Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo {9}:

Alexia Belén:

Bello Leonel...

—Ey, hola— entro al departamento —¿no tienes clases ahora?—  le pregunto a Leonel que se encuentra sentado en su puesto escribiendo en unos papeles.

Él levanta la vista hacia mí y sonríe —No y valdrá la pena porque estarás aquí.

—¿Me estás coqueteando?— pregunto pestañeando exageradamente.

—Puede ser, ven, siéntate acá.

¿Cómo? Me pidió sentarme a su lado.

Belén calma, recuerda que tu amiga está enamorada de él.

—No creo que sea buena idea.

—¿Por qué?— se moja los labios.

Pues porque estoy evitando todo tipo de contacto contigo.

—Es el asiento de Bianca—  excuso.

Como si me importara.

—Entonces te sientas aquí, en el de Paul y yo me siento en el de ella.

Okay, suena tentador para provocar a Paul.

—De acuerdo— me siento en el puesto de Paul.

—Entonces mi bella Alexia, háblame de ti— se gira a mí.

—¿Qué quieres saber?.

—¿Tienes pareja?.

—Muy sutil querido Leonel.

—Es que soy muy directo y más con lo que quiero—  se pega más a mí.

—Ok— me alejo disimuladamente —no, no tengo pareja.

—Entonces que tal si te invito a tomar algo mañana.

¿Qué?.

No, no puedes aceptar, no vas a aceptar, no debes aceptar.

—Está bien.

Oh mierda.

En mi defensa la carne es débil, además no estoy cometiendo ningún delito al aceptar, quizás logre arrancarle la razón de por qué no le hace caso a Éricka.

Que buena idea.

—Entonces paso por tu casa mañana.

—¡NO!.

—¿No?.

—Es que mejor nos encontramos en otro lugar, sí, eso.

—De acuerdo— estira esta última palabra  —entonces nos encontramos en el restaurante de aquí del pueblo a las 11:00 am para almorzar.

—Ok.

—Ahora dime—  vuelve a lo que hacía antes de yo llegar  —¿Cómo te está iendo con los estudiantes?.

—Muy bien, con algunas situaciones pero nada que no pueda resolver.

—Te aconsejo que tengas cuidado con ellos, no son de fiar.

—Nah, no lo creo, hablas como si de cosas horribles se tratase y son personas.

—Personas capaces de manipularte, y fingir ser santos para después hacerte caer, no te confíes.

—Ajá y también tienen el poder de la curación.

—Búrlate, espero que lo veas por tus propios ojos—  dice muy entretenido logrando que el lápiz danzara alrededor del papel.

Y nuestra pequeña discusión conversada hubiese continuado de no ser por la llegada de Bianca.

—¿Qué haces ahí sentada?— pregunta con su voz chillona

Leonel deja de escribir.

—Ya lo respondiste, estoy sentada.

-Honey te aconsejo salir de ahí ahora.

—¿O qué?— enarco una ceja.

—O yo misma te sacaré.

Finjo una carcajada —Inténtalo, honey— trato de imitar su voz en esta última palabra.

—Oigan, tranquilas— interviene Leonel  —¿Por qué no tratan de llevarse bien?.

—¿Yo? ¿Bien? ¿Con esta? Imposible—  responde.

—¿Y aquí que pasa?—  pregunta Paul entrando al departamento sin mirar en mi dirección y al ver su asiento ocupado por mí se detiene a mitad de camino  —¿Y tú que haces ahí sentada?.

—Eso mismo le pregunté— alega Bianca.

—Esperándote muñeco ¡Sorpresa!.

—No vuelvas a llamarme así, mi nombre es Paul, Paul McCartney.

—Está bien— me encojo de hombros.

—Ahora sal de mi puesto.

—Se dice por favor—  hago una pausa —muñeco.

Rueda los ojos —Puedes acabar de levantarte de ahí, por favor— las dos últimas palabras las dice entre dientes.

—De acuerdo— me levanto del asiento y lo rodeo.

Intencionalmente paso una mano por su cintura en forma de roce, él se estremece.

Con que no eres tan inmune a mis encantos ¿eh?.

Me voy a mi puesto justo frente al suyo con una estúpida sonrisa en los labios. Leonel también vuelve al suyo y Bianca decide sentarse al igual que Paul quien me observa fríamente, quizás por la osadía que tuve de tocarlo, yo en ningún momento lo miro, me hago la entretenida con un grupo de papeles en mi lugar.

Bianca se aclara la garganta y veo por el rabillo del ojo cómo Paul vuelve la mirada a unos libros que tiene frente a él.

¿Qué pasará entre ellos?.

—Bueno— Leonel rompe el incómodo silencio formado —ya que estamos aquí, ¿Por qué no hablamos para conocernos mejor?.

—Yo no quiero conocer a nadie— espeta Bianca.

No hago caso, me propongo darle una ojeada a los diagnósticos que le hice a los alumnos para saber cómo estaban en la asignatura por lo que recojo mi cabello en un moño desordenado con una liga que siempre guardo en mi bolso y me coloco mis lentes de pasta.
Paul también se mantiene en silencio con la vista fija en unos expedientes.

—Vamos Bianca, no te hagas la de rogar—  reclama Leonel.

—¿Por no querer ningún tipo de relación con una excarcelada?.

Ni me inmutaré, en fin, la juzgadera.

—Seremos compañeros de trabajo, pon de tu parte.

—No me importa Leonel, no quiero saber nada de ella.

Tal parece que no estoy aquí.

