preguntas referentes a casos que se supone todos debíamos saber, si tú respuesta es mala tienes que beber un trago de tequila y así seguía hasta que uno de los dos concursantes gané.
Carter coloca ambas sillas en el centro, una frente a otra y voluntariamente tomé asiento en una, se supone que debo elegir mi contrincante, todos lucen emocionados hasta la mierda a excepción de una persona. Alisha tiene el ceño fruncido y me ve como si fuese la peor escoria que hubiese pisado este planeta.
Ansío verla en otra faceta que no fuese amargura, así que la decisión esta tomada voy a elegirla como mi contrincante, ¿Qué tan mal podría salir?
—Alisha, ven aquí—le pido dándole golpecitos a la silla que se encuentra vacía. —Veamos que tan buena eres.
La habitación explota en exclamaciones y gritos de aliento, ella hace una mueca con sus labios que se me antoja nerviosa antes de caminar con la frente en alto hasta la silla para sentarse frente a mí.
¡Eso es lo que estaba buscando!
— ¿Qué planeas Johnson? —pregunta cruzándose de brazos y no puedo evitar bajar la mirada a su escote, no me culpen soy un hombre con debilidades y definitivamente desde ahora las tetas de Alisha entraban a la lista, junto con su trasero.
Sin embargo, quite la mirada sabiendo que no era lo correcto he hice contacto visual con ella.
—Lo único que planeo es ganar el juego, lo demás depende de ti.
Estoy tentando a mi suerte, sé que hay posibilidades bastante altas de que ella termine ganando, no soy idiota, pero la vida se trata de riesgos y yo estoy dispuesto a arriesgarme.
—Bien, empecemos esto —anuncia Landon, sacando un papel de su bolsillo y aclarándose la garganta.
—Tengo una pregunta —interrumpe Alisha y se remueve en su asiento.
—¿Qué pasa?
—¿Qué ocurre si pierdo?
─Me deberás...
—Un favor —Completa Landon con entusiasmo.
Su rostro se contrae y le sonrió.
—Acepto.
Mordisquea una uña con nerviosismo mientras me observa. Puedo ver como está empezando a dudar si debe aceptar o no ser parte del juego, deduciendo si esto es una buena idea o si debería largarse antes que todo se salga de control, sin embargo, no dice nada, no se levanta de su asiento y Landon toma eso como una señal para empezar a preguntar.
—¿Cuáles fueron las pruebas qué entrego la abogada en el caso Landry para que la Fiscalía retirara los cargos?
Negué con la cabeza, había escuchado recientemente sobre ese caso. Un hombre fue acusado de asesinar a su esposa y estaba sentenciado a cadena perpetua, sin embargo, su abogada consiguió unas pruebas que lograron conseguir su libertad. Lo sabía, solo que no recordaba cuáles eran las pruebas.
—Encontraron unas grabaciones de un bar, dónde el señor Landry se encontraba la noche que asesinaron a su esposa y eso reforzó su coartada, ya que pasó toda la noche en aquel bar —la sonrisa en el rostro de Alisha es radiante, sus ojos brillan con seguridad y tiene un aire de superioridad.
Sonrió, ahí esta lo que buscaba, algo más que un ceño fruncido.
—Correcto—anuncia Landon.
Drew me da un vaso para tragos con tequila hasta el tope, el juego apenas esta comenzando y sí quiero ganar tengo que ponerle más empeño.
Llevo el vaso a mis labios y le dedico un guiño antes de tragarme el contenido completo, el líquido arde un poco en mi garganta, sin embargo, ya estoy acostumbrado.
—Siguiente—pedí inclinándome.
—Nombre de la jueza que envío a prisión a los responsables del tiroteo en las oficinas Satck Tecnologies.
—Esa es fácil -anuncié con una sonrisa.—Amanda Heuston.
Alisha tomo su primer trago de muchos.
Así pasaron los últimos minutos, nosotros argumentando y respondiendo todas las preguntas que Landon nos decía, tomando tragos cada vez que fallamos y volviendo a responder.
—Esta es la última pregunta—anuncia el pelinegro.
Toda la habitación está sumida en silencio, solo se escucha la música del piso inferior.
La tensión se siente en el ambiente, el que responda está pregunta será el ganador de la noche. Mentiría si admitiera que no estoy nervioso porque joder, sí que lo estoy. Alisha ha demostrado ser una gran contrincante, sin embargo, quiero ganar, necesito ganar.
—¿Quién fue él fiscal que presentó nuevos análisis de sangre al caso de Negan Reinalds, probando que las entregadas por el abogado habían sido manipuladas y él en realidad tenía alcohol en su sistema el día que asesino a su amante? —preguntó.
—El fiscal Major Garret.
Gané, lo sé antes que mi amigo lo anuncié. Escucho a todos gritando que soy el mejor y niego con la cabeza, estoy seguro que solo ha sido suerte.
Me pongo de pie y extiendo mi mano en dirección a Alisha, la ayudo a levantarse de la silla y me acerco a su oreja.
—Ahora me debes un favor, nos vemos muñeca, ya habrá tiempo para el pago.
Me alejo dejándola ahí de pie y salgo del cuarto de juegos. Algunas chicas que están en el pasillo me saludan y solo les hago un movimiento de cabeza, lo único que tengo en mente es qué demonios voy hacer con Alisha Hester desde ahora en adelante.
***
¡Hola! Este capítulo me gusta demasiado porque podemos ver qué sucede dentro de la cabeza de Keith.
Quiero aclarar que cada caso mencionado en este capítulo son completamente ficticios.
Espero les haya gustado el capítulo, estaré leyendo sus comentarios. 👀🤍
¡Besos!✨
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