—Aún sigo aquí— aclaro.

—Me importa— gruñe Bianca.

—Con ustedes no se puede, me rindo—  Leonel levanta sus manos en rendición.

—Bueno querido Leo ya que quieres que comencemos una relación civilizada— suelto mi lápiz para cruzar mis manos frente a mí —¿Qué tal si empiezo yo con las preguntas?.

—¿Desde cuándo tienen esa confianza?— pregunta Bianca.

—Creí haber dicho que era yo la que comenzaba con las preguntas rubia— le digo.

-Buena jugada presa de quinta-

Sonrío cínicamente.

—A ver, ¿qué quieres saber?— vuelve a preguntar.

—Tengo curiosidad con tu cabello, ¿es natural?.

—¿Ves?— le señala a Leonel —así no se puede.

Paul muestra lo que me parece el atisbo de sonrisa, y pensándolo bien nunca en la semana lo he visto sonreír.

—Es una pregunta rubia forzada.

—No pienso responderla honey.

—Son un caso—  interrumpe Leonel —he dicho conocerse de verdad.

—¿Y no lo estamos haciendo?— pregunto fingiendo incredulidad.

Él me da una mirada de 'en serio'.

—Ok, otra pregunta.

Bianca saca de su cartera un creyón labial junto a un espejo y comienza a arreglarse el maquillaje.

Presumida.

—¿Tienes pareja, Paul?.

La rubia se desvía del contorno de sus labios con el labial provocándole una mal pintada —Mierda— farfulla entre dientes sacando una toallita de esas para maquillaje.

—¿Tic nervioso?— pregunto burlona.

En cambio Paul deja de escribir en segundos para comenzar un reto de miradas conmigo, la seriedad es latente en su expresión. 

—¿No vas a responder muñeco?— hasta Leonel se queda callado y no sé por qué ese misterio.

—Hola, hola— Éricka entra al departamento deshaciendo la tensión.

—Hola— saludo aún mirando a Paul.

—Ehh, ¿Y este silencio sepulcral?— pregunta sentándose a mi lado, al fin desvío la mirada, sentí que lo profundo de sus ojos me asfixiaba —he traído doritos ¿quieres?—- me brinda un paquete abierto.

—No, gracias—  le doy una sonrisa y continúo con mi trabajo, todavía siento la mirada de Paul sobre mí hasta que Bianca vuelve a hablar.

—Paul necesito que me ayudes en unos 09 que tengo atrasado.

—De acuerdo, cuando termine aquí— esa voz tan ronca me derrite.

Vuelve a haber silencio, pero esta vez más liviano, quizás era por el ruido del paquete de doritos de Éricka.

—¿De qué hablaban?— pregunta Éricka.

—De nada en específico— responde Leonel.

—¿Cómo te sientes?— le pregunto.

—Mejor.

—¿Estabas enferma?— cuestiona Leonel.

—Solo fue un malestar— ella le da una cálida sonrisa.

—¿Cómo sabías tú de su malestar?— me interroga Bianca.

—Se supone que somos amigas, rubia y además no es de tu incumbencia— muestro una falsa sonrisa.

—Ya, no comencemos ¿sí?— pide Leonel.

—¿Qué tal si vamos hoy todos de parranda?— recomienda Éricka.

—Yo no puedo—  rápido respondo.

Ya tengo bastante con soportar a estos aquí en la escuela, sería el colmo aguantarlos durante una noche.

—Anda Alexia, hoy es viernes, mañana no hay clases, no seas agria.

—Agria y sin estilo— ataca Bianca.

Yo me río deliberadamente — Buena descripción—

—Me apunto— dice Leonel, tal vez para aligerar la situación.

—Bien, ya tenemos uno—  vuelve a hablar una Éricka emocionada con un brillo en los ojos.

No sé por qué Leonel no se fija en ella, es hermosa y tiene todo lo que una mujer pueda tener, inteligencia, humanidad, carisma, cuerpo, cara y sobre todo es tratable.

—Quizás también vaya— habla Bianca.

—Belén— me llama Éricka.

—He dicho que no— murmuro con los ojos en los papeles.

—Aguafiestas— habla Leonel.

—Querido McCartney— Éricka mira a Paul quien también está ido en sus papeles.

—¿Um?—  emite un sonido, ¿Acaso él no prestaba atención a lo que decían?

—Si te apuntas a la salida de hoy— recalca Leonel.

—No, no lo sé, tengo cosas que...

—Bien, también vienes— Éricka le interrumpe.

Él suspira derrotado, no se le notan deseos de discutir.

—Alexa faltas tú— me avisa Leonel.

Bianca se levanta de su asiento con un grupo de libros —No insistan, no ven que quizás ni tenga con qué ropa ir— y nos da la espalda saliendo del local.

Levanto la vista en dirección a Paul —No lo sé, quizás también vaya.

—¡Yey!— exclama Éricka.

—Entonces nos vemos en la discoteca que está en el centro del pueblo— consulta Leonel.

—De acuerdo—  confirmo.

¿Qué podría pasar?

Así logro quitarme esta loca atracción por Paul con cualquier chico en esa discoteca.

Si es que eso se puede (...)

_______________________________

Hola, hola: seré rápida, la foto del chico que está en multimedia es de mi querido fiel amigo Hermes Diago Charlot Diez, sí, de seguro ya cayeron en cuenta de que el personaje de Diago Charlot, eh, ¿cómo decirles? Lo interpreta él.

Lleva como usuario aquí en Wattpad: HermesDiez.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro